La Revolución Copernicana, iniciada por el astrónomo polaco Nicolás Copérnico con su modelo heliocéntrico, propuso que el Sol, y no la Tierra, era el centro del universo, un cambio radical frente al modelo geocéntrico ptolemaico. Tycho Brahe, a pesar de vivir contemporáneamente a Copérnico y ser un astrónomo de renombre, propuso un modelo geo-heliocéntrico, en el que la Tierra permanecía inmóvil en el centro, pero los demás planetas giraban alrededor del Sol, el cual a su vez orbitaba la Tierra. Sus observaciones precisas y recopilación de datos astronómicos sin precedentes fueron cruciales para el desarrollo de la astronomía moderna, incluso cuestionando la exactitud de las tablas existentes y modelos como el de Copérnico, aunque no lo adoptó por completo. La Revolución Copernicana: Heliocentrismo: La idea central de Copérnico era que el Sol estaba en el centro del universo, y la Tierra y los demás planetas giraban a su alrededor. Desafío al geocentrismo: Este modelo se oponía frontalmente al sistema geocéntrico de Ptolomeo, que había sido aceptado durante siglos y contaba con el apoyo de la doctrina religiosa y la filosofía aristotélica. Impacto intelectual: La Revolución Copernicana no solo transformó la astronomía, sino que también tuvo profundas implicaciones para la filosofía, la religión y la ciencia en general. Las observaciones de Tycho Brahe: Datos precisos: Brahe fue un astrónomo notable por su dedicación a la observación astronómica, acumulando datos extremadamente precisos para su época, incluso más que las tablas existentes y el modelo copernicano en cuanto a algunas predicciones. Modelo geo-heliocéntrico: Ante la falta de observación de paralaje (cambio aparente de posición de un objeto debido al cambio de ubicación del observador), que él no observaba, Brahe formuló su propio modelo donde la Tierra era el centro, pero los planetas giraban alrededor del Sol. Contribuciones a la refutación de ideas antiguas: Sus observaciones de fenómenos como el cometa de 1577 permitieron refutar teorías aristotélicas sobre la inmutabilidad de los cielos y la naturaleza de los cometas, demostrando que estos existían más allá de la atmósfera terrestre. Base para Kepler: A pesar de no ser copernicano, las meticulosas observaciones de Brahe, especialmente sobre la órbita de Marte, fueron fundamentales para que su ayudante, Johannes Kepler, desarrollara sus famosas leyes del movimiento planetario, lo que finalmente validaría el modelo heliocéntrico y sentaría las bases de la astronomía moderna.