luego al campo nuevo; a gozar libres el gozo del amor. Murmu-
raban allá en sus ventanas de hojas verdes las campanillas y las
violetas silvestres que olían cerca del riachuelo, cuando pasaban
los dos amantes, el brazo de él en la cintura de ella, el brazo de
ella en la cintura de él, los rojos labios en flor dejando escapar los
besos. Después, fue la vuelta a la gran ciudad, al nido lleno de
perfume de juventud y de calor dichoso.
¿Dije ya que Recaredo era escultor? Pues si no lo he dicho,
sabedlo.
Era escultor. En la pequeña casa tenía su taller, con profu-
sión de mármoles, yesos, bronces y terracotas. A veces, los que
pasaban oían a través de las rejas y persianas una voz que canta-
ba y un martillo vibrante y metálico. Suzette, Recaredo; la boca
que emergía el cántico, y el golpe del cincel.
Luego el incesante idilio nupcial. En puntillas, llegar donde
él trabajaba, e, inundándole de cabellos la nuca, besarle rápida-
mente. Quieto, quietecito, llegar donde ella duerme en suchaise-
longue,los piececitos calzados y con medias negras, uno sobre
otro, el libro abierto sobre el regazo, medio dormida; y allí el
beso en los labios, beso que sorbe el aliento y hace que se abran
LA MUERTE DE LA EMPERATRIZ DE LA CHINA 121
1925), novelista británico, escribióElla—She, en inglés, 1886, novela basada en
la leyenda de misteriosas reinas místicas de África—, yAyesha: la vuelta de ella
—Ayesha: the return of She(1905)—, que tienen como personaje a Ayesha.
“...adoraba a Loti y a Judith Gautier”: Pierre Loti, seudónimo de Louis Marie Ju-
lien Viaud (1850-1923), novelista francés, autor de obras de tema exótico; y Ju-
dith Gautier, escritora francesa (1850-1917), hija de Théophile Gautier; casada
por corto tiempo con Catulle Mendès. “...con faces foscas”: hoscas, obscuras.
“...Hong Kong, 18 de enero de 1888”: nótese que la fecha de la carta, 18 de enero,
es cumpleaños de Darío, y que el año es uno atrás del atribuido al cuento, deta-
lle que sugiere que su redacción podría haber comenzado en Chile aquel año y
terminado en El Salvador, como también sospecha José María Martínez, por
otros motivos (véase sus notas1y6deeste cuento enAzul... / Cantos de vida y es-
peranza, Cátedra, Madrid, 1995). “...sobre los hombros columbinos”: pertene-
ciente a la paloma, en sentido figurado, candorosos, puros. “...con sus curvos
epicantus”: palabra compuesta del prefijoepi: sobre y del latíncantus: borde,
punta o esquina de algo, en este caso, del párpado. “...cobijada imperialmente
por el plafón”: del francésplafond, tablero o placa que cubre una cosa; adorno en
el techo. “...hacer zalemas”: reverencias. “...Mi Elsa, mi Julieta”: las amadas, res-
pectivamente, de Lohengrin (véase más arriba) y de Romeo, deRomeo y Julieta
de Shakespeare. “...un gran ruido de fracaso”: del francésfracas, rotura, quebra-
dura con violencia y estrépito.