VIDEO: https://youtu.be/1jd6jNRwAPk La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que le permite transmitir una información. En la comunicación intervienen diversos elementos que pueden facilitar o dificultar el proceso. Emisor : La persona (o personas) que emite un mensaje. Receptor : La persona (o personas) que recibe el mensaje. Mensaje : Contenido de la información que se envía. Canal : Medio por el que se envía el mensaje. Código : Signos y reglas empleadas para enviar el mensaje.
Contexto : Situación en la que se produce la comunicación. La comunicación eficaz entre dos personas se produce cuando el receptor interpreta el mensaje en el sentido que pretende el emisor. La comunicación se puede explicar mejor, si partimos de la consideración del proceso biosocial del ser humano. Así, iniciamos este recorrido con las funciones de la memoria, tanto neurológicas como psicológicas, las cuales se producen en el sistema nervioso central. Aquí, un estímulo externo produce una señal o registro, que se guardará en la memoria, para ser utilizada cuando el hablante encuentre la ocasión para ello y demostrar así la capacidad que tiene el ser humano de seleccionar este recurso para usarlo arbitrariamente (distinción con respecto a la comunicación simple y primitiva del animal). Esta información pasará a formar parte de un rico caudal de experiencias cognitivas y afectivas que constituirán los mensajes, que en algún momento serán emitidos y recibidos por otros. Estas señales se convertirán en símbolos significantes, dado que pasarán por el tamiz cultural estandarizado propio de una comunidad de hablantes.
En su momento oportuno, este símbolo aparecerá transformado en sonidos o grafías o gestos que recorrerán una distancia hacia una persona que por su misma categoría cultural los reconocerá, percibirá, interpretará y devolverá, según el equipamiento neuropsicológico de su memoria, dentro de su sistema nervioso central. Este recorrido que forma un círculo, tanto para el emisor como para el receptor, se inicia y termina con la bioquímica de sus respectivos sistemas nerviosos centrales. Influyen en este acto básico de la comunicación, las actividades mentales y emocionales, las convenciones culturales, el mundo físico, los hábitos de percepción. En el Diccionario de lingüística moderna de Álvarez Varó y Martínez Linares (1997) , aparece esta definición de comunicación: " Llamamos 'comunicación' al proceso mediante el que un mensaje emitido por un individuo, llamado emisor , es comprendido por otro llamado receptor o destinatario , que es la persona o entidad a quien va dirigido el mensaje, gracias a la existencia de un código común. Este proceso abarca dos etapas: la emisión y la recepción del mensaje llamadas respectivamente la codificación y la descodificación ."
A los componentes de la comunicación señalados anteriormente, hay que agregar los otros propuestos por Jakobson como son el canal , que viene a ser el medio, el vehículo, utilizado para hacer llegar ese mensaje y el contexto , situación o referente, entendido éste como la dimensión espacio-temporal y física, además de los objetos relevantes presentes en una realidad. Estos componentes están íntimamente relacionados con las funciones comunicativas del lenguaje. Así, vemos que la función expresiva corresponde al emisor; la función conativa, a la del receptor; la función fática, a la del contacto o canal; la función metalingüística , a la del código; la función poética, a la del mensaje y la función referencial, a la del contexto o situación. Claro está, que estos elementos están continuamente en movimiento, dado el carácter interaccional que conllevan. Así por ejemplo, el emisor se puede convertir en receptor y viceversa y en las funciones pueden tomar parte ambos elementos.
En el caso de la función fática se relaciona con el canal, porque es este componente el que mantiene abierto la escucha y la emisión. Expresiones como "ajá", "sï", "mira pues", "caramba", "no me digas…", "bien", como un recurso que utiliza un interlocutor para mantener el "hilo" de la comunicación, encaja en esa función fática. La función metalingüística se relaciona con el código, ya que éste representa los símbolos por los cuales un grupo de hablantes se entienden, va más allá de lo meramente lingüístico. La función referencial se relaciona con el contexto, ya que las referencias en las cuales se apoyan los interlocutores se encuentran en el contexto lingüístico o situacional. Igualmente, la función poética está relacionada con el mensaje, porque aunque no siempre es bello estilísticamente hablando, es el mensaje el portador del tema.
Cuando decimos que el concepto de comunicación se refiere a un proceso nos referimos a un fenómeno que presenta continuación a lo largo del tiempo. Dentro de este concepto cabe entonces esperar una situación dinámica es decir que las relaciones que se establecen se transforman continuamente en un permanente devenir. Los componentes de un proceso «interaccionan» ya que cada una de las partes influye sobre las demás. La teoría de la comunicación refleja así un concepto de proceso. No es posible aceptar que los acontecimientos y/o componentes puedan ser separados de otro hecho o componente. No se puede, por lo tanto, hablar del principio o del final de la comunicación o determinar que una idea en especial proviene de una fuente específica porque la comunicación se produce de un solo modo. Sólo una vez que tenemos bien definido el concepto de comunicación como un proceso podemos identificar los distintos componentes que integran el modelo del proceso de comunicación.