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Personal Branding
El departamento de I+D+i o lo que es lo mismo, los capítulos anteriores, ya deberían
de haber hecho su labor o, al menos, haberte puesto en el buen camino. Ya sabes
qué está ocurriendo, qué es una marca personal, cómo establecer tus objetivos, lo
que eres, o lo que deberías de ser.
Ha llegado la hora de que salgas ahí fuera, a la calle, al mercado, al lineal.
Sí, al lineal, porque si somos una marca quiere decir que estamos en un inmenso
hipermercado o, esto ya dependerá de ti, en una tienda de productos selectos. Pero,
al fin y al cabo, en un lineal. De tu estrategia, de tu plan de mercadología o marke-
ting, de tu plan de comunicación, de tu embalaje o packaging y, por qué no decirlo,
de tu precio, dependerá que te elijan para un trabajo, para una noche, para una vida
¿No merece esto que pongas en el empeño toda tu creatividad? La próxima vez que
vayas a hacer la compra, ponte en el lugar de cualquiera de esos productos que lle-
nan de forma ordenada cualquiera de las largas estanterías de la tienda. Lo primero
que comprobarás es que no estás sólo. Por arriba, por abajo, por los lados, tienes
competidores que, como tú, anhelan ser los elegidos y que utilizan, cada uno, una
estrategia diferente para llamar la atención, desde el que viste un elegante envase en
negro y oro, o se cubre de colores y llamadas chillonas, hasta el que se encuentra
en promoción permanente. Ahora con un 30% más por el mismo precio. Lleve tres y
pague dos. Todos juntos, ahí, bien alineados, en ordenada formación, bajo un cartel
colgante que los clasifica: pastas y arroces, limpieza, bebidas, hogar, directivo, pro-
fesional liberal, técnico. Etiquetas sencillas de recordar pero tan vagas como impreci-
sas. Porque hay arroces, limpiacristales, directivos, técnicos, asistentes, entre otros,
buenos y malos, líderes y segundones, caros y baratos, eficaces y para salir del paso.
Etiquetas en las que podemos sentirnos muy cómodos y que pensamos nos bastan
para movernos por el mundo: «yo soy mando intermedio en una multinacional». Eso
en publicidad lo llamamos un genérico. Como la aspirina, los pañuelos de Kleenex,
los tampones de Tampax, el Cola Cao, marcas que dan nombre a toda la categoría
y que acaban diluyéndose en un maremágnum de productos con casi los mismos
ingredientes. Y esto, en los tiempos del posicionamiento de la marca personal, o re-
putación no es bueno. Por eso, creo que tu principal valor no es ser directivo, mando
intermedio, técnico o ejecutivo; es ser una persona con responsabilidades, interesa-
da en superarse, en buscar nuevas vías, en mejorar su marca en, partiendo de los
mismos ingredientes (estudios, experiencia, idiomas) dar con la fórmula de la Coca-
Cola, que, no te equivoques, no es ese ingrediente secreto que sólo dos personas
conocen y que no pueden viajar juntas por si les pasa algo y…, no, la verdadera
fórmula de la Coca-Cola son más de cien años de personalización de una marca, de
estrategia, de posicionamiento. Y en eso creo que te podemos ayudar. Quieres tener
una marca personal fuerte, notoria, diferenciada, que os empuje de forma conjunta
a ti y a tu empresa. Porque las marcas están hechas de personas, y si las personas
tienen marcas fuertes, las marcas se fortalecen. Como les pasa al Capitán Denny
Flanagan y a su empresa United Airlines (ahora fusionada con Continental). Estarás
de acuerdo conmigo en que en tiempos de retrasos, medidas de seguridad extremas