La cr ítica baja o menor es la crítica textual ,referida al análisis del texto La baja crítica es un intento por encontrar la redacción original del texto, puesto que ya no tenemos los escritos originales. La alta crítica trata con la autenticidad del texto. Surgen preguntas tales como: ¿Cuándo fue realmente escrito? ¿Quién escribió realmente este texto? En el estudio de los evangelios, surgieron la crítica de las fuentes, la crítica de las formas y la crítica de redacción. La cr ítica alta
El intento de descubrir las fuentes de los evangelios produjo muchas teor ías contradictorias y problemáticas. Todas las teorías fueron criticadas por otros eruditos. Ninguna teor ía ha explicado las fuentes o la dependencia mutua satisfactoriamente. J. A. Froude concluyó: “Parecería que la explicación hubiese sido puesta a propósito fuera de nuestro alcance” (Harrison 146). La cr ítica de las fuentes
La cr ítica de las fuentes fracasó pero enfocó las investigaciones en las relaciones entre los sinópticos, revelando cosas que no se habían apreciado anteriormente. Sin embargo, empezó un proceso que debilitó la confianza en la historicidad del contenido de los evangelios. La cr ítica de las fuentes: evaluación
La idea de fuentes detrás de los evangelios o dependencia entre ellos no contradice la doctrina de la inspiración divina de la Biblia. La doctrina de la inspiraci ón que creemos no es simple “dictación” sino confluencia entre la actividad humana y la superintendecia del Espíritu Santo. La cr ítica de las fuentes: evaluación
La cr ítica de las formas quiso ir detrás de las fuentes y descubrir el material original que las fuentes utilizaron. La cr ítica de las formas nació de: La debilidad de la cr ítica de las fuentes y su incapacidad de explicar lo que estaba detrás de Marcos, Q, M y L. El desafío a la historicidad del contenido de Marcos hecho por W. Wrede, J. Wellhausen y K. L. Schmidt. El deseo de modernizar los evangelios, librándolos de los elementos primitivos - demitologización (R. Bultmann). El deseo de ubicar los materiales de los evangelios en su situación histórica ( Sitz im Leben ). La cr ítica de las formas
La cr ítica de las formas casi siempre (pero no necesariamente) tiene una presuposición de que los evangelios reflejan la fe de la iglesia y no los hechos históricos. Por lo tanto, hay que separar lo histórico de lo teológico o mitológico. M. Diblelius identificó 5 formas de material creadas por la iglesia para sus diferentes propósitos. Desilusionado con la “búsqueda del Jesús histórico”, e influenciado por el existencialismo, Bultmann rechazó la historia como irrelevante. Para él, los evangelios no son relatos de la vida de Jesús sino de la fe de los primeros cristianos. La cr ítica de las formas
Bultmann aceptó como auténticos solo 40 dichos de Jesús y el simple hecho de que vivió y murió en la cruz. El escepticismo histórico de Bultmann provocó a algunos de sus seguidores a empezar una nueva búsqueda del Jesús histórico, supuestamente más modesta que la original. E. Käseman reconoció autenticidad en aspectos de la predicación de Jesús, G. Bornkamm se enfocó en los actos de Jesús, E. Fuchs se concentró en la preocupación social de Jesús y J. M. Robinson identificó el entendimiento que Jesús tenía de la existencia. La cr ítica de las formas
Si la crítica de las fuentes dependió de mucha especulación sobre documentos hipotéticos, la crítica de las formas cayó en aún más especulación sobre las fuentes hipotéticas de los documentos hipotéticos y de los evangelios canónicos. Las conclusiones de los críticos de las formas revelan mucho más acerca de sus propias presuposiciones que de la formación de los evangelios. Es decir, ¡la crítica de las formas revela más acerca del Sitz im Leben de los críticos que del material literario de los evangelios! La cr ítica de las formas: evaluación
El escepticismo sobre la autenticidad de los evangelios que planteó el racionalismo fue regado por la crítica de las fuentes y cosechado por la crítica de las formas. Ha sido mayormente descartado, pero ha causado devastación en las iglesias protestantes históricas. En su fracaso, la crítica de las formas engendró la crítica de redacción. La cr ítica de las formas: evaluación
La crítica de redacción es la otra cara de la moneda de la crítica de las formas. Si la crítica de las formas se enfocó en el Sitz im Leben de la iglesia primitiva, la crítica de redacción se enfocó en el Sitz im Leben de los cuatro evangelistas. H. Conzellman y W. Marxsen intentaron distinguir entre la teología de la comunidad cristiana primitiva y las teologías de los evangelistas. La cr ítica de redacción
Así que, el esquema crítico fue: Los hechos de vida y muerte de Jesús: mayormente inaccesibles e irrelevantes El material acerca de Jesús que nació de la fe de los cristianos primitivos: descubierto por la crítica de las formas Los documentos que los evangelistas usaron para escribir sus evangelios: descubiertos por la crítica de las fuentes Las perspectivas de los evangelistas que determinaron su uso del material de la iglesia primitiva: descubiertas por la crítica de redacción. La cr ítica de redacción
En un sentido, mucho del resto del este curso se enfocará en la individualidad de los cuatro evangelios, reconociendo que cada un tiene un enfoque particular. Sin embargo, la crítica de redacción ignoró la unidad esencial del evangelio que los cuatro expresaron y negó a priori la historicidad de los eventos reportados. La cr ítica de redacción: evaluación
Estas formas de crítica han contribuido poco a nuestro entendimiento de los evangelios y han causado mucho daño a la iglesia. Han sido descartadas, pero a veces siguen siendo reciclados en la academia. Es posible que encuentres a alguien que las utilice para desacreditar los evangelios. Por lo tanto, estudiamos la crítica brevemente, para estar prevenidos. Evaluaci ón final
La tendencia en los estudios académicos más recientes es hacia un mayor aprecio por la antigüedad y la autenticidad de los cuatro evangelios. Es decir, la academia ha regresado por lo menos un poco hacia la postura del creyente más sencillo: confianza en los evangelios. A fin de cuentas, lo único que tenemos y lo único que la iglesia ha tenido desde el primer siglo son los evangelios canónicos. A ellos nos dedicaremos el resto de este curso. Evaluaci ón final