pueden dar la última despedida que les hubiera gustado poder darles a sus seres
queridos. Es muy lamentable escuchar que muchísimas personas tienen que morir solas
para evitar la propagación del virus. Esta es una experiencia muy dolorosa para la
persona que está sola, alegada de todos, sufriendo todo el dolor y todas las reacciones
que provoca el virus en su cuerpo, pero también lo es para su familia que si tiene suerte
podrá despedirse de los suyos, aunque sea por una videollamada, o si no, solo tienen
que esperar a la noticia de que ya no volverán a ver a las personas que ama. Así mismo
pienso que, al igual que en algún momento del relato se observa como los medios de
comunicación no dan información completa sobre la cantidad de muertos por la peste
bubónica, esto también se ha visto de cierta forma en este tiempo, no me parece que
sea correcto, entiendo que en parte es para no alarmar a la población, pero puede ser
contraproducente y provocar que las personas se descuiden y por ende haya más
contagios.
Pero no todo es malo, tanto en la historia como actualmente podemos apreciar el gran
esfuerzo de las personas que forman parte del personal de salud. El libro principalmente
se centra en el Dr. Rieux que a pesar de sentirse tan mal porque su esposa está enferma
y además no puede estar a su lado, continúa tratando de dar lo mejor de sí por las
personas infectadas, así mismo, millones de médicos de todo el mundo se levantan cada
día y salen a los hospitales a combatir esta pandemia, aunque quizá por dentro sientan
miedo, pero el amor por su prójimo y su vocación son más fuertes. Pruebas de amor y
humanidad como esta hacen que muchas personas no perdamos las esperanzas de que
este mal rato solo será temporal.
En fin, leer esta historia me ha ayudado a reflexionar un poco más sobre lo que está
pasando en el mundo, me ha invitado a pensar más, es aquellas personas cuyos
recursos son muy limitados y les cuesta mucho adquirir un tanque de oxígeno o los
medicamentos que necesitan sus familiares. Esta emergencia por la que está pasando
todo el mundo también es una oportunidad para reconstruir un mundo más humano, para
fomentar la empatía, la solidaridad, la compasión y el amor al prójimo. Podemos salir
juntos de esta situación, será difícil, pero con esfuerzo, colaboración y responsabilidad
de todos, si podemos vencer este virus y recuperar lo que hemos dejado atrás.