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INTERACCIONES FARMACOLOGICAS:
INTRODUCCIÓN:
La administración de fármacos de forma simultánea es una situación frecuente en la práctica clínica diaria dado que
las propias enfermedades a menudo implican la utilización de varios fármacos o porque los pacientes sufren diversas
afecciones concomitantes que deben tratarse con medicamentos. Al utilizar varios agentes terapéuticos de forma
conjunta, se presenta el problema de saber si para un paciente determinado, una combinación específica de
fármacos tiene la posibilidad de presentar algún tipo de interacción y, si la hay, cómo aprovecharla en beneficio del
paciente, buscando una mayor eficacia del tratamiento o cómo intentar evitarla o controlarla si los efectos derivados
de la interacción son adversos. Es común considerar interacciones farmacológicas sólo las perjudiciales (adversas),
pero en la terapéutica moderna existen numerosos ejemplos de interacciones beneficiosas, cuyo conocimiento es la
base de la politerapia racional.
El presente capítulo pretende ofrecer una breve visión de conjunto de las bases farmacológicas de producción de las
interacciones entre fármacos, revisar aquellos factores que pueden favorecer su aparición, describir en forma
tabulada las interacciones adversas con relevancia clínica y ofrecer algunas recomendaciones para identificarlas y
prevenirlas.
DEFINICIÓN:
Interacción medicamentosa es la respuesta clínica o farmacológica que aparece tras la administración de una
combinación de fármacos, distinta de la esperada, cuantitativa o cualitativamente, a partir de los efectos conocidos
de cada uno de los fármacos administrados por separado. De otra forma, se podría expresar como la aparición de
una modificación mensurable (en intensidad o duración) del efecto de un fármaco (“objeto”) producida por la
administración previa, posterior o conjunta de otro fármaco (“desencadenante”). En ocasiones esta interacción es
bidireccional. Puede también definirse, utilizando una expresión matemática, como aquella situación en la que el
efecto combinado de dos fármacos es superior o inferior a la suma algebraica de sus efectos individuales.
Se denomina interacción a la modificación del efecto de un fármaco "fármaco objeto" ya sea en intensidad o en
duración, por causa de otro "fármaco precipitante". En toda interacción, hay un fármaco cuya respuesta se ve
modificada y otro u otros que actúan como elementos precipitantes o desencadenantes.
Por su propia naturaleza, la probabilidad de interacción aumenta con el número de principios activos que se
administran simultáneamente a un mismo individuo. La politerapia es una situación de relativa frecuencia,
afortunadamente la importancia clínica de las interacciones se ha exagerado.
Algunas interacciones concretas pueden ser aprovechadas con fines terapéuticos, para aumentar la respuesta y para
disminuir la toxicidad.
Por ejemplo, está ampliamente demostrado el beneficio que se obtiene tras la asociación de varios fármacos en el
tratamiento de la hipertensión (ß-bloqueantes, diuréticos, vasodilatadores, Inhibidores de la ECA) o de la
tuberculosis (Isoniacida, Rifampicina, estreptomicina, etambutol, etc). Otro ejemplo de interacción terapéutica es la
terapéutica con antídotos (administración de antagonistas específicos para revertir el efecto anestésico de los
opiáceos).
Sin embargo, la mayoría de las veces, las interacciones originan toxicidad o falta de respuesta. Entre las que tienen
mayor importancia clínica están las que se deben a errores en la administración, las que se producen con
medicamentos de bajo margen terapéutico, o aquellos cuyas dosis deben ser rigurosamente controladas en función
de la respuesta obtenida: digitálicos, anticoagulantes orales, hipoglucemiantes orales, citostáticos,
anticonvulsivantes, hipnóticos y depresores del SNC.
Por otra parte, las interacciones también pueden aparecer entre medicamentos y sustancias endógenas (hormonas,
enzimas e iones), o con sustancias exógenas (alimentos y bebidas). En la actualidad es obligatorio que todos los
medicamentos mencionen en sus prospectos y propaganda las interferencias e interacciones con otras sustancias.
FACTORES QUE FAVORECEN LA APARICIÓN DE INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS:
El riesgo real de que se desarrolle una infracción farmacológica con repercusión clínica es difícil de establecer, por
tanto, será necesario poder identificar en lo posible aquellas situaciones clínicas o aquellos factores que puedan
facilitar su aparición. Para su descripción se pueden agrupar en aquéllas que dependen de las características de los
propios medicamentos y en las que dependen del paciente o derivan de una situación clínica determinada.