control. Esto sugiere que el brote axonal persiste durante al menos 12 semanas,
con una rápida restauración de fibras casi normales con una buena recuperación
funcional (Holland et al., 1996). En el centro, el cambio proximal al sitio del
aplastamiento del nervio es una pérdida de axones mielinizados de pequeño
diámetro de la cuerda del tímpano. Además, hay un aumento en el número de
axones no mielinizados proximal al sitio de aplastamiento, indicativos de la
continuación de la brotación después de la degeneración.
8. Atrapamiento del nervio lingual (NL)
La compresión del NL provoca adormecimiento, hipoestesia, disestesia, parestesia,
o incluso anestesia en todas las regiones inervadas. El paciente también puede
presentarse con disgeusia, dificultad en la masticación y pérdida de la función
gustativa en el lado de la compresión. El adormecimiento de la mitad lateral o de la
punta de la lengua puede afectar a la articulación del habla de las consonantes
linguales frontales (Isberg et al, 1987; Antonopoulou et al., 2008). El NL puede ser
atrapado, ya sea a través de un ligamento pterigoespinoso (LP) o pterigoalar
osificado, con base en la parte exterior de la base del cráneo, o por medio de una
lámina lateral muy amplia del proceso pterigoideo del hueso esfenoides, o a través
de las fibras mediales del vientre inferior del MPL (Sunderland, 1991) (Figuras 4,
6,7,8). Recientemente, se cree que, algunos casos de síndrome de ATM o
síndrome de dolor miofascial podrían ser el resultado de atrapamiento del nervio en
la FIT (Kopell y Thompson, 1976; Von Ludinghausen et al., 2006). Una posición
habitual de compresión del NL es la FIT, que contiene los músculos de la
masticación, el plexo venoso pterigoideo, la AMI y la ramificación del NM. La
presencia de un ligamento pterigoespinoso o pterigoalar parcial o completamente
osificado puede obstruir el paso de una aguja en el AO y incapacitar la anestesia
del ganglio trigeminal o el NM para el alivio de la neuralgia del trigémino (Lepp y
Sandner, 1968; Skrzat et al,. 2005) (Figuras 5, 6, 7, 8). La presencia de LP
osificados puede comprimir las estructuras neurovasculares que rodean causando
adormecimiento lingual y dolor asociado con trastornos del habla (Peuker et al.,
2001; Das y Paul, 2007). Considerando la estrecha relación de la CT, también
puede ser comprimido por la barra ósea anómala y por lo tanto, dar lugar a
sensación anormal del gusto en los dos tercios anteriores de la lengua. La lámina
lateral de la apófisis pterigoides y el músculo pterigoideo medial forma la pared
medial de la FIT. El alargamiento de la lámina lateral podría resultar en el
debilitamiento del MPM y parestesia de la región bucal (Skrzat et al., 2006). En los
casos de láminas laterales extremadamente grandes, el NL y el NDI en la FIT se
ven obligados a tomar un curso más curvo, para seguir la forma de la lámina
ampliada. Como resultado, durante la contracción de los músculos pterigoideos,
ambos nervios pueden comprimirse (Figura 4). La placa pterigoidea lateral es un
hito importante para la anestesia mandibular y una placa pterigoidea lateral amplia
puede confundir a los anestesistas o la exploración quirúrgica del espacio para y
retro-faríngeo (Kapur et al., 2000; Das y Paul, 2007).