62 0408 presumiendo

miguelangelhuyta 118 views 22 slides May 12, 2013
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Slide Content

Spanish
Presuming
62-0408


Sermones Por el
Rev. W.M. Branham
“...en los días de la voz...” Apoc.10:7




PRESUMIENDO
En Cleveland, Tennessee, E.U.A.
El 8 de Abril de 1962

Introducción
El notable ministerio de William Marrion Branham
fue la respuesta del Espíritu Santo hacia las profe cías de las
Escrituras en Malaquías 4:5,6; Lucas 17:30 y Apocal ipsis
10:7. Este ministerio en todo el mundo ha sido la
culminación de la obra del Espíritu Santo en estos últimos
días. Este ministerio fue declarado en las Escritur as para
preparar el pueblo para la segunda venida de Jesucr isto.
Rogamos que la palabra impresa sea escrita en su
corazón mientras que ora, y lee este mensaje.
Versiones de audio y transcritos de más de 1,100
sermones que fueron predicados por William Branham
están disponibles para ser descargados e imprimidos en
muchos idiomas en este sitio:
www.messagehub.info
Esta labor puede ser copiada y distribuida siempre y
cuando sea copiada completamente y que sea distribu ida
gratuitamente sin costo alguno.

40
PRESUMIENDO

233
Hubo muchas manos que se levantaron hace rato, Señ or. Miembros de
iglesia y todo, levantando sus manos. Tú le revelas te a cada mano que se
levantó: “Eso es lo que está en su corazón, eso es lo que es”, viendo la
condición de ellos, algunos de ellos con pecado sin confesar. ¡Oh, Dios, ten
misericordia! Te pido que todos los que levantaron su mano nunca se
encuentren en el Juicio de Dios allá. Que ellos es capen del Juicio, y se vayan
en el rapto como Noé pasó sobre el Juicio (concédel o, Señor), como Abraham,
que estén fuera del Juicio. Ten misericordia, te pi do.
234
Bendice a estas personas ahora. Perdona sus pecado s. Que la dulzura,
y la suavidad, y la ternura del Espíritu Santo desc anse sobre cada una de ellas.
235
Tú eres nuestro Dios, y te amo, Señor. Oh, te ador o, Tú la Rosa de
Sarón, el Lirio del Valle. ¡Oh, si yo pudiera exten der mis brazos y abrazarte,
Señor! Yo no soy digno. Permíteme tocar Tu pie o al go, Padre. Yo sé que Tú
estás parado aquí mismo, aquí mismo en la plataforma, ese Glorioso
cicatrizado de clavos, tan cerca, tan… En otro mund o, en otra dimensión
parado aquí. Sentimos Tu presión y el poder de Tu E spíritu moviéndose en
nuestra carne, Señor. ¡Oh!, gente adúltera como so mos, y luego Tú te mueves
entre nosotros, y nos santificas con Tu Sangre para cumplir Tu Palabra, y
presionas Tu Espíritu Santo dentro de nosotros para permitirnos saber cosas
que han pasado, cosas futuras, cosas presentes.
236
¡Oh, Dios, Tú eres Dios! ¡Cuánto te amo, Señor!, ¡ cuánto te adoro!
¡Oh!, con razón no podemos encontrar un Nombre para Ti. Admirable,
Consejero, Príncipe de Paz, Dios Fuerte, Padre Eter no; oh, el Lirio del Valle,
la Rosa de Sarón; el que era, el que es, el que ha de venir; la Raíz y Linaje de
David; la Palabra, la Vida, el gozo, el todo; Tú er es Dios.
237
Cuánto te amo, Señor. Te alabo, te adoro, Tú el I ncomparable, Tú, el
gran Eterno, te hiciste carne y habitaste entre nos otros, ahora estás aquí en una
Columna de Fuego, moviéndote aquí, mostrándote a Ti Mismo, la misma
Columna de Fuego que estaba dentro de un cuerpo lla mado el Señor Jesús, el
primer Hijo, el Hijo unigénito, ahora por medio de hijos adoptados mostrando
que Tú todavía eres Dios.
238
No estamos perdidos. Somos salvos. No estamos en la caída; no
estamos en denominaciones; no estamos en credos; si no que estamos en el
poder y la resurrección de nuestro Salvador. ¡Cuánt o te alabamos, Señor, por
Tu bondad!

PRESUMIENDO

1
Gracias. Gracias hermano. Dios le bendiga. Perman ezcamos de pie por
un momento, e inclinemos nuestros rostros.
2
Nuestro Padre Celestial, estamos agradecidos en e sta mañana por el
privilegio de venir nuevamente a la casa del Seño r, reuniéndonos con esta
gente amorosa, este amoroso pastor, su esposa, sus seres queridos. Rogamos,
Dios, ahora mientras nos sentamos para estudiar, p ara estudiar la Palabra, que
Tú te encuentres con nosotros, y nos des alimento p ara nuestras almas.
Estamos anhelando esto, Padre. Te lo rogamos en el Nombre de Jesús. Pueden
sentarse.
3
Consideramos esto un privilegio de estar de nuevo otra vez aquí esta
mañana para esta clase. Llegué de improviso aquí ha ce unos momentos para
hablar con el hermano Littlefield y tener un poco d e compañerismo. Tuvimos
un tiempo tan maravilloso anoche aquí orando por lo s enfermos. Y esta
mañana le dije que trataría de regresar y hablarle a la clase de escuela
dominical antes de irnos. Así que llegué un poco ta rde. Tuve unos amigos que
vinieron a verme, y hablé con ellos allá afuera.
4
Y luego, mientras tenía la oportunidad, bajé al s ótano para ver cómo
esta iglesia estaba—estaba arreglada allá abajo, porque nosotros mismos
estamos tratando de construir una allá donde vivo. Y nos gusta ésta bastante,
este patrón, la manera en que está construida. Me gusta la acústica, la
propagación del sonido aquí, o como sea que Uds. lo llaman. Parece ser capaz
de controlar bien la acústica.
5
Y luego otra vez, yo—yo espero que si ninguno de ellos está aquí… (si
están aquí, está bien); quiero darle las gracias a este motel de aquí, el City
View Motel, donde me quedé anoche. Son muy pocas la s veces en mi vida que
me he quedado en un motel gratuitamente, pero así f ue anoche. Ellos ni
siquiera me cobraron por ello. Miren, eso es verda dera amabilidad. Mi hijo
también, allá en el—en el Motel Lehi, ellos ni siq uiera le cobraron por eso. Y
tengo entendido que la gente que está conectada, qu e viene aquí a la reunión, o
algo así, anoche, que ellos les dieron un descuento , y cosas así. Si Uds.
todavía están aquí, y se van a ir del motel, verdad eramente denles las gracias
a esa gente.
6
Y en alguna otra ocasión nos gustaría venir aquí en una convención,
Uds. saben, en una—en una reunión. Yo espero que el lugar de esos hombres
esté repleto cada noche de aquí en adelante. Uds. s aben, escrito está: “En
cuanto lo hicisteis a uno de estos más pequeños, a Mí lo hicisteis”.

2
PRESUMIENDO

7
Y por… Hablando al administrador esta mañana, ¡Los cumplidos
amables que él dio del hermano Littlefield, nuestro hermano aquí! Él dijo:
“Bueno…”
Yo dije: “Quiero pagarle”
Él dijo: “No. Ya está pagado”.
Yo dije: “¿Quiere decirme que el hermano Little field hizo eso?”
Él dijo: “No. Nosotros simplemente se lo queremos dar a Ud.”
Yo dije: “¡Oh, vaya!” Yo—yo dije: “Yo no quiero ha cer eso, señor”
Y él dijo: “Sí, sí”. Dijo: “Nosotros tenemos un gr an respeto por el Sr.
Littlefield, de la manera que él cuida de la gente de por aquí, los pobres y los
demás, y trata de ayudar a todos” Dijo: “Nosotros r espetamos eso. Así que, lo
menos que podemos hacer es poner nuestra partecita de esa manera, para
ayudarlo”.
8
Eso fue ser verdaderamente amable. Traté de hacer que recibiera el
dinero por el motel, y él no quiso. Así que, eso es amabilidad. Yo ruego que
Dios bendiga a esos hombres por eso. Billy me dij o que allí donde él se
quedó, en el Lehi, que ésa era una de las damas más amables que él alguna
vez ha conocido, la que estaba allí. Y él tuvo que quedarse un poco más
después del tiempo de salida. Dijo: “Está bien. No hay cargos extras, ni nada.
No hay cargos en lo absoluto por ello”
9
A mí me gusta vivir con gente así. Eso es verdade ramente amabilidad.
Y, Uds. saben, con esa clase de espíritu, uno puede trabajar con ellos. Son
aquellos que tienen ese espíritu que es muy malo co n los que uno no puede
trabajar, Uds. saben. Esa es–esa es la clase que un o tiene que vigilar, al que
uno no le puede decir nada. Ya están establecidos, no hay necesidad de
hablarles. Ellos sencillamente tienen su manera, y eso es todo.
10
Bueno, por lo general la escuela dominical dura cu atro o cinco horas,
allá en donde yo vivo, así que…No podemos hacer es o porque sólo tenemos
como unos cuarenta y cinco, cincuenta minutos aquí en los que nos gustaría
hablar un poco esta mañana sobre la Palabra.
11
Ahora, Uds. que tienen sus Biblias, quiero que ab ran conmigo la Biblia
en Números, el capítulo 14. Deseo leer una porción del capítulo 14 de
Números. Y empecemos como en el versículo 37. Miren, escuchen
atentamente a esta lectura.
39
226
En Malaquías 4, Él dijo: “Justo antes del día que e l Señor juzgará la
tierra y quemará con fuego…” Entonces si Dios no qu emó la tierra con fuego
cuando Juan vino, entonces no es ese tiempo. Él era Malaquías 3. Malaquías 4
va a estar pronto ahora. Ahora es cuando debe estar .
227
Miren, nosotros no estamos presumiendo nada. Lo ve mos. Sabemos
que Dios está aquí, el Espíritu Santo, el grande, e l Dios de Elías, el Espíritu
Santo, el Testigo del último día, transfiriendo Su ministerio dentro de la
Iglesia, la misma cosa que hizo nuestro Señor.
228
El Sumo Sacerdote está descendiendo desde el Trono a la Iglesia. Y la
Iglesia se está llenando con la Palabra, porque Él únicamente puede venir a la
Palabra. Él es la Palabra. La Palabra no puede veni r a—a un almanaque. No
cuadrará.
229
Así que la Palabra tiene que venir a la Palabra. “Si permanecéis en Mí
y Mi Palabra permanece en vosotros…” El hombre vivirá de toda la Palabra
de Dios. Aquí está. Créanlo; acéptenlo entonces. Ah ora, oremos.
230
Gracias, Señor. Si nunca vuelvo a esta iglesia amo rosa otra vez, en
aquel Día del Juicio la sangre no estará en mis man os. Yo he cortado, y
destrozado, y hecho todo, Señor. Parece que fue suf iciente como para matar a
una persona. Si ellos siguen adelante… Y estas cint as aquí, todos ellos por
todo el mundo, si ellos siguen adelante después de vean esto y sepan que es
una cinta magnetofónica….
231
Estas cosas suceden; no es conjetura, no es algo que uno está
presumiendo; sino algo que está espiritualmente rev elado en la Palabra, y es
probado que es eso. Entonces en nuestros medios est a mañana está ese
Amado, ese Espíritu Santo que estará allí en aquel Día y traerá esto a nuestra
memoria. La gran cinta magnetofónica de Dios será t ocada en aquel Día.
232
Dios, ten misericordia de mí ahora. Ten misericord ia de la iglesia. Ten
misericordia de esta congregación aquí esta mañana. Ten misericordia de esta
pobre gente, Señor. Muchos de ellos son guiados en toda clase de caminos por
falsos profetas, engañosos, con prodigios mentiroso s, no Escriturales; sangre,
fuego, humo, ¡oh, Dios!, no Escritural, engañosos. La Biblia dice que sería de
esa manera. Dios, ellos piensan que uno está tratan do de promover algo. ¿Qué
puedo hacer, Dios? Yo no sé qué hacer, Dios. Ellos piensan que quizás uno
está tratando de ser un sabelotodo, o… Te pido que enmiendes eso en sus
corazones, Señor. Permíteles saber que eres Tú. Es el Espíritu Santo probando
que Su Palabra está correcta.

38
PRESUMIENDO

218
La veo sombreando a un joven, pero yo conozco al hombre. Veo esa
Luz suspendida allí sobre un joven, que me está mir ando, pero yo lo conozco.
Él ha sido sanado (no voy…) antes. Él va a estar bi en ahora. Yo no diré ni una
palabra al respecto.
219
Aquí está Ella, cerca de mí, como en la segunda o tercera fila. Está
sobre una mujer que tiene complicaciones. Yo no la conozco a ella. Espero
que ella lo capte. Señor, dime quién es ella. Srita . Cox, crea. ¿Cree? Ud.
puede recibir lo que pidió.
220
La mujer sentada cerca, muy cerca, ella tiene cris is de ahogo. Yo soy
un desconocido para Ud. Yo no la conozco a Ud. Sra. Allaway. Eso es
correcto. Nunca en mi vida había visto a la mujer. ¿Cree Ud.? Amén.
221
Tengan fe. No duden. Miren, ¿lo creen Uds.? ¿Qué sucedió? Ella tocó
al Sumo Sacerdote. ¿Lo pueden entender?
222
¿Qué de Ud. sentada allí, señora que está orando, tiene problemas
domésticos? Sra. Miller, él hizo mal al huir con es a mujer. Nunca en mi vida
había visto a esa mujer. Dios en el Cielo sabe que es la verdad. ¿Qué hizo
ella? Ella no me tocó a mí. Ella está a treinta pie s de mí. Pero ella tocó al
Sumo Sacerdote.
223
¿Qué es? Este Evangelio que yo les he predicado e s la verdad. ¿Lo
creen Uds.? Entonces caminen en la Luz. Caminen en la Luz del Evangelio.
Créanle a Él con todo su corazón. ¿Lo aceptarán Uds . a Él? ¿Se—se apartarán
de todos los credos y de todo lo demás, y aceptarán al Mesías, al Espíritu
Santo de Cristo? ¿Lo creen con todo su corazón? Lev anten su mano. Miren,
¿qué es eso que está aquí?
224
¿Cuántos fueron? ¿Fueron dos? ¿Cuántos? ¿Tres? Tres. Eso es
suficiente. Eso es suficiente. Yo la veo sobre un h ombre, suspendida aquí en el
rincón. ¿Ven? ¿Qué les estoy diciendo? No soy yo di ciéndoles eso a Uds. Un
hombre puede decir cualquier cosa. Nosotros tenemos tanta falsedad que anda
por todas partes llamado discernimiento. “El Señor me dice que alguien aquí
tiene un problema de riñón”. ¿Quién es, de dónde pr ovienen, qué de ellos?
Son imitadores, presumiendo. ¿No comprenden Uds. lo que dice la Escritura
acerca de este último día? ¿No comprenden Uds. que la última cosa que
debemos recibir…? ¿Qué dijo Él en Malaquías 4, just o antes que cayeran las
sombras del atardecer?
225
“Oh”, Uds. dicen: “Eso se cumplió en Juan”. No. Malaquías 3 se
cumplió cuando Juan vino.
3
…aquellos varones que habían hablado mal de la tie rra, murieron de
plaga delante de Jehová.
… Josué (Josué) hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con
vida, de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.
Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Isr ael, y el pueblo se
enlutó mucho.
Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte,
diciendo: henos aquí para subir al lugar del cual h a hablado Jehová; porque
hemos pecado.
Y dijo Moisés… (Miren, escuchen esto). Y dijo Moisés: ¿Por qué
quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien.
No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros,… seáis
heridos delante de vuestros enemigos.
Porque el amalecita y el cananeo están allí delant e de vosotros, y
caeréis a espada; por cuanto os habéis negado a s eguir a Jehová, por eso
no estará Jehová con vosotros.
Sin embargo, se obstinaron [presumieron] en subir a la sima del
monte; pero el arca del pacto y Jehová… de Jehová, y Moisés, no se
apartaron de en medio del campamento.
Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel
monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiénd olos hasta Horma. 12
Miren, esta es una escuela dominical, así que Uds . tienen un gran
maestro aquí, el hermano, nuestro precioso hermano Littlefield. Y yo me
siento un poco renuente con respecto a abordar una lección de escuela
dominical. Pero me gustaría obtener un pequeño resp aldo sobre esto.
13
Miren, todos sabemos que estas… Todo lo que suced ió en el Antiguo
Testamento fueron ejemplos de lo que está acontecie ndo ahora. Como dije
anoche, Dios da una sombra de un negativo antes que venga un positivo. Y el
Antiguo Testamento fue una sombra del Nuevo Testame nto; igual que la luna
refleja una sombra del sol hasta que el sol sale. Miren, nosotros caminamos
en la sombra de la luna en la noche. Pero cuando el sol se sale, entonces
tenemos la verdadera luz del sol. Pero la luna úni camente refleja la luz del sol
para darnos la luz que tenemos.
14
Miren, el Antiguo Testamento fue un tipo y una s ombra del Nuevo
Testamento que había de venir. La gente caminó en l a luz que ellos tenían, a

4
PRESUMIENDO

medida que la luna la reflejaba. Pero ahora que… He breos 1: “Dios, habiendo
hablado muchas veces (en los tiempos antiguos)… y de muchas maneras
(muchas maneras) a los padres por los profetas; pero en este postrero día nos
ha hablado por Su Hijo, Cristo Jesús”. Miren, eso es glorioso.
15
Miren, Israel había pecado, y ellos habían estado refunfuñando y
quejándose. Y ellos llegaron a un lugar llamado Cades-Barnea. Y ése
realmente era el trono de juicio, pues de allí sa lió juicio. Y allí fue donde
Israel fue juzgado: Cades-Barnea. Se nos dice que es un lugar pequeño en el
desierto al otro lado del Jordán, que—que tiene un as cuantas palmas, y que
ellos… Allí hay un manantial grande de agua, y vari os manantiales pequeños,
lo cual significa un tipo hermoso que pudiéramos ob tener de aquí del Trono de
Dios siendo la casa de juicio, y apareciendo los lu gares pequeños de juicio,
porque Cades-Barnea significa: “Juicio”.
16
Y allí fue donde Israel fue juzgado debido a las rencillas, y
desobediencia, e interrupción del programa de Dios: un tipo exacto de hoy. La
iglesia en sus diferencias interrumpe el programa d e Dios. Dios quiere que nos
unamos en un solo corazón, una sola alma, una sola mente, una verdadera
repetición de Pentecostés.
17
Pero ¿ven Uds.?, nosotros nos volvemos tan diferen tes y lo queremos
de esta manera, y no cedemos a menos que sea de esta manera, y esta…Oh,
Uds. saben cómo es. Nosotros sólo… nosotros… eso e s lo que… Dios nos
trae a ese trono de juicio otra vez (¿ven?), que d ebemos dejar de hacer eso.
18
Dios tiene un programa; simplemente entremos en él y sigamos
adelante. No esperen y traten de obtener esto y aquello. Muévanse Uds.
mismos. Dios moverá a aquellos que Él ha ordenado m over en esa dirección.
Sí. Uds. simplemente tomen su propia…. Es la posici ón de Uds. Fijen su
posición. Si el hombre al lado no lo hace, ¿cómo sa bemos nosotros que él…?
Pudiera ser que no sea para que él lo tome. “Mis ov ejas oyen Mi Voz. Todo lo
que el Padre me ha dado, vendrá a Mí”. Miren, si es o no es así, entonces
Cristo dijo algo que está errado.
19
Miren, voy a enseñar sobre el tema de Presumiendo. Es sólo
Presumiendo. Miren, si nosotros fuéramos… El diccionario Webst er dice que
presumir es: “Aventurar sin tener la verdadera autoridad, o dar como
supuesto”. Eso es lo que significa la palabra presumir: “Ir sin autoridad, o sólo
dar como supuesto”. Miren, hay tanta gente que hace eso: sólo lo da como
supuesto. “Eso está bien. Oh, está bien hacer eso”. Sólo lo dan como supuesto;

miren, eso es presumir.
37
211
Él ve… Él… Yo pudiera no ver su mano, pero Él sí la ve. Él es
infinito. Él sabía que todo mosquito que estaría en la tierra antes de que la
tierra fuera creada, sabía cuántas veces parpadearí a sus ojos, y cuánto sebo
produciría. Seguro, es la Palabra hablada de Dios, toditita Ella. Él sabe… Él es
infinito. Él sabía lo que… Infinito, la palabra proviene de infinito. ¿Ven?
Sencillamente es infinito. No hay explicación para ello; Uds. no lo pueden
explicar. Es Eterno. Él es Eterno. Él sabe todo, au n un pensamiento. Todo
pensamiento que Uds. iban a pensar, Él lo sabía ant es que Uds. nacieran. Esa
es la razón que por previo conocimiento Él podía pr edestinar. Él sabe lo que
Uds. van a hacer. Él puede hacer que todo obre para Su gloria.
212
Dios les bendiga. Yo he venido a Uds. en el Nombre del Señor.
Mientras tienen sus rostros inclinados... Yo he tra tado… He predicado muy
duro, pero es—es la verdad. Miren, anoche tuvimos u n servicio de sanidad,
pero me siento guiado a hacer algo ahorita. Veo gen te aquí que todavía está
enferma, necesitada. Que Dios hable si yo les he di cho a Uds. la verdad o no.
Que Dios les hable a Uds.
213
Padre Celestial, habla ahora. Yo ya he hablado. A hora habla Tú,
probando que es la verdad. Concédelo Señor, en el N ombre de Jesús.
214
Miren, quiero… Todos aquí que están enfermos… Quie ro tomar a lo
menos dos o tres como testigos antes que me vaya de aquí y devuelva el
servicio al hermano Littlefield. Miren, manténganse en oración.
215
Miren, oren y digan: “Señor Jesús, dice en la Bib lia que nosotros
tenemos un Sumo Sacerdote que puede compadecerse de nuestras
debilidades”. Miren, si ese Sumo Sacerdote es Jesuc risto… Todos los que
creen eso, digan: “Amén”. [La congregación dice: “A mén”.—Ed.] ¿Creen
Uds. que Jesús es el Hijo de Dios, el Hijo de Jehov á? ¿Creen Uds. que Él está
vivo? ¿Y está Él ahora sentado—sentado en el Trono de Dios, viviendo
siempre para interceder en base a nuestra profesión ? Y si es un Sumo
Sacerdote viviente, cómo Él hizo…
216
Cuando Él fue un Sumo Sacerdote aquí en la tierra , una mujer un día
tocó Su manto, y Él volteó y le dijo que su flujo d e sangre se había detenido.
¿Fue esa la acción del Sumo Sacerdote? Entonces Él es un Sumo Sacerdote
Eterno. Entonces Él es el mismo ayer, hoy, y por lo s siglos.
217
Miren, Él es la Vid. Permítanme tomarme yo mismo ( si me disculpan,
y Dios tenga misericordia de mí), yo seré el pámpan o. Que dé Su fruto, vean si
estamos en el tiempo del fin o no. Oren.

36
PRESUMIENDO

203
Oh, este manto de carne dejaremos, y nos levantar emos, tomaremos el
premio Eterno. Gritaremos mientras vayamos atravesa ndo el aire: “Adiós,
adiós”. Te pido, Dios, que los bendigas.
204
Y si he hecho algo malo, si he cortado u ofendido a alguien, Señor, no
fue mi intención hacerlo de esa manera. Quizás habí a algo que necesitaba ser
cortado. Así que, yo simplemente expuse la Palabra allí. Ella es una Semilla.
Ahora permite que Ella produzca una gran cosecha. Que produzca un Espíritu
tal en esta iglesia, Señor, que el poder de Dios se a dado a conocer por todas
las regiones de los alrededores.
205
Que de aquí salgan misioneros, de aquí salgan past ores famosos.
Concédelo Señor. Dales alimento, alimento de oveja, Señor. Ellos desean
alimento de oveja: Tu Palabra. Engrandécete, Padre, en nuestros medios en el
Nombre de Jesús.
206
Mira, Señor, si hay aquí hoy aquellos que no te co nocen, que ellos te
acepten ahora en el Nombre del Señor Jesús.
207
Mientras tenemos nuestros rostros inclinados, qui ero que se conteste
una pregunta verdaderamente honesta. ¿Sienten Uds. que están caminando en
la Luz de Dios? Yo no voy a preguntar si Uds. no lo están; por supuesto Uds.
están—Uds. están simplemente presumiendo ahora. Pero dentro de su
corazón, Uds. saben que hay cosas escritas en esa B iblia para que Uds. las
hagan, y Uds. no las hacen. Y mientras Uds. hagan eso… Amigos, no
presuman. Estemos bien.
208
Uds. no van a ser juzgados por medio de sus credos . Uds. no van a ser
juzgados por medio de su sentir. Uds. van a ser juz gados por medio de esta
Palabra. Y si Uds. saben que han estado mal, con to do rostro inclinado y todo
ojo cerrado, ¿levantarán sus manos, y dirán: “Ore p or mí, hermano Branham;
yo pido ahora que Dios me ayude?”
209
Dios le bendiga. Dios le bendiga. Dios le bendiga , y a Ud., a Ud., a
Ud., a Ud. Dios le bendiga. Eso está bien. Sean hon estos. Dios la bendiga,
señora. Dios la bendiga, alabado sea Dios. Yo la ve o. Vi a una mujer ser
sanada, en ese momento, que estaba enferma, sentada allí, debido a que ella
levantó su mano. Ella fue honesta, y sanó.
210
Dios le bendiga, señor. Correcto. Ud. dice: “Herma no Branham,
¿cómo sabe Ud. eso?” Yo lo sé. Sí señor. Dios sea con Ud. Sólo sean
honestos. Yo sé que yo no… Dios le bendiga, a Ud., a Ud., a Ud. Sí. Docenas
de ellos. Dios les bendiga.
5
20
Miren, Israel cometió un error fatal cuando ellos hicieron eso. No
únicamente Israel, sino todos los demás que lo hace n. Será un error fatal
cuando Uds. presumen caminar con Dios, cuando Dios no los ha llamado a
caminar con Él; o cuando Uds. presumen aventurar so bre cosas que no son
Escriturales, pensando que estará bien. No está bi en.
21
Eva presumió. Ella presumió que estaría bien, por que satanás le
presentó algo que se miraba muy bien. Pero ella lo presumió. No era la
Palabra. No quieran Uds. hacer eso. Quieran quedars e con la Palabra. No se
muevan de eso. Quédense allí mismo. No importa si U ds. se paran, y…
22
Recuerden: los hombres que alguna vez han hecho a lgo por Dios, se
pararon solos con Dios. En el camino únicamente hay lugar para dos. Eso es
Ud. y Dios. Uds…. Hombres que alguna vez han hecho algo bajo las
convicciones por medio de la Palabra, se pararon so los: Martín Lutero, Juan
Wesley, y los demás, Finney, Sankey, Calvino, Knox, Spurgeon, y todos los
demás. ¿Ven? Moisés, Eliseo, todos ellos se pararon solos en la Palabra de
Dios. Y de esa manera Uds. lo tienen que hacer. Es un asunto individual. Uds.
tienen que pararse firmes en la Palabra, tomar la P alabra de Dios.
23
Miren. Nos damos cuenta que Israel había llegado a este lugar donde
Dios, en Su gracia y misericordia, les había perdon ado sus pecados de toda su
desobediencia, después de hacer milagro tras milagr o. Dios dijo: “Yo he
mostrado señales poderosas entre ellos…” En los ver sículos anteriores: “Yo
he mostrado señales poderosas, y ellos han ignorado todas estas señales”.
Ellos siguieron adelante ignorándolas de todas mane ras, e hicieron lo que
quisieron hacer, lo que pensaron que deberían hacer . No lo que Dios dijo que
hicieran, sino lo que ellos pensaron que deberían h acer.
24
Miren, allí es donde está la diferencia: donde pe nsamos que lo
deberíamos hacer de esa manera y Dios dice que lo hagamos de otra manera.
Nosotros tenemos que regresar y hacerlo a la manera de Dios, o nunca
pasaremos de ese lugar. Eso es. Uds. tienen que reg resar a donde lo dejaron.
25
No hace mucho me contó un capellán... Él dijo que lo llamaron; allí
estaba un hombre que había sido ametrallado en el p echo, así, un capitán. Y él
estaba allí muriéndose. Así que llamaron al—al cape llán a que fuera a verlo a
la tienda; el hombre se estaba esforzando, tratando de respirar. Lo acababan de
sacar del campo de batalla. Y él—él dijo: “¿Es Ud. Cristiano?”
Él dijo: “Yo—yo lo fui una vez”.
Él dijo: “Bueno, vale más que lo sea ahorita. Ud. se está muriendo”.

6
PRESUMIENDO

Él dijo: “Lo sé”. (Porque las balas de la ametrall adora le habían
atravesado los pulmones de alguna manera, él me di jo. Y dijo que él se estaba
muriendo, sus pulmones se estaban llenando, gorgote ando en su garganta).
Y él dijo: “Bueno, mire”, dijo, “¿Ud. lo conoció a Él una vez?”
Dijo: “Sí”.
Dijo: “Mire, piense bien. Donde Ud. lo dejó, allí es donde lo va a
encontrar: donde Ud. lo dejó a Él”. Eso es correcto . Cuán cierto es eso. Donde
Uds. lo dejan a Él en la Palabra, allí mismo es don de Uds. tendrán que
regresar. 26
Si Dios dice… Uds.—Uds. van a la iglesia (eso está bien), Uds. pagan
sus diezmos (eso está bien), Uds. hacen estas cosas de iglesia (eso está bien).
Pero entonces, cuando se vuelve al asunto de recibi r el Espíritu Santo, o a una
cierta cosa en Su Palabra, y Uds. se alejan y dicen : “Yo—yo no sé acerca de
eso”, allí mismo lo dejan Uds. a Él, allí mismo. Ud s. nunca irán más adelante.
Si Uds. alguna vez lo encuentran a Él otra vez, Uds . regresarán allí mismo.
Uds. dejan la autopista; Uds. toman una desviación. Si Uds. regresan a la
autopista otra vez, Uds. lo encontrarán esperando a llí mismo.
27
Miren, así lo dijo ese capellán. Él dijo: “A este hombre yo le dije, dije:
‘¡Piénselo rápido!’”.
Él dijo: “Bueno, no recuerdo”.
Él dijo: “Vale más que piense”. Y dijo: “Una Luz v ino sobre el rostro
del capitán, y dijo: ‘¡Ya recuerdo!’”.
Dijo: “Empiece allí mismo”.
Él dijo: “Ahora, me acuesto a dormir. Le pido al S eñor que mi alma
cuide”.
28
¿Adónde lo había dejado él? En la cuna, en las ro dillas de su madre. Y
allí es donde él lo encontró otra vez. ¿Ven? Uds. t endrán que regresar adonde
lo dejaron a Él.
29
E Israel había empezado, pero había fallado. Y la misericordia de Dios,
Su gracia, los sustentaba, y se mantenía guardándol os. Y luego él llegó a
Cades-Barnea. Y Moisés escogió a un hombre de cada tribu y envió doce
hombres al otro lado a reconocer la tierra. Y cuand o llegaron allí, ¡oh, qué
turbación hubo entre ellos! ¡Oh, hermano!
Ellos regresaron allí y dijeron: “Pues, hay… Pues, no podemos
conquistarlos. Pues, los amalecitas, y los cananeos , y los ferezeos, y toda esa
35
bendiciones para esta gente. Y, Señor, yo—yo sé que algunas veces es
cortante, y… Pero es una Espada, es una cortante…La … Tu Biblia, en el
Libro de Hebreos, dice: “La Palabra de Dios es más cortante que toda espada
de dos filos”. Y esta Espada únicamente puede ser m anejada por la mano de
fe, eso quiere decir que con un llamamiento definit ivo, el Espíritu de Dios
detrás de Ella para respaldarla y mostrar que Dios , con el Espíritu que la
puede hacer que pruebe que está correcta. Pero Dios , que la gente lo vea.
198
Esa personita humilde de mi hermano aquí, el herm ano y la hermana
Littlefield, los dos son uno, y su amor y su carida d… Recuerdo que en una
ocasión te llamaron para que fueras a un—un hombre. Él era un romano. Pero
ellos dijeron: “Él ha hecho grandes cosas por nuest ra nación. Él nos ha
edificado una sinagoga. Él es digno”.
199
Y Dios, estando bajo la Unción al lado del hombre, yo sé que dentro
de su corazón él me ama, él lo cree. Él lo sabe, y yo lo amo. Tú sabes eso,
Señor. Y yo le he dicho que las horas no podrían ll egar a ser muy largas, ni las
noches podrían ponerse muy oscuras, ni podría llove r muy fuerte, que yo no
pudiera en cualquier momento unir mi corazón con el de él para orar por su
pequeña congregación, hacer todo lo que pudiera. Mi entras no fuera contrario
a Tu liderazgo, yo lo haría. Él siente lo mismo por mí.
200
Mira, Señor, que mis bendiciones descansen sobre él. Concédelo
Señor. Su iglesita aquí… Parado aquí en el pasillo con los hermanos hace unos
instantes, y lo oí hablar acerca de… cuando una per sona le dijo: “¿Qué vas a
hacer con los pobres?”, él dijo: “Me los llevaré co nmigo”. Eso es correcto,
Señor. Ese es el Espíritu de Cristo en él, como Moi sés mismo se puso en la
brecha y dijo: “Señor, ráeme a mí; déjalos a ellos” , era el Espíritu de Cristo en
él.
201
Te pido que ayudes al hermano Littlefield y a la hermana Littlefield.
Dales, Señor, el—el poder del Espíritu de Dios. Que ellos sean bendecidos.
Que sus… Que ellos alimenten a este pueblo, Señor, físicamente y
espiritualmente. Concédelo Señor.
202
Bendice a la iglesita, bendice a los diáconos, a l os síndicos. Que la
iglesita se pare firme. Y desde este lugarcito aquí , cuando el rapto venga, que
haya literalmente docenas yéndose de aquí en el rap to. Ver a estos ancianos
débiles; a estas ancianas con cabello canoso, rostr o arrugado; verla a ella y a
papá con sus niños alrededor de ellos, sus nietos p arados allí, de repente ver al
abuelo volverse un hombre joven, y la abuela, yéndo se en esos momentos.

34
PRESUMIENDO

algún día. Y si me paro Allí, y Él me mira, y dice “¡Engañador! La sangre de
ellos se requiere de tus manos”. (¿Ven?), porque yo sé que es la verdad. Y ¡ay
de mí si no lo digo!
193
Miren, Uds. pueden… Yo—yo sólo pido que no se disgusten
conmigo, sino que simplemente tomen la Palabra y se sienten y se den cuenta
si eso no es verdad. Escudriñen estas organizaciones, denominaciones.
Regresen. Es un deber que tienen Uds. con Uds. mis mos. Pues, si hubiera
algo que los iba a dañar físicamente. Uds. harían t odo lo posible, conseguirían
licenciados, abogados, y todo lo demás, para protegerse Uds. mismos;
conseguirían un guardaespaldas si su vida estuviera amenazada, y todo lo
demás. Uds. lo harían. ¿Ven? ¿Qué de su alma, su Vida Eterna que es
afectada?
194
Uds. deben regresar y ver lo que les sucedió a la s organizaciones, lo
que siempre les ha sucedido a ellas. Yo no estoy en contra de la organización,
la gente que está allí en ella. No estoy en contra de los católicos. No estoy en
contra de los bautistas, los presbiterianos. Pues, si yo preguntara en esta
mañana en esta iglesia aquí….
195
Le doy gracias al Señor por darme millones de am igos alrededor del
mundo, y ellos son católicos, bautistas, presbiteri anos. ¿Qué es? Miren, los
Hombres Cristianos de Negocio con los que estoy aho ra, yendo por todo el
mundo con esa gente, ¿por qué es eso? Yo les digo a ellos lo mismo que le
digo a cualquiera. Y dije eso el otro día en una re unión. Y uno de los hombres
directivos se puso de pie, dijo: “Ud. se mantiene de acuerdo con la Palabra, y
eso nos mantiene alineados”. Eso es correcto.
196
La gente lo admira a uno si uno le dice la verda d. ¿Cuántas de Uds.
muchachas aprecian a una buena madre que no perdonó la vara, sino que la
mantuvo en línea? ¿La aprecian Uds. a ella? ¿Qué de ese anciano padre
canoso, que está aquí en el cementerio hoy? ¿Lo aman Uds.? ¿Por qué?
Porque él era un padre. Eso es correcto. Pero aqué l que los dejó… Yo vi a un
muchacho el otro día, que robaba, y todo lo demás, y se comportaba mal.
Pues, su madre lo defendía en eso. Él dijo: “Si mi madre (él iba a ir a prisión)
me hubiera hecho regresar esas cosas, yo no estaría yendo allá hoy”. Ahí lo
tienen. ¿Ven? Es eso. No sean debiluchos. Dios qui ere que Uds. se paren
firmes en lo que es la verdad. Amén.
Inclinemos nuestros rostros por un momento.
197
Nuestro Padre Celestial, yo no sé. Pueda que nosotros no nos
reunamos otra vez de esta manera. Esta pueda que se a nuestra última mañana
juntos. No sé. Te pido que seas misericordioso, Padre. Concede Tus
7
clase, con sus grandes ciudades amuralladas, y algu nos de ellos son tan
grandes, esta gente, al grado que nosotros parecemo s langostas delante de
ellos”. Oh, ellos estaban desalentados. Nosotros…
30
Miren, ¿no es eso un tipo de la iglesia hoy? “Nos otros—nosotros
sencillamente no lo podemos hacer. Nosotros… Pues, les digo; es—es
imposible. Miren, nosotros hemos llegado a ser esto, y tenemos que llegar a
ser un poco como esto, y…” ¿En dónde hay más reuniones en la calle? [Un
hermano contesta: “No, no hay muchas, hermano”.—Ed.] Eso es correcto,
jovencito. Ya no hay muchas. ¿Dónde están las reuni ones de oración de toda
la noche que solíamos tener? ¿Qué le ha pasado a es o? ¿Dónde está esa
sinceridad profunda y esforzándose para avanzar con Dios? ¿Cuál es el
problema? Nos hemos apartado de ello. La dejamos, p oco a poco…
31
El pecado es tan—tan seductor. ¡Oh! Es encantador. Y tiene una
atracción muy apetitosa, el pecado la tiene. Es tan inocente. Pues, se ve tan…
se ve tan inocente. ¡No lo escuchen!
32
Después de un tiempo, cuando Josué tomó la tierra, Dios le dijo:
“Destruye por completo todo lo que hay allí. No dej es nada”. Pues, ¿pudiera
imaginarse a algunas de esas mujeres Israelitas rec ogiendo a un bebecito?
“¡Oh!, ¿no es lindo? Mira sus… ni siquiera tiene di entes todavía”.
Josué dijo: “¡Mátalo!”
La madre dijo: “Oh, yo soy una madre. Yo no puedo matar a ese
bebé”.
“¡Debes hacerlo! ¡Dámelo!”
33
¿Por qué? Se pudiera ver lindo ahorita, pero él v a a crecer y va a ser
exactamente como su papá. Uds. no pueden mimar el p ecado. Tiene que ser
manejado con… no con manos enguantadas, sino sin guantes. Nosotros
queremos ser amables. Todos quieren ser así. Querem os… Pero, ¿qué es ser
amable? Nosotros queremos ser humildes. ¿Qué es humildad? Nosotros
queremos ser llenos de compasión. ¿Qué es compasión ?
34
Jesús, un Hombre lleno de compasión, pasó por en medio de dos mil o
tres mil personas, bebés hidrocéfalos, inválidos, c iegos, cojos, paralíticos. Él
tenía compasión. ¿Qué hizo Él? Fue adonde el Padre le mostró, un hombre que
tenía quizás un problema de la próstata, o algo así , y lo sanó y se fue. Y dejó al
resto de ellos: un Hombre lleno de compasión.
35
Miren, la gente hoy… Nuestras palabras inglesas co nfunden a la gente.
¿Ven? Eso es simpatía humana; eso no es compasión. Hay mucha diferencia

8
PRESUMIENDO

entre simpatía y compasión. Ellas son dos palabras totalmente diferentes. Y
nosotros las usamos igual.
36
Miren, la Palabra no usa ninguna compasión; tiene que ser obedecida.
Quédese con Esa Palabra, no importa cuánto corte. ¿ Cómo pensarían Uds. que
destruiría a bebés, y a mujeres inocentes, y los de más, así llamados? Un poco
de levadura leuda toda la masa. Esa es la misma cos a que empezó allá en el
pasado con Eva. Se veía muy astuto.
37
“Pues, tú serás sabia. Seguramente que no morirás. Él es demasiado
bueno. Él no te mataría. Pero seguramente no morirá s”. Pero Dios dijo: “Tú
morirás”. Eso empezó toda la cosa, allí mismo, ¿Ven ? Uds. tienen que
quedarse con esa Palabra a pesar de todo.
38
No presuman; crean. No razonen. El conocimiento tiene
razonamientos. La fe no tiene razonamientos. La fe sencillamente se aferra a
ello. ¿Qué si Abraham hubiera razonado? Piénsenlo. ¿Qué si Abraham hubiera
razonado? Tenía cien años de edad, vivió con su esp osa, (era su media
hermana) desde que ella tenía como unos diecisiete años de edad. Ellos se
casaron. Pues, la naturaleza lo mostró; toda su vir ilidad y feminidad
uniéndose, esposo y esposa, pero sin un hijo. Él er a estéril, y ella era estéril,
cuarenta años pasada la menopausia, totalmente impo sible.
39
Pues, los razonamientos de Uds. hubieran—hubieran demostrado que
no se pudiera haber logrado. Pero la fe en la Palab ra se aferró a ello. ¿Ven? La
fe no acepta razonamiento. La fe se aferra a la Pal abra.
40
Alguien dice: “Yo—yo creo…” Yo me he encontrado con muchos
ministros que dicen: “Hermano Branham, yo creo que lo que Ud. está diciendo
es la verdad. Pero si yo hiciera eso, ¿sabe Ud. lo que haría? Yo estaría
mendigando. Me expulsarían de mi iglesia”. Ellos se ncillamente tendrían que
echarme fuera a mí. “Nadie más me aceptaría”. Él lo s aceptará. Uds. no
pueden vivir aquí para siempre; Uds. tiene que ir a llá. ¿Ven? La fe no conoce
razonamientos; ella simplemente cree, lo separa a U ds. de toda—toda atadura,
no hay nada. Uds. se quedan exactamente con la fe. Los razonamientos
desaparecen.
41
Israel dijo: “Miren, el razonamiento muestra que, pues, si vamos allá,
pues, esos… Uno de esos hombres podría derrotar a d iez de los nuestros, y
nosotros no somos una nación militar. No somos gente militar. Nosotros
tenemos algunos palos, y lanzas, y cosas así que he mos recogido, despojos.
Ninguno de nosotros somos hombres entrenados. ¿Qué podríamos hacer?”.
Eso era razonamiento.
33
184
Quédense con la palabra. Pablo dijo: “Salieron d e nosotros porque no
eran de nosotros”. Eso es correcto. Sí señor.
185
¡Oh, cuántas pudiera…! Tengo tantas Escrituras a puntadas aquí, que
me llevaría todo el día. Y no puedo quedarme más ti empo. Sólo presumiendo,
presumiendo, eso es todo lo que ellos hacen, pensan do que eso estará bien,
pensando que eso está bien.
186
Daniel, ellos presumieron allá en… Ellos presumier on que estaría
bien, tomar los vasos santificados de Dios, y beber de ellos. Ellos presumieron
que estaba bien reírse del pueblo que tenía el Espí ritu Santo, y que estaba bien
hacer burla de ellos. La Biblia dice: “Mejor le fue ra que se le atase al cuello
una piedra de molino y se hundiese en lo profundo d el mar, que hacer tropezar
a uno de estos Mis pequeñitos”.
187
Hermano, yo veo a estas personas caminando por la s calles, estas
mujeres con cuellos erguidos, desvergonzadas, con t acones como así de altos,
mujeres inclinadas hacia adelante al caminar y resa ltadas allá atrás, y todo así.
188
Y una mujer me dijo, dijo (una mujer pentecostal), (usando esas
falditas cortas, Uds. saben, casi hasta la mitad de sus rodillas, dijo): “Pues,
hermano Branham”, dijo: “esa es la única clase que hacen”.
189
Ellos hacen máquinas de coser y venden telas. ¿Ven ?, ese espíritu
sucio está en Ud. ¿Por qué una mujer pentecostal qu erría actuar de esa
manera? Yo… Ella no es pentecostal; ella sólo tiene el nombre de pentecostal.
Vale más que deje eso rápidamente, voltearé a la pá gina siguiente. ¡Oh,
hermanos!
190
Moisés, ¿qué si él hubiera presumido? No presuman; quédense con la
Palabra. No acepten nada diferente. Quédense exacta mente con lo que Dios
dijo que se quedaran. Quédense con la Palabra. ¡Amé n!
191
Dios está obligado. Dios está obligado a Su Palab ra. Y si la Palabra
está en Uds., Él está obligado a Uds. con Su Palabr a. Pero cuando Uds. hacen
como Eva, dudan una porcioncita de Ella y meten alg o para substituir, Uds.
llegaron a su fin, allí mismo. Quédense con la Pala bra. No presumamos nada.
Sólo tomemos lo que dice la Palabra y creámoslo. ¿H arán Uds. eso?
192
Ahora miren, amigos. Eso es duro. Y tengo que est ar en ese lugar allí
en unos cinco minutos, o diez, y yo—yo tengo que ir me. Así que yo—yo…
Por lo general mis predicaciones son muchos más la rgas. Pero tengo que
avanzar. Pero, Dios les bendiga. Yo—yo los amo. No es mi intención ser
malo. No es mi intención cortar y desgarrar. Mucha s veces a mí me corta más
que a Uds. pero, hermano, hermana, yo tengo que enc ontrarme con Uds. allá

32
PRESUMIENDO

¿Recuerdas que Él levantó Sus manos sobre nosotros y sopló sobre nosotros, y
dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo’?”.
“Sí”.
“Bueno, déjenme decirles, hermanos. Yo creo que lo hemos recibido.
Yo presumo que lo hemos recibido”. ¡Oh, tú miserab le hipócrita! ¿Ven? “Yo
creo que lo hemos recibido. Yo pienso que debería mos aceptarlo por fe”.
¡Uds. Bautistas! “Nosotros lo aceptamos por fe”. ¡P or fe, nada! ¡Es
una experiencia!
179
Puedo ver a Pedro, ese hombre entrenado pararse all í, vivió con Jesús.
Él dijo: “Espera un momento. Eso no es Escritural”.
“Bueno, yo presumo que lo hemos recibido”.
“¡Tonterías!”
“Nosotros deberíamos comenzar nuestro ministerio. B ueno, hemos
estado aquí nueve días. ¿Qué estamos esperando?”.
“Él dijo: ‘Hasta’, ¿no es cierto? Hasta. No nueve d ías, ni diez días, ni
cincuenta, ni cien. Él dijo: ‘Esperad hasta’”.
180
Allí es donde nosotros cometimos nuestro error (sí señor),
presumiendo que eso está bien. Muchos de nosotros p resumimos que porque
hablamos en lenguas, que eso era todo lo que teníam os que hacer. Eso es
correcto. Nos quedamos allí y hablamos en lenguas. Y alguien nos animó, y
hablamos en lenguas. Presumimos que eso estaba bien , y seguimos así.
181
Esa es la razón que Uds. mujeres todavía se corta n el cabello, usan
maquillaje, pantaloncitos cortos. Esa es la razón q ue Uds. hombres todavía
tienen sus cosas, y siguen de la manera que lo hace n. Uds. simplemente están
presumiendo. Eso es correcto. ¡Dejen de hacerlo! ¡D ejen de hacerlo! Regresen
a la Palabra. Recuerden.
182
Puedo ver a Simón ponerse de pie y decir: “¡Esper en un momento!
Isaías dijo: ‘Mandamiento sobre mandamiento, línea sobre línea, un poquito
allí, un poquito allá’. (¡Oh, hermano! Yo puedo verlo referirse a las
Escrituras). No vamos a presumir nada. Vamos a espe rar aquí hasta que algo
suceda”. Eso es correcto.
183
“Bueno, déjenme decirles, hermanos. Déjenlos que vayan a hacer lo
que quieran. Nosotros organizaremos nuestro propio grupito, y nos
llamaremos la Tal y tal. Y déjenlos que se queden aquí si ellos quieren s er
fanáticos”. Ahí lo tienen. Eso es correcto.
9
42
Pero Caleb y Josué (¡Amén!, ¡ahí lo tienen!), hom bres de fe, hombres
de integridad, hombres que sabían que Dios había di cho allá en Egipto: “Yo
les he dado la tierra”. Eso era suficiente.
43
Ellos corrieron entre el pueblo. El pueblo se est aba quejando, y
clamando, diciendo: “Ahora nuestros hijos morirán e n el desierto. Nuestras
mujeres serán violadas, y aquí estamos. Pereceremos aquí en el desierto”,
cuando Dios había prometido que Él les daría la tie rra.
44
Miren, recuerden, Él les dio la tierra; pero ello s tenían que pelear por
cada pulgada de ella. Dios le dijo Josué: “Todo lo que pisare la planta de
vuestro pie, Yo os lo he entregado”. Pisadas signif icaban posesión.
45
Miren, a Uds. por quienes se oró, todos Uds. que e staban aquí anoche,
pusieron… Alguien puso las manos sobre Uds., oramos. La Presencia del
Señor descendió, Él mismo se reveló de acuerdo con la Palabra, para mostrar
que era verdad que Él está aquí. No hay engaño; no hay error. Ahí está. Es la
verdad. Nosotros no presumamos nada más. Pongamos a un lado los
razonamientos. Derribémoslos y tomemos la Palabra. Tomen la Palabra y
sigan adelante. La Palabra lo dijo.
Miren, Uds. dicen: “Entonces la promesa es mía”.
46
Seguro. Pero Uds. pelearán por cada pulgada de el lo hasta que estén
sanos. Uds. tomarán todo—Uds. tomarán cada paso de ello. Es una batalla. La
promesa es de Uds. Eso fue una tierra prometida; el los tuvieron que pelear
para obtener cada paso que dieron en ella. Y la pro mesa es de Uds., pero Uds.
pelearán por cada pulgada de ella.
47
Yo fui llamado para… por Dios para predicar el Evangelio hace
treintaiún años. Desde entonces he peleado. Por cad a pulgada de tierra, yo he
peleado con la Espada de Dios, tomando la promesa, y cortando.
Alguien viene y dice: “Miren, nosotros pertenecemos al grupo
bautista”. Dice: “Pues, Ud. no puede creer eso. Eso no era para nosotros”.
¿Qué hacen Uds.? Toman la Espada y se desligan de e so, y siguen marchando
hacia adelante.
Yo fui a los Pentecostales, y dijeron: “Si te vas con este grupo, no
tendremos nada que ver contigo”.
El otro grupo dijo: “Si te vas con ellos, no tendremos nada que ver
contigo”.
Despréndanse. Sigan marchando hacia adelante. Sí. Sólo sigan… Tuve
que pelear por cada pulgada de ella.

10
PRESUMIENDO

48
Pero, ¿qué es eso? Es una promesa. Dios hizo la promesa.
Quedémonos con ella. Dios lo prometió. No importa… Uds. tienen que tener
una batalla. Si todo viene fácil, pues, Uds. son… ¿Qué están venciendo Uds.?
Ellos vencen por medio de la Palabra de Dios y su t estimonio, por la Sangre
de Cristo.
49
Uds. tienen que vencer algo, y tienen que tener o bstáculos. Y la gente
que no está de acuerdo, y discute con Uds., y le di ce que Uds. son santos
rodadores y cosas así, Uds…. eso es puesto delante de Uds., es una prueba. Si
Uds. no han tenido eso, entonces ni siquiera están en la batalla. ¿Para qué se
unieron a la iglesia…?
50
¿Para qué se unieron al ejército y se entrenaron? ¿Para pasar el tiempo
sin hacer nada, pavonearse de punta a punta por las calles y lucirse? Así
actúan algunos Cristianos, como que queremos que se nos admire. Uds. no van
a ser admirados, Uds. van a ser menospreciados. “Po rque todos los que
quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerá n persecución”. Levanten
la espada, desháganse de toda atadura, y sigan marc hando hacia adelante.
51
Josué, Caleb, hicieron callar al pueblo. Ellos dec ían: “No la podemos
conquistar, sencillamente no lo podemos hacer. Eso es todo”. ¿Ven? Ellos
estaban mirando a los amalecitas. Josué y Caleb est aban mirando a la
promesa. Esa es la diferencia. Depende de lo que Ud s. están mirando.
52
Josué dijo: “Nosotros somos más que capaces para hacerlo. Somos
más que capaces. Pues”, dijo, “ellos simplemente so n como pan para nosotros.
Pues, ellos se ven grandes. Ellos son grandes. Pero nosotros comeremos pan
grande”. Dijo: “Dios nos dio la promesa, y el temor de nosotros está sobre
todos ellos. Aunque ellos no están de acuerdo con n osotros, sin embargo nos
tienen miedo”. Seguro. Dijo: “El temor—el temor del Señor está sobre cada
uno de ellos. Ellos nos tienen un miedo terrible”. Dijo: “Vayamos a
conquistarla. Dios nos la dio, así que es nuestra. Marchemos hacia adelante y
conquistémosla”.
53
¡Oh, si yo pudiera juntar a ese grupo Pentecostal! Ese filisteo
incircunciso está parado allá, y dice: “Nosotros te nemos que tener todo esto y
todo aquello”. ¡Tonterías! “Tendremos que entrar en el Concilio Mundial de
Iglesias para tener compañerismo con ellos”.
54
Nuestro compañerismo es con Dios, no con ningún c oncilio de hombre
y dogmas hechos por el hombre. Nosotros somos—nosot ros somos pueblo de
Dios que espera tener compañerismo con Dios. Allí e s donde están nuestros
derechos, es con Dios. ¿Cómo podemos tener compañerismo con Dios a
menos que tengamos compañerismo en Su Palabra? Porq ue la Palabra es Dios.
31
plataforma. Y la Biblia dice que no hubo nada que S alomón no supiera acerca
de ella. Eso es correcto. Ella no presumió más.
175
Ella dijo: “Todo lo que he oído es verdad, y much o más. Es más
grande aun de lo que se me dijo”. Dijo: “Bienaventu rados son los hombres que
están aquí contigo y pueden ver estas cosas sucedie ndo día tras día. Permíteme
llevar un poco de tierra de aquí, para que cuando r egrese a mi tierra me pueda
hincar en ella. Permite que el Dios tuyo sea mi Dios”. Ella no estaba
presumiendo nada. Ella observó y esperó hasta que v io la verdadera señal de
Dios.
176
La mujer junto al pozo, ella sabía que venía un Me sías. Ella sabía lo
que Él haría. Así que, no importó lo que ellos hici eron… Ella no presumió,
sino que tan pronto vio eso, ella miró y dijo: “Esp era un momento. Tú debes
ser profeta”. (Él se veía como un Hombre común y co rriente). Dijo: “Nosotros
sabemos que viene Uno; el Mesías hará tales y tales cosas”.
Él dijo: “Yo soy Él”.
177
Entonces ella se fue a la ciudad, sin presumir na da. “Salgan, hombres,
y traigan sus… todas sus doctrinas, y traigan todos sus libros de credos y lo
demás, y veamos si éste es el Mesías. Veamos… Posib lemente pudiera ser”.
Ella no presumió nada. Dijo: “Venid, ved a Quien he encontrado”. ¡Amén!
¡Correcto! “Venid, ved. Lo encontramos”. No hay er ror al respecto. Ella no
estaba presumiendo nada. Ella sabía de lo que estab a hablando. Ella sabía que
estaba en lo correcto.
178
Los discípulos—los discípulos en Pentecostés, ¿qué si ellos hubieran
dicho: “Miren, esperen. Veamos es una…? Veamos. Jesús nos dio un
mandamiento. Así que, Él nos dijo que subiéramos aq uí. Nosotros sabemos
que nuestro Señor no puede mentir. (Miren cuán ino cente, cuán engañoso es
el pecado)”. Miren, Él no dijo que recibiríamos el Espíritu Santo cuando
subiéramos aquí. (Yo voy a…Escuche esto, doctor). O h, tú sabes… Andrés,
ven aquí un minuto”.
“Sí, sí señor”.
“Mateo, ¿qué piensas tú?”.
“Oh, Juan ven aquí. Mira, tú sabes que nuestro Señor no puede
mentir”.
“Es verdad”.
“Él nos dijo que esperáramos hasta que hubiéramos recibido la
promesa del Padre, y que nosotros íbamos a recibir el Espíritu Santo.

30
PRESUMIENDO

167
Marcos 16 dice: “Estas señales seguirán a los que creen”. Juan 14: 12
dice: “El que en Mí cree, las obras que Yo hago, él las hará también”. Ahí lo
tenemos. Miren, estamos avanzando.
168
Cuando vino Juan para introducir lo que era la man era correcta… Los
fariseos tenían la manera de ellos; los publicanos tenían la manera de ellos; los
diferentes grupos tenían la manera de ellos: las de nominaciones, la de ellos,
las organizaciones, la de ellos. Juan no fue a ning una de las escuelas de ellos.
Él se fue al desierto y esperó. Él estudió la Palab ra. Cuando menos pensó,
Dios le dijo allá en el desierto que este Mesías te ndría una señal siguiéndolo,
como siempre lo siguió (de lo que hablamos anoche).
169
Así que Juan esperó. Él no se unió a ninguna de ellas. Él
sencillamente esperó hasta que estaba seguro. Él no presumió nada. Él dijo:
“Mira, espera un momento. Allí están los fariseos. Ellos son gente buena, son
gente de santidad. Pues, seguro, ellos están bien”. Yo… Él no dijo: “Yo
presumo que están bien”. Ellos no estaban bien. Dio s…
170
Juan esperó la señal. Juan esperó hasta que estab a seguro. ¿Ven?
Seguro que sí. Él no presumió. Él esperó hasta que vio la verdadera señal del
Mesías.
171
Natán, él estaba muy irritado. Él dijo: “Mira, yo no lo creo. Tendré
que verlo”. Cuando llegó allí y vio que Él sí era e l Mesías, él entonces estaba
satisfecho. Él no presumió. Él simplemente esperó h asta que lo vio.
172
La reina de Sabá, ella esperó hasta que lo vio. El la dijo: “Mira, es un
largo… Ella era una pagana, Uds. saben. Dijo: “Si v oy allá, todas estas cosas,
¿qué voy a hacer?”, y lo demás. “Tengo entendido qu e—que hay un… Que el
Dios de ellos está viviendo en un hombre llamado Sa lomón, el rey de ellos.
Ellos lo aman tanto que lo han hecho rey. Y yo… Si… Él es Dios. Si… yo—
yo leo estas Palabras. Si—si esa señal está dentro de ese hombre, entonces ése
hombre está hablando acerca de Dios. Iré a ver”.
173
Así que ella ensilló sus camellos, y cruzó el des ierto, y llegó allá, y
armó su tienda allí, y esperó, Uds. saben. Y esperó . Y el primer día, quizás,
ella se sentó muy atrás, en la parte de atrás de la iglesia. Y vio al pastor
Salomón salir en—en el templo, y todos sus hombres a su alrededor. Y, oh,
ellos tenían una cosa tremenda allí. Miren, ella qu ería estar segura que estaba
en lo correcto.
174
Así que entonces, cuando menos pensó, notó que es e discernimiento
fue perfecto. Finalmente, su tarjeta de oración fue llamada y ella subió a la
11
Y la Palabra se hace carne cuando llega a ser Uds. “Si permanecéis en Mí y
Mi Palabra en vosotros, entonces pedid todo lo que queráis”. Ahí lo tienen.
¿Ven? Pero la Palabra tiene que permanecer aquí adentro. Si no es así, la
lluvia cae, y, pues, no puede producir, por cuanto Uds. no lo creen. No
importa cuánto profesen creerlo, Uds. tienen que c reerlo. Muy bien.
55
Así que Israel… Dios llamó a Moisés y le dijo: “Vo y a destruir la
nación entera. Hazte a un lado”. Moisés intercedió, se puso en la brecha. Era
Cristo en Moisés. ¿Ven Uds.? Dios hubiera matado al mundo entero en una
ocasión debido al pecado, pero Cristo se puso en la brecha por toda la raza
humana. Moisés se puso en la brecha por Israel.
Y él dijo: “Tú hiciste una promesa, Dios. Tú hicis te una promesa que
los llevarías a la tierra”. Eso es correcto. ¿Qué l e hizo Moisés a Dios? Cuando
parecía que Dios iba a hacer algo contrario, él pus o la Palabra en Su camino.
¡Amén! ¡Oh, me encanta eso! Miren, me dan ganas de gritar, sólo al hablar al
respecto. Pongan la Palabra en el camino. Dios no puede pisotear Su propia
Palabra.
Dijo: “Tú prometiste hacerlo. Tú dijiste que los l levarías a una tierra
buena que fluye leche y miel. Yo les he dicho lo qu e Tú dijiste, y aquí
estamos. Estamos en Tus manos”.
56
Dios dijo: “Tomaré a ese grupo obstinado y dejaré que se pudra en el
desierto. Pero tomaré a los hijos de ellos, a los que ellos dijeron que no irían a
ninguna parte, que perecerían en el desierto, pero Yo los llevaré a ellos al otro
lado”. Eso es correcto.
57
Vean, el pecado es horrible. ¿Qué es pecado? ¿Fuma r? No. ¿Beber?
No. ¿Mentir? No. ¿Cometer adulterio? No. Eso no es pecado. Eso no es
pecado en lo absoluto. ¿Ven? No. Decir una mentira no es pecado. Maldecir,
usar el Nombre de Dios, eso no es pecado. Increduli dad es pecado. Sí. ¿Por
qué hacen eso Uds.? Es porque no creen. Eso es. Eso es… Regresen a la
causa. ¿Ven? ¿Ven?
58
Ud. miente, roba, comete adulterio porque no cree . Exactamente. “Pero
el que no cree ya ha sido condenado”. Antes que aun empiece él está
condenado, porque no cree. Correcto. Miren, Ud. hac e eso porque es un
incrédulo. Si Ud. hace eso, y dice que es un creyen te, Ud. no es un creyente.
Su propio testimonio, sus frutos prueban que Ud. no lo es. ¿Ve? Ud. tiene que
deshacerse de eso aun antes que sea un creyente. ¿V e? Mire. Pecado es
incredulidad, o mejor dicho, incredulidad es pecado . Y así que, (¿ve Ud.?) ése
es el problema.

12
PRESUMIENDO

59
Y luego ellos dijeron: “Bueno, mira, déjame decirt e. Nosotros hemos
hecho mucho de esto, así que, simplemente nos arrep entiremos. Subiremos
allá y lamentaremos unos cuantos días y clamaremos un poquito. Y—y—y
Dios nos perdonará por ello, y seguiremos adelante” .
60
Moisés dijo: “¿Por qué quebrantáis los mandamient os de Dios? Yo les
he dicho a Uds., como Su profeta, en el Nombre del Señor, que Uds. llegaron
a su fin”. ¡Amén! Miren, ése es un mandamiento, tan to como Juan 3:16. “Dios
ha terminado con Uds. ¿Por qué están Uds. tratando de levantarse otra vez?”
61
Como yo le estaba diciendo a un hombre que me est aba criticando con
respecto a reprender a las denominaciones. Yo no te ngo nada en contra de la
gente en esas denominaciones. Es a ese sistema al q ue estoy reprendiendo.
62
Si yo los viera a Uds. flotando en el río yendo h acia las cataratas, y
Uds. estuvieran en una barca pequeña, y yo supiera que esa barca no iba a
resistir esas cataratas, ¿no les gritaría yo a Uds. ? No es que yo no los quiera a
Uds.; yo los amo. Es que esa barca va a naufragar c on Uds. Sí señor.
63
Son esos credos y denominaciones que van a naufragar más allá,
porque son contrarios a la Palabra. ¿Ven? Eso es co rrecto. Son contrarios.
Quédense con la Palabra. No presuman que ellos esté n bien. No lo están. Son
contrarios a la Palabra de Dios. Así que quédense c on la Palabra. ¿Ven?
Miren.
64
Y cuando vemos hoy la manera en que ha obrado la i glesia, ¿cuáles
han sido los resultados? Este hombre me dijo: “Pero , hermano Branham, Ud.
está errado”.
Yo dije: “Pruebe que eso está errado.
¿Qué hombre fue más grande que Juan Wesley?”
“¿Dice Ud. que es tan grande como Juan Wesley? ”
Yo dije: “Yo no pudiera usar su calzado”. Yo dije: “Pero quiero
preguntarle algo a Ud. Si la iglesia se hubiera que dado en donde Juan Wesley
la dejó… Pero, ¿qué hicieron Uds.? Uds. metieron al lí un grupo de Rickys y
Elvises, y, ¿qué hicieron? Uds. pervirtieron la mis mísima cosa por la cual él
predicó y se paró firme. Dios ha terminado con Uds. ”
Él dijo: “Yo estoy escribiendo una tesis sobre est a iglesia”.
65
Yo dije: “A mí no me interesa cuántas tesis Ud. e scriba. Dios los ha
rechazado a Uds.”. Dije: “Dios rechazó a toda organización y a toda
denominación”. Él rechazó a sus Pentecostales. ¿En dónde están ellas? ¿En
29
que estará bien, ya sea Escritural o no. Tiene que ser completamente
Escritural.
161
Dios le dijo a Noé que hiciera esa arca de madera de gofer, y esa
madera es más liviana que el bálsamo. No hay nada e n ella; sólo es una gran
esponja hueca. Pues, yo podría cagar una viga de aquí hasta allá, hasta el fin
del lugar… de la pared de allá atrás, y que fuera de seis pies de ancha. Yo
pudiera ponérmela sobre los hombros y caminar con e lla. Pues, no es nada
sino sólo una esponja. No hay nada dentro de ella: madera de gofer.
162
¿Qué hizo Él después de eso? Eso los representó a Uds. Uds. tienen
que sacar todo de Uds., todos sus credos y doctrina s. Luego, ¿qué hizo Él? Él
dijo: “La calafatearás con brea por dentro y por fu era”. ¿Cómo obtenían la
brea? Ellos cortaban un árbol y lo golpeaban, le sa caban la vida a golpes, le
sacaban la brea. Y luego tomaban la brea caliente y la derramaban allí adentro,
y todos esos lugares vacios se empapaban. Luego es mucho más duro que
cualquier acero que hay. Uds. no podrían doblarlo. Esa es la razón que resistió
el juicio.
163
Hubo uno que tuvo que ser golpeado; el Justo, Cristo. Nosotros
mismos nos vaciamos, y permitimos que el Espíritu Santo entre, que la
Palabra de Dios entre. Eso los establece. Los Juici os… “Cuando viere la
sangre, pasaré de vosotros” Así tiene que ser. Oh, sí. Pero ellos pensaron que
daba igual. ¿Ven Uds.?, que eso estaba bien. Ellos presumieron que estaría
bien.
164
De esa manera es hoy. Ellos dicen: “Nuestra denomi nación… Yo
presumo que está bien”.
“¡Oh, no me digas! Yo soy… Los días de los milagro s, no hay tal cosa
como esta. Miren, estará bien. ¿Acaso no somos una iglesia?”
165
Sigan adelante. Entren en el Juicio. Eso está bi en. Hay tantas
denominaciones distintas, a tal grado que causa una confusión. La gente sólo
está presumiendo que eso está bien; sigan adelante . Nosotros no sabemos
dónde… ¿Cuál está correcta entonces, cuál está corr ecta? Denles la prueba de
la Palabra. Eso es el que les dice si está correcto o no. ¿Ven Uds.?
166
Deuteronomio 22: 18, Uds. saben, dice: “Si hay un o entre vosotros
que es espiritual o profeta, Yo, el Señor le hablar é a él. Entonces si él está de
acuerdo con la Escritura, se cumplirá exactamente l o que él dice. Estará bien”.
¿Ven?

28
PRESUMIENDO

153
Miren, Acán pensó que eso estaría bien. “Tomaré es te lingotito fino, y
será un buen arreglo. Y tendré esta cosita fina aqu í, y seré el presbítero, y lo
demás. Y yo—yo… Estará bien”. Pero estaba maldecido . Todo en ese lugar
caído estaba maldecido.
154
Y así es hoy día. Nosotros no queremos Acanes; no queremos
ningún… Ellos nunca pudieron avanzar y ganar una ba talla, hasta que esa cosa
fuera destruida. Eso es correcto. Sí señor.
155
Los egipcios presumieron que estaría bien. Israel cruzó el Mar
Muerto. ¿Por qué no pudieron ellos? Eran incircuncisos, no tenían las
bendiciones del pacto. Ellos presumieron que estaba n bien. Pero se dieron
cuenta que se ahogaron. Uds. no pueden atravesar es te… puede… Uds. no
pueden entrar en el compañerismo con Dios trayendo doctrinas hechas por el
mundo. Uds. se ahogarán, perecerán con ellos. Uds. tienen que venir a la
manera de Dios o no hay manera. Uds. tienen que ali nearse con la Palabra, o
están fuera. Allí mueren.
156
Así que… Pero Egipto pensó: “Bueno, ellos lo cruzaron. Yo soy
tan… Nosotros somos mejores hombres que ellos. Somo s más saludables, más
fuertes, más inteligentes. Bueno, esos hombres ni s iquiera pueden escribir su
nombre. Y nosotros somos maestros”. Pero los maestr os no llegaron muy
lejos. Dios no toma en cuenta la maestría de la man era que la gente la toma en
cuenta. Eso es correcto.
157
En el tiempo de Noé, ellos pensaron: “Miren, si en verdad vienen
una… Pues, miren, si en verdad viene una lluvia abu ndante, nunca ha habido
una, pero si viene, pues, nosotros tenemos barcos y barcas”.
Uds. dicen: “Ellos no los tenían”. Ellos sí los tenían.
158
Jesús dijo: “Como fue en los días de Noé…” La mis ma clase… Ellos
desentierran ciudades y cosas así hoy día, que se h an hundido, y hace años
encontraron allí en México, todo el sistema de agua moderno, y todo en ellas.
Seguro. No hay nada nuevo debajo del sol.
“Nosotros navegaremos en nuestros propios barcos”
159
Ellos presumieron que estarían bien. Pero Dios te nía un solo barco
que iba a flotar, y el resto de ellos se iban a hun dir. Pero ellos presumieron que
su barco duraría, flotaría de igual manera que ést a lo haría, sin importar si
había sido construida Escrituralmente o no.
160
[El Hermano Branham hace un ruido—Ed.] Yo pudiera decir algo
aquí. ¡Escuchen! De esa manera es hoy día. Uds. pie nsan que la cosa flotará;
13
dónde están las metodistas? ¿En dónde están las bau tistas? ¿En dónde estás las
presbiterianas? ¿En dónde están las católicas? ¿En dónde están las luteranas?
Cada vez que ellas hacen eso, Dios las coloca en el anaquel.
66
Y yo le pregunto a cualquier historiador (y he empleado años
estudiando historia), yo quiero que me muestren cua lquier ocasión en la que
cualquier iglesia se organizó, y Dios no la dejó mo rir allí mismo y nunca se
levantó otra vez. Quiero que me señalen el lugar. M urió allí mismo, porque lo
rechazó a Él como Gobernante.
67
Eso es exactamente lo que hizo Israel cuando ellos querían parecerse a
las demás naciones. Ellos querían un rey. Y Samuel, el profeta, a quien venía
la Palabra del Señor, se paró allí y dijo: “Quiero preguntarles algo”, los reunió
a todos. Ellos querían parecerse a las demás nacion es. Él dijo: “Yo quiero
preguntarles algo. ¿Les he dicho alguna vez algo en el Nombre del Señor que
no fuera la verdad?” Ahí lo tienen.
Ellos dijeron: “No. Todo lo que tú dijiste se cump lió”. ¡Oh! Ahí lo
tienen.
Él dijo: “¿Alguna vez les he pedido su dinero para mi sustento?”
“No, Samuel. No creemos que tú hayas recogido una ofrenda para ti”.
¿Ven?
“Bueno, entonces el Señor quiere que Uds. permanezcan igual y le
permitan ser Rey”.
“Oh, nosotros sabemos que todo esto es verdad. Tú nos estás diciendo
la verdad. Pero Samuel, nosotros—nosotros queremos ser como los—los
bautistas”. ¿Ven?
Dijo: “Háganlo”. Y allí mismo ellos perdieron su c ompañerismo. Allí
mismo la iglesia perdió su compañerismo.
68
Si Uds. hicieran sus credos, sus planes, sus doct rinas, sus doctrinas de
la Biblia, y luego las finalizaran con una coma: “C reeremos esto, más lo que
Dios nos permita tener, lo que nos muestre”, eso es tá bien. Pero Uds. las hacen
y las terminan con un punto: “Creemos esto, y nada más”. Y en ese momento
echan fuera a Dios cuando ponen un punto. Eso es correcto. Las iglesias
crecen continuamente.
69
Así que, allí estaba Él. ¿Ven? Así que, ellos no p odían ir más adelante.
Israel no podía ir más adelante. Y entonces dijeron : “Bueno, subiremos allá y
nos arrepentiremos, e intentaremos otra vez. Nosotr os sabemos que Dios es
compasivo, así que, Él nos perdonará.

14
PRESUMIENDO

70
E Israel subió allá y Moisés dijo: “Uds. están tr ansgrediendo…
quebrantando los mandamientos de Dios. Dios ha dich o que ha terminado con
Uds., y eso lo concluye. Vale más que hagan lo mejo r que puedan de esto.
Quédense aquí, porque Uds. van a pudrirse aquí mism o en su propia—en su
propia situación. Uds. mismos se metieron en esto; Uds. mismos se pusieron
aquí; así que allí se quedaran”.
71
Miren, eso es lo que… Aquí está. Acabo de leerlo. Uds. mismos se
pusieron aquí; Uds. murieron aquí; Uds. están acaba dos espiritualmente; así
que, aquí permanecerán. Allí es en donde Uds. se va n a quedar.
“Bueno, nosotros lo intentaremos de todas maneras”. Así que,
subieron y dijeron: “Señor, perdónanos. Déjanos decirte, Señor, no
deberíamos haber hecho esto”, y clamaron. Y al día siguiente dijeron: “Muy
bien, todos Uds. hombres, vengan ahora, vamos”.
72
Pero ellos no pudieron llevar la Palabra con ello s, el arca. Ni tampoco
el profeta fue con ellos. Él se quedó donde Dios le dijo que se quedara. Ellos
siguieron para adquirir un millón más, pero fallaro n. Esos amalecitas, y los
demás, los sacaron completamente de la región. Ello s fueron presumiendo que
Dios estaría con ellos.
73
Miren, yo—yo voy a… No tengo mucho tiempo. Estamos encarando
un día festivo, y ese día festivo se llama la Pascu a. Esta gente americana que
se llaman a sí mismos Cristianos….
74
Yo espero no estar actuando como un sabelotodo. Si estoy actuando
así, perdónenme, por favor. Pero, ¿cómo yo voy a…? Si Uds. clavan un clavo
en ese tabernáculo, y lo dejan medio suelto, vale m ás que no lo pongan allí. Lo
primero… Si todos esos clavos fueron clavados de es a manera, yo tendría
miedo de estar debajo de él. Uds. tienen que clavar lo bien y remacharlo, poner
la presión en el martillo.
75
Y nosotros estamos edificando la casa del Señor. Metan el clavo
completamente hasta adentro. Remáchenlo en el otro lado por medio de una
confirmación de ello. “Sobre esta roca edificaré Mi iglesia” (¿ven?), la verdad
espiritualmente revelada de Dios. “Sobre esta roca edificaré Mi iglesia”. Oh,
ella permanecerá en pie para siempre, porque son lo s clavos del Evangelio que
Uds. están clavando.
76
Dios los remacha en el otro lado confirmando la P alabra, probando lo
que Ella dijo que haría. ¡Amén! Eso… Entonces Uds. la obtienen. La Palabra
dice así, y Dios se para aquí mismo delante de Uds. , y prueba que es así.
Entonces, ¿adónde van a ir Uds. desde allí?
27
pensó la misma cosa. “Bueno, Dios lo ha hecho antes . ¿Qué si hacemos—
hacemos esto? No nos importa. Dios está con nosotros”. Ellos pr esumieron
que estaban bien. Pero se dieron cuenta. La batalla no resultó a su favor.
148
Miren, al subir nosotros a conquistar la tierra, nos damos cuenta que
estamos en la misma posición. Eso es correcto.
149
Uds. saben, Acán pensó lo mismo. Él tenía los man damientos de Dios
de no tomar nada de esa ciudad maldecida. (Sólo ten go como unos doce
minutos más. Tengo que regresar a ese motel. Quiero clavar esto un poco más.
¿Ven?) Miren esto. Eso es exactamente lo que nosotr os hicimos. ¿Ven? Un
manto babilónico fino que Acán tomó, y un lingote. Él pensó… Esa ciudad
estaba maldecida, y todo en ella estaba maldecido. Y está comprobado que las
denominaciones están maldecidas. Eso suena horrible . Pero es la verdad.
150
Como dije hace rato acerca de mi mamá, todos los s ábados en la
noche ella nos hacía… Debido a que comíamos esa com ida inadecuada, ella
nos hacía tomar una dosis grande de aceite de ricin o. Toda… Yo no puedo
soportar el olor de esa cosa. Uds. lo pueden tener en este edificio, y me
provocará náuseas. Sencillamente no lo puedo soport ar, pues tomé mucho de
ello. Y con mi mano me apretaba la nariz. Yo iba y le decía: “Mamá,
sencillamente no puedo soportar esa cosa. Me provoc a náuseas”.
Ella decía: “Si no te provoca náuseas, y hace que te sientas bien
enfermo, no te hace ningún bien”.
151
De esa manera es con la predicación de la Palabra . Si no les provoca
náuseas, y los conmueve, los hace leer, los saca de esos credos viejos, y hace
que se metan en la Palabra, que escudriñen y vean s i ellos están correctos
(Correcto), no les hace entonces nada de bien. Eso estimulará su gastronomía
espiritual. Sí señor. Los hace empezar bien.
152
Eso es rudo, una manera dura de expresar algo. Per o es la única
manera que tengo. Yo mismo soy rudo, y no tengo ninguna educación.
Simplemente tengo que… Todo… como Juan: La única cosa que él conocía
era serpientes, y hachas y cosas del desierto. Y la única cosa que yo conozco
es lo que conozco, y eso es todo lo que sé. Así que yo—yo tengo que decirlo
de la manera que lo veo, y de la manera—manera que me viene. Se pudiera
expresar mucho más claro y más refinado que eso. Pe ro Uds. saben de lo que
estoy hablando. Esa es una cosa segura. ¿Ven? Uds. saben lo que quiero decir.
Así que eso lo concluye. Uds. tienen que regresar a la Palabra; apártense de
todas esta cosas viejas de todas maneras. Muy bien.

26
PRESUMIENDO

ponían los pellejos de carne allí, y los ponían de nuevo en el horno y los
cocinaban, Uds. saben, de esa manera; y le sacaban la manteca para ponerla en
el pan de maíz. Y nosotros hacíamos panes de maíz para el desayuno.
Teníamos melaza de sorgo y panes de maíz. Y de eso era que vivíamos.
141
Para el almuerzo, comíamos verduras, si estaban e n sazón, frijoles
morados, o algo de esa índole. Y comíamos muy pobre mente y lo demás.
142
Mamá… Todos los sábados por la noche… cuando estábamos en la
escuela… ella nos bañaba o todos, todos en la misma tina, la misma agua, sólo
le añadía un poquito más, Uds. saben. Empezaba desde el… hasta el…
bañaba primero al pequeñito, y el último recibía lo sucio de todos ellos, pero
todos nos bañábamos. Nos bañábamos.
143
La limpieza no es tanto que Uds. laven lo de afue ra; pero, ¿qué de lo
de adentro? ¡Paredes blanqueadas! Pulen lo de afuer a del sepulcro, mas por
dentro está lleno de huesos de muerto. Uds. parecen la mera cosa hoy, con
todos los programas de televisión y cosas así, y qu e con ese detergente suave
Uds. se quitan lo sucio de sus manos. Y todo eso es una mentira.
144
Yo llegué a casa el otro día. Había visto algo en— en la televisión, o
programa de televisión, o algo así, estando allí pa rado en la estación
gasolinera. Un hombre dijo: “Oh, Uds. ya ni siquier a tienen que lavar los
platos. Simplemente métanlos allí. Les quita todo inmediatamente.
Simplemente prepárelo”
145
Yo dije: “Voy a lavarte los platos, Meda”. Yo quer ía… Fui y me
compré una botella de esa cosa, y dije: “Voy a lava r los platos”. Y lo vacié
allí, y la espuma se levantó así. Y metí los platos, y los dejé por media hora, y
los saqué. El huevo todavía estaba pegado a ellos. ¡Tonterías! Así es como
ellos consiguen toda esa… Cuando Uds. oigan todos e sos grandes anuncios,
cuando algo es muy anunciado, no vale la pena. Si e l producto es bueno se
vende por sí mismo.
146
De esa manera es con la religión antigua. Uds. no tienen que presentar
grandes cosas, y grandes organizaciones. Se venderá por sí misma, si tiene el
poder de Dios en ella. Uds. tienen mucho pecado par a que se les quite,
llamado: “Únete a esto”, “Nosotros somos la santa esto, y la santa aquello”
¡Santa nada! Eso es correcto. Dios es el único que puede quitar el pecado: La
Sangre de Jesucristo. Y Él lo hace cuando Uds. entr an en Su vasija para lavar.
Eso es correcto. Él es el Único que puede hacerlo.
147
Pero Sansón presumió que todo estaba bien. Dios ha bía hecho tantas
cosas por él. Eso es lo que nosotros pensamos: Dios hizo tantas cosas. Israel
15
77
Miren, fíjense. Miren, todo lo que sucederá en la mañana de Pascua, es
que habrá miles de millones de dólares gastados en flores de Pascua para
poner en el altar, igual que hizo Caín. ¿Ven? El al tar no fue hecho para flores.
Caín intentó eso. No funcionó. El altar fue hecho p ara las almas humanas.
78
Dios no quiere la flor suya; Él lo quiere a Ud. e n el altar. Ud. está
tratando de hacer un substituto. Ud. es la persona que debe estar allí. Yo y
Ud., nosotros somos los que debemos estar en el altar. Pero nosotros
presumimos que eso está bien. Dios lo acepta, decim os, y está bien. Nosotros
presumimos que eso es todo lo que tenemos que hacer , es simplemente hacer
eso.
79
Miren, nos damos cuenta que miles de ellos ni siq uiera harán eso. Ellos
saldrán y se emborracharán. Ellos saben que son… El los saben que es la
Pascua. Representa la Pascua. Así que, ellos tienen muchos problemas y
pecado detrás de ellos, y piensan que si se emborra chan, y se olvidan de todo,
que eso es—eso es lo que ellos deberían hacer. Esa es América. Ellos piensan
que eso es lo que deberían hacer.
80
Yo vi la escena más extraña que he visto en mucho tiempo, el viernes,
cuando fui a recoger a mis hijos en la escuela. Vi a una sola mujer que no
estaba fumando cigarrillos. Regresé y le conté a mi esposa. Yo dije: “Vi un
milagro”.
81
Cada una de esas mujeres saliendo: “Hola, Liddy”, prendiendo un
cigarrillo. Dijo: “¿Ven?, yo… [El hermano Branham h ace un sonido de soplo,
imitando el sonido de ellas fumando.—Ed.]”. ¡Oh, he rmanos! Cantan en los
coros, pertenecen a la iglesia. Ellas presumen que eso está bien. Uds. se van a
dar cuenta que no es así al final del camino. Vean en dónde están ahora
mismo.
82
Pero ellos piensan: “Bueno, les diré lo que vamos a hacer. Nosotros—
nosotros…” Algunos son lo suficiente amables como p ara donar dinero a la
caridad. “Yo hice mi parte”. Eso no es lo que… eso no es… Eso no es la
Pascua. Eso no es la Pascua. Eso es una cosa buena, nada en contra de eso, el
donar a la caridad. Eso está bien. Pero eso no es s u deber para con Dios. Eso
es su deber para con su prójimo. Su deber para con Dios es entregar su vida a
Él. Dé su dinero a su prójimo. ¿Ven? ¿Ven cómo lo r ecibimos? Pero ellos
presumen que eso está bien. “Oh, sí. Eso—eso está b ien”.
83
Oh, algunos toman la resurrección como huevos de P ascua, conejitos.
¿Qué tienen que ver los conejitos con la resurrecci ón? ¿Qué tienen que ver los
huevos de Pascua, y los sombreros nuevos, con la Pa scua?

16
PRESUMIENDO

84
Un predicador me dijo, dijo: “Hermano Branham, yo…” Era un
predicador campbelita, un Cristiano, él dijo: “Yo t uve que esconder mi rostro
y reírme de algunos de los sombreros que esas mujer es traían puestos pues se
veían chistosos”.
Yo dije: “¿De dónde tomó Ud. su texto?” Tómelo de dónde se necesite
tomar. No lo mime y lo acaricie. Ud. no puede acari ciar al pecado; Ud. tiene
que condenarlo. Eso es correcto. Condene la cosa. E stá errada. Apártese de
ella.
85
Por supuesto, si él hiciera eso, cuando menos pie nsa, la directiva de
diáconos escribiría a la oficina central, y él tend ría que ser echado fuera de la
organización. Pero para mí, yo preferiría… Y entonc es él no tendría pollo frito
el domingo. ¡Oh, qué cosa! ¿Ven?, ¿ven? No podría u sar un esmoquin en el
púlpito. Nadie más lo recibiría. La organización… S i él es echado fuera de
una, queda bien marcado para las demás. ¿Ven? Así q ue, él está en el gran
rótulo allá arriba.
86
Pero, déjenme decirles, yo preferiría tener mi nom bre en el gran Libro
allá Arriba, que en el gran rótulo aquí abajo. Sí. ¿Ven? Seguro. Dios lo
recibirá a Ud.
87
Pero ellos no pueden hacerlo. Tienen miedo de ell o. Presumen que eso
está bien, y que Dios lo entenderá. Él sí entiende. Él entiende que Uds. deben
hacer lo que es correcto. Correcto. La gente bebe, trata de suavizar el pasado y
olvidarse de ello. Uds. nunca lograrán hacer eso.
88
Los predicadores de hoy predican sus doctrinas, su s diferencias, y todo,
presumiendo que eso está bien. El cuartel general a sí lo dijo. Eso es lo que
fueron enseñados en el seminario. Ellos piensan que eso está bien, sólo
presumiendo que eso está correcto. Israel también p resumió; no llegó a
ninguna parte. ¿Ven? No presuman. Estén seguros que Uds. están en lo
correcto. ¿Ven? Correcto.
89
Ellos dicen: “Bueno, está bien. Sigan adelante. Eso está bien. Yo
pertenezco a esta cierta cosa, y nosotros creemos eso. Nuestro—nuest ro
presbítero de distrito nos enseña esto. Nuestros—nuestro--nuestro—nuestro—
nuestro (¿cómo se llaman esos libritos que ellos es criben, Uds. saben?),
nuestros credos y nuestra—y nuestra—y nuestra doctr ina cree esto”.
90
Si es contrario a la Palabra, arrojen la cosa en el bote de la basura, y
tomen la Palabra. Tengan una sola ley: amor; un sol o libro; la Biblia; tengan
un solo credo: Cristo; y sólo sigan adelante. ¿Ven? Eso es correcto. Esa es la
manera de hacerlo. ¿Ven?
25
iglesia, con tal que estemos en buena posición con los presbíteros, con tal que
estemos en buena posición aquí”.
134
¿Qué importa eso? Estén en buena posición con Dio s. Dejen que el
resto de ellos se vaya. Si ellos quieren seguir, d éjenlos que sigan. Si ellos no
quieren, déjenlos que se queden donde están. Uds. v an con rumbo a la Tierra
prometida. Como Dios le dijo a Josué (un tipo exacto de ésos nuevos
saliendo), Él dijo: “Tú has estado vagando en este monte por cuarenta años”.
135
¿Qué hicieron ellos allí esos cuarenta años? ¿Lo s maldijo Dios? No,
Él los bendijo. Oh, ellos se casaron, y cultivaron buenas cosechas, y criaron
bebés, y…Oh, ellos—ellos tuvieron un tiempo maravil loso. Dios estaba con
ellos. Pero todavía esa no era la promesa.
136
Escuchen, voy a decir algo ahora. Pudiera chamuscarlos, pero
escuchen. Eso es exactamente lo que ha hecho la pe ntecostal. Ella se organizó
como el mundo, pero nunca llegó a la promesa completa. Ella sí salió de
Egipto. Ella sí… Dios cuidó de ella, le mostró prod igios, y señales, y
milagros, pero nunca hasta la plenitud. Uds. saben que es la verdad. Y
murieron los antiguos contenciosos. Eso es exactame nte correcto.
137
Miren, ahí es donde hemos llegado otra vez. Hemos estado vagando,
¿por cuánto tiempo? Como por unos cuarenta años.
“Bendito sea Dios, yo soy de la unidad. ¡Aleluya!” . “Bendito sea Dios,
yo soy de las asambleas”. “Gloria a Dios, yo soy d e la iglesia de Dios”.
“Nosotros somos los de esta clase”. “Nosotros somos lo de esa clase”.
138
¡Uds. no son nada! Mientras Uds. piensen eso, Uds. no son nada. La
Biblia dice que cuando un hombre piensa que es algo , él no es nada. Él es…
Él no es nada que debería ser. Eso es exactamente c orrecto. No piensen nada
de sí mismos. Humíllense para que Dios pueda… Vacíense. Uds. están
tratando de llenarse Uds. mismos. Vacíense. Ese es el trabajo más grande para
la iglesia y para el individuo, es vaciarse a sí mi smo. Eso es duro. Pero es
bueno.
139
Recuerdo cuando mi mamá… Cuando éramos niñitos nos otros fuimos
criados muy pobres, y así que no teníamos mucho par a comer. Y mi mamá
acostumbraba… Mi papá conseguía pellejos de carne de la panadería de allá,
donde ellos cocinaban esos jamones y cosas así. Y—y ellos… La Sra.
Goodman, una alemana anciana, ella… Ellos solían co cinar esos jamones.
140
Ellos le cortaban el pellejo a los jamones, y pap á iba y los conseguía.
Y mamá los ponía en la cacerola. Oh, ellos olvidaro n la cacerola hace mucho
tiempo en mi región. Por supuesto, Uds. sureños no la olvidaron. Y ellos

24
PRESUMIENDO

exactamente…Y él entonces se dio cuenta que toda su fuerza se había
apartado de él.
128
Eso es exactamente lo que le ha pasado a la igles ia hoy: se enredó con
esos credos, y cosas hechas por el hombre, y organi zaciones, denominaciones,
y apartándose de la Palabra de Dios en formalismo. Y la iglesia se parece al
resto del mundo, y actúa como el resto del mundo. Y cuando menos piensan,
Uds. encuentran que el Espíritu Santo se ha ido. L a fuerza del Evangelio se ha
apartado de Uds. ¿Qué es lo que pasa?
129
Espero no ofenderlos, pero sí espero chamuscarlos , para que Uds.…
yo preferiría ser chamuscado que quemado, en cualq uier momento. Así que—
así que, ¡escuchen! Quédense con la Palabra.
130
Sansón, él presumió que todo estaba bien. Dios t odavía estaba allí.
Eso es lo que pensó la iglesia, cuando ellos fuero n allá. “Bueno, Dios todavía
está allí. Él es un Dios bueno. A Él no le importa ”. Uds. veteranos aquí,
cuando su mamá y su papá, hace cincuenta o sesenta años, cuando ellos
salieron de esas organizaciones, y cosas así, para ser libres con Dios, para
alabar a Dios, y siguieron la dirección del Espírit u Santo, salieron de Egipto,
pues, si Uds. les hubieran hablado a ellos, si regr esarían y harían la misma
cosa que los egipcios hicieron, el mundo, ellos se hubieran reído en la cara de
Uds. Pero ellos lo hicieron. Ellos sí lo hicieron: “¡Oh!, nosotros presumimos
que eso estará bien” No presuman. Quédense con la Palabra.
131
Uds. tuvieron que comprometerse. ¿Qué tuvieron qu e comprometer?
Su gran doctrina evangélica, aun para así entrar en el—el Concilio Mundial de
iglesias. ¿Qué están Uds. haciendo? Están actuando igual que ellos. ¿Qué
están haciendo las iglesias? Están actuando igual que ellos. ¿Qué están
haciendo sus escuelas? Están haciendo la misma cosa . Aun nuestras escuelas
de la santidad se están poniendo tan mal y cosas as í, la perversión y todo lo
demás entrando entre ellas.
132
Lo que necesitamos es el poder de Dios allí adent ro para exponer ese
pecado. Y aquí mismo se está derramando y diciendo: “¡Aquí está!”. Para eso
es que son enviados los dones a la iglesia.
133
Pero ellos enseñan tanta teología, y ciencia, y—y cosas así, al grado
que han contristado al Espíritu Santo. Esa es la r azón que está aconteciendo lo
de nuestras “jovencitas embarazadas”, y lo demás. E sa es la razón que hay
tanto pecado entre nosotros. Esa es la razón que u no no le puede decir nada a
la gente. Ellos están tan sofocados con las cosas del mundo, y los cuidados
del mundo, y las cosas de… “Con tal que estemos en buena posición con la
17
91
Y la gente, ¿qué hace ella? Ella viene y se une a esas cosas. Yo espero
no sonar como un hombre malo para Uds. Pero yo—yo tengo que hacer que
esto quede bien pegado. Uno—uno tiene que llegar al lí al punto que remache.
Sí. Eso es correcto.
92
Cuando al principio comencé mi entrenamiento de bo xeo, antes que
entrara en el boxeo profesional, había allí un entr enador llamado “Seis
segundos Smith”. En la primera pelea profesional qu e él tuvo, él venció al
hombre en seis segundos. Y cuando yo empecé el entr enamiento, ese hombre
casi me mataba. Él me sacaba de un golpe del cuadri látero y todo lo demás. Y
yo estaba brincando la cuerda, y corriendo siete, o cho millas diariamente, y
tomando todo el entrenamiento.
93
Y yo dije: “Seis, ¿por qué tienes que tratarme de esa manera?” ¿Ven?
Yo dije: “Tú sencillamente me sacas el aire. Oye, m e sacaste de las cuatro
cuerdas, caí allá entre las sillas, y casi me quebr é la espalda con ellas”.
Él se rió, dijo: “Eso te hará bien”.
Yo dije: “¿Me hará bien? ¿Cómo me hará bien? Casi me matas”.
94
Y él dijo: “Mira, Billy. A mí no me interesa qué tan capacitado estés
físicamente; tu cuerpo tiene que ser capaz de sopor tar eso, de reponerte
rápidamente. Si tú recibes un golpe duro”, dijo, “s i tu cuerpo no está
acostumbrado a reponerse, tú te quedarás allí y te darán la cuenta”. Él dijo:
“Pero si tu—si tu cuerpo está acostumbrado a recibi rlo y luego recuperarse…”
Cada vez que lo golpean, eso detiene la sangre, reg resa al corazón.
Dijo: “Si tú haces eso”, dijo, “entonces tu cuerpo se acostumbra a
recuperarse rápidamente. Cuando te tumban al suelo, [El hermano Branham
truena sus dedos.—Ed.] te pones de pie otra vez. ¿V es?” Y dijo: “No te afecta
cuando te tumban al suelo; te pones de pie otra vez , rápidamente”. Dijo:
“Ahorita me odias, pero me apreciarás cuando salgas allá al cuadrilátero”. Eso
era correcto.
95
Hermano, algunas veces yo tengo que golpear bárbar amente. Pero me
di cuenta de algo. No los mimes; ¡dales duro! Uds. me apreciarán cuando
lleguen al Calvario. ¿Ven? Cuando lleguen al final del camino, dirán:
¡Alabado sea Dios! Estoy contento que tomé ese Cami no áspero. Aquí estoy
parado, lavado en la Sangre del Cordero”. ¿Ven? No sean lisonjeros con esos
credos y cosas allá. Vengan, entren en el Camino. D ios tiene un Camino, un
plan. Está escrito aquí en la Biblia. Quedémonos co n eso.
96
Pero la gente viene y se une ¿a qué? Ellos presumen que están
haciendo lo que es correcto. Entonces dicen: “¿En d ónde está Dios? ¿En

18
PRESUMIENDO

dónde está el Dios del Antiguo Testamento? ¿En dónde está el Dios que
levantó a los profetas? ¿En dónde está el Dios que prometió todas estas
cosas?” Pues, seguramente que Él no va a obrar allí . Él no puede. No hay nada
en que Él pueda obrar.
97
Mi anciana madre sureña solía decirme: “¿Cómo se le puede sacar
sangre a un nabo? No tiene nada de sangre”. Eso es correcto. ¿Cómo van Uds.
a tener señales espirituales y prodigios en una morgue congelada
eclesiásticamente?
98
Uds. tienen que recibir el Espíritu en el Cuerpo de Cristo; ésa es Su
Palabra. “Mis Palabras son Espíritu”, dijo Jesús. E llas lo son.
99
Miren, la gente se une. Ellos piensan que eso está bien (correcto),
presumiendo que eso está bien. Los predicadores sig uen predicando esa clase
de dogma. Y sabiendo que la Biblia dice otra cosa, ellos lo predicarán de todas
maneras, presumiendo que están bien. ¿Qué es? “Toma ndo la tradición de los
hombres e invalidando los mandamientos de Dios”.
100
Ellos tienen—ellos tienen una parte del—del Evangelio. Ellos
predican una parte de Ello (seguro), toman una part e. Satanás casi tomó
noventa y nueve porciento del Evangelio que Dios le dijo a Eva, y admitió que
era la verdad. Pero cuando llegó a esta sola cosa p equeñita, él dijo: “Mira, yo
no digo que no es la verdad. Pero seguramente, tú s abes que eso fue en los
días pasados. Tú—tú serás como esto”. ¿Ven?
101
No añadan nada ni le quiten nada. Sólo manténganla de la manera que
es. No presuman nada. Sólo tengan fe en la Palabra. Si esa iglesia pentecostal
se hubiera quedado con eso, el rapto ya hubiera aco ntecido.
Oh, Ud. dice: “Espere un momento, hermano. Mire, mire, Ud. dijo
algo errado”.
102
No, no. No, no. Yo sé lo que dije. En los días de Noé… La Biblia
dice: “Como fue en los días de Noé, así será en la venida del Hijo del
Hombre”.
103
En los días de Noé, Dios fue paciente, dejó pasar mucho tiempo
(¿ven?), no queriendo—no queriendo que ninguno pere ciera. ¿Ven? Él siguió,
siguió, y siguió, paciente. Es la misma cosa hoy, t anto como fue en ese día,
esperando que Su iglesia llegara a un reconocimient o de Su Palabra en el fin.
Pero ellos siguen adelante.
104
Cada vez que Dios envía a alguien y habla duro, t an pronto como él es
quitado de la escena, un grupo de Rickys y Elvises se reúnen, Uds. saben, con
23
haber estado con Ricky toda la noche en alguna part e, en amoríos en un
automóvil, y no diría: “¿La pasaste bien, querida?” Ella tomaría una vara de
nogal de uno de esos árboles, y ella no saldría de la casa por un año. Seguro
que sí. Y luego dicen que eso es ignorancia. Ellas saben más al respecto
que… Oh, vale más que me calle ahí. Muy bien. Sig amos.
122
Miren, Israel estaba presumiendo. Sí. ¿Ven lo que estamos incubando
hoy al presumir? Un nido lleno de huevos de buitres . Eso es exactamente
correcto. Ellos no son águilas. Ellos no saben nada acerca de los lugares
elevados, cómo subir allá. Sus plumas están tan sue ltas, que ellos quedarían
desnudos al empezar a volar en el aire. Eso es corr ecto. La altura les arrancaría
las plumas. Y el águila es la única que tiene pluma s que lo puede soportar
cuando llega allá arriba. Sus plumas crecieron des de adentro, están bien
sujetas, bien clavadas. ¡Amén! Ella puede subir tan alto, a tal grado que el
buitre, o el cuervo, o el gavilán pollero, moriría n tratando de seguirla.
123
Dios dijo que Él era un Águila. “Yo soy Jehová—Ág uila, y todos Mis
hijos son aguiluchos”. Ellos saben cómo volar all á en lo alto, donde él está…
allá arriba donde Uds. simplemente vuelan. ¡Amén! Oh, a mí me gusta
observarlos. Sí señor. Sí, presumiendo…
124
Él dijo: “Oh, bueno, Dios nos perdonó tantas veces ; Él nos perdonará
otra vez”. Así que ellos subieron.
125
Pero Moisés dijo: “Él ha terminado con Uds. Cuand o Uds. hicieron
esto, Uds. cruzaron la línea”.
126
Miremos al pasado y veamos si nosotros hemos cruz ado la línea o no.
¿Dónde les trazó Él la línea a los luteranos? ¿Dónd e les trazó Él la línea a los
metodistas? ¿Dónde les trazo la línea a los bautist as, o a los campbelitas, o los
nazarenos, o a los peregrinos de santidad, al grupo de Buddy Robinson y a
todos ésos? ¿Dónde trazó Él la línea? En el mismo l ugar en el que le ha
trazado la línea a los pentecostales. Se pudren all í. Dios tenga misericordia.
Eso casi me mata, el decir eso. Pero yo estoy compr ometido con esta Palabra,
para decir la verdad. Pero es la verdad. Uds. se pu drirán allí mismo. Ella jamás
volverá a levantarse. Esa es la Palabra del Señor.
127
¡Oh!, Uds. están presumiendo. Uds. saben, Sansón t ambién presumió
en una ocasión. Sansón presumió que estaba bien. Di os era un Dios bueno. Él
podía salir con mujeres, él podía hacer todo lo que él quisiera, y que estaría
bien. Él podía revelar los secretos de Dios para é l, y que eso estaría bien.
¿Ven lo que fue? Una mujer, una iglesia. La mujer r epresenta a la iglesia en la
Biblia. Dalila era esa Jezabel del día. Eso es corr ecto. Así que, cuando menos
piensa, él se enredó con ella, y ella se lo enredó en el dedo, e hizo

22
PRESUMIENDO

que, Uds. se están pudriendo en ello. (Hay una grab adora grabando aquí, van
por todo el mundo, como Uds. lo saben. Yo no estoy predicando tanto de aquí
ahora). Pero Uds. se pudren en ello. Luego vengo y les digo la verdad, y Uds.
no lo creen. Aquí está escrito, aquí mismo, en la P alabra. Sí señor.
117
Oh, sí, ellos presumen que Él es un Dios bueno. Sí señor. ¿Ven?,
ello—ellos no… ellos no presumen que Él también es un Dios de juicio. Allí
es donde Israel cometió su error. Ellos pensaron qu e Él era tan bueno. Él había
hecho tantas cosas para ellos. Seguro, Él los sacó de Egipto. Seguro que Él
hizo eso. Él ejecutó milagros. Él trazó una línea, puso la Columna de Fuego
entre ellos y el enemigo. [Espacio en blanco en la cinta—Ed.] Seguro, Dios es
un Dios bueno. Seguro. Los dejó cruzar el Mar Muert o, y el Mar Rojo, y los
cruzó al otro lado para entrar al—al desierto, y—y lo demás. Él es un Dios
bueno. Cuando los egipcios empezaron a perseguirlos , pues, Él los protegió en
la hora de la muerte: mató a los egipcios. Seguro. Él es un Dios bueno.
118
Pero Su paciencia se agotó. Entonces cuando Él ha bló esa Palabra
final, eso lo concluyó. Moisés dijo: “¿Por qué queb rantáis las leyes de Dios?
Dios ya ha dicho que Él ha terminado con Uds.”. No presuma demasiado,
hermano. Eso es correcto. Ud. pudiera cruzar esa lí nea. No hay regreso.
119
Uds. saben, existe una línea. Uds. recuerdan a los creyentes
fronterizos allá de aquél entonces en—en Israel: simplemente fueron
fronterizos. Hebreos 6 dice: “Es imposible que los que una vez fueron
iluminados, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y gustaron de los
dones celestiales, y recayeron, sean otra vez renov ados para arrepentimiento,
crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dio s y exponiéndolo a
vituperio. Y tuvieron por inmunda la sangre del pac to en la cuál fueron
santificados, e hicieron afrenta a las obras de gra cia”. Eso es correcto. Dios es
un Dios celoso. Él es un Dios de justicia.
120
Uds. son padres y madres, y les dicen a sus hijos : “Si vas allá, te voy
a dar una paliza”. Si Ud. ama a ese niño, y él queb ranta sus leyes, Ud.
cumplirá su palabra. Eso es correcto. Pero si Ud. l e permiten seguir: “Bueno,
eso está bien”. Lo hará otra vez. ¿Ven? Eso es lo q ue produce a todas estas
pequeñas Melindas, y Rickys de aquí, y los demás que andan por aquí. Eso es
lo que produce la delincuencia juvenil.
121
Algunos de ellos hablan acerca de la ignorancia de la gente de las
montañas de Tennessee y Kentucky. Déjenme decirles, algunas de esas
mamás de antaño de allá les enseñarían a algunas d e estas Jezabeles modernas
cómo criar a un niño. Correcto. Dejen que uno de su s hijos vengan con sus…
mujer, en la noche, la muchacha con la ropa toda de scompuesta, en ella, por
19
sus grandes D.D.’s. Ellos añaden esto a ello, y añaden eso a ello, y cuando
menos piensan todo se ha terminado.
105
Nuestros pentecostales son de la misma manera: una gran parte de
ellos niegan la sanidad Divina y todo lo demás. ¿Ve n? Lo peor que alguna vez
fui tratado debido—debido a sanidad Divina, fue por ministros pentecostales.
Pues, yo—yo alquilé una armería en una cierta ciuda d, y no tenía las sillas
suficientes para sentar a la gente. Y esa pobre gen te venía de todas partes de
esas montañas de Arkansas, venía a la reunión.
Y fui a una de las organizaciones más grandes del— del movimiento
pentecostal. Y era… Pues, el termómetro espiritual estaba a noventa bajo cero.
Pues, Uds. deberían haberlo visto. Y el hombre tení a como unas trescientas
bancas. Ellos habían construido una iglesia grande muy hermosa. Seguro. La
gente piensa que la prosperidad es una señal de ben dición espiritual. Eso es
exactamente lo contrario.
Y le pregunté, dije: “¿Me presta estas sillas? Yo le pagaré tanto por
ellas”.
Él dijo: “Yo no permitiría que se sentara en mis s illas alguien que
creyera en sanidad Divina”. Esos son pentecostales.
106
En Kingston, Jamaica, en el hipódromo, el año pasa do, donde el Señor
estaba bendiciendo, ellos tenían allí un ministro p entecostal. Y yo estaba con
los Hombres Cristianos de Negocio. Y dije: “Teníamo s de Cuba, de Haití, y de
las islas de alrededor, hombres de negocio sentados allí anoche. Y, ¿qué
hablaron Uds….?” Yo dije: “Me avergüenzo de Uds. ¿D e qué hablaron Uds.?
De una flota de Cadillacs”.
“Yo era un hombre sin éxito en el negocio allá en l a esquina. ¡Gloria a
Dios! ¡Aleluya! El Señor me dijo esto, y el Señor bendijo aquello”.
107
Yo dije: “Esos hombres se quedaron allí y se mira ron unos a otros”.
Dije: “Yo he estado con Uds. el tiempo suficiente, al grado que Uds. saben
que conocí los corazones de ellos. El Señor me perm itió conocerlos. Yo vi lo
que ellos estaban pensando. ¿Qué les estaban dicien do Uds.? Ellos pertenecen
a estas grande morgues formales, y son prósperos; s on billonarios”.
108
Yo dije: “¡Cuán diferentes son Uds.! Siempre está n jactándose de lo
que tienen, y cuanto acumularon en todo este tiempo ”. Dije: “¡Cuán distinto es
al Pentecostés original! Ellos vendieron todo lo qu e tenían y se lo dieron a los
pobres”. Yo dije: “Uds. lo hicieron a la inversa. E sa gente sabe todo acerca de
lo que significa ser rica. Ellos quieren encontrar algo que satisfaga y que tenga
Vida”.

20
PRESUMIENDO

109
Esa noche en el terreno, en el lugar donde yo les estaba hablando a los
hombres, después que los tenía allí y les estaba di ciendo al respecto, un
hombrecito vino a mi y me dijo: “¡Cuán errado estab a Ud.!”.
Yo dije: “¿Errado?”
Él dijo: “Sí señor, cuando Ud. hizo esa declaració n acerca de los de
allá en Pentecostés, cómo la gente vendió todo lo q ue tenía”. Dijo: “Eso fue lo
peor que ellos pudieron hacer”.
Yo pensé: “¡Cuán mundano puede Ud. llegar a ser!” ¿Ven?
Y él dijo: “Eso fue lo peor….”
Yo dije: “Entonces ¿quiere Ud. decirme que el Espí ritu Santo cometió
un error? ¿A qué clase de Dios esta Ud. sirviendo, si Él comete errores? Él es
infinito, omnipotente, omnisciente”. ¡Amén! Seguro. ¿Cómo puede Él cometer
un error?
Él dijo: “Yo le probaré a Ud. que ellos estaban er rados. Eso no fue el
Espíritu Santo”.
Yo dije: “¿Un hecho del Espíritu Santo en la Bibli a no era el Espíritu
Santo?”
Él dijo: “Mire”.
Yo pensé: “Muy bien. Ud.—Ud. mismo se metió en esto. Mire, Ud.
mismo se va a colgar”.
110
Es igual a un conejo en un corral: si Ud. sabe dón de está cada lugar, y
cada hoyo está tapado, y él tiene que regresar allí para salir, entonces
simplemente quédese allí. Él tendrá que regresar di rectamente a él. Él meterá
la cabeza en cada hoyo, pero nunca saldrá. Simpleme nte acorrálelo. Quédese
allí. De esa manera es con uno de aquellos. Simplem ente sigan avanzando con
la Palabra. Simplemente lleven la Palabra enfrente de Uds., sigan avanzando.
Uds. tienen cada hoyo tapado allí de todas maneras. ¿Ven? Sólo sigan
avanzando, avanzando hacia arriba.
Yo dije: “Entonces, ¿cometió un error el Espíritu Santo?”
Él dijo: “Bueno, esa gente cometió un error”.
Yo dije: “Ellos estaban inspirados por el Espíritu Santo”.
Él dijo: “Mire, predicador. Cuando vino la persecu ción, y surgió la
discusión entre ellos”, dijo, “ése no era el Espíri tu Santo”.
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Yo dije: “No señor. Pero el Espíritu Santo estuvo en el primer
movimiento”.
Él dijo: “Cuando vino la persecución, esa gen te no tenía ni siquiera un
hogar adonde ir”.
Yo dijo: “Eso es precisamente lo que Dios quería q ue ellos hicieran.
Así que ellos fueron predicando la Palabra por toda s partes. Si ellos hubieran
tenido un hogar, hubieran regresado a él. Pero Dios estaba esparciendo el
Mensaje. (¡Amén!). Ellos tienen un hogar en el Ciel o”. ¿Ven? 111
Pero esa es la diferencia. ¿Qué hacen ellos? Presu men que ésa es la
cosa que se debe hacer. No es la cosa que se debe h acer. Ciertamente no lo es.
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Miren. Los ministros predican eso, presumiendo qu e estará bien. No
estará bien. Ellos le permiten a sus congregaciones , a sus mujeres usar
pantaloncitos cortos, fumar cigarrillos, a sus homb res tener fiestecitas
amigables de barajas, jugar al billar, bunco en la iglesia, ventas de comida
para pagarle al pastor, todo lo demás que es mundan o. La gente se une,
pensando que eso está bien.
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Pues, yo vivo al lado de la parroquia presbiteria na. Y a media noche
la otra noche había tanto boogie-woogie en su apog eo allá en el sótano, al
grado que era—era una vergüenza. O, ¿qué es este nu evo “winder” según ellos
lo llaman, o el—el… esas mujeres quebrándose las pi ernas y cosas así, al
hacerlo, Uds. saben, qué es eso? “La torcida”. Ella s Necesitan una “torcida”.
Ellas necesitan una—ellas necesitan una “tabla del Evangelio” para
enderezarlas. Eso es lo que necesitan: un buen y an tiguo avivamiento del
Evangelio, enviado del Espíritu Santo. Ellas necesi tan una “torcida”, eso sí,
pero alrededor del cuello con cuerdas del Evangelio .
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Pero ellos dicen: “¡Oh, Él es un Dios bueno!” Él s í es un Dios bueno.
Pero no presuman Uds. en eso. Él también es un Dios de justicia. Él es un
Dios bueno. Como dijo un jovencito no hace mucho. D ijo: “Ud. sabe, Dios es
tan bueno que a Él no le interesa lo que yo hago”. ¡Tonterías! A Él sí le
interesa lo que Uds. hacen.
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Sí, Uds. dicen: “Dios es un Dios bueno”. Dios sí es un Dios bueno.
Pero nosotros oímos mucho de eso hoy. Dios es un Di os de ira. Él es un Dios
de juicio. Él fue lo suficiente bueno como para ir allá y sacar a Israel de la
boca de la muerte; y luego se volvió en el desierto y los dejó que se pudrieran
porque no lo siguieron.
116
Dios fue un Dios bueno como para sacarlos a Uds. p entecostales de
esas organizaciones. Pero Uds. se regresaron y actu aron como su mamá. Así
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