resulta de sintetizar todo lo que se contrapone al sujeto
pensante; la idea de Dios, es, por último, la unidad de todos
los objetos del pensamiento, y por tanto, la razón de las
otras dos ideas.
Sin embargo, debe advertirse que, por ahora, estas ideas
son legítimas, pues, siendo, exigencias de nuestra razón,
resultan simplemente eso, ideas, meras ideas que no implican
la existencia o realidad de sus correspondientes contenidos.
Es más: tales ideas tienen una utilidad positiva para la
ciencia. Las ideas, por cierto, poseen la virtud de situar el
término ideal de la investigación empírica a una altura
suficiente, para que no se limite de forma prematura el campo
de la experiencia posible, y el conocimiento pueda progresar
indefinidamente. Así, se debe investigar "como si" se fuesen
a encontrar, al final de la investigación, esas realidades.
En este sentido, las Ideas funcionan como límites ideales,
como marcos de referencia u horizontes dinámicos que regulan
la investigación científica. Todavía no ha empezado la
metafísica.
Ahora bien, el hombre no puede pensar sin categorías.
Pues bien, desde el mismo momento que la razón produce, por
un lado, ideas más allá de toda experiencia posible, y que el
entendimiento, por otro lado, opera con categoría, para
aplicarlas a la experiencia, ya están puestas las condiciones
de la ilusión metafísica, ilusión que se produce cuando
aplicamos nuestras categorías, ilegítimamente a las ideas, y
no a los fenómenos espacio-temporales. Entonces, se produce
la ilusión específica de la Metafísica, de que Mundo, Alma y
Dios, son cosas en sí, esto es, realidades, y no meras Ideas,
meros límites u horizontes en la investigación. Por tanto,
recordémoslo, la Metafísica envuelve, siempre, un uso
ilegítimo de las categorías.
4.2. La Metafísica crítica
Digamos, ahora, que la investigación que Kant lleva a
cabo en esta obra es, en realidad, metafísica, aunque una
metafísica crítica, no dogmática; Crítica, para Kant, es
fijación de límites, una operación que supera,
simultáneamente, tanto la actitud escéptica como la
dogmática; criticar algo, así, no es rechazar su naturaleza
sino trazar la frontera más allá de la cual aquello no es
válido o correcto. Esta es la preocupación de Kant:
establecer las líneas divisorias que separan unos dominios de
otros para que no se confundan entre sí las diferentes
ciencias. De ahí que la crítica tenga dos funciones:
a)negativa, que impide la ampliación indebida de la razón, y
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