cumplieron el ritual pero en vez de ir a un hotel fueron a la casa de Ralf Hart. Entraron en una
obra de teatro, donde ambos conducían la obra, estaban en la oscuridad solo con la luz que les
proporcionaba una chimenea, María dejo desnuda la mitad de su cuerpo, ambos se deseaban,
imaginaban un paraíso y sentían un gran placer, a pesar de que sus cuerpos no se tocaran, cuando
habían llegado al límite de su imaginación, ambos pararon y María se vistió de nuevo, de no
haber detenido aquello habían explotado todos esos sentimientos y la magia se habría apagado.
De nuevo Terence fue a la discoteca y llevo a María al mismo hotel que la ocasión anterior, esa
noche Terence y María entraron en una obra de teatro, el era el amo, ella era la que obedecía.
Terence ordeno a María que se desnudara, y le esposo las muñecas; María estaba temerosa, pero
no iba a pronunciar las palabras que hicieran que ese hombre parara, quería ir mas allá de sus
propios límites, del dolor; Terense humillo a María, una y otra vez le decía que caminara, cuando
María no obedecía rápidamente el le proporcionaba un latigazo en el trasero, o una nalgada, fue
subiendo de intensidad y María sentía que estaba por rebasar su límite, Terense la acostó sobre la
cama y toco en forma de círculos su sexo con el látigo, María tuvo un orgasmo, sintió un
profundo placer, como hace mucho que o sentía. Se marcho a su hogar y mediante su diario
manifestó lo bien que se sentía. Se encontraban en una pizzería María y Ralf, y ésta le pregunto
qué sabia acerca del sadomasoquismo, él le dijo que conoció todo hacer de aquello pero no le
interesaba; tomaron un taxi y bajaron a una calle con un camino de piedritas filosas y Ralf le
ordeno a María se quitara el abrigo y los zapatos, María camino descalza, sin abrigo con el
inmenso frio, mientras Ralf platicaba con ella, poco a poco el dolor fue aumentando, sentía que
ya no podía mas, pero no se daba por vencida, continuo y aguanto hasta el final, ella al rebasar su
propio limite entro en una especie de paz, donde el dolor se transforma y te hace sentir fuerte,
tranquilo; María se desmayo y cuando despertó se encontraba en la casa de Ralf, pasaron la
noche ahí, él le contaba la historia de la prostitución sagrada y algunas otras. Pasaron los días,
una noche se encontraban Ralf Hart y María en un hotel, apagaron todas las luces, se desnudaron
y comenzaron a explorar sus cuerpos, centímetro a centímetro, se acariciaban, y cuando estaban
a punto de dar el siguiente paso de detuvieron; comenzaron a platicar sobre un tema trivial, esa
noche se dijeron su primer te amo. Pasaron algunos días, y ella fue a la biblioteca y devolvió el
libro de haciendas que había tomado prestado hace algún tiempo, charlaron un poco ella y la
bibliotecaria y después se marcho María, paseo por las calles y observo un reloj, eran las 11:11,
se dio cuenta de que ya no podía mas, tendría que poner un punto final a esa etapa de su vida, o
continuaría igual toda la vida, se vinieron a su mente muchos recuerdos y así sin ni siquiera
tocarse tuvo un orgasmo en la calle, pero nadie lo noto. Ese mismo día fue a la discoteca, y se
despidió de su jefe, que un poco triste le dijo que si desidia volver la recibiría con los brazos
abiertos. Ralft cito a María en una iglesia para ir a una galería de pinturas; María en un principio
decidió no ir a la cita, Ralf podría preguntar algo y se terminaría enterando que al día siguiente se
marcharía, le rogaría que no se fuera y María tal vez desistiera de irse a Brasil; pero resolvió
María en ir a la cita, ya en la iglesia entro en un ambiente religioso, se hinco y prometió Jesús,
María y a todos los santos que nada que sucediera esa noche haría cambiar sus planes. María fue
a despedirse de su única amiga de aquel país, Heidi la bibliotecaria; se sumergieron en una
plática acerca del clítoris y el punto g, y como es que una mujer puede alcanzar el orgasmo,
María se despidió de ella y esta se quedo un poco triste. Heidi se enoja consigo misma de no
haber contado a la muchacha su anécdota de lo que vivió un día en que engaño a su esposo,
dedujo así que se llevaría consigo ese secreto hasta su tumba.