hubieran sucedido, El personaje principal es causa y consecuen-
cia, es motor y necesidad del argumento. El principal cs la esencia
misma de la historia contada, es la razón para que todo merezca
ser narrado. Y, obviamente, en muchos casos el protagonista es el
‘mismo principal. Para determinar en qué casos no lo es, debemos
analizar la emergencia del conflicto.
Para la existencia de conflicto se necesita la convergencia
de dos fuerzas opuestas, la protagónica por un lado y la antagó-
nica por el otro, Independiente de en qué cuerpos/personajes se
representen ese protagonismo y el antagonismo, incluso ambos
caracteres en un solo personaje. Lo cierto es que ambos se opo-
nen, se repelen, tienen objetivos diferentes, se contradicen de cara
al argumento. Mientras el protagónico desea algo, el antagónico
se opone a que lo consiga. Cuando el protagonista quiere lograr
un objetivo el antagonista lo enfrenta con una razón distinta. De
‘esas voluntades opuestas surge el conflicco de personajes que se
cransforma en conflicto narracivo.
Por tanto, el personaje protagonista tiene un objetivo mien:
tras que el personaje principal es de quién depende la historia. Y
todo ello sin analizar el narrador o el punto de vista, ya que esta
posición podría estar tanto en uno como en otro, De momento,
el análisis se centrará en las diferencias —y tan simple como han
sido expresadas — entre proragonista y principal. Que, como de-
ciamos antes, se confunden porque cn literatura sucle definirse
al protagonista como principal, siendo esca definición, al menos
para las películas, incompleta, imperfecta, insuficiente.
El personaje principal, por lo tanto, podría coincidir con
otra posición del conflicto, con la opuesta al protagónico. En al
gunos casos el principal es el protagonista, como también podría
coincidir con el antagónico, pero hay casos en los cuales el princi-
pal es alguien diferente. Induso podría no existir en el argumento
y el resultado es la lásica, la de fuerzas antagónicas sin otra carac-
terística distintiva.
Si analizamos ET (Spielberg, 1982) veremos con claridad
que toda la historia existe porque ET se ha quedado varado en la
Tierra. ET es cl personaje principal, no hay dudas de ello, sin él
no hay argumento posible. Pero quien debe conducir la lucha, lo
isi
grar el objetivo de salvar a ET, enfrentarse al enemigo, conducir el
argumento hacia el triunfo, es el niño que lo acoge en su casa. Eso
lo convierte en protagonista, y de no existir ET no habría tenido
lugar su protagonismo.
Seguimos con Spielberg. Otra película nos ilustra sobre el
personaje principal: Tiburón (1975). Aqui el principal es el propio
tiburón, sin & no habría razón para la intranquilidad de los habi
tantes, los comerciantes, las autoridades. Al mismo tiempo, este
principal es antagónico, porque su existencia y amenaza pone al
protagonista con un objetivo a cumplir. EI sheriff debe liberar al
pueblo del peligro que significa la proximidad del antagonista y
principal.
La coincidencia de protagonista y principal se suele dar en
la mayoría de las películas de superhéroes, los filmes de acción y
Las comedias románticas. Tal vez sea por una necesidad de menor
esfucrzo en la comprensión del argumento: Superman (Donner,
1978), Rambo (First Blood, Kotchcff, 1982), 27 Vestidos (Fletcher,
2008), Abajo el amor (Reed, 2003), entre otras.
Las obras más claboradas cchan mano de la diferenciación
entre principal y protagonista para construir verdaderos entrama-
dos argumentales y, además, valiéndose del punto de vista, escon:
den durante la instancia narrativa el verdadero protagonismo, el
real conflicto y hasta el personaje principal. Lo que hace a la his-
toria más impredecible y más sorpresiva. El argumento, entonces,
carece de una linea narrativa fácil de identificar, y para entender
La historia debe esperarse la resolución —cs decir, cl final — para
esclarecer los clementos del relato, más allá de aquellos puntos vi
sibles que ha puesco el autor para conducir la instancia narrativa.
Un caso sumamente interesante donde todos estos clemen-
tos juegan a favor de la sorpresa final, combinándola hábilmen-
te, es el filme Los otras (Amenábar, 2001). Todos reconocemos
en Grace (Nicole Kidman) al personaje principal, y, al m
tiempo, es el punto de vista de la historia, Sin embargo, Grace
no es protagonista, ya que carece de objetivo. Su única manifes-
tación de voluntad es proteger a sus hijos de la luz del día, pero
sabemos que esa no era la razón argumental final. En todo caso,
Grace lucha contra los otros, pero la historia tampoco pasaba por
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