Presentación
La naturaleza nos ofrece polímeros como la celulosa o el caucho pero éstos sólo
constituyen un apartado muy pequeño de todos los utilizados actualmente, ya que la
mayoría son sintéticos (se han obtenido mediante reacciones químicas en el laboratorio).
A lo largo del siglo XX el uso del plástico se hizo extremadamente popular y llegó a
sustituir a otros materiales hasta tal punto que prácticamente no hay ninguna actividad del
ser humano en el siglo XXI exenta de polímeros.
También conviene recordar que los «plásticos» más antiguos son naturales: en la
naturaleza encontramos muchas sustancias como el almidón, la celulosa, el DNA, las
proteínas, etc. que son polímeros.
Etimológicamente el término «plástico» hace referencia a su característica
moldeable. La notable plasticidad de estos polímeros o macromoléculas, su elasticidad y
resistencia mecánica, así como su escasa reactividad con ácidos y bases, han
incrementado notablemente su uso y la demanda de fabricación. Aprovechando estas
propiedades, los polímeros están presentes en el vestido, la informática, el trabajo, el
deporte, el hogar, la alimentación, la salud, etc. Por ejemplo, la mayoría de la ropa que
vestimos está confeccionada con fibras sintéticas, que dan origen a tejidos impermeables,
ignífugos, transpirables, térmicos, resistentes a la rotura, etc. En el mundo de la
informática los DVD y CD, carcasas de ordenadores, teclados y ratones están fabricados
con polímeros. En el deporte se ha experimentado una considerable evolución gracias al
uso de nuevos materiales más flexibles, más ligeros y más resistentes en la fabricación de
balones, raquetas, tablas de surf, bodyboard, esquíes, materiales de escalada o de pesca.
También constituyen uno de los materiales fundamentales en el área sanitaria por su
asepsia, su bajo coste y su compatibilidad con otros materiales: envases y recubrimientos
de fármacos, material quirúrgico, prótesis, lentillas, etc.
En contrapartida, su reducido precio ha propiciado una cultura del «usar y tirar»
que origina una gran cantidad de residuos difícilmente degradables. Ante esta situación,
desde la ciencia se debe fomentar la estrategia de reducción de su consumo así como de
la recogida, reutilización y reciclaje de este material, incidiendo no únicamente en el
ahorro sino también en el respeto y mantenimiento del equilibrio del entorno.
Puesto que vivimos en la era del plástico, en este capítulo analizaremos, a través de
una serie de experiencias, varias de sus propiedades y comportamientos llamativos.
Trabajaremos los siguientes conceptos: reacciones químicas (polimerización,
entrecruzamiento de polímeros, desnaturalización de proteínas) e identificación de las
propiedades de determinados polímeros como la termoplasticidad.
Situaciones problemáticas
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