Jesús escogió a doce hombres
Los llamó sus
Apóstoles. Ellos
serían las columnas
de la Iglesia.
Igual que a ellos,
Jesús nos busca a
cada uno de
nosotros para que
vayamos detrás de
Él.
Jesús eligió a Pedro
Uno de ellos,
llamado Simón, lo
eligió Jesús el jefe
de los Apóstoles y
le puso el nombre
de Pedro.
El Papa es el
sucesor de Pedro.
Jesús llamó a muchos
discípulos
Fueron muchos los
que siguieron a
Jesús al escuchar
sus palabras y ver
sus milagros.
Entre ellos había
toda clase de
personas: hombres y
mujeres, viejos y
jóvenes, niños y
niñas, pobres y
ricos, sanos y
enfermos…
Jesús envía el Espíritu Santo y nace la
Iglesia
Si sobre María
desciende el Espíritu
Santo y nace
Cristo, por obra y
gracia del Espíritu
Santo, sobre el
Cenáculo desciende el
Espíritu Santo con los
apóstoles reunidos con
María y nace la
Iglesia: Una, santa,
católica y apostólica.
Iglesia Católica
El relato del
acontecimiento de
Pentecostés subraya
que la Iglesia nace
universal: éste es el
sentido de la lista de
los pueblos —partos,
medos, elamitas... (cf.
Hch 2, 9-11)— que
escuchan el primer
anuncio hecho por
Pedro.
Iglesia Apostólica
Los Apóstoles
enseñaron que
Jesús había
resucitado y que
ellos lo habían
visto.
También hacían
grandes milagros.
Iglesia santa: Los Apóstoles
bautizaban
Los que escuchaban
su predicación y
veían sus milagros,
se convertían,
pedían bautizarse y
así formar parte de
la Iglesia.
Nosotros formamos
parte de la Iglesia
desde el día de
nuestro bautismo.
Iglesia Una: Los primeros
cristianos
Los primeros cristianos vivían como una gran familia
en la que todos se amaban y se ayudaban.
La multitud de los cristianos tenía un solo corazón y una sola alma. Entre
ellos no había necesidades, porque los que eran ricos vendían sus
posesiones y repartían sus bienes, según la necesidad de cada uno.
Los cristianos seguimos a Jesús en la
Iglesia
Hoy, igual que los
primeros cristianos
seguimos a Jesús en
la Iglesia.
La Iglesia es la gran
familia de Dios que
formamos la multitud de
los cristianos que
seguimos a Jesús.
Jesús está presente en la
Iglesia
Dios todopoderoso, haz que tu Iglesia sea siempre una
familia santa, congregada en la unión del Padre, del Hijo y del
Espíritu, que manifieste al mundo el misterio de tu unidad y
de tu santidad y lo conduzca a la perfección de tu amor. Por
nuestro Señor Jesucristo. AMEN.