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-¿Le gustaría tener más hijos?
-Seguro que sí.
-¿Con Lola, su pareja?
-Nunca se sabe.
-¿Quién pone la letra y la música a sus
canciones de tanto éxito?
-Es verdad, porque de un año para acá
son un éxito todas las canciones que saco.
Yo tengo mi grupo que me ayuda, pero
tanto la letra como el título los pongo yo.
-¿Componer es una necesidad para
usted?
-Sí, yo necesito componer, necesito es-
tar siempre en la composición, ya que si
yo no compongo mi propia letra no pue-
do cantarla porque a mí me tienen que
dar el ninoni ninoni, las letras dan igual,
tampoco le doy mucho a la cabeza con las
letras.
-La letra es lo interesante, lo que llega
al corazón de la gente.
-Para letras bonitas tienes el Pop, un
montón de cantantes maravillosos a los
que puedes escuchar porque la música
es muy extensa, pero si escuchas a Omar
Montes, es para bailar, para pasarlo bien,
para perrear. No para ponerte romántico.
-¿Se compone mejor enamorado?
-Mejor si estás enamorado, pero tam-
bién si te deja la novia: son momentos
cruciales. Yo ahora estoy deseando tener
una novia que me deje, para sacar disco.
-¿Ha sufrido por amor?
-Seguro, todos sufrimos por amor. Ena-
morarse es horroroso porque nos rom-
pen nuestro pequeño corazón.
-¿Hasta el punto de llorar?
-Por supuesto, yo he llorado por amor,
y por desamor. Aunque, si te soy sincero,
no soy de lágrima fácil. En cambio, viendo
películas románticas es más fácil que llore.
-¿A quién escuchaba de pequeño?
-Me gustan los artistas americanos.
-¿Con quién le gustaría hacer un dúo?
-Con Julio Iglesias, porque es un gigoló.
-¿Julio, gigoló?
-Sí, un tío grande, tiene que ser la hostia
colaborar con un tío tan grande como Ju-
lio Iglesias. ¿A ti te gusta Julio?
-Es uno de mis cantantes favoritos, y le
conozco.
-¿Sí?, y ¿por qué no me lo presentas?
¿Ves? lo que te decía antes, Julio se fue a
Miami y ha triunfado en el mundo entero.
-Usted tendría que irse si quiere triun-
far a nivel internacional.
-Se van todos, ahora se va Pitingo, por-
que tienes razón, ahí es donde se te abren
todas las puertas. Yo lo sé, pero tengo aquí
a mi abuela que vive en el piso que está
junto a mí, y a mi hijo, irme tan lejos, no.
-¿No es ambicioso?
-No me ha hecho falta, pero si suena
la flauta con alguna de mis canciones y
mañana soy el mejor del mundo… Pero
no será porque me tenga que ir a vivir a
Miami. Mira, Rosalía es como yo, tiene el
mismo rollo y está triunfando mucho.
-¿Le han hecho propuestas
tentadoras?
-Muchas, pero no me voy.
-La televisión le quiere, lo ha
demostrado.
-No he estudiado esas cosas porque
tampoco tengo tanto tiempo, yo creo que
la única fórmula que hay es tratar a la gen-
te como te gustaría que te trataran a ti.
-No todos los famosos lo son.
-Porque la gente cuando llega a un nivel,
se endiosa y se vuelven mal educados. Yo
lo sé porque he trabajado en seguridad de
un club y venía gente grande y eran mal
educados, cosa que yo no soy. Soy incluso
más grande que esos a los que protegía.
-¿Cómo ha aprendido a gestionar la
fama?
-Es innato. Sobre todo, cuando voy al
pueblo donde vive mi hijo con su madre:
un día estábamos dando un paseo y me
arrimé a un kiosco de esos de feria a dispa-
rar un peluche, y cuando miro para atrás,
veo que hay cientos de personas, todos
con los teléfonos, y mi hijo empezó a llo-
rar y le dio un ataque de pánico.
-¿Cómo lo resolvió?
-Le dije que era gente que nos que-
ría mucho, pero no me gustó porque él
pensó que nos iban a hacer algo malo.
-¿Cómo ha pasado estos dos años de
covid?
-Malamente, porque me gusta mucho
estar en la calle, con los amigos, y no po-
der salir ha sido un horror. Gracias a Dios
nadie de mi familia lo ha tenido.
-¿Cree que hemos aprendido algo de
esta experiencia?
-No lo sé, el mundo está lleno de gente,
unos aprenden más y otros menos, pero
por lo general, hemos aprendido a valorar
más la libertad, poder salir, porque al no
haber ocurrido nunca esto de estar confi-
nados, sí valoras la vida normal.
-¿Feminista?
-Yo de eso no entiendo mucho.
-¿Debemos tener los mismos dere-
chos que los hombres?
-Eso es obvio, todo el mundo lo quiere.
-Cuando sus abuelos ven donde ha lle-
gado, qué le dicen?
-Nunca pensaron que pudiera ganar
tanto dinero cantando, menos llegar a ser
el número uno. De pequeño me decían:
ponte a currar que vas por mal camino.
-Nunca pasó hambre.
-Arroz igual, pero marisco nunca faltó
en nuestra mesa porque mi abuelo traba-
jaba en Merca Madrid y nos lo traía.
-¿Qué espera del documental sobre su
vida?
-Que la gente pueda ver la cara A y la
cara B de un cantante. Que igual puede
estar arriba que abajo. Lo que yo quiero es
que sea un ejemplo para los jóvenes.
-¿Le preocupa lo que puedan pensar
de usted?
-Me da igual, no puedo gustar a todo el
mundo. Yo creo que la serie es muy bue-
na, porque me he tirado un montón de
tiempo haciéndola. Yo me veo total, por-
que la he hecho con el corazón.
-¿Irá con Jeff Bezos, dueño de Amazón,
al espacio?
-Creo que sí, es un tío campechano, con
el que hablo por Instagram. Él fue quien
me propuso ser uno de los tripulantes del
próximo viaje espacial.
-¿Cómo se conocieron?
-Había escuchado mi canción, La ru-
bia, en su playlist, me lo propuso y acep-
té. Ahora me están haciendo las pruebas
para cercionarse de que aguanto el despe-
gue y de momento las he superado.
-Tienen en común que ambos han sa-
lido de abajo.
-Él me contó que tenía una novia que
le dejó por un amigo suyo, y eso le mar-
có, y también me ha contado otras histo-
rias que no quiero revelar. Hemos hecho
buena amistad. Me dijo que me ve como
cuando él era joven.
“ Siempre me
pongo en el
lugar de los
que no pueden
defenderse”
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Entrevista diez