Gracias a él, nuestros conceptos e ideas se adaptan recíprocamente a las características, vagas pero
reales, del mundo.
Ante la Figura 7.3. las personas activan determinados esquemas de asimilación y no otros.
Nadie o casi nadie ve un búfalo o un pelicano. Aunque se trate de una mancha de tinta, su contorno
sugiere ciertos objetos y no otros.
Pero la acomodación no solo explica la tendencia de nuestros conocimientos o esquemas de
asimilación a adecuarse a la realidad, sino que, sobre todo, sirve para explicar el cambio de esos
esquemas cuando esa adecuación no se produce.
Si mis esquemas son insuficientes para asimilar una situación determinada, probablemente modificare
alguno de mis esquemas, adaptándolo a las características de la situación.
Es así como Piaget define la acomodación. ≪Llamaremos acomodación a cualquier modificación de un
esquema asimilador o de una estructura, modificación causada por los elementos que se asimilan».
Pero la acomodación supone no solo una modificación de los esquemas previos en función de la
información asimilada, sino también una nueva asimilación o reinterpretación de los datos o
conocimientos anteriores en función de los nuevos esquemas construidos.
La adquisición de un nuevo concepto puede modificar toda la estructura conceptual precedente.
Según la metáfora de Driver, Guesne y Tiberghie n (1985), un conocimiento recién adquirido seria como
un alumno nuevo que se incorpora a una clase una vez comenzado el curso. Según las características
del alumno y del grupo al que se incorpora, su influencia sobre la clase puede ser diversa: puede no
relacionarse con sus compañeros y permanecer aislado, puede juntarse con algún grupo ya formado o
puede ser un líder que revolucione toda la clase. Lo mismo sucede con los conocimientos nuevos:
pueden consistir en un saber aislado, integrarse en estructuras de conocimiento ya existentes,
modificándolas levemente, o reestructurar por completo los conocimientos anteriores.
Para Piaget, ambos procesos de asimilación y acomodación implican necesariamente que: ≪ no hay
asimilación sin acomodación pero... la acomodación tampoco existe sin una asimilación
simultanea≫ .
Según Piaget, el progreso de las estructuras cognitivas se basa en la tendencia a un equilibrio creciente
entre ambos procesos. Cuanto mayor sea ese equilibrio, menores serán los fracasos o errores
producidos por las asimilaciones o interpretaciones de las cosas.
Solo de los desequilibrios entre estos dos procesos surge el aprendizaje o el cambio cognitivo.
En el funcionamiento del proceso de equilibrarían, Piaget sostiene que el equilibrio entre asimilación y
acomodación se produce -y se rompe- en tres niveles de complejidad creciente:
1) En el primer nivel, los esquemas que posee el sujeto deben estar en equilibrio con los objetos que
asimilan. Asi, cuando la ≪conducta» de un objeto -por ej., un objeto pesado que flota- no se ajusta a las
predicciones del sujeto, se produce un desequilibrio entre sus esquemas de conocimiento -es el peso
absoluto el que determina la flotación de los cuerpos- y los hechos que asimilan.
2) En este segundo nivel, tiene que existir un equilibrio entre los diversos esquemas del sujeto, que
deben asimilarse y acomodarse recíprocamente. De lo contrario, se produce un ≪conflicto cognitivo≫ o
desequilibrio entre dos esquemas.
Así sucede, por ejemplo, con los sujetos que piensan que la fuerza de la gravedad es la misma para
todos los cuerpos y, sin embargo, los objetos más pesados caen más deprisa.
3) Por último, el nivel superior del equilibrio consiste en la integración jerárquica de esquemas
previamente diferenciados. Así, por ejemplo, cuando un sujeto adquiere el concepto de fuerza, debe
relacionarlo con otros conceptos que ya posee (masa, movimiento, energía) integrándolo en una nueva
estructura de conceptos.
En este caso, la acomodación de un esquema produce cambios en el resto de los esquemas
asimiladores. De no ser así, se producirán continuos desequilibrios o conflictos entre esos esquemas.