guiones para un proyecto de programa para jóvenes y a mi equipo
Jetocó justamente este tema. Investigamos muchísimo, hasta
fuimos a una clinica, y por eso sé lo que te digo. Desde que vi a
Regina supe que estaba metida en un rollo de ésos. Por lo que me
cuenta mi mamá, sé que Regina no la ha tenido fácil. Seguro tú no
sabes nada de esto, pero sus papás no querían tener hijos, y cuando
mi tia Rocío se embarazó querían un niño, ya sabes, para que
heredara la empresa y todo. Les sale una niña, y peor, una que fue
gordita desde siempre, acuérdate, Eso fue un trauma para mi tía
Rocio, y la fastidiaba todo el tiempo con su sobrepeso y con la
comida. Me acuerdo perfecto de cuando fuimos a Disneylandia; por
un lado nos compraban pura porquería de comer, y por otro mi tia
Rocio se la pasaba diciéndole que “las gordas se ven ordinarias”, y
comparándola conmigo, que era una flacucha. Hasta la fecha no se
me ha olvidado esa frase, y estás de acuerdo en que no es para
decirsela a una niñita de diez años.
Ya para este momento se me habían empezado a salir las
lágrimas, porque me acordé del viaje (que fue otro de mis traumas,
porque claro que, dejando aparte el dinero, yo no tenia ni visa para
entrar en Estados Unidos), y con eso se me vino encima una
avalancha de recuerdos de cosas que hacía Regina cuando éramos
chiquitas, como una carta que le escribió a Santa Clos, en la que le
hablaba de usted y le decía “Querido Santa Clos: Por favor trdigame
algo que me sirva”, y que en aquel entonces me pareció una carta
muy boba, pero recuerdo que le pregunté: “¿Algo que te sirva para
ue”, yme contestó: “Para estar contenta”, Ya: que crecimos un poco
mas me reía cada vez que me acordaba de la cartita. Ahora lo
relaciono con todo lo que me dijo Pilar, y me da mucha tristeza. Y si,
hay recuerdos que estaban medio borrosos; ahora fue como estar
oyendo a la mamá de Regina todo el tiempo diciéndonos a las dos
jue metieramos la panza, que camináramos derechas, que
pareciamos dos niñitos salvajes.