13
Las bombas yucatecas son piropos ingeniosos, los cuales al ritmo del baile
se dicen para avivar las fiestas típicas de Yucatán, junto con el zapateado. Las
bombas pueden ser románticas, jocosas o picarescas, incluso con alguna
connotación sexual, pero nunca groseras. Ejemplos: “BOMBA!!! En esa boquita en
flor/ que te ha regalado Dios/ no hay ningún labio inferior/ son superiores los dos.
BOMBA!!!”. “BOMBA!!! Al pasar por un panteón/ me gritó una calavera,/ si no me lo vas a dar/
enséñamelo siquiera. BOMBA!!!”.
Volviendo a Efraín Huerta debo decir que, también escribió poemas breves “serios”, o
séase, a la usanza tradicional, como este: “Los hombres nunca saben/ cuánta dulzura/ y cuánto
quebradizo silencio/ hay en una poesía”. En rigor “poemínimo” significa poema pequeñito, pero
en atención a las características que les imprimió Efraín Huerta como de rigor (sarcasmo, ironía,
humor, irreverencia) no todos los poemas breves son poemínimos, pero sí, todos los poemínimos
son poemas breves.
Me atrevo a aventurar que los que llamó Efraín Huerta “poemínimos” ya los había hecho
el filósofo de Güemez, quién sabe desde cuándo. He aquí algunos ejemplos: “Cría cuervos y…
tendrás muchos”/ “Camarón que se duerme no amanece desvelado”/ “Todo tiempo pasado fue
anterior”/ “Si a caballo regalado no se le colmillo, es que tiene buena dentadura”/ “El que quiera
azul celeste, que mezcle azul y blanco”/ “Lo importante no es ganar, sino hacer perder al otro”/ “El
que nace pa’ tamal, nunca ta’ bien”/ “La pereza es la madre de todos los vicios, y como madre…
hay que respetarla”.
La poesía lacónica
Ya en este siglo XXI, surge la poesía lacónica como una expresión vanguardista en la
delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México con motivo del Aniversario del Nacimiento de don
Alfonso Reyes (17 de mayo de 1889).
La idea es que se conviertan las calles de la gran urbe en hojas de un libro de poesías,
escribiendo sobre las bardas de la Ciudad, poemas de un solo verso alejandrino, octosílabo,
endecasílabo o hasta de una palabra si ésta encierra una idea poética, para hacer de la ciudad un
poemario.
El 17 de mayo de 2012, los poetas Pedro Estuardo Hernández, Roberto López Moreno y
Alejandro Centeno, lanzaron el movimiento poético laconista, con poemas reducidos a lo esencial
de su esencia, reducidos al alma misma del poema, hasta en cuatro versos.
Los primeros poemas se escribieron en las calles de Alzate, esquina con Naranjo de la
colonia Santa María la Rivera. El primer poema lacónico fue éste: “CAPITÁN DEL IDIOMA, ALFONSO
REYES”.
Otros ejemplos son:
“CONVITE” de Alejandro Centeno.
CIUDADANO: CONTEMPLA ESTE MURO,
LEE SUS VERSOS, HAZLO TUYO.
“SOCRATEANO” de Alejandro Centeno
YO SÓLO SÉ QUE NADIE SABE NADA
Y NI SIQUIERA PREGUNTA