UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA CATETERISMO VENOSO PERIFÉRICO
Definición El término médico venoclisis o cateterismo venoso periférico significa la introducción de líquido a la luz de una vena y se refiere a establecer una vía permeable entre un contenedor de solución y el torrente sanguíneo venoso . Esta se obtiene por medio de una punción percutánea hacia el interior de la luz venosa y la inserción de un catéter dentro de la vena. Por tanto cuando existe flujo de solución hacia el torrente sanguíneo se establece una vía venosa permeable.
Justificación El cateterismo venoso periférico es el procedimiento invasivo más frecuente en el área de hospitalización, el cual se utiliza con fines terapéuticos. Alrededor de dos mil millones de equipos de venoclisis son utilizados anualmente en el mundo y la mayoría de los pacientes hospitalizados requieren algún tipo de terapia intravenosa. A pesar de que es un procedimiento seguro, tiene una alta tasa de falla en la continuidad de una vía venosa permeable y en consecuencia complicaciones como la repetición del procedimiento hasta en un 69%, debido a la salida del catéter, infiltración, oclusión del catéter, flebitis o infección. Por esta razón es necesario conocer la técnica y reducir al mínimo estos riesgos y complicaciones.
La administración de líquidos, electrolitos y fármacos por vía intravenosa (i.V.) Se considera la terapia más rápida, efectiva y de mejores efectos en pacientes que precisan atención hospitalaria, lo cual justifica que sea la forma de tratamiento frecuentemente elegida para la mayoría de los pacientes ingresados. La elección de la cateterización periférica nos permite conseguir, de forma fácil y relativamente poco cruenta, accesos venosos para tratamientos cortos o de media duración con bajo riesgo de complicaciones graves.
De la responsabilidad de enfermería en la instauración del catéter, y los cuidados en la aplicación y seguimiento de la terapia endovenosa se deduce la importancia de una correcta valoración de las necesidades, ventajas e inconvenientes de cada uno de los dispositivos y sistemas a la hora de decidirnos por la elección de uno u otro tipo de catéter . Los criterios de elección del catéter periférico estarán determinados básicamente por la edad del paciente, la calidad y calibre de los accesos venosos, el objetivo de uso, el tiempo de utilización previsible, agresividad de las soluciones a perfundir y las características propias del catéter.
El tipo de patología y las actuales tendencias terapéuticas justifican que en la actualidad la terapia i.V. Sea la forma de tratamiento más frecuentemente elegida para la mayoría de los pacientes ingresados en unidades de hospitalización, y resulte fundamental en las unidades de cuidados intensivos ya sea para mantener las necesidades basales diarias de líquidos, nutrientes, electrolitos, etc.; Para restaurar las cantidades de los mismos perdidas en ciertas situaciones especiales; administración de medicamentos o para control hemodinámico; además de ampliarse a posibilidades de monitorización y diagnóstico.
Todo ello justifica que la mayoría de los pacientes hospitalizados precisen durante gran parte de su ingreso un acceso venoso. Se recurre a la terapia endovenosa cuando la administración del tratamiento en sí no puede realizarse vía oral, cuando su administración precisa de la máxima efectividad de forma inmediata y, en caso de pruebas diagnósticas, cuando se precisa utilizar contrastes de rápida disolución hemática.
En general, el calibre de los catéteres periféricos se mide en gauges o “calibre”; su valor es inversamente proporcional al grosor de la aguja. Permiten, a través de una técnica sencilla y relativamente poco cruenta, un acceso venoso de forma rápida.
Materiales Los primeros catéteres de plástico fabricados con pvc y polietileno se emplearon por primera vez en 1945; actualmente están en desuso para cvp por su rigidez, y elevada capacidad trombogénica y de adherencia bacteriana. En los años 60 se descubrió el teflón . En los 70, para hacerlos más duraderos, se comercializaron los primeros catéteres de silicona (hasta hace poco solamente utilizados para catéteres venosos centrales) mucho más resistentes, flexibles, con baja capacidad trombogénica y excelente bioestabilidad en el tiempo. En los años 80 se introdujo el poliuretano para los periféricos consiguiendo catéteres mucho más flexibles, maleables y biocompatibles. El poliuretano se ha mejorado con un nuevo producto denominado poliuretano vialón el cual, por sus características específicas, demuestra una reducción significativa de la incidencia de flebitis. En la actualidad contamos ya con los primeros catéteres venosos periféricos cortos de silicona, más fáciles de insertar, con baja capacidad trombogénica y baja adherencia bacteriana.
Indicaciones Reposición de volumen. Reposición de electrolitos. Administración de fármacos. Transfusión de hemoderivados. Mantenimiento de una vía en caso de emergencia. Nutrición parenteral. Quimioterapia. Procedimientos anestésicos.
Material Solución alcoholada al 70% Guantes estériles Equipo para venoclisis Solución Catéter Torundas alcoholadas Ligadura Apósito adherible transparente Contenedor para punzocortantes
Criterios de elección El criterio de utilización de un tipo u otro estará determinado básicamente por: Edad, si tenemos en cuenta a los pacientes pediátricos. Calidad y calibre de los accesos venosos. Objetivo del uso. Tiempo previsible de tratamiento. Agresividad de las sustancias a infundir. Características del propio catéter (material, longitud, calibre...). Se recomienda tener en cuenta resultados de estudios que demuestran que no influye demasiado el grosor del catéter en su mejor rendimiento, sino al contrario, en tanto que la longitud y el calibre del catéter guardan una directa relación con el riesgo de lesión vascular y aparición de flebitis mecánica. A mayor calibre del catéter, mayor riesgo de contacto con la íntima vascular y a mayor longitud, mayor tracto venoso expuesto al riesgo potencial de lesión.
Técnica 1. Relación médico-paciente: ✓ presentarse. ✓ Identificar al paciente por nombre. ✓ Explicar el procedimiento y la justificación de este. ✓ Solicitar consentimiento informado verbal. ✓ Mostrar que el catéter que se usará es nuevo En paciente consciente y hemodinámicamente estable .
Para elegir la vena hay que comenzar de la zona más distal a la proximal. Es preferible escoger un lugar en la extremidad superior (vena cubital, cefálica, basílica).
2. Realizar lavado de manos
3. Preparación de material Preparar fármaco: identificar las siguientes características ✓ descartar alergia al fármaco. ✓ Verifica fármaco correcto. ✓ Presentación. ✓ Concentración. ✓ Dosis. ✓ Fecha de caducidad. ✓ Vía de administración.
4. Preparar solución parenteral: identificar las siguientes características ✓ tipo de solución ✓ fecha de caducidad. ✓ Presentación acorde a la cantidad por ministrar. ✓ Realizar el membrete de la solución con los siguientes datos: Solución que se ministrará: Fármacos que contiene: Tiempo en que se ministrará: Fecha: Hora de inicio: Nombre completo de quién la instaló:
5. Preparar equipo de venoclisis con técnica aséptica ✓ sacar el equipo para venoclisis del empaque sin contaminar el conector, ni el punzón.
5. Preparar el equipo para venoclisis con técnica aséptica: Cerrar la llave reguladora
Retirar el capuchón del punzón Retirar la tapa protectora de de la solución.
Insertar el punzón de la venoclisis en el tapón de goma de la solución.
Colgar la solución en el tripié del lado en que será canalizado el paciente, procurar la asepsia del conector del equipo de venoclisis. Llenar la cámara de goteo a un tercio de su capacidad Retirar la tapa del conector, purgar la solución para eliminar el aire a lo largo de toda la longitud de tubo flexible, tapar nuevamente el conector con técnica aséptica
Preparar catéter: identifica las siguientes características: ✓ verificar tipo y calibre del catéter ✓ verificar el sellado del empaque que asegure esterilidad ✓ abrir el empaque del catéter con técnica aséptica, sin retirar el protector de la aguja.
Preparar al paciente: Posicionar al paciente, en decúbito dorsal o semi fowler. Colocar el antebrazo en una superficie plana y firme. Seleccionar la vena a canalizar. Colocar preferentemente guantes
Colocar ligadura de 6 a 10 cm proximal al sitio de punción Realizar antisepsia en el área de punción.
Retirar el protector de la aguja. Tomar el catéter con el dedo índice y pulgar Orientar el bisel de la aguja hacia arriba Puncionar la vena en ángulo agudo hasta visualizar retorno venoso. Retirar la aguja y presionar la punta del catéter para evitar retorno venoso.
Introducir el conector de la venoclisis en la conexión del catéter. Retirar la ligadura Verificar: Permeabilidad de la vía venosa, al observar goteo continuo de solución en la cámara de goteo del equipo de venoclisis Ajustar el goteo de infusión por medio de la llave reguladora del equipo para venoclisis.
Ajustar el goteo de infusión por medio de la llave reguladora del equipo para venoclisis. Fij a r e l cat é ter con u n a p ós i to transparente adherible. Informar al paciente que ha finalizado el procedimiento y corroborar su estado clínico Desechar el material punzocortante en el contenedor para punzocortantes y el resto de material en el contenedor asignado. Nombre del paciente: Número: Fecha de canalización: Nombre completo de quién canalizó: Observaciones :
Retirar guantes y realizar lavado clínico de manos o higiene de manos
Cuidados generales ✓ Mantener la vía permeable. ✓ Mantener una técnica aséptica, en el seguimiento del sitio de punción. ✓ Mantener el sitio de punción seco. ✓ Manipulación mínima de la fijación del catéter. ✓ Identificar procesos inflamatorios
Complicaciones ✓ Salida del catéter. ✓ Oclusión del catéter. ✓ Flebitis. ✓ Infiltración. ✓ Infección en el área de punción.