LOS ALIMENTOS EN LA ANTIGÜEDAD
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La ciudad de Cuenca, como otras muchas, tuvo desde la Edad Media, las huertas, muchas de
ellas hoy siguen existiendo, y que se localizaban en el río Huécar y otras que también hubo en el río
Júcar. Estas huertas se denominan las despensas de la ciudad por la importante provisión de
alimentos que generaban. Conocemos lo que se vendía y el precio que tenían estos productos. Por
ejemplo, las naranjas y los peros en el año 1482, en que, según un documento del Archivo municipal
de nuestra ciudad, se dice: ‘Se llegó a la tienda de Antón de Valdeolivas, que es en la Plaza de la
Picota della e dixo que como regidor de la dicha y en señal de posesión del dicho su oficio, ponía e
puso las naranjas que ende tenía el dicho Antón, a blanca cada una, e la libra de los peros a cuatro
maravedís, e que así mandaba e mandó al dicho Antón hacer que cada una de las dichas frutas
vendiese e feciese vender a los dichos precios así puestos por él y non más’.
Entre las frutas, se valoraba más el consumo de frutos secos, como las nueces, avellanas o
almendras, que la fruta fresca, que algunos médicos desaconsejaban. Los frutos secos
proporcionaban mucha energía. El pan fue muy importante desde la Edad Media y hasta hoy. De ahí
que, como ya hablamos en programas pasados, los ayuntamientos tuviesen como
obligación garantizar el suministro de cereales y pan, construyendo los célebres pósitos en todos los
pueblos y ciudades, porque el pan, junto con la carne y el vino fueron productos básicos de la
alimentación.
En muchas ocasiones, los reyes tuvieron que intervenir para evitar esa escasez del pan. Un
ejemplo lo tenemos en el año 1540, el rey Carlos I tuvo que poner remedio ante la falta de pan en
Cuenca, mediante una Real provisión:‘Sepades que Juan de Ortega e Francisco de Luna, vecinos e
regidores de la ciudad de Cuenca, y en nombre de la dicha çiudad, nos fiçieron relaçión por su
petiçión diçiendo que, a causa de la esterilidad del tiempo, la dicha çiudad ha tenido y tiene muy
gran neçesidad de pan, e que para el remedio della ha enviado a comprar cantidad de pan a la villa
de Requena e a otras partes…’.
Unos años más tarde, en 1578, la escasez de pan seguía y la ciudad de Cuenca mandó recado
al rey Felipe II contando lo que sucedía, igual que años atrás lo hiciera su padre, Carlos I. ‘Sabed que
por parte desa dicha çiudad se nos ha hecho relaçión y viendo que a causa de la esterilidad de los
años pasados y deste presente les ha sido forzoso embiar a comprar trigo al reyno de Castilla para
comer y para sembrar, y que por traerse de tan lejos y costar muchos los acarreos, han gastado y
gastan en todo muchas sumas de maravedís…’.
En el año 1680, las mercadurías que se vendían en Cuenca eran las siguientes: Vino tinto,
aceite, pescado, arroz, sardinas, salmón, congrio, atún, pasas, ajos, piñones, lentejas, almendras,
avellanas, caramelos, limones, peros, queso, coliflor, castañas, peras, azúcar, nabos, espinacas,
zanahorias, acelgas, leche, barbos y truchas. Y en el siglo XVIII se consumían, entre otros, los
siguientes: Garbanzos, arroz, higos, manzanas, lentejas, canuesa, escabeche de besugo, salmón,
atún, aceitunas, cacao, pasas, anguilas, azúcar, piñones, almendras, bonítalo y sardinas.
La gastronomía medieval es el conjunto de alimentos, hábitos alimenticios y prácticas
culinarias de diferentes países europeos durante la Edad Media, que duró del siglo V al XV. Durante
este período, las dietas y la cocina cambiaron poco que en la Edad Moderna temprana que siguió,
cuando esas transformaciones ayudaron a sentar las bases de la gastronomía europea moderna. Los
cereales continuaron siendo el alimento básico más importante durante la Alta Edad Media, ya que
el arroz se introdujo tarde y la papa se incorporó en 1536, con una fecha muy posterior al consumo
generalizado. Los pobres comían cebada, avena y centeno. El trigo era para las clases gobernantes.
Eran consumidos como pan, gacha, gruel y pasta por todos los miembros de la sociedad. Las habas
y las verduras eran complementos importantes en la dieta basada en cereales de las clases
inferiores. (Las especies del género Phaseolus, especialmente P. vulgaris o frijol, provenían del
Nuevo Mundo y se introdujeron después del intercambio colombino en el siglo XVI).