+01 OR02a RELIGION Paleolítico documentos.pptx

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About This Presentation

Documentos arqueológicos que nos hablan de la religión en el Paleolítico.


Slide Content

El fenómeno religioso

Esquema general

En el periodo paleolítico, los humanos convivían en grupos compactos o clanes. Su subsistencia se basaba en la recogida de frutos y tubérculos, y principalmente de la caza de animales que les aportaban la principal base alimenticia y aporte de nutrientes. Por otro lado la caza reforzaba sus lazos grupales. El continuo movimiento de los animales en busca de pastos frescos o de otros animales, en el caso de los depredadores, obligaba a los humanos a una continuo movimiento nómada. Estas condiciones de vida condicionaba su pensamiento, estructura social y marco cultural integral en lo que se ha venido a llamar “ la cultura de los cazadores ”. Religiosidad hombre paleolítico

Comportamientos religiosos específicos de las civilizaciones de cazadores: La muerte del animal constituye un rito, lo que implica la creencia de que el Señor de los animales vela para que el cazador mate tan sólo en la medida en que le es necesario para alimentarse, y que el alimento no se desperdicie. Los huesos, especialmente el cráneo, tienen un valor ritual porque se cree que contienen el «alma» o la «vida» del animal y que el Señor de las fieras hará crecer una carne nueva en aquellos huesos. Existe aún hoy la costumbre de ofrecer a los seres supremos un bocado de cada animal al que se ha dado muerte ( ej.: pigmeos) o el cráneo. Religiosidad del hombre primitivo

LOS DOCUMENTOS Religiosidad en el Paleolítico

El homo del Paleolítico ha dejado “ documentos ”, cuyos trazos utilizan un lenguaje que sobrecoge y provoca una inmediata comprensión. Pero comprender es también interpretar con los ojos y los instrumentos actuales una realidad de la que nos separan veinte o treinta milenios. Los principales documentos disponibles para conocer la religiosidad y las creencias del hombre primitivo son: Enterramientos Cráneos Acumulaciones de osamentas Pinturas Figurillas de fertilidad DOCUMENTOS

Ritos funerarios Religiosidad en el Paleolítico

Ritos funerarios La creencia en una vida más allá de la muerte parece estar demostrada, ya desde los tiempos más remotos, por el uso del ocre rojo, sustitutivo ritual de la sangre, y por ello mismo «símbolo» de la vida. La costumbre de espolvorear con ocre rojo los cadáveres está universalmente difundida, en el tiempo y en el espacio.

Ritos funerarios En el Paleolítico superior parece generalizarse la práctica de la inhumación. Los cadáveres salpicados de polvo de ocre rojo son depositados en fosas en las que aparece también cierto número de objetos de adorno (conchas, colgantes, pendientes). Es probable que los cráneos y otros restos óseos de animales hallados junto a las sepulturas sean restos de banquetes rituales, cuando no de ofrendas.

Ritos funerarios Las sepulturas confirman la creencia en esa vida más allá de la muerte, pues de otra manera no es comprensible la solicitud y el trabajo de enterrar el cuerpo. Esta supervivencia podría ser puramente «espiritual», es decir, concebida como una existencia ulterior del alma, basada en la aparición de los difuntos en sueños. Pero ciertas sepulturas también pueden ser interpretadas como una precaución contra el eventual retorno del muerto que posiblemente se depositaba atado.

Ritos funerarios Entre los más interesantes ejemplos de sepulturas con significación mágico-religiosa citaremos las de: Sima de los huesos en Atapuerca. Sanidar I y IV Teshik Tash , en el Uzbekistán; La de la Chapelle-aux-Saints , en Corrèze La de la Ferrassie , en Dordoña (varias tumbas de túmulo con depósitos de utensilios de sílex). las diez sepulturas halladas en el cementerio de una gruta del monte Carmelo.

Ritos funerarios Sima de los huesos ( Atapuerca ) El primer indicio de práctica ritual lo observamos en las de Homo Heidelbergensis , y concretamente en el yacimiento de la Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca (España) donde hasta el momento los restos fosilizados de mas de 30 individuos de diferentes edades que probablemente forman parte de un enterramiento colectivo. Se han barajado diferentes hipótesis acerca del origen de esta acumulación de individuos. Con el hallazgo en 1998 de un hacha de mano, el equipo de investigación cree haber encontrado la respuesta a este enigma . Se trata de un bifaz, bautizado como Excalibur , realizado en cuarcita de color rojo y de una calidad excepcional. Este hallazgo, único instrumento de piedra, recuperado junto con  fósiles humanos de unos 350.000 años de antigüedad nos indica que estamos ante un hito representativo de alguna creencia compartida por todo un grupo, y a la vez el comportamiento simbólico más antiguo hasta hoy conocido; sería la primera ofrenda a un difunto hasta ahora conocida.

Ritos funerarios Shanidar I En la cueva de Shanidar (actual Kurdistán iraní) se encontró un esqueleto completo de neandertal de avanzada edad (unos 40 años, que corresponderían a unos 80 actuales) y que presentaba anomalías físicas que seguramente le acompañaron en su vida cotidiana, lo que indica que para sobrevivir debió necesitar la solidaridad de los miembros del clan.

Ritos funerarios Shanidar IV: En la misma cueva se ha encontrado otro individuo neandertal que fue cuidadosamente colocado en posición fetal en un lecho vegetal. De acuerdo con las muestras de polen tomadas, estos Neandertales fueron enterrados con varias especies diferentes de flores. A partir de la ordenada distribución  de los granos en torno a los restos fósiles es incuestionable que las flores fueron dispuestas deliberadamente y no dejadas caer sobre la tumba, como si el cuerpo hubiera sido cubierto ritualmente.

Ritos funerarios Enterramiento de Teshik Tash (Uzbekistán) Teshik Tash : Rodeando al esqueleto de un niño de unos 9 años de edad se habían dispuesto cinco pares de cuernos de cabra montés clavados en el suelo, cuyas puntas forman una especie de corona. El cuerpo reposaba sobre una superficie de huesos de caballos. Además el cuerpo pudo estar recubierto de flores, como se desprende de los restos de polen

Ritos funerarios Ajuares funerarios Muchos enterramientos paleolíticos, tanto de homo sapiens como de neandertal, presentan ajuares funerarios. La presencia del ajuar funerario implica no sólo la creencia en una vida personal más allá de la tumba, sino también la certidumbre de que el difunto habría de proseguir su actividad específica en el otro mundo. Por otro lado nos da pistas sobre un posible valor especial de estos objetos.

Ritos funerarios Cuanto más avanza el paleolítico más complejos y diversos son los ajuares. Resulta ya innegable que existen rituales funerarios complejos y que estos rituales implica la percepción de un universo imaginario más allá de la muerte.

Ritos funerarios En resumen, podemos concluir que las sepulturas confirman la creencia en la vida más allá de la muerte (indicada ya por la utilización del ocre rojo) y aportan algunas precisiones complementarias: enterramientos orientados hacia el este, indicando la intención de solidarizar la suerte del alma con el curso del sol, cosa que implica la esperanza de un «renacimiento», es decir, en una existencia ulterior en el otro mundo, creencia en la continuidad de unas actividades específicas; existencia de un ritual funerario, indicada por los objetos de adorno personal.

Culto a los cráneos Religiosidad en el Paleolítico

A partir del Musteriense (70000-50000 a.C.) puede hablarse con certeza de sepulturas. Pero han aparecido cráneos y mandíbulas inferiores en localidades mucho más antiguas, por ejemplo, en Chu-ku-tien (en un nivel datable hace 400.000-300.000 años); su presencia no ha dejado de plantear ciertos problemas. Puesto que no se trata de verdaderas sepulturas, la conservación de estos cráneos podría explicarse por razones religiosas. Entre los aborígenes australianos y otros pueblos primitivos, se ha documentado la costumbre de conservar los cráneos de los parientes muertos y de llevarlos consigo en sus desplazamientos. Culto a los cráneos

Desde el paleolítico medio (300.000 a 30.000 a.C.) se testifica con probabilidad un tratamiento selectivo del cráneo humano y es posible que ya en la época anterior este hecho se diese. En el paleolítico inferior se han conservado demasiados cráneos como para que se explique por el mero azar. Culto a los cráneos

Culto a los cráneos Monte Carmelo: En Kebara (cueva en el Monte Carmelo, Israel) se ha encontrado un esqueleto descabezado pero con un diente de la mandíbula superior, correspondiente a un varón de 25-35 años, 1,70 de estatura y neandertal, datado en torno al 60.000 a.C. Todo indica a un enterramiento en dos tiempos. Primero un enterramiento completo y luego la separación del cráneo.

Las implicaciones de una práctica de este tipo son muy sugerentes; indicaría el escalonamiento del rito funerario en por lo menos dos fases que implicarían que la muerte social y la fisiológica ya se pensaban como separadas. De ello se inferiría que el paso del muerto al estatus de antepasado (cuyo cráneo se guarda solemnemente en un lugar diferente) requeriría un segundo ceremonial con manipulación de la primera inhumación, testificando un proceso del morir con un cierto grado de complejidad. Culto a los cráneos

Culto a los cráneos En 1939 se hizo un descubrimiento sorprendente: en una cueva del monte Circeo se encontró un cráneo de neandertal colocado dentro de un círculo de piedra. Esta disposición hace suponer que se trataba de un enemigo cuya cabeza cortada se exhibía como trofeo. La posibilidad de que el cerebro fuese extraído y comido para absorber sus cualidades no sería demasiado extraña: el individuo habría sido abatido de un golpe que le habría roto la órbita derecha, a continuación de lo cual se habría agrandado el agujero occipital para extraerle el cerebro y comerlo ritualmente. Pero tampoco esta explicación ha sido aceptada unánimemente .

Culto a los cráneos No son estos los únicos hallazgos. La afición a conservar cráneos se extiende desde china hasta Europa, y hay cultos similares entre muchas de las tribus polinésicas, por no hablar de pueblos precolombinos o Africanos.

Depósitos de osamentas Religiosidad en el Paleolítico

Depósitos de osamentas Los depósitos de osamentas de osos de las cavernas descubiertos en los Alpes y regiones vecinas constituyen los «documentos» más numerosos, pero al mismo tiempo más controvertidos, referentes a las ideas religiosas de la última interglaciación. En la caverna de Drachenloch (Suiza) se encontró unos depósitos de osamentas, especialmente cráneos y huesos largos, que se hallaban colocados a lo largo de las paredes, en nichos naturales de la roca o en una especie de cajas formadas por piedras.

Depósitos de osamentas En la caverna de Wildenmannlisloch , en la que encontró numerosos cráneos de oso desprovistos de mandíbulas y con los huesos largos colocados entre ellos. Descubrimientos parecidos han sido realizados por otros prehistoriadores en diversas cavernas de los Alpes; las más importantes son la Drachenhoetli en Estiria y la Petershöhle en Franconia , y en Salzofenhöhle (Alpes austríacos)

Depósitos de osamentas En sí mismo, el depósito no es más que la expresión de una intencionalidad mágico-religiosa; pero su significación específica no esta clara. Es posible que los cráneos y los huesos largos representen ofrendas a un Ser Supremo o a un Señor de los animales , pero también es posible que se conservasen únicamente con la esperanza de que podrán recubrirse de carne, una especie de regeneración.

Depósitos de osamentas Esta idea de la regeneración, propia de las civilizaciones de cazadores y pastores, ha sobrevivido en las religiones y las mitologías más complejas. Así la Biblia nos relata una visión del profeta Ezequiel, quien se ve transportado a un valle lleno de osamentas, y, obedeciendo a la voz del Señor que así se lo ordena, les dice: «Huesos calcinados, escuchad la palabra del Señor. Esto dice el Señor a estos huesos: Yo os voy a infundir espíritu para que reviváis . Hubo un terremoto y los huesos se ensamblaron, hueso con hueso. Vi que habían prendido en ellos los tendones, que habían criado carne y tenían la piel tensa». Ezequiel (37.1-8 y sigs.)

Pinturas murales Religiosidad en el Paleolítico

El arte parietal se limita a España, Francia y el sur de Italia (con la excepción de una caverna con pinturas descubierta en el año 1961 en los Urales. Lo que más llama la atención en este conjunto es «la extraordinaria unidad de contenido artístico: el significado aparente de las imágenes no parece haber variado desde el año 30.000 hasta el 9.000 antes de nuestra era, permaneciendo idéntico lo mismo en Asturias que en el Don. Según Leroi-Gourhan , se trata de la difusión por contacto de un mismo sistema ideológico, concretamente, el que caracteriza a la « religión de las cavernas » Pinturas paleolíticas

Estas pinturas aparecen en lugares alejados de la entrada, normalmente no habitables, en espacios-santuario. La intencionalidad mágico-religiosa de estas obras pintadas o grabadas parece fuera de toda duda. Pinturas paleolíticas

Los osos, leones y otros animales salvajes acribilladas de flechas, o las figuras modeladas en arcilla representando osos o leones atravesados por agujeros redondos y profundos, se han interpretado como otras tantas pruebas de la « magia de la caza » o una reactualización de una “ cacería primordial” . Pinturas paleolíticas

Pocas dudas existen de la relación de estas pinturas con la provisión del alimento, la de matar para poder sobrevivir. Durante unos dos millones de años, los hombres primitivos vivieron de la caza. Los frutos, las raíces, los moluscos recolectados por las mujeres y los niños eran insuficientes para asegurar la supervivencia de la especie. Pinturas paleolíticas

Pero la persecución incesante y la muerte de las piezas llegaron a establecer un sistema de relaciones sui generis Entre el cazador y los animales cazados se crea una relación peculiar que se ha venido a denominar « solidaridad mística », y que se revela en el acto mismo de matar. Dar muerte a la fiera cazada o, más tarde, al animal domesticado equivale a un «sacrificio» Pinturas paleolíticas

Es igualmente probable que en las zonas más profundas de estos «santuarios» se celebrasen ciertos ritos previos quizá a las expediciones de caza o con motivo de lo que podríamos considerar como una ceremonia de «iniciación» de los adolescentes. Una escena de la caverna de Trois-Fréres ha sido interpretada como representación de un danzante disfrazado de bisonte, que al parecer toca un instrumento que podría ser una flauta. La interpretación parece convincente, pues en el arte paleolítico se conocen unas cincuenta y cinco figuras de seres humanos cubiertos de pieles y muchas veces en actitud de danzar. Pinturas paleolíticas

En resumen, las representaciones paleolíticas poseen un valor simbólico (mágico-religioso) donde se hace referencia a diversas historias. Nunca llegaremos a conocer el contenido de tales «historias», pero los «sistemas» en que se enmarcan los distintos símbolos nos permiten al menos adivinar su importancia en las prácticas mágico-religiosas de las gentes del Paleolítico, tanto más cuanto que cierto número de estos «sistemas» es compartido también por las sociedades de cazadores. Pinturas paleolíticas

El concepto y la medición del tiempo Religiosidad en el Paleolítico

En el Paleolítico superior usaban un sistema simbólico de anotación del tiempo, basado en la observación de las fases lunares. Estas anotaciones, acumuladas sin interrupción a lo largo de un período muy prolongado, permiten suponer que ciertas ceremonias estacionales o periódicas se fijaban con mucha antelación. La medición del tiempo

La medición del tiempo Los grabados en ciertos objetos o pintados sobre las paredes de las cavernas representan un «sistema», ya que muestran una sucesión y expresan una intencionalidad. Esta estructura queda ya atestiguada en los dibujos grabados sobre un hueso exhumado en Pech de l'Azé (Dordoña), y perteneciente a hace 135.000 años. Los grabados aparecen dibujados en tomo a figuras de animales o sobre ellas, indicando que responden a un cierto ritual o «acto individual de participación».

Para algunos autores la escritura, la aritmética y el calendario propiamente dicho, que aparecen en las primeras civilizaciones, se remiten probablemente al simbolismo que impregna el «sistema» de notación utilizado durante el Paleolítico… unos 15.000 años antes del descubrimiento de la agricultura. La medición del tiempo

La medición del tiempo En la llamada Diosa lunar de Sazerac observamos dos grupos de marcas. Una serie de marcas representan los ciclos lunares, mientras que en el otro extremo se marcan los ciclos de la mujer. Fueron hechos en momentos diferentes y por instrumentos diferentes. Una mujer seguía y anticipaba su ciclo menstrual (principio generador femenino) por el ritmo lunar.

Imágenes de fertilidad Religiosidad en el Paleolítico

Imágenes de fertilidad En los asentamientos paleolíticos se encuentran también figurillas de 5 a 25 cm de altura talladas en marfil, madera etc., que representan mujeres con los atributos sexuales (pechos) muy exagerados así como prominentes barrigas (símbolo de fecundidad) se les suele llamar " Venus ". Los rostros son frecuentemente omitidos lo que destaca aún más que el hecho misterioso e importante era la posibilidad de la mujer de concebir otros seres humano.

Provienen de niveles de habitación, por lo que parecen estar relacionadas con una religiosidad doméstica. Es imposible precisar la función religiosa de estas figurillas. Se puede suponer que representan de algún modo la sacralidad femenina, y en consecuencia los poderes mágico-religiosos de las diosas. El «misterio» de la existencia femenina en su forma específica ha desempeñado un papel importante en diversas religiones, tanto primitivas como históricas. Imágenes de fertilidad

Imágenes de fertilidad Así mismo encontramos pinturas que representan los órganos sexuales femeninos como manifestación más inmediata de la generación de vida.

Bibliografía E.O . James . Historia de las religiones. Alianza Editorial , 2009. Mirce Eliade. Historia de las creencias y las ideas religiosas, volumen I. Ediciones Paidós Ibérica, 1999. Geo Widengren . Fenomenología de la Religión. Ediciones Cristiandad, 1975. S.G.F.Brandon . Diccionario de las religiones comparadas. Ediciones cristiandad.1975. M. Morente, 2015 © M.Morente , 2016

© M.Morente , 2016 M. Morente, 2015