01 desde dos ríos

754 views 20 slides Nov 22, 2013
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Todo el mundo tiene en su vida alguna obra de ficción que le ha marcado por un motivo u
otro, de esas que te llegan muy hondo y que no paras de revisitar durante toda la vida,
volviendo a ellas cada cierto tiempo.

Y éste es el caso para mí de la Rueda del Tiempo, a la que considero sin lugar a dudas como la
mejor obra de ficción creada jamás (incluyendo todos los géneros).

Son veinte libros (más uno de prólogo) en su edición española la que componen ésta macro
novela. Una novela que ha tardado más de veinte años en verse completada y que ha
sobrevivido maravillosamente incluso a su creador.

Dicho lo cual, aprovecharé que la empiezo otra vez (tercera vez ya) para reseñarla de una
forma algo distinta a la habitual: capítulo a capítulo haré un brevísimo resumen y comentaré lo
que me ha parecido, pasando al final a dar mi opinión sobre el conjunto de la novela y
poniendo un link a la reseña (si la hubo en su momento) al uso.

Para los que no queráis leerla en el blog, os dejo un link al pdf de la misma, para que podáis
bajarlo y leerlo más cómodamente.

Y sin perderme más, porque el post será legendario (de largo) os dejo con Desde dos Ríos.

Historia capítulo a capítulo:

Preludio – Cuervos: El preludio del libro nos sitúa en el
lugar donde empezará el viaje para nuestros
protagonistas, pero unos cuantos años antes, cuando
cuentan con entre 9 y 11 añitos.

Se sigue la acción desde el punto de vista de Egwene,
una niña de nueve añitos que va dando tumbos
mientras a su alrededor se prepara la fiesta post
esquilada de ovejas.

Es muy interesante ver la cantidad de información o de
cosas que se dicen de pasada que guardan un
significado oculto que luego se conoce al haber leído los
libros siguientes (como por qué Nynaeve –la aprendiz
de Zahorí- sabe dónde está Ewgene siempre, los
cuervos que parecen observarlo todo o los padres de
Perrin hablando con el herrero que después será su
maestro en el oficio).

Un capítulo que parece una simple introducción a un mundo de fantasía medieval, pero que
nos cuenta una historia de hace 3.000 años y nos cita a algunos de los protagonistas de las
novelas posteriores (Mat, Perrin, Rand, Nynaeve y Egwene) así como a varios de los
secundarios de lujo (el padre de Rand o algún chico de Dos Ríos), la mayoría de ellos con
algunas pinceladas sobre su carácter (Mat gamberrete, Perrin meditabundo y fuerte, Rand algo
intermedio, Nynaeve ya con su tic de tirarse la trenza o Egwene con la intención de ser la
mejor en lo que se propone hacer, por pequeño que sea).

Un capítulo muy ameno y que admite varias lecturas (como toda la saga) por esos detalles que
pasan inadvertidos. Empieza muy bien, y empieza a dar pinceladas sobre algunos elementos

recurrentes del mundo (Aes Sedai, el Dragón, el Oscuro…) así como otros más pequeños, como
la organización del pueblo en el Círculo de Mujeres y el Consejo del Pueblo (asociaciones
femenina y masculina).

Un gustazo que se pasa volando.

Prólogo – El Monte del Dragón: Sorprende mucho para el
que no tiene ni idea de qué va todo el segundo capítulo
(bueno, prólogo) del libro. Nos pegan un salto temporal
del que no nos cuentan nada y vemos a un hombre
desquiciado entre un montón de cadáveres hablando con
el que parece haber sido un enemigo acérrimo. Ambos
personajes que tendrán peso en los libros subsiguientes
pese a que la escena tenga miles de años de antigüedad
(Lews Therin y Ishamael/Moridin).

Una antigüedad que podemos establecer al darnos
cuenta que es la historia que el padre de Rand contaba
en el preludio de la saga.

Y para el que sabe de qué va es uno de esos capítulos que
se lee ávidamente, con el final de una era vuelve a ser la
actual parece que el autor quería darnos pistas de cómo
podía acabar todo.

SPOILER DE LOS LIBROS SIGUIENTES Y genial la última cita antes del capítulo 1, casi igual que la
que cierra la saga FIN SPOILER.

Cómo me gustaría leer libros ambientados en esa era.

Capítulo 1 – Un Camino Solitario: Se me cae la lagrimilla al ver el típico inicio de un libro de la
Rueda del Tiempo, con un viento que empieza en un sitio, nos da una panorámica de una zona
y acaba por encontrar a algún personaje importante.

En ésta ocasión se trata de Rand, su padre y su caballo Bella (mítica). Dos campesinos de
camino a las fiestas del pueblo en plena nevada.

Y ya, sólo empezar un misterioso hombre a caballo en una capa negra al que sólo Rand (y más
adelante Mat en el mismo capítulo) puede ver. Es interesante la descripción que se nos hace
del mismo, que a los que ya sabemos lo que hay por el mundo de la Rueda nos viene a la
cabeza un ser sin ojos…

Se hace bastante hincapié en que el tiempo no es el habitual para la época del año, y que los
animales depredadores (lobos) están bastante violentos.

Luego toca llegar al pueblo y respirar cierta tensión también por culpa del tiempo y la futura
cosecha, además de ver muchos detalles de la vida de unos campesinos alejados de cualquier
ciudad que merezca su nombre: habladurías, familias con poco prestigio, fiestas para celebrar
el fin del invierno, una sola posada… y que la llegada de un juglar sea un auténtico
acontecimiento.

Destacar también cómo se nos presenta al padre de Egwene, a un miembro del consejo del
Pueblo (típico viejo gruñón) y la primera aparición del mítico Mat en todo su esplendor
(intentando hacer una trastada mientras se escaquea de trabajar).

Creando ambiente.

Capítulo 2 – Forasteros: Segundo
capítulo y ya entran en escena un
par de personajes que cambiarán
todo el pueblo para siempre:
Moraine y Lan aparecen como
forasteros sin un propósito evidente
(de la primera vemos su aparente
edad intemporal y del segundo su
capa cambiante y su postura de
guerrero), pero hacen preguntas a
los chicos de la edad de Rand y Mat.

Hay también el primer diálogo de
Moraine, que da unas monedas a
los dos chicos (monedas que
tendrán su utilidad más adelante).

Por lo demás, el capítulo sirve para
seguir ambientado Dos Ríos como
un lugar donde nunca pasa nada y
que está revolucionado con la
inminente celebración, el juglar, los
forasteros e incluso un buhonero!
Por lo demás, Mat sigue a los suyo,
siendo el personaje que más rápidamente se va definiendo en su personalidad.

Capítulo 3 – El Buhonero: Capítulo que empieza con la llegada de otro personaje
insospechadamente importante para la saga, el buhonero conocido como Padan Fain, un
hombre menudo que va cada año a Dos Ríos para comerciar y traer noticias de lo que sucede
por el mundo.

Y en dichas noticias les cuenta que parece que todo en el mundo vaya mal, hay guerra, un
nuevo Dragón ha reclamado el nombre y las Aes Sedai van a por él. Es interesante ver que ya
se nombra a los falsos Dragones, así como las dos ideas que hay sobre la futura aparición del
auténtico: o vendrá a destruir el mundo o a salvarlo; corren las dos versiones.

También es interesante que sigan hablando del poder único y que se diga que hay dos: el que
usan los hombres (volviéndose locos) y el que usan las mujeres (con seguridad y siendo Aes
Sedai).

Luego está la primera aparición de un Perrin (que ha visto también al jinete y ha recibido una
moneda de Moraine, como los otros dos) y un Egwene adultos, así como la reunión de los tres
chicos con las dos chicas de Dos Ríos que protagonizarán la saga (Rand, Mat, Perrin, Nynaeve y
Egwene). Una reunión donde los roles de los distintos sexos y personalidades quedan bien
definidos, dando una pincelada más al trato distinto entre hombres y mujeres en cuánto a
carácter que le ha dado Jordan (tan bien) a toda su saga.

Un capítulo que vuelve a introducir algunas novedades, sobretodo dando información de fuera
de Dos Ríos, resaltando aún más lo encerrados en su zona que están éstos campesinos y lo
poco que realmente saben de lo que ocurre fuera, así como el carácter supersticioso de ésta
gente.

Capítulo 4 – El Juglar: Como el
nombre del capítulo indica, gran
parte del protagonismo se lo lleva el
juglar que ha llegado al pueblo sin
que nadie le haya llamado. Su
nombre, Thom Merrilin, y se nos
describe como un hombre de
mediana edad con el pelo blanco
que derrocha carisma por los cuatro
costado. Es él el primero en hacer
notar el parecido de Rand con los
Aiel, además de ponerse algo
nervioso al ver a Moraine
(probablemente porque reconoce lo
que es al verla).

Por otro lado tenemos que el
Consejo del Pueblo y Nynaeve no
están de acuerdo en la decisión
tomada respecto a la guerra (de la
que Mat dice que quiere ver
batallas…), mostrando que no todo
el mundo está de acuerdo con tener
a una zahoría tan joven, además de
ver cómo ella intenta marcar territorio.

Y para acabar está el viaje de vuelta a casa de Rand y su padre, donde se habla de nuevo del
jinete de las ropas negras y se dice que lo han visto más personas aparte del trío de amigos.

Recordaba todo éste trozo mucho más lento e incluso algo pesado, pero debo decir que en
ésta tercera relectura me lo estoy pasando teta con cada capítulo que leo, incluso siendo los
que ocupan las primeras 200 páginas del libro, unos capítulos que han hecho que mucha gente
no siga adelante. Unos primeros capítulos que siguen mostrando cómo es la gente de Dos Ríos
(tozuda y tenaz) y el ambiente en el que se han criado los protagonistas.

Capítulo 5 – La Noche de Invierno: Y empieza la acción, de verdad que en mi memoria tardaba
bastante más en empezar a moverse la historia y había más secciones en el pueblo y la
preparación de fiestas. Pero a veces la memoria falla.

En La Noche de Invierno aparecen por primera vez los trollocs, unos seres enormes con rasgos
mitad humanos y mitad animal que sólo viven para matar. Son los soldados del Oscuro, y en la
zona de Dos Ríos se los tenía por un simple mito (cómo leches han llegado aquí?).

Es gracias a un ataque trolloc a casa de Rand y Tam que éstos se ven obligados a huir e intentar
ir hacia el pueblo para estar a salvo entre el resto de la gente; desgraciadamente, Tam es

herido y es su hijo el que debe hacerse cargo de coger al padre y llevárselo al pueblo (siguiente
capítulo).

El ataque sirve también para ver que Tam puede que escondiera algunas cosas de su pasado,
primero porque tiene una espada con la marca de la garza (que tener una espada ya es raro de
por sí) y luego porque sabe usarla (acaba con cuatro trollocs él sólo que sepamos).

La oscuridad empieza a filtrarse en la novela, el ataque trolloc y la mención de un Myddraal
hacen que la mano del Oscuro se note más en el mundo.

Buen capítulo, primero por la tranquilidad con que padre e hijo empiezan sus tareas en la
granja, y luego por el cambio de ritmo repentino con el ataque a su granja.

Capítulo 6 – El Bosque del Oeste: Éste es algo más corto, y se limita a mostrarnos a Rand
arrastrando a su padre enfebrecido por la herida en el costado hacia Campo de Emond.

Dos cosillas destacan en el capítulo, la primera la aparición de nuevo del Fado, que al más puro
estilo Nazgul del señor de los anillos se marca una escena con Rand escondido en el bosque y
el buscándole en el camino.

Y la segunda son delirios que va soltando Tam por el camino, que nos cuentan porqué estuvo
fuera de Dos Ríos, dónde estuvo y dónde luchó, además de lo más importante: encontró a
Rand en el campo de batalla nacido de una Aiel moribunda y decidió llevárselo y criarlo como
propio.

Lo mejor del capítulos son los delirios de Tam, que dan pinceladas de acontecimientos que
tendrán su relevancia más adelante (la guerra de Aiel y su origen), además de hacer pensar a
Rand en seres de leyenda (como los Ogier, el Hombre Verde o los mismos Aiel) que no tardará

en encontrarse. Me encanta el modo que tiene Jordan de ir introduciendo información que le
da vida a su mundo.

Capítulo 7 – A la Salida del Bosque: Tras un viaje agotador por el bosque, al fin llega Rand a
Campo de Emond, donde ante su sorpresa los trollocs también han atacado dejando tras de sí
casas quemadas, heridos, y algún muerto.

Por suerte para el pueblo, Moraine y Lan se han rebelado como una Aes Sedai y su Guardián,
luchando contra los trollocs y encabezando la defensa del pueblo. Así vemos que las Aes Sedai
tienen algún tipo de “magia” y se dan dos nombres que no sabremos que son hasta dentro de
mucho tiempo (Tar Valon y angreal).

Cuando Rand encuentra a Nynaeve, ésta le dice que no puede curar a su padre, así que el
chico, siguiendo las historias y pese a que las pintan como a brujas que te quitarán el alma
decide pedir ayuda a Moraine para que cure a su padre.

Se dice por encima, pero vale la pena destacar que el buhonero (Fain) ha desaparecido y que la
yegua de Rand ha conseguido llegar al pueblo sola, Bella sobrevive! Ah, y que Thom Merrilin
parece tener algo contra las Aes Sedai, algo personal.

Por primera vez se menciona la posibilidad de que Rand pueda tener pesadillas (ya vendrán
XD), así como la protección que puede brindarle Moraine.

Un capítulo de transición y que sigue mostrando a la gente de Dos Ríos como alguien que en
medio de la desgracia ya se pone a reconstruir, temerosa de las historias (nadie aparte de
Rand ha pedido ayuda a la Aes Sedai). Un capítulo más oscuro, pero que sabe mantener el
tono de los demás sin problemas.

Capítulo 8 – Un Cobijo Acogedor: Lo
primero que llama la atención del capítulo
es que se desarrolla íntegramente en una
sola habitación, con Rand, Lan Moraine
alrededor de la cama de un Tam
moribundo.

Curación aparte (usando el angreal, del
que dicen que es un objeto de poder de la
era de Leyenda) se habla sobre el origen
de los trolloc y los Myddraal, así como de
la espada que ha causado la infección de
Tam (forjada en Thakan’dar, al lado de
Shayol Ghul).

Tras la curación, Moraine revela a Rand
que el Myddraal buscaba a tres chicos de
la misma edad de Rand (incluyéndole a él)
para llevárselos al Oscuro, y diciéndole
también que no sabe por qué, pero que
(Ran, Mat y Perrin) deben marcharse de
Campo de Emond para mantener la población a salvo, preferiblemente con destino a Tar
Valon, la sede del poder Aes Sedai.

Un capítulo donde se hace la primera referencia al interés que puede tener el Oscuro (como
ser tangible y no como leyenda) en los tres chicos de Dos Ríos, aunque no se dice porque
Moraine está en el pueblo ni porqué los estaba buscando ella también.

Interesante también el primer indicio del poder Aes Sedai, diciendo que podría acabar con un
Myddraal en un uno contra uno cualquiera de ellas.

Buen capítulo, con tres de mis personajes favoritos en el mismo sitio, qué podía salir mal?

Capítulo 9 – Revelaciones de la Rueda: Éste empieza descolocándonos ligeramente, con un
sueño evidente que no sabemos de quién es ni entendemos lo que pasa (bueno, si es la
primera vez que se lee la saga). Simplemente vemos como el soñador se desplaza entre Shayol
Ghul y Tar Valon perseguido por lo que parece ser el Oscuro en persona.

Y luego viene el despertar, con Rand despidiéndose de un Tam ya consciente y que promete
seguirle en cuanto pueda. Es curioso porque siendo la conversación tan corta, se mencionan
varios de los poderes de los Guardianes, Rand recibe la espada de su padre y se hace mención
a que las Aes Sedai no pueden mentir, pero que usan las palabras justas para llevar a engaño
sin decir mentiras.

Una vez fuera se encuentran con una multitud cual historia de brujas que quiere quemar a
Moraine o echarla de su pueblo, diciendo que ella ha sido la que atrae a los engendros del
Oscuro. Escena tensa en la que la gente de Campo de Emond se comporta como unos
campesinos supersticiosos sin apenas cerebro.

Lo chulo es lo que hace Moraine para aplacarlos, contando la historia de un país llamado
Manetheren que se alzaba dónde está ahora Dos Ríos. Una historia triste que te mantiene
pegado al libro hasta que concluye. Qué bueno era Jordan creando trasfondo y haciendo un
mundo rico y creíble.

Un capítulo muy bueno que toca varios palos y que muestra que la Rueda del Tiempo puede
tener elementos originales ya desde el principio.

Capítulo 10 – La Partida: Y llegó el momento de irse del pueblo, con Rand, Mat y Perrin listos y
armados (con espada, arco y hacha, respectivamente) empiezan a llegar un par de personas
más para el grupo que huirá de Campo de Emond: Egwene, que no quiere desaprovechar la
oportunidad de ver mundo y Thom Merrilin, que sigue pareciendo un personaje misterioso
que sabe un ontón de cosas.

Es curioso que Moraine deje apuntarse a Egwene cuando no tiene ningún motivo aparente.
Lógicamente los que ya sabemos algo más sabemos cuál es ese motivo.

Mola ver además que los vecinos de Dos Ríos han cogido armas y armaduras de generaciones
pasadas que tenían guardadas y empiezan a patrullar las cercanías de su pueblo. La sangre de
Manetheren empieza a manifestarse.

Por último la visión de una nueva criatura del oscuro, aunque sea de refilón bien vale una
mención. Se trata de un Draghkar, un ser alado que parece estar a las órdenes del Myddraal.
Ah, y que no se me olvide que vuelven a mencionar a los lobos, diciendo que odian a los
trollocs (puede parecer una tontería, pero tiene su aquel, como casi todo lo que va saliendo en
el libro).

El capítulo es ameno y pasa rápido, pero peca de ser algo ya visto en incontables ocasiones,
con el grupo de personajes sin experiencia partiendo al amparo de la noche y dirigidos por una
misteriosa mujer con algún tipo de poder… Aunque de alguna forma había que empezar.

Capítulo 11 – La Ruta Hacia el
Embarcadero de Taren: Otra escena
que recuerda al Señor de los Anillos,
con el grupo de personajes huyendo
en la noche a galope tendido de un
enemigo que no ve pero al que teme.

Un grupo variopinto de amigos que ya
está asustado por salir de su pueblo,
así que la cabalgata nocturna les deja
los nervios a flor de piel.

Destaca en el capítulo un detalle
minúsculo que pasa inadvertido en la
primera lectura: el que Bella no esté
cansada como los demás caballos. Ha
sido Rand o Egwene? Apuesto por el
primero.

Llama la atención también lo poco que
han viajado los chicos, ya que con una
sola noche de cabalgar han ido más
lejos que nunca en sus vidas.

Capítulo típico, aunque no por ello deja de ser emocionante.

Capítulo 12 – La Travesía del Taren: La huida sigue, en ésta ocasión mediante un transbordador
para cruzar el río Taren. Nervios, oscuridad y niebla, al menos hasta que cruzan.

Una vez al otro lado Moraine dice que la niebla es cosa suya, rebelando como de pasada que
es una de las diez Aes Sedai más poderosas.

Y luego lo mejor. Se desvela el motivo por el que han permitido ir a Egwene: es capaz de usar
la Fuente Verdadera, y es por ello que Moraine empieza su instrucción.

Durante la instrucción (breve) se explica la división del poder en sus mitades masculina y
femenina, la primera manchada por el Oscuro. Se comenta también la existencia de los Ajahs
(facciones dentro de las Aes Sedai) y la función del Rojo (cazar hombres capaces de usar el
Poder Único). Es una charla muy interesante, que sigue dando a cuentagotas información
sobre el mundo más allá de Dos Ríos y sobre el funcionamiento del Poder.

Y mola cuando Moraine dice que Egwene es talentosa, diciéndole que podría llegar a ser
Amirlyn.

La verdad es que viendo el libro hasta aquí con perspectiva entiendo que a los novatos les
cueste un poco meterse en él, tanto por la velocidad de la acción como, sobre todo, por la
cantidad de nombres y palabras propias que tiene la novela (y la saga). Son elementos que

enriquecen mucho el mundo, pero que lo hacen más áspero a los que quieren entrar en él por
primera vez.

Capítulo 13 – Elecciones: De entrada
destacar que estamos ante un
capítulo algo más largo que los
anteriores, que empieza con el viaje
a hacia Baerlon una vez cruzado el
Taren (que lleva más de una
semana) y en el que aprovechan
para empezar a entrenar a los
chicos en el uso de las armas que
llevan (por Lan, cuyo caballo ya
nombran –Mandarb-) y en las
habilidades del juglar.

Mientras ellos entrenan, a Egwene
van aleccionándola para cuando
llegue a Tar Valon, y gracias a ellos
conoceremos nosotros también que
el Poder Único se compone de cinco
poderes elementales (tierra, fuego,
airte, agua y energía) que se tejen
entre ellos para encauzar. En dicho
entrenamiento también se dice que
hay otra chica con capacidad de
encauzar en Campo de Emond
(Nynaeve, evidentemente). El detalle de Egwene destrenzándose el pelo está muy conseguido,
así vemos cómo va dejando las costumbres del pueblo atrás-

Luego ya se llega a Baerlon, momento en que se ve lo paletos de pueblo que son realmente los
chicos, que alucinan al ver una “ciudad” con muralla y torres, además de casas sin techos de
paja (pizarra) y varios pisos en alzada. Moraine y Lan se hacen pasar por otras personas, ya que
las Aes Sedai no son bien recibidas en muchas partes del mundo.

La llegada sirve para conocer algunas cosas que pasan en el mundo, como la batalla entre el
“falso” Dragón y algunas Aes Sedai de la que parece haber salido victorioso el hombre. Un
hombre que va hacia Tear para cumplir las profecías del Dragón, que dicen que el auténtico
Dragón se hará con la Espada Invencible del interior de la fortaleza de Tear (una fortaleza
inexpugnable con miles de años de antigüedad). Está muy bien que nosotros conozcamos lo
que pasa en el mundo a la vez que los personajes, y es uno de los grandes aciertos de la saga,
hacernos sentir como un miembro más del grupo, que va conociendo cosas de su mundo
según se aproxima a ellas.

Otro tema que vale la pena destacar es la mención de los Capas Blancas (o Hijos de la Luz) una
organización que está en contra de las Aes Sedai y que parece rondar Baerlon.

Buen capítulo, de esos que mezclan cosas intrascendentes con perlitas de información y siguen
metiéndonos poco a poco en el mundo de la Rueda. Además, la tensión que venía arrastrando
por la persecución del Myddraal empieza a desaparecer.

Capítulo 14 – El Ciervo y el León: El capítulo tiene el título de la posada donde sucede
absolutamente todo. De entrada les toca descansar un poquito (baño incluido), relajarse,
comer… y demostrar que Mat es un bocazas inconsciente XD.

Acto seguido se ve de refilón por primera vez a Min (a la que nombran) hablando con Moraine,
lo que sumado a la revelación del nombre del “falso” Dragón de Ghealdan (Logain) acaban con
la vigilia del capítulo. Un capítulo donde se agradece ver a los personajes algo más sueltos,
aunque siempre pendientes de qué dicen o a quién, no vaya a haber Amigos Sinistros (agentes
del Oscuro) por las cercanías.

Y para acabar pasamos al sueño, donde Rand vuelve a soñar con Ba’alzemon, un hombre
enmascarado que dice ser el Oscuro y que le habla de lo que vimos en el prólogo del libro,
atribuyéndose algunas de las grandes guerras la humanidad y previniendo a Rand sobre las Aes
Sedai, de las que dice que han manipulado a todos los falsos Dragones desde que se crearon
como institución.

También le suelta varios nombres más como al tuntún, pero que tienen cierta importancia
(como Artur Hawkwing, del que dice un par de cosas interesantes o el Ojo del Mundo, cuyo
nombre llevaba el libro en inglés).

Vamos, que es un sueño pesadillesco en el que Ba’alzemon parece querer algo de Rand, pero
duda si se trata de él a quién busca o es otra persona (se supone que sus dos amigos).

Un nuevo capítulo dividido en dos partes, con una primera más relajada que nos da
información de lo que está sucediendo y de cómo son los protagonistas (siempre mediante sus
actos), mientras que la otra es más onírica y más difícil de entender si no te has leído ya
algunos libros de la saga (en cuyo caso se disfruta más que la parte en que está despierto).

Me gusta mucho la personalidad de Ba’alzemon, a Thom más a sus anchas o a Lan ceñudo y
vigilante, sin fiarse de los tres chavales ni de nadie a su alrededor, sólo preocupado por la
seguridad de Moraine.

Capítulo 15 – Extraños y Amigos: Puff, el capítulo quince es un capítulo algo más largo que los
anteriores y plagado de información y escenas distintas.

Lo primero es descubrir que los tres chicos han tenido el mismo sueño y que la escena final del
mismo ha pasado en el mundo real.

Luego el primer encuentro entre Rand y Min. Ella con un cierto tono vacilón le cuenta que ve
imágenes alrededor de algunas personas, imágenes que a veces le dicen lo que pasará. Luego
viene lo bueno, y no es otra cosa que el saber qué ha visto (profecías que se cumplirán seguro
y hacen referencia a sucesos del futuro de la saga, tanto inmediato como muy avanzado).

Respecto al grupo dice que están todos juntos en algo.
Respecto a Rand y Egwene, que pese a estar enamorados, cada cual seguirá su camino y no
acabarán juntos.

Y ahora las imágenes:

Lan -> “Siete torres en ruines en torno a su cabeza y un recién nacido en una cuna con una
espada en la mano.”
Thom -> “Un hombre que no es él, que escupe fuego y la Torre Blanca.”
Perrin -> “Un lobo, una corona rota y árboles que florecen a su alrededor.”
Mat -> “Un águila roja, un ojo en una balanza, una daga con un rubí, un cuerno y un rostro
sonriente.”
Rand -> “Una espada que no es una espada, una corona dorada de hojas de laurel, un bastón
de mendigo, él derramando agua
en la arena, una mano sangrienta y
un hierro candente, tres mujeres
ante un ataúd que contiene su
cuerpo, una roca negra mojada de
sangre. Relámpagos en torno a él.
Él y Min volverán a encontrarse.”

Tras el turbador encuentro, a Rand
le da por salir a ver la ciudad (cosa
que Mat ya ha hecho) dejando a
Perrin en cama. Mola ver cómo
sigue siendo un paleto de pueblo,
agobiado por la cantidad de
personas que hay por la calle y
encantado con la cantidad y
tamaño de las posadas y los
edificios.

Luego toca tener un par de
encontronazos curiosos. Primero
con Padan Fain, que ha sobrevivido
y está como un mendigo por la
ciudad, parece acosado y sale
corriendo tras advertir a Rand sobre
Moraine. Y segundo con tres Hijos de la Luz, a los que Mat hace una trastada (cómo no) y con
los que Rand se pone chulo (debido a un dolor de cabeza, SPOILER DE LIBROS FUTUROS
producido sin duda por su primer encauzamiento al darle energías a Bella FIN SPOILER); una
escena tensa en la que hace su primera aparición un joven hijo Bornhald.

Más adelante, ya con Mat se encuentran con Thom y le cuentan el sueño que parecen haber
compartido. El juglar, nervioso, les advierte también de decírselo a Moraine, por miedo a lo
que la mujer pudiera hacerles en caso de saberlo.

Y para acabar, otra aparición inesperada. Al llegar a la posada se encuentran con Nynaeve
discutiendo con Moraine, parece que les ha seguido desde el pueblo para traerles de vuelta.

Un capítulo que como ya he dicho es largo, pero pasan bastante cosas, desde elementos
sutiles (el dolor de cabeza de Rand) hasta más importantes (Min, Padain Fain, Nynaeve…).
Todos ellos juntados y explicados con la misma relevancia en apenas una mañana del
protagonista. Y después dicen que en la Rueda del Tiempo no pasa nunca nada!

Capítulo 16 – La Zahorí: Si el anterior fue un capítulo largo, éste es más bien cortito, con
Nynaeve en el ojo del huracán, ya que les ha seguido hasta Baerlon para hacerles volver al
pueblo.

Lo bueno del capítulo viene en la
discusión con Moraine (corta), el
piropo involuntario que le dice Lan,
que Min asegura que está
involucrada (Nynaeve) en lo mismo
que los demás y en la confirmación
por parte de la Zahorí sobre el
paradero del nacimiento de Rand.
Ah, y la confirmación también de la
capacidad de Lan de notar a los
trollocs y de Moraine de protegerles
de los Myddraal.

Capítulo chulo, conciso y en el que
veremos también las reacciones de
los chicos al ver una figura
autoritaria proveniente de su
pueblo (donde la gente sigue
discutiendo si ir a buscarlos o no
XD), además de cómo han crecido
en cuanto a temperamento gracias
al viaje.

Capítulo 17 – Vigilantes y
Perseguidores: Cómo le gustaba a Robert Jordan jugar contrastes en los capítulos, y para
ejemplo un botón.

Pasamos de una agradable velada en la posada, con todos bailando (menos Lan) y escuchando
historias sobre el Cuerno de Valere y los Pilares del Cielo (me gustaría saber qué son, porque
no me acuerdo y los han nombrado un par de veces ya) entre las que destaca una que menta a
una encarnación de un personaje muy querido: Blaes de Matuchin (Birgitte).

Y de eso pasamos a la tensión, aparición de un Fado en plena posada y a correr todos (sí,
Nynaeve también sale por patas de la posada con la gente de su pueblo). La aparición del
Myddraal deja con el culo prieto a todo el mundo.

Por si fuera poco, cuando parece que conseguirán escapar sin que les vean de Baerlon se
encuentran en la puerta con un Bornhald, el Hijo de la Luz con el que se cruza Rand ese mismo
día más temprano. Por suerte (y Moraine) consiguen salir de la ciudad sin percances, pese a
que desde fuera vean arder la posada de la que han huido.

Un capítulo que ha estado bien sobre todo por esos momentos de relax, con Moraine o
Nynaeve bailando, sorprendiendo a los hombres del grupo. Y luego el cambio rápido y vuelve a
perseguirles al oscuridad.

Lo malo es que la escena de la huida me ha recordado mucho a la huida del Poni Pisador por
parte de los hobbits en el Señor de los Anillos, por lo demás, estupenda.

Capítulo 18 – El Camino de Caemlyn: Tras un tiempo de camino y en plena zona deshabitada, el
grupo se da cuenta de que es perseguido por cientos de trollocs dirigidos por varios Myddraal.
A correr se ha dicho.

Los Myddraal han estrechado el cerco en torno a ellos, un batallón contra el que luchar y al
que dejan atrás en cuando Lan decapita al Fado (que no muere, lo hará al caer la noche), ya
que al caer él, los trollocs que le acompañaban caen también.

Desgraciadamente no han conseguido huir, ya que otros quinientos trollocs y cinco fados se
interponen en su camino. Por suerte, Moraine es Aes Sedai, y usando su poder le da al grupo la
posibilidad de escapar hacia un lugar propuesto por Lan y al que ella no quería ir: la ciudad
abandonada conocida como Shadar Logoth, antaño conocida como Aridhol y aliada de
Manethern.

Lo más interesante del capítulo viene de los gritos de guerra del grupo, Lan gritando por las
Siete Torres; y los chicos por Manethern, bueno, todos menos Mat que grita en lo que luego se
verá que es la Antigua Lengua (“Carai an Caldazar! Carai an Ellisande! Al Ellisande”). Lo curioso
es que es un idioma que el chico no conoce.

Luego tenemos a Moraine encauzando a lo bestia, con fuego, movimientos de tierra… vamos,
lo que está en el imaginario colectivo sobre lo que de verdad es la magia. Nada de sutilezas.

Y para acabar la relación entre Nynaeve y Moraine, tirante cuanto menos, con la primera
intentando demostrarse a sí misma que no tiene que envidiarle a la segunda.

Capítulo 19 – Sombras en Ciernes: El grupo encuentra un sitio para descansar en la inmensa
Shadar Logoth. A la que están instalados, los chicos salen a explorar la ciudad en la creencia
que se trata de un lugar seguro.

En sus vagabundeos se encuentran con un hombre que dice llamarse Mordeth, y que les
promete tesoros si le ayudan a sacarlos de la ciudad. Cuando están frente al tesoro (de valor
incalculable) Rand se da cuenta de que el hombre no proyecta sombra, momento en el que
éste se hincha y desaparece diciéndoles que morirán todos. Lógicamente, la experiencia les
hace salir por patas y llegar a donde está Moraine.

Ésta les cuenta que en la ciudad hay algo maligno contra lo que ella puede poner salvaguardas,
un tal Mordeth, único superviviente de la antigua Aridhol que emponzoñó los oídos de su rey
provocando lo que al final fue la muerte de todos los habitantes de la ciudad (matándose entre
ellos). Ese acto atrajo algo conocido como Mashadar, que caza durante la noche a cualquier
cosa que entre en la ciudad. Además, poseerá a cualquiera que saque algo de la urbe,
penetrando en su alma y corrompiéndola como pasó antaño en Aridhol.

Una vez contada la historia, Lan aparece con la noticia de que hay trollocs buscando por la
ciudad (obligados a entrar en ella por los Myddraal).

Unas cosillas llaman la atención en éste capítulo. Lo primero la oscuridad que envuelve a toda
la historia de la ciudad, rota desde hace cientos de años y todavía envenenada y peligrosa.
Segundo a los chicos siendo ellos mismos al estar solos (con Mat irreflexivo y Perrin más
contenido). Tercero la insistencia de Rand y Perrin al estar solos frente al tesoro de no llevarse
nada (y a Mat callado como un puta). Y luego la sobreprotección de Lan para con Moraine, el
hecho de que se comprometiera (él) a luchar contra el Oscuro desde la cuna y la información
sobre los seres del Oscuro, que odian tener que cruzar grandes extensiones de agua.

Como he dicho ya, es de esos capítulos oscuros a más no poder, incluso con cierta sensación
de agobio transmitida por tres muchachos que se sienten observados. Y la historia de Mordeth
y la caída de la ciudad tampoco ayudan a quitar tensión, por no hablar de la aparición de
nuevo de los perseguidores.

Eso sí, la persecución de los trolloc y Myddraal empieza a hacerse un poco larga, con lo que la
nueva amenaza (Mordeth y la ciudad) es un soplo de aire fresco muy bienvenido.

Capítulo 20 – Diseminados por el
Viento: En la ciudad maldita y con
engendros del Oscuro pisándoles los
talones, el grupo emprende la huida a
través de Shadar Logoth, hasta que una
niebla plateda que resulta ser el
Mashadar les separa de Moraine y Lan.

El grupo de chicos y Thom siguen
camino juntos hasta que les asalta un
grupo de trollocs, momento en que se
dispersan cada uno en una dirección.

La suerte decide que fuera de la ciudad se formen dos grupos, Mat, Rand y Thom por un lado,
mientras Perrin y Egwene van por otro, de Nynaeve no se sabe nada. Lástima que el separarse
no haya ahuyentado a los trollocs, que les vuelven a perseguir una vez fuera de la ciudad.

Perrin y Egwene caen al río en su huida, momento en que dejamos de saber de ellos, excepto
por la información de que Perrin consigue nadar hasta el otro lado.

El grupo de Rand se encuentra por suerte (Ta’veren?) con un barco, en el que suben
perseguidos por los trollocs. Es curioso que en el momento en que parece que Rand va a morir
a manos de un trolloc, el barco da un bandazo y él queda libre (SPOILER segundo
encauzamiento o ta’veren?FIN SPOILER).

Una vez a salvo en el barco, negocian con el capitán (Bayle Domon, un marino que será
recurrente en la saga) pasaje hasta Puente Blanco. Para pagar usan las monedas que les dio
Moraine.

Lo mejor del capítulo es que los personajes se separen (al fin) y empiecen a vivir sus propias
aventuras y a crecer como personajes individuales. De hecho, en cuanto a crecer como
personaje individual destaca Perrin, cuyo punto de vista vemos por primera vez, siendo el
tercero en la novela tras Rand y Egwene (en el preludio) cuyo punto de vista seguiremos.

Es importante lo del punto de vista, porque es una de las marcas de la casa de la Rueda del
Tiempo, y ha tardado 20 capítulos en empezar a suceder. Además, la separación es un punto
de inflexión en la novela muy bienvenido.

Capítulo 21 – La Voz del Viento: Desde el punto de vista de Nynaeve veremos cómo se
despierta sola, asustada y sin saber muy bien hacia dónde ir. Por suerte enseguida se
encuentra Lan y Moraine, que están discutiendo qué hacer a continuación y cómo puede ser
que tantos trollocs (más de 1.000 ya) hayan llegado tan al sur.

Luego viene la tensión entre las dos mujeres, más percibida y creada por la Zahorí que por la
Aes Sedai. Por si hubiera poco resquemor entre ellas, Moraine le dice a Nynaeve que puede
encauzar, siendo una Espontánea como Egwene. Acto seguido le cuenta cómo lo hacen
aquellas que nacen con el don innato: en un momento de necesidad usan el Poder Único, y
una semana más tarde tienen unas fiebres muy fuertes. Desgraciadamente, las mujeres
capaces de encauzar sin que les enseñen mueren al hacerlo en tres de cada cuatro ocasiones.

Moraine dice que ha perdido la pista de las monedas de dos de los chicos y se dispone a
seguirles, dejando a Perrin y Egwene para que encuentren solos el camino.

Como curiosidades que tendrán algo de importancia, se nombran los Atajos, los Renegados y
se dice que las Aes Sedai tienen distinta fuerza con el Poder, siendo Egwene una de las más
poderosas que se han encontrado en siglos, y Nynaeve incluso más fuerte.

Es un gustazo ver la testarudez de Nynaeve en todo su esplendor, irritada con todo y todos, sin
creerse las evidencias que ponen delante de ella por el simple hecho que no quiere hacerlo y
acabando por sucumbir a la verdad. Y más a Moraine jugando con psicología inversa para
hacer que Nynaeve les acompañe en la búsqueda de Rand y Mat. Primer capítulo en el que van
cuadrando algunas cosas, además de SPOILER relatar los síntomas que tendrá Rand en breve
FIN SPOILER

Capítulo 22 – La Senda Elegida: Ahora saltamos al punto de vista de Perrin, que despierta en la
otra orilla del río mojado y perdido. Por suerte, enseguida hace inventario de los recursos de
que dispone y las posibilidades que tiene, ordenando sus prioridades y teniendo claro que
puede sobrevivir sólo.

Así, lo primero es encontrar a Egwene, para lo que sigue el curso del río pensando que habrá
cruzado más abajo debido a la corriente. Y efectivamente, la encuentra con Bella, la fiel yegua
que la alejó de los trollocs le hizo cruzar también el río y le salvó la vida.

Tras exponer las opciones, Perrin propone ir dirección a Caemlyn, con tal de evitar el río y el
rastro que puedan seguir los trollocs. Egwene asiente y los dos juntos emprenden camino.

Buen capítulo, cortito pero conciso que nos pone a Perrin en primer plano de nuevo, como el
hombre reflexivo que es, antes de tomar ninguna decisión se piensa mucho las opciones. Es
curiosa la facilidad con que convence a Egwene, con lo cabezota que se muestra siempre, pero
parece que una noche sola y una buena idea pueden penetrar un carácter que raramente
admite consejos o ceder la iniciativa.

Capítulo 23 – Hermano Lobo: Gran título para el último capítulo del libro, un capítulo donde se
descubre el poder de uno de los chicos de Dos Ríos, y ese no es otro que Perrin.

Perrin y Egwene van camino a Caemlyn, con el chico de líder para las decisiones importantes y
Egwene discutiendo cualquier nimiedad, por pequeña que sea. En pleno viaje y tras pasar
bastante hambre, se encuentran con un hombre sólo asando unos conejos.

El hombre dice llamarse Elyas Machera, les ofrece comida y les dice que les ha seguido los
últimos dos días. Es un hombre de aspecto salvaje, con unos ojos dorados muy extraños.

En plena cena aparecen cuatro lobos (Moteado, Quemado, Saltador y Viento) que parecen
amigos del hombre. De hecho, éste les dice que es capaz de comunicarse con ellos, una
habilidad perdida desde tiempos ancestrales que parece estar volviendo y que Perrin puede
aprender.

Durante la conversación los chicos le cuentan una historia falsa, momento en que Elyas dice
que los lobos creen que mienten y que quiere la verdad. Perrin se la da. Ante las noticias
Quemado (el líder de la manada) decide que acompañarán a los chicos hacia el sur (no hacia
Caemlyn) e irán a matar a los trolloc y Fados que pueda haber por los alrededores. Los trollocs
odian a los Myddraal y las otras criaturas del Oscuro.

Como curiosidad adicional tenemos que Elyas huyó del Ajah Rojo matando a dos de sus
Guardianes, además de oír nombrar al Ajah Negro por primera vez.

Es un capítulo de revelaciones, sobretodo en cuanto al personaje de Perrin y lo que parece que
será capaz de hacer, además, integra a los lobos en el relato (los habíamos oído y referenciado

bastante) con una especie de poder o de comunicación que se hace evidente que Perrin posee,
ya que al final del capítulo siente los pensamientos de los lobos.

Desde éste capítulo Perrin empezará su lucha interna por aceptar (o no) su parte de lobo y lo
que ello implica para su humanidad.

Un buen punto de corte en el relato que es la Rueda del Tiempo, y más teniendo en cuenta
que el libro original inglés contenía tanto ésta novela como la siguiente de la edición en
castellano, lo que nos deja a medias. Pero bueno, teniendo en cuenta que la Rueda del Tiempo
es un relato enorme, apenas estamos empezando a rascar la superficie. Hasta el momento ha
sido una novela con un ritmo algo lento para los que se acercan a ella por primera vez, con una
trama que peca de ser demasiado parecido al inicio del Señor de los Anillos (supongo que para
dar al lector un marco conocido por el que entrar), pero con multitud de detalles y pistas para
lo que está por venir y que los que estén más atentos disfrutarán como enanos.

Simple, directa pero con leves trazas de lo que está por venir.

Una vez acabada la parrafada sobre de qué van y qué me parece cada uno de los capítulos del
libro, os comento un poco por encima qué me han parecido los personajes y una opinión
personal global de la novela.

Personajes: Uno de los elementos más
importantes de la Rueda del Tiempo,
más allá de su rico mundo o la cantidad
y calidad de sus tramas son sus
personajes. Son muchísimos los
personajes que irán apareciendo en
éstas páginas, desde secundarios que
no volverán a seguir o hombre que han
aparecido apenas una vez y seguirán
saliendo con mayor o menor fortuna.

Además, en el futuro las novelas de la
saga tendrán capítulos con el punto de
vista de varios personajes distintos
(incluso dentro del mismo capítulo),
momentos más complejos para libros más avanzados.

El caso es que ésta primera novela empieza a mostrarnos un poquito del volumen de gente
con la que vamos a encariñarnos, y lo hace primero con toda la zona de Dos Ríos y sus gentes
(enumerando familias, rencillas o quién hace los mejores pasteles) y pasando a centrarse poco
a poco en los protagonistas de la saga, que no son otros que los chicos y chicas que huyen de
Dos Ríos en mitad de la noche.

En éste libro les veremos abrirse poco a poco al mundo, siguiendo las órdenes de una Aes
Sedai que para ellos es poco mejor que los trollocs que les persiguen, aprendiendo en la
adversidad cómo son realmente y uniéndose más como amigos según avanza la historia.

Casi todo el libro se centra en la figura de Rand, al menos en lo que él ve y cómo percibe a los
demás personajes. Esto es así durante veinte de los veintitrés capítulos que componen el libro,
por lo que es el personaje al que conocemos mejor de todos, y con diferencia.

Los demás van destapando parte de su esencia, pero es desde el momento en que el grupo se
separa cuándo podremos empezar a ver a cada personaje en su salsa, sin la red de protección
que supone tener a los amigos de la infancia alrededor. En éste sentido son Perrin y Egwene
los que, al final de la novela, dan un paso al frente.

Durante todas las páginas de la novela empezaremos a encariñarnos con la picardía de Mat, lo
reflexivo de Perrin, lo adusto de Lan, la frialdad de Moraine, la terquedad de Nynaeve, el
querer ver mundo de Egwene, las acciones del enigmático Thom y cómo no, con todo lo que se
le va viniendo encima a Rand. Son personajes que quedarán a fuego en la historia de la
literatura fantástica y cuyas primera capas de profundidad han empezado a caer.

De momento siguen con cierta mentalidad pueblerina, como si la aventura que están viviendo
fuera una equivocación y en cualquier momento pudieran darse la vuelta y volver a casa. Pero
la venda que tenían en los ojos empieza a caer hacia el final del libro, y las experiencias que
van a vivir les van a cambiar mucho, eso sí, su esencia ya ha sido definida.

Opinión Personal: Vamos a ver, está claro que el libro me encanta o ni le pondría un diez, ni
haría ésta reseña ni lo hubiera leído ya por tercera vez. Teniendo eso en cuenta, pasemos a lo
que opino de Desde Dos Ríos.

Con éste primer libro Robert Jordan lo que intentaba era introducirnos en un mundo complejo,
con unas cuantas normas, poderes en la sombra, enemigos, criaturas, personajes… pero
hacerlo de forma gradual, de forma que los datos y los nombres no nos sobrepasaran desde el
primer momento.

Y como hacer eso? Empezando con una estructura típica de los libros del género, con el grupo
de protagonistas perseguido por un motivo que desconocen, partiendo desde un sitio muy
cerrado en el que la gente apenas conoce nada del mundo y dirigidos por un misterioso
personaje con un poder “mágico”.

Con esto tenemos huidas de noche, momentos de tensión, tiempo para conocer a los
personajes, tiempo para contar historias y dar algo de background al mundo y, sobretodo, la

excusa perfecta para ir aprendiendo el funcionamiento del mundo de la Rueda al mismo
tiempo que los protagonistas del libro.

Es una forma ideal de introducir a alguien en un mundo que será complejo a más no poder y
que tendrá tramas para hacer un tapiz. Lo malo es que pierde parte del encanto que puede
tener para los que han leído ya bastante del género.

Por si fuera poco, Robert Jordan no era un escritor fácil, era alguien capaz de entretenerse en
un detalle nimio (como las puntillas de una camisa o el azúcar en un te) para luego darte
información importantísima de pasada y como quien no quiere la cosa.

Era un maestro de las palabras, alguien capaz de hacerte entretenido un relato sobre dos
personas tomando café y mirando por una ventana. La lástima es que no todo el mundo
disfruta de un relato en el que el autor se toma su tiempo para desarrollarlo.

Desde dos Ríos puede hacerse una novela lenta al inicio, con algunos elementos que
descolocan al lector y con el peligro de que se desconecte del relato sobre la página 200
(punto de no retorno para mucha gente). La lástima es que hay que tener en cuenta que lo que
uno tiene entre manos no es sino la sombra de lo que acabará siendo la saga, y leer la novela
con eso en mente.

Por otro lado están los que ya han leído más libros de la Rueda, a esos el primer libro seguro
que les encanta, ya que cuenta con elementos y pistas suficientes para ver cosas que en una
primera lectura se pasaron por alto; ya sean matices de personajes o incluso tramas que no
acabarán hasta las últimas páginas de la última novela.

Si el primer libro os ha gustado, tranquilos porque esto no hace más que mejorar. Los demás,
tened en cuenta que ésta novela no es sino la primera mitad de la novela original (manías de
los españoles de cortar los libro y venderlos en dos partes), y que si le dais tiempo y confianza
os encontraréis con el mejor producto de ficción jamás creado.

Espero que el post haya servido para que algún indeciso se decida, o simplemente de guía
capítulo a capítulo para los que están algo más avanzados y no recuerdan exactamente qué
pasó al principio. Mi intención es hacer post sigua de largos (más o menos) de todos y cada
uno de los libros de la saga, convertirlos en un punto de reunión para que los que estéis
leyendo los libros o lo hayáis hecho ya comentéis que os ha parecido tal o cuál capítulo o
acción.

Así que ya sabéis, no dudéis en comentar porque los contestaré todos.

Tenéis además, la opción de bajar el post en pdf, por si a alguien se le hace incómodo leer algo
tan largo en el blog.

Y hasta aquí mi comentario sobre Desde Dos Ríos, gracias si habéis llegado hasta aquí.

Valoración Personal: 10.
Nota en Amazon: 8,4. http://www.amazon.com/Eye-World-Wheel-Time-Book/product-
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Link a la anterior reseña http://www.darlantan8.blogspot.com.es/2009/10/el-ojo-del-mundo-
rueda-del-tiempo-i.html
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