Revista Ejército nº 922, enero/febrero 2018

EjercitoTierra 817 views 124 slides Jan 29, 2018
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About This Presentation

Revista Ejército nº 922, correspondiente a los meses de enero/febrero 2018


Slide Content

REVISTA DEL EJÉRCITO DE TIERRA ESPAÑOL
NÚMERO 922 ENERO/FEBRERO 2018
Pascua Militar
Ifni: la guerra olvidada. (2ª parte)
EJÉRCITO
La Academia General Militar y el Centro
Universitario de la Defensa de Zaragoza
tienen la doble finalidad de formar oficiales
con gran preparación militar y técnica,
además de humana y científica
REVISTA EJÉRCITO
Establecimiento San Nicolás
calle del Factor nº 12 - 4ª planta C.P.: 28013 MADRID
Central Teléf.: 915160200
Administración y Subscripciones Teléf.: 915160485
Telefax: 915160390
Redacción Teléf.: 915160482
Edición Teléf.: 915160480
[email protected]
EJÉRCITO ENERO/FEBRERO 2018 - año LXXIXnúm. 922

Índice
Enero / febrero 2018 • AÑO LXXIX. • NÚM. 922
EDITA:
DIRECCIÓN
Director
General de brigada Luis FELIU BERNÁRDEZ
Subdirector de Asistencia Técnica de JCISAT
Subdirector, Jefe de Colaboraciones y
Administración
Coronel Manuel Salvador HERRÁIZ MARTÍNEZ
Jefe de Edición
Coronel Antonio VARET PEÑARRUBIA
CONSEJO DE REDACCIÓN
Coroneles
Tejeda Fernández, Borque Lafuente, Núñez González,
Castellanos Moscoso del Prado, Guerrero Acosta
Baeza López
Tenientes coroneles
Gómez Blanes, Gómez Reyes, Enríquez González,
Sánchez de Toca Alameda, Puig de Sobrino
Comandantes
Salinero Rayón, Arribas Lucas
Capitanes
Rodríguez Santisteban, Domínguez Ruiz
Suboficial Mayor
Coloma Guijarro
NIPO: 083-15-005-2 (edición en papel)
NIPO: 083-15-004-7 (edición en línea)
Depósito Legal: M. 1.633-1958
ISSN: 1696-7178 (edición papel)
ISSN: 2530-2035 (edición digital)
Corrector de pruebas
José Manuel Riveira Córdoba
Servicio de Documentación
Emilia Antúnez Monterrubio
Ofimática y Edición
Fernando Aguado Martínez
Ricardo Aguado Martínez
Ana María González Perdones
Mª Eugenia Lamarca Montes
Imprime
Centro Geográfico del Ejército de Tierra
Promotor de Publicidad
EDITORIAL MIC C/ Artesiano s/n.
Polígono Industrial Trobajo del Camino, 24010 León
Teléf.: 902 271 902 / Fax: 902 371 902
Email: direcció[email protected]
[email protected]
Fotografías
MDEF, DECET
ARTÍCULOS
PRESENTACIÓN
NUESTRAS INSERCIONES
LOS VALORES DEL VALOR
Antonio de la Corte García. Teniente general
16
ESPAÑA 1818-2018. EVOLUCIÓN DE LAS OPCIONES ESTRATÉGICAS
Luis Feliu Bernárdez. General de brigada. Artillería. DEM
20
HERRAMIENTAS PARA EL ANÁLISIS DE CONFLICTOS: LA OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN, UNA
CAPACIDAD CRÍTICA
Javier de Carlos Izquierdo. Doctor en Geografía e Historia
26
LAS FUERZAS ACORAZADAS. UNA HERRAMIENTA NECESARIA EN EL CAMPO DE BATALLA FUTURO
César Sáenz de Santamaría Gómez. General de brigada. Infantería. DEM
32
LOS CAMPOS DE MANIOBRAS. ENTORNOS NATURALES DE EFICACIA ECOLÓGICA
José R. González Ortiz. Comandante. Transmisiones
40
EL ACUARTELAMIENTO LOYOLA DE SAN SEBASTIÁN: HISTORIA DE SU UBICACIÓN ACTUAL
Jorge Garris Mozota. Teniente coronel. Ingenieros
44
PROPÓSITO DEL JEME Francisco Javier Varela Salas. General de Ejército. JEME
4
LOGROS 2017 Y RETOS 2018 DEL EJÉRCITO Estado Mayor del Ejército
6
EFEMÉRIDE DE LA REVISTA EJÉRCITO Luis Feliu Bernárdez. General de brigada. Artillería. DEM
14
EL RINCÓN DEL MUSEO DEL EJÉRCITO 25
PREMIOS REVISTA EJÉRCITO 31
BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN 39
PUBLICACIONES MILITARES DEL EJÉRCITO DE TIERRA 85
NOVEDADES EDITORIALES DEL MINISTERIO DE DEFENSA 99
INFORMACIÓN APP Y WEB DEFENSA 106
INFORMACIÓN DESVINCULACIÓN 111
NORMAS DE COLABORACIÓN 118
INFORMACIÓN V PREMIO MARÍA MANUELA (MANÉ) GONZÁLEZ-QUIRÓS 122
INTERIOR DE CONTRAPORTADA: Real decreto de Carlos III instaurando la Pascua Militar 123
PUBLICIDAD: Ciberdefensa, 15
Suscripción y venta: calle del Factor nº 12 - 4ª planta C.P.: 28013 MADRID
Teléf.: 915160485
[email protected]
Suscripción anual: España 12,02 euros; Europa: 18,03 euros; resto del mundo: 24,04 euros.
CAROLUS-III-D-G HISP-ET-IND-REX
1782
Como expresión de júbilo por la recuperación de Menorca del poder de
los Ingleses y de regocijo por las ilusionadas esperanzas de recuperar
el Peñón de Gibraltar, la Majestad del Carlos Tercero, Rey de las
Españas, queriendo dar al Exército de España y sus Indias, una
muestra de su Real aprecio, ordenó a los Virreyes, Capitanes Generales,
Gobernadores y Comandantes Militares, que la Festividad de la
Adoración de los Santos Reyes Magos, reuniesen a las guarniciones
y presidios y notificasen en su nombre a los Jefes y Oficiales de los
Exércitos para que estos los hiciesen llegar después a las Tropas, su
regía felicitación con la ocasión de la fiesta que debería celebrarse todos
los años en tal fecha y llamarse en lo sucesivo:
Pascua Militar

SECCIONESDOCUMENTO
PARACAIDISTAS, LEGIONARIOS Y TIRADORES DE IFNI. EL INICIO DEL
CONFLICTO
Vicente Bataller Alventosa
General de brigada. Infanter?a. DEM. (2? Reserva)
50
MEMORIA DE LOS OLVIDADOS. EL GRUPO DE TIRADORES DE IFNI Y LAS
UNIDADES DE REEMPLAZO
Gabriel Villalonga S?nchez
Teniente coronel. Infanter?a. DEM
58
ACCIONES MILITARES POSTERIORES AL ATAQUE INICIAL SOBRE SIDI IFNI
Josep-David Peris Gancedo
Teniente. Infanter?a
65
IFNI, EL PORQUÉ DE LA GUERRA OLVIDADA
Gabriel Villalonga S?nchez
Teniente coronel. Infanter?a. DEM
72
REPERCUSIONES DEL CONFLICTO HASTA LA RETROCESI?N DE IFNI
Jos? Carlos L?pez-Pozas Lanuza
Coronel. Artiller?a
78
Revista fundada el 30 de septiembre de 1939, siendo continuaci?n de la revista La Ilustraci?n Militar fundada en 1880, el semanario El Mundo Militar fundado en 1859 y el peri?dico La Gaceta Militar fundado en 1857.
La Revista Ej?rcito es la publicaci?n profesional militar del Ej?rcito de Tierra. Tiene como nalidad facilitar el intercambio de ideas sobre temas militares y contribuir a la actualizaci?n de conocimientos y a la cultura de
defensa. Est? abierta a cuantas personas sientan inquietud por los temas militares. Los trabajos publicados representan, ?nicamente, la opini?n personal de los autores sin que la Revista Ej?rcito, ni ning?n organismo
ocial, compartan necesariamente las tesis o criterios expuestos.
EL RINC?N DE LA HISTORIA
El incidente del vapor Virginius en la guerra cubana
(1873)
Ismael Fern?ndez de la Carrera
Teniente coronel. Artiller?a
86
OBSERVATORIO INTERNACIONAL
Escenario estrat?gico 2018
Luis Feliu Bern?rdez
General de brigada. Artiller?a. DEM
Nuevo factor desestabilizador en Oriente Medio
Alberto P?rez Moreno
Coronel. Infanter?a. DEM. (R)
La Cooperaci?n Estructurada Permanente (PESCO)
Alfonso de Villag?mez
Escritor
El terrorismo yihadista salasta sigue obstaculizando la
normalizaci?n de Somalia
Carlos Echeverr?a Jes?s
Profesor de Relaciones Internacionales
de la UNED
92
REFERENTES DE EJEMPLARIDAD EN LA MILICIA
La ?cuarta puerta?: por los caminos del alma con
Gabriel de Morales
Juan Pando Despierto
Historiador
100
GRANDES AUTORES DEL ARTE MILITAR
Jos? Mar?a G?rate C?rdoba
Pedro Ram?rez Verd?n
Coronel. Infanter?a. DEM
107
HEMOS LE?DO
Extra?as armas
La tecnolog?a de la ?autocuraci?n?
Ricardo Ill?n Romero
Teniente coronel. Infanter?a
108
FILMOTECA
El muro
Invencible
Jos? Manuel Fern?ndez L?pez
Teniente coronel. Transmisiones
112
INFORMACI?N BIBLIOGR?FICA 114
ARCHIVO GR?FICO 116
SUMARIO INTERNACIONAL 120

4 / Revista Ejército
PROPÓSITO DEL
JEME
Francisco Javier Varela Salas | General de Ejército | Jefe de Estado Mayor
del Ejército de Tierra
Quiero con este documento difundir mi propósito para
los próximos años y pedir vuestro incondicional apoyo.
Somos un equipo y la eficacia de nuestro trabajo se basa
en la sincronización de nuestros esfuerzos. Espero que
esta directiva sirva a dicha finalidad.
Pretendo establecer las bases que nos faciliten la adap-
tación a los cambios que tanto desde el punto de vista
operativo como del administrativo se están produciendo
y continuarán haciéndolo en el futuro mediante cuatro
ideas fuerza: el personal, la Brigada, los recursos finan-
cieros y la mejora de las condiciones de vida y trabajo.
El centro de gravedad de nuestro ejército es el com-
batiente y es nuestra primera prioridad su formación,
motivación y moral. Debemos inculcarles los valores de
nuestra Institución con el ejemplo, potenciar su capaci-
dad de liderazgo a través de la iniciativa y garantizar su
disponibilidad para el servicio. Todo militar debe estar
física, técnica y psicológicamente preparado para ser
empleado en operaciones, que es lo que constituye nues-
tra razón de ser.
En todos los niveles de mando, es fundamental alcanzar
la cohesión del equipo, factor esencial para alcanzar la
eficacia, promoviendo la iniciativa de los jefes de unidad y
respetando estrictamente los encuadramientos tácticos
del personal. Es este un aspecto capital que materializa
el mensaje de coherencia y compromiso que se establece
entre la Institución y sus componentes.
Debemos continuar con la implantación de los modelos
que establece el Plan de Acción de Personal poniendo
especial énfasis en los de los suboficiales y del personal
de tropa, garantizando el reclutamiento anual de tropa
necesario y las acciones de desvinculación que estamos
promoviendo, así como concretar los procesos de selec-
ción, formación y promoción de este personal.
Para la mejor gestión de personal considero clave ex-
portar nuestro modelo a los órganos ajenos al ET que
precisan del mismo e introducir los cambios que sean
necesarios en la legislación para agilizar los procesos y
garantizar la disponibilidad del recurso.
Nuestra organización debe satisfacer las expectativas
profesionales y personales de sus componentes de
acuerdo con los principios de mérito y capacidad. Defi-

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  5
niremos claramente los intereses de
la Institución, destacando entre ellos
la disponibilidad, y continuaremos
mejorando y aplicando un sistema
de gestión transparente que permi-
ta resolver las discrepancias entre
los intereses personales y los de la
Institución, impulsando los procesos
actuales de comunicación interna.
Por otra parte, las tendencias actua-
les indican la necesidad de optimizar
las estructuras orgánicas para el
combate convencional con capaci-
dades adicionales y novedosas en
el nivel táctico que permitan hacer
frente con eficacia a la amenaza hí-
brida. En este sentido se consolida el
nivel Brigada como unidad táctica de
empleo capaz de combatir reunida,
como un complejo sistema de com-
bate que proporciona en su conjunto
la capacidad que precisamos para
hacer frente al nuevo entorno opera-
tivo. Promoveremos la adquisición,
distribución y sostenimiento integral
de esta capacidad para conseguir su
disponibilidad como un todo.
Otro aspecto esencial es el recurso
financiero para poder materializar
todo lo anterior. El actual sistema es
mejorable. No genera las cantida-
des necesarias para garantizar los
gastos corrientes de funcionamiento
en los apartados de Reposición,
Sostenimiento e Infraestructuras, ni
lo presupuestado está disponible en
tiempo oportuno. Impulsaremos un
procedimiento para el planeamiento
y asignación de recursos que palien
en lo posible esta situación. Por otra
parte, revisaremos las prioridades de
gasto en función de los objetivos de
disponibilidad operativa que preten-
demos alcanzar con la Brigada y la
distribución de estos recursos para
crear y sostener capacidades en
dicho sistema integral de combate.
Finalmente, considero esencial que
nuestro personal tenga en las bases
y acuartelamientos, niveles de cali-
dad de vida y condiciones de trabajo
similares a los del resto de la po-
blación a la que sirven, impulsando
los planes de choque que ya se han
iniciado; así como compensar las
exigencias de la vida militar apoyan-
do las iniciativas dirigidas a la mejora
de retribuciones y al mantenimiento
y perfeccionamiento de las medidas
de movilidad geográfica en curso.■

LOGROS 2017 Y
RETOS 2018 DEL
EJ?RCITO
Estado Mayor del Ej?rcito 6 / Revista Ejército
BALANCE DEL AÑO 2017
INTRODUCCIÓN
2017 ha clarificado en cierta medida el horizonte del Ejér-
cito a corto y medio plazo. Si por un lado ha sido un año
continuista, tanto desde el punto de vista presupuestario
como en lo que se refiere a una transformación del Ejérci-
to que ha proseguido este año conforme a lo previsto, por
otro ha sido un período de innovación, como corresponde
a una organización en continua transformación, comen-
zándose a sentar en él las bases del Ejército del año 2035.
En un escenario económico muy austero, el Ejército ha
seguido cumpliendo su misión haciendo un importante
esfuerzo colectivo para sacar el máximo rendimiento a
los recursos disponibles, racionalizando estructuras e
infraestructuras; para reducir gastos donde ha sido po-
sible; y, sobre todo, para mantener e, incluso, mejorar la
preparación y adiestramiento de las unidades implicadas
en despliegues operativos.
El esfuerzo ha sido hecho teniendo siempre a la vista que
el hombre es el elemento más importante en la organiza-
ción, y que las unidades son la razón de ser del conjunto
del Ejército. Con estas ideas en mente, iniciamos el
repaso de los logros obtenidos por el Ejército de Tierra en
el año que acaba de concluir.
OPERACIONES Y DESPLIEGUES
INTERNACIONALES
A lo largo de 2017, el Ejército ha continuado participando
en operaciones multinacionales iniciadas en años anterio-
res en los ámbitos de las Naciones Unidas, la OTAN o la
Unión Europea: Libre Hidalgo en Líbano; Apoyo a Turquía
en Aldana (Turquía); Apoyo a Irak en este país; y operacio -
nes de adiestramiento en el marco de la Unión Europea
(EUTM) en Somalia, Malí y la República Centroafricana.
En el marco de la OTAN, el Ejército ha iniciado este
año su contribución a la presencia avanzada reforzada
(eFP) de la OTAN en los países bálticos con el desplie-
gue de un subgrupo táctico mecanizado de la Brigada
Extremadura XI integrado en el batallón que Cana-
dá lidera en la República de Letonia. El despliegue,

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  7
primero de medios acorazados y
mecanizados en operaciones fuera
del territorio peninsular en tiempos
recientes, tiene una importante
dimensión logística, tanto por la
proyección en sí, como por el sos-
tenimiento de personal y material
en una operación prolongada en
un escenario relativamente lejano
y con una rigurosa meteorología,
diferente a la nacional. Este des-
pliegue está ofreciendo lecciones
logísticas y operativas de gran
utilidad, y está impulsando el desa-
rrollo y adquisición de equipo, ves-
tuario y material necesarios para
operar en este exigente entorno.
Dentro de la NATO Response Force
18 (NRF 18), la contribución de los
Mandos de Operaciones Especiales
y de Transmisiones a la constitución
del Mando Componente de Opera-
ciones Especiales liderado por Espa-
ña ha sido determinante para lograr
la certificación de dicho mando a
la conclusión del ejercicio Brilliant
Sword 17.
En ese mismo marco de la NRF,
debe destacarse también la contri-
bución con el grupo táctico Colón
de la Brigada de la Legión en el
ejercicio de proyección (DEPLO-
YEX) Noble Jump 17, que llevó a
esta unidad a desplegar y redesple-
gar en Rumanía a través de puntos
de desembarque en Grecia, y con
otra unidad de similar entidad de
la Brigada Guzmán el Bueno en
Pordenone (Italia), para participar
en el ejercicio de certificación de
la Brigada VJTF de la NRF Bright
Armored 17. Estos despliegues
constituyeron una excelente oca-
sión de ejercitar las capacidades
de la Fuerza Logística Operativa
en dos actividades de proyección y
apoyo a unidades de entidad grupo
táctico.
En el terreno de la Política Común
de Seguridad y Defensa de la Unión
Europea, el cuartel general de la
división San Marcial ha liderado
en el segundo semestre del año el
paquete de fuerzas de los grupos de
combate de la Unión Europea (EUBG
II/17), que se certificó en el ejercicio
Quick Lion 17. En tal calidad, el cuar -
tel general participó en el ejercicio
MILEX 17. TRANSFORMACIÓN DEL
EJÉRCITO DE TIERRA
En 2017, el Ejército ha continuado
ejecutando el proceso de transfor-
mación iniciado en años anteriores.
Desde el punto de vista orgánico,
se destacan en este apartado los
siguientes aspectos:
--Reorganización interna de la Jefatu-
ra de los Sistemas de Información,
Telecomunicaciones y Asistencia
Técnica para adaptarse a la crea-
ción del Centro de Sistemas y
Tecnologías de la Información y las
Telecomunicaciones y los corres-
pondientes cambios normativos
asociados a la infraestructura inte-
gral de información para la Defensa.
--Disolución de un centro de
comunicaciones del Regimiento
de Transmisiones nº 22, ubicado
en el archipiélago canario, cuyos
servicios son asumidos de forma
automática desde otros emplaza-
mientos.
--Reorganización de los regimientos
de Caballería de las Comandan-
cias Generales de Ceuta y Melilla,
reforzando su capacidad de mando
y control.
Ejercicio Quick Lion 17

8 / Revista Ejército
--Constitución de los Grupos de
Caballería Acorazados Cazadores
de África I/3 y Taxdirt I/10 sobre la
base de los escuadrones de los Re-
gimientos de Caballería Montesa 3
y Alcántara 10 respectivamente
--Reorganización del Cuartel
General de Alta Disponibilidad
mejorando la coordinación interna
mediante la integración de la se-
cretaría general en el único Estado
Mayor.
--Reorganización del cuartel general
de la Fuerza Logística Operativa,
reforzando las capacidades del
Centro de Apoyo Logístico a las
Operaciones y optimizando el
Estado Mayor.
--Integración del Grupo de Apoyo a
la Proyección en la Agrupación de
Transporte nº 1, completando las
capacidades de la agrupación y
desembarazándola de las respon-
sabilidades que hasta ahora tenía
en la prestación de los servicios
de acuartelamiento, con la crea-
ción de la Unidad de Servicios de
Acuartelamiento San Cristobal
(Canillejas).
--Unificación de la especialización
en montaña, hasta entonces dis-
persa, en el Regimiento América
n° 66, de Cazadores de Montaña, y
recuperación del carácter legiona-
rio para el Grupo de Operaciones
Especiales Caballero Legionario
Maderal Oleaga XIX.
--Constitución de la Academia de
Aviación del Ejército de Tierra (ET),
que asume los cometidos del Cen-
tro de Formación de Helicópteros.
--Creación de una capacidad inicial
sobre la que se constituirá duran-
te el primer semestre de 2018 la
Unidad de Servicios de Acuar-
telamiento Sancho Ramirez en
Huesca.
PERSONAL
Durante el año 2017, el Ejército de
Tierra ha continuado su esfuerzo
permanente de planeamiento y ges-
tión del recurso humano a lo largo
de varias líneas: ajustar cuanto sea
posible la disponibilidad de recur-
sos a las necesidades del Ejército;
mejorar la preparación y selección de
los recursos humanos disponibles;
proporcionar al personal el apoyo ne-
cesario para que esté en las mejores
condiciones posibles para el cumpli-
miento de su misión.
A lo largo de la primera línea, el es-
fuerzo del Ejército ha estado orienta-
do hacia la definición de criterios de
elaboración y cobertura de las Rela-
ciones de Puestos Militares (RPM)
por medio de una nueva directiva del
JEME; y en la redacción de las planti-
llas reglamentarias para el cuatrienio
2017-2021.
En lo que se refiere a la definición de
puestos en plantilla de personal civil,
se ha continuado el trabajo iniciado
en coordinación con la Dirección
General de Personal que ha validado
el trabajo realizado en las plantillas
de los parques centrales de Abas-
tecimiento y Mantenimiento y las
unidades de servicio de base y que
han tenido su reflejo positivo en las
Ofertas de Empleo Público de 2016
y 2017.
En la línea de preparación y selec-
ción, en 2017 se han introducido
cambios normativos en el ámbito
de las evaluaciones para establecer
números máximos y mínimos de
personal evaluado en relación con el
número de vacantes previstas (Orden
Ministerial 21/2017), y para dictar
normas y procedimientos de evalua-
ción para el ascenso y la asistencia a
cursos de capacitación (Resolución
de GE JEME 564/02265/17).
En lo referente a enseñanza de
perfeccionamiento, y en el marco del
Plan de Acción de Personal (PAP), en
2017 se ha consolidado la implanta-
ción de las trayectorias de segundo
tramo de la escala de oficiales con la
creación de dos nuevas especialida-
des de trayectoria; CIS, para oficiales
de transmisiones y diplomados en
informática, y Administración Econó-
mica para el Cuerpo de Intendencia
del ET (CINET).
En lo referente a apoyo al personal,
el Ejército ha colaborado en 2017
con la Dirección General de Personal
(DIGENPER) en el desarrollo del Real
Decreto 577/2017, que introduce
nuevos supuestos de asignación de
destinos por circunstancias excep-
cionales de conciliación de la vida
profesional, personal y familiar, así
como a las víctimas del terrorismo.
Se ha emitido, además, la Instruc-
ción Técnica 05/17 Plan de Apoyo al
Personal en Operaciones fuera del
Territorio Nacional.
INSTRUCCIÓN Y
ADIESTRAMIENTO
En lo referente a adiestramiento
general, la definición de un Crédito
Anual de Consumo de Municiones y
Artefactos Explosivos (CAC MYAE)
estable, permitirá mejorar la planifi-
cación de la adquisición de este tipo
de recursos, y responder mejor a
las necesidades de las unidades, en
especial en períodos como el actual,
de importantes restricciones presu-
puestarias.
En cuanto al adiestramiento conjun-
to-combinado, se ha avanzado en la
participación en distintos ejercicios
que han permitido completar el
adiestramiento específico alcanzado
por nuestras unidades, mejorando la
interoperabilidad e integración con
ejércitos aliados y amigos. Destaca
en este apartado el ejercicio Allied
Spirit en el que unidades del Ejército
se han adiestrado en inglés con otras
de USAREUR, utilizando procedi-
mientos OTAN, y un sistema de si-
mulación constructiva que facilita un
adiestramiento realista a bajo coste.
RECURSOS MATERIALES
En el capítulo de Recursos Materia-
les, a lo largo de 2017, se han produ-
cido importantes novedades entre
las que se destacan las siguientes:
-- Recepción de nuevos modelos
de helicóptero. Con las unidades
adquiridas en 2017, el Ejército dis-
pone de 13 helicópteros de ataque
Tigre HAD/E, 6 HAP, y 8 HT-29
Caimán.
--Recepción de equipos de Control
Aéreo Terminal Conjunto (JTAC)
adicionales, y despliegue de uno
de ellos en el subgrupo táctico
desplegado en Letonia en el marco
de la eFP.
--Adquisición de las dos primeras
máquinas blindadas de ingenieros
para proporcionar a las unidades
de zapadores de una capacidad
mejorada de trabajo bajo fuego
enemigo.

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  9
--Adquisición de vehículos de rueda
tácticos y logísticos. En particu-
lar se han adquirido 46 vehículos
VAMTAC en diferentes versiones,
entre las que se incluyen nuevas
versiones EOD y de operaciones
especiales; 83 camiones todo te-
rreno; 8 vehículos multiplataforma
(VEMPAR); y 4 cabezas tractoras.
--Impulso de la protección de la
fuerza con la adquisición de siste-
mas anti-drones AUDS, efectivos
contra drones de hasta nueve
kilogramos en un radio de hasta
10 kilómetros, así como con la de
2.000 nuevos equipos de protec-
ción individual y material NBQ para
los equipos EOD.
--Continuación de la implementación
del Sistema de Gestión de Batalla
BMS para el mando y control, auto-
matizada a nivel batallón y grupo.
--Prosecución del proceso de im-
plantación en las unidades de los
nuevos medios CIS contemplados
en el Plan MC3: SIMACET, esta-
ciones satélite ATQH, TLB 50 IP y
SOTM en las grandes unidades, y
vehículos PCBON en los batallo-
nes / grupos.
En lo que se refiere al apoyo logís-
tico, se han redistribuido aproxi-
madamente 800 plataformas entre
unidades de la Fuerza y se han trans-
formado o modernizado 50 vehículos
M-113 y BMR-600 para mantener la
operatividad de las brigadas hasta la
recepción de los futuros vehículos de
combate de ruedas (VCR) 8x8.
En otro orden de cosas, el Estado
Mayor del Ejército ha completado el
estudio para la asignación de mate-
riales a los módulos de planeamien-
to, lo cual incluye la agrupación de
materiales por lotes con una compo-
sición definida.
PLANEAMIENTO
De acuerdo con lo estipulado en la
Orden Ministerial 60/2015, el año
2017 se inició un nuevo proceso de
planeamiento de la defensa con la
emisión por parte del JEMAD del
Concepto de Empleo de las Fuerzas
Armadas. Dentro de este proceso, el
Ejército ha participado activamente
en la redacción de la Directiva de
Planeamiento Militar, y en la formu-
lación de las Estimaciones y Pro-
puestas del ET para el largo plazo,
aportación del Ejército a la definición
del Objetivo de Fuerza a Largo Plazo.
El inicio de un nuevo ciclo de planea-
miento de la defensa ha presentado
una oportunidad para sincronizar el
interno del Ejército de Tierra al ritmo
del anterior. Así, con la emisión del
Plan Permanente de Actuación para el
ciclo de ejecución 2019-2024 y de la
Directiva de Planeamiento para el bie-
nio 2019-2020, el Ejército ha iniciado
un nuevo ciclo de planeamiento.
En paralelo a este esfuerzo, el Estado
Mayor del Ejército ha iniciado en
2017 un estudio para determinar
las capacidades que, previsible-
mente, deberá tener el Ejército en el
horizonte del 2035. A tal efecto, se
Helicóptero HT-29 Caimán

Sistema antidrones AUDS
10 / Revista Ejército
ha organizado un grupo de trabajo
cuyas conclusiones deberán orientar
la organización de las unidades en el
futuro, así como la adquisición o, en
su caso, investigación y desarrollo de
materiales y sistemas de armas.
Por último, debe destacarse la apro-
bación en 2017 de una Directiva de
Comunicación Estratégica, de la que
se deriva una Guía de Comunicación
que deberá ser revisada y aproba-
da con carácter anual. Con estos
documentos se pretende impulsar el
esfuerzo de comunicación del Ejérci-
to de Tierra en su totalidad, coordi-
nando y sincronizando el empleo de
todas las capacidades de comunica-
ción de que dispone, y dando mayor
coherencia a los mensajes que emita
la institución en todos los escalones.
RELACIONES
INTERNACIONALES
A lo largo de 2017 se ha ampliado el
programa de actividades bilaterales,
alineándolo con los objetivos de la
Diplomacia de Defensa. El programa
de hermanamiento de unidades se
ha expandido para incorporar los
de la Brigada Extremadura con la
Brigada Mecanizada de Santa Mar-
garida (Portugal); de la Brigada Rey
Alfonso XIII de la Legión con la 6ª
Brigada Ligera Blindada de Francia; y
de la Brigada Aragón con la Brigada
Pinerolo de Italia.
En 2017 se han retomado relaciones
bilaterales con Argentina y el Reino
Unido, celebrándose por primera
vez, desde hace años, reuniones de
Estados Mayores con ambos ejér-
citos, así como encuentros de alto
nivel como el del GE JEME con su
homólogo británico.
En el mes de noviembre, Espa-
ña participó por primera vez en la
Conferencia de Comandantes de
Ejércitos Americanos, haciéndolo
en calidad de observador especial,
estatus creado ad-hoc para aco-
modar la participación de nuestro
país, y que requiere de la aceptación
unánime de los veintidós miembros
de la conferencia. Esta participación
reconoce la especial relación de
España con el continente americano,
y ofrece al GE JEME la posibilidad de
interactuar directamente con todos
sus homólogos.
En el ámbito del Cuerpo de Ejército
Europeo, se trabajó en 2017 con el
resto de las naciones marco en el
proceso de redefinición de la plantilla
del Cuartel General para 2021 y en
la preparación de la rotación como
Mando Componente Terrestre de la
NRF en 2020. También se aprobó
la participación del EUROCUERPO
como Cuartel General de la Fuerza
(FHQ) del paquete de fuerzas de
los grupos de combate de la Unión
Europea que liderará España en el
segundo semestre de 2020.
En el marco de las Fuerzas de Res-
puesta Gradual (GRF) de la OTAN,
los esfuerzos emprendidos por el
Ejército en foros diversos han crista-

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  11
lizado en la próxima incorporación al
NRDC-ESP/CGTAD de dos nuevas
naciones: Polonia y Reino Unido.
INTELIGENCIA Y SEGURIDAD
En el área de Inteligencia, se ha con-
tribuido al desarrollo de capacidades
militares en apoyo a las actividades
de seguridad cooperativa facilitando,
mediante la formación en el área de
inteligencia, las herramientas para
hacer frente de forma más eficaz a
las amenazas que limitan el desa-
rrollo en estos países y contribuyen
a crear focos de inestabilidad que
amenazan la seguridad internacional.
Para ello, se han desarrollado cursos
de analista de inteligencia en el
marco de las misiones de Seguridad
Cooperativa en Túnez, Mali, Senegal
y Cabo Verde.
Se continúan adaptando las capaci-
dades militares al entorno tecnológi-
co actual para garantizar que las FAS
puedan hacer frente a las demandas
de información que los escenarios
actuales demandan. Para ello, se ha
modernizado el Sistema de Informa-
ción de Superficie (SIS). Así mismo,
se han adquirido nuevos sistemas
aéreos no tripulados tipo RAVEN
digital y se han digitalizado los mo-
delos analógicos existentes.
APOYO LOGÍSTICO E
INFRAESTRUCTURA
En 2017, el Ejército se ha involu-
crado plenamente en iniciativas
internacionales como el intercambio
de remanentes de capacidades de
transporte marítimo y terrestre a
través del Movement Coordination
Centre Europe (MCCE) o el proyecto
Sharing of spare parts de la Agencia
Europea de Defensa (EDA) para el
intercambio de piezas de repuesto.
En el campo de la logística inversa,
se han puesto en marcha varios
expedientes de venta de materiales a
El Salvador, Uruguay y Túnez.
En cuanto a infraestructuras, en 2017
se ha iniciado un plan de choque
para mejorar las condiciones de vida
en las bases, acuartelamientos y
establecimientos; se ha avanzado en
la ejecución de obras relacionadas
con la nueva estructura orgánica del
Ejército, con especial atención a la
resolución de carencias consideradas
como incapacitantes; y se han eje-
cutado obras esenciales asociadas a
programas de armamento y material
como, por ejemplo, helicópteros.
ASPECTOS INSTITUCIONALES
En el año 2017 se ha desarrollado
un importante esfuerzo institucio-
nal con numerosos actos militares
y culturales de conmemoración de
efemérides como, por ejemplo:
--450 aniversario de la apertura del
Camino Español; 250 del naci-
miento de Luis Daoiz y Torres; y
150 del fallecimiento de Leopoldo
O´Donnell
--125 aniversario de la institución de
la Inmaculada Concepción y del
Apóstol Santiago como patronos
de la Infantería y Caballería, res-
pectivamente.
--315 aniversario del Regimiento
Arapiles 62; 135 de la creación de
la Academia General Militar; 75 del
Parque y Centro de Mantenimiento
de Material de Transmisiones; y 25
de la creación del Cuartel General
de la actual división Castillejos.
--Exposiciones temporales, como
las dedicadas por el Museo del
Ejército, a Miguel de Cervantes, o
a la conmemoración de los 14 años
de presencia del Ejército de Tierra
en Afganistán.
Las numerosas acciones de coope-
ración desarrolladas en 2017 han
servido para reforzar los vínculos de
unión entre el Ejército y los españo-
les, y para incrementar la cultura de
defensa. Dignos de mención son,
por ejemplo, el acto de homenaje a
la Bandera que tuvo lugar junto a las
ruinas de Numancia con motivo del
2150 aniversario de la gesta numan-
tina; el festival aéreo Festa al Cel de
Lérida; la participación del Ejército
en los desfiles del día de las Fuerzas
Armadas (Guadalajara) y de la fiesta
nacional (Madrid); o las 53 ceremo-
nias de jura de Bandera celebradas
en 2017, y en las que unos 6.000 es-
pañoles juraron fidelidad a la Enseña
Nacional.
En materia normativa, se han publi-
cado dos Instrucciones Generales
sobre ceremonias y actos militares
(I.G. 01/17) y sobre representación
institucional y acciones de coope-
ración (I.G. 02/17) que racionalizan
normas y procedimientos hasta
entonces dispersos en un cuerpo
extenso de normas.
Finalmente, en el plano de la comu-
nicación, se destacan como hitos
más relevantes la celebración de la
LV edición de los Premios Ejército
2017, y la organización de las terce-
ras Jornadas Ejército y Retos Futuros
desarrolladas en la Escuela de Gue-
rra bajo el título El Ejército frente a la
guerra híbrida.
OTROS PROYECTOS
Se ha impulsado la capacidad de
ciberdefensa, incrementando la
operatividad del Centro de Opera-
ciones de Seguridad (COS) del ET,
y disponiendo de una capacidad
inicial de equipos desplegables
para apoyo a zonas de operacio-
nes, así como se ha fomentado la
concienciación y la formación del
personal.
Se ha incrementado la colabora-
ción con autoridades en la lucha y
prevención de incendios mediante
el empleo de medios aéreos no tri-
pulados de largo alcance. Para ello,
se ha empleado el sistema PASI en
apoyo a la campaña contraincendios
de 2017 en la comunidad autónoma
de Castilla y León con un total de 150
misiones de vuelo.
RETOS PARA EL AÑO
2018
El Ejército deberá acometer en 2018
numerosos retos. A continuación,
señalamos los más relevantes:
• En el área de Operaciones y Pre-
paración, la creación del Mando
de Presencia y Vigilancia Terrestre
sobre la base del CGTAD, y la atri-
bución al mismo de fuerzas de las
comandancias generales de Ceuta,
Melilla y Baleares, y del Mando de
Canarias, dará carta de naturaleza
a unas misiones que el Ejército vie-
ne desarrollando de forma perma-
nente desde hace décadas.

12 / Revista Ejército
• El Ejército deberá continuar el
sostenimiento de las operaciones
en las que ha participado en 2017
incrementando, además, su parti-
cipación en algunas de ellas, como
son los casos de los despliegues
de una unidad de helicópteros
en apoyo a la operación Apoyo a
Irak, y de unidades de operaciones
especiales en misiones de aseso-
ramiento a la formación, apoyo,
asistencia y acompañamiento de
especialistas en operaciones espe-
ciales, en el marco de la operación
Resolute Support en Afganistán.
• Además de lo anterior, a lo largo
de 2018, España asumirá el puesto
de Comandante de la Fuerza de la
Operación EUTM-Mali. Esto podría
requerir el apoyo del Ejército con
capacidades adicionales no deter-
minadas.
• La participación en la fuerza de
reacción OTAN (NRF) será uno de
los esfuerzos más significativos en
2018 para el área de operaciones.
Como parte de la NRF-18, está
previsto participar en el ejercicio
Brilliant Jump 18, de despliegue
(DEPLOYEX) de la VJTF-18, y en el
JLSG del ejercicio Trident Juncture
18. Ambas actividades se desarro-
llarán en Noruega. Por otro lado,
el año que entra está previsto tam-
bién adaptar el plan de disponibili-
dad de unidades a un ciclo de tres
años que facilitará la sincronización
de la participación de unidades del
Ejército con el sistema adoptado en
la NRF reforzada (eNRF).
• En el ámbito de los Recursos Hu-
manos, durante el 2018 se prestará
una especial atención al desarro-
llo de un nuevo y más atractivo
modelo de tropa y marinería que
introduzca mejoras en el apoyo a
una desvinculación progresiva de
la tropa, así como el diseño de la
carrera horizontal de los militares
de carrera. Se continuará la defi-
nición y la implementación de las
especialidades de trayectoria, con
especial hincapié en las escalas de
suboficiales y tropa.
• En materia normativa, se mejora-
rá la Directiva 06/14, del JEME,
Actuación ante circunstancias ex-
cepcionales del personal militar del
ET, y se colaborará en la revisión de
la de Defensa sobre evaluaciones.
• En lo referente a apoyo al perso-
nal, continuará la participación
del Mando de Personal del ET en
el grupo de trabajo del Ministerio
de Defensa para elaborar un Plan
Integral de Movilidad Geográfica.
• Finalmente, se publicará una
nueva directiva de empleo del
reservista voluntario en el ET que
se adecúe a la normativa en vigor,
responda a las nuevas necesida-
des de la Institución, y revitalice
esta figura.
• En el área de organización, el Ejér-
cito deberá acometer importantes
desafíos en 2018. Quizás, el reto
principal sea la conclusión del plan
de transición iniciado con la última
transformación del Ejército de Tie-
rra de modo que se establezca un
puente con el inicio de los esfuer-
zos que culminen con el modelo
de Ejército 2035 resultante de los
estudios en curso.
• En segundo lugar, a lo largo de
2018 el Estado Mayor del Ejérci-
to afrontará una reorganización
tendente a reducir su tamaño, a
mejorar su coordinación interna, y
a descargarlo de tareas no relacio-
nadas con el planeamiento que no
son propiamente suyas. De modo
similar, la Jefatura de los Sistemas
de Información, Telecomunicacio-
nes y Asistencia Técnica completa-
rá su reorganización para alinearse
mejor con la nueva situación de
los sistemas y tecnologías de la
información y las comunicaciones
en el Ministerio de Defensa.
• En tercer lugar, en 2018 se prevé
acometer la reorganización de la
Fuerza Terrestre con la creación
del Regimiento Guadalajara de
Operaciones de Información sobre
la base de los batallones CIMIC y
PSYOPS y la reorganización del
Regimiento de Inteligencia, que
pasará a denominarse Álava, y que
implica la del batallón de Cuartel
General del CGTAD.
• En el apoyo a la Fuerza, en 2018
se introducirán las modificacio-
nes orgánicas necesarias para
acoger las unidades previstas en
las instalaciones de los acuartela-
mientos Sancho Ramírez (Huesca),
y Marqués de Herrera (Lanzarote),
y se proseguirá con los estudios
dirigidos a la concentración de
los Órganos Logísticos Centrales
del Mando de Apoyo Logístico del
Ejército.
• Los cambios orgánicos introdu-
cidos ya, o previstos para 2018
motivan la necesidad de revisar,
redactar y aprobar una nueva
Instrucción de Organización y Fun-
cionamiento del Ejército de Tierra
(IOFET). Esta tarea, y la consi-
guiente de revisar las Instrucciones
Generales, y el resto de normativa
derivada que regula el funciona-
miento del Ejército, figuran entre
los retos más sobresalientes del
Ejército para 2018.
• En lo que se refiere a planea-
miento, una parte significativa del
14 años de presencia del Ejército de Tierra en Afganistán

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  13
esfuerzo girará en 2018 en torno
al Proceso de Planeamiento de la
Defensa (PPD). Se tratará en este
sector, particularmente, de parti-
cipar en la definición del Objetivo
de Capacidades Militares con la
Elaboración de las Estimaciones y
Propuestas a Medio Plazo, espe -
cíficas del Ejército, de forma que
las necesidades del Ejército sean
debidamente consideradas y prio-
rizadas; de completar el proceso
de planeamiento global del Ejército
para mejorar la coordinación inter-
na y el control, y para consolidar su
integración con el PPD; y de conti-
nuar con la elaboración de Módu-
los de Planeamiento de unidades
actualizados.
• Las relaciones internacionales
del Ejército estarán orientadas en
2018 al refuerzo del programa de
hermanamiento de unidades como
herramienta útil en la mejora de la
interoperabilidad con unidades de
Ejércitos aliados; y a dar continui-
dad a la participación del GE JEME
en la Conferencia de Ejércitos
Americanos como instrumento
que mejore las relaciones bilate-
rales con ejércitos de la región.
Se tratará, además, de reforzar la
participación en estructuras multi-
nacionales de interés: en el Cuerpo
de Ejército Europeo, para mejorar
la cobertura de puestos naciona-
les con vistas al alistamiento de la
NRF 2020 y en la Unión Europea,
buscando tener representación del
Ejército en el órgano de dirección
de las misiones de la Unión Euro-
pea en África. En el ámbito OTAN,
se continuará apoyando la proyec-
ción internacional del NRDC-ESP
que ha hecho de este Cuartel
General un referente internacional.
• Durante al año que comienza se
continuará la contribución a la
definición de una nueva Doctrina
Conjunta de Primer Nivel (PDC-
01), tratando de hacerla coherente
con la específica terrestre ya en
vigor. En el ámbito de enseñanza,
se definirá el modelo de especia-
lidad de trayectoria de segundo
tramo para la Escala de Suboficia-
les, se racionalizará la Enseñanza
de Perfeccionamiento y se revisará
el Listado de Especialidades y
Aptitudes; se establecerá un nuevo
plan de formación sanitaria que
satisfaga las necesidades de las
unidades del Ejército y se tratará
de mejorar los niveles de acredita-
ción de idiomas extranjeros.
• Se pretende potenciar el adies-
tramiento interarmas y funcional
de las grandes unidades con la
validación de un concepto de
adiestramiento multiescalón, y con
la adquisición de un nuevo simula-
dor constructivo que se ubicará en
el CENAD San Gregorio. Por otro
lado, la entrada en vigor a lo largo
de 2018 de un Plan de Infraestruc-
turas de Apoyo a la Instrucción,
Adiestramiento y Evaluación su-
pondrá una mejora notable en las
posibilidades de preparación de
las unidades usuarias.
• En el área de Inteligencia se
llevarán a cabo acciones en varios
ámbitos para adaptar la estructura
de inteligencia a la reorganización
del Ejército y para la definición de
un perfil de carrera para oficiales
y suboficiales. Desde el punto de
vista de la Seguridad, se adecuará
la capacidad cinológica a la nueva
organización y funcionamiento del
Ejército en beneficio de la seguri-
dad en territorio nacional y en zona
de operaciones, y se adecuará el
Ejército de Tierra al nuevo marco
normativo en materia de protec-
ción de datos de carácter personal
conforme a las directrices que
emitan la Agencia Española de
Protección de Datos y la Oficina
Central del Ministerio de Defensa.
• El principal reto en el campo de
los Recursos Materiales es sentar
las bases para un nuevo sistema
de adquisiciones, que pase de
adquirir sistemas de armas aisla-
dos a adquirir de forma integrada
todas las capacidades que las bri-
gadas necesitan para combatir, sin
olvidar los capacitadores encua-
drados en escalones superiores. El
reto se extiende al apoyo logístico,
que deberá consolidar un sistema
que proporcione un apoyo inte-
gral a la brigada como sistema de
combate.
• Como principales novedades en
material, en 2018 se recibirán
nuevos helicópteros NH 90 y Tigre
HAD-E, se alcanzará la capacidad
operativa final (FOC) de los simu-
ladores del EC-135 y del Tigre,
se recibirán los primeros cinco
demostradores tecnológicos del
vehículo de combate sobre ruedas
8X8, continuará la producción del
nuevo vehículo de combate de
zapadores sobre barcaza ASCOD,
con entregas previstas en 2019,
culminará la modernización de los
mini-RPAS Raven a su versión digi-
tal, iniciándose la de los sistemas
PASI, cuya incorporación al Regla-
mento de Aeronavegabilidad de la
Defensa deberá ser acometida en
2018 y se continuará incrementan-
do, de acuerdo con el Plan MC3,
las capacidades de mando y con-
trol de las unidades, que podrán
ser evaluadas en el ejercicio Valiant
Lynx 18.
• El sector de acuartelamiento e in-
fraestructura continuará el proceso
de adecuación de infraestructu-
ras críticas, la racionalización de
infraestructuras, potenciando los
planes de concentración, la mejora
de las condiciones de vida del per-
sonal, el impulso de la declaración
de Zonas de Interés para la Defen-
sa Nacional y el mantenimiento de
los servicios de acuartelamiento
que las unidades requieren, en un
entorno de recursos limitados.
• En el ámbito normativo, se prevé la
entrada en vigor de la instrucción
de uniformidad del Ejército deri-
vada de la Orden DEF/1756/2016
y de una serie de normas genera-
les que completarán a la referida
instrucción; la actualización de la
norma general de simbología e
himnos del Ejército de Tierra y la
revisión de las instrucciones 01/17
sobre representación institucional
y 17/2001 del Sistema de Comu-
nicación.
• En el institucional y de comuni-
cación, se ejecutarán acciones
derivadas del Plan de Cultura
y Conciencia de Defensa, aún
pendiente de publicación; se
emitirá una Guía de Comunica-
ción para 2019; se organizará la
cuarta edición de las jornadas del
Ejército sobre retos futuros bajo
el título Entorno Operativo Futuro
y Fuerzas Terrestres 2035, y la
correspondiente de los Premios
Ejército 2018.
• Por último, a lo largo de 2018
tendrán lugar actividades cultura-
les relacionadas con aniversarios
diversos tales como el 250 de la
promulgación de las Reales Orde-
nanzas de Carlos III, o el 175 de la
bandera bicolor.■

EFEM?RIDES
DE LA
REVISTA
EJ?RCITO 14 / Revista Ejército
2018, AÑO DE EFEMÉRIDES EN LA REVISTA
EJÉRCITO
Se cumplen en enero de 2018 los 40 años de un gran salto
cualitativo en la edición de la Revista Ejército con el desa-
rrollo de dos iniciativas, la «impresión a todo color» y la in-
troducción del «documento» con aparición mensual y que
habría de tratar en forma monográfica temas de interés
profesional con autoridad, profundidad y solvencia. Poco
después, y manteniendo la existencia de los «documen-
tos», se decidió la publicación de dos números extraordi-
narios «monográficos» al año para estudiar a fondo y dar
a conocer de forma divulgativa y sencilla organizaciones,
unidades, estructuras, acontecimientos importantes en la
historia del Ejército de Tierra y otros aspectos relevantes.
Además, en la primavera de 1978 se estimó que podría ser
de interés para los lectores de la Revista el conocimiento
en versión española del acreditado Military Balance, edi-
tado en Londres por el Instituto Internacional de Estudios
Estratégicos. Con esa finalidad se firmó un acuerdo que
garantizaba la continuidad del proyecto y la publicación
en noviembre o diciembre de cada año de la traducción
del Military Balance de ese año. En el número 466 de la Re -
vista, correspondiente a noviembre de 1978, se presentó
el primer Balance Militar 1978-79. Este acuerdo estuvo en
vigor durante 16 años hasta que en 1994 la reorganización
del sistema editorial del Ministerio de Defensa trasladó la
edición del Balance Militar al Centro de Publicaciones.
Por otro lado, en el año 1988, hace 30 años, los editores de
la revista norteamericana Military Review, en sus versiones
española y portuguesa, invitaron a los directores de las
revistas profesionales de los ejércitos suramericanos a par-
ticipar en una conferencia con la finalidad de fomentar la
colaboración entre ellas. En 1989 se invitó al director de la
Revista Ejército a participar en la misma que tuvo lugar en
Fort Leavenworth. En 1991 se celebró en Madrid la IV Con-
ferencia de Editores Iberoamericanos de Revistas Militares
y se materializó la iniciativa española de creación de una
revista con el título de Mástil, Revista Iberoamericana de las
Armas y Servicios editada también por la Revista Ejército.
La Asociación de Editores Iberoamericanos de Publica-
ciones Militares, que se creó sobre la base de las confe-
rencias citadas, se disolvió en el año 2004 después de la
última conferencia que tuvo lugar en Buenos Aires y de
esa forma se dejó de editar la Revista Mástil que tuvo una
trayectoria excelente de más de una década. Es preciso
señalar que el año anterior, 2003, el Servicio de Publi-
caciones del EME, unidad editorial de la Revista Ejército
y de la Revista Mástil dejó de existir centralizándose en
la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio
Cultural del Ministerio de Defensa.
En definitiva, en el año 1978 se materializó la estructura
general actual de la Revista Ejército que se ha mantenido,
con solo ciertos cambios de estilo, a lo largo de estos 40
años. Durante esas cuatro décadas, un nutrido grupo de
oficiales, suboficiales, tropa y escritores civiles han ex-
puesto sus conocimientos y experiencias al servicio de los
Luis Feliu Bernárdez | General de brigada
Director de la Revista Ejército

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  15
lectores de la Revista. Sin ellos y sin
la generosa contribución, sin apenas
contraprestación, de los miembros
del Consejo de Redacción de la Revis-
ta no habría sido posible mantener el
prestigio de la misma.
Actualmente la Revista, manteniendo
su carácter eminentemente «pro-
fesional» y como una de las herra-
mientas principales de difusión de
la «imagen institucional del Ejército
de Tierra», se estructura en cuanto a
contenidos en tres partes fundamen-
tales: una dedicada a la seguridad y
defensa y el análisis geopolítico de las
crisis y conflictos, otra enfocada a la
historia militar de España, sus prota-
gonistas, hitos y gestas y quizá la más
importante, la de carácter profesional
en la que se desarrolla el intercambio
de experiencias, opiniones, propues-
tas, etc, como un foro de pensamien-
to militar español de primer orden
para la información y divulgación de
un Ejército altamente tecnológico,
profesional y listo para responder en
todo tipo de crisis y conflictos.
Por último, es de justicia reconocer
que nada hubiera sido posible sin
la colaboración de un gran equipo,
el equipo de Redacción, Edición,
Maquetación y Administración de la
Revista Ejército integrado en la Sec -
ción de Publicaciones de la Subdirec-
ción de Asistencia Técnica de JCISAT.
Equipo formado por unos oficiales,
suboficiales, tropa y personal civil
que han considerado la Revista como
propia y se esfuerzan cada día para
mantener el prestigio que esta goza,
prestigio del que son parte destacada
los miembros del Centro Geográfico
del Ejército de Tierra, responsables
de la impresión de la misma.■
Enero de 2018

LOS VALORES
DEL VALOR
El autor da un repaso a las virtudes tanto físicas como morales e intelectuales, que
deben adornar a un militar e indaga en cómo se podría recompensar el valor militar.
Antonio de la Corte García
Teniente general 16 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
La libertad es el principio de la acción
fundamental en la vida del ser humano,
en el que la razón, como entendimien-
to, propone a la voluntad, donde radica
la libertad, el abanico de posibilidades
para que elija. Ser libre implica poner
en juego, en todo lo que hacemos, el
entendimiento y la voluntad.
En la milicia la libertad es, además,
un principio trascendente, ya que
elegir defender tu patria mientras
haya vida necesita de una disposi-
ción moral que solo es entendible
desde la vocación.
Si no hay libertad no se entiende
cómo puede existir la ética o la mo-
ral, y por otra parte la ética misma
trata sobre la manera de alcanzar la
libertad, sobre el camino para llegar.
Para Kant era una actividad propia
de la razón práctica, una determi-
nación de la voluntad enraizada
incluso en las sociedades, en su ley
natural.
Nuestras Reales Ordenanzas pronto
hablan de los principios éticos como
exigencia, a los que daremos primacía
como norma de vida. Antes hablan del
bien, a lo que tiende la voluntad, como
expone un clásico artículo que dice:
«el militar cuyo propio honor y espíritu
no le estimulan a obrar siempre bien
[…] el contentarse regularmente con
hacer lo preciso de su deber, sin que
su propia voluntad adelante cosa algu-
na […] son pruebas de gran desidia e
ineptitud para la carrera de las armas».

Recursos Humanos  /  17
Honor y espíritu son valores del
alma que nos inducen a que seres
libres tiendan al bien. Son principios
éticos que deben tener primacía para
cualquier militar y que, junto con
el amor a la patria, son la llave para
adquirir las virtudes, que también
son valores, que se consiguen con la
repetición de actos, es decir, con la
habitualidad en la acción.
Las virtudes, tanto humanas como
militares, son el asiento del valor, por
eso a un militar el valor se le supone
si no lo acredita. El valor necesita de
las virtudes para manifestarse en un
momento dado y las virtudes son el
camino para que un soldado actúe
con valor. El valor es don del alma,
como decía Calderón, para quien el
valiente es todo lo demás.
El militar tiene que estar preparado
para actuar en todo tipo de opera-
ciones. Su preparación integral no
admite preferencias. La preparación
física es importante para soportar
con fortaleza los difíciles avatares
que le esperan, pero también lo es
para mantener el espíritu de sa-
crificio hasta los límites exigibles,
para no desfallecer ante obstáculos
externos, para ser abnegado hasta
el extremo, para tener acometividad
que muchas veces exige superar
miedos, para acostumbrarse a lo que
es defenderse con ímpetu y también
para afrontar con confianza toda
situación de peligro. Cualquiera de
estas cualidades puede producir un
hecho heroico, por iniciativa o por
órdenes recibidas, en el cumplimien-
to de una misión que requiera de las
mismas.
La preparación intelectual y técnica
es fundamental para desempeñar
los cometidos con eficacia y con
seguridad. Poner el entendimiento
a disposición de la acción requiere
prudencia, serenidad y oportunidad
en el empleo de los medios. Dominar
los medios a nuestra disposición
es decisivo en el cumplimiento de
la misión y mantener la cabeza fría
resuelve más fácilmente las dudas,
para un entendimiento que preten-
de la verdad. La importancia de la
teoría para desempeñar la práctica
es, como decía el padre Eximeno en
la inauguración del Real Colegio de
Artillería, la mejor escuela de héroes.
Todo soldado debe poder decidir
ante cualquier situación. Cuanto
mayor sea el abanico que plasma el
entendimiento, mejor será la capa-
cidad de decidir, es decir, de utilizar
la libertad. Nuestro primer laureado,
García de Loygorri, cuando era direc-
tor general del Arma de Artillería y
del Real Colegio, decía: «Cuando una
educación noble e ilustrada despeja
el entendimiento y fortalece el cora-
zón, aunque no alcance a trasformar
en héroes a todos los jóvenes que la
reciben, tiene una gran probabilidad
de predisponer a muchos y de con-
seguir algunos».
El estudio y la formación conducen
al rigor en el trabajo, a la responsa-
bilidad en la realización de activida-
des y en el ejercicio del mando, a la
perseverancia, a superar el síndrome
de adaptación que constantemente
nos acecha para, con espíritu de
superación, tender a la excelencia,
que significa sobrepasar con creces
lo preciso del deber. La racionalidad
que se consigue con la formación y
preparación es vital para el héroe.
La preparación moral es un ejercicio
constante de entrega a la milicia.
El amor a la profesión debe crecer
conforme avanza el espíritu de servi-
cio, con lealtad y con disciplina, que
jamás deben confundirse. Así, cada
día entenderemos mejor la impor-
tancia de la obediencia, que es una
virtud clave. En esta fórmula vuelve
a aparecer la libertad para despejar
la incógnita obediencia. Queremos
asumir en el interior, en libertad, la
orden recibida, y esto también es
cuna de héroes. «El que tuviere or-
den absoluta de conservar su puesto
a toda costa, lo hará». Como nos
señalaba Ercilla, el valor es ser a la
orden obediente.
En la preparación moral hay un fuerte
componente social que se manifiesta
en la actuación en equipo, el espíritu
de unidad y la fuerza o el impulso
del mando, la sincronización en la
acción, en el imperio de la justicia, la
unión, la alegría y saber compartir el
sacrificio; el prescindir de tu yo para
favorecer al compañero, que es lo
que llamamos compañerismo. Todas
ellas son también virtudes, incluso
Los valores en el Ejército de Tierra
Honor y espíritu
son valores del
alma, que nos
inducen a que
seres libres
tiendan al bien

18 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
valores, que empujan al valor, ya sea
individual o colectivo.
Veo con claridad que esta formación
integral permite que en un momen-
to, en una acción, en un segundo,
aparezca el héroe. El valor por ello no
es una virtud, sino más bien una con-
secuencia de virtudes. Aunque en las
Reales Ordenanzas se cita el valor
entre las virtudes fundamentales «a
las que nunca ha de faltar», en otro
artículo lo hace entre las cualidades
del combatiente y, más adelante,
cuando trata la moral de victoria, in-
dica que todo mando en combate ha
de inspirar a sus subordinados valor
y serenidad para afrontar los riesgos.
El diccionario de la Real Academia
de la Lengua dice que el valor es la
«cualidad del ánimo que mueve a
acometer resueltamente grandes
empresas y a arrostrar los peligros».
Para mí, «valor es una cualidad de
la persona o de un colectivo, con-
secuencia de virtudes o valores
adquiridos, que impulsa a obrar ra-
cionalmente ante una situación de
riesgo para enfrentarse a él con
temple y firmeza».
Supone que su voluntad, su libertad,
adelante con amplitud cosa alguna y
no contentarse con hacer lo preciso
de su deber. De ahí pueden surgir
calificativos del valor en la milicia, ya
que el valor es causa y de él se deri-
van unos efectos que hay que con-
cretar y definir para su calificación.
Para empezar, el valor se le supone, y
eso que el valor hace linaje de por sí,
según Rojas Zorrilla.
El valor heroico supone que la
respuesta a una situación de riesgo
extraordinaria y clara sea con grave
peligro para la vida propia o de las
personas que mandare. Los efectos
de la acción tienen que tener relación
con la importancia del hecho para
el cumplimiento de la misión, con el
mínimo número de bajas, conforme a
las órdenes recibidas, con influencia
en la situación general y en el nivel
estratégico, operativo o táctico, y
con repercusión en el salvamento
o la salvaguarda de vidas civiles o
militares, etc.
El valor sublime, o muy distinguido,
supone que la respuesta a una situa-
ción clara de riesgo sea con grave
peligro para la vida propia o de las
personas que mandare.
El valor acreditado supone que la
respuesta a una situación de ries-
go sea con notable peligro para la
vida propia o de las personas que
mandare.
«El militar
tiene que estar
preparado
para actuar en
todo tipo de
operaciones.
Su preparación
integral
no admite
preferencias»
De forma resumida, podemos decir
que una situación de riesgo es un
factor de multiplicación de la vul-
nerabilidad sobre una situación de
normalidad. Su causa es el peligro.
Si el incremento de la vulnerabilidad
es evidente, la situación de riesgo es
clara, y si ese incremento es muy alto
la situación de riesgo es extraordina-
ria. Peligro es la probabilidad inme-
diata de que suceda un mal o daño.
Ahora bien, he definido tres grados
de valor porque creo, en primer
lugar, que es muy difícil distinguir
determinados hechos en los que se
juzga el valor con claridad cuando los
criterios distintivos son tantos que
resultan imposibles de descubrir. En
segundo lugar, que el reglamento
de la Real y Militar Orden de San
Fernando (RMOSF) debe contemplar
todo lo relacionado con el valor, el
reglamento de la Real y Militar Orden
de San Hermenegildo (ROMSH) todo
lo relacionado con la constancia y la
vida ejemplar, y el Reglamento Ge-
neral de Recompensas con el mérito
militar. Y, en tercer lugar, porque
hay que conseguir una revitaliza-
ción de la Orden de San Fernando,
Cruz Laureada de San Fernando, la más alta distinción militar española

Recursos Humanos  /  19
no solo porque están en riesgo de
extinción las condecoraciones más
importantes al valor de la historia de
España, sino porque, además, son el
referente ejemplar, la guía para todo
soldado y no el reclamo de un obje-
tivo inalcanzable. El valor de muchos
debe estimular el espíritu, el honor y
el amor a la patria de todos nosotros
en la milicia como valores esencia-
les para que en el momento preciso
brille el valor.
Por eso creo que hay que reducir los
estadios del valor a tres, suprimir
todos los demás e incluir en la citada
RMOSF el tercero de ellos, que sería
la Cruz Roja al Valor, que existiría tan-
to a título individual como colectivo.
En estos años podían haber entrado
en la ROMSF casos para análisis y
para informe, consecuencia del valor,
por haber sobrepasado la actual
Cruz Roja del Mérito Militar.
Naturalmente, hay que incluir los
requisitos y condiciones para la
concesión de la Cruz Roja al Valor
en coherencia con los estableci-
dos para la Cruz Laureada de San
Fernando o de la Medalla Militar. Por
otro lado, en el reglamento general
de condecoraciones podría incluirse
como mérito superior la Medalla del
Ejército, Naval o Aérea, tras la Cruz al
Mérito Militar.
El real decreto por el que se aprueba
el reglamento de la Real y Militar Or-
den de San Fernando en su disposi-
ción adicional tercera dice que «en
tanto la falta de Caballeros y Damas
Grandes Cruces Laureadas, Cru-
ces Laureadas y Medallas Militares
impida el normal funcionamiento
de la Real y Militar Orden de San
Fernando, se encargarán de todos
los asuntos relacionados con esta
Orden la Asamblea Permanente y la
Cancillería de la Real y Militar Orden
de San Hermenegildo». En todo
caso, creo que este órgano debe
asumir estas funciones siempre, ya
que puede ser el mismo para las dos
órdenes, aunque en la RMOSF se
podría añadir algún premiado en esa
orden para ayudar a juzgar todo lo
relativo a ella.
Pienso que para juzgar concep-
tos jurídicos indeterminados, aun
cuando en la definición de criterios
objetivos para su delimitación e im-
plementación se haya procurado no
dejar margen a la duda, esta siempre
va a existir, así que es fundamental
que la aplicación de estos conceptos
la efectúe un mismo órgano, que
será la Asamblea de la Orden, a tra-
vés de la Comisión Permanente de la
Maestranza. Considero que homo-
geneizar los procedimientos en todo
lo concerniente al valor, introducir
un informe vinculante de la Asam-
blea de la ROMSF y regularlo de
forma específica tendrá una reper-
cusión ilusionante que hará brotar
el entusiasmo frente a la actuación
en conflictos de la envergadura que
fueran.
Para ello, es cierto que hay que
cambiar los actuales reales decre-
tos. En mi opinión, no debería ser un
obstáculo mayor. No hay que reducir
competencias de nadie y goza de
la gran ventaja que supone tener la
posibilidad de que una actuación
excepcional sea valorada en un solo
ámbito, de recuperar las condecora-
ciones más emblemáticas de nues-
tros Ejércitos, así como de superar
un entorno limitado en el juicio del
valor militar.
Se trata de ahondar en el espíritu mi-
litar. Almirante decía: «¡Desgraciado
el que ciña espada sin energía para
empuñarla, sin fe ardiente, incon-
trastables, en su noble profesión,
sin ilusiones plácidas de gloria, sin
ambición (honrada), sin entusiasmo
bélico, sin abnegación y despren-
dimiento, sin la aceptación serena
y meditada de todos los lances,
de todos los peligros, de todas las
amarguras que entraña el solemne
compromiso de guardar y engrande-
cer a la Patria!».
Y la Patria te devuelve agradecida el
beso que recibió.■
Anverso y reverso de la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo
De forma
resumida,
podemos decir
que una situación
de riesgo es
un factor de
multiplicación de
la vulnerabilidad
sobre una
situación de
normalidad

20 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Evoluci?n de las opciones estrat?gicas de Espa?a en este periodo de nuestra historia e
ideas para el futuro.
Luis Feliu Bernárdez.
General de brigada. Artillería.
DEM
ESPA?A 1818-2018
EVOLUCI?N DE LAS
OPCIONES ESTRAT?GICAS
En la Antigüedad España era el límite
del mundo conocido, aunque era solo
periférica en su sentido geográfico,
porque en la época de su intensa
romanización España estaba centra-
da y bien centrada políticamente en
el Imperio romano; no por casualidad
fue el lugar de nacimiento de cinco
emperadores: Galba, Trajano, Adria-
no, Máximo y Teodosio, y de un gran
número de filósofos y escritores.
En la Edad Media España fue el
Estado más extenso de toda la
cristiandad y guardaba dos perspec-
tivas geográficas: era a la vez el sur
del mundo cristiano y el norte de la
Umma musulmana, que se exten-
día desde Córdoba hasta la lejana
Samarkanda, lo que supuso siglos de
confrontación hasta su reunificación
y también de coexistencia que deja-
ron un gran legado cultural.
Desde el fin de la Edad Media (que
podemos fechar en 1492) hasta el
año 1818, y a través de los siglos xv,
xvi, xvii y xviii, España transformó la
realidad conocida del mundo y fue
una gran potencia hegemónica por
su extensión y poder, además de un
centro estratégico de primer orden,
principalmente debido a su rela-
ción con la España de ultramar y al
ejercicio del poder realizado por las
dinastías de Habsburgo y Borbón.
España no tuvo una situación ni
excéntrica ni periférica entonces, y
se podría exagerar y decir que era el
«centro del mundo», como China lo
era en el lejano oriente. Es a partir
de 1818 cuando España pierde todo
apoyo dinástico; el flujo de recursos
de ultramar se ve reducido consi-
derablemente y deja de ser un actor
relevante en la escena internacional,
que entra en un círculo vicioso de
guerras civiles dinásticas, principal-
mente, que llegan hasta el siglo xx .
En efecto, en 1818, después del
Congreso de Viena, el centro de gra-
vedad del mundo occidental pasó de
tener acento español y estar en algún
lugar atlántico entre Hispanoamérica
El período de 1818
a 1978 representa
para España una
época de 160 años
de aislamiento
institucional,
cultural y
estratégico alejado
de toda influencia
internacional y
del desarrollo
industrial

Seguridad y Defensa  /  21
y España a desplazarse hacia Cen-
troeuropa. Las potencias centrales,
una vez derrotado definitivamente
Napoleón gracias principalmente a
su fracaso en España, que contó con
ayuda de Inglaterra, conseguían por
fin su propósito.
España podría haber enviado un
ejército de más de 20.000 hombres
a la batalla de Waterloo, como era su
deseo inicial, y la historia de España
y quizá de Europa hubiera sido otra.
Sin embargo, decidió embarcarlo
para intentar sofocar las sublevacio-
nes, algo tarde en algunos casos,
que estaban extendiéndose en ultra-
mar y que dieron como resultado la
independencia de Colombia, México,
Venezuela, Argentina, Chile o Perú
entre 1810 y 1830. Esa ausencia en
la batalla final de la larga contienda
europea, unido a que después de la
guerra España estaba yerma, arrasa-
da, devastada, exhausta y con más
de medio millón de muertos, supuso
la pérdida del sillón que le corres-
pondía en Viena. Inglaterra se las
compuso para dar el golpe definitivo
al Imperio español, que tantos que-
brantos le había ocasionado durante
siglos, y logró que Francia, la po-
tencia vencida pero no destrozada,
ocupara el lugar de España. Francia
era parte de esas potencias centra-
les y España volvía a ser periférica y
con pocas oportunidades de unirse
a la revolución industrial que estaba
desarrollándose en Europa.
El período de 1818 a 1978 representa
para España una época de 160 años
de aislamiento institucional, cultural y
estratégico alejado de toda influencia
internacional y del desarrollo indus-
trial, casi un país tercermundista en
desarrollo al menos hasta 1968 en lo
social y económico, ya que en 1978
España llegó a ser el octavo PIB del
mundo, puesto que perdimos en
2014 al bajar hasta el 17.º. Como he
indicado, España al inicio del siglo xix
pierde el puesto hegemónico global
que había mantenido durante siglos
a favor de Gran Bretaña, lugar que a
principios del siglo xx asumen los Es-
tados Unidos y consolidan después
de las dos guerras mundiales.
Finalizada la transición socioeconó-
mica en España, que en mi opinión
duró diez años (1968-1978), co-
menzó la difícil pero exitosa transi-
ción política, sometida a presiones
de todo tipo, que finalizó, también
según mi criterio, otros diez años
después, en 1988, una vez que el
ingreso de España en la Unión Eu-
ropea (1986) y en la OTAN (1982) se
habían consolidado y la alternancia
política en el Gobierno se había ma-
terializado en las urnas sin traumas.
Alguien llamó a aquella alternancia la
«prueba del algodón» de la demo-
cracia española.
Efectivamente, 20 años costó la
Transición y no tres, como se suele
decir. Esa es la principal lección que
deberían aprender aquellas nacio-
nes que han seguido el ejemplo de
España. Se empezó por los pilares
básicos, no por el tejado; es decir, se
realizó en primer lugar la transición
económica, luego la social, en la
época llamada de la «dictablanda»
(década de los 60), y se terminó con
la transición política, basada en los
Acuerdos de La Moncloa. Se hizo
bien.
Desde entonces (año 1988) hasta
ahora han pasado 30 años y Espa-
ña, a pesar de su falta de cohesión,
de sus problemas estructurales, de
sus tensiones centrífugas, de sus
siempre presentes problemas de
vertebración y también de la falta de
algo tan importante como la ética de
Guerras de independencia hispanoamericanas. San Martín atraviesa los Andes

la responsabilidad y del sentido del
honor en algunos políticos y empre-
sarios, sigue siendo un gran país
donde vivir. Quizá deberíamos echar
una mirada atrás, hacia todos aque-
llos españoles olvidados, científicos,
inventores, filósofos, matemáticos,
médicos, literatos, militares, etc.,
que contribuyeron decisivamente al
desarrollo y bienestar de la sociedad
española y de otras. Quizá debería-
mos echar un vistazo a la miríada
de cosas buenas que disfrutamos
y hemos desarrollado por iniciativa
de algunos eminentes españoles,
muchas de ellas imitadas o envidia-
das por otros países. Tenemos que
aprender a apreciar lo que somos,
en lugar de ser nuestros peores
críticos.
A la vista de lo indicado y de la
situación actual en España, podría
argumentarse que la estrategia
nacional se agotó con el ingreso
de España en la Alianza Atlántica
y en la Unión Europea a finales de
los 80 y con la consolidación de
la relación bilateral con Estados
Unidos y con Marruecos. Con esas
dos importantes adhesiones al club
de países occidentales España se
colocó en el lugar que le corres-
pondía después de décadas de
aislamiento. Pero no es cierto, la
estrategia nacional tiene que seguir
avanzando y redefinirse a la vista
del nuevo escenario global para
poder aprovechar así el escenario
estratégico donde está ubicada
geográficamente y los retos y opor-
tunidades que se presentan para
convertirse en uno de los principa-
les jugadores del sistema.
Empecemos con un ejemplo. Desde
enero de 2015 el tren de carga de más
largo recorrido del mundo sale de
España y llega a China como repre-
sentación de una highway comercial,
Madrid-Yiwu; 24 días tarda en recorrer
los 13.000 kilómetros que enlazan
Madrid con el centro de producción y
distribución más grande del mundo:
Yiwu. Esta es una muestra de las opor-
tunidades que hay que explotar, no
solo para vender aceite y jamón ibérico
como principal marca nacional.
España sería periférica solo si el
centro del mundo estuviera en París
o Berlín, y dejaría de serlo si se es-
tablece un eje comercial desde Alge-
ciras a Hong-Kong, convirtiéndose
entonces en proa comercial hacia
el Atlántico en lugar de periferia. En
ese caso, la prosperidad que llegaría
al Campo de Gibraltar con otras
medidas para mantener el Peñón
fuera de los beneficios de la Unión
Europea después del brexit sería
fundamental para que el objetivo
perdido de la a veces errante estra-
tegia nacional cayera como fruta
madura.
Firma del tratado de adhesión a la Comunidad Europea
España sería
periférica solo si el
centro del mundo
estuviera en París
o Berlín, y dejaría
de serlo si se
establece un eje
comercial desde
Algeciras a Hong-
Kong
22 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018

Seguridad y Defensa  /  23
El one belt-one highway comercial
que persigue China se podría mate-
rializar inicialmente en esa iniciati-
va. El belt o cinturón mencionado es
de doble sentido este-oeste y, para
ser más completo, debería incluir
también el doble sentido norte-sur,
que podría materializarse entre
España y África si la Península se
convirtiera en el hub o núcleo de
transporte transcontinental. De esa
forma España no sería el Finiste-
rre de Eurasia, sino la proa del eje
euroasiático hacia el Atlántico y
también hacia África.
Es por ello que resultaría necesario
establecer un «enlace» más es-
tructurado, sólido y eficiente con
Marruecos, quizá sacar del cajón el
proyecto de túnel bajo el Estrecho,
que permitiría afianzar el encaje
estratégico con el norte de África más
allá de la relación bilateral preferente
con Marruecos. Otra acción estra-
tégica sería incluir la antigua Guinea
española (único país de África que
habla español y con el que mantene-
mos relaciones cordiales) y las islas
Canarias en un eje que podría enlazar
China con Iberoamérica a través de
África y así el archipiélago podría
recuperar el estatus privilegiado que
tuvo cuando el centro del mundo es-
taba en el Atlántico y las islas eran el
punto de partida imprescindible para
la travesía a ultramar, lo que justificó
los fracasados intentos de conquista
de los dos mejores almirantes de In-
glaterra, Nelson y Blake. Después de
aquellas derrotas en Tenerife y Gran
Canaria, no reflejadas hábilmente en
la historiografía británica y, desgracia-
damente, tampoco en la acomplejada
historiografía española, no volvieron a
intentarlo.
Otro aspecto relevante en el mencio-
nado eje es el energético. España se
podría situar como país de interco-
nexión que permitiría a Europa re-
equilibrar su balanza energética con
una dependencia de Rusia de más
del 40%. Esa interconexión energé-
tica supondría un doble sentido de
tránsito de hidrocarburos hacia el
norte y flujos financieros, de bienes y
de servicios e institucionales hacia el
sur, hacia África. Esta interconexión,
naturalmente, es también eléctrica,
no solo de hidrocarburos. Esto obliga
a resolver la conexión energética a
través de los Pirineos, permanen-
temente retrasada por Francia por
razones no siempre bien explicadas.
Otra opción supondría pensar en
el nuevo papel que podría jugar
España como centro de conexión y
gestión de datos entre Estados Uni-
dos, Iberoamérica, Europa y África.
Italia está centrando conexiones que
vienen de Asia, por lo que el sur de
Europa se va a convertir en el núcleo
central para las comunicaciones de
datos entre los polos comerciales
y financieros de Estados Unidos,
Europa, África y Asia. Naturalmente,
España se podría posicionar como
la puerta abierta más importante
al unir Estados Unidos, Europa y
África. De nuevo aparecen los tres
ejes que se reflejan en la estrategia
de seguridad española, que debería
recoger los hubs indicados: energé -
tico, comercial y de gestión de big
data.
España podría ser ese centro de
datos y de conectividad mundial si se
mantiene atenta a los acontecimien-
tos internacionales y establece un
plan estratégico y de política exterior
para lograrlo. España no solo mira
al Atlántico, como tradicionalmente
se comenta, ni solo al Mediterráneo,
por expresarlo en términos maríti-
mos; hay que tener en cuenta a Áfri-
ca, un continente de más de 1.200
millones de habitantes, cada vez
más demandante de conectividad y
servicios y que no cuenta todavía con
Situación de España en el mundo

24 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
la infraestructura necesaria para su
desarrollo.
Es fácilmente comprobable cómo
cada vez hay más demanda de pro-
veedores de servicios, gestionados
o integrados, y de contenidos que
buscan acceso a África e Iberoamé-
rica y necesitan una plataforma
adecuada. España podría asumir
ese papel que algunos Estados
tradicionalmente han desarrollado
en otras zonas. Para ello, la gestión
avanzada de los data centers va a ser
la clave del éxito en los procesos de
transformación digital global que se
están empezando a desarrollar con
celeridad.
Sin embargo, no todo son buenas
perspectivas. En este interesante
escenario que se abre encontra-
mos una Unión Europea que se ha
dividido entre potencias liberales y
no liberales, traducida en términos
generales en un grupo occidental y
un grupo de países Visegrado y sim-
patizantes, grupo oriental. Además,
el grupo occidental no es homogé-
neo porque se ha dividido, de forma
genérica, en pobres y ricos. La Unión
Europea necesita estructurarse y
centrarse en lo realmente importante
para que pueda ejercer de actor glo-
bal relevante en el nuevo escenario
estratégico de interconexión a través
de Europa.
En cuanto a la relación atlántica,
presenta fisuras que hacen reforzar
los acuerdos bilaterales con Esta-
dos Unidos al margen de la Alianza.
EE. UU. es el único poder no euroa-
siático con presencia en Eurasia,
fundamentalmente porque es vital
para su hegemonía no abandonar
Europa, incluso si es solo a través
de la OTAN. La hostilidad estra-
tégica con Rusia, necesaria para
Estados Unidos como actual poten-
cia hegemónica global, evolucionó
de contener inicialmente a Rusia a
tratar de desmembrar sus ambicio-
nes, particularmente en Ucrania,
territorio sin el que Rusia dejaría
de ser un poder creíble en Eurasia.
Una nueva e imprescindible relación
estratégica entre la Unión Europea y
Rusia y la OTAN y Rusia son asig-
naturas aún pendientes para que se
produzca el cambio estratégico en
Europa.
En definitiva, España está en situa-
ción y cuenta con las condiciones
para convertirse en el «sur estraté-
gico de Eurasia» y es preciso, por
consiguiente, realizar un giro de
la estrategia española hacia el sur
y convencer a nuestros socios y
amigos de que ese hub o nodo de
interconexión no es solo energético o
comercial, sino de gestión de datos y
conocimiento. Además, España debe
afrontar otras dos responsabilidades
que están muy presentes actualmen-
te y aún sin resolver. La primera es
regular y estructurar la inmigración
y dar soluciones a la seguridad en la
zona sahelo-sahariana incrementan-
do nuestros compromisos de seguri-
dad en ese área de vital importancia
para España y Europa (Francia tiene
3.000 soldados en el Sahel y España
menos de 200).
Por otro lado, una vez que Reino
Unido abandone la Unión Europea,
España debería llenar el hueco
dejado, en particular en la relación
entre la Unión Europea y Estados
Unidos, aunque Irlanda lleva ya algún
tiempo situándose en esa posición
de privilegio y Holanda está mo-
viendo sus fichas. Lo que es un dato
contrastable es que la plataforma de
las empresas norteamericanas para
Europa ya no es el Reino Unido; ese
puesto lo ha asumido Irlanda y será
difícil conseguir moverlo.
Todos los elementos descritos son
opciones estratégicas en las que Es-
paña podría aparecer como país de
interconexión energética norte-sur,
hub atlántico-europeo-meridio-
nal de gestión datos, país extremo
del belt-highway comercial chino,
enlace de China con Iberoamérica
vía Canarias. Para ello debería contar
con una inmigración regulada y con
una seguridad establecida en el
Sahel. Estas opciones configurarían
un conjunto de activos que podrían
situar a España como potencia
regional con el centro de gravedad
desplazado del centro, donde se está
colocando ahora, al sur de Europa.
Nuevas opciones estratégicas
aparecen en el horizonte inmediato
para España. Si no las utiliza alguien
lo hará, pues los vacíos estratégicos
tienden a llenarse. Sin embargo,
antes hay que resolver los problemas
estructurales y de cohesión interna
en España y en la Unión Europea.
Para ser un actor estratégico rele-
vante es preciso un compromiso de
todos con una España fuerte, unida
y comprometida con esas opciones
estratégicas de futuro. Queda mucho
trabajo por hacer, pero también
aparecen grandes oportunidades si
España sabe aprovechar sus bazas
y sabe acabar con el modo corrup-
ción-desconexión-desconfianza en
el que opera actualmente.
Sin embargo, no hay mucho tiempo
para actuar. Las oportunidades pue-
den perderse y las opciones pasar a
otras naciones.
Para concluir, es preciso traer a
colación una frase del general
MacArthur: «La derrota siempre se ha
escrito con dos palabras: demasiado
tarde»; lean pérdida de opciones
estratégicas en lugar de derrota.
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--Boletín 2.º trimestre abril / junio
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--«España mirando al Sur». Real
Instituto ELCANO.■
España se
podría situar
como país de
interconexión
que permitiría
a Europa
reequilibrar
su balanza
energética

Rinc?n del
Museo del Ej?rcitoCuentacuentos: ?Un zapatero afortunado?
Esta historia es sobre un zapatero, un artesano como los que ya no quedan.
Era famoso por ser el mejor de todo el pa?s y claro, al ser el mejor, todos quer?an
que les arreglase los zapatos. Pero nuestro amigo zapatero se iba haciendo
mayor y ya no era aquel joven con vista de ?guila, rapidez de gato y fuerza de
oso que anta?o fue. Ahora le costaba mucho dar pespuntes a los zapatos, no
ve?a bien y el trabajo se iba acumulando en su banco de trabajo...Pero todos
quer?an sus zapatos listos. ??Ay, qu? desdichado soy!?, se dec?a el zapatero.
?Qui?n me podr? ayudar? Podr?ais ser vosotros. Venid al Museo y descubridlo.
• Fechas y horarios: Los domingos de febrero en dos sesiones (a las 12:00 y
13:00 horas), excepto el domingo d?a 25
• Dirigido a todos los p?blicos. • Duraci?n: 30 minutos.
• Entrada libre y gratuita, hasta completar aforo.
• Lugar: Sala de Miniaturas.
Museo en vivo:
?Disciplina, subordinaci?n y servicio. El ej?rcito de Carlos III?
Este mes la actividad de ? Museo en vivo? nos acercar? a la exposici?n
temporal ?DISCIPLINA, SUBORDINACI?N Y SERVICIO. EL EJ?RCITO
DE CARLOS III?. De la mano de un actor ense?aremos la muestra y nos
imbuiremos en los ambientes y costumbres del siglo XVIII, as? como en
algunos episodios hist?ricos, siempre con el rigor hist?rico y el ingenio
como acompa?antes.
• Fecha y horarios: s?bado d?a 3, a las 12:00 y 13:00 horas.
• Dirigido a p?blico adulto. • Duraci?n: 25 minutos.
• Entrada libre y gratuita, hasta completar aforo.
• Lugar: Sala de Exposiciones Temporales.
Teatro de Gui?ol: ?Una bandera para el Rey Carlos?
Con motivo de la exposisi?n temporal que el Museo del Ej?rcito ofrece a sus
visitantes relacionada con Carlos III, os invitamos a participar en una sesi?n
de gui?ol vinculada con uno de los episodios destacados de la muestra: la
creaci?n de la actual bandera de Espa?a. Nuestro personajes tendr?n que
ayudar al Rey a elegir la bandera adecuada para que sus barcos se puedan
distinguir a lo lejos. Pero, ?y si nalmente eligen otra? Venid el domingo al
Museo y ayudadnos a acertar.
• Fecha y horarios: domingo d?a 25 de febrero, (a las 12:00 y a las 13:00 horas)
• Dirigido a todos los p?blicos. • Duraci?n: 30 minutos.
• Entrada libre y gratuita, hasta completar aforo.
• Lugar: Aula Did?ctica del Museo
www.museo.ejercito.es
ACTIVIDADES CULTURALES HORARIO: Nº 922 • enero/febrero 2018  /  25

En este trabajo el autor repasa los diferentes m?todos para el an?lisis de regiones y
conictos haciendo ?nfasis en la importancia de la Fase de Obtenci?n.
HERRAMIENTAS PARA EL
AN?LISIS DE CONFLICTOS:
LA OBTENCI?N DE
INFORMACI?N, UNA
CAPACIDAD CR?TICA 26 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
Javier de Carlos Izquierdo
Doctor en Geografía e Historia
Cada vez se está dando más im-
portancia al estudio de los factores
psicológicos para la comprensión y
resolución de los conflictos actuales.
Además, recientes publicaciones tra-
tan de combinar aspectos tradicio-
nales como la inteligencia humana
1

con reflexiones biológicas, psicoló-
gicas y sociales que todavía no están
desarrolladas en la práctica
2
. Este
es un tema de interés para aquellas
personas que trabajan en el área
de inteligencia y también para todo
aquel que esté interesado en cono-
cer y trasladar a la realidad nuevos
conceptos operativos.
Las implicaciones operativas de la
psicología social pueden ser abor-
dadas desde diferentes enfoques,
como son el análisis del factor hu-
mano, el análisis de redes sociales,
el proceso de toma de decisiones del
comandante de una operación o el
papel de las narrativas en el proceso
cognitivo desde la perspectiva neu-
rológica. Pero lo importante de todo
esto es cómo llevarlo a la práctica
para así apoyar al comandante en la
realización de la misión y conseguir
despliegues más seguros y efectivos.
Por ello, ahora nos vamos a centrar
en el análisis del entorno operacio-
nal
3
, para conocer las implicaciones
prácticas en materia militar de los
supuestos avances teóricos de las
ciencias sociales. La finalidad de
este trabajo es proponer el desarrollo
de una capacidad de obtención de
información más sólida y operativa y
que esté más adaptada a los nuevos
escenarios de operaciones en am-
bientes urbanos y desérticos.
EL DISEÑO OPERACIONAL
El análisis clásico de los conflictos
incluía las variables conocidas por
todos, como son el tamaño, la natu-
raleza y preparación de las unidades
enfrentadas, su distribución en el
terreno, su motivación y sus capaci-
dades logísticas. Pero hoy en día se
analizan también los aspectos eco-
nómicos, sociales, las infraestruc-
turas físicas y virtuales, entre otros
factores. Por este motivo ha habido
algunos cambios en el análisis del
entorno y del diseño operacional,
que trataremos de abordar.
El entorno militar define cinco domi-
nios (tierra, mar, aire, espacio y cibe-
respacio), ciertos factores de cambio
(tecnológicos, económicos, políti-
cos, sociales, etc.) y recientemente
también han ganado importancia
algunos actores (fuerzas irregulares,
grupos terroristas, crimen organiza-
do, etc.) y nuevas tendencias como la
externalización de ciertas «acciones
de seguridad» en la zona de opera-
ciones, el predominio del combate
en zonas urbanas o la mayor velo-
cidad de las acciones. También la
población ha cobrado un protagonis-
mo muy especial por su impacto en
las operaciones militares.
El objeto del planeamiento operacio-
nal es analizar un problema dentro
de un sistema complejo para que el
comandante pueda entenderlo y darle
solución. Su representación gráfica
es el diseño operacional. Tradicional-

Operaciones /  27
mente se considera que existen tres
fases en el planeamiento operacional:
la estructura del entorno / marco
operacional, la estructura del proble-
ma y la estructura de la solución. El
marco operacional pretende entender
y representar el entorno de la opera-
ción como un sistema a partir de cada
uno de los factores, de los actores y
de las múltiples relaciones entre ellos.
Generalmente se representa median-
te un diagrama de relaciones entre
los actores y su posible evolución. El
estudio del problema concluye con la
identificación de las posibles líneas
de actuación del adversario. Por ello
se deben identificar las facetas del
problema que ha originado el con-
flicto, para poder decidir sobre qué
áreas se actuará con la finalidad de
que el sistema evolucione hacia las
condiciones deseadas. La solución al
problema pasa por definir las líneas
de acción propias para modificar la
situación. Suele ser una representa-
ción gráfica de las acciones necesa-
rias para lograr el entorno operacional
deseado. A esta representación se le
suele dar el nombre de todo el proce-
so: diseño operacional.
HERRAMIENTAS PARA EL
ANÁLISIS DE CONFLICTOS
Los métodos de análisis no se deben
restringir a la inteligencia de la que se
dispone previamente a la misión, sino
que son herramientas dinámicas que
en la práctica se emplean a lo largo
de todo el proceso de planeamiento
con la finalidad de conocer la evo-
lución del conflicto y adaptar el pla-
neamiento. Algunas herramientas de
análisis de conflictos han tenido cier-
ta difusión en el ámbito militar, como
el método ICAF o el método PME -
SII-PT. El método ICAF (Interagency
Conflict Assessment Framework)
4
fue
desarrollado por la Administración
estadounidense con el objetivo de
coordinar las actuaciones de diferen-
tes instituciones públicas. En el año
2008 se aplicó por primera vez en
Tayikistán, coordinando los esfuerzos
del Ministerio de Defensa o USAID
(ayuda al desarrollo de Estados
Unidos), entre otras instituciones. El
modelo PMESII-PT fue desarrollado
también en Estados Unidos y se basa
en el análisis de sistemas descom-
puestos en otros subsistemas:
político, militar, económico, social,
infraestructura, información...
El método ICAF pone el acento en
la coordinación. Se trata de una
herramienta que facilita que distintas
agencias del Gobierno de Estados
Unidos realicen una valoración
conjunta de un conflicto. Las fases
de análisis son las convencionales:
la comprensión de la situación y la
identificación de los factores de ines-
tabilidad o drivers, y el planeamiento
o transformación de los resultados
del análisis en un plan de acción. El
método PMESII-PT (o PMESII) siste-
matiza el análisis de información de
diferentes variables que son las que
se recogen en su acrónimo: políti-
cas, militares, económicas, sociales,
informativas, infraestructuras, del
ambiente físico y del tiempo. El aná-
lisis PMESII está creado en el ámbito
militar, pero tiene importantes cone-
xiones con el mundo de la empresa
y de la inteligencia competitiva, en
particular con el análisis PESTA
5
.
Este método PMESII analiza por se-
parado cada uno de los subsistemas
para comprender el sistema estudia-
do
6
: fortalezas y debilidades del ene-
migo; relaciones entre los diferentes
elementos; posibles consecuencias
de las acciones realizadas sobre el
enemigo, etc. Este modelo permite
conocer la situación estratégica y
operacional para poder iniciar el
proceso de planeamiento.
Pero también hay otros métodos de
análisis que tratan de estudiar los
conflictos añadiendo un enfoque
sociológico e incluso psicológico.
Desde las nuevas perspectivas
incorporadas en los Estados Mayores
actuales, también existen enfoques
de análisis relacionados con las ope-
raciones de influencia, que incluyen
entre otros, aspectos culturales. El
experimento multinacional MNIOE
en materia de análisis del ambiente
operacional
7
ofrece una metodología
que rompe radicalmente con los con-
ceptos antiguos relacionados con las
operaciones psicológicas. Ahora las
unidades PSYOPS se centran en el
estudio del ambiente operacional a la
vez que se integran en el contingen-
te desplegado. El resultado es que
proporcionan mejor apoyo al mando,
Vectores que afectan a la población en el área de operaciones. Elaboración del propio autor
Hoy en día se
analizan también
los aspectos
económicos,
sociales, las
infraestructuras
físicas y virtuales,
entre otros
factores

28 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
para así crear los efectos deseados
en la zona de operaciones
8
. Su misión
específica es distinta de la que realiza
la información pública de la misión
en la zona de operaciones. Más
concretamente, se trata de conocer
el entorno operacional desde los
intereses y «narrativas»
9
de los princi-
pales actores en el conflicto. Por
este motivo se desarrolla un análisis
detallado de cada actor (anteceden-
tes, función, motivación y compor-
tamiento previsible), para elaborar y
difundir la narrativa (contra-narrativa)
que interesa a la coalición, con la
finalidad de apoyar al comandante en
la realización de la misión.
Las herramientas de análisis se di-
rigen a conocer las narrativas de los
diferentes grupos sociales, éticos o
religiosos implicados en un conflic-
to
10
para seleccionar las potenciales
audiencias objetivo. Para conocer las
narrativas se suelen estudiar varias
dimensiones psicosociales, como la
identidad y las percepciones.
LA ELECCIÓN DE LA
HERRAMIENTA
La realidad es que, en la práctica,
las diferentes herramientas comen-
tadas son compatibles y comple-
mentarias, pero frecuentemente
nos encontraremos con la discusión
teórica sobre cuál o cuáles son las
herramientas más convenientes para
nuestro análisis. La elección de las
herramientas depende de diversos
factores, entre los que consideramos
muy relevantes los siguientes: el con-
texto operacional, los procedimien-
tos empleados y las personas que
realizarán el estudio. Las dificultades
que presentan las operaciones son
diferentes en función de la misión y,
por supuesto, los analistas pueden
utilizar información que les llega de
diferentes fuentes. También es muy
relevante si existe o no un equipo de
apoyo sobre el terreno, así como si
es posible o no realizar entrevistas in
situ. Además de estos factores, se ha
de considerar si se tiene conocimien-
to previo de la zona de operaciones y
si este es de primera mano o ha sido
transmitido por manuales o contin-
gentes anteriores.
Finalmente, la eficacia de las he-
rramientas elegidas siempre viene
determinada por la preparación de
las personas que tienen que recoger
la información y de las que la tienen
que procesar, que no deberían ser las
mismas. Cuál es la preparación de
estas personas, cuántos son y con
qué métodos de análisis y recogida
de información están familiarizados
es lo que determinará el método de
análisis que se debe elegir. Además,
debemos tener en cuenta un último
elemento: el tiempo de que se dispo-
ne para la obtención de la informa-
ción antes de iniciar el análisis.
LA OBTENCIÓN DE LA
INFORMACIÓN
El analista debería contar con la
información suficiente para poder
discriminar entre la información
relevante y la accesoria. En ocasio-
nes, cuando el analista y la persona
que recoge la información coinciden
y se recopila solo la información que
él considera relevante, se pueden ge-
nerar problemas. Cuando la persona
que recoge la información es distinta
al analista debe primar el rigor en la
información documentada. El motivo
es que no se pueden establecer
comparaciones de la misma variable
en diferentes lugares, si esta no ha
sido observada y registrada.
Evolución prevista del sistema estudiado con el Método PMESII. Elaboración del propio autor
La eficacia de
las herramientas
elegidas siempre
viene determinada
por la preparación
de las personas
que tienen
que recoger la
información y de
las que la tienen
que procesar

Operaciones /  29
El método de recogida de infor-
mación antropológico es muy útil
para el empleo en sociedades poco
industrializadas o incluso urbanas,
que son las propias en las zonas de
operaciones actuales. Este método
describe y analiza una población y
su cultura para conocer su orga-
nización y funcionamiento, y es
apoyado por otras ciencias auxilia-
res como la demografía, la estadís-
tica, la sociología, la geología o la
ingeniería en sus distintas ramas.
Se trata de un método multidi-
mensional que estudia el ciclo de
producción económica, la distribu-
ción de los objetos de consumo y
otros elementos culturales como el
mundo de las creencias y los mitos.
Conociendo la cultura de la pobla-
ción se pueden prever cuáles serán
las motivaciones y reacciones de la
sociedad ante diferentes vectores,
inputs o motivaciones. Concep -
tualmente, existen cuatro procedi-
mientos distintos para la obtención
de la información: la investigación
a distancia, la observación sin
interacción, la interacción limitada
o entrevista y la interacción plena.
Los materiales o registros de ob-
tención incluyen el diario de campo,
el cuaderno de notas, así como los
formularios tipo.
La investigación del entorno huma-
no a distancia es también conocida
como Anthropology at a distance.
Fue utilizada por primera vez en el
ámbito de la seguridad y la defensa
para estudiar la cultura japonesa
desde Estados Unidos durante la
Segunda Guerra Mundial por la Ofi-
cina de Servicios Estratégicos (OSS).
Las fuentes empleadas son varia-
das, como por ejemplo la historia, la
literatura, la música, las entrevistas a
personas que viven en nuestra socie-
dad o las noticias.
Otro procedimiento de obtención
es la observación sin interacción,
aproximación indirecta o análisis
observacional. El observador se
desplaza al terreno y registra todo
lo observable en el núcleo urbano,
así como en su entorno económico,
por ejemplo las infraestructuras,
el arte, etc. Para el procedimiento
de obtención de observación sin
interacción es esencial el formu-
lario diseñado ad hoc, que ha de
completarse en cada población.
Este formulario debe recoger la
información básica y general de
cada población para poder después
«montar» el análisis regional con
el modelo PMESII-PT. El análisis
regional se obtiene al yuxtaponer el
análisis de las diferentes poblacio-
nes y abarca al menos las catego-
rías que considera el PMESII-PT. La
interacción limitada es el proce-
dimiento que utiliza la entrevista
antropológica para recoger la infor-
mación. Está inspirado en las entre-
vistas que emplean los etnógrafos
en el estudio de sociedades rurales
y los sociólogos en las sociedades
urbanas o industriales. El objetivo
de la entrevista es doble: conocer
el sistema de normas, estructuras y
funciones que caracterizan el modo
de vida de un pueblo o grupo social
y conocer la estructura económica
y social de un pueblo y los diferen-
tes intereses que condicionan a las
personas y a los grupos sociales de
la localidad o región. Para obtener
la información final se combinan los
datos de la entrevista con la obser-
vación directa y con el estudio de
otras informaciones disponibles de
carácter político, histórico, econó-
mico, sociológico, etc.
La interacción plena es el procedi-
miento más avanzado; es la fuente a
la que debe aspirar cualquier método
de análisis de conflictos. Es resultado
de una situación en la que los efecti-
vos encargados de obtener el cono-
cimiento están insertados o pueden
incrustarse en la sociedad. Para ello
las actividades CIMIC y HUMINT
pueden ser decisivas. La interacción
plena nos permite conocer los as-
pectos más relevantes del PMESII y,
sobre todo, entender la relación entre
las personas y los distintos grupos de
interés. Solo de esta manera alcan-
zaremos un conocimiento verdadero
del funcionamiento de las redes
durante el análisis de la información.
Algunos métodos de análisis y gestión de conflictos. Elaboración propia del autor

30 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
CONCLUSIÓN
El entorno operacional del siglo xxi
ha cambiado y, en consecuencia,
también lo han hecho su estudio y el
planeamiento operacional. Por este
motivo han aparecido nuevos mé-
todos de análisis que están relacio-
nados con distintos procedimientos
de obtención de información. Estas
herramientas deben implementarse
para lograr más eficacia operativa.
En nuestra opinión, conviene resaltar
lo siguiente:
•  Los métodos de análisis deben
adaptarse a las necesidades
operativas del comandante, pero
herramientas como MNIOE son
útiles para elaborar el Plan de Me-
dios de la misión. No obstante, las
unidades relacionadas con el área
de influencia (Psyops, CIMIC, etc.)
tienen, además, otras tareas.
• Cualquier método de análisis de
conflictos debe aplicar un enfoque
sociocultural para hacer posible el
conocimiento de la organización
y funcionamiento de la sociedad
y el territorio de la zona de opera-
ciones.
• El procedimiento de obtención
antropológico ofrece numerosas
ventajas en zona de operaciones
de sociedades rurales o poco
industrializadas.
NOTAS
1. Véase el trabajo coordinado por
el Dr. Jason Spitaletta y Mr. Sam
Rhem, publicado en 2016: White
Paper on Bio-Psycho-Social
Applications to Cognitive Enga-
gement. NSI, Strategic Multilayer
Assessment. Departamento de
Defensa de EE. UU.
2. PD4-700. Inteligencia en Fuentes
Humanas (HUMINT), publicado en
2016. Ejército de Tierra, difusión
limitada. Esta publicación susti-
tuye a la PMET OR5-010 Orien-
taciones. Inteligencia Clásica
(HUMINT), de 2005.
3. Las fases de Joint Intelligen-
ce Preparation of Operational
Environment, o JIPOE, son las
siguientes: definir el ambiente,
describir los efectos del am-
biente sobre el enemigo y sobre
las fuerzas aliadas, evaluar al
adversario y determinar las
posibles líneas de actuación del
adversario.
4. En español, Marco para la Evalua-
ción de Conflictos Interministerial.
5. El análisis empresarial PESTA
estudia diferentes indicadores:
políticos, económicos, sociales
y tecnológicos antes de realizar
cualquier análisis DAFO.
6. Ducote, B.M.: Challenging the
Application of PMESII-PT in
a Complex Environment, 98
págs. 2010. United States Army
Comand: School of Advanced
Military Studies y General Staff
College, Fort Leavenworth, Kan-
sas.
7. MNIOE es el acrónimo de Mul-
tinational Info Ops Experiment,
o Experimento Multinacional
sobre Operaciones Psicológicas.
Para más información, consul-
tar: MNIOE Applied Concept
«Analysis and Assessment of the
Information Environment», versión
final 1.0, 235 págs. 30 de abril
de 2014. Mayen, Germany, Zen-
trum Operative Kommunikation
der Bundeswehr.
8. La OTAN define de manera distin-
ta, pero a la vez complementaria,
las funciones de las operaciones
psicológicas. Para más informa-
ción, consultar: AJP-3.10. Allied
Joint Doctrine for Information
Operations, 82 págs. OTAN, no -
viembre de 2009. No clasificado.
9. Una «narrativa» es un relato sobre
la razón de ser, la intención y los
objetivos de una organización. Re-
fleja la visión y la estrategia de la
organización, así como la finalidad
o misión de su actividad.
10. Sobre el desarrollo del estudio de
las narrativas: White Paper Na-
rrative Development in Coalition
Operations, versión 1.0, 41 págs.
1 de septiembre de 2014. Mayen,
Germany, Zentrum Operative
Kommunikation der Bundeswe-
hr.■
Fase de análisis de la información. Elaboración propia del autor

Premios
Revista Ejército
Se anuncia la concesión de los Premios Revista Ejército 2018 que
otorgar? el General de Ejército Jefe de Estado Mayor del Ejército, a
propuesta del Consejo de Redacción, entre los art?culos publicados
en la Revista en el año 2017.
Con estos galardones se pretende recompensar y distinguir los mejores
trabajos publicados en la Revista Ej?rcito durante el a?o 2017 y estimular
la colaboraci?n con la Revista.
2018
Primer premio dotado con 2.800 €
Segundo premio dotado con 2.000 €
Tercer premio dotado con 1.500 € P
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Nº 922 • enero/febrero 2018  /  31

32 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018El autor considera que las fuerzas acorazadas siguen siendo necesarias para constituir
la columna vertebral de los ej?rcitos en el campo de batalla moderno y futuro, dado las
especiales caracter?sticas de este tipo de unidades y sus tripulaciones.
LAS FUERZAS ACORAZADAS.
UNA HERRAMIENTA
NECESARIA EN EL CAMPO
DE BATALLA FUTURO
César Sáenz de Santamaría
Gómez
General de brigada. Infantería.
DEM
En las últimas décadas del siglo pa-
sado el combate convencional, que
había primado durante la Guerra Fría,
da paso a la denominada «cuarta
generación de la guerra» (4GW), un
escenario determinado por la guerra
de baja intensidad, el combate asi-
métrico y la lucha contra la insur-
gencia o el terrorismo. Los ejércitos
evolucionan hacia una concepción
de fuerzas expedicionarias con gran
capacidad de proyección. Desde Es-
tados Unidos, de la mano del general
Shinsheki
1
, llegan las teorías sobre
las «fuerzas medias» y los grupos
de combate stryker, basados en el
vehículo sobre ruedas 8x8 Stryker,
versión mejorada del LAV III.
En este contexto, las fuerzas acora-
zadas y mecanizadas
2
, que habían
ostentado el protagonismo hasta
entonces
3
, parecen haber perdido su
razón de ser. Muchas naciones llevan
a cabo una drástica reducción de sus
fuerzas y otras, como en el caso de
Noruega u Holanda, apuestan por su
total desaparición. Canadá seguirá el
ejemplo de Holanda y su caso, como
veremos más adelante, será paradig-
mático.
Irak y Afganistán, escenarios propios
de esa 4GW, pondrán de manifies-
to la necesidad de recuperar unas
capacidades que solo aportan las
fuerzas acorazadas.
Tras el final de la fase convencional
de la última guerra del Golfo, en la
que las fuerzas acorazadas habían
combatido en la llamada «última
gran batalla de tanques del siglo xx»,
el Ejército estadounidense se enfren-
taba a un escenario de guerra irregu-
lar para el que las fuerzas acorazadas
parecían poco adecuadas. En su
lugar se apostó por el empleo de
fuerzas más ligeras sobre la base de
vehículos Stryker que, aparentemen-
te, respondían mejor a los requeri-
mientos de la situación.
Sin embargo, pronto se puso de
manifiesto que el Stryker carece de
la adecuada flexibilidad y potencia de
fuego, capacidad de ruptura y movi-
lidad fuera de carreteras, además de
la necesaria protección en enfren-
tamientos de cierta entidad con la
insurgencia. Se hizo imprescindible
recuperar el empleo de medios
acorazados y mecanizados que, con
la aplicación de los procedimientos
adecuados, iba a dar excelentes
resultados.
La primera oportunidad se presenta
en abril de 2003, en Bagdad. La inde -

Operaciones /  33
finición de la información sobre las
defensas iraquíes y, sobre todo, de
su voluntad de combatir, llevó a los
estadounidenses a pensar en un re-
conocimiento «poco convencional»
en ambiente urbano. Se pretendía
además causar un efecto determi-
nante sobre la moral del enemigo.
Las capacidades de fuego y los
efectos psicológicos, junto a la pro-
tección y capacidad de superviven-
cia en el ambiente que se esperaba
en la ciudad, fueron los argumentos
de peso para el empleo de medios
acorazados y mecanizados en esta
acción.
El 64 Regimiento Acorazado es-
tadounidense lanza una serie de
ataques con sus medios acorazados
y mecanizados que se conocerán
como «Thunder Run». Se enfrenta
a una combinación de vehículos de
combate y fuerzas irregulares am-
pliamente dotadas de RPG. Era un
tipo de combate puramente híbrido,
que iba a caracterizar el campo de
batalla futuro.
El resultado fue netamente favorable
a los atacantes. Se consiguieron
los objetivos propuestos de forma
rápida y con escasas bajas. Además,
se obtuvo el efecto deseado sobre
la población en cuanto a transmitir
la determinación de las fuerzas de la
coalición, algo que no se había con-
seguido con los fuegos de artillería y
aviación.
En septiembre de 2004, Al Faluya,
situada a unos 70 kilómetros de Bag-
dad, iba a presentar una nueva opor-
tunidad para el empleo de fuerzas
acorazadas. Con la experiencia de la
operación Vigilant Resolve, desarro -
llada en el mes de abril anterior y en
la que los marines habían asegurado
la ciudad pero a un alto coste, las
fuerzas estadounidenses se ven en
la tesitura de recuperar la localidad,
ocupada ahora por fuerzas insurgen-
tes que han fortificado cerca de 300
puntos fuertes, entre ellos unas 30
mezquitas.
Se lanza así la operación Al Fajr
(Nuevo Amanecer). En esta ocasión,
para evitar el alto número de bajas
que habían sufrido las fuerzas ligeras
anteriormente, se piensa en una ac-
ción combinada de fuerzas a pie con
medios acorazados y mecanizados.
Se pretende desarrollar una acción
enérgica y coordinada desde distin-
tos puntos con la finalidad de aislar
a las fuerzas insurgentes y conseguir
desequilibrar su sistema defensivo.
El vehículo Stryker carece, según el autor, de falta de flexibilidad y potencia de fuego, además de un blindaje con poca protección

Para ello, junto a los cinco batallones
de marines, intervienen 28 Abrams
M1A2 y 46 Bradleys M2, con sis-
temas M58 Mine Clearing Charge
(MICLIC), que demostrarán ser muy
eficaces en detonar los IED emplaza-
dos a lo largo de las estrechas calles
de la localidad.
La operación se lleva a cabo de no-
che para aprovechar la ventaja de las
cámaras térmicas de los vehículos
acorazados. Las fuerzas acorazadas
avanzan en cabeza perforando las
defensas enemigas y abriendo bre-
chas por las que los marines pene-
tran para hacer labores de limpieza.
Las fuerzas a pie proporcionan a su
vez protección a los blindados en sus
ángulos muertos de visión y puntería.
Se alcanzan los objetivos rápida-
mente y con menores bajas que las
sufridas en la operación de abril.
El adecuado empleo de medios
acorazados en combinación con
fuerzas a pie fue clave. Además
de la protección mutua, se mostró
especialmente eficaz el procedi-
miento de designación de objetivos
por las fuerzas a pie a los medios
acorazados, lo que facilitaba el apoyo
de fuego directo e inmediato, y se
destruyeron fácilmente los puntos
fuertes del enemigo gracias a la
potencia y precisión de su arma-
mento principal. La amplia gama de
municiones en sus santabárbaras
permitió destruir cuantos obstácu-
los, posiciones defensivas y VBIED
4

encontraron a su paso.
Las fuerzas acorazadas proporcio-
naron también una gran capacidad
de ruptura, lo que facilitó la entrada
en los edificios a la infantería ligera.
Se evitaba así tener que hacer frente
a los IED, habitualmente situados en
los accesos. La potencia de los ve-
hículos de cadenas tuvo también un
papel destacado en la remoción de
obstáculos, pues aseguró la movili-
dad de las tropas.
También fue importante en la
evacuación de bajas. La utilización
de las ambulancias blindadas, en
dotación en las fuerzas acorazadas y
de las que carecían las fuerzas ligeras,
así como de sus vehículos M-113
Durante la operación Al Fajr, el adecuado empleo de medios acorazados en combinación con fuerzas a pie, fue clave

34 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
Irak y Afganistán,
escenarios
propios de esa
4GW, han puesto
de manifiesto
la necesidad de
recuperar unas
capacidades
que solo aportan
las fuerzas
acorazadas

Operaciones /  35
y Bradley M2, fue de extraordinaria
utilidad para llevar a cabo el
CASEVAC en un ambiente marcado
por un amplio empleo de RPG e IED.
La clave del éxito en Al Faluya fue
el adecuado empleo de los medios
acorazados y mecanizados adap-
tados a la situación y la correcta
combinación de fuerzas acorazadas
con fuerzas a pie.
Podría pensarse que el empleo de
estos procedimientos se asemeja a
la función de apoyo que los primeros
medios acorazados desarrollaron en
la Primera Guerra Mundial. Sin em-
bargo, el concepto excede esta idea.
La experiencia en Al Faluya demostró
que no se trata de coordinación, sino
de integración. Para ello hace falta un
conocimiento mutuo profundo de las
tácticas, técnicas y procedimientos.
En aquellos casos en los que la inte-
gración se produjo entre fuerzas aco-
razadas y mecanizadas actuando a
pie se obtuvieron grandes resultados
gracias a ese conocimiento mutuo,
que nace en la base de su instruc-
ción y adiestramiento. En el caso de
las fuerzas ligeras, estas carecían de
ese conocimiento y sufrieron serios
problemas de coordinación e incluso
de comunicación, lo que provocó
pausas y rupturas en el ritmo de las
operaciones que fueron aprovecha-
das por el enemigo.
Tampoco los procedimientos de
empleo fueron los mismos. Mientras
que las fuerzas mecanizadas a pie
actuaban perfectamente integra-
das con sus vehículos y carros de
combate, las fuerzas ligeras, menos
acostumbradas a su presencia, los
empleaban como mero elemento de
apoyo de fuego desde la retaguardia.
Una vez más, quedó patente que
en el combate pocas veces sirve la
improvisación.
Al Faluya no sería el último ejemplo
del empleo de medios acorazados
en este ambiente. En septiembre
de 2005 las fuerzas estadouniden-
ses actuarían aplicando los mismos
principios en la localidad de Tal´Afar.
Sadr City, en 2008, sería el siguiente
episodio.
A diferencia de lo ocurrido en Al
Faluya, la presencia de abundante
Carro de combate Abrams. Los blindajes de los medios acorazados se han mostrado fundamentales contra los RPG y los IED
Las fuerzas
acorazadas
proporcionaron
también una
gran capacidad
de ruptura, lo
que facilitó la
entrada en los
edificios a la
infantería ligera

36 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
población civil en Sadr City introdu-
cía una preocupación particular por
evitar los daños colaterales.
La primera fase de la operación se
lleva a cabo empleando fuerzas del
2nd Stryker Regiment, que sufrió
importantes pérdidas (entre ellas
seis vehículos Stryker) como conse -
cuencia del empleo masivo de RPG e
IED. En consecuencia, se hizo nece-
sario de nuevo recurrir a los medios
acorazados.
La experiencia de Al Faluya había
generado algunas mejoras en los sis-
temas de los vehículos acorazados
5
,
pero sobre todo se habían depurado
los procedimientos. Una vez más, la
integración de los medios acoraza-
dos con la infantería a pie iba a ser
vital y la familiaridad en los procedi-
mientos entre las fuerzas acorazadas
y mecanizadas sería crucial para
conseguir el éxito.
Los blindajes de los medios aco-
razados nuevamente se mostraron
fundamentales para proporcionar
protección contra los RPG e IED y,
una vez más, la potencia y precisión
de sus fuegos fue un factor deter-
minante. Además, en esta ocasión
la fiabilidad de sus elementos de
puntería, el adecuado empleo de
sus municiones y la designación de
objetivos por la infantería a pie se
mostraron puntos clave para propor-
cionar un adecuado apoyo y evitar
daños colaterales.
Afganistán nos proporciona otro
ejemplo de la adaptación de las
fuerzas acorazadas a los nuevos es-
cenarios; unos escenarios en los que
la Unión Soviética había fracasado
debido a un empleo poco acertado
de estos medios.
Canadá, que había apostado por
eliminar de su flota los medios «ca-
denas» en favor de los «8x8», se vio
en la necesidad de recuperar su flota
de carros de combate como conse-
cuencia de las lecciones aprendidas
en Irak y Afganistán. Para ello recurrió
a la adquisición o leasing de carros
de combate de Alemania y, curiosa-
mente, de Holanda. Dinamarca, que
también había reducido su flota en
casi un 90%, será otra de las naciones
que recuperará y utilizará los medios
acorazados en Afganistán.
Ambas los desplegaron en las pro-
vincias de Helmand y Kandahar, don-
de una vez más demostraron ser una
herramienta eficaz en un escenario
en el que primaba el amplio empleo
por los insurgentes de RPG e IED,
letales contra vehículos con menor
protección como podían ser las ver-
siones del «Coyote»
6
canadiense o el
RG-31 (MRAP).
La potencia, flexibilidad y precisión
de fuego, la capacidad de observa-
ción a través de sus medios de visión
y puntería, su protección y sus efec-
tos psicológicos iban a ser de nuevo
resolutivos.
Los medios acorazados proporcio-
naban apoyo de fuego inmediato,
Vehículo de combate de infantería Pizarro. También en Europa las fuerzas acorazadas reivindican su vigencia en el ámbito de la OTAN

Es incuestionable que las fuerzas acorazadas y mecanizadas responden a un carácter muy particular
gracias al alcance y la precisión
de sus armas principales y de sus
elementos de visión y puntería, sobre
zonas donde no se podía contar con
el apoyo de artillería o aéreo (CAS),
o que eran de difícil acceso incluso
para la infantería a pie. La flexibilidad
de sus fuegos, gracias a la amplia
gama de municiones en sus santa-
bárbaras, dotadas de municiones
HESH, HEAT-MP, APFSDS
7
y proyec-
tiles contrapersonal tipo Canister
M1028
8
, permitía batir todo tipo de
objetivos.
Estos mismos equipos de visión y
puntería proporcionaban una alta
capacidad para identificar objetivos
a grandes distancias e incrementaba
considerablemente las posibilidades
de observación lejana. Las cámaras
térmicas permitían detectar movi-
mientos insurgentes en todas las
condiciones de visibilidad. Todo ello
contribuía a la información y la capa-
cidad de reacción.
Su protección y movilidad los
habilitaba para moverse fuera de
carreteras, en zonas en las que
abundaban campos de cultivo con
numerosos canales de irrigación o
antiguos campos de minas, algo que
no estaba al alcance de otros medios
y que resultó trascendental para re-
cuperar la movilidad y la sorpresa en
un ambiente y un terreno en el que
inicialmente no se les esperaba.
Finalmente, al igual que en Irak, el
factor psicológico tuvo su importan-
cia. La mera presencia de los medios
acorazados, utilizados como demos-
tración de fuerza, suponía un im-
pacto psicológico de gran magnitud
sobre los insurgentes. También sobre
la población civil, dado el respeto
que se rinde en la cultura pashtún al
más fuerte, algo que encaja perfec-
tamente con la imagen de los medios
acorazados.
De las lecciones aprendidas de Irak
y Afganistán se desprende que las
fuerzas acorazadas siguen sien-
do un elemento fundamental en el
combate terrestre. La clave del éxito,
como ha ocurrido a lo largo de la
historia militar, se encuentra en la
correcta adecuación de los medios
a las características particulares del
combate. En este sentido, las fuerzas
acorazadas y mecanizadas, con su
polivalencia y versatilidad, proporcio-
nan una capacidad de actuación en
un amplio espectro de operaciones y
siguen siendo un elemento vital para
ganar y mantener la iniciativa en el
campo de batalla.
En ambos casos, la integración de
medios acorazados con fuerzas a
pie ha constituido la piedra angu-
lar para alcanzar el éxito. Pero esta
integración no se improvisa y ha
mostrado ser más eficaz cuando las
fuerzas acorazadas y las que actúan
a pie responden a unas mismas
tácticas, técnicas y procedimientos;
esto forma parte de la esencia de las
unidades acorazadas y mecanizadas
desde los niveles más elementales
del adiestramiento y responde a una
misma visión del combate.
Pero si las fuerzas acorazadas
demostraron su valía en ambientes
tan hostiles a su empleo como Irak y
Afganistán, un nuevo giro estratégi-
co en Europa les ha devuelto el papel
protagonista en el ambiente conven-
cional.
El despliegue en Polonia y los países
bálticos de fuerzas acorazadas y
mecanizadas de la OTAN, dentro del
concepto «Enhance Forward Pre -
sence» (eFP) y en las que se integra
un subgrupo táctico mecanizado es-
pañol, es una prueba de ello y consti-
tuye un primer paso para reivindicar
la vigencia de las fuerzas acorazadas
en el ámbito de la Alianza.
Este despliegue constituye solo
la vanguardia y la cabeza visible
de otras iniciativas en marcha. Sin
abandonar el ámbito de la OTAN,
debemos recordar la inclusión de
unidades acorazadas y mecanizadas
como núcleo de las fuerzas de reac-
ción inmediata de la Alianza, tanto
en la Nato Response Force (NRF)
como en la Fuerza Conjunta de Muy
Alta Disponibilidad (VJTF
9
), en la que
España tuvo un papel destacado en
2016.
A estas circunstancias podríamos
añadir el despliegue estadouni-
dense en Europa, que incluye una
brigada acorazada, con cerca
de 300 vehículos acorazados y
mecanizados, en combinación con
una brigada de asalto aéreo con un
importante número de helicópteros
de ataque.
Operaciones /  37

38 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
Podría pensarse que la escasa
entidad de estas fuerzas no es razón
suficiente para esta reivindicación,
pero lo importante no es la entidad,
sino el concepto.
El campo de batalla ya no se concibe
solo como una coordinación de las
armas tradicionales o de las funcio-
nes de combate asociadas a ellas.
Hoy es difícil imaginar la maniobra
sin la integración plena de todas las
funciones de combate, así como
de nuevos dominios que van apare-
ciendo en el actual campo de batalla
cuya dimensión excede a su tradicio-
nal concepción tridimensional. Esta
integración forma parte de la esencia
de las fuerzas acorazadas desde sus
orígenes.
Las fuerzas acorazadas han sabi-
do adaptarse a los nuevos reque-
rimientos del combate en todos
los escenarios y no puede seguir
pensándose en ellas como algo
del pasado, asociado a los enfren-
tamientos masivos de la Segunda
Guerra Mundial o de la Guerra Fría,
pues hace tiempo que dieron un
salto hacia el futuro.
Tampoco el tamaño debe confun-
dirnos. Los medios acorazados y
mecanizados de hoy en día poco
tienen que ver con sus predecesores
en cuanto a complejidad, capacidad
de observación, potencia de fuego,
movilidad y autonomía. Como la
historia de los ejércitos demuestra,
el incremento de capacidades y de
potencia de fuego ha significado
siempre una reducción de la entidad
de las unidades.
En consecuencia, la idea de la
necesidad de un arma acorazada
no debería vincularse al concep-
to tradicional de las funciones de
combate o al posible tamaño del
arma. El elemento diferenciador es
más profundo y encuentra sus raíces
precisamente en las particulares
tácticas, técnicas y procedimientos
de las fuerzas acorazadas y en su vi-
sión del combate, algo que pudimos
observar en Bagdad, Al Faluya o en
los campos de Afganistán.
Esta visión particular se suma a las
características propias de las tripu-
laciones acorazadas y mecanizadas
de iniciativa, rapidez en la decisión y
preocupación por el mantenimiento,
unido a su vez a la necesidad de una
formación muy específica táctica y
técnica como consecuencia de la
complejidad de sus plataformas de
combate. Esta formación no es priva-
tiva de la tropa y de los suboficiales,
sino que debe alcanzar a los oficia-
les jefes de sección y compañía y a
escalones superiores.
Tal vez el tamaño de nuestro Ejército,
la flexibilidad de la gestión de perso-
nal o la propia dinámica del combate
moderno no aconsejen la creación de
un Arma Acorazada o especialidad
fundamental, aunque sí han creado
una denominada aviación del Ejér-
cito. Pero es incuestionable que las
fuerzas acorazadas y mecanizadas
responden a un carácter muy particu-
lar, factor que, junto con la cohesión,
tan necesaria siempre en las unida-
des, requiere un tratamiento especial.
En la actual División San Marcial exis-
ten cuatro regimientos acorazados.
Tal vez se debería recuperar la deno-
minación «mecanizado», de nuestros
antiguos regimientos mecanizados,
lamentablemente perdida en la última
reorganización del Ejército.
En cualquier caso, recogiendo el
pensamiento del general Gert Gude-
ra
10
, las fuerzas acorazadas y meca-
nizadas siguen teniendo un futuro y
los ejércitos aún las necesitan para
constituir su columna vertebral y así
atender las necesidades del campo
de batalla moderno y futuro.
NOTAS
1. JEME de los Estados Unidos
(1999-2003).
2. En adelante nos referiremos a
ellas en su conjunto como fuerzas
acorazadas.
3. En 1982 se estimaba que el Pacto
de Varsovia podía desplegar hasta
71.700 carros de combate y la
OTAN unos 30.711.
4. VBIED: Vehicle Borne IED.
5. Se incorpora el Tank Urban Survi-
val Kit- (TUSK).
6. Equivalente al LAV 25 estadouni-
dense.
7. HESH: High Explosive Squash
Head; HEAT-MP: High Explosive
Antitank Multipropuse; APFSDS:
Armour Piercing Fin-Stabilised
Discarding Sabot.
8. Munición pensada para el uso an-
tipersonal. Contiene más de 1.000
esferas de tungsteno.
9. Very High Readiness Joint Task
Force.
10. General inspector del Ejército
alemán (2001-2004).
BIBLIOGRAFÍA
--Baker, D.F.: Armor in Counterin-
surgency Operations. Fort Lea-
venworth.
--S. Cameron, R.: Armor in Battle.
U.S. Army Armor School. Fort
Benning.
--Tao-Hung, C.: The Battle of Fallu-
jah: Lessons Learned on Military
Operations on Urbanized Terrain
(MOUT) in the 21 Century.
--Erskine, A.: Tanks operations in
modern counter-insurgency warfa-
re. Revista Defender.
--McMaster, H.R.: Eagle Troop at the
Battle of 73 Easting. 2016.
--Vean, S.: Tanks in Counterinsur -
gency Operations. Modern Wars.
2014.■
Los blindajes
de los medios
acorazados
nuevamente
se mostraron
fundamentales
para proporcionar
protección
contra los RPG
e IED y, una vez
más, la potencia
y precisión de
sus fuegos
fue un factor
determinante

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  39
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Nº 922 • enero/febrero 2018  /  39

40 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Se trata de demostrar a trav?s de hechos, legislaci?n, normativa, conceptos y utilizan-
do como ejemplo el desarrollo dentro del propio Ej?rcito, que el ecologismo cuando es
bien entendido, es bien practicado, entonces, a partir de ese instante, las repercusio-
nes positivas en la propia naturaleza aumentan de forma exponencial.
José R. González Ortiz
Comandante. Transmisiones
LOS CAMPOS DE MANIOBRAS.
ENTORNOS NATURALES DE
EFICACIA ECOL?GICA
Quizás el título pueda parecer, cuan-
do menos, contradictorio; esa es mi
intención, demostrar la veracidad del
concepto a todos los que piensan
que los campos de maniobras son
zonas oscuras de exclusividad y don-
de manda Atila el huno.
Para ello voy a utilizar, por un lado,
la experiencia de convivir con la
maravilla ecológica y la riqueza
natural que existe en los campos de
maniobras y, por otro, los conoci-
mientos profesionales adquiridos a
través de la vorágine de la legislación
medioambiental, las difíciles relacio-
nes entre Administraciones públicas
y la exigencia de cumplimiento de
requisitos legales a los usuarios
de los mismos (unidades militares,
cuerpos y fuerzas de seguridad del
Estado, organismos, universidades,
empresas…).
Para entender bien la proposición del
ensayo es conveniente repasar las
definiciones que hace al respecto el
Diccionario de la lengua española de
la Real Academia Española, que se
encuentran al final de este artículo.
En el año 1997, cumpliendo lo orde-
nado por el ministro de Defensa (Di-
rectiva 107/97 sobre Protección del
Medio Ambiente), un grupo de milita-
res se adelantó a su tiempo y dio un
paso de gigante al definir la política
ambiental del propio ministerio bajo
el concepto de «desarrollo soste-
nible» y generar las normas para
cumplir con lo ordenado, al tiempo
que se establecía la obligación de
administrar este tipo de instalaciones
(campos de maniobras y centros de
adiestramiento CENAD) a través del
Sistema de Gestión Ambiental bajo
las premisas de lo contenido en la
norma UNE-EN-ISO 14001 (Siste-
mas de Gestión Ambiental. Requisi-
tos con orientación para su uso).
Lo anterior, además de constituir un
hito, marca un punto de inflexión en la
forma de actuar de las Fuerzas Arma-
das, ya que se empiezan a establecer
objetivos ambientales y plazos a con-
seguir debido a la respetuosa forma
de preservar el entorno natural, que
ya de por sí tenía la institución, como
se venía observando en los campos
de instrucción y acuartelamientos.
En el año 2001 se consigue en el
Ejército de Tierra, tras la correspon-
diente auditoría externa, la primera
certificación conforme a la norma

Logística /  41
ISO 14001. Dicho honor le corres-
ponde al CMT El Palancar, cerca de
Madrid. A partir de entonces, y con
mucho trabajo, se van alcanzando
nuevas certificaciones ambientales,
lo que convierte una senda difícil en
un camino fácil que seguir.
Dentro del ámbito castrense se
comienza a hablar en sentido
práctico y sin falsos complejos de
medioambiente, entornos, ecolo-
gía y ecologismo, y se vislumbra el
buen camino, el que nos separa de
aquellos precipicios a los que nos
llevan las interpretaciones realizadas
basándose en el desconocimiento o
el interés inconfesable.
A partir de entonces comienza a calar
como opinión dentro de la institu-
ción que el ecologismo consiste en
el conjunto de actitudes y acciones
del ser humano que permiten que la
naturaleza cumpla con su razón de
ser, que no es otra que la de dar vida
y sustento; un concepto que se ciñe a
los preceptuados por la RAE y la Ley
36/2015, lejos de aquellas opiniones
arbitrarias sobre el ecologismo que
tanto menoscabo del mismo han
producido.
Avanzando un poco más, intentaré
evidenciar que el concepto expuesto
en el título no es algo imaginario ni
grandilocuente, sino real y tangible.
Para ello emplearé dos ejemplos
con los que quedará demostrado
que, utilizando razonadamente todo
aquello que la propia naturaleza pone
a nuestra disposición para conseguir
nuestros fines, podemos llegar a
recibir de ella riquezas que de otra
forma se tornarían miserias. Se trata
de dos campos de maniobras bajo la
Administración militar y de cómo a
través de su gestión (eficaz y eficien-
te) han sido capaces de permitir que
la naturaleza nos regale su máximo
esplendor.
La primera evidencia de mi postulado
es la que nos ofrece, a 15 minutos
de la ciudad de Albacete, el CENAD
Chinchilla, donde nos viene a la mente
«el desierto» de Chinchilla; nada más
lejos de su propia realidad ecológi-
ca. Con aproximadamente 14.500
hectáreas, y desde finales de los 80,
se vienen desarrollando en su entorno
actividades militares de tiro con armas
de tiro tenso, granadas, lanzagrana-
das, explosivos, morteros y artillería,
así como movimiento de unidades (a
pie, vehículos rueda y vehículos de
cadenas) y, por ende, desembarcos
paracaidistas. El nivel medio de ocu-
pación anual del CENAD se encuentra
en torno a las 60.000 personas.
Todas estas actividades no han
impedido que, de forma simultánea,
se haya impulsado un desarrollo eco-
lógico digno de elogio como el que
se describe a continuación.
Ante tal extensión de secarral, la
flora y la fauna se enfrentan a la
carencia de agua, pues cuentan
con un solo manantial (gemelo del
Guadiana) y las escasas precipitacio-
nes que les bendigan. Pues bien, se
ha sabido rentabilizar ese manantial
para, al tiempo que se construía una
balsa contra incendios forestales,
diversificar su empleo en beneficio
de todas la especies faunísticas. Con
el mismo criterio se actuó en los dos
aljibes concebidos para luchar con-
tra el mayor demonio de la naturale-
za. Otras actuaciones han sido tres
repoblaciones forestales en distintas
épocas que el campo ha sabido
agradecer, ávido como estaba de dar
vida, con una supervivencia de los
plantones de alrededor del 90%.
Un indicador del fruto de la actitud
y el trabajo dedicado al medioam-
biente es la presencia hoy en día de
especies como el águila perdicera,
el cernícalo primilla y el común, la
cabra montés, el alcotán, la ganga, la
collalba rubia, la alondra de Dupont
y la común, el sisón, el mochuelo, el
Campo de tiro de El Palancar. Esta instalación militar consiguió la primera certificación conforme a la normativa vigente

42 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
jabalí, el zorro, la liebre, el conejo y
nuestra ibérica perdiz roja o patirroja.
A día de hoy, dada la generosidad
y preservación del entorno natural,
otras especies de interés se están
asentando en la zona, lo que dentro
de la terminología de los Sistemas
de Gestión Ambiental se denomina
«mejora continua» o, en palabras no
técnicas, el fruto de la observación,
la planificación y el trabajo bien
desarrollado.
Se trata de un entorno tan sano que
es el único en el que la Comunidad
Autónoma de Castilla-La Mancha, en
conjunción con el propio CENAD, ha
conseguido criar cernícalos primilla
(especie vulnerable) de forma grupal
y en régimen de libertad. Además del
beneficio que representa para todos
nosotros, supone un gran provecho
en particular para los agricultores de
la comarca, ya que con tal logro se
han mermado las plagas de langos-
ta que periódicamente asolan las
plantaciones.
La salubridad de las especies que
allí habitan viene demostrada en
los estudios que realiza Castilla-La
Mancha, en particular sobre la perdiz
patirroja, pues se trata de la única
zona donde no se encuentra cruzada
con otras especies foráneas.
Complementa esta riqueza
medioambiental la cultural mediante
la existencia de «cucos» en el interior
del CENAD, declarados bien de
interés cultural. Se trata de construc-
ciones realizadas por los pastores
con la finalidad de refugiarse de las
inclemencias climáticas durante las
largas temporadas que ocupaban la
zona.
La segunda evidencia la constituye el
campo de maniobras y tiro El Palan-
car, con una superficie aproximada
de 2.024 hectáreas. Se encuentra en
pleno centro del Parque Regional de
la Cuenca Alta del Manzanares, que
linda al norte con el Parque Nacional
de la Sierra de Guadarrama y está a
30 minutos de la encapotada ciudad
de Madrid. Las actividades que se
realizan en el mismo son ejercicios
con armas de tiro tenso (pistola, fusil
y ametralladora), granadas, lanza-
granadas y explosivos, así como
movimiento a pie de unidades. El
número de personas que visitan esta
zona del Parque Regional es de una
media anual de 26.000 personas,
todas con la labor de instrucción y
adiestramiento militar.
Otra instalación de tipo civil es el an-
tiguo vertedero de Hoyo de Manza-
nares, convertido hoy en un hermoso
pinar reforestado al que acompañan
las encinas que la misma naturaleza
ha decidido plantar.
Su fauna es de las más ricas y
variadas de toda la Comunidad de
Madrid y conforma varios ecosis-
temas según la zona del campo en
que nos encontremos. Cuenta entre
sus muchas especies con nueve en
peligro de extinción, cinco vulnera-
bles y una de interés especial. Sirva
de ejemplo ecológico que allí viven
y se reproducen especies como el
águila imperial, la real y la perdicera,
el buitre negro y el leonado, el cer-
nícalo primilla, el galápago europeo
y el leproso, la lagartija serrana, la
culebra de herradura, el murciélago
ratero, el orejudo común y el austría-
co, el murciélago de herradura y el
búho real. Otras especies no amena-
zadas son el ciervo, el jabalí, el zorro,
la jineta, la liebre, el conejo y la perdiz
roja de montaña, todas ellas en pleno
desarrollo de su ciclo vital.
A su riqueza natural y paisajística
le acompaña su riqueza cultural,
ya que alrededor del Collado de la
Torrecilla podemos admirar una
atalaya andalusí del siglo ix decla-
rada monumento histórico-artísti-
co (RD.2863/1983), así como una
necrópolis de origen visigodo.
Por si lo anterior no hubiera atraído
suficientemente la atención, debo
añadir que el Parque Regional de la
Cuenca Alta del Manzanares fue de-
clarado Reserva de la Biosfera por la
UNESCO el 9 de noviembre de 1992.
Se debe significar que todas estas
maravillas han convivido y persistido
desde la década de los 40 con las
actividades militares anteriormente
Unidades del regimiento Lusitania durante un ejercicio de tiro
Otras actuaciones
han sido tres
repoblaciones
forestales en
distintas épocas
que el campo ha
sabido agradecer,
ávido como estaba
de dar vida, con
una supervivencia
de los plantones
de alrededor del
90%

Logística /  43
descritas, lo que demuestra que ya
entonces se practicaban la defensa
de la naturaleza y la preservación
del medioambiente y de la riqueza
cultural.
Queda demostrada la generosidad
de la naturaleza cuando las perso-
nas acometemos ciertas acciones
fruto de una actitud llena de sentido
común.
Quiero hacer un último reconoci-
miento al exponer la lógica de que tal
eficacia medioambiental habría sido
imposible sin contar con la eficiencia
de aquellos militares que, en cum-
plimiento de las órdenes recibidas
sobre «Principios de actuación para
la protección del medio ambiente
en el ámbito del Ejército de Tierra»,
emitidas el 15 de marzo de 2000 por
el jefe de Estado Mayor del Ejérci-
to, JEME, han cumplido y cumplen
con su deber de forma solícita en
su actitud y austera en los medios
disponibles propugnando la defensa
de la naturaleza y la preservación del
medioambiente, y son plenamente
conscientes de las repercusión de
sus acciones. Se debe reconocer su
sentido de la entrega en cualquier
circunstancia, pero sobre todo cuan-
do, poniendo en riesgo sus propias
vidas, combaten a ese enemigo tan
despiadado y cruel que es el fuego
y buscan como única recompensa
la salvaguarda del medioambiente
natural que les acoge.
Aplicando aquel lema de los Reyes
Católicos de «Tanto monta, monta
tanto…», debemos realizar la re-
flexión de la posibilidad de entrelazar
la idea de campo de maniobras con
la de ecologismo. No es algo des-
cabellado sino, como ha quedado
demostrado, factible y necesario.
Finalizado el ensayo, es mi deseo
haber conseguido ilustrar la reali-
dad plausible (atendible, admisible,
recomendable) de los campos de
maniobras del Ejército español como
entornos de ecologismo eficaz y
eficiente que permiten, además,
lograr los objetivos de instrucción y
adiestramiento.
DEFINICIONES
--Ecología: ciencia que estudia los
seres vivos como habitantes de un
medio y las relaciones que mantie-
nen entre sí y con el propio medio.
--Ecologismo: movimiento so -
ciopolítico que propugna la
defensa de la naturaleza y la pre-
servación del medioambiente.
--Ecologista: partidario del ecolo -
gismo. Perteneciente o relativo al
ecologismo.
--Eficaz: que tiene eficacia (capa-
cidad de lograr el efecto que se
desea o se espera).
--Eficiente: que tiene eficiencia
(capacidad de disponer de alguien
o de algo para conseguir un efecto
determinado).
--Entorno: ambiente, lo que rodea.
Conjunto de características que
definen el lugar y la forma de eje-
cución de una aplicación.
--Evidencia: prueba determinante
de un proceso. Certeza clara y
manifiesta de la que no se puede
dudar.
--Indicador: que indica o sirve para
indicar (mostrar o significar algo
con indicios y señales).
--Medioambiente: conjunto de cir -
cunstancias exteriores a un ser vivo.
FUENTES
--Diccionario de la lengua española
de la Real Academia Española.
--Sistema de Gestión Ambiental del
CENAD Chinchilla con certificado
AENOR n.º GA-2004/0526, que
evidencia la conformidad con la
norma ISO-14001.
--Sistema de Gestión Ambiental del
CMT El Palancar con certificado
AENOR n.º GA-2001/0326, que
evidencia la conformidad con la
norma ISO-14001.
--Artículo 10 de la Ley 36/2015 de
Seguridad Nacional: «la preser-
vación del medioambiente es uno
de los ámbitos de especial inte-
rés para la seguridad nacional:
requieren una atención específica
por resultar básicos para preservar
los derechos y libertades, así como
el bienestar de los ciudadanos, y
para garantizar el suministro de los
servicios esenciales».■
La UME combatiendo el fuego, el peor enemigo de la Naturaleza
Queda
demostrada la
generosidad de
la naturaleza
cuando las
personas
acometemos
ciertas acciones
fruto de una
actitud llena de
sentido común

44 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Repaso hist?rico a uno de los acuartelamientos m?s importantes del Pa?s Vasco, cons-
truido en la d?cada de los a?os 20 del pasado siglo y sede actual del Regimiento de
Infanter?a Ligera Tercio Viejo de Sicilia n? 67, USAC Loyola, Subdelegaci?n de Defensa
y el CECOM.
Jorge Garris Mozota
Teniente coronel. Ingenieros
EL ACUARTELAMIENTO
LOYOLA DE SAN SEBASTIÁN:
HISTORIA DE SU UBICACI?N
ACTUAL
Durante los últimos años se han
venido esgrimiendo diferentes
argumentos sobre la titularidad del
acuartelamiento Loyola de San Se-
bastián. Hace unos meses, el citado
acuartelamiento ha vuelto a ser no-
ticia en los medios de comunicación
al ser reclamados nuevamente sus
terrenos por la Corporación Local de
la ciudad, que aducía que su ubica-
ción impedía el desarrollo urbanís-
tico donostiarra. Sirva este artículo
como una contribución para arrojar
luz sobre la trayectoria histórica y le-
gal de esta ubicación y la refutación
de argumentos espurios en favor del
traslado de las unidades ubicadas en
otra localización.
La década de los años 20 del siglo xx
fue, sin duda, una de las más con-
vulsas de la historia contemporánea
mundial, pues en tan solo diez años
se produjo una larga serie de acon-
tecimientos sociopolíticos que iban
a influenciar de forma irreversible el
devenir de los siguientes años 30 y
posteriores.
Atrás quedaban en España el de-
sastre colonial del 98 y sus efectos
psicológicos y de otro tipo sobre
la sociedad española, así como las
acciones hostiles por parte de tribus
indígenas de la región del Rif contra
mineros españoles que condujeron a
la reacción del Ejército español, a la
movilización de personal de tropa y
a los graves incidentes de la Semana
Trágica de Barcelona.
Tras acciones importantes como el
desembarco de Larache en 1911 y
la estabilización del territorio con el
Tratado de Fez se declaró una guerra
abierta que, tras el Desastre de An-
nual, en 1921, finalizó con el desem-
barco hispano-francés de Alhucemas
en 1925, el cual fue dirigido por el
general Miguel Primo de Rivera que,
dos años antes, el 13 de septiembre
de 1923, y a la sazón capitán general
de Cataluña, había tomado el poder
en España apoyado en última instan-
cia por el rey Alfonso XIII.
En el ámbito local, en la ciudad de
San Sebastián, durante el año 1917
habían ocurrido conflictos sociales
de envergadura. Cuando se produ-
jo el pronunciamiento del general
Primo de Rivera el rey Alfonso XIII se
encontraba en el palacio Miramar de
San Sebastián, donde recibió las pri-
meras noticias y desde donde partió
precipitadamente a Madrid a fin de
encargarle a aquel la formación de
un directorio militar. En los sucesivos
años de la década de los 20 la ciudad

Cultura /  45
gozaría de una adecuada calma
social, en la que incluso se llegó a
prohibir el juego.
En cuanto a la situación de unidades
militares, y a colación de lo anterior,
en los primeros años del siglo xx
el Regimiento de Infantería Sicilia
n.º 7, que a la sazón se encontraba
de guarnición en la ciudad, recibió
la Real Orden manuscrita de 16 de
agosto de 1913 mediante la que se
dispuso la organización del primer
batallón expedicionario con destino
a África.
Pero leamos a continuación las razo-
nes por las cuales se eligió la actual
ubicación para la construcción de los
nuevos cuarteles.
A LA BÚSQUEDA DE LOS
TERRENOS
En los años anteriores, en la ciudad
de San Sebastián existían unida-
des, tanto de infantería como de
ingenieros, ubicadas en el Con-
vento dominico de San Telmo, que
databa de mediados del siglo xvi y
que fue convertido en cuartel tras
la Desamortización de Mendizábal
de 1836. De igual modo, existían
unidades de artillería ubicadas en el
Convento de San Francisco, Es-
cuela Vascongada. Ambos lugares
estaban situados en el interior de la
misma ciudad y por ello se sentían
limitados en su actividad, de modo
que se fue considerando la necesi-
dad de buscar nuevos terrenos en
el extrarradio que solucionaran el
problema del acuartelamiento en la
misma ciudad. Se pensó entonces
en los de la margen derecha del río
Urumea, situados en el barrio de
Loyola y a pie del monte Ametza-
gaña, colindantes o, mejor dicho,
entremezclados sus lindes con los
barrios de Egia y Altza.
Panorámica del Acuartelamiento de Loyola
Formación de las unidades en el Patio de Armas

46 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
Sin duda, y ello es observable en la
actualidad, en la elección influyó el
hecho de que este río, que nace en
el puerto de Ezcurra, Navarra, y va a
desembocar al mar Cantábrico, entre
el monte Urgull y la playa de la Zurrio-
la, observa frecuentes crecidas en
el otoño y en los primeros meses de
invierno. El meandro formado actúa
como un verdadero obstáculo natural
frente a la zona de los cuarteles. Fue
entonces cuando una persona física y
otra jurídica surgieron como posibles
vendedores de terrenos al entonces
Ministerio de la Guerra.
Aunque la descripción que sigue pue-
de resultar excesivamente técnica, se
considera interesante describir con
cierta minuciosidad las característi-
cas de las escrituras notariales por su
aportación a la finalidad del artículo.
Según consta en la copia de la
escritura de compra-venta para
construcción de cuarteles otorgada
por don Luis Olasagasti Medina, el
cual actuaba en representación de
varios propietarios a favor del Estado
en su sección del Ramo de la Guerra,
fechada en San Sebastián, a 14 de
octubre de 1920, una propietaria,
doña Javiera Roncal y Barricarte,
poseía una finca de nombre «Ur-
dinzu» que se situaba en el valle de
Loyola, jurisdicción de la ciudad de
San Sebastián
1
.
Dicha hacienda constaba de una
superficie total de 1.270 áreas y
50 centiáreas, y limitaba al sur con
una parcela de terreno propiedad
de la Sociedad Civil de Recreo Club
Cantábrico, de la misma ciudad.
La finca en cuestión la adquirió por
herencia dicha propietaria al quedar
viuda de su marido, don Rafael Heriz
Cornejo, y fue inscrita posteriormen-
te en el Registro de la Propiedad del
Ayuntamiento de San Sebastián. Se
encontraba libre de cargas y gra-
vámenes, ya que la hipoteca que le
afectaba fue cancelada por su viuda
y sus tres hijos.
A partir de ello se produjo la ofer-
ta de la señora Roncal en favor del
Ramo de la Guerra y, «en virtud de
S.M. el rey Alfonso XIII, junto a la reina madre, durante la inauguración de los cuarteles
El rey Alfonso XIII sobre el puente Urdinzu
A la Comandancia
de Ingenieros de
San Sebastián se
le encomendó la
tarea de deslinde
y mediciones
de los terrenos
anteriormente
indicados y se
fijó el precio de
venta a razón de 5
pesetas por metro
cuadrado

Cultura /  47
la oferta hecha al mismo y aceptada
mediante Real Orden de 10 de junio,
inserta en el Boletín Oficial del Mi-
nisterio de la Guerra de 12 del mismo
mes»
2
.
Tras ello, a la Comandancia de
Ingenieros de San Sebastián se le
encomendó la tarea de deslinde y
mediciones de los terrenos anterior-
mente indicados y se fijó el precio de
venta a razón de 5 pesetas por metro
cuadrado.
Por otro lado, el Club Cantábri-
co, en función de los artículos 36
y 42 de sus estatutos, donde se
describen las competencias de la
Junta Directiva y Juntas Ordinaria
y Extraordinaria, aprobó la también
representación de don Luis Olasa-
gasti Medina para las operaciones
de deslinde de los terrenos que este
club poseía en el barrio de Loyola
con la Comandancia de Ingenieros, y
que fueron ofertados de igual modo
al Ramo de la Guerra «para el acuar-
telamiento de fuerzas de esta capital,
oferta aceptada por real orden inser-
ta en la Gaceta de Madrid del 12 de
junio actual»
3
.
Como se estableció en el pertinen-
te concurso celebrado y aprobado
por Real Orden del Ministerio de la
Guerra a 10 de junio, se vendían los
mismos a razón de 5 pesetas por
metro cuadrado, lo cual daba una
suma de «seiscientas un mil cuatro-
cientas treinta y siete pesetas con
cincuenta céntimos» para la Sra.
Roncal y de «doscientas noventa mil
setecientas noventa pesetas» para el
Club Cantábrico.
El rey Alfonso XIII, de acuerdo con lo
informado por la Comisión Perma-
nente del Consejo de Estado, aprobó
dicho concurso y dispuso la adquisi-
ción de todos esos terrenos situados
en la margen derecha del río Urumea
y otros de la margen izquierda con
los edificios que existían en ellos, a
razón del precio por metro cuadrado
antes citado. Se cerraba la real orden
con la firma de la misma en Madrid, a
10 de junio de 1920.
Con todo lo anteriormente descrito
se había conseguido el primer paso,
la adquisición de los terrenos que
iban a facilitar la nueva ubicación de
las unidades militares en la plaza de
San Sebastián, y en una zona que
le ofrecía cierta capacidad defen-
siva, por un lado, y mayor libertad
de movimientos hacia las salidas de
la ciudad por otro. Solo restaba la
siguiente fase: la construcción de los
edificios e instalaciones.
LA CONSTRUCCIÓN DE LOS
CUARTELES
En el transcurso de los 16 días
posteriores a la fecha de adquisición
citada anteriormente, el 10 de junio
de 1920, se fue madurando la idea
de elaborar el proyecto de edifica-
ción, el cual fue finalmente ordenado
el día 26 del mismo mes. El coman-
dante de intendencia don Martín
Urosa Santos, a la sazón jefe de
propiedades del Ramo del Ejército en
San Sebastián, certificó la posesión
por parte del Ministerio de la Guerra
de aquellos terrenos mediante la
escritura de compra-venta que se
otorgó el 14 de octubre de 1920 al
cuartel Princesa. El certificado se fir-
mó con fecha de inscripción de 10 de
noviembre de 1920.
4
Así las cosas, dentro del Plan de
Construcción de Cuarteles que trazó
en aquellos años el Ministerio de la
Guerra surgieron los de ventas de
Irún y los de Loyola que estamos tra-
tando. Se elaboraron los proyectos
para el edificio de zapadores mina-
dores a cargo del coronel de ingenie-
ros Martín Acha, donde intervinieron
también el comandante ingeniero
militar Luis Barrio y el capitán Sán-
chez Ruiz. Al teniente coronel Díaz
y al capitán Manuel de las Rivas les
correspondieron los edificios para
infantería.
Durante el mes de febrero de 1922
se iniciaron las obras de los cuarte-
les y se optó por la externalización
La reina madre en el acto de inauguración de los cuarteles
El
Acuartelamiento
Loyola, los
cuarteles de
Loyola, fueron
comprados a
principios del
siglo XX por
el Ramo de
la Guerra del
Estado español,
tras un concurso
público, a
una viuda
propietaria y una
sociedad civil de
recreo, ambos
donostiarras

48 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
en la empresa de Ormaechea y
Compañía, a la cual se le dio el plazo
de cuatro años para su completa
construcción.
En esos trabajos de urbanización se
incluyó la construcción del «puente
de los cuarteles», actualmente llama-
do «de Alfonso XIII». Este puente
sustituyó a uno de madera, el «puen-
te de Undinzuko», que daba acceso
a través del camino entre cuarteles
al caserío Urdinzu, posteriormente
destruido para construir el Erizen
Palaziyua y más tarde la «Casa del
coronel». Dicha casa contaba ade-
más con servidumbre, una pequeña
granja y huerto.
A los dos cuarteles construidos se
les nombró como Princesa Mercedes
e Infanta María Teresa, en memoria,
según Real Orden de 26 de febrero
de 1921, de las dos hermanas del rey
Alfonso XIII, ya fallecidas en aquella
fecha.
A la ceremonia de inauguración
asistieron, entre otras autoridades,
el duque de Tetuán y el alcalde
de la ciudad, don José Elósegui
y Martínez de Aparicio, entre las
principales autoridades. Los actos y
cuarteles fueron bendecidos por el
obispo de Vitoria, Zacarías Martí-
nez, vestido de capa fluvial, báculo
y mitra. En la parada militar parti-
ciparon el Regimiento de Zapado-
res Minadores, una compañía del
Regimiento de Infantería Sicilia y
una batería de artillería. Durante la
misma se impuso a la bandera del
Regimiento la Gran Cruz de Bene-
ficiencia por «méritos obtenidos en
la campaña de África».
5
CONCLUSIONES
El Acuartelamiento Loyola, los cuar-
teles de Loyola, fueron comprados
a principios del siglo xx por el Ramo
de la Guerra del Estado español, tras
un concurso público, a una viuda
propietaria y una sociedad civil de
recreo, ambos donostiarras. Supu-
sieron una solución en su tiempo
para el acuartelamiento de las dis-
tintas unidades que se encontraban
desplegadas dentro de la ciudad,
en la plaza de San Sebastián, y sin
duda influyeron a favor del desarrollo
urbanístico y económico de la zona.
Tuvieron un protagonismo destacado
en la Guerra Civil (1936-39) cuando
allí estaban ubicados el 3.º Regi-
miento de Artillería Pesada y el 6.º
Batallón de Zapadores.
Diferentes unidades lo han ocupado
desde entonces hasta la actualidad,
que acoge al Regimiento de Infan-
tería Ligero Tercio Viejo de Sicilia
n.º 67, denominado anteriormente
«Regimiento de Cazadores de Mon-
taña», además de la USAC Loyola,
la Subdelegación de Defensa y el
CECOM.
Estas unidades son la presencia
actual del Ejército en Guipúzcoa,
con la particularidad de que, debi-
do a la naturaleza de los terrenos
donde se ubican, los cimientos de
los cuarteles se van asentando más
día a día.
NOTAS
1. Vid. Copia de la escritura de com-
pra-venta para construcción de
cuarteles, n.º 1205; San Sebas-
tián, 14 de octubre de 1920.
2. Ídem. Estipulaciones.
3. Ibíd. Tercer documento.
4. Presentado en el Registro de la
Propiedad de San Sebastián,
16 de diciembre de 1930; asien-
to n.º 1.909, folio 273, tomo 13,
Diario n.º 155, 13089.
5. Sada, J.: Los puentes de San
Sebastián. Michelena, 2003, pág.
117.■
Lectura de la Real Orden durante el acto de inauguración

La guerra
olvidada
(2? parte)
Ifni

50 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Vicente Bataller Alventosa.
General de brigada. Infanter?a.
DEM. (2? Reserva)
PARACAIDISTAS,
LEGIONARIOS Y
TIRADORES DE IFNI.
EL INICIO DEL CONFLICTO
Si lanzarse al vacío por la puerta
de un avión une a mandos y tropa
(pues el riesgo del salto no distingue
divisas), el hacerlo con un enemigo
esperándoles en tierra y con posi-
bilidad de ser un blanco fácil de sus
disparos incrementa aún más la
confianza y unión entre los distintos
empleos. El bautismo de fuego y los
saltos de guerra en Ifni marcaron un
estilo y espíritu de los paracaidistas
del Ejército de Tierra que aún perdu-
ra, 60 años después.
Por orden reservada de octubre
de 1953 se creó la I Bandera Paracai-
dista y se designó como comandante
jefe a Tomás Pallás Sierra, en ese
momento al mando de la V Bandera
de la Legión. Sus primeros cuadros
de mando y tropa realizaron su pri-
mer salto como alumnos del primer
curso paracaidista el 23 de febrero
de 1954, fecha en la que los para-
caidistas celebran su aniversario. La
I Bandera recibió la denominación de
Relato de
los primeros
momentos del
conflicto con
la llegada de
los primeros
refuerzos y el
bautismo de fuego
de las unidades
paracaidistas del
Ejército español
Al igual que ocurrió con la
Legión, que al poco de crearse
en 1920 entró en combate en
la guerra del Rif, las banderas
paracaidistas recibieron su
bautismo de fuego en Ifni poco
después de su organización. La
experiencia adquirida en este
conflicto por sus cuadros de
mando estuvo siempre presente
en la instrucción y adiestra-
miento de sus unidades. Pero
los paracaidistas, además de
entrar en combate y derramar
su sangre, en Ifni llevaron a
cabo los dos primeros (y únicos
hasta ahora) «saltos de guerra».

Documento /  51
«Roger de Flor» y sus componentes
la de «Caballeros Legionarios Para-
caidistas» (CLP). Un año más tarde,
en mayo de 1956, la bandera se tras-
ladó a Fuerteventura y desde allí la
1.ª compañía se desplazó al Sáhara,
primero a Villacisneros, luego a Tan
Tan y finalmente a Villa Bens. En julio,
la Roger de Flor se desplegó urgen-
temente en Sidi Ifni y se alojó en un
viejo cuartel a los pies del monte Bu
Laalam, junto al aeródromo.
El motivo de enviar a Ifni la I Bandera
Paracaidista se debía a un progre-
sivo empeoramiento de la situación
en este territorio, ya que tres meses
antes, el 7 de abril de 1956, España
concedió la independencia a Ma-
rruecos y se iniciaron una serie de in-
cidentes y sabotajes en los territorios
del África Occidental Española (AOE)
bajo los auspicios del partido Istiqlal
y su brazo armado, el Yeicht Taharir,
o Ejército de Liberación (EL). Este,
una vez finalizada su lucha contra los
franceses en su protectorado marro-
quí, incitaba ahora a la deserción de
los soldados y policías indígenas que
servían en las unidades españolas y
a la rebelión general en los territorios
que aún administraba España: Ifni,
Tarfaya y Sáhara español, todos ellos
bajo el mando del general Ramón
Pardo de Santayana, gobernador
del AOE. Para reforzar la escasísima
guarnición militar de estos dos últi-
mos, la recién creada XIII Bandera de
la Legión se incorporó al Sáhara en
julio de 1956, al mismo tiempo que la
I de Paracaidistas lo hacía en Ifni.
Seis meses después, a finales de
enero de 1957, la Roger de Flor fue
relevada por la II Bandera Roger de
Lauria (menos la 8.ª compañía, que
se quedó en Alcalá por adaptación
orgánica). Cabe señalar que cuan-
do el teniente coronel Pallás Sierra
desembarcó en Sidi Ifni al mando de
la II Bandera no era la primera vez
que pisaba el AOE, pues de teniente
y capitán había estado destinado
en el III tabor (Bón) de Tiradores de
Ifni. No se imaginaba que, pocos
meses después, sus paracaidistas
iban a luchar, codo con codo, con
los legionarios del 2.º tercio y, más
aún, que los principales combates
iban a desarrollarse para liberar a
las tres compañías de fusiles de su
III tabor de Tiradores de Ifni, entre
ellas la 11.ª, que había mandado de
capitán, tras ser cercadas por los
rebeldes.
Desde que se incorporó la II Bandera
a Ifni los incidentes armados y sabo-
tajes de las bandas rebeldes fueron
en aumento. Mientras, los paracai-
distas incrementaban su grado de
adiestramiento, el conocimiento del
terreno y la adaptación a saltos pa-
racaidistas con equipo completo de
combate. Fue precisamente en uno
de ellos, el 8 de mayo de 1957, cuan-
do un avión Junquer JU-52, que aca-
baba de despegar del aeródromo de

52 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
Sidi Ifni para efectuar un lanzamien-
to, se desplomó sobre tierra cuando
apenas había comenzado a remontar
el vuelo y acto seguido se incendió.
Murieron los cuatro miembros de la
tripulación del Junker, el comandan-
te Escuín, de tiradores, siete paracai-
distas de la 9.ª compañía y el jefe de
la misma, el teniente José Cañadas.
Uno de los miembros de la patrulla,
el cabo primero Ángel Canales, he-
rido en el accidente, a pesar de que
se estaban produciendo explosiones
en el avión, entró varias veces en el
aparato incendiado, con alto riesgo
de su vida, para rescatar a sus com-
pañeros, y sufrió graves quemadu-
ras. Por esta acción fue condecorado
con la Medalla Militar Individual, la
primera que recibía un miembro de
las fuerzas paracaidistas españolas
desde su creación.
A finales del mes siguiente, el 21 de
junio, y ante la petición de refuerzos
del gobernador Pardo de Santaya-
na, la 3.ª compañía de la IV Bandera
de la Legión, recién incorporada
al desierto, se desplazó desde el
Sáhara a Ifni. De esa forma se suplía
la falta de la 8.ª compañía paracai-
dista. El 30 de julio los incidentes
que estaban ocurriendo en el Sáhara
obligaron a que la 3.ª compañía
de la Legión fuera sustituida por
la 13.ª mia (compañía) del III tabor
de Tiradores de Ifni, precisamente
procedente del desierto. En agosto
lo harían también la 11.ª y 12.ª mias
del tabor de Tiradores de Ifni que,
tras 17 años de guarnición en Tarfaya
y en otros destacamentos en el Sá-
hara, regresaban a Ifni.
El Grupo de Tiradores de Ifni n.º 1
(de entidad regimiento), mandado
por el coronel Guillermo Rodríguez,
contaba con cuatro tabores, si bien a
raíz del inicio de incidentes, sabo-
tajes y deserciones se licenció a la
mayoría de los soldados indígenas,
que fueron sustituidos por solda-
dos españoles de reemplazo, y se
concentró a los nativos, desarmados,
en el I tabor, que pasó a denominar-
se «Tabor Musulmán» y efectuaba
misiones de apoyo. Por otro lado,
el III tabor sahariano estuvo desta-
cado en el desierto hasta el verano
de 1957, por lo que hasta esa fecha,
a efectos operativos, solo se podía
contar, junto a los paracaidistas, con
el II y el IV tabor de Tiradores.
Precisamente el 16 de agosto
de 1957, a su regreso de Id Aisa, el
Subgrupo Táctico B de paracaidistas
sufrió un fuerte tiroteo a la altura de
Tiguisit Igurramen. La reacción de
las secciones de los tenientes García
Andrés y Ortiz de Zárate, con el apo-
yo de la de ametralladoras del tenien-
te López Duplá, propició una acción
envolvente, realizada por la sección
del teniente Soto del Río, que causó
al enemigo cuatro muertos y un
herido. En esta misión, que se puede
considerar como el bautismo de
fuego de los paracaidistas, la unidad
sufrió su primer herido en combate,
Vicente Vila Pla. A su vez, el Subgru-
Llegada de los paracaidistas. Su actuación, junto con legionarios, tiradores de Ifni,
soldados de reemplazo y algunos policías indígenas leales fue determinante los primeros días del conflicto

Documento /  53
po Táctico A, mandado por el capitán
Polavieja, actuó ese mismo mes y el
siguiente en la zona sur, por Tiliuín y
Asaka, sin sufrir ninguna baja.
No fue hasta el amanecer del 23 de
noviembre cuando las acciones
bélicas se fueron extendiendo. En el
Yeicht Taharir se pasó de sabotajes,
asesinatos y pequeñas acciones
aisladas a un ataque general, coordi-
nado y simultáneo tanto a la capital,
Sidi Ifni, donde fracasó gracias a una
alerta de un miembro de la inteligen-
cia militar, como a todos los des-
tacamentos y cuarteles del interior
defendidos por las 11.ª, 12.ª y 13.ª
compañías del III tabor de Tiradores
de Ifni y por las 2.ª y 3.ª compañías
del Grupo de Policía Indígena I, bajo
el mando del comandante Francisco
Mena. En la operación quedaron
cercadas nueve posiciones: Tiliuín,
Tiugsa (Tagragra), Tenín de Amel-lu,
Telata, El Arbaa de el Mesti, Tabelcut,
Hameiduch, Bifurna y Tamucha, y en
manos de las bandas rebeldes ca-
yeron por rendición o deserción los
tres pequeños puestos de la Policía
Indígena en Sidi Uarsik, Sidi Borya y
Uggug.
Esa misma noche del día 22 de no -
viembre, la 7.ª compañía de paracai-
distas fue designada para reforzar
los puestos de la Policía Indígena
en Ifni, mientras que el resto de la II
Bandera quedaba de reserva en su
acuartelamiento. Aprovechando la
oscuridad, un grupo de rebeldes ar-
mados intentó penetrar en la ciudad
utilizando el cauce seco del uad (río)
Sidi, en la zona denominada «Las
Palmeras», donde los paracaidistas
tenían un puesto de guardia con fusil
ametrallador. Al ser descubiertos se
inició una serie de disparos en la que
fue herido leve un cabo paracaidista.
Acudió el teniente Calvo Goñi con
un grupo de paracaidistas y policías
indígenas y se estableció un peque-
ño combate en el que el paracaidista
José Torres Martínez resultó muerto
(fue el primer caído en combate de la
unidad) y otro paracaidista fue herido
de gravedad. Los rebeldes fueron
rechazados y también otros grupos
rebeldes que atacaron los accesos al
aeródromo.
El 22 de noviembre de 1957 la guerra
de Ifni había empezado. La radio de
Allal el Fassi, líder del Istiqlal, llama-
ba insistentemente a los habitantes
de la zona a combatir, incitando a
una sublevación general. Desde
Madrid no se quería una liberación
de los puestos sitiados en el interior
a costa de desguarnecer la capital,
Sidi Ifni, pues aún permanecía en
la memoria lo ocurrido en Melilla
durante el Desastre de Annual, en
1921. Por tanto, a falta de fuerzas
suficientes, había que esperar la
incorporación de refuerzos proce-
dentes de la Península y Canarias.
Mientras tanto, desde el interior del
territorio llegaban las noticias de la
caída de cuatro puestos menores
con poca guarnición o situados en
lugares poco defendibles, como los
de Tabelcut, Hameiduch, Bifurna y
Tamucha, donde se supo que algu-
nos de sus defensores habían caído
Primeras bajas de la Brigada Paracaidista

54 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
prisioneros y quedaban solo cinco
puestos ocupados.
Ante el ataque generalizado del
23 de noviembre se ordenó a la
I Bandera Paracaidista que regre -
sara de nuevo a Ifni y con ella se
incorporó la 8.ª compañía de la II
Bandera, que había llegado, así
como el teniente coronel Crespo,
jefe de la agrupación, con su plana
mayor. Por su parte, a la VI Bandera
de la Legión, recién incorporada a
El Aaiún, se le ordenó su traslado
inmediato a Sidi Ifni por vía aérea y
se alojó en el cuartel de tiradores. El
resto de fuerzas expedicionarias de
refuerzo (una compañía de infan-
tería de marina, cuatro batallones
de los regimientos de infantería
Fuerteventura, Soria 9, Pavía 19 y
Cádiz 41, dos compañías de inge-
nieros, otras dos de infantería de
los regimientos Uad-Ras y Belchite,
entre otras fuerzas) empezaron a
ser trasladadas con urgencia a Ifni
mediante un puente aéreo continuo.
El 30 de noviembre, en apenas siete
días, ya habían sido aerotransporta-
dos a Ifni un total de 1.667 hombres
con equipo, armamento y 86.160
kilogramos de víveres, municiones y
material de transmisiones.
La primera unidad en enfrentarse a
una emboscada y quedar cercada
fue la 3.ª sección de la 7.ª compañía
de paracaidistas, mandada por el
teniente Ortiz de Zárate; luego quedó
cercada la 6.ª compañía en Alat Ida
Usugún y, por último, la 8.ª compañía
tuvo que empeñarse a fondo ante
una emboscada mientras protegía
la retaguardia de la columna que
evacuaba Tenín. La presión de los
rebeldes era continua y en todo el
territorio de Ifni.
El general Mariano Gómez de Za-
malloa, nuevo gobernador del África
Occidental española en sustitución
de Pardo de Santayana, realizó dos
excepciones a la orden recibida
desde Madrid el 30 noviembre de
esperar la llegada de los refuerzos
para actuar en el interior: la primera
fue enviar por tierra el mismo día 23
una sección reforzada en socorro
a la posición de Telata y la segunda
lanzar desde un avión el día 29 una
compañía de paracaidistas para
reforzar la posición de Tiliuín, ambas
de gran importancia.
El mismo día 23, del ataque gene-
ral de los rebeldes, se cursó orden
a la II Bandera de Paracaidistas de
«liberar el puesto de Telata y pro-
porcionarle el apoyo sanitario que
precisa. La misión la efectuará una
sección reforzada». Se designó a la
7.ª compañía que, a su vez, enco-
mendó la misión a la 3.ª sección,
El teniente Ortiz de Zárate, muerto heroicamente
cuando acudía en socorro del puesto de Telata
«Ortiz de Zárate le dijo a su capitán,
Sánchez
Duque, con un
gesto tranquilo
y sereno:
“Llegaremos
mi capitán,
entraré en
Telata o en el
cielo”»

Documento /  55
compuesta por 37 caballeros legio-
narios paracaidistas y mandada por
el teniente Ortiz de Zárate, que contó
con una escuadra de morteros de 50
mm, otra de ametralladoras de la
10.ª compañía y enlace radio con dos
operadores de la 9.ª compañía. Del
Grupo de Tiradores se les agregó un
equipo médico con el capitán mé-
dico Freixas, el brigada practicante
Manrique y una ambulancia con con-
ductor. En total 56 hombres. Antes
de partir, el teniente Ortiz de Zárate
le dijo a su capitán, Sánchez Duque,
con un gesto tranquilo y sereno:
«Llegaremos mi capitán, entraré en
Telata o en el cielo».
Tras avanzar el día 23 unos 25 ki-
lómetros, la unidad se detuvo para
pernoctar. Al amanecer del día 24 se
reanudó la marcha. En un alto en el
movimiento se les acercó un policía
indígena que les transmitió un men-
saje de parte del teniente Cuevas,
jefe de la Policía Indígena de Telata.
El mensaje indicaba que uno de sus
confidentes le había informado sobre
el lugar exacto de una emboscada
que los rebeldes tenían prepara-
da contra los paracaidistas en un
collado próximo al yebel Agri. Ortiz
de Zárate, sospechando que aquella
información podía tratarse de una
trampa, decidió continuar la marcha
como lo tenía previsto pues, ante
todo, tenía una misión que cumplir lo
antes posible.
A las 10:45 horas, al llegar a la altura
del vértice Timgrat del yebel Agri, tal
y como le habían advertido, la sec-
ción fue atacada con fuego de armas
automáticas y fusiles desde tres
puntos distintos: las cotas 628 y 624
y un aduar próximo. El teniente or-
denó ocupar a la Fuerza la loma más
inmediata, la 624, y desde allí repeler
la agresión. En el ataque a la 624
murió el cabo primero José Civera
junto con dos paracaidistas. Otros
tres sufrieron heridas. El mortero
de 50 mm entró en acción, pero tras
disparar ocho granadas se le rompió
el mecanismo de disparo y la sección
quedó sin apoyo de fuego.
Cuando la situación empezaba a
ser crítica aparecieron tres aviones
Heinkel-111 que, en vuelo rasante,
ametrallaron las zonas desde donde
hacían fuego los rebeldes, que se
alejaron, lo que se aprovechó para
El bautismo de
fuego y los saltos
de guerra en Ifni
marcaron un estilo
y espíritu de los
paracaidistas del
Ejército de Tierra
que aún perdura,
60 años despuésLa 8ª compañía paracaidista, al mando del capitán Páez, acude en socorro de T´Zenin

56 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
formar dos perímetros defensivos,
uno para las horas diurnas y otro,
más cercano, para la noche. Desde
allí se divisaba a lo lejos el destaca-
mento cercado de los tiradores de
Telata y, a menos de 1.000 metros
del anterior, se encontraba el cuartel
de la Policía Indígena, también
sitiado. A pesar de varios intentos no
se pudo enlazar por radio ni con Sidi
Ifni ni con Telata. Los paracaidistas
estaban solos, sin enlace y totalmen-
te rodeados por los rebeldes, que les
disparaban desde orígenes difíciles
de identificar y, por tanto, de repeler.
La situación era desesperante y el
teniente se movía por los puestos de
tirador, de día y de noche, con alto
riesgo de su vida para dar ánimo
a sus hombres. En la madrugada
del 26 la posición sufrió un fuerte
asalto que, aunque fue rechazado
con dificultades, causó la muerte
del teniente Ortiz de Zárate y la de
Vicente Vila, que había sido el primer
herido en el bautismo de fuego de
los paracaidistas. El único sargento
de la sección, Moncada Pujol, tomó
el mando, y contó con tres cabos
primeros supervivientes, Jiménez
Calderón, González García y Oliva
Hernández, cuya actuación entre los
soldados fue decisiva para mantener
su moral.
A medida que transcurrían los días
el sufrimiento se agravaba aún más
al no disponer de agua y debido a la
escasez de comida que no cubrían
los intentos del difícil abastecimiento
aéreo. Las hojas de las chumberas se
convirtieron en el único recurso para
aliviar un poco la sed. Los tiroteos
y asaltos no cesaban y los heridos
iban aumentando día a día. Algunos,
ante la desesperación por la falta
de agua, empezaron a beber sus
propios orines. Pero aún peor que
la sed era ver sufrir a los heridos, oír
sus gemidos de angustia y no poder
ayudarles. Ellos veían la muerte cer-
ca y la pedían o deseaban como una
liberación. Así fueron transcurriendo
los días hasta la madrugada del 2 de
diciembre, en la que fue rechazado
un nuevo asalto masivo. Ese mismo
día, hacia las 14:00 horas, los sitia-
dos oyeron hablar en lengua nativa.
En silencio, los paracaidistas calaron
bayonetas decididos a enfrentarse
cuerpo a cuerpo al asalto definitivo.
Cuál sería la sorpresa cuando, poco
más tarde, aparecieron los hombres
del IV tabor del Grupo de Tiradores
de Ifni que venían a rescatarlos.
Recién iniciado el conflicto se realizó
el primer salto de guerra en Tiliuín y,
posteriormente, en la operación Pe-
gaso, en Erkunt, se realizó el segun-
do lanzamiento de guerra y último
hasta ahora.
Dada la proximidad del cuartel de
la policía de Tiliuín a la frontera con
Marruecos y a Goulimin, sede del
cuartel general del Ejército de Libe-
ración, los rebeldes que atacaban
eran numerosos y se relevaban conti-
nuamente. A pesar del extenso perí-
metro de este cuartel, su guarnición
se reducía a una sección de la Policía
Indígena, a las órdenes del teniente
Pradillo, reforzada con otra de tirado-
res mandada por el teniente Alvar y
algunos civiles. Se habían producido
varias bajas y siete heridos necesi-
taban asistencia médica. Por el este,
paralela al muro del cuartel, discurría
la pista de aterrizaje de un pequeño
aeródromo.
Para socorrer al destacamento se
planeó la operación Pañuelo, que
básicamente consistía en el lanza-
miento de una compañía de paracai-
distas que tomaría contacto con los
defensores del fuerte, reforzaría sus
defensas y, a ser posible, prepararía
el terreno para el aterrizaje de los
aviones. En caso contrario se espe-
raría a las columnas que por tierra
iban a socorrerles y se evacuaría y
destruiría el cuartel. El nombre de
«operación Pañuelo» le fue adjudica-
do por el pequeño espacio de terreno
en el que debía efectuarse el salto. El
aeródromo no pudo ser utilizado por
encontrarse bajo fuego enemigo.
A las 2 de la madrugada del día 29,
la 7.ª compañía de la II Bandera,
mandada por el capitán Sánchez
Duque, recibió la orden de alerta.
Solo se prepararon las secciones
de los tenientes Calvo Goñi y García
Andrés, puesto que la tercera era la
de Ortiz de Zárate, que estaba cer-
cada en Telata. Como segundo jefe
de compañía iba el teniente Soto del
Río. Sus efectivos fueron reforzados
con un equipo sanitario y una escua-
dra reducida de morteros de 81 mm.
En total, la Fuerza estaba compuesta
por 75 hombres distribuidos en cin-
co patrullas de a 15, una por avión.
A las 10:16 horas los Heinkel-111
empezaron a despegar. Al llegar a Ti-
liuín bombardearon sus alrededores
durante 30 minutos. A continuación,
con las armas que llevaban a bordo,
ametrallaron las zonas sospecho-
sas donde pudieran estar ocultos
los rebeldes. Mientras tanto, a las
11:05 horas se ponían en vuelo los
Junkers 52 con los 75 paracaidistas a
La actuación de
unidades recién
creadas en el
Ejército y de gran
impacto, como
los paracaidistas,
nunca ha
oscurecido la
magnífica actuación
de los soldados
de reemplazo, de
los tiradores y de
los policías que
tan brillantemente
actuaron
En silencio, los paracaidistas calaron bayonetas decididos a enfrentarse cuerpo a cuerpo al asalto definitivo

Documento /  57
bordo. Veinticinco minutos después
se lanzaron botes de humo sobre
Tiliuín para comprobar la dirección
e intensidad del viento. Los Heinkel
seguían ametrallando en cadena
con gran efectividad. En la segunda
pasada de los Junkers, sobre las
11:30 horas, saltaron los paracaidis-
tas a una altura de 200 metros. Todas
las patrullas cayeron en los lugares
previstos, cerca del cuartel, excepto
la del capitán, que tomó tierra a unos
2 kilómetros del puesto. Este error,
lejos de perjudicar la misión provocó
el efecto contrario, pues los rebeldes,
desconcertados y temiendo un envol-
vimiento, abandonaron el cerco.
El capitán Sánchez Duque se hizo
cargo del mando de toda la guar-
nición de Tiliuín, es decir, de una
sección de policía indígena, otra de
tiradores y las dos de paracaidistas,
y reorganizó la defensa de la posi-
ción. Se reconocieron los alrededo-
res para comprobar si era posible la
toma de los aviones en alguna zona
y así efectuar una evacuación de los
heridos y enfermos por vía aérea,
pero el capitán Sánchez Duque no
creyó oportuna la evacuación aérea,
pues se encontrarían a merced
de las armas automáticas y de los
morteros rebeldes. En su lugar
solicitó un nuevo lanzamiento aéreo
de material médico y medicinas y
así se hizo. A las 21:00 horas de la
noche del día 29 fueron ocupadas
las posiciones dominantes sobre
Tiliuín y poco más tarde entraban en
la posición los legionarios que mar-
chaban en vanguardia de la columna
de refuerzos.
El día 30 de noviembre, una vez fina-
lizada la incorporación de unidades
expedicionarias, el general Zamalloa
decidió acometer de inmediato la
liberación de los puestos sitiados
usando como elementos de manio-
bra los Tabores II y IV de tiradores,
las Banderas I y II de paracaidistas y
la VI Bandera de la Legión, además
de dos compañías del Soria 9, y se
dedicó el resto de fuerzas a la defen-
sa de Sidi Ifni.
Como hemos descrito, la actuación
de los paracaidistas, de los legiona-
rios, de los tiradores, de los soldados
de reemplazo y de algunos policías
indígenas leales fue determinante en
aquellos primeros días del conflicto.
La actuación de unidades recién
creadas en el Ejército y de gran
impacto, como las paracaidistas, ha
acaparado, junto a los legionarios,
parte de la historia de aquel con-
flicto, pero nunca ha oscurecido la
magnífica actuación de los soldados
de reemplazo, de los tiradores y de
los policías que tan brillantemente
actuaron.
Las dos acciones decididas por el
general Gómez de Zamalloa, antes
de disponer de refuerzos, finalizaron
con éxito y pudieron mantener el
despliegue antes de la incorporación
al despliegue, el día 30, de las unida-
des expedicionarias de la Península.
La semana del 22 al 29 de noviem-
bre de 1957, que hemos descrito
sucintamente en estas letras, fue el
inicio del conflicto que duró hasta el
19 de febrero de 1958, tres meses, y
se mantuvo la ocupación de Sidi Ifni
y poco más del territorio de Ifni hasta
el 30 de junio de 1969, durante más
de diez años, fecha en la que España
entregó Sidi Ifni a Marruecos. Sin
duda, fue un éxito militar de nuestras
fuerzas.n
Primer salto de guerra de la Brigada efectuado sobre Tiliuín, durante la operación Pañuelo

58 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Gabriel Villalonga S?nchez.
Teniente coronel. Infanter?a.
DEM
MEMORIA DE LOS
OLVIDADOS.
EL GRUPO DE TIRADORES
DE IFNI Y LAS UNIDADES DE
REEMPLAZO
INTRODUCCIÓN
La contienda de 1957-1958, conoci-
da como la «guerra de Ifni-Sáhara»,
fue el último conflicto bélico al que
España hubo de hacer frente en
tierras africanas y lo afrentó con los
escasos recursos de que disponía,
tanto materiales como humanos.
Recordemos que España, en 1957,
estaba saliendo de la autarquía y
dándose a conocer al mundo, ade-
más de estar iniciando una remar-
cable recuperación económica tras
duros años de posguerra.
Muchos historiadores que han tra-
tado el tema de la guerra de Ifni-Sá-
hara se han centrado en las acciones
militares y en los medios emplea-
dos, pero apenas se ha tratado en
detalle el componente fundamental
de ese Ejército de Tierra que frenó
las bandas armadas del llamado
«Ejército de Liberación»: el soldado.
Un soldado que, en aquellos años,
era un joven que cumplía su servi-
cio militar en filas, generalmente
de forma obligatoria, excepto en la
Legión y paracaidistas, unidades
formadas exclusivamente por per-
sonal voluntario. Fueron los solda-
dos de reemplazo encuadrados en
tiradores, policía o en los batallones
expedicionarios y otras unidades del
Ejército de Tierra
1
que desplegaron
en Ifni y Sáhara durante el conflicto y
con posterioridad quienes llevaron el
peso del conflicto, en especial en Ifni,
y quienes sufrieron el mayor número
de bajas. Hay que reconocer que
también participaron soldados de
reemplazo encuadrados en unidades
de la Armada, Infantería de Marina y
del Ejército del Aire.
Este artículo quiere rendir homena-
je a esos soldados y reconocer su
sacrificio, que se vio acrecentado por
las condiciones de vida y combate
Muchos historiadores que han tratado el tema de la guerra de Ifni-Sáhara, se han centrado
en las acciones militares y en
los medios empleados, pero
apenas se ha tratado en detalle
el componente fundamental de
ese Ejército de Tierra: el solda-
do. Un soldado que, en aquellos
años, era un joven que cum-
plía su servicio militar en filas,
generalmente de forma obliga-
toria y que llevaron el peso del
conflicto.

Documento /  59
tan duras que tuvieron que vivir. Se
ha pretendido homenajearlos a tra-
vés de este pequeño estudio sobre
cómo era ese soldado, que destacó
por su heroísmo y patriotismo.
Antes de continuar con este artículo
es necesario agradecer a varios ve-
teranos de esa campaña su colabo-
ración en la redacción del mismo
2
.
Sus valiosas aportaciones han sido
la base para dar forma a este texto.
Ellos, los veteranos, han aportado
sus experiencias de primera mano
y de una forma totalmente sincera y
abierta, sin esconder nada, a pesar
de los 60 años que han transcurrido
desde aquel fatídico 23 de noviem-
bre de 1957. Son vivencias de lo que
fue una guerra, de una constante
vida compartida con la muerte, con
miedos pero también con alegrías
y buenos momentos venidos de la
mano de la camaradería y el compa-
ñerismo que surgían entre comba-
tientes cuyos anhelos eran sobrevivir
y, como buenos soldados, cumplir
con su deber para con su Patria,
España.
EL SERVICIO MILITAR EN
ESPAÑA EN LOS AÑOS 50
Durante los años previos al conflicto
y mientras este duró, en el Ejército de
Tierra el servicio militar se regía por
la Ley de 8 de agosto de 1940 sobre
Reclutamiento y desarrollada por el
Reglamento Provisional para el Re-
clutamiento y Reemplazo del Ejército
(sic), aprobado por decreto de 6 de
abril de 1943.
Esta ley de 1940, aprobada durante
la Segunda Guerra Mundial, supuso
el incremento del tiempo de servicio
en filas
3
, que quedó fijado, como
norma general, en dos años para
aquellos que lo cumplieran de forma
obligatoria
4
. Este aumento se justifi-
có por el contexto internacional; hay
que recordar que en 1940 el mundo
estaba inmerso en plena Segunda
Guerra Mundial. Así, el preámbulo
de la ley decía: «Las necesidades
crecientes de personal en la gue-
rra moderna obligan a modificar la
legislación vigente sobre recluta-
miento para aumentar la duración
del servicio militar y del servicio en
filas, muy inferiores, en la actualidad,
al tipo medio adoptado por todas
las naciones». No sería hasta 1968
cuando, con la Ley 55/1968, se redu-
ciría a 18 meses el tiempo de servicio
en filas. Como sabemos, este se iría
reduciendo paulatinamente hasta la
suspensión del servicio militar con la
Ley 17/1999, de Régimen de Perso-
nal de las Fuerzas Armadas.
EL SOLDADO DE REEMPLAZO
EN IFNI
El Ejército, en los años 50, estaba
organizado para disponer en todo
momento de personal instruido
para afrontar una guerra convencio-
nal como lo fue la Segunda Guerra
Mundial, una guerra entre Estados,
y se habían olvidado las enseñanzas
de la guerra de guerrillas que se llevó
a cabo en Marruecos. Además, y a
pesar de los esfuerzos por moder-
nizar el armamento y material
5
en
Ifni, este estaba obsoleto, procedía
en su mayor parte de la Guerra Civil
y, por tanto, era tecnológicamente
muy atrasado
6
. En cuanto al equipo
individual, todavía se mantenían como
calzado, incluso para el combate, las
alpargatas (las botas debían reser-
varse para formaciones y servicios de
guardia y orden); de ahí que algunos
autores hayan llamado a esta guerra
«la de la alpargata». En cuanto a las
doctrinas y reglamentos, aunque se
iban actualizando con las lecciones
identificadas en la Segunda Guerra
Mundial, seguían siendo similares a lo
empleado durante la Guerra Civil. Bien
es cierto que, en el caso concreto de
Ifni, se dio alguna preocupación por
recuperar el combate de guerrillas,
tanto por lo abrupto del terreno como
por el comportamiento esperado por
el indígena una vez se sublevase.
Como ya se ha comentado, el
Ejército se iba modernizando pero
a un ritmo muy lento, al igual que la
sociedad española. Recordemos que
los años 50 supusieron para España
el final de la autarquía, la apertura
al mundo de España con su ingreso
en las Naciones Unidas y, por tanto,
el inicio de la recuperación econó-
mica de un país que tras el 1 de abril
de 1939 estaba arruinado y desola-
do. Aun estando obsoleto, el Ejército
seguía cumpliendo una gran labor
social como la alfabetización de los
soldados y, como demuestran los
cursos organizados en el Grupo de
Tiradores a tal efecto, además impri-
mían en ellos unos valores castren-
ses que en su vida civil les serían de
gran ayuda, como el compañerismo,
la disciplina y el espíritu de sacrificio.
La vida de los soldados en los
cuarteles en Ifni era dura debido a
las deficientes infraestructuras y las
malas condiciones de salubridad, la
separación de la familia y los escasos
medios de instrucción y adiestra-
miento de los que se disponía, a lo
que hay que unir el tiempo en filas sin
permisos (muchos llegaron a estar
los 18 meses sin permisos, como
establecía el reglamento de recluta-
miento).
Hasta que estalló el conflicto en Ifni
y Sáhara ambos territorios estaban
guarnecidos por unidades formadas
por personal indígena, excepto una
Fueron los
soldados de
reemplazo
encuadrados en
tiradores, policía o
en los batallones
expedicionarios y
otras unidades del
Ejército de Tierra
que desplegaron
en Ifni y Sáhara
durante el
conflicto y con
posterioridad
quienes llevaron el
peso del conflicto

60 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
parte de los oficiales y suboficiales
que eran españoles, al estilo de los
Regulares que estaban presentes en
el Protectorado español de Marrue-
cos. Estas unidades fueron el Grupo
de Tiradores de Ifni
7
y los Grupos de
Policía (uno desplegado en Ifni y otro
en el Sáhara). Estas unidades se con-
sideraban suficientes para garantizar
la soberanía y mantener el orden a
principios de los años 50. Sin embar-
go, los movimientos de Marruecos
para recuperar su soberanía plena,
sus enfrentamientos con Francia y
el surgimiento de forma simultánea
de movimientos independentistas
en Argelia, además de la experiencia
anterior de la guerra de Marruecos,
llevaron a plantear al gobernador del
África Occidental española, el gene-
ral Rosaleny Burguet, que se iniciara
el proceso de europeización
8
 de sus
fuerzas y así evitar posibles defec-
ciones para engrosar las filas de
las bandas armadas del Ejército de
Liberación o, incluso, de las Fuerzas
Armadas Reales de Marruecos.
Esta «europeización» se inició en
1951 con la creación de un batallón de
infantería exclusivamente como uni-
dad de refuerzo del territorio y forma-
do completamente por españoles, con
dependencia administrativa del Grupo
de Tiradores y táctica de la Capitanía
General de Canarias. Este batallón fue
conocido como «Batallón de Infantería
Santa Cruz de Ifni XXVIII» y perma-
necería como batallón independiente
hasta 1954, que pasó a considerarse
parte íntegra del Grupo de Tiradores y
cambió su numeral a «IV».
No será hasta 1954 cuando se
empiece la europeización como tal
de tiradores y policía mediante la
licencia de personal indígena y cu-
briendo sus plazas con personal de
reemplazo español. Este proceso se
realizó de forma gradual con los Ta-
bor II/1 y III/1, quedando en 1956 el
Tabor I/1 compuesto exclusivamente
por indígenas. Así, en 1956 había
en el Grupo de Tiradores, sin contar
al Batallón Santa Cruz de Ifni, 1.619
soldados, de los cuales apenas 597
eran indígenas
9
.
Desde 1954 las unidades de tirado-
res y policía indígena se nutrieron del
El soldado de reemplazo fue quien llevó el peso del conflicto y sufrieron el mayor número de bajas
Hasta que estalló
el conflicto en Ifni
y Sáhara ambos
territorios estaban
guarnecidos
por unidades
formadas por
personal indígena,
excepto una parte
de los oficiales y
suboficiales que
eran españoles

Documento /  61
reemplazo anual del servicio militar
obligatorio, es decir, no estaban for-
madas por voluntarios en su totali-
dad, como la Legión o paracaidistas;
estaban consideradas a los efectos
de cobertura como las unidades del
resto de España. A pesar de este
hecho, la tropa de estas unidades
presentaba ciertas características
que le conferían algo diferente a la
tropa del resto de España, como se
verá a continuación.
Es necesario realizar un pequeño
estudio sociológico de cómo eran
estos soldados. Para ello se van a
dar unas pequeñas pinceladas sobre
sus orígenes, formación cultural
(cultura general y conocimiento de la
actualidad e historia de España), for-
mación física, intelectual y religiosa
previa al alistamiento y su adap-
tación a la vida castrense. Gracias
a los testimonios de aquellos que
participaron en los combates por el
control del territorio de Ifni se puede
ofrecer un resumen respecto a cómo
era ese soldado de reemplazo, tanto
el de tiradores como el de las uni-
dades peninsulares que reforzaron
el territorio, y destacar sus escasas
diferencias.
El territorio de Ifni, al no disponer de
población española suficiente, no
podía nutrir por sí solo las filas de
tiradores y policía, por ello estas pla-
zas se cubrían con mozos de todas
las provincias de España y a prorra-
teo entre estas. Esta particularidad
de reunir jóvenes de toda España, de
regiones agrícolas con industriales,
de origen urbano y rural, provocó
que el nivel cultural medio fuera
mucho mayor en el resto de unida-
des españolas. Aun así el porcentaje
de analfabetos era muy elevado, pero
menor que en el resto de unidades
de España
10
. Además, para pertene-
cer a la Policía se requería un nivel
educativo superior. Esta situación
facilitó un mayor conocimiento de la
actualidad nacional y comprensión
de la situación que estaban vivien-
do
11
. Estos reclutas, al ingresar en
filas con 20 o 21 años, en su mayoría
contaban con cierta madurez perso-
nal por haber empezado a trabajar
a edades tempranas y estar acos-
tumbrados al trabajo duro y a las
penurias del campo o la industria. No
les fue difícil, por tanto, convivir en
África con chinches, pulgas y ratas
o comer en el suelo con una marmi-
ta; eran soldados duros. Su aptitud
física y su resistencia a la fatiga eran,
pues, notables.
La formación religiosa de ese solda-
do era la seguida en toda España,
basada en el credo católico, y era
esta una parte más de sus vidas, y
aunque en su mayoría no eran practi-
cantes acudían a los oficios religio-
sos de campaña de forma voluntaria.
En las unidades se completaba esa
formación católica con charlas de los
capellanes orientadas, básicamente,
a que no cayeran en los vicios pro-
pios de la juventud. Esta religiosidad,
aunque no fuera muy sentida, ayudó
a muchos a soportar los combates
con la esperanza en la fe católica.
Las enseñanzas recibidas en His-
toria y Geografía en la mayoría de
escuelas se basaban en memorizar
interminables listas de ríos y afluen-
tes, de reyes, de cordilleras y hechos
de armas, siempre con la grandeza y
Personal indígena con oficiales españoles

62 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
unidad de España como referencia y
sin dar cabida al pensamiento crítico,
a analizar los hechos históricos o a
conocer el fundamento de la tectó-
nica de placas. Esta formación, refor-
zada con las charlas de moral militar,
hizo que tuvieran un alto concepto
de España y un gran patriotismo que
les ayudó en los combates en los que
lucharon por España y por sus com-
pañeros. No se plantearon en ningún
momento el porqué de la lucha; su
preocupación era darlo todo por el
bien de su patria.
Finalmente, debido a sus orígenes,
su adaptación a la vida castrense
fue muy fácil, aun cuando el cum-
plimiento de las órdenes se hacía
por aplicación de la llamada «obe-
diencia debida», sin que los mandos
les explicasen ni la finalidad ni el
propósito de estas órdenes, y de
un Código de Justicia Militar muy
severo con el incumplimiento de las
normas castrenses; no se actuaba
por convencimiento. Estos solda-
dos veían la cadena de mando muy
alejada de ellos, cosa que no ocurría
en la Legión o en paracaidistas; de
hecho, muchas plazas de oficiales
eran montadas, lo que aumentaba
el distanciamiento entre ambos
estamentos. A este respecto hay
que destacar que la tropa de aque-
llos años se cuidaba mucho de no
cometer falta alguna, ya que estas
se anotaban en su cartilla militar,
un documento que era necesario
mantener inmaculado para trabajar
en cualquier puesto de trabajo de la
Administración y en muchas empre-
sas del sector civil.
Una vez en filas, como ya se ha
descrito, las unidades de tiradores
se adiestraron en tácticas y técnicas
de guerrilla y contraguerrilla con los
recuerdos de campañas pasadas
en África, ya que no había manual
alguno que los describiese; no así
las unidades venidas de la Penín-
sula, que basaban su instrucción y
adiestramiento en la guerra con-
vencional. Con este adiestramiento
los tiradores adquirieron un gran
conocimiento del terreno que les
ayudó mucho en los combates. Las
unidades peninsulares hubieron de
aprender y conocer el terreno sobre
la marcha, lo que implicó muchos
fallos de coordinación.
Respecto al armamento y equipo,
ya se ha dicho que estaba obsole-
to y se contaba con escasas mu-
niciones. Una de las quejas más
reiteradas de todos los soldados
que fueron enviados a Ifni desde la
Península durante la campaña era
la escasa instrucción de tiro con la
que contaban, pues algunos habían
realizado uno o dos ejercicios de
tiro a lo sumo. Este hecho fue más
acusado en Ifni, ya que al Sáhara
Soldados de reemplazo en Ifni. Los lazos de amistad han perdurado hasta hoy

Documento /  63
se enviaron medios más modernos
y aptos para el combate a campo
abierto (recordemos que el territorio
de Ifni es abrupto y no permite el
empleo masivo de medios acoraza-
dos y mecanizados).
Mención aparte merecen las trans-
misiones. En Ifni se basaban en
telefonía con hilos (cortados cons-
tantemente por la insurgencia) y
en persianas de señales, ya que las
pocas radios que se desplegaron fa-
llaron o fueron destruidas. En cuanto
a los enlaces tierra-aire, no eran
apropiados o eran inexistentes
12
, lo
que propició graves descoordinacio-
nes y falta de información inmediata
para el envío de refuerzos de forma
oportuna a los puestos o unidades
sitiadas.
Estos jóvenes, forzados a ser
hombres por los combates, a
pesar del material, el armamento,
los procedimientos obsoletos y
las incomodidades de la vida en
campaña llegaron a forjar fuertes
lazos de compañerismo y lealtad
que les ayudaron a superar todas
las penurias sufridas luchando
contra el moro y los elementos, y
a demostrar de lo que es capaz el
soldado español. Estos lazos han
perdurado décadas y han llegado
hasta nuestros días, a tenor de la
gran cantidad de asociaciones de
veteranos de Ifni que se han creado
y que han aglutinado tanto a los
combatientes como a los que sirvie-
ron en tiradores hasta la retrocesión
del territorio, en 1969.
EL RECONOCIMIENTO
El heroísmo (bien por patriotismo,
supervivencia o compañerismo)
demostrado por aquellos que parti-
ciparon en la contienda tuvo un re-
conocimiento inmediato tras finalizar
esta con la creación de la Medalla
Conmemorativa de la Campaña de
Ifni-Sáhara, por decreto del 4 de
julio de 1958. Pero nada más acabar
la guerra cayó en el olvido de la
memoria colectiva española y quedó
solo en el recuerdo de las unidades
y personas participantes; de hecho,
se la ha conocido también como la
«guerra olvidada o silenciada». Solo
en 1969, cuando se entregó Ifni a
Marruecos, se volvió a abrir el libro
de la historia del territorio por las
páginas de la guerra.
No será hasta el año 2007 cuando
habrá un reconocimiento oficial de la
labor de los soldados de reemplazo,
aunque solo de los pertenecientes a
las unidades expedicionarias. Este
reconocimiento vendría de la mano
de una disposición final de la Ley
39/2007, de la Carrera Militar, que
dice:
«1. Las Cortes Generales recono-
cen la entrega y sacrificio de los
que, cumpliendo el servicio militar
obligatorio, estuvieron integrados
en unidades expedicionarias de las
Fuerzas Armadas destacadas en el
territorio de Ifni-Sáhara y participa-
ron en la campaña de los años 1957
a 1959.
2. El Ministerio de Defensa desa-
rrollará programas de apoyo que
permitan reconocer la labor llevada a
cabo por quienes participaron en las
citadas campañas, contribuirá a las
actividades de las asociaciones que
los agrupan y elaborará un listado
de participantes en la contienda
para estudiar posteriormente ayudas
nominales».
En esta ley se echa en falta el reco-
nocimiento a aquellos que cumplie-
ron con sus obligaciones militares
estando destinados en las unidades
de tiradores y de policía del territorio
de Ifni sin pertenecer a las unida-
des expedicionarias desplegadas
con ocasión del conflicto. Quiere
este artículo, titulado «Memoria de
los olvidados», complementar a la
Ley 39/2007 haciendo extensivo el
reconocimiento, más que merecido,
Medalla de la campaña de Ifni para tropa. 1958

64 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
a la labor silenciada por los años de
todos los soldados de reemplazo
que, destinados en el Grupo de Tira-
dores de Ifni o en la Policía Territorial,
y a pesar de las penurias que les
tocó sufrir, fueron fieles herederos
de aquellos soldados de nuestros
tercios.
BIBLIOGRAFÍA
--Bataller Alventosa, V.: Tiradores
de Ifni 1934-1956. Defensa-Extras
(75), 1-67. Diciembre de 2005.
--Bataller Alventosa, V.: Tiradores de
Ifni. 1956-1969. Defensa-Extras,
1-67. Noviembre de 2006.
--Bataller Alventosa, V.: Tiradores
de Ifni. La Guerra de Ifni en imáge-
nes. Almena Ediciones, Madrid.
2012.
--Fernández-Aceytuno, M.: Ifni y Sá-
hara, una encrucijada en la historia
de España. Simanca Ediciones,
Dueñas. 2001.
--Grupo de Tiradores de Ifni n.º 1.
(1954-1959). Diario de Operacio -
nes del Grupo de Tiradores de Ifni
n.º 1. Sidi Ifni.
--Segura Valero, G.: (2006). Ifni. La
guerra que silenció Franco. Edicio -
nes Martínez Roca, Madrid. 2006.
NOTAS
1. Las unidades expedicionarias
fueron:
--Ifni: batallones expedicionarios
de los Regimientos Soria 9,
Cádiz 41, Pavía 19, Lepanto 2,
Fuerteventura LIII, Argel 27 y Te-
tuán 14. Compañías de ametra-
lladoras de los Regimientos Wad
Ras 55 y Belchite 57, sección de
morteros pesados del Regi-
miento Ultonia 59 y batallón del
Regimiento de Zapadores n.º 6.
--Sáhara: batallones expediciona-
rios de los Regimientos Extre-
madura 15, Guadalajara 20,
San Fernando 11, Castilla 16,
compañías de los Regimien-
tos Tenerife 49, Canarias 50 y
Fuerteventura LIII, grupos de
escuadrones de dragones de
los regimientos de caballería
Santiago 1 y Pavía 19, grupo de
artillería del RACA 19 y Batallón
Disciplinario de corrigendos de
Cabrerizas.
2. Para este artículo se ha conta-
do con la colaboración de los
siguientes veteranos:
--Cabo primero de tiradores,
Gabino Hernández Giménez
(hoy comandante de infantería
retirado).
--Cabo primero de tiradores,
Federico Nieto Ortega (hoy
comandante de infantería reti-
rado).
--Cabo del Regimiento Soria 9,
Plácido Pascual Avilés (hoy
comandante de infantería reti-
rado).
3. La duración de este servicio en
filas estaba fijado antes de esta
ley en 18 meses.
4. La duración del servicio en filas
para el personal voluntario era
de tres años. Se contemplaban,
además, reducciones de has-
ta completar 18 meses para el
personal sin instrucción premilitar
y siempre según las necesida-
des del servicio. Los oficiales de
complemento podían permanecer
12 meses atendiendo las necesi-
dades del servicio.
5. En septiembre de 1953 se habían
firmado los acuerdos militares
con Estados Unidos que supusie-
ron la entrada de material mo-
derno de guerra, pero con unas
limitaciones clave, pues no se
permitió su empleo en la campa-
ña de Ifni-Sáhara. Esta limitación
se debió a que Marruecos y Esta-
dos Unidos eran aliados (Estados
Unidos aún mantenía bases en
Marruecos).
6. Se da la circunstancia de que a
las Fuerzas Armadas Reales de
Marruecos se le dieron mosque-
tones Mauser de 7,62, mientras
que nuestras unidades en Ifni
tenían una versión antigua de 7
mm. A partir de 1958 se entre -
garon los CETME A. El general
Bataller, en su libro Tiradores de
Ifni (pág. 58), ofrece una detallada
tabla comparativa del armamento
empleado por las tropas espa-
ñolas y las bandas del Ejército de
Liberación.
7. El grupo de tiradores de Ifni en
1952 disponía de tres tabores
(unidades tipo batallón), dos en
Ifni y el tercero en el Sáhara.
8. Vocablo con el que se definió la
sustitución de tropa indígena por
española.
9. Bataller Alventosa, Tiradores de
Ifni. La guerra de Ifni en imágenes;
pág. 37. 2012.
10. A modo de ejemplo, según re-
cuerdan nuestros veteranos, en
marzo de 1957 y en el Regimiento
de infantería Castilla n.° 16, de
guarnición en Badajoz, el 80%
eran analfabetos absolutos, el
14% eran analfabetos relativos y
el resto tenían enseñanza media.
En tiradores asistían una media
de 250 al año (Bataller Alventosa,
Tiradores de Ifni. 1934-1956,
Extra Defensa n.º 75, pág. 59.
2005).
11. La popularidad de Carmen Sevilla
o Gila se debió a la difusión que
habían hecho los que vivían en las
ciudades de sus figuras.
12. En muchas ocasiones los tirado-
res hubieron de marcar la FLOT
con pañuelos.n
«Estos jóvenes,
forzados a ser
hombres por
los combates,
llegaron a forjar
fuertes lazos de
compañerismo
y lealtad que
les ayudaron a
superar todas
las penurias
sufridas y a
demostrar de lo
que es capaz el
soldado español.
Estos lazos
han perdurado
décadas y han
llegado hasta
nuestros días»

Documento /  65Josep-David Peris Gancedo.
Teniente. Infantería
ACCIONES MILITARES
POSTERIORES AL ATAQUE
INICIAL SOBRE SIDI IFNI
Acabada la Segunda Guerra Mun-
dial, la región de África Occiden-
tal estaba en mayor medida bajo
la influencia de Francia, ya fuera
directamente como colonia (Argelia
o Mauritania) o como protectora-
do (Marruecos). España ejercía el
control en el protectorado norte de
Marruecos, ciudades de Ceuta y
Melilla, el enclave de Ifni, Cabo Jubi y
el Sáhara español. Es en estos años
cuando el nacionalismo marroquí,
aglutinado en el movimiento Istiqlal,
gana fuerza. El 2 de marzo de 1956
Francia reconoce la independencia
de Marruecos, que es reconocida
por España un mes más tarde. Dicho
evento, lejos de calmar la situa-
ción en la región, no hizo más que
agravarla, lo que provocó no pocos
altercados y manifestaciones en los
que llegó incluso a haber muertos.
Muchos de estos hechos estuvieron
protagonizados por las autodenomi-
nadas «Bandas de Liberación», liga-
das a los nacionalistas marroquíes.
Ante esa situación, el goberna-
dor general del África Occidental
española, el general Ramón Pardo
de Santayana, solicitó unidades
para reforzar la reducida guarnición
de Ifni, compuesta por el Grupo
de Tiradores y la Policía Territorial,
mayoritariamente con personal indí-
gena. A tal efecto, a lo largo de 1956
se enviaron unidades de la Legión y
la I Bandera Paracaidista. En enero
de 1957 la I Bandera es relevada por
la II Bandera, que permanecerá en
Ifni hasta el fin de la campaña, año y
medio más tarde.
El 23 de junio de 1957 el general
Pardo de Santayana fue relevado
por el general Mariano Gómez de
Zamalloa, que permanecería en el
cargo hasta después del fin de las
hostilidades. El punto que marca el
inicio del conflicto se ha establecido
en el ataque de la madrugada del
día 23 de noviembre de 1957. A las
05:30 horas se detectó y rechazó una
incursión de las Bandas de Libe-
ración en Sidi Ifni, acción en la que
resultó muerto el primer paracaidista
español caído en combate, José To-
rres Martínez. El enemigo reiteró su
ataque a las 07:00 horas, con unos
200 hombres, y fue rechazado tam-
Situación del territorio tras los primeros combates y acciones posteriores al ataque inicial a
Sidi Ifni.

66 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
bién. De forma simultánea, a lo largo
de la noche del 22 al 23 de noviem-
bre, fueron atacados por las Bandas
de Liberación todos los puestos del
interior. Sin embargo un poco antes,
el 16 de agosto, durante un hostiga-
miento cercano al puesto de Tigusit
Igurramen, hubo bajas propias y fue
herido en combate el paracaidista
Vicente Vila Pla.
ACCIONES MILITARES DE
REFUERZO A LOS PUESTOS
ATACADOS
Situación del territorio en la
mañana del 23 de noviembre
de 1957
A lo largo del día 23 de noviembre,
una vez asegurada la defensa de Sidi
Ifni, se fue recibiendo información
de los puestos interiores. Con los
más alejados y con menos hombres,
como Tabelkut, Bifurna, Haimeduch,
Si-Uarsia y Uggug no se pudo con-
tactar antes de que cayeran en ma-
nos enemigas, y a sus defensores se
les dio por muertos, desaparecidos
en combate o, en caso de las tropas
indígenas, desertores.
Otros más cercanos a Sidi Ifni o con
guarniciones más numerosas, como
Tiugsa, el Mesti, el Tenín de Amel-lu,
Telata de Isbuía y Tiliuín lograron re-
sistir el ataque y quedaron cercados
hasta el momento de su liberación
que, en algunos casos, se demoró
hasta la segunda semana del mes de
diciembre. Sin embargo, la situación
era especialmente urgente en el
puesto de Telata, a unos 35 kilóme-
tros de la capital, donde había mili-
tares españoles heridos en el ataque
inicial que precisaban evacuación
médica urgente a Sidi Ifni.
Acción sobre Telata de la
III sección de la 7.ª compañía de
paracaidistas
En consecuencia, a la III sección
de la 7.ª compañía de la II Bandera
Paracaidista, al mando del teniente
Antonio Ortiz de Zárate y Sánchez
de Movellán, se le dio la misión de
alcanzar el puesto de Telata, rechazar
al enemigo, evacuar a los heridos y
a la guarnición restante y abandonar
el puesto tras destruirlo. La columna
estaba formada a primera hora de
la tarde del día 23 de noviembre. A
pocos kilómetros de Telata sufrió
una emboscada. El teniente Ortiz de
Zárate maniobró para ocupar la cota
cercana, desde donde se estaba re-
cibiendo fuego, que se tomó al asalto
y donde se sufrieron algunas bajas.
Una vez allí, la unidad se vio cercada
y aislada hasta el día 2 de diciembre
debido al fallo de la única radio que
llevaban.
Durante los nueve días que resistie-
ron los paracaidistas sufrieron cons-
tantes hostigamientos que causaron
algunas bajas, incluyendo la muerte
del jefe de sección, el teniente Ortiz
Cuartel de Tiliuin. Fue uno de los puestos que resistieron el primer ataque, quedando cercado hasta su liberación
«Ante esa situación, el gobernador
general
del África
Occidental
española,
el general
Ramón Pardo
de Santayana,
solicitó
unidades
para reforzar
la reducida
guarnición de
Ifni»

Documento /  67
de Zárate, que fue abatido por el
fuego enemigo el día 26 de noviem-
bre, tras lo cual asumió el mando de
la sección el sargento Juan Moncada
Pujol. Durante esos días se intentó
reabastecer a la sección median-
te lanzamiento aéreo, no siempre
con acierto. Finalmente, el día 2 de
diciembre el enemigo fue atacado
y rechazado por una columna de
refuerzo del Grupo de Tiradores n.º 1
de Ifni que, posteriormente, se dirigió
a reforzar las posiciones de Telata y
de Tiliuín.
Por esta acción se les concedió la
Medalla Militar Individual al teniente
Ortiz de Zárate (a título póstumo) y
al sargento Moncada, y la Medalla
Militar Colectiva a la III sección de la
7.ª compañía.
Operación Pañuelo. Primer
lanzamiento paracaidista en
combate en Tiliuín
El 29 de noviembre se le ordenó a la
7.ª compañía de la II Bandera Para-
caidista, al mando del capitán Sán -
chez Duque, ejecutar la operación
Pañuelo. Esta operación consistía
en un lanzamiento en paracaídas, el
primero que se realizó como parte de
una operación de combate en la his-
toria de las unidades paracaidistas
españolas, en las inmediaciones del
asediado puesto de Tiliuín, situado
a unos 60 kilómetros de la capital y
guarnecido por una sección del Gru-
po de Tiradores de Ifni y un pelotón
de la Policía Territorial. La unidad
debía reforzar la defensa y habilitar
un llano cercano para el aterrizaje de
aviones destinado a la evacuación
aérea de la guarnición. Si esto no
era posible debían resistir hasta la
llegada de una columna terrestre.
El nombre de la operación se eligió
por el pequeño tamaño de la zona de
salto en la que debían aterrizar los
paracaidistas.
Sobre las 12:00 horas del día 29 de
noviembre, los 75 hombres de la I y
la II sección de la 7.ª compañía, al
mando del capitán Sánchez Duque,
saltaban desde cinco aviones JU-52
a una altura de 200 metros sobre
el suelo en las inmediaciones del
puesto que ocupaba la III sección de
la compañía, mientras los aviones
HE-111 ametrallaban y bombar-
deaban en cobertura al lanzamiento
paracaidista. A las 12:30 horas el
enemigo había huido y la operación
se consideró cumplida. Durante los
días siguientes los defensores reci-
bieron abastecimientos mediante el
lanzamiento de cargas desde JU-52.
Operación Netol
(1-9 de diciembre de 1957)
Esta operación de «limpieza» se
organizó para liberar los puestos de
Telata, Tiliuín y el Mesti. La liberación
de Telata y Tiliuín fue realizada a las
22:00 horas del día 3 de diciembre
por la columna Maraver, formada por
el Grupo de Tiradores de Ifni al man-
do de su teniente coronel, Félix López
Maraver, la VI Bandera de la Legión y
dos compañías del batallón expedi-
cionario del Regimiento Soria n.º 9. A
esta fuerza, que el día 2 de diciembre,
como hemos comentado, había libe-
rado a la III sección de la 7.ª compa-
ñía y el puesto de Telata, se le unieron
La III sección de la 7ª compañía paracaidista.
La sección del teniente Ortiz de Zárate obtuvo, por su conducta en combate, la Medalla Militar Colectiva

68 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
los defensores de Tiliuín. El repliegue
hacia Sidi Ifni se inició la tarde del
4 de diciembre. En su repliegue la co-
lumna fue hostigada repetidas veces
y no llegó a Sidi Ifni hasta las 4 de la
madrugada del día 6 de diciembre
de 1957, sin bajas mortales.
La liberación de El Mesti, guarnecida
por dos sargentos y 19 soldados, fue
acometida por la I Bandera Paracai-
dista, que acababa de legar a Sidi Ifni
el mismo día 30 de noviembre desde
la Península. Casi sin descansar, la
Bandera salió hacia El Mesti, situado
a unos 15 kilómetros de Sidi Ifni, a las
04:00 horas del día 1 de diciembre.
A medio camino, la I Bandera realizó
un asalto frontal sobre las posiciones
de las Bandas de Liberación estable-
cidas en Biugta, donde sufrió bajas
y llegó incluso a luchar cuerpo a
cuerpo. Acto seguido se fortificaron
las alturas circundantes al puesto con
una sección para apoyar el repliegue
posterior y el resto de la I Bandera
continuó un lento avance hacia El
Mesti, desalojando al enemigo de
las sucesivas alturas que dominaban
el camino de vuelta a Sidi Ifni. A las
18:20 horas de la tarde se enlazó con
los defensores de El Mesti.
Al día siguiente, 2 de diciembre, se
destruyó el puesto y se procedió al
repliegue hacia Sidi Ifni, que se com-
pletó ese mismo día. Para apoyar el
repliegue se realizó una maniobra de
diversión al enviar parte de la I Ban-
dera hacia el oeste, donde estaba el
siguiente puesto cercado en el Tenín
de Amel-lu para, a los pocos kilóme-
tros, dar media vuelta en dirección
este y volver hacia Biugta. Así, gran
parte del enemigo, que de otro modo
se habría emboscado en la ruta de
vuelta, se dirigió a El Tenín. Del 3 al
5 de diciembre la I Bandera perma-
neció defendiendo la zona de Biugta
y también apoyó el repliegue de la
columna Maraver.
Operación Gento
(5-9 de diciembre de 1957)
Finalmente, el día 5 de diciembre,
una vez reagrupada la columna Ma-
raver y sin descanso para sus hom-
bres, se dio la orden a la I Bandera
Paracaidista de apoyar a la II Bande-
ra en el marco de la operación Gento,
donde debía primar la «velocidad».
Esta operación pretendía ser rápida
y audaz para liberar los últimos
puestos cercados en el interior de
Tiugsa y el Tenín de Amel-lu. Debido
a esto se decidió no esperar a las
fuerzas que estaban participando en
la operación Netol.
Inicialmente iban a formar parte de
esta operación la II Bandera Paracai-
dista, exceptuando la 7.ª compañía,
que todavía estaba reagrupándose
en Sidi Ifni desde Tiliuín y Telata, el II
Tabor del Grupo de Tiradores de Ifni,
una compañía de fusiles del batallón
Sidi Ifni, la capital del territorio, junto con su perímetro defensivo fue lo único que quedó en manos españolas al finalizar el conflicto
La operación
Pañuelo consistía
en un lanzamiento
en paracaídas, el
primero que se
realizó como parte
de una operación
de combate en
la historia de
las unidades
paracaidistas
españolas

Documento /  69
expedicionario del Regimiento Soria
n.º 9 y una sección de morteros del
batallón del Regimiento Pavía. En los
siguientes días se añadirían a estas
fuerzas la I Bandera Paracaidista y
la VI Bandera de la Legión, una vez
acabada su participación en la ope-
ración Netol.
A las 07:30 horas del 5 de diciem-
bre de 1957 se puso en movimiento
la columna al mando del teniente
coronel Ignacio Crespo del Castillo,
jefe de la Agrupación de Banderas
Paracaidistas, desde Sidi Ifni, en
dirección a Tiugsa. Sobre las 10:00
horas la columna sufrió un intenso
hostigamiento desde una cota cerca-
na a Alat Ida Usugún, a menos de 10
kilómetros de la capital. El grueso
del fuego lo recibió la II Bandera
por encontrarse en vanguardia de
la columna, que quedó fijada por el
enemigo, que fue capaz de hostigar
incluso la retaguardia de la II Bande-
ra desde los flancos de la columna.
La columna sufrió cuatro muertos y
12 heridos, entre los que se incluían
tres tenientes jefe de sección, un
sargento y un cabo primero. La
columna se reagrupó al oeste de Alat
Ida Usugún, donde se reorganizó y se
evacuó a los heridos a la capital.
Es en este momento cuando se
ordena a la I Bandera Paracaidista
reforzar la II Bandera participando
en los combates hasta el final de
la operación, el día 9 de diciembre.
Contando con este refuerzo, se di-
vidió la columna en dos para apoyar
a los dos puestos simultáneamente.
A Tiugsa iría el grueso: la I Bandera,
el II Tabor de tiradores y la sección
de morteros del Pavía. A Tenín se
dirigieron la II Bandera y la compañía
de fusiles del Regimiento Soria n.º 9.
Además el día 6, una vez finalizada
su participación en la operación
Netol como parte de la columna
Maraver, se recibió el apoyo de la VI
Bandera de la Legión, que desplegó
en las alturas de las inmediaciones
de Tifguit para proteger el flanco
norte del avance de las columnas.
De este modo, las unidades siguie-
ron con su avance hacia el interior
del territorio a lo largo del día 6 de
diciembre y, de forma parecida a las
operaciones anteriores, se aseguró
la ruta de repliegue a Sidi Ifni. En
varias de estas acciones se empleó
fuego de morteros y ametrallamiento
de aviación. El día 6 de diciembre
las unidades fueron incapaces de al-
canzar los puestos por la resistencia
ofrecida por el enemigo. Tiugsa no
quedó liberado por la I Bandera has-
ta la mañana del día 7 de diciembre,
que fue evacuado inmediatamente y
se inició a continuación el repliegue
hacia Sidi Ifni. La II Bandera no llegó
a Tenín hasta el mediodía del día 7 y
sufrió dos heridos y un muerto. En
ese momento se perdió el enlace
con el teniente coronel Crespo, por
lo que la coordinación entre la II
Bandera, al mando del comandante
Pallás, y el resto de las unidades de
la operación no se pudo realizar.
La mañana del 8 de diciembre, des-
pués de un ataque aéreo de escasa
eficacia por su retraso en el tiempo y
su mala coordinación debido a la ca-
rencia de medios de enlace, se inició
la evacuación del puesto y el repliegue
hacia Sidi Ifni. Hay que tener presente
que en este momento Tenín era el
«único puesto» en posesión de Espa-
ña de todo el territorio de Ifni aparte
de la propia capital, Sidi Ifni, por lo que
el enemigo concentró sus esfuerzos
sobre este puesto. La II Bandera, junto
con el personal civil y la guarnición del
puesto de Tenín, salió en columna ha-
cia el norte, hacia el camino de Tiug-
sa-Sidi Ifni para unirse con el resto de
la columna, que en aquel momento se
replegaba desde Tiugsa.
Para cubrir la retirada del resto de
la unidad la 8.ª compañía, a las
órdenes del capitán Román Páez,
tomó posiciones con dos secciones,
al mando de los tenientes García-
Calvo y Colldefors, respectivamente,
a 300 y 600 metros del puesto de
Tenín. Una vez iniciado el repliegue,
la retaguardia recibió fuego de armas
automáticas de gran intensidad
procedente del sur, el este y el oeste
que causó numerosas bajas a la
8.ª compañía. En pocos minutos
los paracaidistas sufrieron cinco
muertos y seis heridos. Muy a su
pesar, el capitán Páez, que carecía
de apoyos suficientes, tuvo que
ordenar seguir con el avance a fin
de no condenar a toda la unidad y
buscar una posición desde la que
poder reorganizarla. Solo fue posible
evacuar a los heridos que podían
ser auxiliados por una sola persona.
Quedaron 11 paracaidistas, entre
muertos y heridos graves, cuyos
cuerpos desgraciadamente nunca
pudieron ser recuperados.
Una vez reagrupada la II Bandera
en las alturas al norte de Tenín, con
el apoyo de la 1.ª compañía de la I
Bandera, se continuó con el replie-
gue a Sidi Ifni. Las distintas unidades
participantes en la operación se
fueron replegando por la ruta por
la que habían venido y los últimos
hombres llegaron a la capital sobre
las 07:00 del día 9 de diciembre. La
operación Gento había terminado y
toda la presencia española en el te-
rritorio de Ifni se limitaba a la capital
y a las posiciones defensivas a su
alrededor. El control sobre el interior
del territorio ya no se volvería a recu-
perar nunca más. Por esta operación
se le concedió a título póstumo la
Medalla Militar Individual al alférez
Rojas Navarrete.
Defensa de Sidi Ifni.
Orden de Defensa LM-1
(23 de diciembre de 1957)
Una vez evacuados todos los puestos
del interior, un mes después del
inicio de las hostilidades, la defensa
de la capital se organizó el 23 de
diciembre de 1957 en función de
cinco centros de resistencia, nom-
brados de la A a la E, y una posición
de apoyo, nombrada con la letra
F. Eran posiciones defensivas de
entidad batallón organizadas para
proteger el perímetro de la capital y
los accesos a la misma. El defensivo
se implementó siguiendo la Orden de
Defensa LM-1, dictada por el general
Zamalloa. Los cinco centros de
resistencia fueron guarnecidos por
las dos banderas paracaidistas, la
VI Bandera de la Legión, el Grupo de
Tiradores de Ifni y el batallón expedi-
cionario del Soria 9.
Desde este momento hasta el final de
la campaña, a mediados de 1958, no
habría ataques reseñables a las posi-
ciones defensivas, pero sí frecuentes
hostigamientos que producirían algu-
nas bajas más antes del final del con-
flicto. Por parte española, la actividad
fuera del perímetro defensivo se limi-
tó a alguna acción de reconocimiento

70 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
de combate y a tres operaciones que
se explican a continuación.
Operación Diana (31 de
enero-2 de febrero de 1958)
Tal y como marcaba la Orden de De-
fensa LM-1, para ocupar las posicio-
nes D y E del despliegue defensivo
se preparó la operación Diana. Se or-
ganizaron las fuerzas en dos agrupa-
ciones: la agrupación norte, formada
por la I Bandera Paracaidista y el IV
Tabor del Grupo de Tiradores de Ifni,
tenía que tomar el centro de resisten-
cia E, mientras que la agrupación sur,
formada por la II Bandera Paracai-
dista, la VI Bandera de la Legión, el
batallón expedicionario del Soria 9 y
una compañía de ametralladoras del
Regimiento Belchite, tenía que tomar
el centro de resistencia D.
El movimiento empezó el día 31 de
diciembre a las 08:30 horas y las dos
agrupaciones tuvieron que combatir
para ocupar el terreno asignado, de-
bido a lo cual sufrieron bajas durante
el transcurso de la operación. La
resistencia fue especialmente fuerte
en Alat Ida Usugún, situada en el
extremo este del centro de resistencia
D, donde al parecer el enemigo había
instalado un puesto de mando o punto
fuerte que requirió fuego de mortero y
apoyo aéreo hasta en cinco ocasiones
antes de poder asaltarlo y ocuparlo.
Las dos posiciones estaban final-
mente ocupadas el día 1 de febrero,
momento en que las banderas para-
caidistas se replegaron a la capital
para constituirse en reserva salvo
dos compañías (la 1.ª y la 6.ª), que se
quedaron guarneciendo las posicio-
nes junto con el IV Tabor del Grupo
de Tiradores de Ifni y la VI Bandera
de la Legión. El día 3 de febrero la
posición de la 6.ª compañía en Alat
Ida Usugún fue atacada con fuego de
mortero y posteriormente asaltada
con una intensidad que obligó a una
sección a abandonarla y retirarse al
poblado de Usugún. Al día siguiente
toda la II Bandera acudió a la posi-
ción para reforzarla, con lo que se
estabilizó la posición y se perma-
neció allí hasta el 15 de febrero. La
posición de Alat Ida Usugún sería
guarnecida por una compañía para-
caidista hasta el relevo de la unidad,
el 31 de marzo de 1958.
Operación Siroco (10 de febrero
de 1958)
Apodada como el viento del desierto,
la operación Siroco tenía por objetivo
realizar una demostración de fuerza
a las Bandas de Liberación haciendo
notar que aunque las fuerzas españo-
las estuvieran en defensiva alrededor
de la capital aún tenían la capacidad
de actuar en el interior del territorio de
forma rápida y con contundencia. Con
ese fin se planeó un reconocimiento de
combate sobre el poblado de El Mesti.
La operación fue llevada a cabo el día
10 de febrero de 1958 por la I Bande -
ra Paracaidista y el batallón expedi-
cionario del Regimiento Soria nº 9
con apoyo de una batería de artillería
105/11 de l Grupo de Artillería y de
cuatro aviones HE-111. La operación
ocupó el zoco de El Mesti sobre las
15:00 horas de la tarde y se replegó
el mismo día, y consiguió disminuir
las acciones del enemigo sobre las
posiciones defensivas alrededor de
Sidi Ifni en las siguientes semanas.
Operación Pegaso.
Salto en Erkunt
(19-20 de febrero de 1958)
El éxito de la operación Siroco moti-
vó a la Capitanía General de Canarias
a dar instrucciones al gobernador
general de Ifni para que siguiera con
operaciones de este tipo que que-
braran la moral del enemigo. Debido
a la limitación en tiempo y distancia
de este tipo de operaciones, se eligió
para la siguiente acción la línea
de costa al norte de Sidi Ifni hasta
Tabelcut, en el límite del territorio,
desde donde se podría contar con
el apoyo de la Armada. La operación
recibió el nombre de Pegaso y la
idea de maniobra consistía en que la
II Bandera Paracaidista y la VI Bande-
La II Bandera,
la última unidad
en replegarse,
cruzó el vértice
Buyarifen en la
madrugada del día
20 de febrero de
1958. Finalizaba
ese día la última
operación de la
campaña en Ifni
«Una vez
evacuados
todos los
puestos del
interior, un mes
después del
inicio de las
hostilidades,
la defensa de
la capital se
organizó el 23
de diciembre
de 1957 en
función de
cinco centros
de resistencia,
nombrados de
la A a la E, y
una posición
de apoyo,
nombrada con
la letra F»

Documento /  71
ra de la Legión avanzarían por la línea
de la costa desde el vértice Buyarifen
(situado en la posición de apoyo F)
hacia el norte, mientras la I Bandera
realizaba «desembarcos aéreos»
en los poblados cercanos al límite
norte del territorio. Simultáneamente
estas fuerzas serían apoyadas por la
aviación, la artillería naval y una com-
pañía de infantería de marina que
realizaría un desembarco anfibio.
El cruce de la línea de partida, situa-
da a la altura del vértice Buyarifen, se
realizó a las 09:30 horas del día 19 de
febrero y casi de inmediato se reci-
bió un nutrido fuego enemigo que
ralentizó enormemente el ritmo de la
operación. A lo largo de la mañana
hubo ocho muertos y 15 heridos.
Ante la resistencia encontrada en
tierra se dio a la 3.ª compañía de la I
Bandera el cometido de abandonar
el aeródromo donde se preparaba
para un lanzamiento paracaidista y
apoyar por tierra a la II Bandera.
A las 14:00 horas se ordenó a la 1.ª
compañía de la I Bandera, a las órde-
nes del capitán Pedrosa, embarcar
para el lanzamiento. La zona de salto
era Erkunt, el objetivo más al sur de
los tres previstos para los desembar-
cos aéreos y situado a retaguardia
del enemigo. La intención era atrapar
al enemigo entre dos frentes.
El salto de guerra, el primero de la
I Bandera y segundo de la historia
de los paracaidistas españoles,
fue un éxito. No hubo bajas en el
lanzamiento o por la acción del
enemigo, que al ver a los paracaidis-
tas en el aire se retiró por miedo de
quedar atrapado entre dos fuegos.
Una vez conseguido el objetivo, las
unidades se replegaron hacia las
líneas propias antes de que cayese
la noche. Con la llegada del ocaso
el enemigo hostigó a las unidades
que se replegaban. La II Bandera, la
última unidad en replegarse, cruzó
el vértice Buyarifen en la madrugada
del día 20 de febrero de 1958. Fina-
lizaba ese día la última operación de
la campaña en Ifni.
FIN DE LA CAMPAÑA
El 1 de abril de 1958 se firman
los acuerdos de Angra de Cintra
entre los Gobiernos español y
marroquí, por los que se entrega-
ba a Marruecos Cabo Juby, entre
el río Draa y el paralelo 27º 40’,
excluyéndose expresamente Sidi
Ifni, las ciudades de Ceuta y Melilla,
naturalmente, y el resto del Sáhara
español.
España mantuvo la posesión de Ifni
hasta 1969, cuando por resolu-
ción 2072/1965 de la Asamblea
General de Naciones Unidas se
aplicó la descolonización de Ifni y
del Sáhara Occidental. Sin em-
bargo, el control español sobre el
Sáhara Occidental duró hasta que
se firmaron los Acuerdos Tripar-
titos de Madrid de 1975, después
de la Marcha Verde organizada por
Marruecos.
BIBLIOGRAFÍA
--Diego Pareja, L.M., y Gómez Gue-
rrero, A.: Paracaidistas del Ejército.
50 años de historia. Publicaciones
de Defensa. 2004.
--Casas de la Vega, R.: La última
guerra de África. Campaña de
Ifni-Sáhara. Colección Adalid. Ser -
vicio de Publicaciones del EME.
1984.
--Revista Boina Negra. N.º 252.
Extraordinario. 50º aniversario de
Ifni-Sáhara. 2007.
--Caldevilla Parrilla, A.: «Guerra If-
ni-Sáhara: acciones paracaidistas,
lecciones aprendidas y extrapo-
lación al combate del siglo xxi».
Trabajo de Fin de Grado. Centro
Universitario de la Defensa de
Zaragoza. 2016.
--Entrevista al comandante de
infantería (R) José de la Macorra
Morales de los Ríos (29 de agosto
de 2017).n
En la operación Pegaso intervino un pelotón de morteros de la 25ª compañía del IV Tabor

72 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Gabriel Villalonga S?nchez.
Teniente coronel. Infanter?a.
DEM
IFNI, EL PORQU? DE LA
«GUERRA OLVIDADA»
INTRODUCCIÓN
La guerra de Ifni y Sáhara ha sido
denominada por varios autores como
la «guerra ignorada o silenciada»,
incluso «olvidada». Sin embargo,
durante el desarrollo de los fatídicos
acontecimientos que se sucedieron
en aquellos lejanos meses de 1957 y
1958, no fue una guerra olvidada por
el Gobierno de Franco ni silenciada a
la población española.
Es ahora, en el momento presente,
cuando esta guerra está realmente
olvidada, aunque no silenciada gracias
a la bibliografía existente, al empeño
de las asociaciones de veteranos de
tiradores, que mantienen vivo el re-
cuerdo de los combates a través de las
redes sociales, mediante exposiciones
temáticas o mediante publicaciones
en prensa y, por supuesto, gracias a
las unidades militares que conservan
en sus historiales y diarios de opera-
ciones las acciones vividas durante
aquellos interminables meses.
¿LA GUERRA OLVIDADA?
A continuación, y de forma muy resu-
mida, se va a cuestionar si fue olvidada
o no esta guerra mientras se desarrolló
y en el período posterior a ella, hasta el
fallecimiento de Franco en 1975.
Algunos autores
acusan a Franco
de haber querido
ocultar a la
sociedad española
lo que estaba
ocurriendo en Ifni
y en el Sáhara.
Pero no fue así
La historia del conflicto de Ifni
no fue silenciada en su momento
por el gobierno del general Fran-
co sino que fue tras la muerte
de este cuando, por diversos
motivos, dejó de aparecer en los
libros de texto españoles.

Documento /  73
Algunos autores acusan a Franco de
haber querido ocultar a la sociedad
española lo que estaba ocurriendo
en Ifni y en el Sáhara. Pero no fue así;
Franco y su Gobierno, en particu-
lar el ministro de la Presidencia, el
almirante Carrero Blanco, trataron la
guerra de Ifni como un conflicto bé-
lico regional y, por tanto, que debían
resolver los Ministerios del Ejército y
la Marina. No hubo una declaración
formal de guerra ni una implicación
total del Estado, pues no había lucha
contra otro Estado. La situación béli-
ca requería, además, una política de
información acorde a la misma, y era
el Ministerio del Ejército el respon-
sable de publicar cuantas noticias
oficiales fueran necesarias sin alar-
mar a la población
1
, además de las
crónicas publicadas en la Prensa del
Movimiento, escritas principalmente
por el periodista Ramiro Santamaría
Quesada, y las cuñas cinematográfi-
cas aparecidas en el NO-DO.
Franco estaba realmente preocu-
pado por la situación en Ifni y en el
Sáhara, y así se lo hizo saber a su
primo y ayudante, el general Fran-
cisco Franco Salgado-Araujo, el
28 de noviembre de 1957: «Por fin he
despachado con el caudillo; estaba
muy preocupado por los sucesos de
Ifni y lamentaba el proceder del Go-
bierno marroquí, que parece ver con
complacencia la actitud del Ejército
de Liberación; por lo visto este no
tiene otra misión que favorecer los
planes del partido Istiqlal, que el rey
no controla»
2
. No es solo una cita en
su libro Mis conversaciones priva-
das con Franco lo que transcribe el
general Franco Salgado-Araujo, sino
que en varias ocasiones se nombra la
guerra
3
y Franco expone sus preo-
cupaciones e ideas, en especial para
con la monarquía alauita y con la im-
plicación de la URSS en el conflicto
4
.
Fue la situación internacional lo que
obligó a Franco a mantener este con-
flicto en un ámbito regional, además
de su especial cariño hacia el mundo
musulmán y a Marruecos en parti-
cular. En los años 50 España había
ingresado en las Naciones Unidas
(5 de diciembre de 1953), se habían
firmado los acuerdos militares con
EE. UU.
5
(26 de septiembre de 1953)
y se había acabado formalmente
la época de la autarquía; por ello
España no necesitaba una guerra en
la que enfrentarse ni a Marruecos
ni a EE. UU., que también era aliado
de Marruecos
6
. España mantenía,
incluso, unas excelentes relaciones
sentimentales y económicas con la
Liga Árabe desde su creación, en
1945, relaciones que podrían verse
rotas por un conflicto abierto con
Marruecos. Además, la situación po-
lítica interna de Marruecos era muy
compleja, pues estaba adquiriendo
fuerza la corriente más radical del
Istiqlal que clamaba por la ocupación
del «Gran Marruecos», tesis seguida
después por Hassan II una vez elimi-
nada la amenaza que suponía el Ejér-
cito de Liberación para la estabilidad
del país, curiosamente eliminada por
España y Francia mientras Mohamed
V no movilizaba las Fuerzas Armadas
Reales para someter a ese grupo
opositor.
En este contexto internacional
Francia también estaba implicada
como antigua potencia protectora y
porque en Argelia se estaba en plena
campaña contra insurgentes muy
relacionados con el Istiqlal, debido
a que este reclamaba Mauritania
como parte del «Gran Marruecos».
Para acabar con las bandas armadas
del Istiqlal
7
hubieron de olvidarse los
enfrentamientos diplomáticos con
Francia respecto al Protectorado,
tanto en su gestación como en su
abandono, y olvidar los recelos que
el Gobierno de Franco y muchos
militares sentían hacia el país vecino
para poder solucionar el problema de
las dos provincias españolas de Ifni
Inicialmente llegó un batallón expedicionario del Soria 9 y otro del Pavía 19.
España implicó a todo su Ejército, aunque con las limitaciones del momento

74 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
y el Sáhara mediante un acuerdo de
cooperación militar.
Si la situación internacional e interna
de Marruecos eran delicadas, Espa-
ña tenía su propia problemática, lo
que suponía que una guerra abierta
fuera perjudicial. En el suelo patrio
se iniciaba la recuperación econó-
mica, aunque de forma tenue, y los
esfuerzos estaban centrados en eso
precisamente, en relanzar la econo-
mía nacional y mostrar una imagen
moderna al resto del mundo.
Se ha dicho en diversas ocasiones
que Franco no se implicó con todo el
potencial bélico de la nación. No fue
así, se implicó a todo el Ejército, con
las limitaciones que existían, deri-
vadas de los límites de los acuerdos
militares con EE. UU., del terreno
abrupto del territorio de Ifni y de la
obsolescencia del armamento, el
equipo, las transmisiones y el resto
de material. De hecho, hay que re-
cordar la demostración de fuerza que
hizo la Armada en el puerto de Agadir
el 9 de diciembre de 1957, el refuerzo
de las plazas de Cauta y Melilla y las
compras urgentes de armamento
y material a Francia. Aunque sí es
cierto que el conflicto se inició con
unos materiales, por parte de los
españoles, muy obsoletos. El número
de bajas
8
tampoco fue un tema preo-
cupante para el Gobierno de España
pues, contextualizando y comparan-
do ese número con las bajas de con-
flictos coetáneos, como la guerra de
Corea o la batalla de Dien Bien Phu,
fue similar y fueron aceptadas por la
población española como normales
en este tipo de conflictos.
Aunque se asimilaban las bajas tanto
entre los combatientes como entre el
resto de españoles, estos no recibie-
ron de buen grado el trato diferencia-
dor que tuvieron el teniente Ortiz de
Zárate y el alférez Rojas Navarrete.
Estos caídos fueron repatriados a
España, al contrario que el resto de
fallecidos, que fueron enterrados en
los territorios africanos, además de
serlo con todos los honores y trata-
dos como héroes. Bien es cierto que
España, para aumentar la moral del
Ejército y de la población en general,
necesitaba héroes concretos y estos
fueron el teniente y el alférez. Otros
héroes de guerra que tuvo España
fueron, esta vez en el Sáhara, los lau-
reados brigada Francisco Fadrique
Castromente y el caballero legionario
Juan Maderal Oleaga, que cayeron
en el combate de Edchera.
Como se ha comentado anterior-
mente, el conflicto no fue silenciado
por el Gobierno o por la prensa, sim-
plemente se ofreció la versión oficial.
Los propios combatientes serían
los que, con sus cartas a la familia,
darían la información más realista y
cruda de la guerra, cartas (algunas)
que se publicaron en la prensa local.
Estas misivas llegaron a todos los
rincones de España, por lo que se
tuvo conocimiento de que en África
pasaba algo. Por el contrario, los es-
pañoles apenas tuvieron información
(poca o ninguna) sobre los aconteci-
mientos previos al 23 de noviembre
de 1957, que son cruciales para
entender el ataque de los marroquíes
y los hechos posteriores.
Fruto de las noticias en prensa y
de las cartas de los combatientes,
España se movilizó en apoyo de sus
soldados, que combatían en tierras
africanas una vez más. Esta moviliza-
En Navidades se desplazaron varios artistas para animar a los soldados.
En la imagen, la actriz Carmen Sevilla durante su actuación

Documento /  75
ción se plasmó en el envío de agui-
naldos en las Navidades de 1957, en
forma de viandas típicas navideñas. El
Gobierno, además, organizó una serie
de actuaciones de famosos en Ifni, de
las que las más recordadas fueron las
de Carmen Sevilla y Gila, actuaciones
muy difundidas a través del NO-DO.
Una vez finalizado el conflicto se dio
paso a las conversaciones diplomáti-
cas, primero con Marruecos y, poste-
riormente (en el contexto del proceso
de descolonización instigado por Na-
ciones Unidas), con otras naciones,
por lo que la guerra dejó de estar
presente en la vida cotidiana de los
españoles; incluso la entrega del mal
llamado «Protectorado Sur» apenas
tuvo trascendencia fuera del ámbi-
to militar. La guerra de Ifni vuelve a
resurgir, para recordar las gestas
de aquel Ejército de 1957, cuando
la provincia de Ifni, o los restos de
lo que fue aquel territorio, fueron
«retrocedidos» definitivamente a
Marruecos, el 30 de junio de 1969 y
con la culminación de la repatriación
de todos los españoles mediante la
ejecución de la operación Tabaiba. El
conflicto vuelve a las mentes de los
españoles durante la Marcha Verde,
cuando civiles marroquíes entran en
la provincia del Sáhara, y cae de nue-
vo en el olvido una vez abandonada
esta y fallecido el general Franco.
EL OLVIDO EN EL PRESENTE
(1975 – HOY)
Si bien se ha comentado en la intro-
ducción de este artículo que existe
bibliografía sobre la guerra de Ifni
y Sáhara, es escasa y se reduce a
unos pocos libros y autores, entre los
que destacan los relacionados en la
bibliografía empleada para escribir
este artículo.
Respecto a los autores, pocos se han
atrevido a escribir algo más que el
desarrollo de las acciones militares.
Entre estos destacan Segura Valero y
Pastrana Piñero. Ambos, aunque tra-
tan las acciones militares, las enmar-
can perfectamente en el contexto
sociopolítico y económico que vivía
España en los años 50 e imbrican el
conflicto entre las delicadas relacio-
nes internacionales que mantenía el
Gobierno en aquellos años. El resto
de autores han profundizado más en
los aspectos militares de la contien-
da, como es el caso de Casas de la
Vega y de Fernández-Aceytuno, aun-
que sin despreciar el contexto en que
se produjo. Así, Fernández-Aceytu-
no, con su libro Ifni y Sáhara, una
encrucijada en la historia de España,
se ha convertido en un referente para
todo aquel que quiera aproximarse a
este hecho, que lo es por derecho, de
la historia de España.
Hay un autor que se sale de los dos
estereotipos anteriores. Se trata de
Santamaría Quesada, que con su
libro Ifni-Sáhara. La guerra ignorada,
bautiza, en 1984, por primera vez esa
guerra con el sobrenombre de «igno-
rada». Analizando el texto de Santa-
maría se puede llegar a la conclusión
de que lo hace en tono jocoso, ya que
justifica que España tuvo conocimien-
to inmediato de los hechos acaecidos
a partir del 23 de noviembre de 1957
gracias a la Prensa del Movimiento,
de la que él era corresponsal, y a tra-
vés de los comunicados del Ministerio
del Ejército. Santamaría, a modo de
ejemplo, y como buen corresponsal
del Movimiento, transmitía en sus
crónicas la idea de Franco y del presi-
dente del Gobierno, Carrero Blanco,
de que la guerra fue instigada por el
comunismo internacional, influencia
que hoy en día se ha demostrado muy
escasa o nula.
Fuera de los círculos militares y
de los entusiastas de la historia
contemporánea de España y sus
relaciones con Marruecos, se da un
nulo conocimiento de esta particular
guerra. Este desconocimiento está
originado por la inexistente mención
a la misma en los currículums de la
asignatura de Historia de España
Contemporánea en 2.º de Bachille-
rato o en los de la licenciatura de His-
toria de muchas universidades.
En el Real Decreto 1105/2014, que
establece el currículum básico de la
Enseñanza Secundaria Obligatoria
(ESO) y del Bachillerato, se tratan
diversas épocas de la dictadura de
Franco que contextualizan con ese
conflicto (autarquía, recuperación
económica…). Sin embargo, bien por
los escasos créditos o por centrar
la historia de España en el siglo xx
en la Guerra Civil, estas épocas se
exponen de forma muy somera, sin
profundizar, y menos en temas mi-
litares. Con un poco más de detalle
se trata el tema del Sáhara, al narrar
la descolonización promovida por
Naciones Unidas en diversas resolu-
ciones durante los años 50 y 60, pero
por los hechos de la Marcha Verde,
en ese marco de la descolonización,
y no por la guerra del 57.
La Ley 39/2007, de la Carrera Militar,
como ya se ha comentado en artí-
culos anteriores, hizo recordar a los
españoles que hubo una guerra en
unos territorios totalmente descono-
cidos para muchos, aunque solo fuera
para reconocer la labor y el sacrificio
de los soldados de reemplazo que
formaron parte de las unidades expe-
dicionarias. Tras este reconocimiento
han sido muchas las asociaciones de
veteranos que se han creado o han re-
surgido para recuperar la memoria de
una pequeña parte de nuestra historia
y mostrarla en multitud de ocasiones
mediante exposiciones o artículos de
prensa. Para financiar estas activi-
dades en beneficio de la cultura de
Defensa, durante varios años diversos
diputados han presentado enmien-
das a los Presupuestos Generales
del Estado para incluir una partida
presupuestaria destinada a ese efecto
específico, aunque sin éxito.
CONCLUSIONES
A modo de conclusión, puede decir-
se que la guerra de Ifni-Sáhara está
olvidada fuera del ámbito militar, del
personal de los combatientes o de
algunos entusiastas de las relaciones
España tenía
su propia
problemática, lo
que suponía que
una guerra abierta
fuera perjudicial

76 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
de España con África. No solo está
olvidado el conflicto en sí, sino toda
la historia de aquellos territorios
que llegaron a ser provincias espa-
ñolas, salvo los últimos momentos
de la provincia del Sáhara por su
peculiar situación administrativa,
que adquirió una vez los españoles
lo abandonaron. Y está olvidada por
ser una parte de la historia que no
se estudia en los institutos, bien por
intereses políticos (sucedió durante
la dictadura de Franco) o porque el
fin de curso coincide con el estudio
de la Segunda República y la poste-
rior Guerra Civil.
Algunos afirman que esa guerra fue
silenciada ante la opinión pública,
pero a juicio del autor de este artícu-
lo simplemente fue tratada como un
conflicto regional y con las debidas
reservas a las que obliga la guerra en
la trasmisión de información pública.
Además, hay que tener en cuenta la
situación internacional del momento
y la delicada posición de España en
esas relaciones, que obligó aún más
a ser cauteloso con la información
proporcionada por los canales ofi-
ciales. Gracias a los mismos comba-
tientes y a las cartas que enviaban a
sus familias muchos pueblos de la
España rural tuvieron conocimiento
de la guerra, como se demostró con
el envío de incontables aguinaldos en
las Navidades de 1957. Esa misma
delicada situación internacional en la
que se encontraba España y el hecho
de considerarlo un conflicto regional
hicieron que, una vez finalizada la
guerra, esta pasara al olvido, aunque
no las provincias. Ifni y Sáhara empe-
zaron a prosperar y fueron dotadas
de infraestructuras más modernas
hasta que llegó el momento de
retroceder Ifni a Marruecos, en 1969,
y abandonar el Sáhara en 1975; eran
una provincia más. Puede afirmarse
con rotundidad que España estuvo
Uno de los campamentos marroquíes organizados para acoger a personal civil de la Marcha Verde
No solo está
olvidado el
conflicto en
sí, sino toda
la historia de
aquellos territorios
que llegaron a
ser provincias
españolas

Documento /  77
informada mientras se desarrollaron
los fatídicos hechos de la guerra de
Ifni y Sáhara y que no fue ni ignorada
ni silenciada.
NOTAS
1. El Ministerio del Ejército publicó
sendos comunicados oficiales al
inicio y al final de la contienda, que
se pueden leer en la prensa nacio-
nal de los días 27 de noviembre
de 1957 y 3 de marzo de 1958.
2. Franco Salgado-Araujo, pág. 218,
1976.
3. Franco Salgado-Araujo, págs.
218-231, 1976.
4. Uno de los motivos, a juicio del
autor de este artículo, por los
que se pudo culpar a la URSS de
instigar los ataques contra los
territorios españoles, además del
convencimiento personal del pro-
pio Franco, como relató a su primo
el general Franco Salgado-Araujo,
pudo ser mantener las relaciones
con EE. UU. y las bases y ayuda
militar, pues era plena Guerra Fría
y el mundo estaba expectante
frente a los enfrentamientos que
se pudieran producir entre EE. UU.
y la URSS.
5. Estos acuerdos fueron también los
causantes de que no se pudiera
emplear determinado armamento,
equipo y material en Ifni y Sáhara,
pues su uso estaba prohibido con-
tra aliados de EE. UU. Ante esta
limitación se hubo de comprar,
con carácter urgente, armamento
y material a Francia y desplegarlo
inmediatamente en Ifni y, sobre
todo, en el Sáhara.
6. EE. UU. seguía manteniendo ba-
ses en suelo marroquí.
7. Nombre que se dio oficialmente
en España al Ejército de Libera-
ción.
8. Según los estudios de Casas de
la Vega, el número de muertos
fue de 198, 574 heridos y 80 de
saparecidos.
BIBLIOGRAFÍA
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hara, una encrucijada en la historia
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--Santamaría Quesada, R.: Ifni-Sá-
hara. La guerra ignorada. Edicio -
nes Dyrsa, Madrid. 1984.
--Segura Valero, G.: Ifni. La guerra
que silenció Franco. Ediciones
Martínez Roca, Madrid. 2006.n
La actuación de los soldados de reemplazo fue excelente

78 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018Jos? Carlos L?pez-Pozas Lanuza.
Coronel. Artiller?a
REPERCUSIONES DEL
CONFLICTO HASTA LA
RETROCESI?N DE IFNI
Desde el punto de vista internacio-
nal, y en el contexto general de la
Guerra Fría, el conflicto no fue de
gran trascendencia y estuvo eclipsa-
do fundamentalmente por la guerra
de Argelia, más tarde por el conflicto
de Cuba y posteriormente por la
guerra de Vietnam.
Por ello las repercusiones solo afec-
taron a los participantes (España,
Marruecos y Francia), así como a
EE. UU., por las bases militares que
tenía en la zona, y se limitaron a las
relaciones entre estos cuatro países,
siempre condicionadas por la situa-
ción interna de Marruecos.
Respecto a la situación interna de
Marruecos y ciñéndose al sur de
Agadir, una vez finalizado el conflicto
el Ejército de Liberación del Sur (ELS)
se quedó en lo que había sido el Pro-
tectorado Sur y se volvió a repetir la
historia. De la misma forma que, ante
la imposibilidad de actuar contra las
tropas francesas en Mauritania lo hi-
cieron contra las tropas españolas en
1957, al ser derrotados por estas en
1958 y quedarse en el sur de Marrue-
cos tuvieron incidentes tanto con las
Fuerzas Armadas marroquíes (FAR)
como con los jefes de las tribus,
quienes no deseaban a los europeos
pero tampoco al ELS ni a las FAR, al
percibir a todos ellos como estructu-
ras superiores a la puramente tribal,
que era la única que deseaban.
En el ámbito político, tal y como se
ha citado al describir a los actores del
conflicto, el partido Istiqlal era muy
heterogéneo y la división del mismo
se produjo en 1959. Los partidarios
más izquierdistas, entre los que se
encontraba Mohamed Bensaid Aït Id-
der, jefe político del ELS, se escindie-
ron y fundaron un nuevo partido en
septiembre de 1959, L’Union Natio -
nale des Forces Populaires (UNFP),
mientras que el Istiqlal de Al-lal El
Fassi se quedó con el ala conserva-
dora y nacionalista que apoyaba sin
fisuras al Rey. La UNFP fue persegui-
da casi desde el primer momento,
mientras que el ELS fue disuelto en
mayo de 1960 y varios de sus líderes
pasaron a la clandestinidad tras ser
acusados de participar en complots
Estudio de la situación política y militar, tanto de los países par-
ticipantes como en el contexto
internacional, y con especial
interés en la situación interna
marroquí.

Documento /  79
contra la monarquía. En este período
se dieron tres fases: una posconflic-
to, en la que hubo comunión de ideas
entre la corriente gubernamental y la
más izquierdista; una segunda en la
que el ELS mantuvo sus aspiraciones
de seguir actuando mientras que el
Istiqlal enfocó su esfuerzo en nego-
ciar que las tropas extranjeras, tanto
europeas como estadounidenses,
abandonaran el país cuanto antes;
y una tercera en la que el Gobierno
se deshizo tanto del ELS como de
la UNFP y se volcó hacia un objetivo
más asequible del « Gran Marrue-
cos»: Argelia.
A la postre, tanto el jefe político del
ELS, después líder del UNFP (Moha-
med Bensaid Ait Idder), como el jefe
militar (Mohamed Benhammou Mes-
fioui) acabaron exiliados en Argelia,
hacia donde Marruecos, sin dejar de
mirar al sur, basculó su irredentismo
por las discrepancias en las fronte-
ras heredadas de los franceses tras
alcanzar Argelia la independencia en
1962, lo que alivió la presión sobre
las posesiones españolas.
Mohamed V y su sucesor, Hassan II,
también emplearon la teoría del
«Gran Marruecos» contra Mauri-
tania y Argelia cuando alcanzaron
su independencia: contra Mau-
ritania negándose a reconocerla
como país independiente en 1960,
y contra Argelia en la « guerra de
las Arenas» de 1963. Fracasada la
segunda y ante la incapacidad de
llegar hasta Mauritania, con quien
no compartía fronteras, Marruecos
terminó reconociéndola oficialmen-
te en 1969.
Todos estos vaivenes en el país alaui-
ta afectaron a las relaciones con los
otros países, ya que en función de los
objetivos del momento (contentar a
los más extremistas, aislarlos, volcar
el esfuerzo en las fronteras con Ar-
gelia, etcétera) el Gobierno marroquí
buscó apoyo de todo actor cuyos
intereses coincidieran, aunque fuera
puntualmente, con los propios.
Allal El Fassi, dirigente del ala conservadora del Istiqlal que apoyaba sin fisura al rey de Marruecos
Todos estos
vaivenes en el país
alauita afectaron a
las relaciones con
los otros países

80 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
Respecto a EE. UU., en el apogeo
del conflicto (enero de 1958) reco -
mendó a Marruecos moderación, ya
que si surgía un enfrentamiento en-
tre Francia y España por una parte
y los países norteafricanos por otra
la URSS intervendría automática-
mente a favor de estos últimos, por
lo que EE. UU. se alinearía con los
europeos, lo cual sería un desastre
global
1
. Finalizadas las operacio-
nes, EE. UU. se cuestionó si era
conveniente seguir apoyando a
Francia y España a costa de perder
la influencia en África
2
. El principal
interés de EE. UU. era conservar
las bases aéreas del SAC (Stra-
tegic Air Command), la base de
telecomunicaciones de Kenitra y la
estación de VOA (Voice of America)
en Tánger, cuyos establecimientos
fueron negociados con Francia en
la época del protectorado. Aunque
al principio trató de mantenerlas sin
más, pronto se dio cuenta de que,
tarde o temprano, tendría que aban-
donarlas y en 1958 solo aspiraba a
mantenerlas durante siete años. En
1959 fue advertido de que no había
bases estadounidenses sino bases
francesas utilizadas por EE. UU.,
por lo que el uso era de carácter
temporal al tener que devolverse
con la retirada de los galos. Al final,
EE. UU. planificó abandonarlas
antes de finales de 1963. Menos
la estación de VOA, el resto fueron
suplidas por las instalaciones que
EE. UU. tenía en España.
Respecto a Francia, no hay ni que
decir que las relaciones con Ma-
rruecos, ya maltrechas desde la
independencia, empeoraron debido
a su participación en el conflicto, ya
que, además de su intervención en
la operación Ecouvillón, ceñida al
Sáhara, los galos realizaron opera-
ciones de transporte aéreo de tropas
españolas e incluso «prestaron» dos
buques anfibios (Odette y Foudre)
por unos meses. Sin embargo,
Marruecos era consciente de que
necesitaba a Francia para afianzar
su independencia y es ahí donde
se nota la diferencia de actuación
llevada a cabo por el ELS respecto al
Gobierno apoyado por el Istiqlal, ata-
ques contra negociaciones, aunque
estas fueran duras.
Con respecto a España, el 10 de abril
de 1958 se entregó el Protectorado
Sur, según lo acordado en el Tratado
de Cintra, lo que ocasionó un último
incidente al serle cortado el paso a
la unidad militar marroquí que debía
Prisioneros marroquíes durante la guerra de las Arenas entre Marruecos y Argelia
«EE. UU., en el apogeo del conflicto,
(enero de 1958)
recomendó
a Marruecos
moderación»

Documento /  81
rendir honores en el acto de entre-
ga y que pretendía cruzar la nueva
frontera, por así hacerlo la pista
por la que se movía en dirección a
Tarfaya (antigua Villa Bens). También
es cierto que Madrid nunca aceptó
que el nuevo gobernador fuera Alí
Ben Bou Aïda, uno de los principales
instigadores de los ataques a Ifni
y abastecedor del ELS. En marzo
de 1959 Mohamed V emitió un dahir
o decreto real de reconocimien-
to especial a los miembros de la
resistencia, y fueron considerados
como tales todos los miembros del
Ejército de Liberación, haciendo
una mención especial al Ejército
de Liberación del Sáhara marroquí.
Los hostigamientos militares habían
dado paso a los políticos. A pesar
de la finalización del conflicto 40
prisioneros españoles, incluyendo
tres hombres civiles, tres mujeres
y dos niños, fueron mantenidos en
Marruecos hasta mayo de 1959, ya
que el ELS se negaba a liberarlos.
Por su parte, España internó a los
prisioneros en la localidad de Tefía
(Fuerteventura).
En 1960 se produjo un rebrote del
irredentismo marroquí y Francisco
Franco, en su discurso de final de
año, dejó clara su determinación de
defender los territorios: «Hoy reitero
lo que hace dos años os decía
3
:
“Nuestra nación, por su ubicación
en el espolón de Europa, que bajo
las aguas del Estrecho se une con el
continente africano y por las del ar-
chipiélago canario en la proximidad
de su costa atlántica y de nuestro
Sáhara tiene la responsabilidad
histórica de constituir el centinela
avanzado de esta área geográfica,
que si es trascendental para Occi-
dente es vital para nuestra nación”.
Podéis tener la seguridad de que en
esta centinela jamás arriaremos la
bandera» (La Vanguardia, 3 de enero
de 1961, 5).
El tono del discurso de ese año, junto
con el hecho de que era la primera
vez que se hacía referencia al asunto,
motivó que tanto la prensa española
como la internacional lo tomaran
como un aviso en toda regla
4
.
A pesar de ello, Marruecos siguió
en su tónica. A primeros de marzo
de 1961 un equipo de técnicos petro-
líferos fue secuestrado en el Sáhara y
liberado en Marruecos, a lo que hay
que añadir la concentración de tropas
cerca de la frontera. La respuesta de
España fue clara al declarar que «ha-
bía tomado las medidas necesarias
para repeler, con todos los medios a
su disposición, y en ejercicio del de-
recho de legítima defensa, cualquier
acto de agresión que se produzca»
(ABC, 21 de marzo de 1961, 32).
En verano de ese mismo año Has-
san II reclamó los territorios: «No es
solamente Argelia quien protesta hoy
contra la partición de su territorio
y de su pueblo. Nosotros también,
pueblo marroquí, protestamos con-
tra la partición que soportamos por
Marruecos utilizó ampliamente el foro de Naciones Unidas para defender sus tesis

82 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
la separación de Mauritania, el Sáha-
ra, Río de Oro, Ceuta, Melilla e Ifni»
(La Vanguardia, 9 de julio de 1961,
18). Esto ocasionó una fuerte protes-
ta española.
En Ifni, las órdenes de operaciones
emitidas para la defensa del territorio
señalaban textualmente a las FAR
como enemigo: «Impresiones sobre
el enemigo: Fuerzas Armadas Reales
(FAR) mantienen una ligera línea de
vigilancia frente a nuestras posicio-
nes».
Además, en el plano internacional,
Marruecos aprovechaba cualquier
oportunidad para hacer apología
de su tesis. Durante el debate de la
Asamblea General de la ONU sobre
la admisión de Mauritania reivindicó
los citados territorios y en octubre,
ante el mismo foro, se refirió a Ifni
y al Sáhara como «territorios so-
metidos a autoridad extraña» (La
Vanguardia, 21 de abril de 1961, 34;
12 de octubre de 1961, 18).
Sin embargo, a finales de octubre
de 1962, el ministro de Asuntos
Exteriores, Ahmed Balafrej, visitó
España para normalizar las rela-
ciones entre las dos naciones. La
visita tuvo una pronta respuesta, ya
que el vicepresidente del Gobierno
español, el general Muñoz Gran-
des, realizó un viaje a Marraquech
un mes más tarde en el que se dio
una gran profusión de halagos
recíprocos. Esta nueva política
culminó con una entrevista entre
Franco y Hassan II en el aeropuer-
to de Barajas en julio de 1963, lo
que dio lugar a un nuevo período
de distensión gracias al conocido
como «espíritu de Barajas», por
el que Marruecos aflojó la presión
sobre Ceuta y Melilla.
En el contexto de este acercamien-
to hay que citar la «guerra de las
Arenas» que, en octubre de 1963,
enfrentó a Marruecos con Argelia.
La distensión con España le permitió
volcar sus esfuerzos en sus dispu-
tas con Argel, por lo que no parece
casual. Habida cuenta de la deter-
minación española por defender el
territorio, la experiencia sufrida en
1958 y la imposibilidad de actuar
contra Mauritania, el monarca alauita
cambió su objetivo por otro que
tampoco había conseguido: la zona
disputada con Argelia por el trazado
de la frontera común, empresa en la
que recibiría el apoyo de los países
occidentales.
En septiembre de 1963 Marruecos
ocupó la zona argelina de Hassi-Bei-
da, reclamada por ambos países
como propia
5
. El 8 de octubre Argelia
contraatacó y recuperó la zona,
pero volvió a perderla una semana
más tarde y se sucedieron una serie
de combates generalizados en los
que 200 soldados argelinos fueron
apresados. Cuba y Egipto acudie-
ron en auxilio de Argelia, por lo que
Marruecos no consiguió reconquis-
tar el terreno. El 28 de octubre se
llegó a un acuerdo de alto el fuego
firmado en Bamako (Malí) bajo los
auspicios de la Organización para la
Unidad Africana (OUA). A pesar de la
finalización del conflicto armado, no
se firmó un acuerdo definitivo hasta
1969, el Tratado de Hermandad,
Vecindad y Cooperación, suscrito el
21 de enero de ese año en Ifrane, sin
que disminuyera la animadversión
entre ambos Gobiernos magrebíes.
Versiones del «Gran Marruecos» de Al-lal el Fassi.
(La Vanguardia, 23 de octubre de 1966, 55).
En Ifni, las órdenes
de operaciones
emitidas para
la defensa del
territorio señalaban
textualmente a las
FAR como enemigo

Documento /  83
El apoyo de Egipto y Cuba a Argelia
tuvo como consecuencia una mayor
comprensión hacia la causa marro-
quí por parte del Gobierno español
en lo que, tal y como se ha citado
antes, fue visto como una lucha entre
un Marruecos aliado de Occidente
contra la intromisión de la URSS
en la zona por medio de Argelia. La
mejora de relaciones hispano-marro-
quíes se materializó en junio de 1964
al hacerse pública la disposición del
Gobierno español para negociar el
futuro de Ifni.
A pesar de las buenas relaciones
oficiales, la confianza no era plena al
saberse que el irredentismo marro-
quí no había desaparecido y que las
posibilidades de conseguir el anhela-
do imperio estaban reducidas a lo
que quedaba de las posesiones es-
pañolas, por lo que se agudizaron las
pretensiones sobre Ifni y el Sáhara,
sobre las que se volcó el verdadero
esfuerzo principal, aunque también
se amenazara a Ceuta y Melilla.
El Gobierno español estaba verda-
deramente preocupado, tal y como
demuestra el hecho de que, en enero
de 1967, Franco enviara una carta
al presidente de EE. UU., Lyndon
B. Johnson, para evitar la venta de
armamento a Marruecos al ver en
ello un peligro para las posesiones
españolas en África
6
.
Durante este período las declaracio-
nes irredentistas aparecían esporádi-
camente, sobre todo en el periódico
Al Alam (afín al Istiqlal), mientras que
la prensa española (La Vanguardia)
cuestionaba la credibilidad de Al-lal
el Fassi al publicar las diferentes
versiones que, a lo largo del tiem-
po, había elaborado sobre el «Gran
Marruecos».
En mayo de 1967, durante las fiestas
de Tarfaya, varios ministros ma-
rroquíes realizaron declaraciones
reivindicando el Sáhara. No obstan-
te, la consecuencia no pasó de una
mera queja diplomática sin mayor
trascendencia en las relaciones entre
los dos países.
En julio de 1968 el ministro español
de Asuntos Exteriores, Fernando
María Castiella y Maíz, comunicó al
secretario de Estado estadounidense
que Ifni sería entregado a Marruecos
en breve: «Progress was being made
on the decolonization of Ifni through
negotiations with Morocco and talk
had started. He said GOS hoped to
solve the question within the next few
weeks and that he hoped Ifni could
be returned to Morocco within a few
months»
7
, lo que se materializó poco
después al decidirse, en el Consejo
de Ministros del 26 de julio de 1968,
la creación de una «comisión intermi-
nisterial encargada de estudiar una
posible cesión del territorio de Ifni»
8
.
En esas mismas fechas el goberna-
dor general de Ifni, el general José
Vega Rodríguez, consideraba que
la permanencia en Ifni podía justifi-
carse por cualquier motivo menos
el económico: «A través de todo mi
informe, no dejará de traslucirse el
convencimiento personal, que abrigo
desde hace tiempo, de que nuestra
permanencia en Ifni puede obedecer
a razones de tipo legal, estratégico,
sentimental, etc., pero en ningún
caso a razones de tipo económico.
Nuestra permanencia en Ifni puede
justificarse, a mi juicio, por cualquier
razón menos por razones econó-
micas. Supone (creo) un quebranto
para nuestra economía nacional y
calculo que cuesta a España unos
225 millones anuales»
9
.
Es momento de recordar que las
finalidades de la orden de situar
Santa Cruz de la Mar Pequeña en
Ifni, dada en 1881, eran evitar el
establecimiento de otra potencia
europea y fundar una pesquería o
establecimiento comercial que diera
acceso a las caravanas de Tombuc-

10
, motivos que ya no tenían validez
Fernando María de Castiella y Maíz, ministro español de Asuntos Exteriores
que inició las negociaciones de retrocesión de Ifni, junto al presidente Kennedy
A pesar de las
buenas relaciones
oficiales, la
confianza no era
plena al saberse
que el irredentismo
marroquí no había
desaparecido

84 / Revista Ejército nº 922 • enero/febrero 2018
en la década de 1960 e Ifni, en vez de
proporcionar un beneficio económi-
co, ocasionaba un sacrificio.
El general Vega ya se había adelanta-
do a las peticiones de información y,
en enero de 1968, empezó a recabar
información necesaria para la eva-
cuación: «En enero de 1968, y vista la
evolución de las relaciones hispa-
no-marroquíes, referentes al territorio
de Ifni como las modalidades, plazos,
forma y características que habían
de revertir las distintas fases de una
posible evacuación, se creyó oportu-
no la constitución de “comisiones de
trabajo” o “ponencias” a articular en
la forma que detalla el Anexo 2, ini-
ciándose la operación Planificación,
cuyos trabajos habían de finalizar en
un informe amplio y detallado sobre
la provincia (Anexo 3)»
11
.
Esa citada evolución de las relacio-
nes hispano-marroquíes también se
vio reflejada en la ONU, obligada a
intervenir por la cuestión de la des-
colonización. Entre las resoluciones
de la Asamblea General de 1965 y
la de 1967 hay una sutil diferencia:
mientras la primera pedía a Espa-
ña tomar decisiones para liberar
el Sáhara e Ifni de la dominación
colonial
12
, la segunda le pedía «que
adopte inmediatamente las medidas
necesarias para acelerar la desco-
lonización de Ifni y que decida con
el Gobierno de Marruecos, habida
cuenta de las aspiraciones de la po-
blación autóctona, las modalidades
del traspaso de poderes»
13
.
El 4 de enero de 1969 los Gobiernos
de España y Marruecos firmaron en
Fez el Tratado de retrocesión de Ifni
y el 30 de junio de ese año se arrió la
bandera española, con lo que finalizó
nuestra presencia en el territorio.
NOTAS
1. Conversación mantenida entre el
ministro de Exteriores marroquí,
Balajref, y el secretario de Esta-
do, Foster, en Rabat, el 22 enero
de 1958, según carta de este al
presidente de EE. UU., fechada el
24 de enero. Biblioteca del Depar-
tamento de Estado, Relaciones
Exteriores, 1958-1960, vol. XIII,
doc. n.º 345.
2. Cuestión planteada por Allen
Dulles en el Consejo de Seguridad
Nacional. Ibídem, doc. n.º 346.
3. Aunque cita dos años antes, en rea-
lidad eran tres ya que se refería al
discurso de finales de año de 1957.
4. Lógicamente, en el mensaje de fin
de año de 1957 se hizo referencia
a Ifni y al Sáhara, lo que no ocurrió
en los correspondientes a los años,
1958, 1959, 1961, 1962 y 1963.
5. La disputa procedía del trata-
do fronterizo del Lalla Marnia,
acordado entre Francia y el sultán
de Marruecos en 1845. En él se
identificaron arbitrariamente los
límites fronterizos con Argelia.
6. Letter from General Franco to
President Johnson, 30 de enero
de 1967. Biblioteca del Depar-
tamento de Estado (EE. UU.),
Relaciones Exteriores, 1964-1968,
vol. XII, Documentos sobre Europa
occidental, doc. n.º 204.
7. «Había progresos en la descolo-
nización de Ifni mediante nego-
ciaciones con Marruecos cuyas
conversaciones habían comenza-
do. Dijo que su Gobierno esperaba
resolver la cuestión en las próximas
semanas y que Ifni pudiera ser de-
vuelto a Marruecos dentro de unos
meses». Traducción del autor. Tele -
gram from the Department of State
to the Embassy in Spain, 16 de julio
de 1968. Ibídem, doc. n.º 210.
8. Carta del gobernador de Ifni, el
general Vega Rodríguez, al direc-
tor general accidental de plazas
y provincias africanas, fechada el
26 de agosto de 1968. López-Po -
zas, 2015, 101.
9. Ibídem.
10. «Hallándose Santa Cruz situada
en la parte de la costa occidental
de Marruecos más inmediata al
archipiélago de las islas Cana-
rias, su ocupación satisfacía dos
grandes necesidades: por una
parte evitaba los inconvenientes
a que pudiera dar lugar el esta-
blecimiento en aquellos parajes
de otra nación europea y por otra
podía servir, por sus especiales
condiciones topográficas, para la
formación de una pesquería o de
una factoría comercial». Escrito
del ministro de Estado al ministro
plenipotenciario de S.M. en Tán-
ger, 30 de marzo de 1881: «Docu-
mentos diplomáticos. Marruecos
Santa Cruz de Mar Pequeña»,
Archivo diplomático y Político de
España, 6, 1883,102.
11. Memoria de la entrega de Ifni de
la Jefatura de tropas del Sector
de Ifni, fechada el 23 de junio
de 1969. López-Pozas, 2015, 102.
12. Resolución 2072 de la Asam-
blea General de la ONU de 16 de
diciembre de 1965 (http://www.
un.org, consultado el 10 de di-
ciembre de 2013).
13. Resolución 2354 de la Asamblea
General de la ONU (período XXII) de
19 de diciembre de 1967. Ibídem.
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El 4 de enero
de 1969 los
Gobiernos
de España y
Marruecos
firmaron en Fez
el Tratado de
retrocesión de Ifni
y el 30 de junio de
ese año se arrió la
bandera española,
con lo que finalizó
nuestra presencia
en el territorio

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operaciones exterior; en tiempo de paz, en ejercicios o en cualquier tipo de
conicto; en un ambiente nacional espec?co o conjunto, o en uno multinacio-
nal. Se han introducido los aspectos a tener en cuenta en el proceso de toma
de decisiones, a la vez que se proponen ejemplos de documentos, para guiar
su ejercicio del mando, sin merma de iniciativa.
Como novedad, se ha tratado el aspecto multinacional del GTP: la posibilidad
de formar parte de una unidad log?stica multinacional (MLU) o que el grupo
deba agregar sus unidades o sus elementos a una MLU, con todo lo que im-
plica en el campo del mando y control.
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El habilitado de UCO/BAE es una pieza fundamental en el SAE y de su buen
hacer depender? en gran medida que los cr?ditos asignados a la unidad en la
que est? encuadrado se ejecuten en tiempo y forma adecuadamente.
Esta publicaci?n pretende proporcionar al habilitado la base legal, con-
ceptual, procedimental y contable necesaria para que pueda desarrollar su
misi?n con la necesaria garant?a.
En denitiva, esta publicaci?n se edita con la nalidad y en el ?nimo de que
sirva de apoyo y ayuda a los que, en alg?n momento de su actividad profesio-
nal, tengan que desarrollar el cometido de habilitado, lo cual contribuir? a un
mejor funcionamiento del SAE mejora que, sin duda, redundar? en benecio
del Ej?rcito en su conjunto. Nº 922 • enero/febrero 2018  /  85

86 / Revista Ejército
EL INCIDENTE DEL VAPOR
VIRGINIUS EN LA GUERRA
CUBANA (1873): UN ANTICIPO
DE LA PAZ DE ZANJÓN (1878)
Ismael Fernández de la Carrera. Teniente coronel. Artillería
La historia moderna y contemporá-
nea nos ofrece a menudo episodios
que no por haber pasado inadverti-
dos a los grandes historiadores son
menos importantes para compren-
der la época y las circunstancias por
las que nuestra nación atravesaba en
ciertos períodos históricos. Remon-
tándonos a 1873, nos encontramos
frente a un año complicado en lo
político y en lo social, y con hitos
históricos de gran relevancia:
• Es el año de la renuncia de Ama-
deo I de Saboya al trono de Espa-
ña, tras dos años y tres meses de
complicado e infructuoso reinado.
• Es también el año de la proclama-
ción e instauración de la Primera
República, régimen político vigente
en España desde su proclamación
por las Cortes el 11 de febrero
de 1873 hasta que se restaura la
dinastía borbónica de Alfonso XII,
de la mano del liberal conserva-
dor Cánovas del Castillo, tras el
pronunciamiento el 29 de diciem-
bre de 1874 del general Martínez
Campos.
• Estamos finalmente a solo 18 años
de la liquidación de la hegemonía
de la nación española como poten-
cia colonial en 1898.
El contexto internacional en el que
España se mueve durante la déca-
da de 1860-1870 es de auténtica
psicosis de pérdida de relevancia
internacional y de su status quo. Es -
paña ha reconocido sucesivamente
la independencia de México (1836),
Ecuador (1841), Chile (1844), Vene-
zuela (1845) y El Salvador (1865), te-
rritorios bajo nuestra Corona desde
hacía más de cuatro siglos.
Ahora bien, España seguía ejercien-
do la soberanía sobre Cuba, Puerto
Rico y Filipinas, soberanía que plan-
teaba innumerables problemas de
índole institucional, especialmente
con Cuba (heterogeneidad multi-
rracial, clasicismo exacerbado entre
los criollos, creciente sentimiento de
autonomía, esclavitud en vigencia
hasta 1870, entre otros). Ante esta
situación, los sucesivos gobiernos
de la metrópoli van a intentar ejercer
aún más si cabe el control y que no
pasen a depender de otra potencia
colonial de la época, fundamental-
mente Inglaterra.
Militarmente la protección de las
islas caribeñas era complicada,
habida cuenta de nuestra mermada
Armada, que no tenía capacidad
suficiente y de que la distancia a las
bases logísticas navales españolas
era grande. Diplomáticamente Espa-
ña estaba «sola ante el peligro» en la
zona caribeña y su mejor aliado era el
equilibrio y contrapeso que se hacían
Estados Unidos por un lado y Francia
e Inglaterra por otro. La incesante
presión norteamericana sobre Cuba,
basada en incursiones, expediciones
y pequeños sabotajes (la mayoría
encubiertos), se hace cada vez más
palpable una vez estabilizados a su
favor los territorios del istmo cen-
troamericano. Es en ese momento
cuando se produce la insurrección
cubana del «grito de Yara» de 1868
y con ello la guerra de los Diez Años
contra España, cerrada con la Paz
de Zanjón (1878), tratado por el que
la metrópoli mantenía la soberanía y
se hacían ciertos guiños a favor del
nacionalismo cubano.
En estas circunstancias se produce
el incidente militar, naval y diplomá-
tico del vapor Virginius, nave que en
1873 era patroneada bajo bandera

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  87
de los Estados de la Unión y alistada
por afines independentistas cubanos
para llevar hombres, material, víveres
y útiles de guerra a la isla.
LOS PRIMEROS AÑOS DEL
VIRGINIUS
El vapor Virgin, nombre originario de
registro, se construye y es botado
en 1864 en el astillero Clyde (Glas-
gow, Escocia), uno de los principales
centros de construcción naval del
momento, con una trayectoria de
producción naviera que llega hasta
nuestros días (actualmente es la
base de los astilleros comerciales
trasatlánticos Cunard). La nave
de vapor con ruedas laterales de
propulsión tenía 200 pies (unos 62
metros) de eslora, con un desplaza-
miento de 491 toneladas, y era de
poco calado, ideal para desembar-
car soldados a pie, víveres y per-
trechos de guerra en las costas de
bajura caribeñas.
Su primer propietario fue la autori-
dad de los Estados Confederados del
Sur (Estados Unidos del Sur), que lo
adquirió con el fin de burlar el duro
bloqueo impuesto por la Marina de
la Unión (Estados Unidos del Norte)
durante la llamada «guerra civil nor-
teamericana» o guerra de Secesión
(1861-1865), también conocida
como la guerra del «Norte contra el
Sur». Siendo propiedad de los con-
federados, el Virgin fue capturado
en 1865 por la Marina de la Unión en
el curso de un viaje entre La Habana
(Cuba) y Mobile (Alabama), travesía
que realizaba a menudo, esta vez
cargado de algodón. Con bandera de
la Unión, el Virgin fue utilizado duran-
te cinco años para distintos me-
nesteres, tanto por el ejército como
por particulares, hasta ser vendido
en 1870 a un agente comercial del
general cubano Manuel Quesada,
quien volvió a registrar la nave bajo
el nombre de Virginius. Este cuba-
no ocupó un alto cargo dentro del
movimiento de insurrección y fue en
Entrada triunfal del general Arsenio Martínez Campos en La Habana, tras la firma de la Paz de Zanjón
De 1870 a 1873
el Virginius sirvió
como medio
clandestino de
transporte de
armas y hombres
a favor de los
insurrectos contra
el colonialismo
español

88 / Revista Ejército
la clandestinidad general en jefe del
Ejército Libertador de la Junta Cu-
bana de Nueva York, y participó en
numerosos pronunciamientos libera-
les en apoyo de la causa mexicana y
cubana. En la venta de 1870 apareció
como dueño el estadounidense John
F. Patterson, para así ocultar la parti-
cipación de la Junta Cubana.
De 1870 a 1873 el Virginius sirvió
como medio clandestino de trans-
porte de armas y hombres a favor de
los insurrectos contra el colonialismo
español. Durante este tiempo las
autoridades españolas caribeñas
cayeron en la cuenta de que la nave
no solo servía para fines comerciales
y fue considerada por España como
nave pirata, por lo tanto suscepti-
ble de captura, abordaje, ataque,
deposición y requisa del material. En
varios incidentes navales, la mayoría
directa o indirectamente apoya-
dos por las autoridades y navíos
norteamericanos, el vapor siempre
conseguía salir ileso y librarse del
apresamiento español.
APRESAMIENTO DEL
VIRGINIUS
Nos situamos en el 23 de octubre
de 1873, cuando el Virginius estaba
al mando del capitán norteamericano
Fry, formado en la escuela naval de
Annapolis. Ese día partió de Kings-
ton (Jamaica) para realizar una ruta
de recogida de insurrectos y material
de cartuchería y pólvora hacia Cuba.
Su rápido fondeo en Jeremie (Haití)
le permitió recoger a una partida de
rebeldes para seguir hasta Port-au-
Prince (actual capital de Haití), donde
cargaron a bordo 300 Remingtons y
300.000 cartuchos. De Port-au-Prin-
ce el Virginius fue a Comito (también
en Haití), donde se aprovisionaron
también de 800 dagas, 800 mache -
tes y varios barriles de explosivo. El
vapor puso proa a Cuba pero nunca
alcanzó sus costas, ya que el 31 de
octubre, a 6 millas de tierra, con las
colinas de Guantánamo a la vista, el
Virginius fue interceptado por el bu-
que de guerra español Tornado, bajo
el mando del capitán Dionisio Cos-
tilla. Como detalle curioso debemos
mencionar que el Tornado español
se había construido en Glasgow en
el mismo astillero escocés que el
Virginius para la Marina chilena y fue
capturado por una fragata española
durante la guerra del Pacífico, sos-
tenida entre Chile y Perú, e incor-
porado a la Armada española con el
mismo nombre.
Continuando con el relato histórico,
con el buque Tornado acechándolo
el Virginius cambió el rumbo para
evitar la confrontación y la entrada en
Guantánamo, y puso proa a Jamaica
a toda máquina. Pero ya no era el
mismo navío ágil y veloz de antes y
registraba varias vías de agua por el
casco, además de que sus motores
habían perdido mucha potencia.
Para aligerar peso echaron al mar
toda la carga, hasta los equipajes,
pero no fue suficiente y los motores
colapsaron tras 8 horas de perse-
cución. El capitán Fry terminó por
detenerse y rendir la nave apenas a 6
millas de la costa jamaicana, entrada
la noche del 31 de octubre de 1873,
Apresamiento del vapor Virginius por la corbeta española Tornado
«El Virginius fue apresado y remolcado
por el Tornado
al puerto de
Santiago de
Cuba, y en él se
encontraban
alistadas, según
el diario de a
bordo de la
nave, un total de
165 personas,
incluyendo
la tripulación
y una fuerza
expedicionaria
rebelde para
colaborar y
apoyar la causa
revolucionaria
cubana»

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  89
a pesar de algunos informes históri-
cos que indican que la nave estaba
ya dentro de las aguas territoriales
británicas jamaicanas (por aquel
entonces se regulaban de manera
arbitraria, estableciéndose una zona
costera visible de aproximadamente
5 millas como zona de jurisdicción
propia).
El Virginius fue entonces apresa-
do y remolcado por el Tornado al
puerto de Santiago de Cuba, y en
él se encontraban alistadas, según
el diario de a bordo de la nave, un
total de 165 personas, incluyendo
la tripulación y una fuerza expe-
dicionaria rebelde para colaborar
El buque de guerra Tornado en 1872

90 / Revista Ejército
y apoyar la causa revolucionaria
cubana.
A su llegada a Santiago de Cuba ya
estaba alertada la cadena de mando
española e incluso se habían remiti-
do cables telegráficos al presidente
Castelar en Madrid informándole de
los hechos. La reacción inicial es-
pañola fue quizás precipitada, pero
se estableció inmediatamente un
Consejo de guerra verbal sumarísi-
mo en la fortaleza de Dolores el 3 de
noviembre de 1873, bajo órdenes
del comandante militar español de
Santiago de Cuba, general Juan
Nepomuceno Burriel, Consejo que
se celebró bajo grandes presiones
de la burguesía española y de ciertos
lobbies como el Círculo Español, el
Club San Carlos, voluntarios milicia-
nos españoles, etc.
Según los veredictos unánimes del
Consejo verbal, y como reza en el
informe administrativo, la sentencia
de fusilamiento contra los insurrec-
tos se decidió con el objetivo de
«ofrecer a la insurgencia isleña un
castigo ejemplar», decretándose el
fusilamiento el día 4 de noviembre
de 1873 en Santiago de Cuba de los
cuatro generales del Ejército Liber-
tador cubano a bordo del vapor:
Bernabé Varona (Bembeta), Pedro
Céspedes, Jesús del Sol y Washing-
ton Alberto Claudio O’Ryan.
Una adición a la primera orden de
fusilamiento fue expedida por el
comandante naval Antonio Fernán-
dez el día 7 de noviembre 1873, que
condenaba a ser fusilados a otros
37 revolucionarios cubanos (inclu-
yendo miembros de la tripulación y
al mismo capitán Fry). No cabe duda
de que la situación de tensión social
y diplomática iba empeorando en el
marco de unas muy tensas relacio-
nes coloniales y diplomáticas entre
las potencias europeas en litigio.
Además, en esa fecha los cónsules
de Inglaterra y Estados Unidos en
Santiago de Cuba elevaron un cable
con una protesta formal ante el
general español Juan Nepomuceno
Burriel, comandante de la plaza, sin
recibir respuesta.
Un siguiente Consejo de guerra fue
llevado a cabo el 8 de noviembre
de 1873 a bordo del buque de guerra
San Francisco de Borja, bajo la presi-
dencia del capitán de fragata Narciso
Fernández Pedruñan, tras el cual, y
también por unanimidad, se conde-
naba al día siguiente a fusilamiento a
otros 12 expedicionarios.
El mismo día 8 de noviembre
de 1873 arriba al puerto de Santiago
de Cuba el navío de guerra británi-
co Niobe, procedente de Kingston
(Jamaica), al mando de sir Lambton
Loraine. El comandante Loraine
envió inmediatamente un mensaje
al general Burriel en el que prác-
ticamente le amenazaba así: «mi
Gobierno no está enterado de lo que
está sucediendo aquí… Exijo que
detenga usted esta carnicería… No
creo necesario explicar lo que haría
si no atiende mis demandas» “.
Por su parte, en la metrópoli madrile-
ña, el presidente Castelar consultaba
con su ejecutivo inmerso en una
amplia crisis gubernamental republi-
cana, preludio de su fin unos meses
después, y daba instrucciones de
reconducir el episodio del Virginius
hacia la no confrontación con Esta-
El general Jovellar y Soler, capitán general de Cuba en el momento de los hechos
narrados

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  91
dos Unidos transmitiendo además el
mensaje de que aún se mantenía la
hegemonía sobre Cuba.
Tras las consultas pertinentes entre
el teniente general Jovellar Soler,
capitán general de Cuba (posterior-
mente fue ministro de guerra con el
restaurado Alfonso XII en el gobierno
de Cánovas del Castillo) y el presi-
dente Castelar, los fusilamientos fue-
ron finalmente suspendidos después
de haber ejecutado a 53 de un total
de 165 alistados. El 3 de diciembre
las autoridades militares españo-
las entregaron a Loraine un grupo
restante de tripulantes e insurgentes
del Virginius, mientras que el resto
permaneció recluido en el propio
barco. Finalmente, por acuerdo entre
Estados Unidos y España, el vapor
Virginius fue reparado de urgencia y
partió de Santiago de Cuba el 12 de
diciembre de 1873, escoltado por los
buques de guerra españoles Torna-
do e Isabel la Católica y conducido
al puerto cubano de Bahía Honda,
donde se entregó al navío de guerra
americano USS Dispatch. En un es-
tado material lamentable, el Dispatch
se vio obligado a remolcarlo hacia
su destino final, Nueva York, pero no
llegó a su destino. Al mal tiempo tor-
mentoso en la zona caribeña se unió
que las vías de agua aumentaban,
las calderas fallaban y las bombas
de achique no conseguían su efecto,
de tal manera que tras el rescate y
traslado a Nueva York de la restante
tripulación el Virginius se hundió fi-
nalmente el 26 de diciembre de 1873
cerca de Oak Island, en aguas del
Atlántico.
CONCLUSIONES
En Cuba el episodio del Virginius
es considerado como una epopeya
nacional y como tal es enseñado y
relatado en las escuelas. Los propios
santiagueros, al finalizar la guerra
del 98, y en honor al capitán inglés
libertador, llamaron a la actual ave-
nida Jesús Menéndez calle Lamb-
ton Loraine y se erigió un busto del
osado capitán inglés junto a los de
José Martí.
El incidente del apresamiento
acababa el 8 de noviembre de 1873
y su resolución tácita, violenta y
tajante por parte española obligó a
suavizar las tensiones insurrectas
y a allanar el camino hacia una paz
posterior que se lograría en Zanjón
(1878). Debemos tener en cuenta
que los hechos se desarrollan en el
transcurso de la llamada guerra de
los Diez Años (1868-1878), el mayor
conflicto independentista cubano de
la segunda mitad del siglo xix, previo
a su independencia final.
La rebelión cubana surgida de la
Guerra de los Diez Años y de la Paz
de Zanjón cogió desprevenidas a las
autoridades militares españolas de
la isla, las cuales en un principio pen-
saron que solo se enfrentaban a un
esbozo de seísmo revolucionario que
se desvanecería por sí solo. Pero no
fue así. La insurrección se extendió
en pocos meses por toda la mitad
oriental de la isla, por las provincias
de Puerto Príncipe y Oriente, y des-
encadenó contra las fuerzas espa-
ñolas una larga lucha de diez años
durante la que los insurgentes nunca
llegarían a ocupar ninguna capital de
provincia ni ciudad importante, pero
sí conseguirían controlar la mayor
parte del campo y de las comunica-
ciones de la zona oriental.
En la metrópoli ya se empezaba a
respirar un ambiente de regene-
ración y restauración monárquica
constitucional, que culmina el 29 de
diciembre de 1874 con un Alfonso
XII proclamado y consolidado como
regenerador de la vida democrática,
política y social. Curiosamente, la
monarquía de Alfonso XII y su Carta
Magna de 1876, a la que nadie en
principio auguraba una larga vida
(cosas de la historia), han sido uno
de los períodos constitucionales más
largos de nuestra historia.
Finalmente, la falta de interés nacio-
nal en los asuntos coloniales, el
desasosiego militar y la mínima emo-
ción monárquica para la mayoría de
los españoles derivó en la ya conoci-
da debacle del 98.
BIBLIOGRAFÍA
--Martí Gilabert, F.: La Primera
República Española 1873-1874.
Editorial RIALP.
--Historia General de España y Amé-
rica. Revolución y Restauración
1863-1931. Editorial RIALP.
--Álvarez Gutierrez, L.: La diploma-
cia bismarckiana ante la cuestión
cubana. Consejo Superior de In-
vestigaciones Científicas – Centro
de Estudios Históricos. 1988.
--Revista de Historia Naval. Suple -
mento 22 -2015. «Principales ac-
ciones navales de la guerra de los
Diez Años de cuba (1868-1878)».
--Espadas Burgos, M.: Alfonso XII
y los orígenes de la Restauración.
Biblioteca de la Historia. Consejo
Superior de Investigaciones Cientí-
ficas. 1990.
--Gálvez Aguilera, M.: Expediciones
navales en la guerra de los Diez
Años, 1868-1878. Ediciones Verde
Olivo. 2000.■
El incidente del
apresamiento
acababa el 8 de
noviembre de 1873
y su resolución
tácita, violenta
y tajante por
parte española
obligó a suavizar
las tensiones
insurrectas y a
allanar el camino
hacia una paz
posterior que se
lograría en Zanjón
(1878)

SECCIONES - OBSERVATORIO INTERNACIONAL 92 / Revista Ejército
ESCENARIO ESTRATÉGICO 2018
Luis Feliu Bernárdez. General de brigada. Artillería. DEM
El año 2018 empieza a andar bajo
el riesgo de una crisis geopolítica
equivalente a la crisis financiera
internacional de hace una década.
El peligro podría proceder tanto del
ámbito de la ciberseguridad y del te-
rrorismo yihadista, como de conse-
cuencias derivadas de las crisis y los
conflictos en Corea del Norte, Siria o
Rusia, motivados por la ausencia de
un claro liderazgo mundial y ante una
sobre reacción de alguna nación en
caso de crisis.
Pese a la evidente recuperación
económica y la subida de las bolsas
en la mayoría de los países, el mundo
va a tener que lidiar con la creciente
amenaza de una crisis global, de
momento, impredecible. El año 2018
se presenta con un escenario con
mayores riesgos geopolíticos que
en las últimas dos décadas, aunque
la sensación de bonanza económica
nos sugiera lo contrario.
El orden político internacional que
ha liderado Estados Unidos des-
de la Segunda Guerra Mundial ha
dado paso a un vacío de poder que
por primera vez China podría estar
dispuesta a ocupar, sin mencionar
la oportunidad que Rusia ha tomado
sin dudar en Siria y Crimea. El pro-
blema de Rusia es que no tiene peso
específico económico, financiero o
comercial, lo que le sitúa en segun-
do plano geoestratégico. Eso no le
impide actuar en el ciberespacio y en
las redes sociales, muy sensibles a la
desinformación, o en aquellas crisis
donde el poder militar o nuclear se
hacen presentes.
Por otro lado, el problema de la
supremacía china, en el escenario
internacional, es que lo hará según
sus propias reglas, las de un Estado
autoritario, de partido único de iz-
quierdas, comunista, que usando las
normas de la economía de mercado,
lidera la inversión en nueva tecnolo-
gía, frente al sector privado que es,
sin embargo, quien lleva la iniciativa
en los países occidentales.
China está fijando los estándares
internacionales de comercio e
inversión con mayor facilidad que
ninguna potencia antes. Marca la
reglas del mercado. Sin embargo,
con el principio chino de no inter-
vención en asuntos internacionales,
China no reemplazará a EE. UU.
como potencia mundial, su único
interés es el liderazgo económi-
co, comercial y tecnológico, nada
más. Es la primera vez que sucede
esto en la historia contemporá-
nea. EE. UU. cede su puesto como
potencia económica, comercial
y tecnológica, aunque en este
campo EE. UU. seguirá liderando la
innovación e investigación, pero sin
interés alguno en liderar la política
internacional, a pesar de ser aún el
líder militar y nuclear del mundo.
Si el otro actor importante, China,
tampoco parece estar interesada
en liderarlo y Rusia no tiene capa-
cidad suficiente, el resultado es un
escenario que hace del año 2018
imprevisible en cuestiones de crisis
geopolíticas.
Además, China ya ha logrado supe-
rar a Estados Unidos en robótica, en
usuarios de internet, en economía di-
gital, en pagos por teléfonos móviles,
entre otras áreas. Ese escenario en el
que algunos estados tienen un cre-
ciente papel en la carrera tecnológi-
ca, agrava el riesgo de ciberataques
graves o masivos, que es uno de los
cisnes negros previstos para 2018.
Lo anterior crea la amenaza de un
nuevo proteccionismo, azuzado a su
vez por el nuevo entorno de prota-
gonismo político de los populismos.
Proteccionismo mas populismo no
son precisamente buenos amigos
para la estabilidad internacional.
Sin EE. UU. y China, y en la ausencia
de un garante de la seguridad global,
con la proliferación de actores regio-
nales y privados con capacidad de
desestabilización, el mundo del 2018
es un lugar mucho más peligroso e
inestable que antes. Las estrategias

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  93
de Seguridad Nacional deben estar
actualizadas y con líneas de acción
preparadas con las herramientas
adecuadas para responder a cada
desafío. No obstante las organizacio-
nes internacionales preocupadas por
la seguridad, UE, OTAN, ONU y otras
deberían estar atentas a los aconte-
cimientos en 2018.
Las relaciones entre Estados Unidos
e Irán, líder musulmán chiita, son
otro de los riesgos más destacados
para 2018, tanto a nivel político
como para los mercados, por su
implicación sobre el sector ener-
gético. Las recientes protestas en
diversas ciudades iraníes no se veían
venir, por más que la demanda de
los jóvenes iraníes sean similares a
las de otras economías en crisis, que
exigen empleo y apertura. La presión
social, que se mantendrá a pesar de
la guardia revolucionaria, obligará a
Rohaní a tomar importantes decisio-
nes sobre reformas.
Por otro lado, Arabia Saudí, líder
musulmán sunita, está sumida en un
programa reformista que llega muy
tarde y que es demasiado ambicioso
para alcanzar éxitos en muy breve
plazo, como parece que es su obje-
tivo. Arabia Saudí puede fracasar en
las reformas internas y está además
fracasando en todas sus operaciones
exteriores, desde Yemen a Líbano,
por lo que las perspectivas del Reino
Saudí son poco halagüeñas a corto y
medio plazo.
En definitiva, Arabia Saudí, Irán y
Siria en Oriente Medio serán las
fuentes principales de inestabili-
dad. Corea del Norte seguirá en
su objetivo de ser potencia nuclear
creíble, para seguir chantajeando a
la comunidad internacional, y China
se mantendrá como líder económico,
financiero, comercial y tecnológico.
Rusia intentará no perder prota-
gonismo en Eurasia y seguirá muy
atento a la evolución política de la
Unión Europea.
Sin embargo, los ciberataques
seguirán como principal fuente de
inseguridad y el terrorismo yihadista
salafista continuará amenazando
a la comunidad internacional tras
el fracaso el DAESH en Siria, Irak y
Líbano. La labor de reconstrucción y
estabilización post conflicto en esos
tres países guiará la agenda interna-
cional de cooperación en desarrollo.
Quizá parece nada nuevo en com-
paración con el año que se fue, lo
diferente, sin embargo, es que la
situación lejos de mejorar ha em-
peorado y que la Ciberdefensa y la
protección ante acciones terroristas
deberían reforzarse.
Finalizado por el autor: enero
de 2018
NUEVO FACTOR DESESTABILIZADOR EN
ORIENTE MEDIO
Alberto Pérez Moreno. Coronel. Infantería. DEM. (R)
Al finalizar 2017, Oriente Medio
(O.M.) sigue presentando más signos
negativos que positivos. Irak ha
proclamado la victoria sobre Daesh,
Rusia ha retirado sus tropas de Siria
y prometido reconstruir el país. Pero
en Yemen continúa la lucha y sigue
abierta la fractura de Arabia Saudí,
Egipto y EAU contra Omán, tras
el fracaso de la última reunión del
Consejo de Cooperación del Golfo.
Además, la decisión del presidente
Donald Trump de reconocer Jerusa-
lén como capital de Israel ha añadido
un nuevo factor desestabilizador en
el complejo panorama de O.M. LA DECISIÓN DE TRUMP Y SUS
MOTIVOS
Nadie duda de que el proceso de
paz entre israelíes y palestinos ya
estaba moribundo pero el anun-
cio del presidente Trump, el 6 de
diciembre pasado, reconociendo
la soberanía israelí sobre todo
Jerusalén,ha supuesto un cambio
radical en la política estadouniden-
se en O.M. Es verdad que responde
a una antigua demanda israelí y era
una promesa electoral, que satis-
face a protestantes evangélicos
y judíos conservadores pero para
otros, como Jon B.Alterman, «es
instintiva y no racional» y algunos
senadores, entre ellos John Mc-
Cain, se han quejado
1
. Y, como
contrapartida, ha desencadenado
protestas no solo de los palestinos
en Gaza y Cisjordania, sino también
duras críticas de los aliados árabes
y europeos.
Es cierto que, antes del reconoci-
miento de Jerusalén como capital
israelí y el posible traslado de su em-
bajada a esta ciudad, Estados Uni-
dos (EE. UU.) ya había emprendido
varias acciones contra los palestinos.
A mediados de noviembre amenazó
con no renovar a la Organización de
Liberación de Palestina (OLP) los
permisos de su misión en Washin-
gton y, a primeros de diciembre, la
Cámara de Representantes aprobó
una ley cancelando ayudas finan-
cieras al Gobierno palestino por su
apoyo a los prisioneros palestinos en
Israel. Y aunque Trump haya juzgado
que reconocer a Jerusalén como
capital de Israel «podría acelerar, en
lugar de impedir, las negociaciones
de paz», la realidad es que piensa
que es lo mejor para los intereses de
EE. UU. Esto no es algo nuevo. Daniel
Pipes, un judío-estadounidense de
derechas, ya avanzaba en 2016 que
«una derrota palestina es buena para
todos», y que «la forma de apoyar a
Israel era que Washington tomase
medidas duras»
2
.
EL ESTATUS ACTUAL DE
JERUSALÉN
Jerusalén no es una ciudad normal,
es la cuna del monoteísmo y lugar
santo de cristianos, árabes y judíos,
que todos veneran y hasta ahora ha-
bían respetado. Han sido muchas las
decisiones de Naciones Unidas so-
bre Jerusalén desde que en 1947 se
aprobó la resolución 181 del Consejo
de Seguridad que dividía el mandato
de Palestina en dos estados, uno ju-
dío y otro árabe, y la 478 de 1980 que
condenaba a Israel por la incorpo-
ración del sector oriental de Jerusa-
lén y parte de Cisjordania, hasta la
2334 de 2017 que obliga a todos los
Estados a «distinguir en todos los
asuntos relevantes entre el territorio
del Estado de Israel y los territorios
ocupados a partir de 1967»
3
.

94 / Revista Ejército
A pesar de que el propio Trump
declaraba que la medida sobre
Jerusalén simplemente reconocía
una «realidad», ya que Israel tie-
ne su gobierno en Jerusalén, y el
Departamento de Estado afirmaba
que EE. UU. «no estaba tomando
una posición sobre los límites de la
soberanía sobre Jerusalén», todo pa-
rece indicar que Washington quiere
imponer la paz más que negociar un
acuerdo entre israelíes y palestinos
y ha optado por eliminar el tema de
Jerusalén, revocando de esta forma
una política de décadas sobre el
tema.
REACCIONES
INTERNACIONALES Y
CONSECUENCIAS
Es indudable que la decisión de
Trump ha desafiado a la comuni-
dad internacional, unido a sunníes
y chiíes en condenar la medida y
suscitado rechazo en los países de
O.M. Desde Irán y el Golfo Pérsico
a Indonesia y Mauritania, todos han
repudiado la medida, destacando
las declaraciones del rey Abdulá II,
«guardián y custodio de los lugares
santos cristianos y musulmanes»
y del Papa Francisco pidiendo la
paz y reanudar el diálogo, mientras
Federica Mogherini anunciaba
que la UE seguirá reconociendo
«el consenso internacional sobre
Jerusalén».
Tres días después del anuncio
de Trump, la Liga Árabe reunía a
todos los ministros de exteriores de
los países de la organización que
condenaban la decisión norteameri-
cana. Posteriormente, el presidente
turco Erdogan erigido en líder de la
causa palestina, convocaba el 13 de
diciembre una cumbre extraordinaria
de la Organización para la Coopera-
ción Islámica, que sólo reunía a 16
Jefes de Estado y altos cargos de 30
países de los 57 miembros,
—Arabia Saudí envió a su ministro de
Asuntos Religiosos— que aprobaron
un documento en el que se declara
«Jerusalén Este capital del Estado de
Palestina»
4
.
El 18 de diciembre el Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas re-
chazaba —con el veto de EE. UU.—
una resolución que expresaba
«profundo pesar por las decisio-
nes recientes sobre el estado de
Jerusalén», y tres días después
la Asamblea General, convocada
por Yemen y Turquía en reunión de
emergencia, rechazaba por abru-
madora mayoría —128 frente a 8
a favor— la decisión de reconocer
Jerusalén como capital de Israel, a
pesar de las amenazas estadouni-
denses de cortar la ayuda a quien
votara en contra
5
.
En cuanto a los palestinos, su
mayor temor es que la decisión de
Trump sobre Jerusalén establezca
un precedente sobre la anexión
israelí de los territorios ocupados,
donde ya se han asentado 400.000
colonos, y Netanyahu habla de un
Valle del Jordán israelí
6
. Mientras
Hamás ha optado por un papel
pasivo, en Fatah se ha acelerado
la guerra interna por la sucesión
de un débil Abbas, al que un 70%
de palestinos pide su dimisión. En
cuanto a una resistencia violenta,
aunque de momento no ha tenido
gran seguimiento, la Yihad Islámica
si ha desencadenado revueltas en
Gaza y lanzamiento de cohetes, la
mayoría interceptados por el Iron
Dome israelí.
Croquis del casco antiguo de Jerusalén

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  95
La realidad es que Washington ha
echado por tierra 70 años de con-
senso sobre Jerusalén perdiendo así
su pretendida neutralidad y capaci-
dad de mediar, al mismo tiempo que
ha dejado un vacío que otros pueden
ocupar. Si la visita de Putin a Siria,
Egipto y Turquía evidencia su inten-
ción de tener mayor presencia en
O.M., el apoyo que busca la OLP en
la propia Rusia y China les dará otro
motivo para intervenir en O.M. de un
modo más efectivo. Mientras tanto
Arabia Saudí, apoyada por EE. UU.
parece aceptar a Israel como aliado
estratégico en su enfrentamien-
to con un Irán que ve el tema de
Jerusalén como un regalo perfec-
to, ya que les permite movilizarse
contra EE. UU. y los que apoyan sus
políticas.
Terminado por el autor: 23 de di-
ciembre de 2017
NOTAS
1. Zalzberg, Ofer. “Counting the
Cost of U.S. Recognition of Je-
rusalem as Israel’s Capital”. ICG.
7/12/2017
2. De Young, Karen. “Trump’s foreign
policy driven by campaign instinct
and unconventional thinking”.
Washington Post. 10/12/2017
3. Sanz, Juan Carlos. «La pugna por
Jerusalén: una guía para princi-
piantes». El País. 9/12/2017
4. Kuttab, Daoud. “Istanbul summit
exposes divisions within Arab
world”. Al-Monitor 13/12/2017
5. Morello, Carol. “U.N. passes mea-
sure implicitly condemning Trump
administration’s recognition of
Jerusalem as the Israeli capital”.
Washington Post. 21/12/2017
6. Hady Amr. “Jerusalem: After 30
years of hope and failure, what’s
next for Israel / Palestine? Broo-
kings. 13/12/2017
LA COOPERACIÓN ESTRUCTURADA
PERMANENTE (PESCO)
Alfonso de Villagómez. Escritor
El Tratado de Lisboa puso en marcha
la Cooperación Estructurada Perma-
nente (PESCO) para permitir que la
defensa europea pudiera progresar
de la mano de los países que estu-
vieran interesados y dispuestos a
cooperar entre ellos. El impulso fran-
co-alemán inicial tuvo que rebajar su
nivel de ambición, descartando cual-
quier defensa colectiva al margen
de la OTAN y rebajando el nivel de
ambición y de exigencia para poder
participar. De esta forma, el impulso
inicial sirvió para sentar las bases de
una cooperación más inclusiva en
materia de defensa, pero reduciendo
el nivel de ambición.
El lanzamiento de la PESCO se
enfrentaba a dos visiones diferentes.
Por un lado, París deseaba un nivel
de ambición basado en la calidad y la
eficacia, lo que significaba requisitos
de pertenencia exigentes, mientras
Berlín promovía una mayor inclusión
y participación de países que evitara
que unos altos requisitos de entrada
fuesen disuasorios. El Consejo Euro-
peo de diciembre de 2016, propuso
que la PESCO fuese inclusiva y mo -
dular, de forma que estuviera abierta
a todos, sin que todos tuvieran que
participar en todos los proyectos.
Este enfoque final facilita la partici-
pación pero no garantiza que todos
los participantes asuman un nivel de
compromiso adecuado.
El 13 de julio de 2017, con ocasión
del Consejo Franco-Alemán, se
acordó una lista ambiciosa de com-
promisos que incluía un calendario
y mecanismos de evaluación, así
como la identificación de proyectos
como base para un acuerdo europeo.
Esos criterios básicos se recogieron
en una propuesta franco-alemana
de 21 de julio, que respaldaron Italia
y España, y que contó con el apoyo
de Bélgica, la República Checa, Fin-
landia y los Países Bajos. Entre los
criterios, se proponían los principios
y las bases del modelo de dirección
y se incluían «19 propuestas» de
compromisos vinculantes. Entre las
propuestas se recogen el incremen-
to progresivo de los presupuestos
de defensa y también el apoyo a la
Coordinación de los Planeamientos
de Defensa (CARD) y al Plan de De-
sarrollo de Capacidades (CDP) para
incrementar la autonomía estratégi-
ca de la UE.
Actualmente las propuestas están
en fase de discusión y queda por
resolver la participación de terceros
países que no pertenecen a la UE,
como el Reino Unido, que ha expre-
sado su voluntad de continuar vincu-
lado a la defensa europea. El impulso
franco-alemán ha sabido articular
un núcleo de ocho países en torno a
la PESCO, entre ellos los cuatro más
importantes, (FRA, DEU, ESP, ITA)
y atraer —no sin dificultades—a la
mayoría del resto de los 27. Pero el
reto de la PESCO está en asegurar
que se alcanza el nivel de ambición
acordado para conseguir la ansiada
autonomía estratégica de la UE, tal y
como pretende el Protocolo nº 10 del
Tratado de Lisboa.
EL IMPULSO INDUSTRIAL Y
TECNOLÓGICO
Francia y Alemania consideran la
política industrial como parte estra-
tégica de la defensa, lideran el sector
industrial y tecnológico de la defensa
europea y coinciden en la prioridad
de preservar sus intereses indus-
triales nacionales, aprovechando las
oportunidades que les ofrezcan los
mercados, europeos y globales, para
su desarrollo. Para ello recurren en
determinados proyectos a la colabo-
ración con otros aliados europeos y
siempre estando abierta a que sus
empresas lleguen a acuerdos con
otras de terceros países. En el pro-
ceso de la PESCO, ambas naciones
aspiran a preservar las capacidades
tecnológicas críticas para su seguri-
dad nacional, garantizar su autono-
mía estratégica y asegurar el futuro
de su industria de defensa.
Las autoridades francesas y alemanas
son conscientes de las dificultades
que actualmente tienen sus industrias
para preservar su competitividad y su
cuota del mercado internacional. Por
eso han impulsado todas las iniciati-
vas europeas que fomentan el merca-
do europeo de la defensa, las ayudas
a la investigación y el desarrollo de
capacidades y la racionalización del
sector a escala europea, para apro-
vechar la situación de ventaja de sus

96 / Revista Ejército
industrias y las oportunidades que se
abren con la cooperación industrial
dentro de la PESCO.
En sintonía con el impulso fran-
co-alemán, y en paralelo a la imple-
mentación de la Estrategia Global, la
Comisión presentó el 30 de no -
viembre de 2016 su Plan de Acción
Europeo de Defensa (EDAP) con
tres elementos: el Fondo Europeo
de Defensa (EDF), el apoyo para
las PYMES, pequeñas y medianas
empresas, (SME) y el refuerzo del
mercado único de defensa sin olvidar
la financiación que pudiera dar el
Banco Europeo de Inversiones (BEI),
el mayor banco público que se cono-
ce. El Plan trata de revertir el retraso
tecnológico europeo en tecnología
militar, aumentando las inversiones
en investigación y desarrollo de ca-
pacidades, y para ello dispone de 90
millones de euros para investigación
hasta 2020 y 500 millones más para
desarrollo de capacidades hasta la
misma fecha. Posteriormente, la Co-
misión pretende ampliar esos fondos
hasta 500 millones de investigación
y 1.500 millones de euros para desa-
rrollo, dentro del Marco Financiero
Plurianual 2021-2027 de la UE.
No podemos dejar de destacar las
dificultades, a las que se enfrenta el
desarrollo de las propuestas, por la
visión de Francia de un proyecto de
integración en la defensa mucho más
ambicioso de lo que resulta acep-
table para Alemania. Las posibles
divergencias se añaden a las tradi-
cionales entre Alemania y Francia.
Entre otros estudios recientes, el
informe del Parlamento Europeo
sobre la PESCO resalta la diferencia
de cultura estratégica entre ambos
países: la preferencia alemana por
proyectos logísticos, de adiestra-
miento o de hospitales, frente al
deseo francés de misiones milita-
res más exigentes y la predilección
alemana por el este de Europa sobre
la del sur francesa, y finalmente la
renuencia de los parlamentarios
alemanes a tomar decisiones sobre
el uso de la fuerza, contra el amplio
margen que cuenta el presidente de
la República francesa.
MIRANDO AL FUTURO
Las dificultades al desarrollo de
la PESCO se harán más visibles
cuando se vayan concretando los
compromisos. Una vez lanzada, su
contribución real a la defensa euro-
pea dependerá del grado de cum-
plimiento de las obligaciones que
asuman los participantes. No sólo
por la voluntad de hacerlo, sino tam-
bién por la capacidad para ello. Si el
grado de cumplimiento es elevado,
la PESCO añadirá valor a la autono-
mía estratégica europea, tal y como
Francia y Alemania esperan. Si los
planeamientos nacionales se coordi-
nan bajo el sistema CARD, será más
fácil disponer de las capacidades
militares que se precisan; pero si la
coordinación es meramente formal,
como ocurre en la OTAN, cada país
velará por sus propias prioridades.
El desarrollo del proceso situará a
la UE más cerca de una verdadera
política común de defensa, si la par-
ticipación es amplia y no se restringe
a un grupo reducido de países. En
este último caso, la UE tendría mayor
autonomía estratégica pero no sería
común. La reactivación de la defen-
sa europea y de su base industrial y
tecnológica necesitan un esfuerzo
adicional de los Estados miembro,
porque la financiación común viene a
complementar y estimular los presu-
puestos nacionales de defensa, pero
no a reemplazarlos. Si la financiación
comunitaria es insuficiente o los pre-
supuestos nacionales descuentan la
aportación de los fondos comunes,
el valor añadido no bastará para
alcanzar el nivel de ambición fijado
por el impulso franco-alemán. Por
la misma razón, los costes y benefi-
cios de la racionalización de la base
industrial y tecnológica de la defensa
El avión de transporte estratégico Airbus AM 400, ejemplo de cooperación tecnológica entre países europeos

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  97
europea deberán repartirse de forma
equilibrada, ya que de lo contrario los
Estados miembro perjudicados se
distanciarán de la PESCO.
La continuidad del impulso depende
de que Francia y Alemania continúen
a partir de 2018 la sintonía que sus
jefes de Estado y ministros de Defen-
sa y Exteriores alcanzaron en 2016.
A ambos países les unen intereses
políticos e industriales muy fuertes,
pero les separan diferencias de cul-
tura estratégica que hemos citado y
presupuestarias muy significativas.
Por último destacar que la Coope-
ración Estructurada Permanente en
el ámbito de la Cooperación Inter-
nacional de la UE para el Desarrollo,
lleva funcionando décadas en la UE
y se dedican miles de millones de
€, siendo la UE la primera organiza-
ción mundial en cooperación para
el desarrollo. España que se adaptó
hace poco, algo menos de diez años,
a la necesidad de profesionalización
de las empresas y organizaciones en
la cooperación al desarrollo (MAEC,
AECID, FIIAPP etc.), tiene acumulada
una gran experiencia en ese campo
que los ministerios involucrados en
la PESCO pueden aprovechar.
Terminado por el autor: 22 de di-
ciembre de 2017
EL TERRORISMO YIHADISTA SALAFISTA SIGUE
OBSTACULIZANDO LA NORMALIZACIÓN DE
SOMALIA
Carlos Echeverría Jesús. Profesor de Relaciones Internacionales de
la UNED
El terrorismo yihadista salafista con-
tinua golpeando con enorme virulen-
cia en Somalia, dificultando con ello
los esfuerzos, tanto nacionales como
internacionales, para reforzar la
seguridad de este atribulado país del
Cuerno de África. El macroatentado
yihadista ejecutado en el corazón de
Mogadiscio el 14 de octubre, que
mató en el momento a más de 300
personas y cuyo balance definitivo
se ha elevado dos meses después a
más de medio millar, ilustra sobre la
vigencia y la envergadura de la ame-
naza terrorista.
1
LA FORTALEZA DE LOS
YIHADISTAS SOMALÍES
El atentado cometido en la céntrica
intersección Soobe, en la capital
somalí, mató a centenares de per-
sonas al combinar el estallido de un
potente explosivo activado por los
terroristas que a su vez hizo explo-
tar también un camión repleto de
combustible, todo ello en una zona
muy frecuentada en esos momen-
tos. Ha sido el más mortífero de los
atentados cometidos en Somalia, y
la ausencia de reivindicación —algo
que ocurre con frecuencia en un país
en el que suelen ser reivindicados
uno de cada siete atentados con
bomba— no impide adjudicárselo a
los yihadistas. Esta ha sido además
la primera vez en la que muchos
somalíes se han manifestado contra
Al Shabab, como ocurrió por ejemplo
el 18 de octubre, todo un indicador
de hacia dónde dirigir las sospechas.
No obstante es importante destacar
que Somalia hace tiempo que se ha
convertido en zona de implantación
tanto de Al Qaida, la más longeva y
reflejada en Al Shabab, como más
recientemente del Estado islámico
(EI).
2
Es desde octubre de 2015 que la
presencia del EI en suelo somalí
viene siendo detectada, en paralelo
a su expansión en clave califal en
otras latitudes próximas al Cuerno de
África como eran Egipto y Libia. Vino
de la mano de Abdelqadir Mumin, un
antiguo ideólogo de Al Shabab que
decidió jurar fidelidad a Abu Bakr Al
Bagdadi, y que lideró una escisión
del protagonista principal del terro-
rismo yihadista en Somalia que ha
mantenido una cierta presencia en la
región secesionista de Puntland.
El secesionismo de Puntland, como
el de Somalilandia, lleva largos lus-
tros debilitando al Estado somalí, y
constituye una rémora más a añadir
a la muy potente del terrorismo
yihadista.
3
En Puntland se estiman
actualmente en unos dos centenares
los seguidores del EI y el grupo llegó
a controlar el puerto de Gandala du-
rante todo un mes en 2016. Por todo
ello los EE. UU. han golpeado por
primera vez y desde el aire a dicho
grupo, al evaluar tanto el incremento
de sus efectivos como el riesgo de
que dicho embrión del EI en esta re-
gión septentrional de Somalia pueda
atraer a miembros del grupo terroris-
ta que huyen de la ofensiva contra el
mismo en Siria e Irak.
4
Tras el macroatentado del 14 de
octubre los ataques terroristas
siguieron sucediéndose. El 22 de
octubre otra bomba mataba en el
momento a siete mujeres en Dani-
ga, localidad situada 40 kilómetros
al noroeste de Mogadiscio, en un
ataque adjudicado por las autorida-
des a Al Shabab.
5
LAS RESPUESTAS Y SUS
RESULTADOS
Se producÍa el macroatentado del
14 de octubre en un momento de
visible debilidad de un Gobierno
somalí liderado por el presidente
Mohamed Abdullahi Mohamed
que requiere de enormes esfuer-
zos en términos de reforzamiento.
El ministro de Defensa y el jefe de
Estado Mayor del Ejército Nacio-
nal Somalí (SNA, en sus siglas en
inglés), las Fuerzas en recons-
trucción, acababan de dimitir y la
imprescindible Misión de la Unión
Africana para la Estabilización de
Somalia (AMISOM), que cuenta con
22.000 efectivos y que hace frente
a Al Shabab con un mandato refor-
zado, muestra también en tiempos
recientes signos de debilitamiento,
tanto en sus miembros —con la im-
portante contribución militar etíope
en cuestión, dada la intención de
las autoridades de Addis Abeba de
repatriar efectivos ahora necesa-
rios en casa— como en su financia-
ción. La Unión Europea (UE) aporta
alrededor del 40% de la financia-
ción de la AMISOM y ya anunciado
que va a proceder a reducir dicha
aportación por dificultades finan-
cieras internas.

98 / Revista Ejército
El SNA había comenzado poco antes
del susodicho atentado a retirarse de
algunas ciudades, entre ellas Bariire,
a 45 kilómetros de Mogadiscio y,
como experiencias anteriores han
demostrado, cualquier retroceso
del Estado es aprovechado por Al
Shabab para recuperar terreno. Tal
acción terrorista, a añadir a otras
muchas algunas de las cuales
veíamos anteriormente, llevaban al
Gobierno somalí a pedir ayuda a sus
aliados en particular a los EE. UU.
El 21 de noviembre el Mando Afri-
cano de los EE. UU. (USAFRICOM)
anunciaba la eliminación de un
centenar de miembros de Al Shabab
en el bombardeo de un campo del
grupo situado a 200 kilómetros al
noroeste de la capital, en la región
de Bar Elay, en una acción que fue
presentada como combinada dada
la participación en tierra de co-
mandos somalíes.
6
Es importante
no solo destacar que el Gobierno
somalí afirmaba el 22 de noviembre
que había solicitado dicho apoyo
aéreo al USAFRICOM, sino que
la intensificación de los ataques
aéreos es una realidad en los últi-
mos meses. Si a lo largo de 2016,
aún bajo la presidencia de Barack
Obama, los EE. UU. realizaron trece
ataques aéreos contra los yihadistas
en Somalia, entre mayo y agosto
de 2017 se han realizado ocho
ataques, cinco de ellos en noviem-
bre, y ello tras el reforzamiento del
compromiso con la lucha contra
el terrorismo yihadista en Somalia
decidido por el presidente Donald
Trump el pasado marzo.
7
La susodicha acción, aunque anun-
ciada el 21 de noviembre, se había
ejecutado el 8 de noviembre, menos
de una semana después de que el
3 de noviembre la Fuerza Aérea de
los EE. UU. hubiera realizado otro
ataque contra posiciones de Al
Shabab, y todo ello como reacción al
macroatentado de Mogadiscio.
8
Derrotar o al menos debilitar a Al
Shabab, así como al embrión del EI
en suelo somalí, es no solo necesa-
rio sino también muy urgente. A las
vulnerabilidades del Estado somalí
y de herramientas como AMISOM
hemos de añadir las sufridas por
países vecinos —como Etiopía,
Uganda o particularmente Kenia—
que se ven directamente afectados
desde hace años, no solo por el
terrorismo ejercido por los terroris-
tas yihadistas somalíes sino tam-
bién por la radicalización que estos
inoculan. Esta es particularmente
importante entre la diáspora somalí
en Kenia, así como entre los propios
ciudadanos keniatas de religión
musulmana.
9
Terminado por el autor: 12 de di-
ciembre de 2017
NOTAS:
1. CISMAAN, Sakariye: “Remembe-
ring and responding: Somalia af-
ter the blast-African Arguments”,
African Arguments, 23 de octubre
de 2017.
2. WARNER, Jason y WEISS, Ca-
leb: “A Legitimate Challenger?
Assessing the Rivalry between
al_Shaabab and the Islamic State
in Somalia”, Combating Terrorism
Center (CTC) at West Point, 21 de
noviembre de 2017.
3. CARAMEL, Laurence: “Somali-
land, les leçons d’un pays fan-
tôme”, Le Monde Afrique, 10 de
diciembre de 2017.
4. «La ONU alerta de que el rastro
del Estado islámico se extiende
en el norte de Somalia», Europa
Press, 8 de noviembre de 2017.
5. SHEIKH, Abdi: “Roadside bomb
kills seven outside Somali capital
Mogadishu”, Reuters, 23 de octu-
bre de 2017.
6. ALI, Idrees: “US says air strike kills
over 100 militants in Somalia”, Re -
uters, 21 de noviembre de 2017.
7. SHEIKH, A.: “Somalia says it re-
quested US air strike which killed
100 militants”, Reuters, 23 de
noviembre de 2017.
8. OMAR, Feisal: «EE. UU. efectúa
su segundo ataque aéreo contra
los terroristas de Al Shaabab en
Somalia», Europa Press, 9 de
noviembre de 2017.
9. CANNON, Brendon J.: “Why
Al-Shaabab targets Kenya – and
what the country can do about it”,
The Conversation, 15 de noviem-
bre de 2017.
Situación política de Somalia en 2017

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  99MAR DE ALAS. 1917-2017 CENTENARIO
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100 / Revista Ejército
LA «CUARTA PUERTA»:
POR LOS CAMINOS DEL
ALMA CON GABRIEL DE
MORALES
Juan Pando Despierto. Historiador
A los descendientes de aquel gran español, con mi
recuerdo a sus hijos, Gabriel y Francisca
Publicado con la colaboración de

La carrera militar, junto con las de sa-
cerdote y médico, es de las más exi-
gentes para todo hombre dotado de
fe y resolución. Ser militar define una
manera de ser, máxime cuando le
son impuestas cargas inaceptables
para quien antepone su conciencia
y sentido de la responsabilidad a
las órdenes de mandos obcecados
en sus errores o alejados de toda
percepción sobre las fatales con-
secuencias de sus actos. El militar
penalizado por altas jerarquías, cuyo
criterio se difumina ante situaciones
catastróficas, dispone de las siguien-
tes opciones: cumplir las órdenes
equivocadas con su protesta por
escrito y ante testigos, con penoso
esfuerzo de autoexclusión frente a
la realidad hostil que le circunda;
negarse a obedecerlas por ser causa
de mayor desastre al que en ese
momento sigue su curso e incremen-
ta minuto a minuto; o entregar sus
insignias de mando al comandante
en jefe y considerarse «bajo arres-
to» antes que cumplir instrucciones
descabelladas que forzarían males
difícilmente reparables en el Ejército
y aún más dolosos para la nación.
La historia de los ejércitos pruebas
guarda sobre tan exigentes varian-
tes, severamente limitativas para
quien se comporte con arreglo a sus
principios. Sin embargo, subsiste
una Cuarta Puerta (con mayúsculas),
pues atravesarla impone tal grado
de sacrificio que es más crucifixión
fehaciente que autodisciplina latente:
cumplir la orden recibida al consi-
derarla tránsito natural de quien se
sabe mortal y ningún remordimien-
to arrastra si la inminencia de su
muerte presiente. Gabriel de Morales
y Mendigutía, exento de temores, fue
de los pocos que cruzó tan espinoso
limes. Aceptó el martirio de subir el
Gólgota rifeño a mediodía, cuando
solo podía vencérsele de madru-
gada, y fue su última proposición
en el penúltimo Consejo de Guerra
reunido en la tienda del general Sil-
vestre, aquella inacabable noche del
sábado 22 de julio de 1921. Morales
aceptó luchar a pie, pues soldado
joven aún se sentía. Sin engreimien-
to ni reproches, ecuánime ante el
combate final. Pelear como ejemplo
ante tantos que huían, por fidelidad
a la educación recibida de su padre
(coronel) y su palabra al Ejército, per-
sonificado como hermano suyo. Al
verse herido de muerte en medio del
fuego, tendido en el suelo del caos,
recibió cobarde agresión en forma

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  101
de acuchillamiento alevoso que a
su rostro de lado a lado desfiguró.
Ignoró el dolor ascendente y a su
sangre libre dejó correr, para resuelto
a afrontar la escalera de luz en verti-
ginoso descenso hacia la ordenada
galería de intactas presencias: su ni-
ñez y juventud, su esposa e hijos, su
obra historiográfica y asistencial, los
compañeros que creía perdidos…,
incluso sus mejores sueños estaban
ahí. Y fue así como, llevado en andas
por solícitos desconocidos, accedió
a la paz tangible antes de reposar en
el silencio absoluto.
IGUERIBEN: CORRALITO
PARA HOMBRES BRAVOS
QUE PREFIEREN MORIR A
RENDIRSE
El 7 de junio de 1921 Silvestre deci-
dió montar una posición avanzada
sobre ciudadela exenta: Igueriben,
espolón pardo amarillento, 4 kilóme-
tros y medio al suroeste de Annual.
Igueriben no tiene agua y sus acce-
sos son ásperos y deslizantes, propi-
cios a emboscadas. El 15 de julio el
anillo del cerco rifeño sobre Igueri-
ben se completa. Dos días después
se da el primer asalto. Es rechazado,
pero el enemigo se mantiene en po-
sición clave: la Loma de los Árboles,
ocupada por la harca en la noche del
8 al 9 de julio. El martes 18 de julio
ocurre la segunda embestida; ata-
ques consecutivos que fracasan. Los
hombres del comandante Benítez,
espoleados por el ardor combativo
de su jefe, se yerguen como guerre-
ros. Miércoles 19: tercer pulso cara
a cara. La columna de apoyo se lleva
el fuego emboscado. El convoy sigue
su marcha cubierto por el escuadrón
de regulares de Joaquín Cebollino
von Lindeman. El capitán Lindeman,
de 30 años, arenga a los suyos y al
galope se lanza. La harca revienta
bajo carga dinamitera. Por el hueco
se introducen el teniente Nougués y
sus artilleros. Cuerpos y embalajes
ruedan por las pendientes. Nougués
se empeña en recuperarlos. De los
17 de Nougués 8 están heridos. El
que se encuentra en peor estado es
evacuado en un mulo. Los demás
entran bajo descargas de vítores.
Nougués es abrazado por Benítez
delante de su lisiada tropa. Nougués
pide al jefe de Igueriben permiso
para que sus artilleros formen parte
de la defensa. La posición se vuelve
muralla gesticulante: abrazos y lágri-
mas con entusiastas vivas a la Patria.
CONSEJOS DE GUERRA
ANTE UNA GUERRA PERDIDA:
RESISTIR O RETIRARSE, DUDA
Y MUERTE
Al caer la noche del 21 de julio, la
columna de Annual tiene el pulso
rápido y su tensión mínima. Es fuerza
debilitada en lo moral, que desconoce
números hostiles: cuando el sol coja
fuerza se enfrentará a 9.000 guerre-
ros, siendo ellos menos de 4.000 es-
pañoles y unos 1.100 askaris (policías
y efectivos de regulares). Un primer
Consejo de Guerra ha concluido sin
acuerdo. Los indígenas se muestran
huidizos, recelosos. Su defección está
en el aire y tan acerado filo cortará el
cuello del aún confiado ejército.
El segundo Consejo de Guerra da
comienzo en la medianoche del 21
al 22 de julio. Asisten los coroneles
Morales y Manella (jefe del Regi-
miento Alcántara), tenientes corone-
les Marina Villares (jefe accidental
del Ceriñola) y Pérez Ortiz (jefe pro-
visional del San Fernando); cinco co-
mandantes, Alzugaray (ingenieros),
Écija (artillería), Hernández Olaguibel
(secretario de Silvestre), Llamas
Martín (regulares), Manera (ayudante
de Silvestre), Villar (policía indígena),
Convoy de suministros a una posición en el Rif

102 / Revista Ejército
más los capitanes Sabaté (jefe EM
de la columna de Annual) y Valcárcel
(artillería). Once opiniones, pendien-
tes de la del convocante: Fernández
Silvestre. El general presenta un
rostro devastado por la ansiedad. Su
exposición, en frases cortas, destru-
ye creencias: «El enemigo vendrá (en
lugar de “caerá”) muy pronto sobre
el campamento»; «No tenemos mu-
niciones más que para un combate a
ultranza; mañana debemos abrirnos
paso hasta Ben Tieb»; «La operación,
aunque nos cueste un 50% en bajas,
será preferible a quedarnos aquí, de
donde no saldremos ninguno».
Ante adversidades tan inminentes,
los reunidos se dividen entre quienes
propugnan la resistencia a todo trance
y los partidarios de una retirada en
toda regla. Morales pone fin a tales di-
vagaciones: «Es tarde ya para retirar-
nos». Acosado a preguntas, Morales
deja en nada lo indeterminado: «No
llegaríamos a Ben Tieb». Manella hace
suya tal afirmación, resplandor de
crematorio que sobrecoge. Morales
se torna fiero y advierte: «Si nos reti-
ramos debemos salir en el acto». Y se
deglute, pero como si fuese veneno, lo
indicado por un Silvestre irreconoci-
ble, quien ordena inutilizar la artillería
«dejando todo lo demás tal como está
del campamento, es botín que puede
entretenerles». Solo un jefe muerto en
vida puede hablar así de sus baterías y
artilleros, de sus soldados y deberes.
El Consejo finaliza con cita para otra
reunión a las 6 de la mañana.
Habrá tercer Consejo, nulo al coinci-
dir Morales y Manella en su oponerse
a la retirada. Silvestre da contraor-
den: «Resistiremos aquí». Son las
7 de la mañana. Se cursan peticiones
de ametralladoras, municiones de
fusil y cañón, incluso de alambradas,
dirigidas a los mandos en Ben Tieb y
Dar Drius. Alborea afán de resistencia
sobre Annual. El ejército no duerme.
Escribe sus últimas cartas a la ma-
dre, esposa o prometida y al hermano
menor para que cuide de los padres,
pues se intuye que morirán, uno tras
otro, en cuanto les notifiquen que
su hijo ha «desaparecido» o ha sido
hallado y enterrado está.
DEL APOCALIPSIS AL
GÉNESIS: EL «CAMPAMENTO
DE DIOS» TRANSFORMA LA
ATROCIDAD EN PAZ
Silvestre, tras despedirse de su hijo
(alférez Manuel Fernández Duar-
te), vuelve a su tienda. Al otro lado,
desplome sobre barranco despejado.
Manera Valdés y López Ruiz aguar-
dan a su general. Morales y Manella,
a su lado el capitán Ramón Arce, ini-
cian la subida al Izzumar. Se les unen
el capitán Sabaté y Rey D´Harcourt,
capitán médico. De las cortaduras
del Izzumar no cesan de rodar gritos
de auxilio, alaridos por torturas y leta-
nías coránicas de justicia. Los cinco
se juramentan en darse muerte de
verse incapacitados para defenderse.
Antes de coronar el Izzumar, Morales
encaja un tiro en una pierna que da
con él en tierra. Le suben a un caballo
y el grupo prosigue desfiladero arri-
ba. Otro tiro impacta en el tórax del
coronel, de resultas del cual al suelo
cae. Morales exige a sus compañeros
que cumplan lo prometido: el tiro de
gracia que le apartará de la crueldad
rifeña. Nadie se atreve a cumplir tal
ajusticiamiento. Morales, indefenso
ante la tortura que le será impuesta,
la soportará y a la muerte se confía.
Extinta la vida, el alma vuela. Es tal la
atrocidad a la vista que no hay cabida
para tanto horror. Coge mayor altura
el alma de Morales, impulsada por
sus sentires ante las Santas Escritu-
ras, donde se describen los pactos
entre Labán y Jacob, hermanos que
se donaron hijos e hijas e intercam-
biaron tierras y ganados, huertos y
manantiales, pero que un mal día,
disgustados uno con el otro, antes
de caer en pelea cainita, Labán le
propuso a Jacob: «Ven y hagamos un
pacto entre los dos», a lo que Jacob
respondió con una piedra que erigió
como estela. Y a sus hermanos acon-
sejó: «Recoged piedras». Con ellas
levantaron un majano, hito que señala
El general Manuel Fernández Silvestre, comandante en jefe del ejército en Annual

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  103
la demarcación de una muga, frontera
entre países o señoríos. Y Labán le
dijo a Jacob: «Testigo sea este majano
y testigo esta estela, que yo no he de
traspasar ni uno ni otra hacia ti, ni tú
has de traspasar este majano y esta
estela hacia mí para nada malo»
1
.
Seis años atrás (agosto 1915), Abd
el-Krim propuso a Aizpuru que el Kert
señalase la frontera entre españoles y
rifeños. A partir de su orilla derecha,
todo para España. Al Rif le bastaba
con recuperar su dignidad emancipa-
da (como emirato en el 710), no por
ello enemigo de España.
Cuando Labán y Jacob se despidie-
ron, marchó el primero a sus tierras y
el segundo a las suyas. Y fue a Jacob
«a quien le salieron al encuentro án-
geles de Dios». Al verlos, les indicó:
«Esto es Majanâyim, el “campamento
de Dios”». La violencia ha sido expa-
triada; el odio bajo grilletes está y la
barbarie, conminada, a lo lejos huye.
La tierra ya no era campo de ven-
ganzas, sino horizonte de acuerdos.
Y esta factibilidad, por onírica que
parezca, representa el génesis (ori-
gen) protectoral de la mejor España
en Marruecos, la de Morales, porque
ninguno como él para defenderlo con
su obra y refrendarlo con su vida.
DE CÓMO EL IZZUMAR SE
CONVIRTIÓ EN MAR Y DEL
CALVARIO QUE EN SU CIMA UN
DÍA HUBO
Quien esto escribe ha subido ocho
veces al Izzumar (en 1967, 1969, dos
veces en 1985, 1995, 1997, 1999 y
2000). No es ascensión penosa, in-
cluso hoy, para un discapacitado del
45% como yo. El lector debe situarse
en enero de 1985. Me acompañaba
Juan José de Cea Martín, mi cuñado,
fiel enamorado de África. Llegados
a Melilla por barco, al día siguiente
cruzamos la frontera de Beni-Enzar.
No fue asunto fácil con nuestros
«pasajeros»: cuatro cedros atlánticos
en macetas, que fueron inspeccio-
nadas. Su destino era tierra santa. A
mediodía estábamos en el Izzumar.
Cavamos y despejamos de piedras
ennegrecidas el emplazamiento de
aquella batería Schneider de cua-
tro piezas. Plantamos tres cedros.
Afirmamos su esperanza de subsistir
con seis de las ocho botellas de agua
mineral compradas en Melilla. El
cuarto quedó al borde de la senda. A
calvario alzado, padrenuestro en pos-
tura arrodillada. Oímos una voz grave
a nuestras espaldas que nos rogaba
le cediéramos ese árbol sin aparente
destino. Nos lo solicitaba el primo-
génito de Hadj Mimún el Kassini, 74
años, notable de los beni ulixek, la
cabila dueña de los montes y campos
de Annual. Accedimos en el acto. Pa-
dre e hijo nos invitaron a comer en su
aduar, Beni Abd en-Noor, al pie de la
pared oriental del Izzumar. Antes de
subir los cuatro a nuestro coche pedí
permiso a el Kassini para hacerle una
foto con ese cedro feliz de encontrar
tutor y centinela. El descenso hasta
Abd en-Noor fue agobiante desafío a
las leyes de la gravedad. Almorzamos
a salvo de frustrados despeñaderos:
Panorámica del barranco Izzumar, por donde se retiraron las unidades de Annual, camino de Ben Tieb y Dar Drius

104 / Revista Ejército
un día en el Rif de la existencia rete-
nida tras desafiar al hosco Izzumar
equivale a una vida entera.
Mimún tenía 10 años en 1921. Se
había jugado su cuerpo y futuro, mes
tras mes, como rakkas (correo), porta-
dor de municiones y órdenes, alimen-
tos o ungüentos medicinales para sus
familiares y vecinos. En 1927 se alistó
en una idala (harca auxiliar) bajo el
mando de jefes rifeños proespañoles
opuestos a Mohammed Abd el-Krim.
Hablaba con vehemente agradeci-
miento de «Fanco» (sin pronunciar
la «r»), por haberle permitido, a él y
a otros chiuj (jefes) de los beni said y
beni ulixek, cumplir con el rito coráni-
co de visitar, una vez en la vida, las ciu-
dades santas de Medina y La Meca.
Su prefijo Hadj (o Hayy ) ejercía como
señal de alta distinción en tal sentido,
transmitida a sus descendientes.
Los Kassini disponían de una vivienda
espaciosa aunque humilde. Su rique-
za era la enorme sombra que la pared,
casi vertical del Izzumar, proporciona-
ba a su predio, donde crecían paces
y verduras, legumbres y bendiciones.
Alrededor, paisaje sahárico: ninguna
sombra más alta que un hombre. Pre-
gunté a Mimún cuándo fue la última
vez que llovió. «Entrado junio», res-
pondió. Siete meses sin llover. En Abd
en-Noor se subsistía gracias a los
manantiales tutelados por el Izzumar.
Me acordé de haber estudiado, en el
Servicio Histórico Militar, el informe
del coronel Enrique Salcedo Molinue-
vo (jefe del Regimiento San Fernan-
do), en el que hablaba de «grandes
nubes tormentosas entre Tistutin y
Arruit», aquel 23 de julio de 1921, an-
tes de las cuatro cargas del Alcántara
sobre el cauce del Igan. Le pregunté
a Mimún si recordaba que hubiera
llovido el día en que Silvestre se diera
muerte: «Aquel día de sangre, el de
la gran huida de vosotros, isbaniuli
(españoles), que tanto os cuesta pen-
sar, el cielo estuvo en paz, pero días
después llovió con tal violencia que
solo podía ser ira del Altísimo».
Si fue así, el Izzumar, sometido al
castigo de granizo insistente y lluvia
torrencial, pasó de cumbre petrifi-
cada a ola de purificación que barrió
las tierras de Annual y solo se serenó
al abrazarse con el mar. Allí no había
ningún ejército al que aportar el agua
de la vida, pero sí espirales de buitres
y cuervos sobre los despojos de
quienes defendieron Afrau y Sidi Dris
hasta el martes 25 de julio. Limpios
de sangre los degollados, perdían
interés para esas bandadas de la
carroña que, frustradas, se fueron.
Héroes y ajusticiados en aguardo de
sepultura quedaron. Seis meses des-
pués, en febrero de 1922, el sargento
Francisco Basallo cumplirá humani-
taria labor a la cabeza de su desta-
camento de prisioneros. Basallo y
su abnegada tropa enterraron 697
cuerpos de españoles momificados.
Su aflicción y respeto les devolvieron
su condición de difuntos, eximidos
del pecado y exentos de prejuicios.
Dos días después del almuerzo en
Abd en-Noor, al concluir el largo
recorrido por la llanada de Bu Bekker
y dar vista a los parapetos ruinosos
de Hassi Uenzga (posición francesa),
volvimos al Izzumar. Aguada para el
calvario. Desolación. Habían desa-
parecido. Dedujimos que los Kassini,
alarmados al descubrir junto a esos
árboles, benditos para ellos, siluetas
de ladrones, los habían desarraigado
para plantarlos en tierra leal y vigilada.
De aquel pesar fugaz surgió proclama:
«Los árboles ocultos del Izzumar» (El
Sol, 29 de julio de 1991). Debajo de
las raíces de aquellos árboles intro-
duje ramilletes de cintas: rojigualdas
unas, encarnado-verdes otras, signos
identificativos de las banderas de
España y Marruecos. No puse cinta
blanca alguna (por el rombo de la ban-
dera del Rif Libre) porque los rifeños,
aunque «lloraron el día en que España
concedió la independencia a Rabat»
2
,
ni siquiera hoy, cuando su «capital
administrativa tienen que buscarla
en Tánger», en vez de en Al Husaima,
no se consideran secesionistas. En
absoluto. Son patriotas, convicción
duradera y en nada fratricida.
Lo sucedido en el Izzumar y el
holocausto en el monte Arruit (9 de
agosto de 1921) deben considerar -
se el «apocalipsis» para España en
Marruecos, con una aclaración funda-
mental: las matanzas del Izzumar y el
Arruit no tenían causa inmediata ni
justificación, puesto que respondían a
gravísimos errores previos de Estado
y Gobierno, no del Ejército (aunque sí
por oficiales de la Policía Indígena) ni
de España como nación, sino debidos
a la avaricia de empresas colonizado-
ras (adueñarse de tierras tiradas de
precio), torvos intereses de consor-
cios industriales, malsanas ambicio-
nes diplomáticas y aquella imperial
quimera de un rey equivocado.
VENCEDOR ANTE EL
CADÁVER DE QUIEN TANTO LE
AUXILIÓ: «VENCER ASÍ NOS
DESHONRA»
Nuestro viaje por el Rif concluía en
Alhucemas. El cementerio español
seguía igual que como mi padre y yo
lo viéramos en 1969; las playas de La
Cebadilla, Sfíhia y Suani llenas de ve-
raneantes y niños juguetones como
delfines. El cambio residía en el agua:
tersa como pradera y transparente
como cristal. En el fondo, a unos 20
metros de profundidad, formas en
tridente: anclas de las tres barcazas
exbritánicas (las K-1, K-11 y K-17),
supervivientes de los desastres de
Gallípoli, hundidas por el temporal
de levante que asolase las costas
desde Melilla a Villa Sanjurjo (Alhu-
cemas) aquel 11 de abril de 1927. En
el hotel Mohammed V conocimos al
hijo mayor de Ben Saddaui, afamado
jefe de los bocoya. Su primogénito
prometió presentármelo en Tánger,
donde residía. Cumplió su palabra.
Nunca olvidaré aquel encuentro. En
1985 Saddaui padre tenía 87 años y
su porte era el de un auténtico amir
(emir), «príncipe de la guerra». No
cabía mayor hidalguía ni serenidad
en cuerpo de hombre. El aura de amr
(autoridad moral y prestigio social)
que desprendían sus palabras y acti-
tud eran evidencia notoria.
En la durísima pugna por los montes
Malmusí, Mohammed Ben Saddaui
perdió a tres miembros de su familia y
él mismo resultó gravemente herido.
Había sido kaid-tabor (jefe de bata-
llón) y lucido los tres cordones rojos
que autentificaban su rango y valor.
Sirvió a las órdenes del menor de
los hermanos Jattabi, Mhamed Abd
el-Krim, el estudiante de ingeniería
de minas en el Madrid de 1917-1919,
organizador del Ejército del Rif y gran
táctico, a quienes todos admiraban
(«Hubiésemos dado la vida por él,
cuando su afán era salvar las nues-
tras para preservar las libertades
de nuestro pueblo, llegado el día en

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  105
que a mi hermano y a mí nos fusilen
o encierren en un peñón», recorda-
ba Saddaui), lo contrario del sentir
de muchos hacia Mohammed Abd
el-Krim, quien fuera presidente de la
República del Rif: «Su carácter era
impredecible, podía mostrarse com-
prensivo ante una falta grave y, poco
después, brutal e incluso implacable
ante un error de menores conse-
cuencias». Sin embargo, a Saddaui
padre le vino a la memoria la versión
ejemplarizante de un Abd el-Krim
apenado ante la crueldad.
Al declinar la tarde del sábado 22 de
julio, del ejército de Silvestre solo
quedaban islotes de resistencia (en
Afrau, Buhafora, Intermedia A, Muley
Rechid y Tazarut Uzai) y un silencio
de cementerio. Ben Tieb ardía. Sus
humaredas orientaban el cabalgar
de un grupo de jinetes. Cerca del
Izzumar se detuvieron. Quien parecía
su jefe se inclinó ante un cadáver y, al
reconocerlo, descendió de su mon-
tura. Mohammed Abd el-Krim quedó
enfrente del difunto Morales. Afec-
tado por las heridas que cruzaban el
rostro del militar español, a Moham-
med Azerkan, su cuñado, le ordenó:
«Encárgate de que levanten el cuerpo
y lo adecenten. Voy a escribir a la Co-
mandancia de Melilla para que avisen
a la familia Morales que nosotros, los
Jattabi, les reintegraremos el cuerpo
de quien fuera nuestro mejor amigo.
Cumple sin fallo». Y cuando Azerkan
hizo ademán de protestar el líder del
Rif, crispado, le advirtió: Intiṣārun
bi-hāḏihi ṭ-ṭarīqa lā yušarrifunā («Ven-
cer así nos deshonra»).
اِنْتِصارٌ بِهَـذِهِ الطَّرِيقَـةِ لَا يُشَرِّفُنَـا
El 3 de agosto el cañonero Laya fon-
deaba ante Sidi Dris. Su comandante,
Javier de Salas, despachó un bote
tripulado a la playa donde ondea-
ban banderas: blanca una, española
otra. En el centro de un semicírculo
de prisioneros estaba el difunto en
parihuelas, cubierto por una manta.
El que fuera jefe de la Policía Indígena
yacía sin uniforme, vestido con «ropas
oscuras». Por la tarde, el Laya atraca-
ba en Melilla. Máxima expectación.
Entre los deudos del finado estaba
el capitán de navío Bartolomé de
Morales, quien exigió ver el cadáver de
su hermano. Autorización y desespe-
ración: aparecen las torturas infringi-
das al héroe. El féretro de cinc vuelve
a cerrarse y la bandera rojigualda le
ampara en su marcha hasta el cemen-
terio de la Purísima Concepción. Allí
se aguardó a Berenguer, pero el alto
comisario no se presentó: segunda
herida que a la familia Morales causó
inmerecido daño y no olvidó. Explicar
sus causas no es difícil. Quedan para
próximo ensayo de quien esto escribe.
AGRADECIMIENTOS
Al profesor Mohammed Dahiri, con
quien tantas iniciativas de acuer-
dos, entre España y Marruecos,
comparto. Dahiri, de mis apuntes
de 1985, ha logrado la traducción
de aquella inquietud moral de Abd
el-Krim ante la torturada faz del
coronel Morales.
Y a mi siempre leal compañero Juan
José de Cea Martín, quien sopor-
tó en aquel viaje mis pérdidas de
paciencia por esos afanes en honrar
la memoria de quienes, aún hoy,
agraviados se sienten por la desme-
moria de la España oficial. Mi deuda
con Juanjo espero subsanarla antes
de irme al Rif…, del otro mundo.
NOTAS
1. Turrado, Lorenzo: censor de la
Biblia de Jerusalén, publicada en
Bruselas por la editorial Desclée
de Brouwer en 1967 y el mismo
año en Bilbao por la imprenta
Eléxpuru Hermanos. Esta edición,
en papel biblia, consta de 1.693
páginas y 6 mapas. Las citas co-
rresponden a Génesis 32, pág. 42.
2. Pando Despierto, Juan: «Alhu-
cemas. Sesenta años después»,
Historia 16, n.º 114, octubre 1985,
págs. 23-31.■
Abd el-Krim junto al empresario vasco Horacio Echevarrieta. Este gestionó personalmente la liberación de los prisioneros
españoles tras el Desastre

106 / Revista Ejército









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Nº 922 • enero/febrero 2018  /  107
JOSÉ MARÍA GÁRATE
CÓRDOBA
Coronel de Infantería
El coronel Gárate es para la literatura
militar uno de sus más laureados es-
critores. Académico correspondiente
de la institución Fernán González,
director de la Revista Reconquista y
director emérito de la Revista Tierra
Mar y Aire, de la que fue su direc -
tor, y sentó las bases para que esta
fuera, en lo posible, heredera del
pensamiento cristiano y militar de la
anteriormente citada.
Obtuvo el Premio Ejército en 1972
y se le declaró Historiador Burgalés
del año 1973. Fue premio Santa Cruz
de Marcenado 2015 por la ingente
obra, especialmente dedicada a la
historia de España en las edades
Medieval, Moderna y Contemporá-
nea. El número de trabajos supera
la treintena. Representó a España
en congresos internacionales de
historia militar, en Moscú, Buenos
Aires y Montreal. Dirigió la obra: Es -
paña en sus Héroes (ocho tomos) en
colaboración con dieciséis militares
escritores. Es uno de los autores
de la Historia Social de las Fuerzas
Armadas (ocho Tomos).
Nació en Burgos el 8 de septiembre
de 1918. Se enroló en el Ejército
nacional como soldado del Regi-
miento San Marcial de guarnición
en Burgos. En 1937 alcanzó el grado
de alférez provisional y participó en
la guerra en los frentes de Asturias,
Aragón y Cataluña donde destacó
por su serenidad y valor como consta
en su historial militar. Finalizada
la guerra fue destinado al CG del
Ejército nacional, con sede todavía
en Burgos y, más tarde, al ascender a
comandante se le destina a Madrid.
El Servicio Histórico Militar fue su
definitivo cometido. En el destacó
por sus cualidades literarias. Sus
artículos aparecieron en diversas pu-
blicaciones militares especialmente
en la Revista Ejército y civiles como
ABC. Fue colaborador de la Revista
de Historia Militar, de la que formó
parte de su Consejo de Redacción
En toda su obra dio muestras de
un estilo azoriniano que le permitió
describir aspectos militares y civiles
del mundo de su tiempo muy acer-
tadamente. Cumplía con el aserto:
lo breve y bueno dos veces bueno.
Hemos de destacar también sus
dotes de orador.
Permaneció en su mesa de trabajo
en la sede de la Real Hermandad de
Veteranos colaborando sin descanso
en su Revista mientras sus fuerzas se
lo permitieron. Falleció en Madrid el
seis de noviembre del año 2017.
De su obra destacamos:
--España y milicia en la España
Medieval
--La huellas del Cid
--La poesía del Descubrimiento
--Compañeros de Armas del Ge-
neral San Martín
--La guerra de las dos Españas
--Mil días de Fuego
--Los Intelectuales y la Milicia
Pedro Ramírez Verdún.
Coronel. Infantería. DEM

108 / Revista Ejército
EXTRAÑAS ARMAS
Hemos leído un breve resumen
sobre armas extrañas a lo largo de la
reciente historia militar y no pode-
mos sustraernos a mencionarlo aquí
y hacernos eco de algunas de ellas
por lo innovadoras (algunas todavía
están en proyecto) o por lo insólito
de las mismas. Dice la introduc-
ción del resumen, que los humanos
hemos estado siempre tratando de
matarnos entre nosotros a lo largo
de nuestra existencia como especie
y, para ello, hemos desarrollado mu-
chas formas ingeniosas para lograr
ese objetivo. También, a modo de
aforismo, se señala que donde llega
la imaginación llega la voluntad de
hacerla realidad. Dicho esto, he aquí
alguna de esas armas extrañas:
Rifle cegador
Es un rifle que no mata; simplemente
ciega de forma temporal al disparar
un rayo láser deslumbrante. Es el
PHASR o rifle de respuesta de esti-
mulación y detención de personal.
Equivale, más o menos, a un montón
de punteros láser dirigidos a los ojos
y que ciega por un tiempo breve. El
objetivo es detener al «malo» por
un tiempo suficiente para su neu-
tralización y para evitar el daño que
representan. Ahora bien, el PHASR
está prohibido por Naciones Unidas
cuando en 1995 prohibieron este
tipo de armas como adenda a los
Convenios de Ginebra.
Canal de plasma inducido por láser
Los ingenieros del Arsenal Picatin-
ny en Nueva Jersey desarrollaron,
allá por el 2012, un sistema capaz
de disparar rayos de electricidad a
través de un rayo láser siendo capaz
de destruir vehículos enemigos. El
sistema, conocido como LICP (Laser
Induced Plasma Channel) dispara
una potente carga de energía eléctri-
ca capaz de destruir cualquier obje-
to. Es algo así como mezclar láser y
un rayo en el mismo disparo. Según
los investigadores, si se dispara una
pequeña cantidad de energía en un
tiempo increíblemente pequeño, se
potencia más la carga, resultando en
que el pulso de láser durará unas dos
billonésimas de segundo y tendrá
una salida de energía de 50 mil mi-
llones de Watts (una bombilla tiene
unos 100 Watts).
Proyectil de energía de pulso
Este proyectil pertenece al tipo de
armas no letales y está en desarrollo
por parte del Ejército norteameri-
cano. El objetivo es lograr que al
dispararlo se cree una pequeña zona
de plasma explosivo en el aire alrede-
dor de la persona que es objetivo.
El resultado sería la creación de una
onda de presión capaz de noquear a
la persona produciéndole sensacio-
nes nerviosas dolorosas.
Proyectil de artillería alucinógeno
En los años 50, la CIA investigó
el uso de sustancias psicotrópi-
cas como el LSD bajo el proyecto
MKUltra, también conocido como
programa de control mental. Una de
las armas no letales, que desarrolló
la CIA, fue la bomba BZ, una bomba
de racimo llena con alucinógeno
3 —quinuclidinil bencilat—. Quie-
nes, durante los ensayos, probaron
los efectos experimentaron sueños
extraños, sensación de inquietud,
problemas de concentración y dolor
de cabeza. El plan fue finalmente
descartado porque el efecto BZ en la
mente no era confiable.
El Big Babylon
En la década de 1960, un inventor
británico ideó un arma de tamaño
monstruoso. Nada menos que 156
metros de cañón. Era conocido como
Big Babylon y lo suficientemente
grande como para ser vista desde
cualquier parte. Aunque los planes
nunca llegaron a materializarse ni a
despegar, el canadiense Gerald Bull
comenzó a trabajar en su desarrollo
para Saddam Hussein y en 1988 se
hicieron varios prototipos. El sueño
de Bull era utilizar las armas para

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  109
lanzar satélites. En cualquier caso
tales armas no habrían sido prácti-
cas en una verdadera guerra dado su
tamaño y lo inamovibles que eran.
Bomba gay
En 2005, el Pentágono confirmó que
la cúpula militar, en algún momento,
estuvieron interesados en una bomba
química con la capacidad de hacer
que las tropas enemigas fueran se-
xualmente irresistibles entre sí, según
Military.com. El Air Force Wright Lab
recibió 7,5 millones de dólares en
1994 para desarrollar un arma que
aprovecharía una hormona presente
de forma natural en el cuerpo. Cuan-
do los soldados enemigos respiraran
o absorbieran en su piel la sustancia
transportada en la bomba, se atrae-
rían irresistiblemente los unos con
los otros. De manera no muy sorpren-
dente, algunos encontraron esta idea
como ofensiva y poco práctica.
Uniformes invisibles
En 2016, los EE. UU. lanzaron una
convocatoria para crear uniformes in-
visibles que ocultarían a los soldados
desde todos los ángulos y en todos
los terrenos. No se sabe hasta dónde
ha llegado el proyecto pero la idea
de hacer un objeto invisible a ciertas
longitudes de onda no es tan extra-
vagante. Los israelitas han trabajado
ya en ello y también, en el 2006, los
científicos mostraron que era posible
modificar la luz alrededor de obje-
tos hechos con ciertos materiales
(conocidos como metamateriales)
que los hacen invisibles en ciertas
longitudes de onda. En 2015, y según
el Army Times, un científico dijo que
había inventado un material cerámico
ultrafino que era invisible en muchas
longitudes de onda. Una prueba de
los intentos de hacer algo invisible
son los bombarderos Stealth, que
usan un recubrimiento especial que
los hace invisibles para el radar y el
infrarrojo, además de ser difíciles de
ver en el espectro de luz visible.
Rayos de dolor
De nuevo un arma no letal. Esta vez
se le ha llamado «sistema de nega-
ción activa» y comúnmente el rayo
del dolor. Se basa en ondas de radio
que tienen como efecto el calentar al
objetivo produciéndole quemaduras
dolorosas. Es una forma de mantener
al enemigo alejado de bases u obje-
tivos militares. El sistema va mon-
tado en vehículo pero se espera una
miniaturización del arma y hacerlo
más manejable. En 2012, el canal
de televisión ABC7 informó que se
estaba probando una versión similar
al rayo del dolor en los reclusos del
centro penitenciario del condado de
Pitchess, en Los Ángeles. Se trataba
de usar el sistema para acabar con
las luchas entre los presos del penal.
Ametralladora Puckle
Este arma fue patentada en Inglate-
rra en 1718 por el inventor y abogado
James Puckle. El arma podía dispa-
rar cartuchos redondos y cuadrados
dependiendo de quién era el objetivo.
Si era contra protestantes el proyectil
era redondo, porque producía menos
dolor, mientras que sería cuadrado
si la guerra era contra musulmanes
o católicos; estos últimos porque
en esa época se trataba de borrar
todo vestigio de ellos en la Inglaterra
anglicana. La ametralladora podía
disparar nueve cartuchos por minu-
to, siendo la primera ametralladora
del mundo. Lo cierto es que no tuvo
ningún éxito y el ejército británico
la descartó porque su mecanismo
de disparo era poco fiable. Tampo-
co parece muy práctico el usar dos
tipos de municiones tan dispares,
sobre todo la cuadrada que seguro
presentaba problemas de precisión y
estabilidad en su trayectoria.
(«The 20 Weirdest Military Weaposn»
por Tia Ghose en https://www.
livescience.com)
Rifle cegador

110 / Revista Ejército
LA TECNOLOGÍA DE
LA «AUTOCURACIÓN»
Es posible que no tardando mucho
el combatiente tenga inyectados en
su cuerpo diminutos dispositivos que
provoquen la «autocuración» de he-
ridas de guerra invisibles. Esto es lo
que hemos leído en la revista digital
de la cadena de televisión Fox News.
Según la noticia, se está trabajando
en la tecnología llamada ElectRx que
podría detectar la aparición de la
enfermedad y, una vez detectada, la
tecnología reaccionaría de inmediato
estimulando los nervios periféricos
para restaurar la salud actuando
sobre la función cerebral, la médula
espinal y los órganos internos.
El programa en estudio podría
ofrecer un sistema completamente
nuevo para vencer el estrés pos-
traumático, el dolor crónico, las
enfermedades inflamatorias y otras
enfermedades que difícilmente res-
ponden a los tratamientos actuales y
convencionales. Podría revolucionar
la forma en que se diagnostican y se
tratan las enfermedades. ElectRx po -
dría convertir la «neuromodulación»,
que hoy es el último recurso, en el
primer y único que se necesite para
restaurar la salud.
Según el Departamento de Asuntos
de Veteranos de los EE.UU., 20 vete-
ranos norteamericanos se suicidan
todos los días. Esta tasa es mucho
más alta que en los civiles. Se cree
que las heridas invisibles causadas
por la guerra, como es el estrés
postraumático, la depresión y el dolor
crónico, son factores que contribu-
yen a esta pérdida de vidas. DARPA
(Agencia de Proyectos de Investi-
gación Avanzados de Defensa) está
tratando de resolver los desafíos que
presentan estas heridas de guerra
invisibles. Han reclutado a los espe-
cialistas más punteros en medicina
del país, provenientes del mundo aca-
démico y del sector privado, para que
se unan a la búsqueda de soluciones
para este tipo de enfermedades. El
proyecto es el citado anteriormente,
el ElectRX o prescripciones eléctricas.
Y están decididos a crear dispositi-
vos en miniatura que desencadenen
la curación de cuerpo y mente. Esta
tecnología usará el sistema nervio-
so y, si tiene éxito, podría significar
tratamientos completamente nue-
vos reemplazando a la medicación
tradicional e, incluso, soluciones para
enfermedades que actualmente no
tienen un tratamiento viable.
Se cree que gran parte de la salud
mental y las enfermedades inflama-
torias crónicas implican una activi-
dad anormal del sistema nervioso
periférico, cuyo papel es esencial en
la función y funcionamiento de los
diferentes órganos. Si las señales ner-
viosas del sistema periférico pudieran
ser controladas, seguidas y dirigidas
de alguna manera, entonces habría
grandes posibilidades de restablecer
la salud sin medicamentos ni cirugía.
El sistema nervioso periférico es la
superautopista de la información
del cuerpo. Las señales motoras y
sensoriales al circular por esa supe-
rautopista comunican información
con respecto a nuestro estado de
salud. Estas señales influyen en el
desencadenamiento de cambios en
el cerebro y en otros órganos para
mantener la salud.
Una parte clave del proyecto pro-
puesto por DARPA es descubrir los
misterios de la autopista de datos del
cuerpo: el sistema nervioso. Los ex-
pertos tratarán de descubrir circuitos
neuronales específicos y el rol que
tienen en la salud y en la enfermedad.
Al final, se tratará de conocer cómo
el sistema nervioso regula muchos
aspectos de nuestra salud. También
necesitará desarrollar la tecnología
que mida y estimule las señales ner-
viosas. El funcionamiento sería, más o
menos, el siguiente: los dispositivos,
llamados tecnología de neuromodula-
ción, se inyectarían con una aguja; una
vez dentro del cuerpo, se dirigirían a
circuitos neuronales periféricos espe-
cíficos que controlan las funciones de
los órganos y, una vez allí, controlarían
el estado de salud de la persona y
luego intervendrían si fuera necesario.
Un ejemplo simple de este tipo de tec-
nología es el marcapasos que utiliza
breves impulsos de electricidad para
estimular el corazón y hacer que lata
a un ritmo saludable. Los dispositivos
ElectRx harán algo similar pero para
otros órganos como el estómago o el
cerebro. Esto podría, incluso, propor-
cionar formas completamente nuevas
de tratar enfermedades inflamatorias
como la artritis reumatoide.
DARPA ha seleccionado siete
equipos de investigadores. Tres de
los proyectos en marcha son los ya
mencionados de alguna forma. El
tratamiento de la depresión se centra
en combatir el exceso de niveles de
biomoléculas inflamatorias, la elimi-
nación del dolor crónico se trabaja
aprovechando el poder de la luz y di-
rigirla a regiones específicas dentro
del cuerpo, y el estrés postraumático
a través de la estimulación del nervio
vago (zona del cuello) para inducir la
plasticidad neuronal.
Todo esto no son sino pasos dentro
ya del futuro. Las películas futuristas
de hace unos años tienen ya su répli-
ca en la realidad actual.
(«Remarkable self-healing tech could
tackle invisible war wounds» por Alli-
son Barrie en https://www.foxnews.
com)
Programa ElectRx de DARPA
Ricardo Illán Romero
Teniente coronel. Infantería

SI ERES EMPRESARIO O EMPLEADO,
PUEDES CONTACTAR CON:
Direcci?n de Asistencia al Personal del Ej?rcito de Tierra. Subdirecci?n
de Apoyo al Personal. Secci?n de Desvinculaci?n. Paseo Moret, 3 - 28008
Madrid. Tel.- 914550560
Los militares de tropa profesional que no alcanzan la permanencia han
de buscar una nueva salida profesional a partir de los 45 a?os que, en muchos casos, pasa por reintegrarse al mercado laboral. Sus a?os para la formaci?n y de mayor vigor f?sico se los han dado al Ej?rcito de Tierra para servir a los intereses de Espa?a y de todos los espa?oles. Tienen una mochila bien cargada de experiencia y conocimientos. Por un lado, es un momento trascendental en sus vidas y, por otro, puede ser una buena oportunidad para que la sociedad civil saque partido tanto a su
formaci?n como experiencia, actitudes y aptitudes adquiridas en sus
a?os de servicio en el Ej?rcito espa?ol.
APTITUDES
GESTI?N
Administraci?n
Recursos Humanos
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Idiomas
MANTENIMIENTO
Veh?culos (motor, chapa y pintura)
Armamento
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telecomunicaciones
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Equipos e instalaciones electrot?cnicas
Helic?pteros y aviones no tripulados
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Seguridad y defensa / tirador selecto
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(con/sin remolque, mercanc?as peligrosas,
cualquier tonelaje)
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Compromiso
Responsabilidad
Implicaci?n
Entrega
Compa?erismo
Empat?a
Fortaleza f?sica y mental
Honradez
Capacidad de liderazgo
Adaptabilidad a cualquier
ambiente
Trabajo en equipoACTITUDES

112 / Revista EjércitoDurante la participaci?n norteamericana en la guerra de Irak, los sargen-
tos Allen Isaac (interpretado por el actor Aaron Taylor-Johnson) y Shane
Matthews (protagonizado por el actor John Cena) han llegado al desierto
tras una llamada de emergencia, donde un grupo de trabajadores han sido
presumiblemente masacrados por un francotirador. El sargento Matthews
decide acercarse a la zona donde est?n los cuerpos para investigar, pero es
alcanzado por un disparo. Su compa?ero sale para ayudarle pero tambi?n
es alcanzado por las balas, por lo que decide resguardarse detr?s de un
muro mientras trata de ubicar la posici?n del francotirador.
El director Doug Liman y el guionista Dwain Worrell logran crear un clima
minimalista de tensi?n b?lica con solo dos personajes, que se muestran en
pantalla, y uno m?s del cual solo escuchamos su voz.
Estamos ante una pel?cula de las llamadas de ejercicio. Al conseguir un
ejercicio de estilo, al ser capaz de crear un clima de tensi?n b?lica en algu-
nos momentos del relato. Por desgracia le falta cierta profundidad al mos-
trar un par de errores: uno de ?ndole general al contemplar que los solda-
dos, ante la situaci?n en la que se encuentran, no sigan ning?n protocolo,
quedando a expensas de un francotirador de forma poco cre?ble.
Otro, de aspecto espec?co, al mostrar que un iraqu? consiga imitar a la
perfecci?n y sin acento a un estadounidense, algo que resulta improbable.
A pesar de esas dos carencias es una pel?cula de la que se pueden extraer
diversas lecciones aprendidas.
EL MURO
EE. UU. | 2017 | 81 minutos | Color | DVD
SECCIONES - FILMOTECA
José Manuel Fern?ndez L?pez
Teniente coronel. Transmisiones

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  113Una pel?cula centrada en la biograf?a del piloto, héroe de guerra, Louis
?Louie? Zamperini (interpretado por el actor Jack O?Connell) un joven que,
tras participar en los Juegos Ol?mpicos de 1936, combati? en el frente del
Pac?co durante la Segunda Guerra Mundial. Junto a dos tripulantes so-
brevivi? 47 d?as en una balsa después de que su bombardero se estrellara,
antes de ser capturado por la Marina japonesa y enviado a un campo de
concentraci?n.
La cinta comienza cuando Zamperini, en 1943, se encuentra a bordo de
una fortaleza volante sobrevolando la isla de Nauru, para retroceder a
modo de ashback a su infancia, su posterior dedicaci?n al atletismo y su
llegada a los Juegos Ol?mpicos de Berl?n en 1936. Después, la cinta relata
su estancia como prisionero en los campos de concentraci?n y como sufri?
el sadismo del jefe del campo apodado ?el p?jaro?. 
Esta tremenda historia est? basada en la novela que la escritora nortea-
mericana Laura Hillenbrand escribi? sobre Zamperini llamada Unbroken:
A World War II Story of Survival, Resilience, and Redemption. El relato ha
estado en los estudios de Hollywood durante décadas sin que nadie se
decidiera a llevarlo a la gran pantalla.
Destacables las escenas iniciales a?reas y el reconocimiento a la gura de
un Louis Zamperini que no lleg? a ver su pel?cula estrenada (falleci? meses
antes a los 97 a?os).
INVENCIBLE
EE. UU. | 2015 | 137 minutos | Color | DVD
José Manuel Fern?ndez L?pez
Teniente coronel. Transmisiones

LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO
EN EL C?DIGO PENAL MILITAR
José Antonio Rodríguez Santisteban. Capitán auditor | Editorial Reus. Madrid. 2017
L
a presente obra, que tiene su
origen en la tesis doctoral de
su autor, defendida en la Fa-
cultad de Derecho de la Uni-
versidad de Granada, contiene un
acabado estudio dogmático de los
delitos contra el patrimonio militar,
esto es, un análisis técnico-jurídico
de los tipos previstos en los artícu-
los 81 a 85 del vigente Código penal
militar, integrantes del título V de su
libro II.
Se trata, como destaca el prologuis-
ta, de un trabajo denso, muy bien
estructurado, en el que su autor,
con una metodología sincrética que
combina acertadamente la interpre-
tación histórica o comparatista con
el estricto análisis técnico jurídico,
nos ofrece una visión completa de
los delitos contemplados y ello con
el respaldo de un amplísimo y bien
seleccionado aparato bibliográfico y
la apoyatura de la escasa y deficitaria
jurisprudencia existente.
El autor, José Antonio Rodríguez
Santisteban, miembro del Cuerpo
Jurídico de la Defensa, es un desta-
cado experto en Derecho militar. En
la actualidad, presta servicio, como
Capitán Auditor, en la Asesoría Jurí-
dica del Cuartel General del Ejército. 114 / Revista Ejército

GUARDIA NACIONAL REPUBLICANA :
LA GUARDIA CIVIL DEL FRENTE POPULAR
Antonio Prieto Barrio. Manuel P?rez Rubio | Editorial Actas. Madrid. 2017
?La extensi?n y gravedad de la re-
beli?n militar ha tenido fuerte re-
percusi?n en todos los cuerpos y
organismos del Estado. Requiere
especial atenci?n por parte del Go-
bierno cuanto afecta a los institutos
armados, entre los cuales se encuen-
tra el de la Guardia Civil del que nu-
merosas unidades y destacamentos
han permanecido fieles a su deber,
ofreciendo un magn?co ejemplo de
lealtad, abnegaci?n y hero?smo, pero
otras fuerzas del mismo instituto, por
prestar servicio en las provincias so-
metidas a la sublevaci?n militar o por
haberla secundado, han quedado de
hecho fuera de la disciplina del Cuer-
po.
Se impone en estas condiciones una
reorganizaci?n completa del Insti-
tuto de la Guardia Civil, que alcance
no s?lo a la debida depuraci?n de los
cuadros de mando y tropa, sino a su
propia estructura?
[Decreto de la Rep?blica de 30 de
agosto de 1936]
El estallido de la Guerra Civil espa?o-
la originar? el cambio de las estructu-
ras de poder de la Rep?blica y de sus
fuerzas de Seguridad. El Cuerpo de
la Guardia Civil ser? el m?s afectado,
transform?ndose en la ?Guardia Na-
cional Republicana?. Sin embargo,
su existencia ser? corta, apenas unos
meses.
Esta es su historia... Nº 922 • enero/febrero 2018  /  115

ARCHIVO
GR?FICO
ACUARTELAMIENTOS Y BASES DEL
EJ?RCITO DE TIERRA
Por toda la geograf?a espa?ola encontramos acuartelamientos y
bases del Ej?rcito de Tierra, con nombres que evocan hombres
y hechos de armas cuya impronta dej? huella en nuestro Historia.
La Revista Ejército ofrece en esta secci?n un paseo por nuestra
Patria, en sus acuartelamientos militares, que es al mismo
tiempo un homenaje a los que nos precedieron y, con su
ejemplo, nos marcaron el camino.ACUARTELAMIENTO
CABO NOVAL (SIERO /
NORE?A) (ASTURIAS)
El acuartelamiento Cabo
Noval recibe su nombre en
memoria y recuerdo del
acto heroico protagoni-
zado por el cabo don Luis
Noval Ferrao, en el Zoco-
El-Had de Beni-Sicar, en la
madrugada del 28 de sep -
tiembre de 1909. Captu-
rado por el enemigo, para
salvar a sus compa?eros,
grit?: ?Disparad compa?e-
ros que est?n aqu??. Se le
concedi? la Cruz Laureada
de San Fernando. 116 / Revista Ejército

CUARTEL DEL BRUCH (BARCELONA)
La batalla del Bruch es el nombre de dos enfrentamientos, (4/06/1808 y 14/06/1808), que
tuvieron lugar entre tropas espa?olas y francesas en las inmediaciones de la localidad
barcelonesa del Bruch, (zona monta?osa cercana a la monta?a de Montserrat), durante la
Guerra de la Independencia espa?ola. La importancia de esta batalla fue que se rompi? el
mito de la imbatibilidad del ejército de Napole?n.
La historia del Ni?o del Tambor, (timbaler del Bruch), cuenta el episodio del joven pastor -
cillo que pone en fuga a las tropas napole?nicas con la colaboraci?n del eco de las mon-
ta?as de Montserrat. Isidre Llu?? i Casanoves, el ni?o de la historia, no pod?a combatir
por su edad, pero quiere ayudar a su pueblo contra los franceses, as? que toma su tambor
y se pone a tocar. El eco de las monta?as hace que dé la impresi?n que son miles de tam-
borileros, por lo que el ejército francés se bate en retirada.
ACUARTELAMIENTO
?PEDRO DE ESTOPI??N?
(MELILLA)
Sede de la Unidad Log?stica 24
Don Pedro de Estopi??n y
Virués, comendador del Du-
cado de Medina Sidonia que
el 17 de septiembre de 1497
conquist? Melilla. Durante
la misma le acompa?aban
cuarenta hombres de mar,
predecesores de la Com-
pa??a de Mar, que hoy est?
integrada en la ULOG 24. Nº 922 • enero/febrero 2018  /  117

1. REVISTA EJ?RCITO. AUTORES
La Revista Ejército es una publicación sobre temas técnicos profesionales, que se orienta a facilitar el intercambio de ideas sobre te-
mas militares, cabiendo en la misma cuantas informaciones, opiniones, investigaciones, ideas o estudios se consideren de interés en
relación con la seguridad y la defensa, así como con la organización, el personal, la preparación, el empleo, la logística, las experien-
cias, los proyectos, la historia, la cultura militar, y los valores y tradiciones del Ejército. Así mismo, contribuye a fomentar y mejorar la
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DE LA REVISTA EJ?RCITO 118 / Revista Ejército

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3. Su extensión no superará las 3.000 palabras, incluyendo notas y bibliografía si las hubiere.
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final del texto y no a pie de página.
5. No se remitirán a la Revista textos clasificados o que muestren marcas de clasificación de seguridad.
6. La bibliografía y fuentes, si las hubiere, estarán debidamente reseñadas y aparecerán al final del artículo.
Se relacionará un máximo de diez, entre notas y bibliografía.
7. Con carácter general, en los artículos se recomienda utilizar el menor número de siglas o acrónimos posible.
No obstante, cuando se empleen, la primera vez tras identificar su significado completo se pondrá entre paréntesis el acrónimo,
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Los trabajos pueden enviarse a las direcciones de:
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Nº 922 • enero/febrero 2018  /  119

120 / Revista EjércitoSECCIONES - SUMARIO INTERNACIONAL
16 |
LES VALEURS DU COURAGE
L’article nous donne une vision des vertus physiques, morales et intellec-
tuelles qui devraient orner le soldat. Il se concentre en particulier sur le
courage militaire et, dans le cas particulier de l’Armée de Terre Espagnole,
sur la façon dont le système de récompense pourrait être amélioré.
32 |
LES FORCES BLINDÉES. UN
OUTIL NÉCESSAIRE DANS LE
CHAMP DE BATAILLE FUTUR
Le scénario géostratégique actuel a vu la récupération des forces blin-
dées dans différents scénarios du champ de bataille, grâce à leur poly-
valence et versatilité, ainsi que la puissance, la mobilité et la protection
traditionnelles qui ont été améliorées par l’intégration de l’hélicoptère
d’attaque dans la manœuvre blindée.
Les caractéristiques particulières de ce type d’unités et de leurs équi-
pages marquent un style différent et une vision particulière du combat
qui nécessite un traitement particulier. En tout cas, ils sont toujours
nécessaires pour constituer l’épine dorsale des armées dans le champ
de bataille moderne et futur.
49 |
IFNI: LA GUERRE OUBLIÉE (DEU-
XIÈME PARTIE)
C’est au cours du mois de novembre qu’a lieu l’anniversaire de la
Guerre d’Ifni, la dernière guerre coloniale menée par l’armée de Terre
espagnole qui s’est amorcée la nuit du 23 novembre 1957 quand des
groupes armés de la dénommée Armée de libération marocaine ont
attaqué les postes avancés que l’armée de terre espagnole avaient
déployé à ce moment sur le territoire.
Pour célébrer cet anniversaire, la revue Ejército publie un document
en deux fascicules, le premier en novembre dernier et le deuxième en
janvier/février qui prétend récupérer la mémoire des militaires qui ont
accompli leurs missions et plus spécialement de ceux qui sont tombés
dans le combat.
Cette deuxième partie sera consacrée au conflit lui-même, aux opéra-
tions ultérieures et à la mémoire de ceux qui ont été délaissés dans une
guerre oubliée.
16 |
THE VALUES OF VALOR
The article gives us a vision of the physical, moral and intellectual
virtues which must adorn the soldier. It focuses on military valor in par-
ticular, keeping especially to the Spanish Army and how the decoration
system could be improved
32 |
ARMORED FORCES. A NECESSARY
TOOL IN THE FUTURE
BATTLEFIELD
The current geostrategic situation has witnessed the armored forces
being brought back to different scenarios of the battlefield, thanks
to their features of polyvalence and versatility, together with the
traditional ones of power, mobility and protection which have been
boosted by the integration of the attack helicopter in the armored
manoeuver.
The special characteristics of this type of units and those of their crews
mark a different style and a distinct vision of the combat which requires a
particular approach. In any case, they continue to be necessary to con-
stitute the backbone of the armies in the modern and future battlefield.
49 |
IFNI: THE FORGOTTEN WAR
(2
ND
PART)
The last month of November marked the sixtieth anniversary of what
is known as the “Ifni War”, the last conflict waged by the Spanish Army,
which started on the night of November 23
rd
, 1957 when armed bands
of the so-called Moroccan Liberation Army attacked the outposts the
Spanish Army had in place at that time in the territory of Ifni.
To commemorate this anniversary, the Magazine Ejército offers its
readers one Document in two parts: the first one last November and
a second one on this January/February issue. This Document aims at
recovering the memory of those soldiers who accomplished their duty
and, especially, those who lost their lives in trying.
This second part will be devoted to the conflict itself, to further opera-
tions and in memoriam of the forgotten in a forgotten war.
Traducción efectuada por el GABINETE de TRADUCTORES e INTÉRPRETES DEL EME, registrada con el nº 17-0802

Nº 922 • enero/febrero 2018  /  121
16 |
I VALORI DEL CORAGGIO
L’articolo offre una visione delle virtù, sia fisiche che morali e intellet-
tuali, che il soldato deve possedere. Si concentra soprattutto sul valore
militare e, per quanto riguarda l’esercito spagnolo, su come migliorare
il sistema di ricompensa.
32 |
LE FORZE BLINDATE, UNO STRU -
MENTO NECESSARIO NEL FUTU -
RO CAMPO DI BATTAGLIA
L’attuale szenario geostrategico ha implicato la ripresa delle forze
blindate in diversi campi di battaglia, grazie alle loro caratteristiche di
multifunzionalità e di versatilità, legate alle già tradizionale di potenza,
mobilità e protezione, le qualle si sono viste accentuati con l’integrazio-
ne del’elicottero d’attacco nella manovra blindata.
Le caratteristiche speciali di questo tipo di unità e dei loro equipaggi,
segnano uno stile diverso e una particolare visione del combattimento
che richiede un trattamento particolare. In ogni caso, sono ancora
necessari per costituire la spina dorsale degli eserciti nel campo di
battaglia moderno e futuro.
49 |
IFNI: LA GUERRA DIMENTICATA
(2ª PARTE)
Lo scorso novembre si sono compiuti i 60 anni dalla cosiddetta
“Guerra d’Ifni”, ultimo conflitto armato condotto dall’esercito spagnolo.
Questa guerra iniziò la notte del 23 novembre 1957, quando bande
armate del cosiddetto Esercito di liberazione marocchino attaccavano
gli avamposti che l’esercito spagnolo aveva stabilito a quel tempo nel
territorio d’Ifni.
Per celebrare questo Anniversario, la rivista Ejército offre ai sui lettori
due consegne (la prima lo scorso novembre e la seconda in questo nu-
mero di gennaio/febbraio): un documento con cui cerca di recuperare
la memoria di quei soldati che hanno adempiuto al loro dovere, in parti-
colare di coloro che hanno dato la loro vita per assolvere la missione.
Questa seconda parte è dedicata al conflitto propriamente detto, alle
operazioni ulteriori e alla memoria dei dimenticati di una guerra caduta
nell’oblio.
16 |
DIE WERTE DER WERT
Der Artikel beschreibt die sowohl körperliche als auch moralische und
intellektuelle Tugenden, die das Soldat übernehmen soll. Vor allem ist
der militarische Wert im spanischen Heer behandelt und wie man das
Belohnungssystem verbessern könnte.
32 |
DIE PANZERKRÄFTE. EIN NÖTI-
GES INSTRUMENT IM ZUKÜNFT -
LICHEN SCHLACHTFELD
Das heutige geostrategische Szenario hat die Wiederherstellung
der Panzerkräfte in verschiedene Lage des Kampfplatzs erlebt, dank
ihrer Mehrwertigkeit und Vielseitigkeit. Dazu haben beigetragen die
Macht, die Beweglichkeit und der Schutz, die durch die Integration des
Kampfhubschraubers im Panzermanöver verstärkt worden sind.
Die spezielle Eigenschaften dieser Einheitstypen und Mannschaften
markieren einen verschiedenen Stil und eine besondere Ansicht des
Kampfes, die eine spezielle Behandlung erfordert. Auf jedem Fall,
diesen Einheiten sind immer noch erforderlich, um die Wirbelsäule
der Armeen im modernen und zukunftlichen Schlachtfeld darzu-
stellen.
49 |
IFNI: DER VERGESSENE KRIEG
(2. TEIL)
Letztes November fand der 60. Jahrestag des sogenanntes „Ifni Krie-
ges“ statt. Der letzte bei spanischer Armee geführte Konflikt begann
am 23. November 1957 in der Nacht, als bewaffnete Gruppen der
sogenannten marokkanischen Befreiungsarmee die Stellungen des
spanischen Heeres im diesen Gebiet angriffen.
Zur erinnerung dieses Jahrestag bietet „Ejército“ ihren Lesern in zwei
Lieferungen (erstmals im vergangenen November und zum zweiten
Mal in diesem Monat) ein Dokumment, damit man in Erinnerung brin-
gen kann, die Soldaten die ihren Pflicht nachkamen und insbesondere
jene die ihr Leben im Krieg verloren.
Dieses zweiter Teil beschäftigt sich mit dem Konflikt, den späteren
Operationen und der Erinnerung der in einem vergessenen Krieg
übergesehen Soldaten.

?COLABORA!
?In memoriam.
M? Manuela (Man?) Gonz?lez-Quir?s?
CONVOCATORIA
V PREMIO 2018
Se ha convocado el premio ?In memoriam. M? Manuela (Man?)
Gonz?lez-Quir?s? en su V edici?n, correspondiente al a?o 2018.
Este galard?n va dirigido a militares de carrera de categor?a
subocial u ociales procedentes de subocial, encuadrados
en el Ej?rcito de Tierra en cualquier momento hist?rico, que
mantengan una relaci?n de servicios profesionales de car?cter
permanente.
El tema es libre, aunque siempre relacionado con los subociales
del Ej?rcito de Tierra espa?ol de todos los tiempos y que verse
sobre su estatus profesional, formaci?n, devenir hist?rico,
uniformidad, divisas, etc. Es condici?n obligatoria que las obras
presentadas sean originales y que, con anterioridad a la publicaci?n
de la convocatoria, no hayan sido publicadas ni galardonadas, ni
est?n en tr?mite de serlo en ambos casos, ni tampoco que est?n
concursando en ning?n otro tipo de certamen.
Los trabajos se remitir?n por correo postal certicado o empresa
de mensajer?a, antes del 30 de abril del a?o 2018, a la siguiente
direcci?n:
Emilio Fern?ndez Maldonado.
C/ Tarragona n? 30 ? 25620 ? Tremp (Lleida).
M?s informaci?n en: https://sargenteria.es

Índice
Enero / febrero 2018 • AÑO LXXIX. • NÚM. 922
EDITA:
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Fotografías
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ARTÍCULOS
PRESENTACIÓN
NUESTRAS INSERCIONES
LOS VALORES DEL VALOR
Antonio de la Corte García. Teniente general
16
ESPAÑA 1818-2018. EVOLUCIÓN DE LAS OPCIONES ESTRATÉGICAS
Luis Feliu Bernárdez. General de brigada. Artillería. DEM
20
HERRAMIENTAS PARA EL ANÁLISIS DE CONFLICTOS: LA OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN, UNA
CAPACIDAD CRÍTICA
Javier de Carlos Izquierdo. Doctor en Geografía e Historia
26
LAS FUERZAS ACORAZADAS. UNA HERRAMIENTA NECESARIA EN EL CAMPO DE BATALLA FUTURO
César Sáenz de Santamaría Gómez. General de brigada. Infantería. DEM
32
LOS CAMPOS DE MANIOBRAS. ENTORNOS NATURALES DE EFICACIA ECOLÓGICA
José R. González Ortiz. Comandante. Transmisiones
40
EL ACUARTELAMIENTO LOYOLA DE SAN SEBASTIÁN: HISTORIA DE SU UBICACIÓN ACTUAL
Jorge Garris Mozota. Teniente coronel. Ingenieros
44
PROPOSITO DEL JEME Francisco Javier Varela Salas. General de ejército. JEME
4
LOGROS 2017 Y RETOS 2018 DEL EJÉRCITO Estado Mayor del Ejército
6
EFEMÉRIDE DE LA REVISTA EJÉRCITO Luis Feliu Bernárdez. General de brigada. Artillería. DEM
14
EL RINCÓN DEL MUSEO DEL EJÉRCITO 25
PREMIOS REVISTA EJÉRCITO 31
BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN 39
PUBLICACIONES MILITARES DEL EJÉRCITO DE TIERRA 85
NOVEDADES EDITORIALES DEL MINISTERIO DE DEFENSA 99
INFORMACIÓN APP Y WEB DEFENSA 106
INFORMACIÓN DESVINCULACIÓN 111
NORMAS DE COLABORACIÓN 118
INFORMACIÓN V PREMIO MARÍA MANUELA (MANÉ) GONZÁLEZ-QUIRÓS 122
INTERIOR DE CONTRAPORTADA: Real decreto de Carlos III instaurando la Pascua Militar 123
PUBLICIDAD: Ciberdefensa, 15
Suscripción y venta: calle del Factor nº 12 - 4ª planta C.P.: 28013 MADRID
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CAROLUS-III-D-G HISP-ET-IND-REX
1782
Como expresión de júbilo por la recuperación de Menorca del poder de
los Ingleses y de regocijo por las ilusionadas esperanzas de recuperar
el Peñón de Gibraltar, la Majestad del Carlos Tercero, Rey de las
Españas, queriendo dar al Exército de España y sus Indias, una
muestra de su Real aprecio, ordenó a los Virreyes, Capitanes Generales,
Gobernadores y Comandantes Militares, que la Festividad de la
Adoración de los Santos Reyes Magos, reuniesen a las guarniciones
y presidios y notificasen en su nombre a los Jefes y Oficiales de los
Exércitos para que estos los hiciesen llegar después a las Tropas, su
regía felicitación con la ocasión de la fiesta que debería celebrarse todos
los años en tal fecha y llamarse en lo sucesivo:
Pascua Militar

REVISTA DEL EJÉRCITO DE TIERRA ESPAÑOL
NÚMERO 922 ENERO/FEBRERO 2018
Pascua Militar
Ifni: la guerra olvidada. (2ª parte)
EJÉRCITO
La Academia General Militar y el Centro
Universitario de la Defensa de Zaragoza
tienen la doble finalidad de formar oficiales
con gran preparación militar y técnica,
además de humana y científica
REVISTA EJÉRCITO
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EJÉRCITO ENERO/FEBRERO 2018 - año LXXIXnúm. 922