Vamos ahora a celebrar este Maravilloso y bondadoso RAYO o LLAMA, para entrar en
nuestros universos internos de SANACIÓN, CURACIÓN, CONCENTRACIÓN,
CONSAGRACIÓN, VISTA, MÚSICA y VITALIDAD Y DE LA VERDAD (VERDE-
VERDAD). Casi todo lo que perciben nuestros ojos, de sanidad y belleza en la
naturaleza (aparte de las aguas y nieves) suele ser el color verde.
Ahora respiramos profundamente, y nos centramos en nuestra Llama Trina, Azul a la
derecha, dorada en el centro y rosa a la izquierda, y sentimos que cubre nuestro corazón
y en pocos segundos nuestro cuerpo físico y después al grupo, hasta llenar la Madre
Tierra con la Triple Llama. Hecho esto nos centramos en la capsulita blanca que aparece
en el centro de la LLAMA TRINA, y sentimos el color mismo del sol, la LLAMA
BLANCA ASCENSIONAL, nuestro CRISTO INTERNO, que nos abraza, nos ama, nos
bendice, al que amamos, bendecimos y abrazamos. Esta imagen se abre al grupo, a la
ciudad donde estamos y también al planeta entero.
Respiramos de nuevo profundamente y nos centramos, sin dejar de percibir nuestro
abrazo cósmico y CRÍSTICO PLANETARIO, en el color verde... de un verde brillante,
amable, cálido, divertido, risueño.......... y sentimos que nos invade por completo
nuestro cuerpo, invade al círculo y se une a todos los grupos de luz de todo el planeta,
hasta envolver, con este verde intenso, a Nuestra Madre Tierra, Madre Gaia.
Decimos Juntos:
“Amado Rafael, Amada María, Arcángeles de la curación y de la Consagración,
os amamos, os bendecimos y os damos gracias por todo lo que hacéis por nosotros y por
toda la Humanidad.
Selladnos en vuestra Llama de la Curación y Consagración y ayudadnos
a estar conscientes únicamente de la perfección.
Os damos las Gracias."
Nos situamos ahora en nuestra Amada Presencia "YO SOY", que es la Divina
Presencia, nuestra Divinidad que nos acompaña todas las vidas y encarnaciones, pues la
esencia divina misma del Padre, y la representación física e inmanente del Decreto de
Dios Madre-Padre, cuando se dice: "Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza"
Nuestra Divina Presencia es esa imagen de Dios en nosotros. La percibimos
rodeándonos con todo su amor, con toda la gloria de Dios en nosotros, porque al ser
hijos de Dios, somos también nuestro Dios en ÉL.
Decimos ahora todos:
Amadísima Presencia de Dios "YO SOY" en mí. Consagro mi vida este día al servicio
de DIOS, la bondad, el bien, PARA QUE SÓLO LA PERFECCIÓN TOME FORMA
EN MI CEREBRO. Que mis sentimientos, se mantengan en calma, amorosos,
bondadosos, dispuestos a la ayuda y felices.
QUE MIS OJOS SOLO VEAN PERFECCIÓN,
QUE MIS OÍDOS SÓLO ESCUCHEN PERFECCIÓN,
QUE MIS LABIOS SOLO HABLEN PERFECCIÓN,
QUE MIS MANOS SOLO SIRVAN PARA SANAR Y BENDECIR,
QUE MIS PIES SEAN MENSAJEROS DEL BIEN,
QUE MI CUERPO SEA FUERTE Y DISPUESTO A SER UN INSTRUMENTO QUE