ADORACION GENUINA.docx

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Dios busca adoradores en Espíritu y en verdad


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Predica de hoy: La adoración que viene desde el interior

Texto Bíblico Principal:
Introducción


Isaías 25:1 «Jehová, tú eres mi Dios te exaltaré alabaré tu nombre porque has hecho
maravillas tus consejos antiguos son verdad y firmeza. «

Cuando encontramos una verdadera adoración exaltamos el nombre que ha hecho
todo por nosotros Jehová nos muestra en su palabra que debemos exaltar y alabar a
un Dios verdadero con verdad y firmeza que no debemos buscar en otro lado o adorar
a otro lo que él nos ha entregado él quiere acciones para buscarle en espíritu y
verdad.

Significado Adoración

Qué es adoración: viene de la palabra Proskuneo postrarse delante, es intimidad.
Que es alabanza: viene de la palabra Yadah y es alabar, dar gracias o confesar a
aquel que es digno de alabanza
Si nos ponemos a meditar en estos dos términos, nos damos cuenta que lo que Dios
busca es una verdadera intimidad con Él. Cuando entramos en intimidad es como
cuando entramos en la recámara con nuestro esposo o esposa. Es entregar todo de
nosotros, así busca Dios que le busquemos en esa intimidad y que le adoremos y nos
postremos delante de Él obedeciéndole a Su voluntad.


I. Adoración genuina
¿Que son acciones?: si buscamos en un diccionario vamos a encontrar que es una
conducta consciente que pretende alcanzar precisos fines y objetivos.
Cuando Él les hace saber que por sus tradiciones que ellos llevan, violan
mandamientos directos por Dios en esto encontramos que ellos no obedecían,

«este pueblo de labios me honra; más su corazón está lejos de mí.» Mateo 15:8

Estas palabras las dice Jesús cuando les hace caer en cuenta a los fariseos de
acciones que cometían. Muchas veces nos comportamos como fariseos o maestros
de leyes religiosas, cuando juzgamos hechos o acciones poco relevantes, y no nos
damos cuenta de nuestras acciones.

Comenzamos a actuar como fariseos haciendo a nuestro pensar, cuando Dios está
buscando adoradores que honren Su nombre y que su corazón esté cerca de Él.
Encontramos otro versículo donde nos habla de un cántico de alabanza por el favor de
Jehová y lo encontramos en:

2, y es en la obediencia en donde me quiero detener ya que sin obediencia no hay
una verdadera adoración Dios.
Muchas veces nos equivocamos y pensamos que adorar es simplemente cantar o
tocar un instrumento. Pero adorar es entregarle no solo una parte de mí, sino todo de
mí. Y es que obediencia significa qué debo dejar lo que mi carné quiere, y pasar a lo
que Dios desea.

¿Y qué es obediencia? La obediencia es la acción de acatar la voluntad de una
persona que manda, de lo que establece una norma o de lo que ordena la ley. Si
nosotros no somos capaces de acatar la voluntad de una persona no somos
capaces de acatar la voluntad de Dios.


Cuando obedecemos la palabra de Dios vamos a una verdadera adoración y es
que la duración es exaltar todo lo que Él es, lo que él hizo y lo que Él hace. Dios no
mira las manifestaciones. Los fariseos y maestros creían que a Dios le interesaba el
hecho de que ellos no se bañaran las manos y Él no miraba eso él miró el corazón de
ellos. Cuando en este versículo nos habla de que Dios no le interesaba el hecho de
que no se bañaran las manos sino que miró el corazón.

Nos da el ejemplo de que aún muchas veces creemos qué somos perfecto, y que
tenemos una vida limpia, cuando en verdad lo que Dios quiere mostrarnos es qué
tenemos en nuestros corazones. Porque muchas veces nuestros corazones están
llenos de basura, odio, rencor y así nos préstamos para adorarle y exaltar Su nombre.
Un ejemplo es el de Abraham cuando le demanda el sacrificio de su hijo. Él miró el
corazón y lo probó, cuando este hombre le fue dada esta orden él no se puso a
cuestionar a Dios por lo que le había mandado sino que él obedeció e iba a entregar
sin importar a su hijo para sacrificio.
Este ejemplo que pone, es para nosotros pensar en nuestras vidas. Muchas veces
Dios nos dice que debemos hacerlo y nosotros lo que hacemos es cuestionar Sus
palabras, y así creemos qué estamos haciendo una verdadera adoración. Pero esto
no es cierto. Una verdadera adoración es obedecer Su palabra sin cuestionar Su
voluntad.
Así que no puede, no es posible, una verdadera adoración sin obedecer. La adoración
está ligada a una obediencia real, constante, permanente para satisfacer el corazón
de Dios.
Otro ejemplo que vemos de adoración o de verdadera adoración es en Daniel cuando
él y sus compañeros sin importar siguieron adorando a su Dios y lo encontramos
en Daniel 1:8. «Daniel propuso en su corazón no contaminarse comida del Rey, ni con
el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a
contaminarse.«

Y si seguimos leyendo esta historia encontramos que Daniel obedeció a lo que él tenía
en su corazón, y veía que dónde estaban podía comer beber y hacer lo que les

placiera. Pero él sabía que si lo hacía iba a desagradar a Dios, y lo único que él
quería era agradar al corazón de Dios.
Aún el viendo y estando dónde estaba y los lujos que podía tener y las comodidades,
él prefirió obedecer a Dios. Cuando obedecemos a Dios no solo tenemos lujos y
comodidades, sino que tenemos la presencia de Dios como estos dos hombres lo
tuvieron. En ellos vemos una verdadera adoración, y vemos que no es tocar un
instrumento o saber cantar, es saber llegar y obedecer a Dios.

Debemos tener una obediencia inmediata sin dudarlo, sin poner en cuestionamiento a
Dios. Dios nos ha dado toda bendición, y se debe ser de vuelta a Dios en un acto
consciente y deliberado de adoración para Él. Si tú y yo no estamos obedeciendo
alertemos, ya que nuestra entrega no es verdadera.


Conclusión
A nosotros nos duele cuando no podemos hacer nuestra voluntad, o creemos que
tenemos la razón de todo. Muchas veces creemos que la adoración que estamos
entregando es una verdadera cuando en realidad estamos pareciéndonos a los
fariseos. Mostrándonos con apariencias de santos y la verdad es que estamos siendo
deshonra para Dios.
Lo que realmente nos contamina es que creemos que no somos intocables a las
tentaciones del mundo, a las tradiciones que el mundo nos ha entregado, y volvemos
a caer en el error de los fariseos cuando ellos creían tener una verdadera adoración.

Dios quiere que quebrantemos toda tradición que ata nuestras vidas para
entregar así esa verdadera adoración. Una adoración intima, una entrega genuina
como muchos lo han hecho. Debemos enseñar a los hombres lo que Dios quiere de
nosotros, una entrega completa.
A Él no le sirve entregas parciales, Él quiere que entreguemos por completo nuestros
corazones cuando Él nos pida algo entregar todo y que entendamos que lo que
debemos guardar es nuestro corazón de las cosas del mundo. De esas cosas que
atraen a la carne y se nos olvida lo que realmente venimos a hacer.
Debemos ser hombres y mujeres como Daniel, Abraham, David, Debora, María y así
muchos más que nos nombran en ese grandioso libro qué es la Biblia. Debemos
tomar ejemplo que ellos y ellas tuvieron luchas, tuvieron un pasado, también tenían
tentación pero que ellos decidieron obedecer la vos De Dios y que prefirieron lo que Él
nos entrega que es una vida eterna a una vida de banalidades.
No escudarnos a que este tiempo es diferente, y que tenemos o que somos más
débiles. Sabemos que este tiempo es diferente al de antes, pero también debemos
saber que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y que Él así como estuvo con Daniel,
Abraham Él está con nosotros y que sí en realidad tenemos una verdadera adoración
una búsqueda íntima con Él nos levantará como lo hizo con ellos.