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Patear
Cuando damos una patada, aplicamos
fuerza sobre un objeto (normalmente
una pelota) con la pierna y el pie (la
mayoría de las veces, con un lado o la
parte superior del empeine). Esta
habilidad exige coordinar los ojos y los
pies (algo que, por lo general, los niños
no desarrollan del todo hasta los 9 o 10
años de edad), el control y la
coordinación del cuerpo, y precisión en
la fuerza y la dirección. Para
perfeccionar este movimiento, es
necesario ensayar con frecuencia a dar
patadas para cubrir la mayor distancia
posible, mientras que patear con
precisión no debería ser un objetivo
hasta que los niños no hayan dominado
el primer movimiento (Gallahue, 1993).
Qué debemos recordar: al principio, los
niños se limitan a empujar una pelota
con el pie, que apenas se levanta del
suelo, para alejarla de ellos. Durante
todo este movimiento, la pierna suele
permanecer recta y los brazos pegados
a los costados. En algún momento, el
niño hará el movimiento de preparación
y de seguimiento y alzará los brazos
para mantener el equilibrio. Más tarde,
usará los brazos en el movimiento
opuesto al de las piernas.
Go Smart!
A los bebés les encanta lanzar objetos.
Puedes darles distintos objetos blandos
para que los lancen y devolvérselos
mientras sigan mostrando interés. Cuando
aprendan a caminar, coloca una cesta para
la ropa sucia o una caja vacía en el piso y
pídeles que arrojen dentro una pelota
blanda, unos calcetines enrollados y otros
objetos parecidos.
Puedes empezar dándoles una pelota de
espuma o un ovillo de hilo y pedirles
sencillamente que practiquen lanzándolos
contra una pared de la que tendrán que ir
alejándose poco a poco (deja que ellos lo
decidan).
Cuando los niños estén listos para
realizar un ejercicio más difícil, pídeles que
lancen la pelota contra un blanco de gran
tamaño, como el interior de una caja
grande o un cubo de basura de plástico, y
más adelante cuelga un aro de la pared. A
medida que vayan mejorando sus
lanzamientos, puedes desafiar a los niños a
que se alejen todavía más del blanco.
También puedes reducir el tamaño del
blanco.
Para practicar los lanzamientos por alto,
puedes realizar el siguiente juego. Dibuja
una línea con cinta, tiza o cuerda. Luego,
divide a los niños en dos grupos, uno a cada
lado de la línea. Coloca el mismo número
de pañuelos a uno y otro lado de la línea.
Empieza a contar el tiempo con un
cronómetro. Cuando les des la señal, los
niños deberán correr para recoger los
pañuelos de su lado de la línea y arrojarlos
al lado contrario. Cuando se haya agotado
el tiempo, cuenta los pañuelos que haya a
cada lado de la línea. ¡Divídelos a partes
iguales y repite el ejercicio!