estudio de como la gastronomia evoluciona atravez de los años y su aporte.
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Language: es
Added: Sep 04, 2025
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CHEF INSTRUCTORA : KEREN ATENCIA
Por lo general, la comida medieval era grosera y
poco refinada.
La gente comía la carne asada en grandes llamas,
probablemente demasiado cruda o casi
carbonizada.
Como no había refrigeración, las carnes
rápidamente se descomponían y obtenían mal
olor.
Para disimularlo, se cubrían con salsas
espesas y muy condimentadas con especias.
Así podían comer.
Preferían la superposición de sabores, la
comida agridulce y el uso del azúcar y las
especias en abundancia.
Un buen cocinero medieval no era el que
aderezaba mejor sino el que sabía disimular
mejor la mala calidad de los alimentos.
La carne y las verduras estaban casi siempre
en mal estado, a punto de estar casi podridas.
Tenía que disimularse la textura, el color y el
sabor.
La comida en mal estado tiene una textura
diferente a la que está buena. La carne
presenta una consistencia más blanda y un
poco babosa por fuera.
Las verduras se muestran aguachentas o
arrugadas.
Para disimular la mala textura, los cocineros
chancaban la comida hasta convertirla en una
pasta o puré; así ya no se distinguía la textura
original.
Otro aspecto que cambia con la putrefacción
es el color.
La carne se vuelve marrón o gris.
Las verduras pierden su color original,
volviéndose pálidas y hasta marrones.
La solución para el color era teñir el puré con
colorantes naturales, que los cocineros sabían
utilizar muy bien.
Para pintar de verde usaban la clorofila de las
plantas, como el perejil. El amarillo salía del
azafrán. El morado, de las moras, y así en
adelante.
Finalmente, el sabor también se desvirtúa por
la mala calidad.
Para ello, se saborizaba la comida con una
gran cantidad de especias.
Las especias eran un gran signo de lujo en la
comida. Muy apreciadas por disimular
eficientemente el mal sabor de la comida.
Las más usadas eran la nuez moscada, la
canela, el clavo de olor y la pimienta.
El azúcar era un producto caro en la época, por
lo que era signo de lujo.
De ahí que se rociara azúcar por encima a la
comida salada como signo de lujo y buen
gusto. Se pierde la distinción entre comida
salada y comida dulce.
En cuanto a cubiertos, las cucharas
escaseaban en la mesa, los tenedores no se
conocían y los comensales usaban su espada
para cortar.
Por esto, la comida debía servirse ya trozada o
machacada, también para facilitar su servicio
en la mesa.
Las salsas eran espesas y muy cargadas de
sabor.
Para hacerlas espesas se recurría a la miga de
pan como espesante.
El aderezo más usado en la edad media era la
combinación de canela, queso y azúcar.
Las aves y animales pequeños eran
presentados en la mesa como si estuvieran
vivos, recubiertos nuevamente de su piel o
plumas y decorados con oro.
La Iglesia prohibía el consumo de carnes y
derivados durante los días de ayuno, que eran
más abundantes y más estrictos que hoy.
Para respetar los días de ayuno, la carne era
remplazada por pescado, los quesos estaban
prohibidos, la leche era suplida por leche de
almendras y las mantecas por grasas
vegetales.
En la edad media, algunos productos eran
considerados muy delicados, incluso hasta hoy,
como la leche de almendras y el agua de rosas
Muchos productos comunes hoy en día eran
desconocidos en esta época porque provienen
de América.
Algunos de ellos son el maíz, el tomate, el
chocolate, las papas, etc.
El café fue llevado a Europa por los árabes
desde Etiopía recién a fines de la Edad Media.