Documento descargado de http://www.masdermatol ogi a.com. Copia para uso personal , se prohíbe la transmisi ón de este documento por cual qui er medio o formato.
Núme ro 2 - julio 2007 MÁS DERMATOLOGÍA
®
13
González-Guerra E. Rosácea
metronidazol por vía oral resulta eficaz en las
lesiones inflamatorias y en el erite ma
15
. Está indi-
cado como tratamiento inicial de rosáceas muy
agudas o c on gran c om pone nte pustulos o. O tros
antibiótic os utiliza dos s on: la eritromic ina, que
es el tratamiento oral de elección en la rosá-
cea inducida por esteroides tópicos en la infan-
cia, aunque puede producir problemas de tole-
rancia; la claritromicina, que tiene una mejor
tolerancia y una eficacia similar a la doxicicli-
na
13
, y la azitrom ic ina oral
17
y e l ke toc onaz ol,
solo o asocia do a ke toc onazol por vía tópica
15
,
de los que se tiene poca experiencia.
2. Isotre tinoína. En cas os c onc retos , la is otre tinoína
ora l pue de ser eficaz a dosis ba jas (10 mg / día),
mejora ndo sobre todo las les ione s inflama torias ,
el edema, el rinofima y las telangiectasias. Su
acción s obre e l eritema es menor. Las rem isiones
obtenidas pueden ser prolongadas, aunque los
resultados no son tan satisfactorios como en el
acné noduloquís tic o. P uede cons ide rarse un tra-
tamiento alternativo en la rosácea resistente al
tratamiento oral y tópico convencional
15
.
3. Otros tratamientos sistémicos. La sulfona oral,
el acetato de ciproterona asociado a anticon-
ceptivo o los anticonceptivos orales aislados en
mujeres y la espironolactona en hombres no
han sido objeto de estudios comparativos sufi-
cientes para demostrar su eficacia o ésta es esca-
sa. La clonidina, e l ate nolol, la na loxona , la meti-
sergida, la clorpromazina, la indometacina, el
ibuprofe no, antihis tamínicos anti-H 1 y anti-H2,
la somatostatina administrada a los pacientes
con re tinopatía diabé tica y e l onda nse trón han
demostrado escasa eficacia en el control de las
crisis de sofoco intensas, con frecuentes pro-
blemas de tolerancia y efectos secundarios
15
.
Tratamientos quirúrgicos y físicos
Se ha n em plea do la c irugía conve nc ional, la criote-
rapia, la elec trocirugía, la de rm oabra sión y la utili-
zación de láseres de CO 2, argón, erbio-YA G, neodi-
mio-YA G, los de va por de cobre , argón KTP (potas io
titanil fosfato), colorante pulsado y combinación
de e llos . Se realizan tras el tra tamie nto fa rmacoló-
gic o. E l láse r, s obre todo de longitud de onda c orta,
ha supuesto un avance importante para aquellos
pacie ntes e n quie nes el tra tam iento antibiótic o no
resulta suficiente para controlar las telangiecta-
sias y e l eritema pe rs iste nte. En el rinofima, a exce p-
ción del tratamiento quirúrgico con reparación
mediante injertos, el objetivo de estas técnicas es
eliminar las glándulas sebáceas hipe rtróficas y el
tejido fibroso, obte nie ndo una ree pite lización a par-
tir de células e pite liales de los folículos pilosos. L os
resultados estéticos suelen ser muy satisfactorios.
BIBLIOGRAFÍA
1. Sibe nge S, Ga wkrodger DJ. Rosacea: a study of clinical pat-
terns, blood flow, a nd the role of De m ode x f olliculorum. J Am
Acad Dermatol. 1992;26: 590-3.
2. Thiboutot DM. A cne rosa cea. Am Fa m P hysicia n. 1994; 50:
1691-7.
3. Rebora A. Rosacea. J Invest Dermatol. 1987;88: 56-60.
4. B onna r E, Ophth MC, Eusta ce P, Ophth FC, P owe l FC. The
De m ode x m ite popula tion in rosa cea. J Am A ca d De rma tol.
1993;28:443-8.
5. Fonse ca E. A cné rosá cea . Monogra f ía s de De rm atología.
1990;3:96-102.
6. Díaz C, O’ Calla ghan CJ, Kha n A, Ilchyshyn A. Rosa cea: a cuta-
ne ous ma rke r of He licoba cte r pylori infe ction? Re sults of a
pilot study. Acta Derm Venereol. 2003;83:282-6.
7. Ma rk s R. Rosacea: hopeless hypothe ses, mara vellous m yths and
de rmal disorga nization. En: Marks R, P le wig G, e ditores. A cne
and related disorders. London: Martin Dunitz; 1989. p. 293-9.
8. Dahl MV, Ross AJ, Schlie vert P M. Te m pe rature re gulate s ba c-
teria l prote in production: possible role in rosacea. J Am A ca d
Dermatol. 2004;50: 266-72.
9. Hoek ze ma R, Hulse bosch HJ, B os J D. De m odicidosis or rosa-
cea: what did we treat? Br J Dermatol. 1995;133: 294-9.
10. Wilk in J K. Rosa ce a. P a thophysiology a nd tre a tm e nt. A rch
Dermatol. 1994;130: 359-62.
11. Gra nstein RD. Me dica l Scie ntists Re port A dvances in ucove-
ring m ysteries of rosacea. (En líne a) ( 09-01-2004). Disponible
en: www.rosa cea. org
12. Milika n L. The propose d inf la m m atory pathophysiology of
rosacea: implications for treatment. Skinmed. 2003;2: 43-7.
13. Wilk in J, Da hl M, Detm a r M, Dra ke L, Fe instein A, Odom R,
et al. Sta nda rd cla ssif ication of rosa cea: re port of the Na tiona l
Rosa cea Society Expe rt C om mitte e on the cla ssification a nd
staging of rosacea. J Am Acad Dermatol. 2002;46: 584-7.
14. Zip C. An update on the role of topica l me tronidaz ole in rosa-
cea. Skin Therapy Lett. 2006;11: 1-4.
15. Bik owsk i JB. The pha rma cologic the ra py of rosa cea: a pa ra-
digm shift in progress. Cutis. 2005;75:27-32.
16. C unha P R, Rossi A B. Pim e crolim us crea m 1 % is e ffe ctive in a
ca se of gra nulom atous rosa ce a. A cta De rm Ve ne re ol. 2006;
86:71-2.
17. De reli T, Ina nir I, Kilinc I, Ge ncogla n G. Az ithrom ycin in the tre-
atment of papulopustular rosacea. J Derm atol. 2005;32:926-8.