Alan Merrian - Funciones de la música

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Breve síntesis de las 10 funciones de la música definidas por Alan Merrian


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FUNCIONES DE LA MUSICA

Al estudiar los usos y funciones que tiene la música en la sociedad, sea para sí misma o junto a otras
actividades, vemos que pueden cumplir o no una función específica. Las razones de su uso, sus
propósitos más o menos evidentes, fueron analizadas por Alan Merrian.
Según el autor la música cumple un papel determinado en las sociedades, importante cuando se la
utiliza como marco de integración en ciertas actividades y fundamental para que esas actividades
se lleven a cabo.
Según su clasificación tenemos 10 funciones:

1 - La función de expresión musical
Hay letras de las canciones que expresan ideas o emociones que no son exteriorizadas en el lenguaje
cotidiano. Permiten que la persona tenga una válvula de escape, evocan nostalgia o tranquilidad.
Algo así como una función solidaria y también catártica.

2 - La función del goce estético
Supone una valoración estética, tanto desde el punto de vista del creador como del escucha.
Merrian no está seguro de que esta función exista en todas las culturas.

3 - La función del entretenimiento
Esta sí suele aparecer en todas las sociedades, a menudo en combinación con otras funciones

4 - La función de comunicación
La música no es un lenguaje universal sino que está conformado por los códigos de la cultura a la
que pertenece. Las letras de las canciones comunican información para aquellos que comprenden
la lengua en que están vertidas.

5 - La función de representación simbólica
Se presenta como una imagen simbólica de ciertas ideas o comportamientos sociales.

6 - La función de respuesta física
Guía el comportamiento de las multitudes. Tranquiliza o excita, inspirando la respuesta física del
movimiento corporal o la danza. El trance en ciertos contextos es provocado por este tipo de música.

7 - La función de refuerzo de la conformidad a las normas sociales
Son músicas y canciones de control social. Se utilizan en ritos o ceremonias de iniciación, también
como canciones de protesta con contenido social crítico.

8 - La función de refuerzo de instituciones sociales y ritos religiosos
A menudo se reafirman las creencias religiosas al cantar y recitar. Incluye ritos, leyendas, himnos
religiosos y otras formas mediante las que las instituciones relatan y promueven lo que está bien y
lo que no.

9 - La función de contribución a la continuidad y estabilidad de una cultura
Constituyen un vehículo transmisor de la historia de mitos y leyendas. Contribuye a la continuidad
y transmiten cierta educación a la sociedad.

10 - La función de contribución a la integración de la sociedad
Son punto de encuentro en el que los miembros de la sociedad se unen para participar de
actividades que suponen cooperación o cierta coordinación del grupo.

¿PARA QUÉ SIRVE LA MÚSICA?

Friedrich Nietzsche decía que “sin música, la vida sería un error”. Hoy diferentes neurocientíficos,
musicólogos, psicólogos y antropólogos comprueban que tenía razón. El hallazgo de flautas hechas
con huesos en una cueva de Alemania y que son los instrumentos más antiguos registrados hasta el
momento, determina que la música es tan antigua como el Homo Sapiens o sea hace unos 200 mil
años.

En el Siglo V AC, Pitágoras propuso que la música regía la armonía de los astros. Las investigaciones
científicas actuales, desde una perspectiva evolutiva, consideran que la música sirve para regir la
armonía, pero entre los seres humanos.
Jeremy Montagu, músico y profesor en la Universidad de Oxford opina que “la función de la música
es la sociabilización” y es tan primitiva que sería incluso anterior al lenguaje. Pone ejemplos como
el vínculo que la música establece entre la madre que canta a su niño, las canciones de un grupo de
trabajadores, los hombres que bailaban y cantaban antes de una cacería o antes de ir a una batalla.
Sostiene que “al establecer tal vínculo entre los individuos, la música creó no solo la familia, sino la
sociedad misma”.

Mark Tramo (Universidad de Harvard) afirma que la música tiene una función de cohesión social.
Explica que “los hombres necesitaban organizarse para cazar y defenderse. Eso allanó el camino
para comunicarse y compartir emociones”.

Estudios realizados por psicólogos de la Universidad de Londres mostró que al escuchar un
fragmento de una pieza musical, una persona es más propensa a interpretar tristeza o felicidad en
su interlocutor, aunque este tenga una expresión facial neutra. La música facilita entonces la
comunicación y agudiza la percepción.
Expertos de la Universidad de Cambridge separo a un grupo de desconocidos en parejas. Cada pareja
tuvo 6 semanas para conocerse y luego debieron juzgar la personalidad de sus compañeros en base
a sus 10 canciones favoritas. Los psicólogos concluyeron que los participantes identificaron
correctamente los rasgos de personalidad de sus parejas, ya que el gusto musical es una fuente
fiable de información sobre un individuo.

La función más instintiva de la música es que nos hace sentir bien. La ciencia ha encontrado una
explicación, según el neurocientífico Daniel Levitin la música actúa en el cerebro de manera similar
a las drogas, el sexo o la comida. Las canciones activan el lóbulo frontal, producen dopamina y
actúan en el cerebelo, que al sincronizarse al ritmo de la música, provoca placer. Eso estimula
también la creatividad, la capacidad de procesamiento abstracto y la posibilidad de solucionar
problemas.

En los niños, la actividad musical aumenta las capacidades cognitivas y motoras. Neurólogos de la
Universidad de St. Andrews en Escocia, comprobaron que niños con 3 años de práctica instrumental
tienen mejor coordinación motriz, más habilidad de discriminación auditiva, aprenden el
vocabulario más fácilmente y tienen mejores habilidades de razonamiento no verbal. Esto supone
que pueden comprender y analizar mejor la información, establecer relaciones, similitudes y
diferencias entre formas y patrones.

El uso terapéutico también ha sido estudiado. El neurólogo británico Oliver Sacks relató casos de
pacientes con Alzhéimer o Párkinson cuyos síntomas mejoraban al escuchar ciertas canciones. Otras
investigaciones mencionan pacientes con accidentes cerebrovasculares que aumentaban su
atención visual al escuchar música clásica.

El pianista Robert Jourdain afirma que la música “relaja el flujo cerebral, estimula y coordina las
actividades cerebrales y nos saca de hábitos mentales congelados, haciendo que la mente se mueva
como habitualmente no es capaz de hacerlo. Esa es la magia”, afirma.


La eterna discusión de si la música es “arte” o es ”ciencia” no tiene mucho sentido. Podemos afirmar
que la música tiene su lado científico ya que hablamos de alturas, relaciones matemáticas, intervalos
sonoros que tienen que ver con frecuencias y hertzios, ritmos que se vinculan con las pulsaciones,
tonalidades mayores y menores, etc. Sin dudas hay mucho de ciencia ahí.
Por otro lado el lado artístico hace a la forma en que se combinan esos elementos y con qué
objetivos. La manera en que un compositor arma ese puzzle sonoro, ordena y organiza los
elementos, cómo propone el ritmo y la armonía, la posibilidad de crear melodías nuevas después
de tantos milenios de música, ese es el arte. Ahí está la magia.