5 leyendas

Nayelihernandez52 4,546 views 6 slides Dec 26, 2020
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About This Presentation

Leyendas del ecuador


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INSTITUCIÓN EDUCATIVA FISCAL
“MIGUEL DE SANTIAGO”






ESTUDIANTE: María Nayeli Hernández

CURSO: 1ro .BACHILLERATO PARALELO: “C” “1”

Materia: Educación cultural artística

NOMBRE DEL TUTOR: Lic. Diego gallo

Tema: 5 mitos y leyendas más conocidas del Ecuador.

1: La veleta de la catedral de Quito


Durante la etapa colonial de
Quito vivía en la ciudad un
poderoso caballero lleno de
riquezas, pero también de
orgullo y prepotencia. No
dudaba en insultar o
despreciar a todo aquel que
se cruzase por su camino, ya
que se sentía el hombre más importante del mundo.
Tanto era su desprecio por todo, que un día volviendo
borracho a su casa se detuvo frente a la majestuosa veleta en
forma de gallo de la catedral de Quito. La observó y de sus
palabras solo salieron barbaridades como “¡ese gallo es
patético!”, “¡Menuda broma de gallo!” o “Es más bien un
gallito en vez de gallo”.
Para sorpresa del caballero, el gallo tomó vida y se descolgó
de la veleta, atacándole ferozmente. Le hizo heridas por todas
partes y luego volvió a su posición original.
A la mañana siguiente, el hombre despertó con todas las
marcas de picotazos y sangre por el cuerpo. No supo si fue
verdad o producto de su imaginación por los efectos del
alcohol, pero desde entonces no volvió a pasar por delante de
la catedral ni abrió el pico para humillar a nadie más.

2-Los orígenes de los Cañaris

Los cañaris eran una etnia que estuvieron asentadas a lo
largo de las provincias de Azuay y de Cañar. El término cañari
viene a ser descendientes de la culebra y la guacamaya, lo
que da una pista sobre la leyenda que se ha formado acerca
de sus orígenes.
Según cuenta, en aquellas tierras Pachamama mandó un
diluvio que cubrió hasta la cima de la montaña más alta. Todo
se destruyó y solo dos hermanos sobrevivieron, los cuales
estuvieron viviendo en la cima esperando a que el nivel del
agua bajara.
A punto de morir por hambre, los hermanos descubrieron una
cueva en la que había comida. Al día siguiente volvieron y de
nuevo apareció comida. No entendían como llegaba hasta allí,
hasta que un día se percataron que dos mujeres con forma de
guacamaya eran las que dejaban allí el alimento cada día.
Los hermanos y las guacamayas se enamoraron y tuvieron
muchos hijos, siendo los primeros pobladores del Cañar
moderno.

3- La doncella de Pumapungo

Pumapungo, localizado en Cuenca, era el destino de descanso
preferido por los emperadores incas. Este lugar estaba
impresionantemente decorado y hoy en día es posible visitar
sus ruinas. El lugar contaba con una fuente sagrada que era
usada exclusivamente por el emperador. ambién se
encontraba atendido por unas doncellas conocidas como las
Vírgenes del Sol. Estas mujeres eran criadas desde pequeñas
en distintas artes y habilidades que usaban para entretener a
los emperadores.
Nina era una de las Vírgenes del Sol residentes en
Pumapungo y aunque estaba prohibido, se enamoró de uno
de los sacerdotes del templo. Este par solía reunirse en las
noches de luna llena en los jardines del lugar.
Cuando el Emperador se enteró de este hecho mandó a matar
al sacerdote, pero prohibió que se informara a Nina de esto.
La doncella al ver que su amante no acudía a sus encuentros
finalmente murió de pena moral. Se dice que hoy en día en
las mismas noches de luna llena se puede oír su lamento
entre las ruinas del lugar.

4-El demonio del barranco

Se dice que hay un demonio que vive en los barrancos cerca
de los ríos. Éste siempre está en busca de casas construidas
en los bordes para halarlas hacia el río.
Una noche, el demonio se disfrazó de un hombre apuesto y
encantador y en su intento por tumbar la casa con sus
habitantes que había dentro, hechizó a la familia para que
fueran a dormirse en el momento.
Uno de los niños logró ocultarse debajo de una silla y huyó en
la búsqueda de un sacerdote. Éste, con sus rezos, logró salvar
a la casa y a la familia entera.

5- Umiña, la diosa manteña



Atahualpa es uno de los emperadores
incas más conocidos de la historia. Por un lado por ser el
último antes de la llegada de los españoles y por otro por sus
salvajes y sangrientos actos de batalla.
Fue su padre el que le enseñó a ser tan sanguinario,
enseñándole desde joven el arte de la guerra y técnicas de
caza.
Precisamente, durante su infancia, Atahualpa merodeaba los
bosques de Cuzco en busca de poder cazar algún animal. Al
rato se cruzó en su camino un hermoso guacamayo que se
posó tranquilamente en un árbol. Atahualpa pensó que sería
una buena pieza y no paró hasta que lo mató.
Orgulloso, volvió a casa para mostrarle el trofeo a su padre, a
sabiendas que era una especie difícil de conseguir. Pero justo
antes, Atahualpa se encontró con su madre, la reina Pacha, la
cual le dio una hermosa lección: “Al enemigo solo se le ataca
en la guerra, ya que posee armas para poder defenderse”.
Luego, tomó el loro y le hizo un tocado a su hijo para que
siempre recordara aquellas palabras
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