PALABRAS ALUSIVAS
Por Decreto Nº 2119 de fecha 30 de junio de 1982, se instituyó oficialmente, para la provincia de
Mendoza, el 24 de agosto de cada año como “Día del Padre”, en atención a que el 24 de agosto de
1816 nacía en nuestra provincia la hija del Libertador General José de San Martín, bautizada con el
nombre de Mercedes Tomasa.
Mercedes Tomasa, hija única de don José de San Martín y Remedios de Escalada, pasó sus
primeros años de vida realmente muy intensos, el viaje a Buenos Aires cuando tenía poco más de
cuatro meses, la enfermedad de su madre Remedios, la ausencia de San Martín por las misiones
que éste emprendía —que entonces consistían en la liberación de Perú y Chile—, hicieron que
Mercedes se desarrollara en ambiente agitado pero al mismo tiempo contenido y lleno de cuidados y
cariño.
Y años más tarde a los 7 años de vida queda totalmente al cuidado de su padre, ya que por una
grave enfermedad su madre fallecía.
Entre los considerandos del mencionado decreto, es conveniente resaltar: “Que el padre representa,
junto con la madre, la figura más importante de la sociedad: la familia; es ese ser que, por sus
cualidades, se erige ,como ejemplo de sus hijos” y “que al intentar destacar en quien se puedan
reunir esas cualidades debemos tener presente, hoy más que nunca, a quien nos guió y nos guía
permanentemente con su ejemplo, que no reparó en sacrificios ni supo de claudicaciones por su
temple; que no quiso honores por su sencillez y prefirió el alejamiento antes que ver enfrentados a
sus hijos. Esa figura tantas veces llevada al bronce es la del Padre de la Patria, el General Don José
de San Martín”….
El General San Martín actuó con grandeza en la vida pública y privada y se desempeñó como un
padre ejemplar, brindando a su hija una educación centrada en valores morales,
A través de estas palabras nuestro libertador en el año 1844 describía a su hija Mercedes Tomasa
de San Martín:
“Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija
amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta y el constante cariño y
esmero que siempre ha manifestado han recompensado con usura todos mis
esmeros, haciendo mi vejez feliz».