Al Señor de los Milagros se le
venera en el altar mayor del
templo de las Nazarenas en Lima
Perú, La multitud de devotos que
participan en la procesión es una
de las mas grandes del mundo.
La imagen fue pintada en un
tosco muro de adobe por un
Africano de Angola en
Pachacamilla, Lima en 1651,
durante el periodo de esclavitud.
Un 13 de noviembre de 1655, a las
2:45 de la tarde, cuando un terrible y
destructor terremoto estremeció Lima y
Callao, tirando abajo las iglesias y
sepultando mansiones, dejando miles
de muertos y damnificados. El sismo
afectó la "zona de Pachacamilla" y las
viviendas; las paredes del local de la
cofradía se cayeron, produciéndose
entonces el milagro: el débil muro de
adobes donde se erguía la imagen del
Cristo crucificado quedó intacto, sin
ningún tipo de resquebrajamiento.
Pasaron 15 años y un vecino de
la parroquia de San Sebastián,
Antonio León, encontró la
imagen abandonada y comenzó a
venerarla. León fue el primero
que se preocupó por arreglar la
ermita, sin imaginar que a partir
de entonces crecería el culto y la
devoción al sagrado Cristo de
Pachacamilla.
Antonio León padecía de un tumor
maligno que los médicos, hasta ese
momento, no habían logrado curar. Fue
entonces cuando Antonio acudió a la
imagen y postrándose frente a ella,
imploró al Cristo crucificado que
remediara su mal, deseo que le fue
conferido acabando así su desesperado
tormento. Nace entonces en él una más
firme convicción religiosa que difundió
entre todos sus conocidos lo que causó
que en pocas semanas el culto creciera.
Las autoridades civiles y
eclesiásticas prohibieron las
reuniones en la "zona de
Pachacamilla" y ordenaron
borrar la imagen del Santo
Cristo y de los demás santos
que hubieran.
Dicha orden se cumpliría
entre el 6 y 13 de septiembre
de 1671 por una comitiva
especial.
Cuentan que al subir el pintor la escalera para borrar la
imagen, empezó a sentir temblores y escalofríos,
teniendo que ser atendido de inmediato para proseguir
con su labor. Al reaccionar intentó nuevamente subir y
borrar la imagen pero fue tanta la impresión causada
que bajó raudamente y se alejó asustado del lugar sin
culminar con la tarea encomendada.
Un segundo hombre, de ánimo más templado, subió
pero bajó rápidamente, explicando luego que cuando
estuvo frente a la imagen vio que se ponía más bella y
que la corona se tornaba verde; por esa razón no
cumplió la orden dada.
Ante la insistencia de las autoridades por
desaparecer la imagen, la gente manifestó su
disgusto y comenzó a protestar con airadas
voces y actitudes amenazantes que obligaron a
retirarse a la comitiva. Pronto, el Virrey se
enteró de los acontecimientos y reflexionando
sobre las posibles consecuencias si persistía en
borrar la imagen, mandó revocar la orden y
acordó que en ese lugar se le rindiera culto y
veneración a la portentosa imagen.
El 14 de septiembre de 1671 se
ofició la primera misa ante el
crucificado de Pachacamilla, fecha
que coincide con la exaltación de la
Santísima Cruz. Conforme
avanzaban los días los devotos
aumentaban en forma considerable.
Venían de lejos en piadosa plegaria
y mística romería, comenzando a
denominarlo "El Santo Cristo de los
Milagros o de las Maravillas".
Sin embargo la ira de Dios no se
calmaba y volvió a manifestarse en
octubre de 1687, cuando un
maremoto arrasó con el Callao y
parte de Lima y derribó la capilla
edificada en honor de la imagen de
Cristo, quedando erguida solamente
la pared con la imagen dibujada del
Señor crucificado.
El terremoto del 20 de Octubre de
1687 produjo rajaduras y
desmoronamientos en la Capilla,
pero el sagrado mural quedó
incólume, como muestra de los
designios divinos.
Tan terrible designio originó
que se confeccionara una copia
al óleo de la imagen y que, por
primera vez, saliera en andas
por las calles del barrio de
Pachacamilla, estableciéndose
que a partir de ese momento la
procesión tuviese lugar los días
18 y 19 de octubre de cada
año.
Fue así que Sebastián de
Antuñano inicio la procesión con
una replica de la imagen,
originando así las procesiones de
octubre del Señor de los Milagros
de Nazarenas. En su primer
recorrido llegó hasta la Plaza
Mayor.
Se tiene la seguridad que aquella
replica es la misma que hoy en día
nos sigue acompañando en los
meses de octubre en su recorrido
por la gran Lima.
PRIMERA PROCESIÓN
La Procesión se desplazan por diversos lugares, durante
varios días, hasta retornar a su punto de partida.
EL HÁBITO
A la difusión del culto contribuyó el
esfuerzo de Antonio Lucía del Espíritu
Santo, sierva de Dios. Ella vestía de
morado, con un cordón blanco. Fundó
el Beatario de Las Nazarenas y la
congregación vistió como ella. Así, poco
a poco, se fue asociando el traje morado
al Señor de los Milagros. Desde
entonces hasta hoy, los fieles hacen
peticiones al Cristo Morado y le
prometen, a cambio, vestir de morado
por un año o hasta por toda la vida el
hábito.
Las primeras andas, data del 20 de
octubre de 1687 hasta 1921, fueron
de madera y de rustico acabado.
Estas andas se modificaron y
mejoraron posteriormente,
conservando siempre sus cuatro
varas.
Hasta 1921 fueron conducidas por
ocho Hermanos Cargadores.
Las andas de Plata llegarían el 15 de
octubre de 1922, siendo diseñadas
por el escultor Jáuregui. De los
ángeles se encargaría Fray Rosario
Zárate.
Características de las andas
Medidas de los Ángeles
0.85 metros y 1.15 metros hasta las alas.
Pesan alrededor de 45 Kilogramos cada
uno. Son de plata pura.
Base o tablero de madera con cuatro
patas y las cuatro varas en roble de
Guayaquil.
Su peso total es de 990 kilogramos.
Los hermanos cargadores que la pasean
suman un total de 32.
A lo largo d los años se han ido agregando
baterías, reflectores, nuevas varas y el
arco de plata de los querubines.
La procesión del Señor de los Milagros, Cristo de Pachacamilla o Cristo
Moreno, recorre las calles limeñas todos los años en el mes de Octubre desde
1687, trayendo consigo bendiciones de unión, esperanza, fervor católico y
tradición. En el mes de Octubre la imagen del Cristo crucificado mueve a
millones de fieles en procesión. Los fervientes devotos vestidos de morado
tratando de emular a las hermanas nazarenas, llevando detentes como
símbolo de adhesión y devoción al Señor.
La Virgen de la Nube, esta
imagen esta colocada en el
reverso del Señor de los
Milagros.
La tela donde está pintada
la efigie del Señor de los
Milagros de Nazarenas es
mucho más antigua que la
de nuestra Señora de la
Nube .
Las andas son llevadas por cuadrillas de devotos, todos
varones, continuando una tradición de 300 años. Cada
cuadrilla tiene un capataz y un sub capataz que cubre una
jornada o sector. Durante la procesión, la cuadrilla que va
a entrar aguarda tres señales dadas por el capataz antes de
entrar en acción. Primero el capataz advierte a los 32
hombres que componen la cuadrilla con la palabra ¡gente!
Cuando dice ¡armen!, los hermanos cargadores se agachan
para colocarse las andas sobre los hombros. Finalmente el
capataz toca la campanilla de acero y plata y los hermanos
cargan las andas al mismo tiempo dando inicio a un nuevo
recorrido.
SAHUMADORAS
Son damas que rinden culto a la imagen del
Señor de los Milagros. Todas sus integrantes
expresan su fervor a través de oraciones,
alabanzas y gratitudes.
Ellas acompañan las andas echando incienso.
Se ubican en la parte delantera del cortejo para
aromatizar el ambiente en todos los lugares por
donde pasa el recorrido procesional. Para tal
labor utilizan incienso, sahumerio y mirra.
Durante la procesión el grupo se divide en
cinco sectores, cada uno integrado por 75
hermanas que acompañan las andas en un
espacio equivalente a lo que recorren cuatro
cuadrillas, aproximadamente cuatro horas.
Acompañan la procesión las bandas de música de la Policía
Nacional, del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. Cada
agrupación alterna su labor en turnos de cuatro horas. La
primera banda a creado más de cien marchas a las que
denominan Señor de los Milagros.
HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS
Aquí venimos en procesión
tus fieles devotos
a implorar tu bendición
faro que guía
a nuestras almas
la fe, esperanza, la caridad
tu amor divino
nos ilumine
nos haga digno de tu bondad
con paso firme
de buen cristiano
hagamos grande nuestro Perú
y unidos todos
como una fuerza
te suplicamos, nos des
tu luz
Según Ricardo Palma los turroneros han formado
parte de los famosos personajes coloniales que
han sobrevivido al tiempo. Quizá su mejor aliado
a sido este dulce que guarda el misterio de su
origen, ya que hay tres versiones,. El enigma es
que nadie sabe a ciencia cierta cuál es cuál. Lo
que si queda claro es que el famoso Turrón de
doña Pepa está asociado al mes morado y a la
procesión del señor de los milagros.