04 el midrash dice de bamidbar numeros

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El Midrash dice Bamidbar Numeros


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El Midrash Dice Midrash
Bamidbar






EL MIDRASH DICE

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar



Bamidbar

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Resumen de la parashá
Durante el segundo año del éxodo de Egipto, Moshé y Aharón recibieron orden de Hashem de
contar a todos los israelitas varones cuyas edades oscilaban entre los veinte y los sesenta años.
Estos varones quedaron sujetos a cumplir el servicio militar. El censo reveló que seiscientos tres
mil quinientos cincuenta hombres estaban disponibles para cumplir sus deberes en el ejército. La
tribu de Leví fue excluída del censo general a causa de su misión especial en
el Mishcán (Santuario).

Debía mantenerse el orden y la disciplina en todo momento, ya fuera que los israelitas estuvieran
acampados o en marcha. El campamento fue dispuesto en forma de cuadrilátero, con
el Mishcán en el centro, protegido en sus cuatro lados por las tiendas de los leviím. Las doce tribus
fueron divididas en cuatro grupos, cada uno de los cuales tenía el nombre de su tribu principal, y
todas éstas formaban el cordón exterior. Iehudá, junto con Isajar y Zevulún, estaban ubicados en el
lado oriental del campamento; Reuven, Shimón y Gad acamparon en el lado
sur, Efraím, Menashé y Biniamín se ubicaron en el extremo occidental, y Dan, Asher y Naftalí en el
área norte. Durante los viajes de la nación, el grupo liderado por Iehudá marchaba al frente,
seguido por Reuvén, Efraim y, en la retaguardia, Dan. Algunos comentaristas sostienen que todo el
conjunto se movilizaba como un cuadrilátero, conservando la misma forma que tenía cuando
estaba acampado.

Originalmente, los primogénitos habían sido elegidos por D-s para cumplir los servicios sagrados.
Después de cometido el pecado de éiguel hazahav (becerro de oro), esta codiciada tarea fue
asignada a los leviím, quienes se habían mantenido fieles al Señor en todo momento. En
consecuencia, Moshé recibió orden de encomendar a los levitas el servicio del Mishcán bajo la
supervisión de Aharón y sus hijos. El censo efectuado reveló que había un total de veintidos mil
trescientes leviím.

A cada una de las familias levíticas – Guershón, Kehat y Merari – le fue asignada una tarea aparte
en el servicio del Mishcán. Los guershonim, en el aldo occidental, eran responsables del transporte
de las cubiertas del Mishcán. Los kehatim, acampados en el lado sur, trnasportaban el Arca,
el Shulján, la Menorá y los mizbeijot (altares).

Los miembros de Merari, situados en el lado norte, tenían la responsabilidad de transportar las
tablas, los pilares, las clavijas y los cubos del Mishcán. Los miembros de Kehat fueron advertidos
de que no debían tocar y ni siquiera mirar los objetos sagrados, que eran cubiertos por Aharón y
sus hijos antes de ser trasladados. Elazar, hijo de Aharón, era el supervisor general del Mishcán,
cuidando en particular la provisión de aceite para las lámparas, el incienso, la minjá continua y el
aceite de unción. Esto es parcialmente analizado en la parashá siguiente.

(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Por Qué la Torá especifica la Fecha y Lugar Donde Hashem Habló
a Moshé

El libro de Bamidbar comienza, “Y Hashem habló a Moshé en el desierto de Sinai, en
el Mishkán (tabernáculo), en el primer día del segundo mes (Iyar), en el segundo año después de
que ellos hubieron salido de la tierra de Egipto.”

Hashem habló a Moshé cientos de veces, y la Torá generalmente no especifica la fecha. ¿Por qué,
entonces, lo hace aquí?

La siguiente parábola ilustra el punto:

El señor XY, un famoso millonario, conocido por poseer varios rascacielos, vastas cantidades de
acciones en firmas importantes, granjas y propiedades en el Sur, era incapaz de hallar satisfacción
en su vida personal. Había acabado de divorciar a su segunda esposa, la hija de un rico magnate
petrolero, quien había amargado sus días con su incesante disputar. El había divorciado a su
primera esposa varios años antes porque ella le había sido infiel. Raramente hablaba de estos
matrimonios, y cuando era interrogado por curiosos reporteros, rehusaba divulgar todo detalle.
Mantenía las fechas de sus casamientos y divorcios en secreto, y cuando se le solicitaba exhibir
sus contratos matrimoniales él negaba poseer cualquier documento semejante.

Muchos años más tarde sus amigos sugirieron una pareja para él, no obstante inusual para un
hombre en su posición, probaría indudablemente ser auspiciosa. La muchacha en cuestión estaba
empobrecida, pero era de noble estirpe y refinado carácter.

Después de que el millonario hubo investigado y encontrado que todas las afirmaciones hechas
acerca de la joven dama eran ciertas, exclamó, “¡Esta vez yo he encontrado la esposa correcta!
Anunciaré públicamente la fecha de la boda y ciertamente le daré a ella un contrato matrimonial.”
Después de crear a la humanidad, Hashem, para decirlo de alguna manera,se desilusionó, de una
generación a otra. La generación del Diluvio se rebeló en contra de El, y así hizo ciertamente la
generación de la Dispersión. La Torá por consiguiente comenta la elevación y caída de éstas y las
subsiguientes generaciones, sin revelar las fechas exactas de su aparición en el escenario de la
historia o de su salida. De este modo, la Torá no registra cuándo las destrucciones de la
generación de la Dispersión o de los Sodomitas tuvieron lugar, ni cuándo las Diez Plagas y el
ahogo de los egipcios ocurrieron.

Relativo a los judíos, no obstante, Hashem exclamó, “Ellos son diferentes de las generaciones
previas;¡ellos son los hijos de Abraham, Itzjak, y Iaacov! Yo sé que este pueblo será leal a Mí.”
Por consiguiente, El ordenó a Moshé, “Registra en la Torá el día,mes,año y localidad exactos
cuando los elevé a la grandeza.”

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
La Torá (Bamidbar 1:1) especifica la fecha y lugar precisos de la alocución de Hashem a Moshé, al
igual que estos particulares son encontrados en una ketubá (contrato matrimonial).
Así este pasuk (versículo) demuestra que el pueblo judío fue escogido por Hashem de todas las
naciones.

Por Qué Hashem Reveló la Torá en un Desierto

Las palabras, "en el desierto de Sinai" indican que Di-s adrede eligió un desierto en el cual
entregarnos Su Torá.
Hay varias razones de por qué Di-s prefirió un desierto a tierra habitada. Entre ellas:
□ Si la Torá hubiera sido entregada en Eretz Israel, sus habitantes alegarían una relación especial
con la Torá. Hashem habló a los judíos en un lugar donde todos disfrutaban de libre acceso a fin
de instruir que todo judío tiene una parte y obligación en la Torá igual a aquélla de todo semejante
judío.
□ Revelando la Torá en el desierto. Di- s nos enseñó que a fin de volverse grande en estudio, uno
debe hacerse a sí mismo como un desierto- eso es, hefker, sin dueño.
Estas palabras implican:
1. Al igual que un desierto es libre para todos para pisar sobre él, así un judío debe ser humilde.
Humildad es la conciencia de la propia pequeñez de uno. Es una virtud necesaria para tener éxito
en el estudio de Torá y para una vida feliz en este mundo.
Beneficioso para la Torá:
□ Para progresar en Torá uno debe buscar la compañía de talmidei jajamím (eruditos) que son más
sabios que él, y aprender de ellos. Una persona altiva no acepta consejo y guía de otros.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
□ Alguien que está convencido de su propia superioridad no se esforzará a sí mismo por cumplir
aquellas mitzvot (mandamientos) que él considera sin importancia, ni invertirá mucho esfuerzo para
satisfacer los detallados requerimientos de otros.
□ Hashem está complacido con una persona humilde, porque tal persona constantemente revisa
sus acciones a fin de corregir sus errores. Una persona vanidosa, sin embargo, no está abierta a la
crítica, ni es autocrítica. Por consiguiente, está lejos de teshuvá.
Beneficios generales de la humildad:
□ Una persona humilde disfruta la vida, sin importar sus circunstancias materiales; una persona
vanidosa está insatisfecha con su suerte. La persona vanidosa está convencida de que Hashem y
sus semejantes están en deuda con ella por sus talentos, contribuciones o méritos. Si no está
suficientemente recompensado con reconocimiento o dinero, sufre de descontento y frustración.
□ Si la mala fortuna sobreviene a una persona altiva, ella lo resiente grandemente. Una persona
humilde, por el contrario, puede vencer los problemas, inconvenientes y situaciones desagradables
de la vida.
□ Una persona humilde hace amigos; una persona engreída no. Ella no puede perdonar a aquéllos
que la insultan o no la tratan con deferencia; por consiguiente encontrará dificultoso llevarse bien
con otros.
2. "Volviéndose como un desierto" también implica que un judío debe estar listo para sacrificar el
confort material por la Torá. El concepto de "desierto" sugiere lo opuesto de civilización con su
confort y lujos materiales. Un judío puede tener la esperanza de progreso en el estudio de Torá y
cumplimiento de mitzvot sólo si él está preparado para hacer sacrificios en cuestiones mundanas.
3. Una característica adicional del desierto es su vaciedad. El intelecto de un judío debe ser como
el desierto, libre de elementos extraños, antes de que pensamientos de Torá puedan enraizarse en
él.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Un rey conquistó un nuevo país y lo anexó a su reino. El deseaba que sus habitantes se
sometieran a su código de leyes, y por tanto anunció que visitaría una de las ciudades afin de ser
reconocido como el nuevo gobernante.
No obstante, cuando la carroza real arribó, no fue recibida por la esperada vitoreante multitud. El
rey viajó a través de calles vacías, y ni un alma pudo ser vista.
Esta ciudad estaba habitada por mercaderes prósperos. Algunos temían que un nuevo soberano
recaudase más impuestos; otros estaban comprometidos en tratos deshonestos y temían que el
rey pusiera fin a sus fraudes, o, aún peor, los castigara. Era aconsejable para ellos tratar de evadir
la autoridad del nuevo rey.
El rey comprendió que la población de esta ciudad era reacia a reconocer su gobierno. Por
consiguiente proclamó que visitaría una ciudad diferente al día siguiente.
El espectáculo del primer día se repitió; nadie estaba a la vista para saludarlo.
El rey entonces comprendió que los prósperos ciudadanos del recientemente conquistado territorio
no se someterían voluntariamente a su autoridad. Más bien, él debía asegurarse seguidores entre
los menos afortunados.
El repitió sus anuncios en las vecindades de ciudades que habían sido devastadas, cuyos
habitantes habían perdido sus posesiones y fortunas.
Cuando este pueblo desposeído escuchó del inminente arribo, se regocijó. Un monarca significaba
esperanza para el futuro. El invertiría recursos para reconstruir sus demolidos hogares y granjas;
los emplearía a su servicio. Ellos no tenían dinero que el rey pudiera confiscar, ni tratos que
desaprobaría. Así, en la mañana una multitud jubilosa se reunió para dar la bienvenida al rey.
Similarmente, cuando el Todopoderoso estaba buscando un sitio adecuado para revelar Su Torá,
El se aproximó al Mar Rojo. Sin embargo, él huyó, como dice en Tehilím (114:3), "El mar vio (al

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Todopoderoso) y huyó." El mar estaba avergonzado de enfrentar a la Shejiná (divinidad), porque a
su orilla estaba el ídolo Baal Tzefón, que los egipcios adoraban.
Hashem entonces consideró a las montañas como un potencial sitio para entregar la Torá, pero las
montañas "saltaron como carneros" (ibid.). Ellas huyeron porque sabían que eran indignas de
participar en la Revelación, desde que estatuas idólatras habían sido ubicadas sobre sus cumbres.
Finalmente, la Shejiná se aproximó al desierto, y él no retrocedió. Podía recibir al Todopoderoso
sin temor o vergüenza, porque estaba totalmente desnudo, inmaculado de toda mancha de
adoración de ídolos.
Por tanto, Di-s escogió el desierto para Matán Torá.
Esta alegoría transmite el mensaje de que un judío puede adquirir sabiduría de Torá sólo
preparando primero su intelecto para recibirla. El debe eliminar todo pensamiento, ideal, o deseo
que son antitéticos a la Torá; debe hacer de su mente un desierto. Entonces la Shejiná puede
entrar.

Los Benei Israel son Contados una Cuarta Vez

En el primero del mes de Iyar, de 2449, el segundo año en el desierto, Hashem ordenó a Moshé,
“Cuenta a los varones judíos entre las edades de veinte y sesenta años.”

Sólo judíos de nacimiento fueron contados, no los erev rav. (Estos conversos egipcios habían sido
excluídos de todas las cuentas previas, también.) Hashem ordenó a Moshé, “Reúne a los Benei
Israel y cuéntalos colectando una moneda de medio shekel de cada uno13 (dado que los judíos no
pueden ser contados directamente).

“Cada uno presentará documentos y testigos para probar la Tribu de la cual su padre es
descendiente. “Registra el nombre de cada hombre de acuerdo con la descendencia de su padre y
calcula el número total de varones de cada Tribu. Después de ello, calcula el total de Benei Israel“.
Esta fue la cuarta vez que los judíos fueron contados:

1. Inicialmente, la Torá registra que los miembros de la familia de Iaacov que viajaron a Egipto

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Bamidbar
fueron setenta.
2. La Torá consigna que 600.000 hombres abandonaron Egipto.Estas cifras indican que el pueblo
judío se multiplicó milagrosamente mientras estaban en Egipto. Debido a la Especial Providencia
de Hashem, la pequeña familia de Iaacov, a pesar de los planes enemigos para exterminarla,
maravillosamente se convirtió en una nación incluyendo millones de almas.

3. Después del pecado del Becerro de Oro, el once del mes de Tishrei, de 2448, los Benei
Israel fueron contados una tercera vez. Aquel censo fue tomado como señal del amor e interés de
Hashem por los judíos incluso después de su pecado.

4. Ahora, en el primero del mes de Iyar, de 2449, casi siete meses después del más reciente
censo, el pueblo fue contado otra vez.
Hashem ordenó este censo por varias razones, entre ellas:
1. El propósito principal de esta cuenta era asegurarse de la prosapia de cada individuo y de ese
modo determinar su Tribu.
2. Hashem ordenó que los judíos fueran contados en este primero de Iyar porque su entrada
a Eretz Israel estaba fijada para tener lugar en veinte días. (La estadía de cuarenta años en el
desierto fue decretada solamente después, cuando el pueblo demandó Espías.) Esta inspección
determinaría quién calificaba para servir en el ejército que conquistaría Eretz Israel.

3. A pesar de que hay muchas otras razones para este censo, una en particular explica
profundamente por qué Hashem ordenó contar a Benei Israel ahora, a pesar de que ellos habían
sido contados sólo unos pocos meses antes.
A la noche, un hombre de negocios regresó a casa exhausto. Había sido un día agitado- llamadas
telefónicas, órdenes, y embarques. El deseaba solamente tener una buena cena y caer en cama.
No obstante, primero tomó tiempo para atender algo. A pesar del tiempo consumido y la
concentración requerida, no obstante le daba mucho placer. Sacando fuera de su billetera los
cheques y billetes que había recaudado durante el día, pacientemente los contaba varias veces.
Olvidando su cansancio, se llenaba de satisfacción y placer.

Una persona invierte tiempo y esfuerzo para inspeccionar y contar objetos que le son preciados.
Más valioso el ítem, más cuidadosamente lo escrutará.

El Todopoderoso frecuentemente cuenta a Kelal Israel, demostrando que a Sus ojos cada judío
individual es importante. Por lo tanto, la Torá hace todo lo posible para detallar el número del
pueblo judío. En parashat Bamidbar sola, hay cuatro diferentes listados del número de Benei Israel.
Hashem dice, “Toda vez que la suma total de Benei Israel es mencionada, Yo soy feliz, porque ella
representa el número de soldados en Mi ejército, que cumplen Mi voluntad en el mundo.”

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Bamidbar
El Campamento de Benei Israel

Hashem ordenó que las Tribus acamparan en las cuatro principales direcciones a fin de simbolizar
que los méritos de Kelal Israel sustentan al mundo entero.

En el Este

– IEHUDA – Hashem dijo, “Iehudá, la Tribu de la cual los monarcas judíos descenderán, acampará
en el este. El este es la dirección del sol naciente, y la monarquía judía es calificada una “luz”. (Su
tarea es guiar a la nación por la luz de Torá.) Iehudá, por consiguiente, pertenece al este.

– ISAJAR – Isajar, también, pertenece al este, la dirección de luz. La Tribu de Isajar constaba de
eruditos de Torá (el faro de esperanza de la humanidad a lo largo de los años de oscuridad
espiritual y confusión).

– ZEBULUN – Aquella Tribu estaba apostada en el este, la dirección de luz, porque las riquezas
adquiridas por medio de su comercio servían a la luz de la Torá. Los miembros de Zebulún
utilizaban su riqueza para sostener a los eruditos de Torá de Isajar.

¡Un tzadik es afortunado, y así es su vecino!
Los miembros de las tres Tribus que acampaban en la vecindad de Moshé y Aarón en el lado este
se convirtieron en luminarias de la Torá:

– La Tribu de Iehudá se distinguió ella misma en el estudio de Torá y mitzvot.
– Isajar fue famosa por sus estudiosos de Torá, quienes eran versados en el conocimiento de
intercalar los meses y los años.
– Zebulún, además de sustentar a Isajar, se ufanaba de sus propios grandes eruditos de Torá.

¡Inversamente, infortunio al rashá (malvado) e infortunio a su vecino!
Las Tribus de Reubén, Shimón, y Gad estaban apostadas próximas a Kehat. Por lo tanto,
miembros de Reubén (Datán, Avirám, y On ben Pelet) se unieron al rebelde Koraj, de la familia de
Kehat. Miembros de Shimón y Gad, en otras ocasiones, causaron majloket, rivalidad.
Este Midrash enseña que nosotros debemos seleccionar cuidadosamente nuestros vecinos y
asociados.
En el Sur

– REUBEN – Rocío y lluvias de bendición emanaban del sur. Después de pecar en el incidente
relativo a Bilhá, Reubén confesó su error y se arrepintió. Reubén, el gran primer baal teshuvá
(persona que retorno al buen camino), implantó el potencial para teshuvá en sus descendientes.

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Bamidbar
La posición de esta Tribu en el sur, la fuente de lluvias benditas, indicaba que bendiciones vienen
al mundo en mérito de la teshuvá.

– GAD – Gad estaba situado junto a Reubén porque la Tribu de Gad, cuyos miembros eran
guerreros, tenía el poder espiritual para evocar el resplandor Divino de fuerza sobre Kelal Israel.
Esta cualidad complementaba la cualidad Divina de Misericordia evocada por la Tribu de Reubén.

– SHIMON – Shimón estaba posicionado entre las dos Tribus precitadas para su propia protección
espiritual. Shimón no había recibido bendición explícita de su padre Iaacov, quien estaba
encolerizado de que Shimón hubiera tomado la iniciativa en destruir Shejem y en vender a Iosef.
Moshé también escogió no conferir sobre esta Tribu una bendición separada, porque él estaba
encolerizado de que sus miembros hubieran participado en el pecado de Shitím. A causa de que
Shimón estaba privado de bendiciones, Hashem apostó a su Tribu donde se beneficiaría de los
poderes espirituales de sus vecinos, los cuales provocaban Misericordia y Fuerza Divinas.

En el Oeste

Del Oeste emana nieve, granizo, helada, y calor, fuerzas poderosas que causan muerte y
destrucción. Hashem ordenó que esta dirección fuera ocupada por la descendencia de Rajel, cuyo
poder espiritual es suficiente para derrotar las fuerzas del mal.
– EFRAIM

– BINIAMIN y

– MENASHE todos poseían fuerza especial para conquistar su ietzer hará (instinto malo).
Consecuentemente, ellos desviaban malvados decretos que amenazaban a Kelal Israel
Más aún, la Shejiná (Presencia Divina) descansa en el oeste. Por consiguiente, Biniamín, el
querido de Hashem, al que fue prometida la presencia de la Shejiná, estaba apostado en aquella
dirección.

En el Norte

– DAN – Oscuridad desciende sobre el mundo desde el norte. Dan fue situado aquí para simbolizar
que su Tribu causó una oscuridad espiritual cuando el rey Iarovam erigió uno de los dos becerros
en su territorio (I Melajím Xll). Miembros de la Tribu de Dan también adoraron la imagen de Mijá en
los días de los jueces. Hashem ubicó a Dan en el norte, desde donde el daño llega al mundo, para
amonestar a la Tribu para que abandone sus costumbres erróneas y escoger el camino de vida en
su lugar.

– ASHER – Hashem ubicó a Asher junto a Dan, con la esperanza de que su luz se derramara
sobre el Campo “oscuro” de Dan. La porción de Asher estaba bendecida con olivas cuyo aceite era

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
usado para la menorá (candelabro), un símbolo de la sabiduría que esta Tribu poseía. Asher
estaba destinado a impartir su sabiduría a Dan.

– NAFTALI – fue también puesto junto a Dan porque poseía un resplandor Celestial de bendición
material. Su bendición se derramaría encima para beneficiar a la menos merecedora Tribu de Dan.

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Bamidbar


Naso

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Resumen de la parashá
Fueron indicadas las tareas exactas que debían cumplir los hijos de Guershón, Kehat y Merari, y
un censo reveló que ocho mil quinientos ochenta hombres entre los 30 y 50 años eran aptos para
el servicio.
Todos los israelitas impuros debían ser enviados fuera de los distintos campamentos (majanot).
Algunos sólo fueron trasladados de majané Sh´jiná (campamento de la Presencia Divina), y otros,
de majané Leviá (Campamento de los Leviim). Los leprosos eran desplazados de los tres
campamentos.

Fueron promuladas cuatro leyes relativas a los cohanim:

1.Si una persona confesaba tener en su poder incorrectamente una propiedad del vecino, tenía
que agregar un quinto al monto original y llevar también una ofrena de culpa a D´s como expiación
por su pecado. Si el dueño verdadero había muerto sin dejar herederos (esto es sólo aplicable a un
converso), la restitución le era efectuada al cohén.

2. Un marido que sospechaba que su esposa le era infiel, debía presentar su queja al cohén con
los requerimientos prescriptos en el tratado Sotá. El cohén tomaba entoneces agua bendita de la
jofaina y la mezclaba con polvo del piso del Mishcán (Santuario). Luego juramentaba a la mujer y si
ella era culpable sufriría daños después de beber las “aguas de la amargura”. Las palabras del
juramento estaban escritas en un rollo y eran borradas en el agua. La mujer bebía entonces el
líquido. Si era culpable, las deformidades físicas que sufría testimoniaban su infidelidad. Entonces
era acusada frente al pueblo y moría. Si era inocente, no sufría ningún daño y se le prometía la
bendición de la maternidad.

3. El nazir era alguien que voluntariamente hacía la promesa de consagrarse completamente al
servicio de Hashem por un período de tiempo determinado. Estaba obligado a abstenerse del vino
y las bebidas fuertes que se obtienen de la uva; debía dejarse crecer el cabello y evitar el contacto
con cualquier cadáver. Si se contaminaba accidentalmente, tenía que raparse la cabeza, ofrendar
un sacrificio de expiación y comenzar a contar de nuevo el período de consagración a D´s. Cuando
los días de su nezirut habían expirado, se le pedía que llevara un sacrificio, se afeitara la cabeza y
quemara el cabello debajo del sacrificio. Después de realizar el cohén ceremonias adicionales,
el nazir era liberado de nuevas restricciones y volvía a su forma de habitual.

4. Se indicaba a los cohanim que usaran una serie específica de bendiciones para el pueblo, como
sigue a continuación: “¡El Señor te bendiga y te guarde! ¡Haga el Señor resplandecer Su rostro
sobre ti y tenga de ti compasión! ¡Alce el Señor Su rostro sobre ti y te conceda la paz!.
El Mishcán había sido erigido e inaugurado el primero de Nisán, en el segundo año posterior al
Exodo. Los doce dirigentes, cada uno en representación de su tribu, hicieron conjuntamente una
donación de seis carros y doce bueyes para el transporte del Mishcán y su contenido. A los

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
miembros de Guershon, que transportaban la tapicería, les fueron asignados dos carros y cuatro
bueyes. Los miembros de Merari, a quienes se había confiado la carga más pesada, recibieron
cuatro carros y ocho bueyes. Por otra parte, los miembros de Kehat no recibieron carros pues su
misión era transportar las vasijas más sagradas sobre los hombros. Cada dirigente llevó idénticos
presentes de vasos de oro y plata, animales para el sacrificio y ofrendas de comida en doce días
sucesivos.

Vidui / La Mitzvá (Mandamiento) de Confesar los Pecados de Uno
Verbalmente

Si un judío transgredió un mandamiento negativo de la Torá (mitzvá lo taasé) o dejó de cumplir un
mandamiento positivo (mitzvá asé) y lamenta su acción / omisión, es una mitzvá para él
hacer teshuvá (arrepentimiento).

Teshuvá comprende tres partes principales:

1. Pesar sincero por la mala conducta de uno en el pasado

2. Confesión oral de eso

3. Firme decisión de nunca repetirlo.

Parshat Nasó debate la etapa media de las tres partes, vidui / la confesión oral. ¿Cómo confiesa
uno? El pecador dice, “Por favor Hashem, yo pequé y ahora estoy apenado y avergonzado de mi
acción, y nunca la repetiré.”

El presenta su caso a Hashem en sus propias palabras y le suplica a El por expiación. En el tiempo
del Beit Hamikdash(Segundo Templo de Jerusalen), el pecador tenía que enunciar el vidui previo al
sacrificio del animal que él ofrecía como un korbán (ofrenda) expiador del pecado.
¿Por qué la Torá nos ordena confesar nuestras maldades?

Hay dos respuestas obvias:

1. Confesando un pecado al Todopoderoso, nosotros admitimos nuestra creencia en que El castiga
a los pecadores y recompensa a aquéllos que observan Sus mitzvot.

2. Un completo vidui oral fortalecerá grandemente al pecador en su determinación de mejorar su
conducta en el futuro, y lo ayudará a persistir en su teshuvá.

Hashem dice, “Tan pronto como un judío admite que él hizo mal, Yo soy misericordioso con él.
“Quienquiera que dice vidui antes de morir tiene una porción en el Mundo por Venir. Si no sabe

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Bamidbar
cómo recitar vidui, le es ordenado decir, `Que mi muerte sea una expiación para todos mis
pecados.””

Hay una mitzvá especial de decir vidui en Iom Kipur, el día del año que tiene el poder de limpiar el
pecado.

El Procedimiento Si Un Marido Sospechó a su Esposa de
Adulterio
Si un marido ha advertido a su esposa, "No te recluyas con tal y tal," y subsecuentemente dos
testigos observan que ciertamente se recluyó en privado con aquel mismo hombre (por un
período de tiempo en el cual pudiera haber sido deshonrada), ella se torna prohibida para su
marido hasta que las leyes de la sotá sean puestas en ejecución. No obstante, si aún un solo
testigo testificaba que ella había realmente cometido adulterio, la prueba de la sotá no era
realizada; en vez de ello, estaba permanentemente prohibida para su esposo.
Algunos pecados están más allá de reparación. El Rey Shelomó los describió como, "Una
cosa torcida que no puede ser puesta derecha" (Kohelet 1:15). Uno de ellos es el pecado de
adulterio con una mujer casada.
La mayoría de las transgresiones pueden ser rectificadas. Por ejemplo, dinero robado puede
ser reembolsado; una persona secuestrada puede ser recuperada. No obstante, no hay
reparación para el pecado de adulterio. Aún si el adúltero más tarde lamenta su acción, él no
tiene manera de hacer alguna vez a la esposa nuevamente permisible para su marido.
¿Cuál es el significado del término hebreo sotá que la Tora utiliza para describir a una mujer
sospechada de infidelidad?
1. "Sotá" denota "tonto." (Es derivada de la palabra raíz tontería.)
Esta mujer no consideró los resultados de su conducta suficientemente. Fue arrebatada por
una pasión o deseo. Si hubiera sido sabia, su temor a Hashem habría prevalecido sobre
su ietzer hará (instinto malo). Ella habría desistido, o por temor de cometer el pecado o por
temor al castigo.

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Bamidbar
En cambio, ella tontamente sacrificó a un deseo temporario, su buen sentido de que su acto
era pecaminoso y finalmente le causaría sufrimiento.
(Similarmente, todo el que peca es "un tonto," porque él permite a su imaginación, capricho, o
apetito prevalecer sobre su mejor conocimiento.)
2. La palabra también denota "desviarse, apartarse de."
El pueblo judío observa modos de kedushá (santidad) y tzeniut que son inigualados por las
otras naciones del mundo.
Una mujer que se conduce de una manera que lleva a su esposo sospechar infidelidad se ha
apartado de los modos del pueblo judío.
Ella ha adoptado los hábitos del mundo no- judío. Así, ella se ha vuelto una sotá, una mujer
que se ha desviado de la senda de la Tora.
Este Midrash enseña que la Tora condena a un hombre o a una mujer no sólo por el pecado
final de adulterio. Más bien, él / ella es considerado culpable por cualquier paso conducente a
él. De allí que los medios de comunicación masivos, tales como televisión, revistas, y muchos
artículos y fotografías de diarios que introducen ideas inmorales al hogar, no obstante
comúnmente aceptados por el medio ambiente no- judío, no son compatibles con la Tora. Ni
tampoco lo son reuniones sociales que fomentan conceptos no-judíos de moralidad.
Si dos testigos testifican que una mujer se volvió una sotá, esto es, acarreó sospecha sobre sí
recluyéndose ella misma con un cierto hombre en contra de quien su esposo le había
advertido, su esposo puede o divorciarla, o de otro modo él debe reportar los eventos al Beit
Din (corte) local. Si el reporte de testigos era verificado por el Beit Din pero la mujer insistía
que era pura y estaba dispuesta a beber el agua de la sotá, los jueces referían el caso al
Gran Sanhedrín (la Suprema Corte judía de setenta y un jueces, que se reunía en una cámara
especial del Beit Hamikdash).

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Bamidbar
Los jueces del Sanhedrín intentarían convencer a la mujer de que debería confesar su culpa,
de tal modo que la prueba de la sotá no fuera realizada innecesariamente.
La llevarían a un lado y usarían toda clase de argumentos y persuasiones para hacerle admitir
la verdad o causarle rehusar beber.
"Nosotros sabemos," le dirían ellos, por ejemplo, "que las personas pierden su equilibrio bajo
la influencia del vino, malos vecinos, o por ligereza. Si esto os sucedió, confesadlo".
"No causéis que el Gran y Santo Nombre sea borrado en la preparación de las aguas amargas
con las cuales la sotá es probada".
"Hubo más grandes que vos que fueron seducidos por su ietzer hará. Recuerda, un tzadikdel
calibre de Iehudá confesó en público que él era culpable en el caso de Tamar; Reubén
reconoció culpa en el incidente comprometiendo a Bilhá. Sus confesiones les ganaron a ellos
vida eterna. ¡Aprended de estas grandes personas y admitid vuestra culpa!"
Si la mujer en aquel punto confesaba que ella fue deshonrada, era ordenada abandonar a su
marido, y el caso era desechado.
Si ella insistía que era pura, era conducida a la puerta oriental de la azara, la Puerta de
Nicanor (la cual era la puerta de entrada a la azara) para que fuera advertida por todos los que
entraban.
Antes de proceder con el ritual, no obstante, ella era conducida de una parte a otra por sobre
todo el Monte del Templo, de tal modo que el procedimiento fuera alargado artificialmente. La
esperanza era que ella se agotara al punto de confesar.
Si no se declaraba culpable, era finalmente colocada en la parte opuesta a la Puerta Oriental
fuera de la azara y la ceremonia de la sotá comenzaba.

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Bamidbar
La Sotá es Conjurada y Deshonrada

Ella estaba ahora en exhibición pública, porque la azará estaba llena de mujeres. Era
una mitzvá para ellas atender a fin de tomar una advertencia del fin de la sotá.

El cohén le ordenaba jurar solemnemente con un juramento que contenía una maldición. El
presentaba el juramento con el siguiente discurso: “Vos estáis a punto de beber las aguas amargas
de la sotá, cuya cualidad es milagrosa.

Si vos sóis pura, no seréis afectada por este juramento, y las aguas no os lastimarán. No obstante,
si un hombre extraño os ha deshonrado, el agua causará a vuestros muslos y luego a todos
vuestros miembros caer. Vuestro vientre se hinchará y reventará.

Lo mismo sucederá al adúltero. “Vuestro nombre se convertirá en un objeto de escarnio en la boca
de las personas. Ellas se maldecirán una a la otra con las palabras, `Pueda tu fin ser como aquél
de la señora tal y tal,” y ellas jurarán, `Si yo digo una mentira, que perezca como la señora tal y
tal.””

La sotá afirmaba el juramento respondiendo dos veces, “Amén, (así sea).” El doble Amén
implicaba, “Amén que yo nunca fui deshonrada por la persona particular en contra de quien mi
marido me previno; Amén que yo no fui deshonrada por ningún otro hombre.”

El cohén traería pergamino y escribiría sobre él el texto de la Torá conteniendo el juramento que él
acababa de hacerle jurar. (Escribía los versos 5:19- 22, incluyendo el verdadero juramento y
maldición, pero excluyendo las frases “Y el cohen hizo jurar a la mujer,” “Y el cohén dijo a la mujer,”
“Y la mujer dijo, `Amén Amén.””)

Escribiría este documento igual que un Sefer Torá, pero con tinta borrable, y escribiría el Nombre
de Cuatro Letras de Hashem que aparecía dos veces en el texto en total (5:21).

El traería una vasija nueva de cerámica, la llenaría con agua del kior (aguamanil), salpicaría dentro
de ella polvo tomado del suelo del Santuario, y una hierba amarga para convertirla en “aguas
amargas.” Finalmente, borraba el documento en la mezcla de agua hasta que ni vestigio de las
letras quedaba.

¿Por qué es el Gran Nombre del Todopoderoso disuelto en el agua?
Está prohibido borrar el Nombre de Hashem. No obstante, en el caso de la sotá, El hizo una
excepción a fin de demostrar la gran importancia de mantener paz entre esposo y esposa. Si
contienda brota entre ellos, El considera que vale la pena aún erradicar Su Gran y Santo Nombre si
es necesario a fin de reconciliarlos.

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Nazir / Las Leyes del Nazareno

Una persona que desea tomar un voto de nezirut (nazareato) debe seguir las leyes enumeradas en
esta parshá. Estas leyes verdaderamente pertenecen al código de votos voluntarios tomados por
individuos (parshat Matot, Bamidbar 30).

No obstante, ellas fueron ubicadas aquí:

1. Porque las leyes de nezirut difieren de aquéllas concernientes a los votos normales de
individuos.

2. La Torá deseó yuxtaponer este tema con aquél de la sotá a fin de sugerir que atestiguar la
desgracia de una sotá y así comprendiendo la perniciosa influencia del beber inmoderado (que
conduce a inmoralidad) debería influenciar a uno a hacer un voto de abstenerse del vino.

¿Por qué debería alguien desear volverse un nazir?
Puede ser debido a una experiencia particular causada por la dañina influencia del vino. Puede
provenir de su convicción de que sería beneficioso para él abstenerse de los placeres mundanos.
El puede sentir que está preocupado del cumplimiento de sus deseos físicos, y por consiguiente no
puede concentrarse en el estudio de Torá y mitzvot. Sólo un paso drástico para alterar sus hábitos,
caúsandole abstenerse de sus usuales tiempos pasados y placeres, lo cambiarán.

El por consiguiente hace un voto de volverse un nazir por algún período de tiempo, en la
esperanza de que la kedushá (santidad) alcanzada con ello lo eleve a volverse una mejor persona,
aún después de que su término de nezirut esté terminado.

Un hombre o una mujer que pronuncia las palabras, “Yo deseo ser un nazir (nezirá), ” está
obligado por los siguientes treinta días a abstenerse de:

1. beber vino y todos los derivados de la uva

2. cortarse el cabello

3. tener contacto con los muertos

Nosotros nos explayaremos ahora acerca de estas tres prohibiciones.

1.Un Nazir no Puede Beber Vino- Cuando una persona bebe una cantidad de vino pierde su
claridad de mente (y por esta razón no puede juzgar cuestiones halájicas – leyes). Beber bebidas
alcohólicas es un factor principal conducente al comportamiento inmoral.

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Más aún, por abstenerse del vino uno se excluye a sí mismo de participar en fiestas o banquetes.
En vez de celebrar en la compañía de amigos, encuentra tiempo para la introspección. Examinará
sus modos y acciones y las mejorará.

Un nazir está impedido no sólo de beber vino sino incluso comer uvas o pasas de uva, incluyendo
sus semillas o cáscaras.

Si se aproxima a una viña, es advertido, “¡No caminéis a través de ella; tomad un desvío alrededor
de ella!”

Nuestros Sabios de tal modo nos enseñan el principio de que la mejor precaución contra pecar es
distanciarse uno mismo de cualquier tentación.

2. No Puede Cortar Su Cabello- Mientras alguien es un nazir, no puede cortar su cabello.
El propósito de un corte de cabello es hacer a la persona lucir hermosa. Dejando a su cabello
crecer largo, y al fin del período de nezirut afeitarlo completamente como es requerido,
el nazir expulsa de su mente todos los pensamientos de embellecer su cuerpo. Este es un medio
de distanciarse a sí mismo de deseos terrenales.

A pesar de que el largo cabello del nazir no puede conformar con nuestro concepto de belleza, la
Torá lo califica como una corona (6:7). La Shejiná descansa sobre el nazir, a causa de que él
observa las leyes de nezirut

3. Un Nazir no Puede Tocar a los Muertos- ¿Por qué no es a un nazir permitido de estar en
contacto con un cuerpo muerto?

Quienquiera que se santifica a sí mismo, es recompensado con kedushá adicional del Cielo. El
Todopoderoso confiere sobre el nazir un nivel de kedushá similar al del Cohén Gadol. Al igual que
el sumo sacerdote no puede ser metamé (impuificarse) él mismo aún por sus parientes más
cercanos, así es al nazir prohibido de estar metamé (impuificarse) él mismo aún por sus parientes
más cercanos. La tumá (impureza) causada por un cuerpo muerto no puede ser tolerada por su
alto nivel de kedushá

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Behaalotejá

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Bamidbar
Resumen de la parashá
A Aharón le fue confiada la tarea de disponer las seis lámparas exteriores de la menorá de modo
que sus luces se proyectaran hacia el brazo central.

Los leviim se prepararon para el servicio en el Mishkán, purificándose mediante abluciones y
sacrificios. Se les dijo que sólo aquéllos que tuviesen entre treinta y cincuenta años de edad
tomarían parte en el servicio religioso, pero que los que tenían entre veinticinco y treinta años
serían preparados para sus deberes futuros.

El primer Pesaj posterior al éxodo fue observado el día catorce de Nisán. Aquellos que estaban
impuros solicitaron que a ellos también se les permitiera participar de las ofrendas de Pesaj. Una
fecha especial, el catorce de Iyar, fue destinada a aquellos que estaban impuros o se encontraban
a demasiada distancia en Pesaj como para llevar el Korbán (sacrificio) respectivo.

La nube del Señor alzándose desde el Mishkán era una señal para que los miembros del
campamento continuaran su viaje. Moshé recibió orden de hacer dos trompetas de plata, que
serían utilizadas para anunciar el comienzo de la marcha, convocar a todo el pueblo al Mishkán,
dar la alarma antes de una batalla y proclamar ocasiones de júbilo, tales como las festividades de
la luna nueva.

Después de casi un año en el desierto de Sinaí, si instruyó al pueblo para que viajara al desierto de
Parán. Moshé le pidió a su suegro, Itró, que los acompañara, pero él prefirió retornar a Midián, su
tierra nativa.

Durante el viaje el pueblo comenzó a murmurar con el liderato de Moshe. Esto despertó la cólera
de Hashem, que hizo estallar un incendio en medio del campamento, provocando el terror y la
destrucción. El fuego se apagó sólo después de que Moshé hubo rezado al Señor a favor del
pueblo.

Sin embargo, los israelitas no aprendieron la lección. Azuzados por las multitudes ajenas que los
habían acompañado en su salida de Egipto, se quejaron nuevamente, esta vez por falta de carne
en el desierto. Sus murmuraciones llevaron a Moshé a sentir que la carga de dirigir al pueblo era
demasiado grande como para soportarla solo. D-s respondió ordenando a Moshe que reuniera a
setenta ancianos para que le asistieran en la conducción del pueblo. Los ancianos fueron reunidos
y el espíritu de profecía reposo sobre ellos.

En respuesta a la queja por la falta de carne y el gusto aburrido del maná, Hashem hizo que un
fuerte viento arrastrara una gran cantidad de codornices desde el mar. El pueblo juntó las aves
ávidamente, pero cuando comenzaron a comerlas, muchos de ellos cayeron muertos.

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Bamidbar
Miriam, la hermana de Moshé, fue castigada con lepra por difamar al hermano. Después de
permanecer una semana fuera del campamento se curó completamente.

(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)

La Extrema Humildad de Moshé
La Torá testifica que, "El hombre Moshé era extremadamente humilde, más que cualquier otra
persona sobre la tierra" (11:3). El era bajo en sus propios ojos, y era el más paciente de los
hombres.
Moshé era aún más humilde que los ancestros. Su humildad no era debida a ninguna
debilidad, falta, o inferioridad de la cual él era consciente. Moshé sobresalió en todas las
áreas, combinando todas las cualidades deseadas por las personas:
□ Moshé fue rico. Hashem le reveló a él una cantera de zafiro de la cual pudo extraer
abundantes riquezas.
□ El fue extremadamente fuerte y un soberbio general. Personalmente mató al poderoso rey
Og.
□ Su rostro fue iluminado con los rayos de Gloria Celestial, y su apariencia majestuosa.
□ La anchura y profundidad de su conocimiento no fue equiparada por ningún mortal. Tuvo
acceso a todos excepto uno de los cincuenta portales de sabiduría, y así logró discernimientos
no concedidos a ningún otro hombre. Todo lo que él decretó fue ratificado por Hashem.
□ El Todopoderoso realizó milagros revelados para él. Dos veces el sol se mantuvo quieto
para él; cuando peleó contra Amalek, y nuevamente en sus guerras contra Sijón y Og.
Y a pesar de ello, fue dicho de Moshé, "Hay tres tipos de leprosos (cada uno de los cuales
ciertamente se siente humilde), pero Moshé fue más humilde que todos." Su modestia y
paciencia por toda su vida fueron extremas:

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
□ Cuando le fue pedido por el Todopoderoso convertirse en el líder de Benei Israel,solicitó,
"Por favor envía a algún otro," porque él no se consideraba a sí mismo digno de asumir esta
tarea.
□ Cuando Eldad y Medad profetizaron que no Moshé, sino su
sucesor traería a los judíos a Eretz Israel, él no estuvo afligido. Más bien, se regocijó de que
estos hombres se habían vuelto profetas.
□ Cuando Koraj y sus hombres se rebelaron en contra suyo, y Moshé deseó hablar a los
rebeldes Datán y Avirám, él no mandó, "Que ellos vengan a mí; yo no estoy obligado a ir a
ellos." Más bien, él personalmente fue a Datán y Avirám, se dirigió a ellos suave y
modestamente, e ignoró sus descaradas réplicas (Bamidbar 16:25).
¿Cómo fue posible para Moshé ser el más humilde de todos los hombres, a pesar de sus
excepcionales talentos y logros?
Más que ningún otro, Moshé entendió que "Tuya, Oh Hashem, es la grandeza, y el poder, y la
gloria, y la victoria, y la majestad; porque todo lo que está en el Cielo y sobre la tierra es Tuyo;
Tuyo, Hashem, es el gobierno, y Tú eres exaltado como cabeza sobre todo" (Divré Haiamím
29:11).
Más profundo el conocimiento de una persona de Hashem, más claramente comprende que lo
que logra es totalmente insignificante en comparación con todos los beneficios que
constantemente recibe de El. Ve a sus obsequios o talentos no como una fuente de orgullo
sino más bien como una responsabilidad para ser utilizada en el Servicio de Hashem.
La inigualada humildad de Moshé fue una de las virtudes que le causaron merecer la
experimentación de la Shejiná (Divinidad) más que cualquier otro hombre y ser escogido como
el transmisor de la Divina Torá.

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Bamidbar
La Mitzvá (mandamiento) de Encender la Menorá (candelabro)

La última parshá describió cómo los nesiím (lideres) de las Doce Tribus inauguraron el altar
del Mishkán con sus sacrificios. No obstante, Aarón, nasí de la Tribu de Leví, se abstuvo de
abordar a Moshé con un obsequio similar de animales y carretas cargadas con ofrendas para el
altar.

Cuando vio que Hashem aprobó las donaciones de los otros nesiím, Aarón decidió participar
también; sin embargo era demasiado tarde. Hashem ya había aceptado las donaciones de Efraím
como valiendo por la duodécima Tribu y así Aarón no recibió un turno entre los nesiím.
“¡Infortunio para mí!” gimió Aarón. “El Todopoderoso no ha perdonado el Pecado del Becerro de
Oro.”

No sólo Aaron, sino la Tribu de Leví entera estaba apenada de que su representante no hubiera
ofrecido su parte de los sacrificios de dedicación sobre el altar.

No obstante, la verdadera razón por la cual Hashem impidió a Aarón participar en
estos korbanot (sacrificios) es ilustrada por la siguiente parábola:

El rey proclamó que un gran festejo se celebraría en su jardín palaciego. Sus correos recorrieron el
país entero invitando al público a participar. Anuncios fueron hechos a todas las asociaciones de
trabajadores de que sus miembros estaban invitados a la fiesta del rey. Sólo el amigo del rey, un
cierto noble, esperó en vano por un mensajero para convocarlo a la celebración.

“El rey debe estar encolerizado conmigo,” pensó, ” de otro modo ¿por qué me ignoró?”
Después de que las festividades terminaron, el rey envió un correo privado al hogar de su amigo.
“La fiesta para el pueblo común acabó,” le informó al noble. “Mañana el rey dará otro banquete
para vos solamente. El desea distinguíros porque vos sóis su más cercano amigo.”

Similarmente, Hashem no aceptó las donaciones de Aarón, a causa de que un honor mayor había
reservado para él; él recibiría la mitzvá de preparar la menorá. Su Tribu, los leviím, tendría también
distinción especial.

Ellos serían santificados como sirvientes de Hashem en una ceremonia, descripta en el próximo
capítulo. Hashem consoló a Aarón diciendo, “¡No hay por que aflijirse! Para ti Yo reservé una
mitzvá que sobrepasa la ofrenda de los sacrificios de dedicación. Tú y tus hijos prepararán la
menorá en el Mishkán y el Beit Hamikdash (Sagrado Templo de Jerusalen).
“La mitzvá de encender la menorá durará por siempre.

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Tus descendientes, los Jashmonaim, instituirán la mitzvá permanente de encender las velas de
Janucá. Así, tu “Janucá” continuará siempre, mientras que la janucá (inauguración) de los nesiím
es sólo temporaria.”

Hashem empleó un término inusual por encender la menorá, diciendo, “behaalotejá”. Entre otras
implicancias, este término denota, “Vos ganaréis elevación.” Cumpliendo la mitzvá, los judíos se
tornan espiritualmente elevados.

Una noche, un hombre adinerado dijo a su amigo, un simple trabajador, que él cenaría en su casa.
El trabajador arregló su casa prolijamente, preparó la comida, e iluminó el comedor con velas.
Cuán avergonzado estuvo él, no obstante, cuando vio a su adinerado amigo arribar. Una procesión
de sirvientes, algunos acarreando candelabros brillantemente encendidos, otros balanceando
flameantes antorchas, lo acompañaban.

El anfitrión entró de prisa dentro del comedor y extinguió sus velas, cuya luz parecía insignificante
y mezquina, verdaderamente, comparada a la corriente de luz fluyendo dentro. Rápidamente, él
puso sus velas en un cajón. Cuando el rico invitado entró al comedor y lo encontró oscuro,
preguntó atónito, “¿No me esperábais esta noche? ¿Por qué no encendísteis ninguna luz?”
“Yo lo hice,” replicó el otro. “Pero cuando vi las flameantes luces que vuestros sirvientes acarrean
para vos, estuve demasiado avergonzado para exhibir mis sencillas velas.”

El hombre rico inmediatamente despidió a todos sus sirvientes. “Yo cenaré sólo a la luz de vuestras
velas,” le dijo a su amigo, “para mostráros cuán querido sóis vos para mí.”

Similarmente, Moshé pudo no comprender por qué Hashem deseaba que una menorá fuera
encendida en el Santuario. Cuandoquiera que él entraba, encontraba el Mishkán brillantemente
iluminado con el esplendor de la Shejiná. (Divinidad) ¿Cómo podían las luces de la pobre menorá
terrenal compararse al esplendor que la Shejiná irradiaba? Hashem por consiguiente dijo a Moshé,
“Behaalotejá / Seréis espiritualmente elevados encendiendo la menorá. Este es el por qué Yo os
he dado la mitzvá.”

A fin de demostrar que el Todopoderoso no necesita nuestra luz, El mandó que las tres mechas en
cada lado del eje central de la menorá fueran inclinadas hacia la luz central y no hacia el exterior. A
pesar de que a Aarón le estaba permitido de ordenar a uno de sus hijos prender la menorá, él
cumplió la mitzvá toda su vida personalmente con la más grande precisión.

Por ejemplo, él siempre ascendió la plataforma para el encendido, aún a pesar de que era
extremadamente alto y hubiera podido alcanzar las lámparas mientras estaba parado sobre el
suelo. A causa de que la mitzvá de encender la menorá es querida a los ojos de Hashem, ella es
mencionada varias veces en la Torá.

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En cada lugar, nuevos detalles son añadidos.

Hashem advirtió a Aarón no subestimar la grandeza de la mitzvá de preparar la menorá. A causa
de su importancia, ella no era realizada toda de una vez. Cuando limpiaba la menorá en la mañana
el cohén limpiaba cinco lámparas, hacía una pausa con una avodá (servicio) diferente, y luego
limpiaba las dos lámparas restantes. De este modo, el acto de servicio se extendía y atraía la
atención del pueblo que visitaba la azará (patio del santuario).

Los Leviím Son Iniciados en el Servicio

Después de que los leviím fueron asignados a sus tareas, ellos no fueron autorizados a comenzar
el Servicio antes de ser sometidos a una ceremonia especial de dedicación que incluía su
purificación de tumat hamet, (impurificación por un cadáver). Hashem mandó a Moshé, “Lleva a los
leviím ante el Ohel Moed. Explícales que ellos son afortunados de haber sido escogidos como
sirvientes de Hashem.

“Cada leví es iniciado en la avodá con el siguiente procedimiento:

– Todo cabello sobre su cuerpo es afeitado.
– En el tercer y séptimo día de su purificación él es salpicado con las aguas de la pará
adumá (Vaca Roja) a fin de ser purificado de tumat hamet.
– Ofrenda sus Sacrificios de Inauguración.
– Es balanceado.

“Todo Kelal Israel estará presente mientras los leviím son balanceados, porque su Servicio expía
por la comunidad entera”. “Esta ceremonia de dedicación distinguirá a los levi-ím por sobre el resto
de Kelal Israel.”

En el tres de Nisán, de 2.449, Moshé consagró a los leviím. El los salpicó con las aguas
purificadoras de la pará adumá. Sus cuerpos fueron completamente afeitados, similar al afeitado
realizado al purificar a un leproso.

¿Por qué ellos eran afeitados como leprosos?
Los leviím sirvieron en lugar de los primogénitos quienes habían ofrendado sacrificios al Becerro
de Oro. Los ídolos son descriptos como “muertos” y uno que ofrenda a ellos como “ofrendando a
los muertos.” Los leprosos, también, son similares a personas muertas. De ahí que, los leviím que
sustituyeron a los idólatras primogénitos fueron clasificados como “personas muertas” y fueron
afeitados como leprosos.
Luego los leviím trajeron sus Sacrificios de Inauguración, un toro joven para un olá y un segundo
toro joven para una ofrenda jatat. El sacrificio jatat expió por la adoración de ídolos de los

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primogénitos, a quienes los leviím sustituyeron. Los leviím fueron llevados ante el ohel moed donde
Moshé había reunido al pueblo entero. Los judíos (de acuerdo con algunas opiniones, los
primogénitos) descansaron sus manos sobre las cabezas de los leviím (semijá).

Ellos realizaron semijá sobre los leviím lo mismo que sobre un korbán, a causa de que el Servicio
de los leviím expiaría a su favor lo mismo que los sacrificios alcanzan expiación para sus donantes.
Después de eso, Aarón, como representante de Benei Israel, alzó a cada leví individualmente,
balanceándolo arriba y abajo y atrás y adelante. En total, alzó 22.000 leviím en un día.

Esto demuestra la sorprendente fortaleza física de Aarón. La ceremonia de balanceo significaba
que Aarón había adquirido a los leviím para asistirlo en la avodá, de acuerdo con la ley judía de
que uno puede adquirir un objeto alzándolo. Después de eso, los leviím estaban puros y listos para
comenzar sus tareas como asistentes de los cohaním, como custodios, porteros, cantores en el
coro, y portadores del Mishkán.

Un leví se volvía un aprendiz en el Santuario a la edad de veinticinco. Estudiaba y se preparaba
por cinco años, y luego comenzaba el Servicio efectivo a la edad de treinta.

En el Mishkán, un leví se retiraba del trabajo pesado de acarrear a la edad de cincuenta. El
entonces efectuaba tareas más livianas, tales como cerrar los portales o cargar las carretas. En
el Beit Hamikdash, no obstante, podía continuar su Servicio aún después de la edad de cincuenta.
Dejaba el coro si su voz perdía resonancia a causa de su edad madura.

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Shelaj Lejá

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Resumen de la parashá
Los israelitas habían llegado a Kadesh, en el desierto de Parán. Doce representantes, uno por
cada tribu, fueron enviados por Moshé para explorar la tierra prometida de Canaán y volver con un
informe sobre las condiciones de la población, lugares de residencia y
suelo. Iehoshúa y Calev formaban parte de este grupo de meraglim (espías).

Los enviados cruzaron secretamente el paso montañoso del Néguev, en el sur de Canaán, y
atravesaron el país hasta el extremo norte. Regresaron al campamento luego de una ausencia de
cuarenta días, llevando con ellos grandes racimos de uvas, granadas e higos como evidencia de la
fertilidad de la tierra. Pero diez de los meraglim afirmaron que sería imposible para los b´nei Israel
conquistar Cannán. Ellos consideraban que las ciudades estaban demasiado fortificadas y que sus
habitantes eran muy poderoso. Iehoshúa y Calev no compartieron este informe pesimista y
aconsejaron que el pueblo marchara sobre Canaán. Los israelitas, sin embargo, se adhirieron al
informe de la mayoría y perdieron el ánimo, se alzaron en abierta rebelión, propusieron la elección
de un líder para conducirlos de regreso a Egipto, rehusaron escuchar los renovados ruegos
de Calev y Iehoshúa, y amenazaron con apedrearlos.

Hashem estaba colérico por esta falta de fe y expresó Su intención de destruir al pueblo y de
formar una nueva nación exclusivamente con descendientes de Moshé. Nuevamente, éste
intercedió exitosamente a favor de los israelitas, pero si bine logró evitar su aniquilación, los b´nei
Israel fueron condenados a deambular por el desierto durante cuarenta años, uno por cada día que
los meraglim habían investigado el país, hasta que todos los mayores de veinte años (con
excepción de Calev y Iehoshúa) hubieran muerto.

Entonces, los miembros de la nueva generación entrarían en la Tierra Prometida para ser testigos
del cumplimiento de la promesa hecha por D´s.

Los meraglim que habían presentado el informe negativo murieron a causa de una plaga repentina.
El pueblo comprendió tardíamente su error e intentó ir por su cuenta a Eretz Israel. Empero, sus
miembros ignoraron la advertencia de Moshé de que Hashem no estaba con ellos y fueron
totalmente derrotados por las tribus de Amalek y Canaán, que vivían en ese territorio.
Los israelitas recibieron la promesa de que sus descendientes poseerían Eretz Israel. El Señor loe
dijo a Moshé que dictara la Ley que entraría en vigor en ese tiempo: que las ofrendas de comida y
las ofrendas de bebida debían acompañar a la ofrenda de animales; que la parte de la masa
llamada jalá debía ser apartada para Hashem, y que si la congregación practicaba la idolatría por
error, debía expiar su culpa por medio de un sacrificio.

Mientras estaba en el desierto, el pueblo constató que un hombre profanaba Shabat. El transgresor
fue mantenido en custodia hasta que el Señor le declaró a Moshé que debía ser apedreado por la
congregación hasta morir.

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Bamidbar
Finalmente fue promulgada la ley que establece que deben usarse tzizit en las cuatro esquinas de
las vestimenta para recordar al pueblo la necesidad de observar los mandamientos divinos en todo
momento.

(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)

La Mitzvá de Fijar Tzitzit (Flecos Anudados) a Vestimentas de
Cuatro Esquinas

El Todopoderoso nos obsequió una mitzvá (mandamiento) que tiene el propósito de recordarnos
todas Sus otras mitzvot. Esa es la mitzvá de tzitzit.

¿Cuál es significado de la palabra tzitzit?

Tzitzit significa “flecos”. Ellos se refieren a hebras que deben ser hechas para el propósito explícito
de la mitzvá, anudadas de acuerdo con especificaciones halájicas, y fijadas a vestimentas de
cuatro esquinas.

El fin de los flecos es que un judío debe mirarlos, recordar a Hashem, y desistir de pecar.
¿Cómo ayudan los tzitzit a un judío a recordar sus obligaciones hacia el Todopoderoso?
Un apikoros preguntó a Rabí Biniamín, “¡¿Qué tonta costumbre observáis vosotros los judíos?!
¿Por qué colgáis sobre las esquinas de vuestras vestimentas ocho cuerdas anudadas?”
“Yo lo explicaré en una manera simple,” replicó Rabí Biniamín. “Nuestro maestro Moshé se quejó al
Todopoderoso que un hombre había profanado el Shabat porque en aquel día él no estaba usando
sus tefilín los cuales recuerdan a un judío del lazo entre Hashem y el pueblo judío. (En aquel
tiempo, los judíos usaban sus tefilín todo el día, excepto en Shabat, cuando uno no puede usarlos.)
Hashem por lo tanto dijo a Moshé, `Yo os daré a vosotros una mitzvá que es pertinente aún en
Shabat y en los Iamím Tovím. Ordena a cada judío fijar tzitzit, cuerdas anudadas, a sus
vestimentas a fin de recordar las mitzvot.”

“Vos véis que nosotros actuamos como aquellas personas que hacen nudos en sus pañuelos a fin
de recordar ciertas materias.”

Más aún, el Todopoderoso nos ordenó marcar nuestras vestimentas, al igual que un amo manda a
su esclavo anudar sus vestimentas como una señal de servidumbre.

Cada detalle de la mitzvá es diseñado para recordarnos que, como sirvientes del Todopoderoso,
nosotros estamos obligados a cumplir Sus mandamientos:

– Tzitzit son fijados a una esquina en cada una de las cuatro direcciones para recordarnos de

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Bamidbar
nuestra obligación dondequiera que nos volvemos. Más aún, los tzitzit representan dos testigos en
frente de una persona, y dos detrás de ella, que le advierten contra pecar.

– El valor numérico de la palabra tzitzit (en hebreo) es 600. Si nosotros agregamos a este número
sus 8 hebras y 5 nudos (en cada esquina), llegamos a 613, un recordatorio de las mitzvot.

– De las ocho hebras, una debe ser de lana y teñida azul (tejelet), con tintura conseguida de la
sangre de la criatura de mar jilazón. Esta hebra no puede ser coloreada con tintura azul obtenida
de ninguna otra fuente. La hebra azul en el tzitzit sugiere el Trono de Gloria Celestial en lo Alto.
Hoy nosotros no tenemos el jilazón.

Hashem lo ocultó de nosotros porque no somos dignos de asociarnos con el kisé hacabod (Trono
celestial), como fueron nuestros ancestros.


Benei Israel Solicitan que Moshé Envíe Espías a Eretz Israel
Benei Israel estaban ahora en Kadesh Barnea, al sudeste de Eretz Israel. Ellos sabían que en
breve ascenderían la montaña en la frontera de Eretz Israel.
Excitadamente empujándose uno al otro, se aproximaron a Moshé con una solicitud. La única
Tribu que no se unió a la multitud fue la Tribu de Leví.
"Mandemos espías delante de nosotros," peticionó el pueblo a Moshé, "para investigar la
Tierra. Ellos nos aconsejarán acerca de qué ruta tomar. También nos informarán cuáles
ciudades pueden ser conquistadas fácilmente, de modo que nosotros sabremos dónde atacar
primero."
Es obvio que ellos no necesitaban espías para reconocer la Tierra. La Nube de Gloria y
el Arón (arca) de Hashem viajaban al frente del pueblo. Preparaban el camino para ellos y los
dirigían adonde ir.
Benei Israel por consiguiente citaron varios argumentos a fin de convencer a Moshé de la
necesidad de exploradores.

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Bamidbar
"Hashem prometió traernos a una Tierra llena con cosas todas buenas y preciadas," le dijeron.
"Antes de nuestro arribo, los canaaním seguramente ocultarán todos sus objetos preciados.
Por consiguiente, es una buena idea enviar agentes secretos delante de nosotros para
observar a los habitantes e investigar sus lugares de escondite."
Benei Israel incluso citaron una razón halájica para su solicitud. "Tú nos enseñaste, Moshé," le
dijeron ellos, "que si nosotros capturamos imágenes idólatras de no- judíos, estamos
obligados a destruir solamente aquéllas que ellos adoran activamente, mas no ídolos que no
son usados. Eretz Canaán (nombre antiguo de Israel) está llena de objetos idólatras.
Enviemos espías ahora para asegurarnos qué ídolos los canaanitas adoran. Entonces
sabremos cuáles debemos destruir".
"Más aún, Hashem prometió expulsar a los habitantes de Eretz Canaán poco a
poco (Shemot 23:20). Nosotros debemos decidir qué ciudades deberían ser atacadas y
conquistadas primero".
"Los Espías averiguarán también el lenguaje nativo. (Si sabemos su lenguaje, podemos ser
entrenados para espiarlos durante la guerra para descubrir su estrategia.)"
Benei Israel realmente deseaban enviar espías porque dos dudas se escondían en sus
mentes:
1. A pesar de que Hashem les había asegurado que Eretz Israel era una buena Tierra, nadie
en aquella generación la había visto alguna vez. Ellos no estaban convencidos de que la
Tierra era suficientemente especial para justificar pelear una guerra importante (la guerra en el
tiempo de Iehoshúa duró siete años). Benei Israel querían confirmación por el reporte de
testigos oculares de que la Tierra Prometida era de hecho muy buena.
2. Comparado a los numerosos y bien entrenados ejércitos de las siete naciones que
habitaban Eretz Canaán, Benei Israel constaban de sólo un puñado de inexpertos peleadores.
¿Cómo podían ellos osar enfrentar a tal terrible enemigo en terreno desconocido, sin

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conocimiento exacto de sus números, la fuerza de su ejército, y los otros detalles relevantes
para combate?
Desde nuestro punto de vista, la actitud de Benei Israel era ciertamente entendible.
No obstante, el Todopoderoso condenó su falta de emuná (fe) en Su palabra, proclamando
por consiguiente que aquella generación no entraría a Eretz Israel. El episodio íntegro está
ilustrado por la siguiente parábola:
El príncipe había llegado a la mayoría de edad. Una novia adecuada debía ser encontrada. Su
padre escogió para él una muchacha a quien había seleccionado cuidadosamente de todas
aquéllas que eran elegibles.
"Yo tengo una muchacha maravillosa para ti," informó a su hijo. "Ella es sabia, hermosa,
instruida, y de noble linaje. Posee todas las cualidades que alguien podría desear."
El hijo no estaba convencido. "Déjame conocerla," le dijo a su padre, "para verla yo mismo."
El rey se irritó grandemente de que su hijo no confiara en él. "Si yo rehuso su solicitud," pensó,
"él asumirá que ella es fea. Por consiguiente le permitiré conocerla, para que pueda
convencerse de que es verdaderamente hermosa. No obstante, dado que no me creyó, no lo
dejaré casarla. Reservaré esta muchacha para su hijo, en cambio."
Similarmente, Hashem ahora decidió que la generación que desconfió de Su palabra no era
digna de entrar a Eretz Israel. (Su decreto incluyó aún a aquellos judíos que más tarde no
aceptaron la calumnia de los Espías. Ellos, también, pecaron demandando Espías.) Porque la
Tribu de Leví, sin embargo, no solicitó Espías, y ningún espía fue enviado de esta Tribu,
los leviím ciertamente entraron a la Tierra.
Cuando Moshé escuchó la solicitud del pueblo, él replicó, "Yo nunca doy un paso antes de
consultar a la Shejiná. Accederé sólo si Hashem ratifica vuestro plan."

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Moshé preguntó al Todopoderoso, "¿Consientes en enviar Espías a Eretz Canaán?"
"Si tú lo deseas," replicó Hashem, "Yo no te impediré. No obstante, envía Espías por ti mismo,
Moshé; no por Mí. Yo no estoy envuelto en este proyecto."
Cuando el propietario de un viñedo vio que la vendimia estaba produciendo bien y que las
uvas de estación producirían delicioso vino dulce, ordenó a sus trabajadores, "¡Traed todas las
uvas a mi bodega!"
Otra vez, no obstante, cuando probó unas uvas de estación diferentes, él se dio cuenta de que
ellas producirían vino ácido. Por consiguiente dijo a sus trabajadores, "¡Vosotros podéis llevar
todas estas uvas a vuestras propias bodegas!"
Similarmente, Hashem previo que los Espías se volverían ácidos; por lo tanto, El no usó la
frase "Envía Espías por Mí" (como El dijo, por ejemplo, "congrega por Mí setenta hombres;
trae a los leviím a Mí") En vez, El concedió con las palabras, "Envía Espías por tí mismo."El
así indicaba que estaba descontento con el plan.
Viendo que Hashem concedió sólo a regañadientes, ¿por qué Moshé no imploró a los judíos
abandonar su plan?
Moshé estaba todavía en un estado de shock por la tzaraat (tipo de lepra) que le había
sobrevenido recientemente a su hermana. El careció de su usual claridad de mente para
comprender completamente la significación de la réplica de Hashem.
A pesar de que Hashem sabía que los Espías fracasarían en su misión y acarrearían castigo a
la generación entera, El no les prohibió viajar a Eretz Israel por varias razones. Entre ellas:
1. Si El rehusara la solicitud de Benei Israel, ellos podrían asumir que la Tierra no era
verdaderamente tan buena como El había prometido. El jilul Hashem (profanación del nombre
de Di's) de creer que el Todopoderoso los había engañado era peor que el eventual castigo de
la generación.

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Bamidbar
2. A pesar de que el Todopoderoso prevé todos los eventos futuros, El concede a cada
persona libre elección. A pesar de que la demanda de Kelal Israel por Espías era equivocada,
los Espías tenían la opción de traer de regreso un buen reporte y convertir su misión en un
éxito.
De hecho, Moshé consultó con Hashem concerniente a cada uno de los espías, acerca de si
él era un tzadik (justo), y Hashem confirmó acerca de cada uno, "El es un individuo digno."
Los doce hombres que fueron seleccionados eran los doce mejores de Kelal Israel.
Cuando Moshé informó a los judíos que Hashem accedió a la empresa, esperaba que Benei
Israel replicarían que ellos no necesitaban Espías. Después de todo, el hecho de que el
permiso fue concedido significaba que Eretz Israel debía ser una buena Tierra. No obstante, el
pueblo no reconsideró su solicitud.

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Koraj

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Resumen de la Parasha
Un grupo de leviim bajo la dirección de Koraj, y otro de reuvenitas bajo el mando de Datán, Aviram
y On encabezaron una revuelta contra Moshé y Aharón. En esta rebelión participaron doscientos
cincuenta miembros prominentes de la congregación. La rebelión de Koráj estaba basada en el
reclamo de que él debía haber sido designado nasí (dirigente) de la tribu de Leví. Datán y sus
asociados reclamaban el derecho de liderazgo basado en su descendencia de Reuvén, el hijo
mayor de Iaakov.

Moshé desafió a Kóraj y sus seguidores a aparecer al día siguiente para enfrentárselo. Después de
advertir al pueblo que se mantuviera lejos de Kóraj y su grupo, Moshé anunció el método por
medio del cual Hashem indicaría Su elección de los líderes. Si los rebeldes morían muerte natural,
ello sería evidencia de que Moshé estaba equivocado, pero si eran tragados vivos por la tierra, el
liderazgo de Moshé quedaría confirmado.

Tan pronto como Moshé terminó de hablar, Koráj y sus compañeros, como así también sus bienes,
fueron tragados vivos por la tierra. El resto del pueblo huyó aterrorizado.
Los sobrevivientes comenzaron a murmurar contra Moshé, responsabilizándolo de la muerte de
Kóraj y sus partidarios. A su turno, ellos fueron castigados por medio de una plaga que mató a
otras catorce mil setecientas personas. Fue sólo cuando Aharon caminó entre la gente con un
recipiente de incienso (siguiendo instrucciones de Moshé) que la plaga cesó.

Moshé ordenó luego al príncipe de cada tribu que llevara un bastón con su nombre al Ohel Moed.
Estos bastones, junto con el de la tribu de Leví que tenía el nombre de Aharón, fueron colocados
delante del Arca.

A la mañana siguiente, sólo el bastón de Aharón había producido brotes, flores y almendras. Esta
fue la prueba indiscutible de que D’s había elegido a Aharón para el ser Cohén Gadol (sumo
sacerdote). El bastón de Aharón fue conservado en el frente del Arca como una advertencia a las
futuras generaciones para que nunca cuestionaran el derecho del linaje de Aharón a
la kehuná (sacerdocio).

Puesto que los cohanim y levvím no tenían un territorio específico de la Tierra Prometida, serían
mantenidos por contribuciones del pueblo. El cohén recibiría provisiones como
los bicurim (primeros futos), el pidion B’jorim (rescate de los primogénitos), la t’rumá (parte de la
producción de cada persona) y varias ofrendas.

El leví recibiría maaser rishón (un décimo de la producción de cada persona), del cual tendría que
apartar una porción para el cohén.

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Bamidbar
(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)
Koraj se ofende al no ser Seleccionado para un Alto Oficio
Koraj ben Itzhar, un hombre de la Tribu de Leví, estaba profundamente ofendido de que
Moshé no le hubiera asignado una prominente posición comunal.
Koraj pensaba, "Mi mazal (destino) indica que yo he nacido para grandeza. ¿Por qué razón mi
abuelo llamó a mi padre Itzhar/aceite? Debe haber previsto que al igual que el aceite siempre
flota hacia la superficie, así también mi padre engendraría hijos superiores merecedores de
ungimiento con el sagrado shemen hamishjá para posiciones de kehunáo realeza.
"Ahora, ¿quién es destinado sino yo, el más grande de los hijos de Itzhar y el más calificado
para alto oficio?"
Verdaderamente, Koraj combinaba cualidades superiores las cuales pocas personas podían
igualar:
□ Primero, su linaje era ilustre. Su antepasado fue Kehat, y su familia, los Benei Kehat, era la
más importante de las familias Levitas. Koraj era un primo hermano de Moshé y Aarón.
□ El había sido escogido como uno de los portadores del arón (arca).
□ Más aún, Koraj era un hombre muy inteligente e instruido.
□ El previó con ruaj hakodesh (inspiración divina) que sus descendientes incluirían al famoso
profeta Shemuel, así como también a catorce grupos de leviím quienes profetizarían con ruaj
hakodesh.
Dijo Koraj, "Estoy destinado a ser la fuente de toda esta grandeza. ¿Cómo puede ser que yo
mismo no alcance un rango de especial importancia?"

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
El conocimiento previo de su gran progenie fortificó su creencia en el exitoso resultado de una
revuelta contra Moshé. (El no se dio cuenta de que sería destruido, y que sus hijos
sobrevivientes darían a luz a estos grandes descendientes.)
□ Por sobre todo, Koraj estaba seguro de sí mismo a causa de su fabulosa riqueza. El se
consideró a sí mismo favorecido por Hashem, y por consiguiente con derecho a contender
contra Moshé, porque, "Un hombre rico habla con descaro" (Mishlé 18:23).
¿Cómo se volvió rico Koraj?
Los otros miembros de la Tribu de Leví vivían en pobreza. Ellos no habían transportado oro o
plata de Egipto. El mandato de Moshé de que todo judío despojara de dinero y vasijas a los
egipcios se refería sólo a aquellas Tribus que habían realizado labor esclava. Dado que
los leviím no habían trabajado para los egipcios (sino fueron libres y estudiaron Torá), ellos no
recibieron dinero en recompensa en el Éxodo. En el Iam Suf, los leviím seabstuvieron de
tomar los despojos de Egipto porque ellos no atribuían valor a las posesiones mundanas.
Estaban totalmente inmersos en el estudio de Torá. Por todos los años del desierto,
los leviím vivieron sin medios, dedicándose puramente a inquietudes espirituales.
Sólo Koraj estaba hambriento de dinero. En Egipto, él había sido tesorero del Faraón. Había
esperado que los judíos permanecieran en Egipto después de la redención, y él entonces se
volvería el propietario del tesoro real. Hashem, quien conduce a cada persona en la vida a lo
largo de la senda que ella desea ser conducida, satisfizo el anhelo de dinero de Koraj
dejándole descubrir una parte del tesoro que Iosef había ocultado en las arcas reales. Este
descubrimiento hizo a Koraj una de las más ricas personas que jamás vivieron. No obstante,
dado que él malempleó su fortuna para rebelarse contra la Torá, fue castigado mida-
kenegued- mida (medida por medida). Ningún rastro de su fortuna quedó. Ella desapareció
junto con él en la tierra.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
A pesar de sus muchas distinciones, Koraj no hubiera osado oponerse a Moshé, de no haber
sido por su esposa. La esposa de Koraj infló el ego de su marido y repetidamente le aseguró
que él estaba a la par de Moshé y Aarón. Para su mala fortuna, Koraj escuchó a su esposa.
Hubo dos personas extremadamente ricas, una judía y una gentil, quienes escucharon a sus
esposas, fueron destruidas, y perdieron sus fortunas. El judío fue Koraj, cuya esposa lo inspiró
a rebelarse contra Moshé. El no- judío fue Hamán, quien escuchó a su esposa para erigir una
horca de cincuenta amot (aprox. 25 mts.) de alto para Mordejai. El no comprendió que estaba
preparando la horca para sí mismo.
El orgullo de Koraj estaba profundamente herido pues Moshé aparentemente había ignorado
cuando seleccionó los varios dignatarios; él no había designado a Koraj para ninguna función
sobresaliente en la comunidad.
"Es totalmente injusto," pensó el mortificado Koraj, "que Moshé no me escogiera como nasí
(lider) sobre la familia de Kehat. Era claramente mi derecho ser escogido. Yo soy el
primogénito del segundo de los hijos de Kehat, Itzhar. En cambio, él confirió este oficio a mi
primo más joven, Elitzafán ben Uziel (Bamidbar 3:30).
"Mi abuelo Kehat tuvo cuatro hijos, Amram, Itzhar, Jebrón, y Uziel. Los dos hijos de Amram,
Moshé y Aarón, se volvieron respectivamente un rey y un sumo sacerdote. El nieto de Amram,
Elazar, fue nombrado cohén, mientras yo no lo fui, a pesar de que soy ciertamente al menos
su igual. (Koraj calculó que aún el valor numérico de su nombre, mp, era el mismo que el valor
numérico de Elazar, 308) ¿Por qué debería Elazar haber sido nombrado cohén, cuando yo no
lo fui?"
"No puedo creer que Hashem ordenara a Moshé distribuir los oficios tan injustamente. Más
bien, Moshé debe haber hecho así por su propia elección. ¿Quién dice que cada uno de sus
actos es dictado por Hashem, como él afirma?"

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Bamidbar
Koraj, un hombre sabio, perdió su sabiduría y razón porque estaba consumido de deseo por
gloria y por envidia de aquellos quienes, como él lo veía, eran sus iguales y habían alcanzado
rangos más altos que él. Su declaración de que Moshé había distribuido los oficios sin un
mandato Divino era apikorosut. Koraj así se causó ser calificado como uno de aquellos que
"desprecia la palabra de Hashem." Eventualmente, Koraj fue tan lejos hasta afirmar que
Moshé había inventado todas las mitzvot (mandamientos).
La envidia de Koraj ardió en su corazón por un largo tiempo. Era el objeto de muchas
conversaciones entre él y su esposa. Una de éstas tuvo lugar cuando retornó de la ceremonia
de purificación de los leuiím (Bamidbar 8:5-14), rasurado al punto de estar irreconocible.
La esposa de Koraj exclamó, "¡Yo no te reconocí! ¿Quién te desfiguró así?"
"Esta fue la acción de Moshé," replicó Koraj. "Más que eso; ¡primero Moshé y luego Aarón me
alzaron y me balancearon hacia arriba y abajo! ¡Qué desgracia! Luego Moshé me dijo que
ahora estoy puro porque pasé el proceso de purificación de los leuiím."
Koraj se mofó de la ceremonia de purificación dado que sabía que él no se había vuelto "más
puro" sino, por el contrario, sentía un deseo intensificado de rebelarse en contra y blasfemar
de las mitzvot. (En realidad, Torá y mitzvot son un elixir para aquellos que desean purificarse,
pero veneno para aquellos que buscan corromperse.)
La esposa de Koraj: "¡Ridículo! Tú ves cómo Moshé te odia. El tramó la idea de afeitarte a fin
de hacerte lucir ridículo."
Koraj: "Tú no puedes decir así, porque Moshé después hizo lo mismo a sus propios hijos."
La esposa de Koraj: "¿Qué le importa, mientras él pueda degradarte?"
Después de eso, Koraj incitó al pueblo contra Moshé y ganó unos pocos seguidores. No
obstante, no osó desafiar a Moshé abiertamente. El pueblo entero admiraba a Moshé y
hubiera asesinado a Koraj por sugerir una rebelión contra su querido líder.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Ahora, en el segundo año en el desierto, después del incidente de los Espías, Koraj sintió que
había llegado el tiempo para la rebelión. Muchas muertes habían ocurrido; judíos habían
perecido en Taverá y en Kivrot Hataavá. Por sobre todo, el pueblo estaba deprimido pues
todos los hombres que habían salido de Egipto perecerían en el desierto. Moshé había sido
incapaz de impedir este decreto con su tefilá (plegaria), y su anterior popularidad había
decaído. Muchos judíos pensaban en sus corazones que bajo el liderazgo de Moshé ellos
habían sufrido muchas desgracias. Koraj creyó que él podía ahora ganar seguidores.
Un día, cuando retornó del Beit Hamidrash (casa de estudio), su esposa lo inspiró con una
idea para empezar una discusión con Moshé.
La esposa de Koraj: "¿Qué halajá (ley judía) les enseñó Moshé a ustedes hoy en el Beit
Hamidrash?"
Koraj: "El nos enseñó las leyes de tzitzit, vestir cuerdas anudadas, de las cuales una
es tejelet?"
La esposa de Koraj: "¿Qué es tejelet?"
Koraj: "Moshé dijo, Tijad cuerdas a vuestras vestimentas de las cuales una debe ser de lana
azul, teñida con la sangre de la criatura jilazón."'
La esposa de Koraj: "Ve, qué tontas leyes les enseña a ustedes. ¿Por qué deberías tener sólo
una cuerda tejelet fijada a tu vestimenta? Yo puedo hacerte una vestimenta que sea
completamente tejelet."
Esto proveyó a Koraj de una idea para oponerse a Moshé.
El Bastón de Levi Florece y Demuestra la Selección de esta Tribu
y la Kehuná de Aarón

Después de que la tierra tragó a Koraj, Datán, y Avirám, fue claro, más allá de cualquier duda que
Moshé era el líder Divinamente escogido.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar

El nombramiento Divino de Aarón como un sumo sacerdote, también, se manifestó cuando los
doscientos cincuenta hombres, quienes disputaron su posición, fueron quemados vivos.

No obstante, algunas personas continuaron insistiendo que Moshé no debería haber descalificado
a los primogénitos de realizar la avodá, asignando el Servicio a los leviím en su lugar. Ellos
deseaban que todas las Tribus participaran en el Servicio por medio de sus primogénitos. Hashem
por consiguiente realizó un milagro que claramente demostró Su elección de la Tribu de Leví, y así
puso fin a estos reclamos. El milagro también reafirmó la Divina elección de Aarón como Cohén
Gadol.

Hashem ordenó a Moshé, “Toma doce varas. Sobre cada una, inscribe el nombre del nasí (líder)
de una Tribu. Sobre la vara de Levi, inscribe el nombre de Aarón.

“Coloca las varas toda la noche en el Ohel Moed. El bastón de la Tribu escogida para Mi Servicio
milagrosamente florecerá.”

A fin de impedir posibles reclamos de que una vara contenía más humedad que el resto, y por
consiguiente ella floreció, Moshé cortó doce varas idénticas de un gran leño. El ordenó a
cada nasí marcar su nombre sobre una.

Moshé colocó las varas en el Ohel Moed, con la vara de Aarón en el centro, de modo que nadie
afirmara, “El bastón de Aarón brotó porque él descansaba en el lado que está más próximo a
la Shejiná (Divinidad).”132

Cuando Moshé entró al Mishkán a la mañana siguiente, la vara de Aarón estaba florecida con
hojas, capullos, y almendras. (Este milagro contenía otro dentro de él, porque los capullos no
cayeron después de que la fruta apareció, como es usualmente el caso.) Más aún, el Nombre de
Cuatro Letras de Hashem fue milagrosamente grabado sobre la vara de Aarón como estaba
grabado sobre el tzitz (vincha) del Cohén Gadol. Esto demostraba que Aarón fue escogido como el
Sumo Sacerdote, el que lleva el tzitz.

¿Por qué la vara de Aarón floreció?
Este milagro indicaba la presencia de la Shejiná, que imbuye aún a objetos inanimados de vida y
les causa brotar. Almendras, en conexión con una profecía o milagro, simbolizan que el
Todopoderoso causará Su decreto de prisa. Hashem insinuaba que cualquiera usurpador de
la kehuná sería instantáneamente castigado

Esto fue demostrado en el caso del Rey Uziahu. Cuando él entró al Beit Hamikdash (Sagrado
Templo de Jerusalen) para realizar el Servicio sacerdotal, fue inmediatamente afligido
con tzaraat (tipo de lepra).

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Finalmente, después de la entera serie de señales y milagros, todos los judíos fueron convencidos
de que la profecía de Moshé era cierta en todos los detalles.
El bastón de Aarón nunca se marchitó; su tallo, capullos, y almendras permanecieron siempre
verdes. Hashem ordenó a Moshé colocarlo cerca del arón como un testimonio para generaciones
futuras de que, de todas las Tribus, Leví fue escogida para ambas: kehuná y leviá.
Los reyes judíos fueron encargados de preservar la vara de Aarón. Antes de la destrucción del
primer Beit Hamikdash, el rey Ioshiahu la ocultó junto con los otros objetos testimoniales y santas
vasijas.

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Jukat

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Resumen de la parashá
Una ceremonia especial de purificación fue establecida para aquellos que habían tocado un
cadáver o habían estado bajo el mismo techo. Como parte de los ritos fue sacrificada una pará
adumá (vaca roja) sin defectos fuera del campamento, y quemada junto con madera de cedro,
hisopo y un hilo escarlata. Sus cenizas fueron mezcladas con agua de una corriente y salpicadas
sobre la persona impura en el tercero y el séptimo día de su impureza. Al finalizar este último,
después de haberse lavado las ropas y sumergido en un mikvé, la persona afectada podía
participar nuevamente en el culto del Santuario.

Durante treinta y ocho años los israelitas erraron por el desierto y en ese tiempo murieron todos los
miembros de la generación mayor de entre veinte y sesenta años, con excepción de Iehoshua y
Calev. A comienzos del cuadragésimo año del éxodo, el resto de la población regresó a Kadesh.
Fue allí donde murió Miriam, la hermana de Moshé y Aharón.

A su muerte dejó de fluir el agua del pozo que había acompañado milagrosamente a los israelitas.
El pueblo comenzó a murmurar nuevamente contra Moshé por la falta de agua. Hashem dijo a
Moshé y Aharón que le hablaran a cierta roca, de la cual fluiría agua suficiente para satisfacer a
todos. Pero Moshé estaba tan disgustado por la constante falta de respeto del pueblo que golpeó
impacientemente la roca en lugar de hablarle. Por no haber cumplido las instrucciones de D´s y
haberlo deshonrado delante del pueblo, no se permitió a ninguno de los dos hermanos entrar en
Tierra Santa.

Se instruyó entonces a la gente a fin de que se preparara para las etapas finales de su largo viaje.
La única ruta disponible para ellos se extendía a traves de la tierra de Edom, al sur del Mar muerto.
Moshé envió mensajeros al rey de Edom solicitando permiso para atravesar su territorio y
ofreciendo pagar por el agua que el pueblo y el ganado pudieran beber. El rey no sólo se rehusó,
sino que además les obstruyó el paso ubicando una fuerza armada. En consecuencia, los israelitas
se vieron obligados a hacer un rodeo por el camino de las fronteras sureñas de Edom. Cuando la
congregación llegó al monte Hor, Aharón murió y fue sepultado allí. Moshé designó a su hijo Elazar
como Cohén Gadol (sumo sacerdote)

Después de rechazar exitosamente un ataque del rey canaanita de Arad, los fatigados israelitas se
quejaron amargamente de la falta de agua y alimento. Consiguientemente, fueron castigados con
una plaga causada por las mordeduras fatales de feroces serpientes. Cuando el pueblo admitió su
error, Moshé ubicó una serpiente de bronce sobre una vara. Quienquiera que la mirara se curaría.
La congregación que había deambulado por el sur, el este y luego el norte, pasando por las tierras
de Edom y Moav, se detuvo cuando llegó al río Arnón, la frontera entre Moav al sur y Emor al norte.
Sijón, rey de Emor, no quiso permitir que los israelitas pasaran por su tierra y lanzó su ejército
contra ellos. Empero, con la ayuda de Hashem, la batalla terminó con la derrota total de los
emoritas. Volviendo hacia el norte, a las fértiles tierras de Guilad y Bashán, los israelitas derrotaron

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la resistencia de Og, rey de Bashán, y tomaron posesión de su territorio. La tierra al este del
Jordán había sido conquistada y los israelitas acamparon finalmente en la frontera de Moav, frente
a Jericó.

(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)


Todas las Leyes de la Torá están Más Allá de nuestro
Entendimiento

Generalmente, las mitzvot (mandamientos) de la Torá pertenecen
a una de tres categorías:
□ Testimonios: Si una mitzvá testifica un evento histórico o algún aspecto de nuestra emuná
(fe), es llamada, testimonio. Ejemplos son la mitzvá deobservar Shabat, la cual atestigua
nuestra creencia en que el Todopoderoso creó el mundo en seis días; observar los iamím
tovím (festividades), porque ellos conmemoran ietziat Mitzraim (éxodo de Egipto); las mitzvot
de tzitzit y tefilín (filacterias), las cuales demuestran nuestra creencia en la soberanía de
Hashem.
□ Leyes Civiles: "Mishpatím" son leyes Divinas que protejen la seguridad y supervivencia de la
sociedad humana. Ellas incluyen, por ejemplo, la prohibición de robo y asesinato.
□ Ordenanzas Divinas: En la categoría de jok (plural, "jukím") caen aquellas mitzvot cuyo
propósito o significado no son necesariamente entendidos por la inteligencia humana.
Hay numerosos ejemplos de jukím, pero el Midrash enumera cuatro acerca de los cuales la
Torá declara explícitamente, "Es un jok." Dado que ellos contienen elementos aparentemente
contradictorios, están expuestos a ser ridiculizados por el pensador racional. La Torá por
consiguiente aconseja al judío decirse a sí mismo, "Es un jok; yo no tengo derecho a
cuestionarlo." Los cuatro son:

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
1. Ibúm: Un judío que desposa a la esposa de su hermano en vida de su hermano o aún
después de la muerte del último, incurre en la penalidad de caret, siempre que su hermano
tuviera hijos.
Pero si la viuda de su hermano no tiene hijos, es una mitzvá casarla (ibúm).
Dado que la lógica puede encontrar este cambio de posición difícil de aceptar,
el pasukenfatiza, "Y vosotros guardaréis Mis jukím" (Vaikrá 18:26).
2. Shaatnez: La Torá prohibe el uso de una vestimenta que contiene una mezcla de lana y
lino. No obstante, es permisible usar una vestimenta de lino a la cual tzitzit de lana son fijados.
Para que nosotros no cuestionemos esta excepción, la Torá declara concerniente a
la mitzvá de shaatnez, "Vos mantendréis Mis jukím" (Vaikrá 19:19).
3. Seir LaAzazel / El macho cabrío a Azazel: enviado a la muerte como parte del Servicio de
Iom Kipur, purificaba a Klal Israel de sus pecados mientras impurificaba al agente que lo
llevaba. Esta ley es por consiguiente llamada "un jok eterno" (Vaikrá 16:29).
4. Pará Adumá / La Vaca Roja: Las cenizas de la para adumá purifican a un judío que
está tamé (impuro), mientras vuelven tamé a todo el que se involucra en la preparación.
Dado que esto también desafía la lógica, la Torá presenta el tema con las palabras, "Este es
el jok de la Torá" (19:2); nosotros debemos aceptar la mitzvá como una ordenanza Divina.
No obstante, jukím no son "leyes sin razón"; más bien, su lógica es Divina. Los más grandes
de entre nuestro pueblo pudieron comprender algunas de ellas.
Así, la racionalidad tras las leyes de la pará adumá le fue Divinamente revelada a Moshé.
Por otra parte, el Rey Shlomó, quien investigó las razones tras las mitzvot y encontró
explicaciones para todas, manifestó que esta mitzvá era incomprensible.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Shlomó descubrió por qué para las bestias el shojet (el que faena ritualmente) debe cortar la
tráquea y el esófago, mientras para las aves cortando sólo uno de estos órganos basta, y el
pescado no necesita ser ritualmente sacrificado en absoluto. No obstante, él confesó, "Yo
pensé que alcanzaría sabiduría, pero ella (el entendimiento de la mitzvá de pará adumá) está
lejos de mí" (Kohelet 7:23).
Para apreciar completamente sus palabras, exploremos el alcance y profundidad del
conocimiento de Shlomó:
"Y Di-s dio a Shlomó muchísima sabiduría y entendimiento y amplitud de conocimiento como
la arena que está a la orilla del mar" (I Melajím 5:9).
Este versículo implica que la sabiduría de Shlomó era equivalente a la sabiduría colectiva del
pueblo judío que era "tantos como la arena a la orilla del mar." La capacidad de su intelecto
era superior a aquélla de toda otra persona, y por consiguiente él podía entender lo que
estaba en la mente de cada uno. Consecuentemente, su juicio era verdadero en casos donde
los hechos eran oscuros, como se enseña en la siguiente historia:
Tres mercaderes judíos estaban en su viaje juntos cuando Shabat llegó. Ellos decidieron
enterrar su dinero en un cierto lugar, descansar hasta después de Shabat, desenterrarlo, y
continuar su camino.
En la oscuridad de la noche, mientras sus compañeros dormían, uno de ellos se aproximó al
lugar del escondite sigilosamente, desenterró el dinero, y lo ocultó en otra parte.
Buscando su dinero después de Shabat, los mercaderes se dieron cuenta de que él había
desaparecido. Dado que nadie más sabía del lugar secreto de escondite, uno de ellos debía
haber robado el tesoro. ¿Pero cuál? Cada uno acusó al vecino, diciendo, "¡Sois el ladrón!"
Incapaces para determinar cuál de ellos era culpable, decidieron viajar a Ierushalaim para
someter el caso a Shlomó.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Shlomó escuchó cuidadosamente su narración y les ordenó retornar al día siguiente. Cuando
ellos retornaron a la corte, el
rey declaró, "Yo sé que vosotros sóis astutos mercaderes. Antes de juzgar vuestro caso,
deseo oír vuestra opinión sobre un problema diferente que me fue presentado."
Los tres escucharon atentamente mientras Shlomó relataba el siguiente incidente: "Un
muchacho y una muchacha crecieron en la misma vecindad y se prometieron mutuamente no
desposar a nadie sin el consentimiento del otro. Más tarde, ellos se mudaron y se perdieron de
vista uno al otro. Cuando la muchacha llego a una edad casadera, se comprometió con un
hombre joven en su nueva ciudad. No obstante, ella no se había olvidado de su promesa de la
infancia. Cuando el tiempo de la boda se acercó, vendió sus pertenencias personales a fin de
recaudar efectivo y salió en un largo viaje a su ciudad natal para buscar a su anterior vecino.
Ella viajó a su ciudad, lo encontró, y explicó que era la novia de algún otro. Solicitó que él la
liberara y en cambio aceptara el dinero que ella había recaudado.
"El hombre joven apreció las penas que ella había sobrellevado para ser leal a su promesa. A
pesar de que lo encontró difícil, le dijo que estaba libre para casarse con su novio. El declinó el
dinero que ella le ofreció, y ella partió en paz.
"El solitario viaje de retorno fue tan peligroso para la joven muchacha lo mismo que había sido
su viaje fuera del hogar. Al viajar por una vecindad desierta, un anciano se arrojó sobre ella
desde detrás de un arbusto, le robó su dinero, y amenazó que la maltrataría para su propio
placer.
Por favor escuchadme,' le suplicó la muchacha, 'vos sois un anciano; ¿por qué os acarrearíais
esta pavorosa culpa poco antes de ser convocado ante el Juez Eterno? Tomad mi dinero, pero
permitidme retornar a mi novio sin sufrir abuso.' Ella le relató su historia, y concluyó, "Mi amigo
de la infancia ciertamente tuvo más dificultad en liberarme que la que vos tenéis; él es

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
joven, y alegaba un derecho hacia mí. Vos, un anciano, deberíais aprender de él a controlaros
vos mismo.'
"El ladrón fue conmovido por su narración. No le hizo daño y restituyó su dinero".
"Ahora," concluyó Shlomó, "un poderoso rey me ha planteado la siguiente pregunta: ¿Quién
es el verdadero héroe de la historia - la muchacha, el hombre joven, o el ladrón? Deseo oir
vuestro parecer sobre la materia."
"La muchacha es extraordinaria," replicó el primer mercader.
"¡Imagináos, emprender un largo y peligroso viaje sólo para cumplir su promesa!"
"Yo admiro al hombre joven," observó el segundo. "El actuó noble y desinteresadamente."
"La acción del ladrón es de lo más sorprendente," comentó el tercer mercader. "Después de
tener en su posesión a ambos la muchacha y el dinero, ¡él no sólo liberó a la muchacha sino
incluso retornó el dinero!"
"¡Aprendédlo!" gritó Shlomó. "Todo lo que él piensa es dinero. Aún escuchando este relato, en
su corazón él deseó el dinero de la muchacha. Cuando tuvo una oportunidad de tomar dinero
para sí, ¡él ciertamente lo hizo! ¡Arrestádlo y azotadlo!"
El mercader fue apresado, e inmediatamente confesó su culpa.
Shlomó fue competente en todas las ciencias, sobrepasando a sus antepasados.
Por ejemplo, su conocimiento de animales fue más grande que aquél de Adám, quien había
nombrado a cada especie de acuerdo con sus características esenciales.
Su entendimiento de astronomía sobrepasó a aquél de Abraham, un maestro en aquella
ciencia.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Su pericia en asuntos de estado excedió a aquélla de Iosef, él mismo un hábil legislador. El
fue también un mejor lingüista que Iosef, que hablaba setenta lenguas.
Shlomó eclipsó a los reyes y naciones de su tiempo en todas las ramas de la ciencia. A pesar
de que los reyes egipcios estaban orgullosos de su conocimiento de astrología, la
competencia de Shlomó fue superior, como se ejemplifica en el siguiente incidente:
Cuando Shlomó estaba a punto de construir el Beit Hamikdash (Sagrado Templo de
Jerusalen), pidió al rey egipcio, Faraón Nejó, enviarle artesanos.
El Faraón solicitó a sus astrólogos adivinar cuáles de sus subditos estaban destinados a morir
aquel año. Subsecuentemente envió a Shlomó una dotación de desdichados trabajadores.
No obstante, tan pronto como los artesanos de Egipto arribaron, Shlomó se dio cuenta de su
secreto. El ordenó que les fueran entregadas mortajas blancas y se los enviara de regreso a
su tierra natal con un mensaje al Faraón Nejó: "Aparentemente, vos carecéis de mortajas para
enterrar a vuestros muertos. Yo estoy por tanto enviándoos algunas para vuestros
trabajadores."
La sabiduría de Torá de Shlomó era inmensa. Sobrepasaba a aquélla de la generación entera
del desierto, conocida como "la Generación del Conocimiento." El sabía detalles de Torá que
incluso Moshé no conocía.
La grandeza de Shlomó en Torá es evidente en los tres maravillosos y santos Libros de los
que él fue autor con ruaj hakodesh (inspiración divina)- Kohelet, Mishlé, y Shir Hashirim -que
fueron incluidos en el Tanaj. (También compuso algunos de los salmos del Tehilím.)
El hizo querida la Torá al pueblo, porque pudo ilustrar el significado de cada halajá con mas de
3000 parábolas, y citar 1005 diferentes razones para cualquier ordenanza Rabínica.

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Bamidbar
Cuan profunda, pues, es la mitzvá de para adumá, si Shlomó, el más sabio de todos los
hombres, declaró, "Yo la estudié y me esforcé por entenderla, pero ella está fuera de mi
alcance."
En verdad, aún aquellas mitzvot de la Torá que parecen entendióles son "jukím" Su verdadero
significado y significación está por lejos más allá del intelecto del hombre.
Las Leyes de Pará Adumá / La Vaca Roja

En el primero de Nisán, de 2.449, el último Día de Inauguración del Mishkán, Hashem le reveló a
Moshé las leyes relativas a las personas impuras que son expulsadas del Campamento y las leyes
de pureza de los cohaním. Hashem le enseñó cómo es alcanzada la purificación de los diferentes
tipos de impurezas (o por inmersión en una mikvá (pileta de inmersión) o en manantial surgente, y
así sucesivamente), así como los sacrificios que consuman el procedimiento de purificación.
Cuando Hashem le enseñó a Moshé que un judío se vuelve tamé por tocar un cuerpo muerto,
Moshé preguntó, “¿Cómo se purifica de su tumá?”

El Todopoderoso no contestó su pregunta, y el rostro de Moshé se oscureció de pena y vergüenza.
(No puede haber más gran dolor para un talmid jajam (erudito de la Torá), cuyo objetivo de vida es
perfeccionarse a sí mismo en el conocimiento y cumplimiento en Torá, que ser negado el
conocimiento que él busca.)

Más tarde aquel día Hashem resumió el tema, explicándoles a Moshé y a Aarón ,”Si alguien se
volvió impuro por contacto con un cadáver, debe ser salpicado con una mezcla especial de agua y
cenizas de una vaca roja.”

El Todopoderoso los instruyó en las leyes de la pará adumá:
– La pará adumá es adquirida del tesoro del Beit Hamikdash, de un fondo conteniendo las
donaciones anuales de medio shekel de cada judío.
– Para calificar como una pará adumá, una vaca debe tener al menos tres años (suficientemente
madura para tener cría).
– Su color debe ser completamente rojo; aún dos pelos de otro color la descalifican.
– El animal también es descalificado si fue alguna vez enjaezado a un yugo, aún si no realizó labor.
Habiendo buscado por todas partes una vaca completamente roja, al Sanhedrín (la Asamblea) le
fue finalmente informado que tal vaca era propiedad de cierto no- judío.
Se enviaron delegados para intentar adquirirla.
El propietario dijo, “Por un buen precio estoy dispuesto a vender el animal. Dádme cuatrocientas
piezas de oro.”
“Vos las tendréis,” prometieron los jajamím. “Nosotros retornaremos con el dinero.”

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Ellos partieron para obtener del Sanhedrín los fondos necesarios. Mientras tanto, no obstante, el
no- judío contó a sus amigos acerca de la venta potencial, y descubrió cuán extraordinario y
precioso era su animal.

Cuando los delegados retornaron con la suma acordada, el gentil les dijo, “He cambiado de
opinión; no vendo mi vaca.”

“Nosotros estamos dispuestos a pagar un precio más alto,” replicaron los jajamím. ¿Queréis otras
cinco piezas de oro?”

“No la venderé,” insistió el no- judío.
“Tomád diez piezas de oro más,” ofrecieron ellos.
“Vosotros no podéis tenerla,” repitió él.
“Os pagaremos veinte piezas de oro extra,” dijeron ellos.
“Fuera de la cuestión,” replicó él.

Los miembros del Sanhedrín elevaron su oferta, hasta que el hombre finalmente accedió a la venta
por un adicional de cien piezas de oro. ( Algunos dicen, un adicional de mil.)
Los Sabios le dijeron que retornarían con la cantidad total e irían por el animal al día siguiente.
Después de que hubieron partido, el gentil dijo riendo a un vecino, “¿Sabéis vos por qué estos
judíos insistieron en adquirir esta vaca particular? Ellos la necesitan para sus ritos religiosos porque
nunca fue enjaezada a un yugo. No obstante, les jugaré un pequeño truco.”

Aquella noche el rashá (malvado) tomó su vaca roja, la enjaezó, y aró con ella.
A la mañana siguiente los jajamím retornaron. Antes de pagar, examinaron al animal. Ellos sabían
que una vaca que no fue nunca enjaezada a un yugo es reconocible por dos cosas: 1. Dos pelos
determinados sobre su cuello están derechos mientras no fueran tocados por un yugo, pero se
doblan una vez que un yugo es puesto sobre el animal. 2. Los ojos de un animal no uncido están
fijos. Después de que fue uncido parpadean porque el animal tuerce los ojos para ver el yugo.
Esta vaca, inmediatamente se dieron cuenta, tenía los signos de un animal uncido.

“Quedarás con la vaca,” le dijeron al gentil. “Nosotros no la necesitamos.”
Aún la boca blasfema de este rashá reconoció, “Bendito es El Quien escogió esta nación.”
Abatido al perder la fortuna que él podía haber ganado, el gentil se ahorcó.

– El cohén sacrifica la vaca “fuera del Campamento.” Durante los años en el desierto era
sacrificada fuera de todos los tres Campamentos, y en el tiempo del Beit Hamikdash sobre el
Monte de los Olivos, dado que esta montaña es considerada “fuera de Ierushalaim.”

– El colecta algo de la sangre de la vaca en su mano izquierda, sumerge su índice derecho dentro
de ella, y la salpica en la dirección de la entrada al Heijal, la cual él puede ver desde la montaña.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
– Un fuego es encendido, y el cohén supervisa la quema de la vaca.
– Con una cuerda de lana roja ata juntos una vara de cedro y algo de hisopo y pregunta a todos los
presentes,
“¿Es ésta una vara de cedro?”
“Sí,” replican ellos.
“¿Es ésta una vara de cedro?” pregunta él una segunda y una tercera vez.
El recibe réplicas afirmativas a las tres preguntas. También pregunta tres veces, “¿Es ésta lana
roja?” y se le responde cada vez afirmativamente.
¿Por qué esta ceremonia?

No todos los tipos de hisopo, cedro, y tintura roja son casher para la pará adumá. A menos que
todas las especies utilizadas satisfagan requerimientos halájicos (de ley), la mitzvá entera es
inválida. De ahí que, el cohén enfatiza que ellas están todas de acuerdo con los mandamientos de
la Torá.

– Mientras la vaca está ardiendo, el atado conteniendo la vara de cedro y el hisopo es arrojado en
su cadaver.

– Las cenizas de la vaca son divididas en tres partes: una es colocada en una cierta sección del
patio del Beit Hamikdash, donde es preservada a fin de cumplir la mitzvá de que las cenizas de
la pará adumá deben ser mantenidas para todas las generaciones. Una segunda parte es dividida
entre los grupos de cohaním que sirven en el Mishkán, para estar a mano para purificar a un cohén
quien se volvió tamé. La tercera parte es colocada en un lugar en el Monte de los Olivos para la
purificación de Benei Israel.

– Quienquiera que fue comprometido en la preparación de las cenizas – por ejemplo, la persona
que quemó la vaca, quien arrojó el atado dentro del fuego, quien recogió madera, quien tocó o
transportó las cenizas – se vuelve tamé.(impuro)

– Las cenizas de la vaca son mezcladas con agua fresca de manantial en un utensilio.

– Las aguas mezcladas con cenizas de la pará adumá son salpicadas por alguien que está él
mismo puro de tumat hamet (impureza por contacto con un muerto) sobre el judío que se purifica.
Lo salpica en el tercer y séptimo día de la purificación del individuo. Más aún, durante el séptimo
día la persona que está siendo purificada debe sumergirse ella misma en una mikvá para
consumar su purificación.

Hasta este día, nueve Vacas Rojas han sido quemadas.

La primera fue preparada por Elazar ben Aarón bajo la supervisión de Moshé en el segundo día de
Nisán, de 2.449. (Moshé dirigió los pensamientos apropiados hacia ella, porque Elazar no

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
comprendía sus razones.) Algunas de las cenizas de la pará adumá de Moshé fueron mezcladas
con las cenizas de cada una de las posteriores (dado que la vaca de Moshé fue la única preparada
con los pensamientos apropiados).

Una bendición descansó sobre la porción de las cenizas de Moshé reservadas para purificación;
ellas duraron hasta el tiempo de Ezrá. Bajo la supervisión de Ezrá, una segunda pará adumá fue
quemada; una tercera y una cuarta bajo la guía de Shimón HaTzadik, y dos más en el tiempo
de Iojanán Cohén Gadol. Desde entonces hasta la destrucción del Segundo Beit
Hamikdash tres parot adumot adicionales fueron quemadas. La décima será preparada por
Mashíaj, que él venga pronto.

El Fallecimiento de Miriam y la Desaparición del Manantial de
Miriam

En el diez del mes de Nisán del cuadragésimo año en el desierto, ocurrió una tragedia nacional.
Cuando los judíos arribaron al desierto de Tzin, la hermana de Moshé, Miriam falleció. Ella tenía
ciento veinticinco años de edad. Miriam había enseñado y guiado a las mujeres, al igual que
Moshé y Aarón habían enseñado a los hombres. Ella fue una de las siete profetisas conocidas.
Miriam falleció sin dolor. La Shejiná (Divinidad) se le reveló, de ese modo atrayendo a su alma
gozosamente de regreso a su fuente (mitat neshiká).

La narración de la muerte de Miriam sigue a las leyes de la pará adumá (a pesar de que su
fallecimiento ocurrió en el cuadragésimo año en el desierto, mientras la pará adumá fue quemada
en el segundo año). La Torá yuxtapuso estos dos eventos para enseñar que la muerte de
un tzadik (justo) logra expiación para Kelal Israel, así como lo hacen las aguas de la pará adumá.
Tan pronto como Miriam falleció, Hashem provocó que el Manantial de Miriam desapareciera
temporariamente, para que Benei Israel se dieran cuenta que su manantial de agua había sido
dado en el mérito de Miriam. Así apreciando su grandeza, ellos harían duelo por
esta tzadeket (justa) en una manera apropiada.

La generación del desierto recibió tres dones en mérito de sus tres grandes líderes:
– En el mérito de Miriam, un manantial
– En el mérito de Aarón, Nubes de Gloria
– En el mérito de Moshé, el man.
¿Por qué están estos tres líderes asociados con estos particulares dones?
Ellos personificaron los tres pilares que sostienen el mundo- Torá, avodá (servicio), y actos de
bondad.
– Moshé fue el dador de la Torá y su maestro por excelencia. Por consiguiente, en su mérito los
judíos recibieron el man, cuya entrega diaria aliviaba la necesidad de ganarse la vida y cuya
ingestión los asistía en el estudio de Torá.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar

– Aarón personificó la avodá. Su devoción al Servicio de los sacrificios trajo la Shejiná (Divinidad)
a Kelal Israel. Las Nubes de Gloria fueron por lo tanto provistas en su mérito, porque ellas
representaban la Shejiná que moraba con el pueblo judío.
– Miriam sobresalió en el tercero de los tres fundamentos, bondad.
Desde su juventud se dedicó al bienestar de su pueblo. Aún como una niña pequeña, asistió a su
madre como partera y llevó comida a los pobres.
A causa de su atributo de jesed (bondad), Hashem proveyó a los judíos de agua, una necesidad
vital.

Mei Merivá / Moshé y Aarón Pecan en las Aguas de Merivá

Hashem dijo a Moshé, “El pueblo será ahora testigo de un milagro que santificará Mi Nombre.
“Reúne a los tzadikím (justos) y grandes personas ante la roca de la cual el agua fluía mientras
Miriam estaba viva. Mándale proveer a los judíos de agua una vez más.

“Mientras estés parado con la santa congregación frente a la roca, enséñales a ellos
una halajá (ley judía) o un pasaje de Torá. Luego ordena a la roca emitir agua. El mérito del estudio
de Torá comunal causará que produzca agua, como hizo en el mérito de Miriam.” “Más aún, todos
aquellos que atestiguen el milagro aprenderán la gran lección de que, `Si aún una dura roca
obedientemente se vuelve un manantial a instancias de Hashem, nosotros los judíos estamos
ciertamente obligados a obedecer a Hashem con felicidad y buena voluntad (¡y no porque nos
sentimos compelidos a servirlo a El!)”

Hashem había advertido a Moshé llevar sólo a los tzadikím a la roca, pero Moshé (quien deseaba
que todos vieran el milagro) reunió a la congregación entera de grandes a pequeños, incluyendo
aún a los erev rav. Un milagro permitió a todo el pueblo pararse directamente delante de la roca, a
pesar de que el área era demasiado pequeña para contener a todos.

A algunos de entre los erev rav se les escuchó burlarse, “¿Quién dice que Ben- Amram realizará
un verdadero milagro? Debe haber una razón por la que él está determinado a dirigir la palabra a
una roca particular. Quizás él sabe que la roca contiene humedad y puede por consiguiente
producir agua. Moshé solía ser un pastor y está familiarizado con diferentes tipos de minerales.
¡Veamos si puede realizar esta hazaña sobre una roca de nuestra propia elección!”

La mofa de los burlones hizo impresión sobre el pueblo, llevándolo a dispersarse en todas
direcciones. El jefe de cada Tribu alzó una piedra y demandó, “Moshé, ¡nosotros queremos agua
de esta roca!”

Los erev rav proclamaron, “¡A menos que nos des agua de la roca de nuestra elección, no
queremos nada en absoluto!”

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Moshé estaba extremadamente afligido. El había esperado estudiar Torá junto a una solemne
reunión de judíos delante de la roca. Ellos entonces experimentarían por medio del impactante
milagro que su estudio de Torá tenía el poder para cambiar las mismas leyes de la naturaleza. En
lugar de ello, él encaraba a una multitud de burlones que cuestionaba si un milagro real estaba a
punto de suceder.

Más aún, Moshé se dio cuenta de que la Shejiná (Divinidad) estaba ausente. (En la primera
ocasión, cuando se le mandó golpear la roca en Refidím, él había percibido la Shejiná.) La mofa
del pueblo había causado a la Shejiná partir.

Moshé estaba inseguro de cómo proceder. La atmósfera no era conducente al estudio de Torá.
¿Cómo podía él enseñar a un pueblo que se rebelaba contra su maestro? ¿Y qué roca debía él
escoger? ¿Debería ignorar la demanda del pueblo y traer agua del verdadero Manantial de
Miriam? Si fuera así, los erev rav alegarían que él no realizó un genuino milagro. ¿O debería
acceder a realizar el milagro por medio de una roca diferente? Si así fuera, él podría ser culpable
de transgredir el mandamiento de Hashem. Más aún, Hashem podría juzgar al pueblo indigno de
recibir agua de una roca diferente.

Moshé decidió que él debía reprochar incisivamente al pueblo por desafiar descaradamente a su
rebe. Se dirigió a ellos estrictamente, “¡Oíd ahora, vosotros rebeldes y tontos! ¿Por qué vosotros
pensáis que vuestro entendimiento es más grande que el de vuestro maestro?”

Al comienzo del liderazgo de Moshé, el Todopoderoso le había advertido en contra de
encolerizarse con los judíos. Moshé se había guardado siempre a sí mismo cuidadosamente del
enojo, no importaba cuán grandemente él fuera provocado. No obstante, ahora su reproche, a
pesar de ser dicho para el beneficio del pueblo, traicionaba un sutil grado de enojo. Hashem no lo
perdonó por esto.

El Midrash Dice Midrash
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Balak

El Midrash Dice Midrash
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Resumen de la Parashá Balak
Extraido de Lilmod uLelamed
Balak, rey de Moav, vió con angustia la victoria de los israelitas sobre los emoritas. Temiendo una
invasión a su propio reino, concertó una alianza con sus antiguos enemigos, los midianitas. Luego
envió mensajeros a Bilam, de Petor, un famoso hechicero, para solicitarle que maldijera a los
israelitas. Bilam pidió a la delegación que se quedara con él toda la noche para darle tiempo de
consultar a D´s si podía cumplir con el pedido. Durante la noche fue advertido por el Señor que no
fuera con los enviados, de modo que los envió de regreso.
Pensando que una invitación más tentadora resultaría efectiva, Balak envió una segunda
delegación, más numerosa y de mayor prestigio, que ofreció a Bilam grandes honores y
recompensas si cooperaba. El hechicero, obviamente motivado por su codicia personal, le pidió
que permanecieran con él hasta que pudiera recibir nuevamente las instrucciones de Hashem.
Esta vez recibió autorización para ir, pero a condición de que hablara solamente como el Señor le
indicara. Balak encontró a Bilam en la orilla del Río Arnón y lo llevó a una ciudad cercana para
asistir a una fiesta en su honor. Al Dia siguiente llevó a Bilam a una colina sagrada para los
adoradores del Baal, desde donde podía ver parte del campamento israelita. Después, Bilam y
Balak sacrificaron un carnero y un buey en cada uno de los siete altares, y Bilam le dijo a Balak
que permaneciera cerca de al ofrenda ardiente mientras él se retiraba para consultar a D´s. A su
regreso pronunció su primer discurso: “¿Por qué he de maldecir yo al que D´s no maldijo?”,
preguntó. “…He aquí un pueblo que habitará solitario y no será considerado entre las naciones”.
Disgustado por la inesperada alabanza que hizo Bilam de los israelitas, Balak lo llevó a la cima del
monte Pisgá esperando resultados diferentes. Pero una vez más Bilam decepcionó a Balak al
declarar que Hashem no quebraría Su promesa de bendecir a Israel y que ningún tipo de magia
prevalecería sobre ese pueblo. Balak, desesperado, pidió a Bilam que disistiera de maldecir o
bendecir a los israelitas. Antes de partir, sin embargo, Bilam predijo la soberanía de Israel y la
condena de Moav, Edom, Amalek y demás enemigos del pueblo judío.
Luego, los israelitas acamparon en Shitim. Allí, las mujeres paganas de Moav, aconsejadas por
Bilam, tentaron a los israelitas a unirse a ellas en al adoración de Baal pero y partiricipar en una
orgía idolátrica e imnmoral. Moshe sentenció a muerte a los pecadores y una plaga se difundió
entre la congregación. Pinjas, el hijo de Elazar, el Cohén Gadol, presenció un acto flagrante de
inmoralidad entre un israelita y una mujer midianita. Defendiendo fanáticamente las leyes del
Señor, ejecutó a ambos pecadores. La plaga cesó sólo después que hubieron perecido veinticuatro
mil miembros de la congregación.

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Bamidbar
Balak es Designado Rey de Moab

Cuando los judíos arribaron a las afueras de Moab, los residentes locales temblaron porque
ellos estaban enterados de que los judíos habían recientemente destruído a los aliados y
poderosos protectores de los moabitas, los gigantes Sijón y Og.

A pesar de que los moabím sabían que el arribo de Benei Israel no planteaba amenaza a sus
vidas (porque habían oído que Di-s había prohibido a Moshé librar guerra contra Moab),
todavía tenían miedo de que su país fuera saqueado. También temían que Benei
Israel pudieran exterminar a todos los vecinos a su alrededor.

Por sobre todo, los moabím abrigaban contra Benei Israel un odio eterno.
En esta situación de emergencia Moab designó un nuevo rey, Balak. Debido a que Balak no
era de linaje real, sino un mero noble; ni era él un moabita nativo, sino un midianita, habría
sido inelegible para el cargo en tiempos normales. Ahora su reputación como un poderoso
héroe de guerra y como un mago superior impulsó su selección.

Antes de tomar acción, Balak decidió descubrir el secreto del fenomenal éxito del pueblo
judío. ¿Por qué habían podido ellos, desde ietziat Mitzraim (éxodo de Egipto), derrotar a
una nación tras otra?

Balak envió un mensaje a los hombres sabios de Midián.
“El líder judío Moshé creció entre vosotros,” consignaba él. “¿Podéis decirme por qué es él
tan exitoso?”

El recibió la réplica, “Verdaderamente, esta malvada serpiente Moshé fue nutrida en
nuestro seno. Un midianita lo invitó a su casa, le dio a su hija en matrimonio, y lo proveyó
de dinero. Después de abandonar la casa del suegro, Moshé destruyó la nación entera de
Egipto”.

“Vos deseáis saber dónde descansa su poder y el de sus seguidores: descansa en sus bocas.
Cuando ellos claman a Di-s, El cumple todo lo que ellos le solicitan”.

“Combatíd a los judíos con el mismo método. Nosotros os aconsejamos convocar a Bilám,
cuyo poder de habla equipara a aquél de Moshé.”

La fama de Bilám había sido desde hacía mucho, internacional, como un profundo filósofo
y como un intérprete de sueños profesional. Más tarde, él también se volvió conocido como
un mago poderosamente efectivo. Reyes, de lejos y cerca le pagaban fabulosas sumas para
pronunciar maldiciones sobre sus enemigos, o para pedir sobre sí mismos bendiciones de
éxito.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Balak estaba personalmente convencido del poder de Bilám porque años atrás Bilám había
profetizado que Balak se convertiría en rey, y ahora la palabra de Bilám había resultado
cierta. Más aún, dado que el Rey Balak era el mago más grande de todos los habitantes de
Moab, (quienes eran todos diestros en el arte), él, más que ningún otro, apreciaba el poder
de Bilám sobre los poderes de tumá (impureza).

El mismo Rey Balak tenía el siguiente poder mágico especial:

En tiempos antiguos había personas que, manipulando las fuerzas de tumá, podían crear
pájaros que revelaban secretos del futuro.

Ellos utilizaban una cierta combinación de materiales (oro para su cabeza, plata para el
pico, cobre para sus alas, y así sucesivamente), y ensamblaban las partes en ciertas horas
del día. Finalmente, ellos insertaban en su boca la lengua de un pájaro vivo, colocaban al
pájaro artificial sobre el antepecho de una ventana abierta, de modo que enfrentaba al sol de
día y la luna de noche. Siete días más tarde la lengua del pájaro comenzaba a hacer un
sonido tintineante. Entonces el mago la atravesaba con una aguja de oro y el pájaro
comenzaba a hablar.

Balak era más experto que cualquier otro en crear este pájaro mágico. Su nombre, Balak
ben Tzipor, significó, “Balak quien podía adivinar el futuro por medio de un pájaro
mágico.” Este pájaro le revelaba secretos que ningún otro conocía. Entre otras cosas, le
contó que Balak sería primero victorioso sobre los judíos pero finalmente caería en sus
manos.

Un día Balak estaba realizando sus ceremonias usuales para hacer hablar al pájaro.
Mientras se inclinaba y le ofrecía incienso, el pájaro súbitamente se fue volando. Cuando
no retornó inmediatamente, Balak se apenó. Un tiempo más tarde, no obstante, retornó,
pero seguido por una ardiente llama que chamuscaba su cola. Esto pronosticaba que el
poder de la Shejiná (Divinidad) finalmente derrotaría a sus poderes de tumá.
No obstante, Balak eligió invitar a Bilám a maldecir a los judíos porque él creía que los
judíos estaban sujetos a las fuerzas naturales (mazalot) igual que todas las otras naciones.
(El no comprendió que Kelal Israel está bajo la directa Providencia de Hashem).
Si Balak mismo era un mago,¿por qué él necesitaba a Bilám?

De hecho, la pericia de uno complementaba la del otro. Balak era diestro en materias
prácticas; por ejemplo, él podía determinar exactamente dónde uno debe pararse para
maldecir eficazmente. Bilám poseía las llaves más internas, las palabras apropiadas con las
cuales maldecir.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
¿A quién pueden ser los dos comparados?
Uno (Bilám) era como un cirujano que puede manejar un escalpelo pero no está
familiarizado con las partes del cuerpo. El otro (Balak) era como un anatomista que puede
identificar el órgano enfermo pero no puede realizar cirugía. Juntos, pueden emprender
una operación.

Similarmente, Bilám sabía el momento preciso cuando una maldición sería efectiva, y
Balak sabía el sitio desde el cual ella debía ser pronunciada. Balak concluyó, “Dejádme
convocar a Bilám; juntos, venceremos al pueblo judío.”

Balak Envía Delegados a Bilám

Balak solicitó que hombres sabios de Midián se unieran a la delegación que él estaba
enviando a Bilám.
Los midianím consintieron, a pesar de que ellos habían estado hasta ahora en guerra con
Moab. Los dos antiguos enemigos se aliaron por su odio común contra los judíos.
Temeroso de que Bilám pudiera negarse porque él no tenía sus herramientas mágicas a
mano, los delegados llevaron consigo un equipo por si acaso.
Ellos arribaron a la ciudad natal de Bilám, la ciudad de Petor en Aram Naharaim, y dijeron a
Bilám en nombre de Balak, "Una nación de 600.000 hombres ha escapado de Egipto. ¿No nos
aseguraste vos, Bilám, que hechizasteis todas las fronteras de Egipto para que los judíos
nunca pudieran partir? Bien, ellos lo hicieron, y a pesar de que no tienen ni rey ni tierra,
mataron a los poderosos gigantes Sijón y Og.
"¡No repliquéis que nada de esto es de nuestro interés, porque ahora los judíos están ante
nuestras fronteras!"
"Nosotros no hemos visto nunca a un pueblo más extraño. No podemos verlos porque están
ocultos por Nubes de Gloria, mientras ellos nos observan".

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
"Yo, Balak, solicito que vos vengáis a asistirme. Esta nación batalla con palabras. Vos,
también, poseéis el poder de las palabras. Si venís y maldecís a este pueblo, nosotros los
demoleremos".
"Yo estoy convencido de que vuestras bendiciones y maldiciones son eficaces, porque
después de que maldijisteis la ciudad de Jeshbón en Moab, Sijón pudo conquistarla".
"Yo os recompensaré liberalmente por vuestros servicios."
Usualmente, Bilám tomaba poco interés personal en los objetivos de sus bendiciones y
maldiciones. El era un profesional, que trabajaba por dinero. De hecho, mientras la asignación
fuera lucrativa, él maldeciría a quien previamente había bendecido, y viceversa.
No obstante, la oferta de Balak despertó un fuerte interés personal en Bilám. El no deseaba
más, que dañar a los judíos. Bilám era el nieto de Laván.
El creía la calumnia de los hijos de Laván, "Iaacov robó a nuestro padre todas sus
posesiones." Bilám por consiguiente odiaba a la descendencia de Iaacov con todo su corazón.
Mientras sirvió como consejero del Faraón en Egipto, Bilám había aconsejado al rey egipcio
bañarse en la sangre de niños judíos. El también había instado al Faraón a arrojar a los
varones recién nacidos en el Nilo.
Bilám era particularmente hostil hacia Moshé, dado que él sentía que su propia sabiduría
igualaba la de Moshé.
No obstante, Bilám dijo a los delegados, "Yo no puedo daros una respuesta inmediata. Viajaré
con vosotros sólo si Di-s me permite. Yo me comunico con Di-s por mis poderes de magia. El
se me revela sólo de noche, así que alojáos aquí y yo os daré una respuesta en la mañana."
Tan pronto como los hombres sabios de Midián oyeron que Bilám sometía sus acciones a la
Voluntad de Di-s, se despidieron de él y retornaron a su país. Ellos no fijaron esperanza en el

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
éxito de su misión, razonando, "Los judíos son los hijos de Di-s. Ningún padre permite que sus
hijos sean dañados."
Los delegados de Moab, no obstante, accedieron permanecer por la noche en la casa de
Bilám.
Usualmente, Bilám percibía a Di-s por sus poderes de kishuf, (brujería). Ahora, por primera
vez, Hashem le concedió una visión profética por medio de ruaj hakodesh (inspiración
Divina). A pesar de que el impuro Bilám era indigno de exaltación, Di-s le concedió la visión
profética en honor de Kelal Israel. (Algunas veces, Hashem se revela a reshaím
(malvados) por consideración a los tzadikím (justos). Así, El le habló a Laván en un sueño
profético por consideración a Iaacov, y al rey filisteo Abimelej por consideración a Abraham).
Di-s preguntó a Bilám, "¿Quiénes son estos (malvados) hombres que están con vos?"
Esta pregunta era una prueba para Bilám, quien debería haber replicado, "Señor del Universo,
Vos sóis omnisciente; Vos no necesitáis preguntarme quiénes son ellos."
Pero, ardiendo de deseo por maldecir a los judíos, Bilám malinterpretó la pregunta de Di-s
como una indicación de que El no está siempre consciente de los sucesos en esta tierra. "En
tal tiempo," él pensó, "mi maldición puede ser eficaz."
El replicó arrogantemente, "Balak ben Tzipor, rey de Moab, los envió a mí para pedirme
maldecir a los judíos. (¡Vos veis cómo aún los reyes buscan mi asistencia!)"
Di-s deliberadamente engañó a Bilám planteando una pregunta ambigua como un
castigo midá- kenegued- midá por engañar Bilám a su generación.
□ Noaj, entre otras cosas, fue el primero en embriagarse, e inició la práctica de maldecir a
otros (cuando él maldijo a su nieto Canaán).

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Bamidbar
□ Abraham, entre otras cosas, fue el primer hombre en exhibir signos de edad madura, los
cuales él había solicitado de Di-s. Abraham fue pionero en establecer posadas gratis para
viajeros.
□ Bilám, entre otras maldades, estableció guaridas para jugar y casas de prostitución.
Antes de los tiempos de Bilám, las naciones gentiles mantenían oficialmente un cierto
estándar de decencia, en reconocimiento de que la inmoralidad había sido una de las razones
para el Diluvio que destruyó al mundo. Bilám, quien él mismo sucumbía a las más bajas
formas de lujuria, enseñó a la humanidad cómo entregarse a la inmoralidad.
En la noche que los hombres sabios de Moab se alojaron en su casa, él los introdujo a sus
prácticas inmorales. De ahí que, Di-s pagó a Bilám con la misma moneda engañándolo.
Di-s replicó a la pregunta de Bilám, "¡Vos no podéis ir con estos hombres!"
El vanidoso Bilám pensó, "Quizá El no quiere molestarme a mí, el tzadik, para viajar a un país
distante." inquirió esperanzadamente, "¿Puedo entonces maldecir a los judíos desde aquí?"
"No," replicó Hashem, "vos no podéis maldecirlos desde ningún lugar."
Bilám solicitó, "Si es así, permíteme bendecir al pueblo judío en cambio (y una bendición, en
un tiempo inoportuno, es equivalente a una maldición)."
"Ellos no necesitan vuestra bendición," respondió Hashem. "Ellos están bendecidos a través
de sus ancestros, y Yo los bendigo diariamente aprobando birkat cohaním (la bendición del
Cohén)."
Cuando Bilám se levantó a la mañana siguiente, transmitió sólo en parte el mensaje del
Todopoderoso. En vez de admitir que Di-s le había prohibido partir, el arrogante Bilám explicó,
"Di-s no me deja ir con vosotros." El enfatizó "vosotros," guiando a los delegados a inferir que
Di-s no le permitía viajar en su compañía porque ellos eran de rango inferior.

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Bamidbar
Ellos retornaron al Rey Balak con la réplica, "¡Bilám no nos considera suficientemente
distinguidos para invitarlo!"
El mismo Rey Balak conjeturó que Bilám había rehusado porque no estaba satisfecho con la
paga.
El rey reunió a otros delegados de más noble rango que los primeros, y les instruyó decir a
Bilám, "¡Por favor no rehuséis venir! Balak os ofrece un salario de lejos más elevado que
antes."
Esta vez Bilám confesó a los mensajeros, "Yo no puedo transgredir el mandamiento de Di-s,
aún si Balak me ofreciera todo el oro y plata de sus tesoros." De hecho, el artero Bilám estaba
insinuando el pago exorbitante que exigiría - toda la fortuna de Balak. "Esta suma no es
exagerada," reflexionó el codicioso Bilám. "Totalmente al contrario, yo soy un trabajador
barato. Balak me contrata para aniquilar a una nación entera. Si no fuera por mí, él tendría que
movilizar y financiar un ejército, lo cual le costaría mucho más que lo que contiene su tesoro.
Además, su ejército podría no ganar la guerra, mientras el éxito de mis maldiciones está
garantido."
"Quedáos aquí durante la noche," dijo Bilám a los príncipes moabitas. "Dejádme ver qué más
Hashem me dirá."
A pesar de que él había escuchado claramente a Di-s prohibirle maldecir a los judíos, su
deseo de unirse a Balak era tan ardiente que él hizo otro intento para obtener permiso.
Cuando Di-s vio la insistencia de Bilám, El consintió, dado que "todo hombre es conducido en
la senda que él desea ir."
Di-s dijo, "Rashá, ¿sabes por qué quise impedirte unirte a Balak? Yo deseaba evitar tu muerte.
Yo no deseo la muerte ni siquiera de un rashá. Si tú insistes en seguir el camino a la
destrucción, entonces ve.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Hashem también permitió ir a Bilám para que él no alegara más tarde, "Hashem teme mis
maldiciones. Por lo tanto, El no me permite maldecir a Su pueblo."
Así, aquella noche, Di-s le informó a Bilám, "Si vos insistís en ir Con estos hombres, podéis.
No obstante, Yo os doy permiso meramente de ir allí y dar consejo, o para otro propósito
similar.
Bajo ninguna condición vos podéis maldecir a los judíos."
Si Bilám hubiera sido honesto, habría explicado a los mensajeros de Balak que a él sólo se le
había permitido ofrecer consejo. No obstante, Bilám ocultó el punto de ellos.
El estaba bien complacido con la respuesta de Di-s. "Al igual que
El cambió Su opinión acerca de mi partida," pensó, "Todavía cambiará Su opinión acerca de
mi maldecir a los judíos."
Cuando Di-s vio que Bilám no emprendía viaje en su"misión con
el fin de obedecerlo sino a fin de maldecir a los judíos, El se encolerizó.
Los Extraños y Milagrosos sucesos Durante el Viaje de Bilám
Conducido por un odio fanático a los judíos, Bilám se levantó a la mañana siguiente más
temprano que de costumbre. El mismo ensilló a su asna, a pesar de que este trabajo servil se
asignaba usualmente a sus sirvientes.
Dijo Hashem, "Rashá (malvado), ¿piensas que tu dedicación a tu misión ganará ventajas para
los poderes de turna (impureza)? Hubo otro antes que tú, el antepasado de los judíos
Abraham, quien actuó con similar ansiedad y dedicación para un propósito santo. Cuando se
le ordenó sacrificar a su hijo Itzjak, se levantó temprano y ensilló a su asno él mismo,
implantando con eso en sus descendientes una dedicación a la kedushá (santidad) la cual es
más fuerte que la tuya para tumá."

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Bamidbar
Bilám emprendió viaje, acompañado por dos sirvientes y seguido por los príncipes de Moab.
Di-s sembró de obstáculos la ruta de Bilám a fin de advertirle que él estaba procediendo hacia
su propia destrucción. El envió un Ángel de Misericordia para obstruir su senda, pero Bilám
escogió ignorar una señal tras otra.
Hashem hizo al asna de Bilám sentir la presencia del ángel de modo que Bilám fuera
humillado por el conocimiento de que su animal sabía más que él.
El asna percibió al ángel con su espada desenvainada, bloqueando el camino. Ella por lo tanto
se desvió hacia el interior del campo. A pesar de que ésta era una ocurrencia inusual, Bilám la
ignoró. El golpeó al animal para conducirlo de regreso al camino.
El ángel se reveló otra vez al asna mientras Bilám cabalgaba sobre un estrecho sendero en un
viñedo que estaba cercado a ambos lados.
Temerosa del ángel, el asna presionó hacia el costado en la cerca, lastimando el pie de Bilám.
El se quedó rengo como resultado del incidente.
¿Por qué sufrió esta desgracia?
La cerca que Bilám pasó era la antigua pila de piedras erigida por su antepasado Laván y por
Iaacov como un monumento de su juramento de no dañarse uno al otro. Bilám había sido
advertido por su padre de respetar este pacto. Cuando él pasó el montículo estaba en camino
de violar el antiguo acuerdo. Ahora dolorosamente se le recordó. No obstante, él meramente
golpeó a su asna para expresar su enojo y cabalgó más lejos.
El ángel desapareció y se reveló una tercera vez en una angosta trocha de la cual no había
escape hacia ningún lado. Viendo al ángel blandiendo su espada, el asna se agachó hacia
abajo, bajo Bilám y rehusó moverse.

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Bilám conocía a su animal completamente. Nunca en su vida lo había visto actuar de este
modo. No obstante él rehusó reflexionar acerca del significado de los extraordinarios eventos,
se volvió más colérico y pegó a su bestia.
¿Qué significaba la triple presentación del ángel?
Di-s insinuaba a Bilám que sus esfuerzos por maldecir a los judíos, descendientes de los
santos antepasados, eran todos en vano.
□ Primero, el ángel se presentó en un lugar con amplio espacio para escapar a ambos lados.
Esto simbolizaba que si Bilám deseaba maldecir a los descendientes de Abraham, él tenía dos
opciones; podía maldecir a la progenie tanto del hijo de Abraham, Ishmael, o de la esposa de
Abraham, Keturá. No obstante, no se le permitía maldecir a la progenie de Itzjak.
□ La segunda vez, el ángel se reveló en un sendero que ofrecía al asna sólo un lado para
escapar. Esto sugería que si Bilám buscaba maldecir a los descendientes de Itzjak, él podía
dirigirse sólo a la progenie de su hijo Esav (pero no a los judíos).
□ La tercera vez, el ángel se volvió visible en un lugar donde Bilám no podía desviarse en
absoluto. Di-s insinuaba que un ataque contra los descendientes de Iaacov sería de poca
importancia, porque todos ellos, sin excepción, eran rectos.
Hashem consumó ahora un milagro cuyo potencial El había establecido durante los seis días
de la Creación - El hizo conversar al asna con Bilám en lenguaje humano.
Este milagro estaba destinado a inculcar en Bilám que el habla es un don de Hashem. Al igual
que El podía investir a una bestia muda con el poder del habla, así El impediría a Bilám hacer
cualquier pronunciamiento desfavorable contra los judíos.
El asna se quejó a Bilám, "¿Qué he hecho yo que merecí ser golpeada tres veces?"

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Bamidbar
Bilám se debería haber asombrado y/o aterrado por oir hablar a su asna. Pero él estaba tan
obsesionado con lograr su malvado propósito que se mantuvo insensible incluso a las más
arrogantes ocurrencias.
Con sangre fría, él replicó, "¡Tú has hecho un tonto de mí! ¡Si sólo tuviera una espada en mi
mano yo te mataría ahora!" El comenzó a buscar un arma con la cual matarla.
El asna comentó, "¡¿Aparentemente vos no podéis destruirme sin una espada, y no obstante
estáis en vuestro camino para exterminar con palabras a una nación entera?!"
Los príncipes de Moab, cabalgando con Bilám, estaban pasmados. Ellos nunca habían
experimentado nada tan maravilloso como una conversación entre un hombre y un animal.
Más aún, las palabras del asna tenían sentido.
"Cierto," comenzaron a reir los príncipes. "¡Mirad, este hombre afirmó que puede destruir a un
pueblo entero solamente con palabras, y ahora está buscando frenéticamente una espada
para matar a su asna!"
Su ridiculización fue un golpe devastador para la vanidad de Bilám.
"¿Por qué montáis un asna que no os obedece?" demandaron los príncipes.
"Ella no me pertenece; yo la pedí prestada," explicó Bilám.
"No es verdad," lo contradijo el asna, "yo soy vuestra asna."
"No obstante," prosiguió Bilám, "ella no está acostumbrada a transportar personas, sólo
cargas."
"No," objetó el asna, "Yo estoy acostumbrada a que me memonteis."
"Quizá te utilicé una vez," evadió Bilám.

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El asna lo corrigió, "¡Vos siempre me montásteis de día, y me usásteis para vuestros propios
bajos propósitos de noche! ¿Actué alguna vez en una manera similar mientras me habéis
conocido?"
"No lo hiciste," tuvo que confesar el avergonzado Bilám.
Cuandoquiera que los Sabios arribarían al versículo describiendo cómo Bilám fue silenciado
por el reproche de su asna, ellos lloraban.
Ellos enseñaron, "¡Infortunio para nosotros en el Día del Juicio, e infortunio para nosotros en el
Día del Reproche!
"Si Bilám, el hombre más sabio de ¡as naciones gentiles, no pudo refutar el reproche de su
asna y fue humillado por ella, qué profunda vergüenza nosotros experimentaremos en el gran
Día del Juicio, cuando el Todopoderoso Mismo evocará para nosotros nuestras faltas."
En el Día del Juicio, cada individuo será reprochado de acuerdo con su personalidad,
circunstancias, y tentaciones. A pesar de que varias personas pueden haber realizado el
mismo acto externo, sus juicios diferirán de acuerdo con las circunstancias. Así, Bilám fue
silenciado porque él había actuado en un nivel de lejos por debajo del esperado de alguien tan
sabio como él.
Cuando el diálogo entre Bilám y el asna hubo concluido, el ángel inmediatamente la mató por
dos razones:
1. Para que los gentiles no adoraran al "animal parlante."
2. En Su misericordia aún hacia los malvados, Di-s exceptuó a Bilám la desgracia de las
personas diciendo del asna, "¡Este es el animal que puso en vergüenza a Bilám!"
Sólo después Hashem abrió los ojos de Bilám, y súbitamente advirtió al ángel delante de él,
esgrimiendo su espada.

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Bamidbar
Bilám entendió que estaba siendo amenazado de muerte. El ángel lo censuró, "¿Por qué
golpeaste al asna tres veces? Si ella no se hubiera desviado de mí cada vez, yo te habría
matado.
"No obstante, no fui enviado aquí para defender a tu asna. Vine a advertirte no proseguir tus
malvados planes. La nación que tú buscas exterminar es tan querida por el Todopoderoso que
El ordenó a todos sus varones venir y visitarlo a El tres veces al año en el Beit
Hamikdash (para las festividades.)"
Temeroso por su vida, Bilám se volvió sumiso y fingió remordimiento.
"Yo pequé," confesó presurosamente, esperando que el ángel perdonará su vida. "Debería
haberme dado cuenta de los extraordinarios eventos con que Di-s intentaba impedirme
proseguir mi curso. Ahora, si vos desaprobáis mi viaje, retornaré."
Las palabras, "Si vos desaprobáis," que Bilám dirigió al ángel, fueron atrevidas. Ellas
implicaban, "Di-s me permitió partir, y ahora El envía un ángel para revocar Sus palabras. Si El
desea que yo retorne, El Mismo debería haberme ordenado así. En el pasado, también, Di-s
fue inconsistente. Primero El ordenó a Abraham ofrendar a su hijo como un sacrificio, y luego
ordenó a un ángel revocar Su palabra."
La insincera teshuvá (arrepentimiento) de Bilám y su descaro revelaron que él estaba firme en
su determinación de dañar a los judíos. Viendo que él había firmemente escogido el camino
hacia su propia caída, Di-s no lo detuvo más.
"Ve pues," dijo el ángel, "pero sabe que tú podrás decir sólo lo que yo ponga en tu boca."
Bilám continuó cabalgando felizmente, esperando "persuadir" al Todopoderoso de dejarlo
maldecir a los judíos.

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Pinjás

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Resumen de la parashá
Como recompensa por el celo puesto en la defensa del honor de Hashem, Pinjás, recibió la
promesa de que lakehuná (sacerdocio) sería retenida por sus descendientes.

Los israelitas recibieron orden de prepararse para una guerra ofensiva contra los midianitas,
quienes habían sido responsables de su degradación. Antes que esto ocurriera, Moshé y
Elazar recibieron instrucciones de realizar un nuevo censo de la población (el anterior había
sido hecho treinte y ocho años antes).

Ahora que la conquista de Canaán estaba a la vista, era imprescindible que Moshe
constatara no sólo el número de hombres capacitados y disponibles para la guerra, sino
también de integrantes de cada tribu. Esto resultaba necesario como base para la justa
división de la Tierra Prometida entre las tribus. La cantidad total de israelitas varones
mayores de veinte años, es decir, sujetos a servicio militar, ascendió a seiscientos siete mil
setescientos treinta. La extensión de la tierra a adjudicar a cada tribu debía ser proporcional
a la cantidad de sus miembros y su ubicación geográfica sería resuelta por sorteo. Los
leviím, que no participaban en la división de la tiera, fueron contados separadamente.

Tz”lofjad, miembro de la tribu de Menashé, había muerto en el desierto, dejando cinco
hijas, pero ningún varón. Surgió entonces la cuestión de si las cinco hijas podían recibir la
herencia del padre; de no ser así, la porción de tierra que hubiera recibido Tz”lofjad pasaría
a otras manos.

El caso fue llevado ante Moshé, quien lo sometió a la consideración de D´s. El dictamen
final fue que si una persona no dejaba hijos, sus hijas tenían derecho a la herencia. Además,
si alguien moría sin dejar descendencia, su propiedad pasaría a sus hermanos sobrevivientes
o, si no lo había, a su pariente más cercano. De este modo se establecío el principio de que
el título sobre la tierra debía permanecer dentro dela familia.

Hashem ordenó a Moshé que ascendiera a la montaña de Avarim, desde donde podía ver la
Tierra Prometida. Sabiendo que estaba próximo el fin de sus días, Moshé manifestó
preocupación po rle bienestar del pueblo en el futuro y solicitó que fuera nombrado su
sucesor. D´s respondió que Iehoshúa Ben Nun asumiría el liderazgo. Moshé debía colocar
sus manos sobre él para simbolizar la transferencia de autoridad. pero , a diferencia de
Moshé, que había recibido instrucciones directamente del Todopoderoso, Iehoshúa sería
guiado por Elazar, el Sumo Sacerdote, quien a su vez consultaría al Altísimo por medio de
los Urim y Tumim.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Se recordó al pueblo que deberia continuar ofrendando sus sacrificios cuando entrara en
Canaán. En consecuencia, fue dada una descripción detallada de los sacrificios públicos
matutinos y vespertinos, además de los correspondientes a las distintas festividades.
(Extraído del libro “Lilmod ULelamed” de Edit. Yehuda)

Las Hijas de Tzelofjad Solicitan una Parte en la Tierra
Un hombre llamado Tzelofjad falleció en el desierto, dejando cinco hijas - Majlá, Joglá, Noáh,
Milká, y Tirtzá. Las cinco eran rectas, inteligentes, y cultas. En el tiempo de la muerte de
Aarón, después de la cual sucedieron los eventos relatados aquí, ellas tenían casi cuarenta
años de edad y no estaban casadas, dado que no pudieron encontrar esposos dignos.
Cuando oyeron a Moshé explicar que Eretz Israel sería distribuida de acuerdo con el número
de varones, discutieron la materia entre sí.
"El nombre de nuestro padre será olvidado," se dijeron una a la otra, "porque ningún heredero
varón recibirá una porción en Eretz Israel asociada con su nombre. Dado que nosotras no
tenemos hermanos, reclamemos la porción de nuestro padre en la Tierra, de tal modo su
nombre será perpetuado."
Las hijas de Tzelafjad eran descendientes de Majir, una familia de la Tribu de Menashé que
había pedido permiso a Moshé para asentarse en el lado oriental del Jordán. Así ellas sabían
que podrían obtener territorio fácilmente en aquel lado, dado que la tierra allí no era distribuida
por la suerte Divina sino por Moshé personalmente. No obstante, amaban Eretz Israel, no
estaban satisfechos con una porción en el lado oriental del Jordán, sino que decidieron pedir
una parte apropiada en Eretz Israel.
Ellas se aproximaron a los jueces designados sobre cada diez personas y presentaron su
petición. Dado que ésta era una cuestión legal sin precedentes, los jueces no pudieron
decidirla. Ellos remitieron a las hijas de Tzelofjad a los jueces designados sobre cincuenta.
"Nosotros dejamos la decisión a más grandes," dijeron también estas más altas autoridades.
Las hijas de Tzelofjad entonces abordaron a los jueces designados sobre cien, pero de allí

El Midrash Dice Midrash
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fueron enviadas a los jueces de mil. Ningún juez se sintió competente para decidir la materia,
hasta que finalmente las hijas de Tzelofjad fueron referidas a Moshé mismo.
Las hijas de Tzelofjad esperaron en presentar su caso hasta que Moshé comenzó a explicar
las leyes de ibúm (matrimonio de levirato) en el Beit Hamidrash. En aquel punto ellas entraron
y dirigieron la palabra a Moshé, Elazar (quien oficiaba después de la muerte de su padre
Aarón), y los Ancianos.
A pesar de ser renuentes a presentarse en público, las hijas de Tzelofjad vencieron su natural
modestia porque su cuestión era fundamental. Ellas la presentaron en un estilo culto.
La hija mayor comenzó, "Nuestro padre falleció en el desierto (y no en Egipto. Dado que él
pertenece a la generación que abandonó Egipto, él tiene derecho a una porción en Eretz
Israel)."
La segunda hija continuó, "El no estuvo entre los querelladores o la malvada congregación de
Koraj (quienes perdieron el derecho a sus partes en la Tierra)."
La tercera resumió, "El no indujo a otros a pecar, (lo cual le causaría perder su porción), sino
murió a causa de su propio pecado."
La cuarta hija concluyó, "¿Por qué debería el nombre de nuestro padre ser olvidado de la
familia porque él no dejó ningún hijo? ¡Permitidnos a nosotras, sus hijas, heredar todas las
porciones que le eran debidas a él!"
Replicó Moshé, "Vosotras no tenéis derecho a la herencia de vuestro padre."
"¿Por qué?" ellas inquirieron.
"Porque las mujeres no son consideradas herederos de acuerdo con la ley de la Torá," declaró
Moshé.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Las hijas de Tzelofjad entonces argumentaron, "Si muchachas no son consideradas
herederos, nuestra madre debe volver a casar a uno de los hermanos de nuestro padre de
acuerdo con las leyes de ibúm. Quizá ella tendrá entonces un hijo quien heredará la porción
de nuestro padre."
"Una vez que hay hijas," replicó Moshé, "ibúm no se aplica. Ella no puede casar a uno de los
hermanos de vuestro padre."
"¿Qué razonamiento es éste, Moshé Rabeinu?" preguntaron estas cultas mujeres. "Si nuestro
estatus es igual a hijos en cuanto concierne a ibúm, ¿no debería la misma regla aplicarse en
relación a la herencia de la Tierra?"
Inmediatamente, Moshé se volvió para preguntar a Hashem para confirmar el reclamo de las
hijas de Tzelofjad.
¿Por qué no reconoció Moshé la verdad de su argumento, prefiriendo esperar la decisión de
Hashem?
Hay varias opiniones:
1. La ley de la Torá en esta materia fue ocultada de Moshé.
Dos tzadikím se alabaron a sí mismos de que ellos eran bien versados en Torá y Di-s les
causó olvidar una ley.
□ El Rey David proclamó, "Tus leyes eran mis cantos en la casa donde yo era un extraño"
(Tehilím 119:54). David implicaba que aún mientras él estaba en huida y en exilio, la Torá
estaba constantemente sobre sus labios. A pesar de que en aquellos penosos tiempos él no
podía concentrarse tan profundamente como cuando estaba en paz, incesantemente repetía
las palabras de la Torá como quien lleva un canto sobre sus labios. Dijo Hashem, "¡David, no
compares la Torá a un canto, alabándote tú mismo de que sus palabras son tan familiares

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
para ti como un canto! Tú errarás todavía concerniente a una ley conocida incluso por niños
pequeños."
Cuando David trajo el arón (arca) a Ierushalaim, no se lo cargó sobre los hombros de sus
portadores, sino él ordenó que fuera colocado sobre una carreta. Hashem se enojó y causó a
los bueyes que empujaban la carreta temblar. Un hombre llamado Uzá, quien estaba parado
muy cerca, pensó que el arón estaba a punto de caer y lo tomó. Di-s mató a Uzza por este
acto (porque él debía haber entendido que el arón que transporta a sus portadores,
ciertamente se transporta a sí mismo). David se dio cuenta tristemente que esta tragedia
había sido causada por su error, porque él había errado en colocar el arón sobre una carreta.
El sólo puede ser cargado sobre los hombros de los portadores.
□ Cuando Moshé designó jueces sobre el pueblo, él anunció, "Cualquier materia que es
demasiado difícil para vosotros, traedla ante mí" (Devarím 1:17). El debería haber dicho, "En
cualquier materia difícil, yo inquiriré sobre la ley a la Shejiná."
Consecuentemente, Hashem ocultó de él una halajá la cual aún las mujeres sabían.
2. De acuerdo con un parecer diferente, Moshé sabía la correcta decisión halájica. No
obstante, cuando él escuchó que los jueces sobre diez habían diferido el caso a una autoridad
más alta, y todo Beit Din de turno se había abstenido de pronunciar una decisión, Moshé
pensó, "Permitidme actuar de la misma manera. Hay Uno más grande que yo. Permitidme
preguntarle a El."
Moshé con eso enseñó a los jueces de todas las generaciones venideras a no vacilar para
consultar a una más grande autoridad si es necesario.
De acuerdo con este parecer, Moshé conscientemente corrigió su previa declaración
presuntuosa de que él decidiría materias difíciles por sí mismo. Su teshuvá
(arrepentimiento) consistió en presentar públicamente su pregunta a Hashem.

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3. Moshé sabía que las hijas heredan las posesiones de su padre si no hay descendencia
masculina. No obstante, él estaba inseguro acerca de si Tzelofjad, quien era un primogénito,
tenía derecho a una doble porción en este caso. La ley de la porción doble podría no aplicarse
aquí, dado que Eretz Israel no estaba todavía en la posesión de Benei Israel.
4. De acuerdo con el Zohar Moshé no estaba seguro acerca de si el pecado de Tzelofjad,
(el mekoshesh) había sido completamente perdonado en el Cielo. El pensó que Hashem
podría no querer conceder a las hijas de este hombre una porción en la Tierra. La réplica
positiva del Todopoderoso indicó que el pecado de Tzelofjad había sido expiado.
Hashem replicó a la pregunta de Moshé, "Las hijas de Tzelofjad argumentaron correctamente.
Esta fue la ley apuntada ante Mí en lo Alto.
"Ellas recibirán una doble porción:
a) La propia porción de Tzelofjad.
b) Una doble porción en la propiedad de su padre Jefer. Como un primogénito, Tzelofjad
hereda una doble porción."
Hashem ordenó a Moshé enseñar a Benei Israel las leyes de herencia las cuales él había oído
de Hashem en Har Sinai. Las leyes básicas de herencia de la Torá son:
□ Los hijos del difunto se dividen igualmente sus posesiones; no obstante, el primogénito
recibe una porción doble.
□ Si hay herederos varones, una hija no tiene derecho a una parte. No obstante, si no hay
hijos, las hijas heredan las posesiones del padre.
□ Si no hay hijos vivos, pero ellos dejaron descendientes, los descendientes heredan en el
mismo modo como arriba, por ejemplo si hay descendientes varones y mujeres, los varones
heredan las posesiones de su antepasado.

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□ Después de eso, el más cercano de parentesco, primero los ancestros paternos, luego
hermanos paternos y así sucesivamente, tienen el siguiente derecho a la herencia.
Hashem ordenó a Moshé que él debería aconsejar a las hijas de Tzelofjad tomar maridos de
su propia Tribu, la Tribu de Iosef. Eventualmente, todas ellas encontraron dignos maridos, se
casaron, y tuvieron hijos.
Usualmente, una mujer que no dio a luz antes de la edad de cuarenta no puede tener hijos
después de eso. Hashem realizó un milagro para estas tzidkaniot, y ellas fueron todas
bendecidas con hijos.
¿Por qué no encontraron las hijas de Tzelofjad sus compañeros destinados a una edad
temprana?
Hashem temía que Moshé, poco antes de su muerte, podría ser incitado por su ietzer hará
(mal instinto) para vanagloriarse sobre su alto nivel de kedushá (santidad), porque él había
vivido separado de su esposa por tantos años.
Hashem por consiguiente trajo ante Moshé a estas cinco mujeres quienes no estaban todavía
casadas después de cuarenta años pues ellas deseaban esposos dignos. Cuando Moshé se
enteró de su mesirut nefesh, tuvo que admitirse a sí mismo que él no tenía motivo para la
arrogancia. El se había separado de su esposa por decreto Divino, mientras que estas
muchachas habían voluntariamente escogido vivir solas antes que bajar sus estándares
espirituales.
Pinjas es Premiado

Hashem proclamó, “Pinjas ben Elazar ben Aarón el cohén merece premio por matar
valientemente a Zimrí, quien públicamente profanó el Nombre de Di-s.”

¿Por qué Hashem describió a Pinjas como el hijo de Elazar y el nieto de Aarón?

Después de la muerte de Zimrí, miembros de la tribu de Shimón reprendieron a los hombres

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de la Tribu de Leví, “Nosotros no podemos creer que este Pinjas es un sincero celoso.
Después de todo, él desciende por parte de su madre de Itró, quien solía engordar becerros
para ídolatría. (El padre de Pinjas, Elazar se casó con una de las descendientes de Itró.)
¿Cómo podía haber sido la acción de Pinjas leshem shamaim (en aras del Cielo)? O él
asesinó a nuestro nasí por odio, o él se sintió insultado cuando Zimrí desafió a Moshé con
respecto a la esposa midianita de Moshé, dado que Pinjas mismo proviene de una
midianita.”

Hashem por consiguiente instruyó a Moshé, “Haz público para siempre que Pinjas es
un tzadik ben tzadik (justo hijo de justo). Su acción fue inspirada por los mismos nobles
motivos que inspiraron las acciones de su padre Elazar y su abuelo Aarón.”
¿Por qué dio Hashem importancia a mencionar la relación de Pinjas con Aarón?
Aarón fue sobresaliente en la realización de bondad y en traer paz. Aarón nunca
pronunciaba una palabra dura; aún su reproche era suave. En la superficie parecería que el
acto de Pinjas estaba agudamente en pugna con la filosofía de su abuelo, porque
seguramente el asesinato es una cosa indiscutiblemente cruel. Hashem por lo tanto explicó
que Pinjas realmente realizó un acto de bondad semejante a las acciones piadosas de su
abuelo Aarón. Matando a Zimrí, él rescató al pueblo entero de la muerte a manos del Cielo,
porque todos ellos eran culpables de tolerar el mal en su medio. De ahí que la acción de
Pinjas benefició a todo Benei Israel.
El Todopoderoso prometió, “Pinjas cosechará premios en este mundo y el próximo:
– “Yo lo designo para la kehuná (sacerdocio).”
Antes de matar a Zimrí, Pinjas no era un cohén, a pesar de que era un leví. Hashem había
designado como cohaním sólo a Aarón, sus hijos, y su futura descendencia. Los nietos de
Aarón nacidos previamente al ungimiento de los cohaním no estaban incluídos. Ahora,
Pinjas se convirtió en cohén por su propio mérito, “ungido”, con la sangre de Zimrí.
– Hashem prometió además, “Los descendientes de Pinjas serán Cohaním
Guedolím (Sumos Sacerdotes) por siempre.”
En la era del Primer Templo, dieciocho Sumos Sacerdotes descendían de Pinjas, y durante
el Segundo, ochenta.
– “Yo prometo a Pinjas, paz y protección de cualquiera de los parientes de Zimrí que
intente matarlo en venganza.
– “Además, a causa de que Pinjas trajo paz entre el pueblo judío y su Padre en el Cielo, él
será el forjador de paz en el futuro. El se presentará como el profeta Eliahu, de quien está
dicho (Malají 3:23), `Y él tornará los corazones de los padres a los hijos, y los corazones de
los hijos a sus padres.””
(De acuerdo con las enseñanzas de la kabalá, Pinjas y Eliahu son la misma persona.)
Hashem premió a Pinjas / Eliahu con vida eterna. El ascendió al Cielo vivo.
Su premio fue midá- kenegued- midá (medida por medida). La furia Celestial había sido
encendida contra Benei Israel hasta el punto de aniquilarlos. Aplacando la furia del

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Todopoderoso, Pinjas aseguró la supervivencia del pueblo judío. Por lo tanto, él mismo
sobrevivió para siempre.
La Torá especifica el origen de Pinjas, Zimrí, y Kozbí. ¿Por qué es el linaje de cada uno
mencionado?
– Los grandes ancestros de Pinjas son enumerados para enfatizar que él siguió sus huellas.
– El alto rango de nasí de Zimrí es notado para hacer público que él acarreó eterna
vergüenza sobre sí y su Tribu.
A pesar de que el fundador de su Tribu destruyó celosamente la ciudad de Shejem por el
crimen de inmoralidad, Zimrí se apartó de los nobles caminos de Shimón, actuando
realmente en la manera opuesta.
– El rango de Kozbí como una princesa es para vergüenza y desgracia eterna. Su padre, el
más grande de los reyes midianitas, ofreció a su hija para prostitución.
Está dicho en alabanza de Pinjas que él no se contuvo de matar a Zimrí y Kozbí a causa de
su alto rango.
Hashem ordena a Moshé Atacar a Midián

Inmediatamente después de la plaga que golpeó a aquellos judíos que pecaron con las hijas
de Midián, Hashem dio a Moshé instrucciones concernientes a la guerra contra Midián,
diciendo, “Los midianím están todavía maquinando contra ustedes. Ellos están enojados de
que su princesa Kozbí fue muerta, y que ustedes destruyeron sus imágenes idólatras”.
“Dado que ellos están planeando traer más destrucción sobre ustedes, levántense y
atáquenlos a fin de protegerse a ustedes mismos”.
“Esta guerra será gobernada por leyes excepcionales:
1. “No les den opción para hacer paz. A pesar de que otras naciones no pueden ser atacadas
sin una advertencia anticipada, ataquen a los midianím inmediatamente”.
2. “Cuando sitien sus ciudades, destruyan sus árboles frutales.”
La Torá prohibe a los judíos talar los árboles frutales de los enemigos cuando sitian una
ciudad (Devarím 20:19). Amón, Moab, y Midián son excepciones
3. Relativo a Midián, Di-s hizo otra excepción a las reglas de combate, diciendo, “En la
Torá Yo les ordené a ustedes sitiar una ciudad por sólo tres lados, dejando el cuarto abierto
para escape. En la guerra contra Midián, no obstante, sus ejércitos rodearán enteramente las
ciudades.”
¿Por qué ordenó la Torá leyes excepcionales para Midián, Moab, y Amón?
Mientras las otras naciones buscaron exterminar físicamente a Benei Israel, estas naciones
intentaron destruir el alma judía conduciendo al pueblo a pecar.
Tentar a otro a pecar es un crimen peor que asesinato. Un asesino priva al otro de vida
física. Quien induce a otro a pecar, no obstante, lo priva de vida en el Mundo por Venir.
La Torá prohibe el casamiento con descendientes varones de conversos de Amón y Moab,
mientras permite el casamiento entre sí con descendientes de conversos egipcios y
edomitas. Los últimos sólo amenazaron a los judíos con la espada, mientras los anteriores

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pusieron en peligro nuestra existencia espiritual, un crimen de lejos más serio.
A pesar de que Hashem proclamó un estado de guerra contra Midián inmediatamente
después de la muerte de Zimrí, El no ordenó al ejército judío movilizarse hasta que los
judíos fueron contados (Matot 31:3).
Hashem advirtió a Moshé que él no debe participar en la batalla contra Midián. “Este país
una vez te resguardó,” le dijo. “No arrojes piedras en un pozo del cual tú bebiste.”
Hashem no declaró la guerra contra Moab, a pesar de que ellos eran también culpables (por
contratar a Bilám y tentar a los judíos a pecar).
Hashem los eximió ahora porque:
1. Los moabím intentaron exterminar a los judíos porque ellos temían que Benei Israel
robarían de ellos, mientras los midianím no tenían razón para dañar a los judíos.
2. Di-s los eximió por consideración de un alma preciosa, Rut, quien descendería de ellos.

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Matot-Masei

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Resumen de la Parashá Matot
Resumen de la Parashá Maséi
Toda promesa hecha a D-s creaba una obligación, ora positiva, (por ejemplo, una
contribución voluntaria alMishcán – tabernáculo), ora negativa (abstenerse de ciertas
actividades). Sin embargo, esta regla general era restringida en los casos de una promesa
hecha por una mujer bajo la jurisdicción del padre o el esposo. Así, una mujer joven y
soltera que vivía en la casa del padre, o una mujer que estaba a punto de casarse o que ya lo
había hecho, no estaba obligada a cumplir su promesa si el padre o el esposo (según fuera el
caso), la desaprobaba. Esta desaprobación debía ser expresada el mismo día en que se había
enterado de la promesa, o de otro modo cargaría con la culpa por su incumplimiento. Las
promesas de una viuda o divorciada creaban una obligación.
El ataque a los midianitas fue llevado a cabo por doce mil guerreros israelitas, mil por cada
tribu. Iban acompañados por Pinjás, quien llevó consigo las vasijas sagradas y las trompetas
para llamar a la batalla. Durante la guerra fue matado todo midianita varón, incluso los
cinco reyes de Midián y Bilam Ben Beor. Los vencedores tomaron a las mujeres, los niños,
el ganado y otras posesiones de los midianitas como botín. Sin embargo, Moshé los
amonestó por haber dejado con vida a las mujeres, que habían sido la causa de la plaga
sobre los b´nei Israel. Los soldados, habiéndose tornado impuros por su contacto con los
muertos, recibieron orden de permanecer fuera del campamento durante siete días a fin de
someterse a la ceremonia de purificación. Todas sus vestimentas y utensilios fueron
limpiados de acuerdo con las reglas establecidas por Elazar, el Cohén Gadol (sumo
sacerdote), que las había aprendido de Moshé. El botín fue dividido luego en partes iguales
entre los que habían ido a la guerra, por un lado, y los restantes por el otro. Los soldados
aportaron un quigentésimo de su botín para los cohanim, mientras que los no combatientes
dieron un guincuagésimo de su parte a los leviím. Los guerreros que regresaban,
agradecidos por no haber caído en la batalla, hicieron una ofrenda voluntaria alMishcán,
consistente en ornamentos de oro de los cuales se habían apoderado.
Las tribus de Reuvén y Gad poseían grandes rebaños de ganado y pidieron permiso para
establecerse en la tierra de pasturas de Guilad, al este del Jordán. Al principio Moshé
desaprobó este plan. El temía que si estas dos tribus quedaban atrás durante la conquista de
Canaán, las otras tribus podrían desanimarse. Sin embargo, cuando los reuvenitas y gaditas
explicaron que tenían la intención de cruzar el Jordán y luchar junto con sus compañeros
judios mientras sus familias permanecían en Guilad, Moshé cambió de opinión y encargó a
Iehoshúa que se asegurara de que esa promesa fuera cumplida. De otro modo, estas tribus
perderían el derecho a todo reclamo sobre su asentamiento en Guilad.

Resumen de la Parashá Maséi

Moshé registró el itinerario de los b´nei Israel a través del desierto desde el momento en
que abandonaron Egipto hasta su llegada a las llanuras de Moav. En total, los israelitas

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habían acampado en cuarenta y dos lugares distintos durante sus cuarenta años de
deambular.
Después de haber expulsado a los habitantes de Canaán, el pueblo recibió la orden de
destruir todo vestigio de idolatría en ese territorio. La tierra sería distribuida por lotes den
proporción a la cantidad de miembros de cada tribu. Fueron designados diez dirigentes, uno
para cada una de las tribus respectivas. A ellos, juntamente con Iehoshúa y Elazar, el Cohén
Gadol, se les confió la adjudicación equitativa de la tierra. Los leviím no recibieron ningún
territorio. En lugar de ello se les otorgaron cuarenta y ocho ciudades a ambos lados del
Jordán.
Seis de ellas, tres a cada lado de este río, fueron instituídas como arei miklat (“ciudades de
refugio”), además de las otras cuarenta y dos menores. Ellas servirían de asilo para
cualquier persona que hubiera matado a otra accidentalmente, permitiéndole escapar a la
acción vengadora de los parientes del muerto. Luego de un asesinato accidental, el que lo
hubiera perpetrado podía huir a esas ciudades de refugio, donde sería llevado ante un
tribunal. Si los jueces decidían que se trataba de un caso de asesinato intencional, la
persona sería entregada al vengador de la víctima (un pariente cercano). Por otra parte,
cualquiera que cometiese un asesinato premeditado sería ejecutado. Asimismo, si el crimen
no había sido premeditado y no tenía intención maligna, el que lo hubiera perpetrado
tendría que permanecer en la ciudad de refugio hasta la muerte del Cohén Gadol. Incluso
un asesinato intencional no podía ser condenado a muerte amenos que hubiera dos testigos
que incriminaran al asesino. La sentencia de muerte por asesinato premeditado no podía ser
conmutada por medio del pago de dinero, ni tampoco podía el asesino por accidente
librarse del exilio en la ciudad de refugio con ese subterfugio.
Los dirigentes de la familia de Guilad, de la tribu de Menashé, plantearon el problema de la
tierra heredada por hijas, tales como las de Tz´lofjad. Si estas hijas se casaban con
miembros de otras tribus, sus propiedades se perderían para su tribu original y pasarían a
las nuevas. Esto conduciría a la reducción de las posesiones de la tribu a la que
perteneciesen las mujeres. El problema fue resuelto con la decisión de que en tales casos, la
heredera debían casarse con un miembro de la tribu de su padre. Esto es lo que ocurrió, de
hecho, en el caso de las hijas de Tz´lofjad, que se casaron con sus propios primos, pero esta
norma se aplica solamente a aquella generación.

La Mitzvá de Separar Ciudades para los Leviím para Servir como
Ciudades de Refugio
La Tribu de Leví no recibió territorio en Eretz Israel como recibieron las otras Tribus. Antes que
volverse granjeros, los leviím sirvieron en el Beit Hamikdash y se dedicaron al estudio de Torá.
Hashem ordenó que los leviím residieran en cuarenta y ocho ciudades por todo Eretz Israel.

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Cada ciudad Levita estaba rodeada por un área de tres mil amor (aprox. 1500 metros) en cada
dirección, de la cual el millar más interno servía como un área abierta, mientras en los dos
millares más externos ellos plantaron jardines y viñedos.
Hashem ordenó que de las cuarenta y ocho ciudades Levitas seis fueran separadas
oficialmente como Ciudades de Refugio para asesinos accidentales, tres en Eretz Israel y tres
sobre el lado oriental del Jordán. Las otras cuarenta y dos ciudades Levitas también servían
como Ciudades de Refugio, pero había dos diferencias básicas entre ellas y las seis
designadas Ciudades de Refugio:
1. Las seis refugiaban a un asesino accidental del goel hadam (Redentor de Sangre); (ver
sección concerniente a Leyes de Ciudades de Refugio) aún si él era ignorante de que había
entrado a ellas. Las otras ciudades Levitas protegían al asesino accidental sólo si él era
consciente de que estaba dentro de ellas.
2. En las seis ciudades designadas, el asesino podía vivir libre de arrendamiento. En las otras
ciudades, tenía que pagar renta a los leviím.
¿Por qué Hashem escogió las ciudades Levitas para servir como Ciudades de Refugio?
1. Usualmente amigos y parientes de alguien que fue asesinado, aún por accidente, sentirían
resentimiento contra el asesino y rechazarían su compañía. Los leviím, sin embargo,
subordinaban sus sentimientos totalmente a la Voluntad de Hashem. Aún si alguien había
matado a uno de sus amigos íntimos o parientes, ellos no lo odiarían o rechazarían. Si él se
asentaba en su medio, ellos lo aceptarían en su sociedad.
2. Vivir en una atmósfera elevada de kedushá común a una ciudad de los leviím era de
beneficio espiritual para el asesino. Hashem ideó su estadía allí para ayudarlo a arrepentirse
de su pecado y expiar por él.

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La Severidad del Pecado de Derramamiento de Sangre
Quien mata a una persona es considerado como si destruyera un mundo entero.
Si una vida humana es tomada, la sangre de la víctima no puede descansar. Ella permanece
agitada hasta que es vengada, levantando un grito que reverbera por todo el universo.
Después de que Cain asesinó a su hermano Hevel, Hashem le reprochó, "Vos habéis
derramado no solamente su sangre, sino aquella de generaciones venideras. La sangre de
sus hijos no nacidos hasta el fin de todas las generaciones clama a Mí."
Influenciado por su malvada esposa Izevel, el Rey Ajav hizo asesinar a un hombre llamado
Navot, pues el rey codiciaba el viñedo de éste.
Tres años más tarde, el confederado y pariente político de Ajav, Iehoshafat Rey de Iehudá, lo
visitó. Ajav preguntó a Iehoshafat si él lo asistiría en una guerra contra el rey de Aram, quien
había capturado una ciudad limítrofe judía que Ajav deseaba recuperar. Iehoshafat accedió a
unir fuerzas con él siempre que averiguara cuál era la Palabra de Hashem concerniente a la
guerra.
Cuatrocientos profetas de Baal rodearon a Ajav, y él les preguntó, "¿Ataco Ramot Guilad o
no?" Fingiendo hablar en Nombre de Hashem, estos falsos profetas unánimamente
proclamaron, "Levantaos, porque Di-s la entregará en las manos del rey."
El Rey Iehoshafat, sin embargo, se dio cuenta de que su profecía no podía haber sido Divina,
porque todos ellos la transmitieron en las mismas palabras. Di-s se dirige a cada profeta en
una manera diferente. El mensaje de un verdadero profeta es único en estilo y expresión.
"¿No quedó profeta de Hashem aquí?" preguntó Iehoshafat. (El se estaba refiriendo a la
masacre de los profetas de Hashem por la Reina Izevel.)

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
"Hay un hombre, Mijaihu ben Imlá," replicó Ajau, "quien habla en Nombre de Hashem. Yo lo
odio, sin embargo. Nunca predice buenas nuevas concernientes a mí, sólo mal."
"¡No digáis eso!" replicó Iehoshafat. "El meramente transmite lo que Hashem le revela."
Ajav ordenó que Mijaihu fuera convocado.
Entretanto, mientras los dos reyes estaban sentados en sus tronos a las puertas de Shomrón,
los profetas de Baal se apiñaron alrededor de ellos, prediciéndoles suerte y éxito. Uno de
ellos, Tzidkiahu ben Kenaaná, hizo cuernos de hierro y profetizó, "Así dice
Hashem, "Con estos vos cornearéis Aram hasta la destrucción.'"
Cuando el mensajero de Ajav arribó a la casa de Mijaihu, él dijo, "El rey os ordena venir y
dejarle saber vuestra profecía concerniente a la guerra contra Aram. Dejádme advertíros que
todos los otros profetas han predicho éxito; ¡no arruinéis todo con malos augurios!"
Mijaihu replicó, "Yo juro que hablaré sólo lo que Hashem me diga."
Mijaihu se presentó ante los reyes, y Ajav le preguntó, "¿Vamos nosotros a Ramot Guilad para
guerrear o no?"
Mijaihu replicó sin mencionar el Nombre de Hashem, "Levantáos y (podáis vos) tened éxito."
Ajav se dio cuenta de que ésta era la bendición personal de Mijaihu pero no una profecía. El le
imploró revelarle la verdad en el Nombre de Hashem. Mijaihu entonces profetizó, "Yoprevi a
todos los judíos diseminados sobre las colinas como ovejas sin pastor. Hashem dijo, "Estos
no tienen señor (porque vos, Ajav, caeréis en guerra). Pero el pueblo retornará a casa en
paz."'
Ajav se volvió a Iehoshafat. "¿No os dije que este hombre me odia y por consiguiente siempre
inventa predicciones sombrías concernientes a mí?" comentó.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
"Dada que vos me sospecháis de contar una mentira," resumió Mijaihu, "Yo revelaré mi
completa visión, para que podáis reconocer su verdad".
"Yo vi a Hashem sentado sobre Su Trono Celestial. A un lado estaban parados los ángeles
acusadores; al otro lado, los ángeles defensores.
"El Todopoderoso inquirió, "¿Quién persuadirá a Ajav para ir a guerrear en Ramot Guilad y
caer?'
"Un debate estalló entre las huestes Celestiales. (Los pecados de Ajav fueron pesados contra
sus méritos. El era culpable de adoración de ídolos y otros pecados. No obstante su destino
se sostenía en equilibrio.)
"Entonces el espíritu del asesinado Navot se levantó ante el Trono de Hashem.
"El dijo, "Yo convenceré a Ajav de ir a la guerra.'
"Hashem le preguntó, "¿Cómo?'
"El replicó, "Yo iré y seré un espíritu de falsedad en las bocas de todos los profetas de Ajav.'
"Hashem decidió, "Tú lo convencerás y prevalecerás. ¡Sal y ház así!'"
La explicación de la visión de Mijaihu fue que con la demanda de venganza del espíritu de
Navot por el derramamiento de su sangre Navot selló la sentencia de muerte de Ajav.
Mijaihu concluyó, "Ahora ved que todos los otros profetas están mintiendo. Hashem decretó el
mal concerniente a vos. (En otras palabras: no vayáis a combatir, sino arrepentios.)"
El falso profeta Tzidkiahu ben Kenaaná dio un paso al frente y golpeó a Mijaihu tan
fuertemente sobre la mejilla, que derramó una gota de la sangre del tzadik. Aquella gota expió
por toda la judería de la época, para que ninguno de ellos cayera en la batalla contra Aram.

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El Rey Ajav ordenó, "Poned a Mijaihu en prisión y dadle sólo un mínimo de pan y agua hasta
que yo retorne en paz."
"Si vos retornáis en paz, Hashem no ha hablado a través de mí," dijo Mijaihu, mientras los
guardias lo conducían fuera.
Temeroso después de oir las palabras de Mijaihu, Ajav dijo a Iehoshafat, "Yo pelearé vestido
como un soldado ordinario antes que en mis túnicas reales. Vos, sin embargo, podéis vestir
vuestras túnicas reales."
Los ejércitos de los dos reyes judíos se alistaron para batallar contra Aram. El rey de Aram
había ordenado a todas sus tropas, "apuntad solo al rey de Israel."
Primero los soldados enemigos confundieron a Iehoshafat con el rey de Israel. Viendo una
hueste de flechas zumbando ante él,
Iehoshafat clamó a Hashem. El enemigo pronto se dio cuenta que él no era el rey de Israel, y
cesó de dispararle.
Ajav no fue reconocido por el enemigo. No obstante cuando Di-s lo decreta, "los pies de un
hombre lo llevan a su propia muerte." Un arquero enemigo disparó una flecha al azar, y ella
atravesó la armadura de Ajav, y lo hirió fatalmente. A pesar de que Ajav sintió su sangre
derramándose con abundancia hacia abajo, heroicamente permaneció erecto en su carroza
hasta que la batalla terminó. A pesar de que estaba sangrando lentamente a morir, no ordenó
a su conductor llevarlo a casa para no desmoralizar al ejército.
Como Mijaihu había profetizado, ningún otro judío cayó en batalla. Ajav solo murió aquella
noche.
Estos eventos ilustran cuan severamente el crimen de derramar sangre humana es
considerado por Di-s.

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Tan serio es el pecado de derramamiento de sangre que demanda duro castigo aún si es
cometido accidentalmente. Nadie es lastimado por otro por accidente o a causa de "mala
suerte." Todos los infortunios son causados providencialmente por Di-s a través de agentes
específicos por razones conocidas por El solo. Usualmente la tragedia expía la previa culpa de
la víctima y, además, indica que el perpetrador es responsable por una acción similar, como
es ilustrado en la Guemará (Makot 10b):
¿Cómo castiga Di-s a dos asesinos, uno de los cuales actuó deliberadamente, mientras el otro
lo hizo inadvertidamente, y el acto de ninguno de los dos fue observado por testigos?
El Todopoderoso causa a los dos delincuentes cruzar senderos. Descendiendo de una
escalera, el asesino inadvertido cae sobre el asesino deliberado, quien está pasando debajo
de la escalera en aquel preciso momento. El asesino deliberado es matado, recibiendo así la
pena debida por su previo crimen, mientras el asesino inadvertido también recibe su merecido
castigo: testigos testifican contra él, y el Beit Din (Tribunal judío) lo sentencia a exilio en una
Ciudad de Refugio.
Si el asesino no actuó deliberadamente, él no es castigado con muerte, sino más bien con
exilio en una Ciudad de Refugio. Partiendo de los alrededores familiares de uno y mudándose
a un lugar extraño es un sabor anticipado de la muerte, en esencia una pena de muerte
mitigada.

Benei Gad y Benei Reubén Solicitan a Moshé Porciones sobre el
Lado Oriental del Jordán
Las Tribus de Gad y Reubén se habían tornado muy ricas en la guerra contra Midián dado que
ellas habían recolectado oro, plata, y joyas preciosas de las mujeres midianitas. Con éstas,
ellos compraron grandes rebaños de ganado.
Los miembros de Gad necesitaban suelos espaciosos de pastura para sus rebaños, como
podían ser hallados sobre el lado oriental del Jordán, que los judíos habían conquistado de

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Sijón y Og. Los heroicos gaditas no tenían miedo de vivir en la vecindad de naciones gentiles.
Por consiguiente solicitaron a Moshé permiso para asentarse sobre el lado oriental del Jordán.
Los miembros de Reubén, quienes eran vecinos de Gad bajo el mismo deguel (bandera), se
unieron a ellos en la petición.
Las dos Tribus solicitaron, "Dejádnos permanecer en el lado oriental del Jordán y asentarnos
aquí. Tememos que no se nos pueda asignar suficiente tierra de pastura para nuestros vastos
rebaños en Eretz Israel. Nosotros estamos siguiendo las huellas de nuestros antepasados
quienes determinaron sus lugares de asentamiento de acuerdo con las necesidades de su
ganado. Los hijos de Iaacov explicaron al Faraón, "Nosotros vinimos a residir en Egipto
porque hay una pesada hambruna en la tierra de Canaán e insuficiente suelo de pastura para
el ganado.' Abraham e Itzjak, también, solían viajar a vecindades donde sus rebaños
encontraban alimento.
"Más aún, nosotros tenemos temor de que si nos asentamos en Eretz Israel mismo, nuestros
numerosos animales puedan pastar en los campos de otros, o mordisquear de árboles o
raíces que no son nuestras. Asentándonos sobre amplias haciendas en el lado oriental del
Jordán, nosotros evitaremos robo.
"Nosotros también sabemos que vos, Moshé, no cruzaréis el Jordán para entrar a Eretz
Israel. Nosotros deseamos permanecer con vos en el lugar donde seréis enterrado."
Moshé replicó, "Si vosotros permanecéis aquí antes que participar en la conquista de Eretz
Canaán, vuestros hermanos creerán que vosotros tenéis miedo de los enemigos de los judíos.
¿Queréis una repetición del incidente de los Espías quienes causaron pánico entre el pueblo?
A causa de ellos, toda la generación erró en el desierto por cuarenta años y murió allí. Si
vosotros os apartáis de Hashem, todavía causaréis a los judíos permanecer en el desierto por
otros cuarenta años."

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Benei Gad y Benei Reubén replicaron, "Nosotros construiremos establos para nuestro ganado
y ciudades para nuestros hijos aquí, en el lado oriental. Luego dejaremos a nuestras familias y
posesiones, y viajaremos junto con vosotros a Eretz Canaán. Libres de nuestras familias y
equipaje, podemos viajar al frente de todos vosotros. Nosotros pelearemos en el frente de la
batalla."
Moshé reprochó a las dos Tribus, "¿Por qué mencionásteis vosotros construir establos para
vuestro ganado antes que ciudades para vuestros hijos? Parece que asignáis más importancia
a vuestras posesiones que a vuestros hijos."
¿Cuál es el significado del pasuk (Tehilím 75:6- 7), "Porque no por salir hacia el oeste, ni del
desierto a las montañas, porque Di-s es el Juez, El humilla a uno y levanta a otro"?
El versículo revela que una persona no necesariamente se vuelve rica por viajar por negocios
de este a oeste, o por aventurarse a lugares distantes, tales como montañas y desiertos. Más
bien, sí así ha sido ordenado, Di-s despoja de dinero a una persona y provee para algún otro.
Los nombres hebreos relativos a dinero indican su movilidad:
□ Posesiones ¿Por qué son posesiones llamadas "nejasím"? La palabra nejasím indica que
después del fallecimiento de una persona sus pertenencias son sustraídas de ella y
entregadas a otro. (Nejasím está relacionado a mejusé/ ellas son ocultadas de él.)
□ Zuzím (un tipo de moneda) significa que aún cuando una persona está viva, su dinero
cambia de manos, moviéndose de uno al otro. (Zuzím es derivado de la palabra raíz mover.)
□ Mamón: Mamón es una contracción de "Ma ata mone / ¿Qué estáis contando? ¡Es
realmente nada!"
□ Dinero: Maot significa, "ma laet / ¿Qué acerca del futuro?" Dinero no es una posesión eterna
( como son Tora y mitzvot -mandamientos-), sino permanece con una persona sólo por un
cierto período ordenado por Hashem.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Todos estos términos para dinero enseñan a una persona que su dinero sirve a su propósito
apropiado sólo si ella lo usa en el Servicio de Hashem.
Una noble mujer romana perguntó a Rabí Shimón ben Jalaftá, "¿En cuántos días Di-s creó el
mundo?" "En seis," replicó él.
Ella preguntó, "¿Qué ha estado El haciendo desde entonces?"
"Di-s está ocupado construyendo escaleras para el propósito de elevar a algunas personas y
bajar a otras," le explicó él.
Hashem hizo al botín midianita caer en manos judías, dado que El había destinado aquellas
posesiones para los judíos. No obstante, los hombres de la Tribu de Gad y Reubén se
esforzaron en demasía a sí mismos en colectar despojos. Dado que ellos estaban demasiado
interesados en sus posesiones materiales, ellas no les trajeron bendición.
Sobre las Tribus de Gad y Reubén está dicho, "Una herencia puede ser adquirida raudamente
al principio, pero su fin no será bendecido" (Mishlé 20:21).
Las Tribus sobre el lado oriental del Jordán fueron exiliadas antes que aquéllas en Eretz
Israel, como dice en Divré Haiamim (1,5:26), "Y el Di-s de Israel incitó a Pul, rey de Ashur, y
Tiguelat Pilneser, rey de Ashur, y él exilió a Reubén, Gad, y la mitad de la Tribu de Menashé."
Ellos mismos acarrearon su castigo. Dado que se separaron de sus hermanos y vivieron lejos
del centro espiritual, ellos declinaron espiritualmente antes que las otras Tribus. De ahí que
fueran exiliados más temprano.
Cuando Moshé dividió el territorio de Sijón y Og entre Gad y Reubén, él se dio cuenta de que
era demasiado vasto para sólo dos Tribus. Por consiguiente seleccionó otra Tribu para morar
con ellas. Escogió la mitad de la Tribu de Menashé.
¿Por qué?

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Di-s así devolvió una vieja deuda- su fundador había causado a los fundadores de todas las
Tribus rasgar sus vestimentas.
Todas las acciones son recompensadas por el Cielo midá-kenegued- midá (medida por
medida).
□ Los hijos de Iaacov le causaron rasgar sus vestimentas cuando ellos le trajeron las falsas
nuevas de la muerte de Iosef.
Hashem por consiguiente les hizo también a ellos rasgar sus vestimentas. Cuando la copa del
virrey egipcio, Iosef, fue encontrada en el saco de Biniamín, ellos rasgaron sus vestimentas en
desesperación.
□ Iosef causó a sus hermanos rasgar sus vestimentas. A cambio, su descendiente Iehoshúa
rasgó sus vestimentas. Cuando Benei Israel perdieron la guerra contra la ciudad de Ai en la
conquista de la tierra de Canaán, Iehoshúa desgarró sus vestimentas al enterarse de las
malas noticias.
□ Biniamín, por cuya consideración los hermanos desgarraron sus vestimentas cuando ellos
oyeron que Iosef estaba arrestándolo, tuvo un descendiente quien fue forzado a rasgar sus
vestimentas: Mordejai de la Tribu de Biniamín rasgó sus vestimentas cuando él se enteró del
malvado decreto de Hamán para exterminar a los judíos.
□ El hijo de Iosef, Menashé, persiguió a las Tribus para demandar de regreso la copa de su
padre. El fue la causa directa del rasgado de sus vestimentas de los hermanos. Midá-
kenegued-midá su porción fue desgarrada por la mitad. Mitad de su herencia estaba enEretz
Israel y la otra mitad sobre el lado oriental del Jordán.
En el tiempo de Iehoshúa, Benei Gad y Benei Reubén mantuvieron lealmente su promesa de
marchar y batallar a la cabeza del ejército judío. Por catorce años, hasta que la Tierra fue
distribuida, ellos permanecieron separados de sus familias.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Al entrar a Eretz Israel y darse cuenta qué tierra bendita y fértil era, las dos Tribus y media
exclamaron, "¡Hubiera sido mejor para nosotros recibir una pequeña porción en Eretz
Israel que una dos veces tan amplia en el otro lado del Jordán! En el lado este, nosotros
tenemos que invertir mucho más esfuerzo y trabajo para levantar productos. Su suelo carece
de la fertilidad de Eretz Israel." (Sólo la propia Eretz Israel, mas no el lado oriental del Jordán,
fue bendecido como "una tierra abundante en leche y miel.")
En el futuro cada Tribu recibirá una porción en la propia Eretz Israel.
El error de aquellas dos Tribus y media y el daño en el cual ellas incurrieron por separarse del
resto de Kelal Israel, reafirma el axioma, "¿Quién es verdaderamente rico? Quien está
satisfecho con su suerte."
Las Dos Tribus y Media Preparan el Lado Oriental del Jordán para Asentarse
Antes de unirse a Benei Israel en su viaje al interior de Eretz Israel, las Tribus de Reubén,
Gad, y la mitad de Menashé erigieron ciudades para sus familias y establos para su ganado
sobre el lado oriental del Jordán.
Ellos volvieron a nombrar todas las ciudades en sus porciones, porque los emorím solían
llamarlas en honor de sus ídolos.
Las dos Tribus y media así demostraron que a pesar de estar geográficamente separadas del
resto del pueblo, ellas servirían a un Di-s, como sus hermanos en Eretz Israel.
Uno de los descendientes de Menashé, Novaj, llamó al distrito que él conquistó y ocupó con
construcciones Novaj en honor de sí mismo.
El no tenía hijos y esperaba que su nombre sería recordado a través de sus ciudades. Pero el
nombre Novaj no perduró.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Este punto está mencionado en la Tora para enseñar que Di-s no desea que nosotros
erijamos edificios elaborados para la posteridad mediante los cuales recordarnos. Las
personas acostumbran buscar perpetuar su memoria por medio de impresionantes edificios de
piedra. No obstante, los monumentos de un judío son sus logros espirituales en una vida
dedicada al estudio de Tora y el cumplimiento de las mitzvot.
Leyes Concernientes al Cumplimiento y Anulación de Votos

La última parashá finalizó con las leyes de los sacrificios de Iom Tov (festividad judía), y
ésta comienza con las leyes de promesas. La yuxtaposición enseña que todo el que hace una
promesa de ofrecer un sacrificio está obligado a cumplir su promesa en el Iom
Tov venidero, cuando visita el Beit Hamikdash.

Uno nunca debería pronunciar precipitadamente un juramento o promesa. Quien
atolondradamente lo hace y luego, más tarde, deja de cumplirlo es asemejado a un hombre
que toma una espada para apuñalarse; él está destinado a dañarse.
Hay tres situaciones cuando es recomendable para un judío temeroso de Di-s hacer una
promesa, siempre que él esté completamente consciente de su compromiso:

1. Si alguien ha adquirido hábitos pecaminosos y desea hacer teshuvá (arrepentimiento),
puede prometer para fortalecer su resolución. Por ejemplo, si era un glotón, puede hacer
una promesa para abstenerse de carne por un período de tiempo; si era un bebedor, para
abstenerse de alcohol; si él era codicioso, para rehusar regalos, y así sucesivamente.

2. Si una mitzvá (mandamiento) se le presenta a alguien, él puede declarar bajo juramento
cumplirla para no perder la oportunidad.

3. Hay una tradición de nuestro antepasado Iaacov de hacer una promesa en tiempos de
aflicción.
Huyendo de su hermano Esav, Iaacov hizo una promesa de entregar a Di-s un décimo de
todas sus ganancias si El lo retornaba a salvo y proveía sus necesidades. No obstante, aún el
gran tzadik (justo) Iaacov sufrió infortunios porque él demoró el cumplimiento de su
promesa.

Quien promete con relación a materias triviales transgrede grandemente y causa un jilul
Hashem.(Profanación del nombre de D”s.)

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Un hombre llamado Shimón ben Antipater era famoso por su hospitalidad. No obstante, un
rumor extraño alcanzó los oídos de los Sabios. Se decía que cuando él invitaba huéspedes
los servía bien, los acompañaba parte del camino, pero antes de volverse de regreso él les
daba una severa golpiza.

Cuando a Rabí Iajanán ben Zakai se le informó esto, él convocó a Rabí Iehoshúa y le
ordenó visitar la casa del hombre para investigar el tema.

Rabí Iehoshúa arribó al hogar de Rabí Shimón y fue cordialmente bienvenido. El y el señor
de la casa se sentaron a estudiar Torá hasta la noche y les fue servidas una buena cena. A
la mañana siguiente Shimón le dijo, “Vayamos a la casa de baños.” Cuando ellos
retornaron, les fue servida otra satisfactoria comida. Agradeciendo a su anfitrión, el Sabio
dijo, “Yo debo partir ahora. ¿Quién me acompañará?”

“Yo mismo,” replicó el señor de la casa.
Rabí Iehoshúa, caminando delante de su anfitrión, anticipaba nerviosamente la golpiza que
podía venir en cualquier momento.

El tiempo de despedirse llegó sin incidente, y el anfitrión se aprestó a retornar a su casa.
Rabí Iehoshúa lo volvió a llamar y dijo, “Por favor permitídme hacéros una pregunta.
¿Por qué vos usualmente azotáis a vuestros huéspedes, mas a mí no me pegásteis?”
Replicó Shimón, “Vos sóis un talmid jajam (estudioso), y os condujísteis vos mismo
noblemente en mi hogar. Los otros huéspedes usualmente hacen todo tipo de juramentos.
Ellos juran no comer o beber o hacer ciertas cosas, y luego hacen caso omiso de sus
promesas. Yo he oído que quien toma un juramento y lo profana merece el castigo de
cuarenta azotes.”

“Ellos ciertamente los merecen,” concordó Rabí Iehoshúa. “Cuarenta de vos, cuarenta de
mí, y otros cuarenta de los Sabios que me enviaron para investigar este tema.”
Aún una persona que jura confiablemente y cumple su juramento es castigada si tiene el
hábito de jurar innecesariamente.
El Rey Ianai rigió sobre dos mil aldeas y Di-s destruyó a todas ellas. ¿Por qué?
Los habitantes estaban acostumbrados a decir, “Yo juro que iré a este lugar; que comeré
ese alimento,” y similar. A pesar de que ellos cumplirían sus juramentos, Di-s los castigó
porque uno no debería tomar un juramento innecesariamente.

Un juramento o promesa es obligatorio cuando es tomado por un muchacho desde la edad
de trece años y una muchacha desde la edad de doce, (o por un muchacho de doce y una
muchacha de once si ellos entienden su significado).

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Dado que Hashem entiende perfectamente la naturaleza humana y conoce que una persona
puede lamentar más tarde su promesa obligatoria, El nos dio modos para anularlo.
Invalidación de Promesas:

Si alguien toma un juramento o un voto y luego se da cuenta que es demasiado difícil para
él cumplir, puede ir a un talmid jajam que es un experto en las halajot (leyes), o a tres
legos. Ellos pueden absolverlo sobre la base de su declaración de que al tiempo de tomar la
promesa él no era completamente consciente de todas sus implicancias. Si él hubiera
comprendido todas las dificultades de mantenerla, no habría actuado así. Así, la promesa
fue un error de su parte.

El explica los detalles de su promesa al juez (o jueces), quien determina si las
circunstancias le permiten conceder una absolución. Si él descubre un punto de
arrepentimiento del cual la persona que tomó el juramento no era consciente en el
momento, puede absolverla.

“¿Hubiérais hecho vuestra promesa si supiérais que más tarde lo lamentaríais?” le pregunta
el juez.
“No,” replica la persona que tomó el juramento.
Estáis liberado de él,” sentencia el juez.
El hecho de que las promesas pueden ser invalidadas no debería inducir a una persona a
tomarlos ligeramente. El Sanhedrín en el tiempo del Rey Tzidkiahu fue condenado a muerte
por anular una promesa.
El emperador babilónico Nabucodonosor trató a su vasallo, el rey judío Tzidkiahu,
respetuosamente. Cuando Tzidkiahu llegó a Babel para afirmar su alianza con el
emperador, Nabucodonosor le concedió libre acceso a su palacio. El designó a Tzidkiahu
soberano sobre los reinos de Edom, Moab, Amón, Tzor, y Tzidón.
Tzidkiahu entró una vez al comedor privado de Nabucodonosor sin ser anunciado y lo
encontró arrancando los miembros de una liebre viva para comerlos.
Comer los miembros de un animal vivo está prohibido por la ley de Noaj aún para un no-
judío. Más aún, Nabucodonosor no deseaba que se publicitara que él estaba entregado a
hábitos crueles.

Avergonzado, Nabucodonosor ordenó a Tzidkiahu, “¡Jurad que vos no revelaréis nunca lo
que habéis presenciado!”

“Yo juro,” replicó Tzidkiahu. Más tarde, no obstante, él lamentó su juramento de no
revelar la conducta vergonzosa del emperador y solicitó al Gran Sanhedrín anular su
juramento. Su anulación probó ser fatal para ellos.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar

Una vez cuando los cinco reyes gobernados por Tzidkiahu estaban conversando, ellos
ridiculizaron a Nabucodonosor. “Vos deberíais ser emperador antes que él,” adularon a
Tzidkiahu. “Sóis un descendiente de la dinastía real de David, y vuestra conducta es más
noble que la de él.”

“Vosotros podéis estar seguros de que él es un hombre cruel,” concordó prontamente
Tzidkiahu. “Una vez, al entrar a su comedor, lo sorprendí devorando a un conejo vivo.”
Los cinco reyes despacharon inmediatamente un mensajero a Babel para informar a
Nabucodonosor, “El judío a quien vos concedéis libre acceso a vuestro palacio alega que
él os observó comer un animal vivo.”

Nabucodonosor consideró la ofensa de Tzidkiahu traición, pero estaba inseguro de si
castigar a Tzidkiahu solo o al pueblo judío entero.

Nabucodonosor viajó a la ciudad de Dafne cerca de Antioquía y ordenó a Tzidkiahu y los
miembros del Sanhedrín presentarse ante él.

Nabucodonosor dio a los Sabios Judíos sillas de honor.
“Sentáos,” ordenó él, “y exponed vuestra Torá a mí.”

Los Sabios tradujeron para él una parshá tras otra. Cuando ellos llegaron al tema de
promesas en parshát Matot, el emperador inquirió, “Si alguien desea anular una promesa,
¿puede hacer así?”

“El puede ir a un Sabio,” replicaron ellos, “quien tiene la autoridad para anular su
promesa.”

“¡Ahora yo sé cómo Tzidkiahu me traicionó!” los acusó el emperador. “¡El vino a
vosotros y vosotros anulásteis su juramento!”

En gran temor de ser puestos a muerte o cruelmente torturados por el emperador, los
Sabios apelaron al Todopoderoso para evocar los grandes méritos de sus antepasados y
asistirlos. Pero Hashem no aceptó sus oraciones.

Nabucodonosor ordenó que cada miembro del Sanhedrín fuera atado por su cabello a la
cola de un caballo y fuera arrastrado desde Ierushalaim a Lud.
Este trágico evento fue uno de los muchos que presagiaron la destrucción de Ierushalaim y
el Beit Hamikdash.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Anulación de Promesas

Algunas promesas tomadas por una muchacha pueden ser anuladas por su padre, y algunas
de las promesas de una mujer casada pueden ser anuladas por su marido.
Un padre tiene el derecho de anular una promesa por el cual su hija de menos de 12 años y
medio de edad se aflige a sí misma. Un marido está facultado para anular toda promesa que
afecta la relación entre su esposa y él mismo o por la cual la esposa se aflige a sí misma.
El padre o marido puede anular la promesa de una hija /o esposa sólo si él declara su
desacuerdo en el preciso día que él escucha la promesa. Si deja pasar el día sin cancelar la
promesa, pierde el derecho de hacer así más tarde.

¿Por qué fue Moshé descripto como “ish ha”Elokim (Devarím 33:1)?
Moshé estaba singularmente privilegiado para anular promesas tomadas por el
Todopoderoso lo mismo que unish / marido.

Después del Pecado del Becerro de Oro, Hashem amenazó, “Yo juro que quienquiera adore
a otros poderes que a Mí será destruido.”
Moshé, el experto abogado defensor para Kelal Israel, imploró, “¿No me enseñaste Tú a mí
en Har Sinai las leyes de anular promesas? Un maestro que desea que otros obedezcan sus
reglas debe él mismo actuar de acuerdo con ellas. Cuando los judíos adoraron al Becerro de
Oro, ellos asumieron que sus acciones estaban permitidas. ¿No deberías Tú entonces anular
Tu promesa?”

Envolviéndose en su talit, Moshé se sentó en el rol del talmid jajam que anula promesas, y
el Todopoderoso, se paró y solicitó de Moshé que lo absolviera de Su juramento.
Este Midrash pone de relieve:

1. La gran bondad de Hashem hacia el pueblo judío. Por consideración a Su pueblo, El
consideró su promesa como sí fuera anulada.

2. El poder de los tzadikím– Sus tefilot (plegarias) convierten duros decretos en
misericordiosos, influenciando el curso de la historia.

Maor Hashabat: Cuando hay enojo, no hay ganadores
VAIKTZOF MOSHE AL PEKUDE HEJAIL (31 -14)
Era un famoso Talmud Torá, que debía su prestigioso nombre a la esforzada y minuciosa labor de
su director, quien logró formar, luego de años de esfuerzo, un excelente equipo docente, que
trabajaba mancomunadamente en pos de llegar al máximo nivel de excelencia pedagógica.

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
En este “casi perfecto” mecanismo de relojería, como es de esperar, había una pequeña falla, un
pequeño resorte desajustado…
El maestro de cuarto grado….
El era la antítesis de lo que uno podría esperar de un maestro de escuela: desalineado,
desordenado, distraído…
Sus compañeros no llegaban a determinar si era voluntaria o involuntariamente, pero lo cierto es
que, luego de largas reuniones docentes, planificaciones y entrega de consignas, en fin… pautas
claras para el desarrollo de las clases… él se las arreglaba para hacer todo lo contrario…
Mientras que el resto de los maestros se divertía con sus extravagancias, el director se desvivía
tratando de mantener el orden, si hubiera sido por él, lo hubiera echado mucho tiempo antes…
Pero había algo que se lo impedía.

Todos los niños que habían pasado por sus manos, tenían un excelente rendimiento en el
estudio… Como si esto fuera poco, aquellos que no lograban adaptarse en otros lugares, con su
ayuda, no solo lo lograron, sino que crecieron y desarrollaron todo su potencial.
Por todo esto, no solo era querido por los chicos, sino que los padres estaban felices con él, y las
alabanzas a este maestro, eran el tema obligado de todas las reuniones, lo que obligaba al director
a dejar pasar todos sus errores, y hasta podría decirse que se había encariñado con él.
Hasta que un día…

Como es de esperar, la excelencia de la escuela hizo que rápidamente se corriera la voz,
produciendo un importante crecimiento en el alumnado, llegando a superar la capacidad del
pequeño edificio.
Fue para esa época, que el director escuchó acerca de un donante que estaba buscando una
escuela donde invertir una importante suma. La elegida recibiría un nuevo edificio totalmente
equipado en memoria de sus queridos padres…

Sin perder tiempo, se contactó con él y acordaron una visita al establecimiento.
Acto seguido, reunió a todo el plantel docente, dándole precisas instrucciones de cómo atender al
importante visitante, ya que este entraría a cada grado, por lo que deberían asegurarse que todo
estuviera limpio, brillante, resplandeciente y ordenado…
Obviamente, también este maestro participó de la reunión, y escuchó atentamente todas las
indicaciones…pero…simultáneamente, en esos días había hecho un trato muy especial con sus
alumnos: si estudiaban con entusiasmo y se sacaban buenas notas en sus exámenes recibirían un
premio…
¿Y cual era el premio tan anhelado? Un divertido juego: Nada más ni nada menos que “los
autitos chocadores”, pero esta vez seria algo especial…

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Todos darían vuelta sus bancos convirtiéndolos en verdaderos “autos de carrera” y se chocarían
unos con otros arrastrando sus bancos por toda el aula…
Los chicos aceptaron la propuesta con gran entusiasmo y alboroto…
Estudiaron bien, rindieron exámenes…
Finalmente llegó el día fijado para la visita de este potencial benefactor de la escuela.

De acuerdo a lo planificado previamente, lo llevaron de recorrida por cada rincón del pulcro
establecimiento, se lo veía asombrado y satisfecho por el orden y la limpieza del lugar, como así
también por el respetuoso comportamiento del alumnado.
Hasta que llegaron al aula donde dictaba clases nuestro simpático maestro…

Seguramente ustedes estarán sospechando que ese era justo el día del tan ansiado premio…
Efectivamente… Quien puede acordarse del esperado pero inoportuno visitante…
Desorden total… los bancos dados vuelta… mientras que algunos chocaban entre sí, otros
aplaudían y victoreaban al que parecía el ganador…

Ante la mirada atónita de los visitantes, de debajo de una montaña de niños enrojecidos por la
excitación, emergió el maestro sonriendo tímidamente, sin saber como justificar su imperdonable
olvido…

Imposible describir la cara del director…
Una vez que se hubo retirado el donante, a quien se le pidieron disculpas de todas las formas que
se puedan imaginar, el director descargó toda su furia y frustración en el pobre maestro.
-¡Llévate todas tus pertenencias, y andate de esta escuela! ¡Con tus propias manos
desarmaste todo mi proyecto! ¡Después de lo que este hombre vio en tu aula ya no querrá
donarnos ni un centavo!

En vano fueron las disculpas ofrecidas por el maestro… En vano fue el pedido de clemencia…
Tengo diez hijos, y usted me esta dejando sin sustento…

Pero el director estaba furioso.

El maestro salió del Talmud Tora muy triste…
El mismo director cuenta: No pasaron dos días, y uno de mis hijos se cayo fracturándose una
pierna, al día siguiente otro de mis hijos, se cortó al romperse una ventana de vidrio y debieron
darle puntos, al otro día mi hija no podía mover la cabeza y hubo que internarla, y por si fuera poco
mi esposa se cae en la calle y se fractura la mano y la pierna.
Entendí que algo fuera de lo común estaba ocurriendo, y decidí acercarme a uno de los Guedole
Ador para contarle lo que estaba pasando en mi casa, y aconsejarme…la primer pregunta que me

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
hizo el Rab fue: acaso provocaste que alguna persona sufra en este ultimo tiempo?
Le contesté afirmativamente, y le conté todo lo sucedido con el maestro…

Dijo el Jajam: Hiciste algo que no debiste hacer, y ya mismo debes ir a pedirle perdón, esto
no es una broma.

Inmediatamente seguí el consejo del Rab: Llamé al maestro y le pedí perdón, le rogué que vuelva
a la escuela.

El, con su buen corazón, no dudó en perdonarme, pero se negó a volver ya que había encontrado
otro trabajo y no deseaba regresar con nosotros…
Como si esto fuera poco, una semana más tarde llegó a la escuela una carta del donante, en
la que le solicitaba una entrevista al director para ultimar todos los detalles, ya que “ESTA
HABIA SIDO LA ESCUELA ELEGIDA POR EL ,PARA HACER SU DONACION”.

En su carta destacaba que, durante su visita a la escuela hubieron muchas cosas que lo
impresionaron favorablemente, pero hubo una cosa que le llamo poderosamente la atención: esta
escuela era diferente a todas las que había conocido. “En ninguna otra terminaba de convencerme
la relación que había entre los maestros y los alumnos, en cambio vi que ustedes son especiales,
prueba de ello fue aquel maestro que se encontraba sentado en el piso jugando con los niños, eso
me convenció…Este era el Talmud Tora que yo estaba buscando…”
Al leer esta emotiva carta, el director sintió una opresión en su pecho: este hecho cambio su vida y
su visión frente al mundo. Hashem le demostró de una manera clara algo que sus ojos no habían
visto todavía…
Debemos contenernos en los momentos de ira, aunque en ese instante estemos
convencidos que tenemos razón.

Por no saber contenernos, no tenemos idea de lo que podemos provocar y provocarnos, con una
sola palabra…

Tanto es así, como nos cuenta nuestra Perashá, que el mismísimo Moshe Rabenu, en un momento
de enojo, en un instante en el que perdió el control, frente a un auditorio de seiscientas mil
personas, que seguían atentamente las enseñanzas de su maestro… de su líder que los había
sacado deMitzraim… frente a un público expectante que esperaba escuchar de su boca
las Halajot que les permitirían hacer Kasher los utensilios… simplemente las olvidó… ya que en
ese momento de enojo, como nos explican nuestros Jajamim, la persona olvida la Torá que
estudió…

El Midrash Dice Midrash
Bamidbar
Si esto le ocurrió a Moshe Rabenu, cuanto más debemos cuidarnos nosotros, y justamente
en ese momento, cuando sentimos que no podemos callarnos, ¡Ese es el momento justo de
cerrar la boca! Debemos saber, que una vez que dejamos salir la primera palabra, ya no
podremos gobernar sobre ella… ni sobre las que le siguen…
Dichosa la persona que sabe hacer esto…