Transfundir al paciente a nciano anémic o
La decisión de transfundir o no hematíes a l pacien -
te anciano sano con u n sang rado agudo secundario a
una enfermedad susce ptible de tratamien to curat ivo
(por ejemplo, una úlcera duode nal secun daria a as pi-
rina) es relativament e fácil. La llave de re alizar la tran s-
fusión y la cronologí a de la m isma nos la dará la clíni -
ca que prese nte el paciente. Sin embarg o, ese cuadro
no es el ha bitual. Lo normal e s que nos enc ontremos
un pac iente con anem ia lentam ente progresiva ,
secund aria a un proc eso habitualmente sin tratamien -
to curativo, y que s e presenta con síntomas que son
difícilmente atribuibl es de m anera única a la anemi a,
ya que coe xiste con otras enfermedade s que pr ovo-
can d isnea, astenia y t aquica rdia, los síntomas más
útiles para detectar efec tos sistémicos de la falta de
hematíes.
En estos ca sos en los que existe de por sí sintoma -
tología, puede resulta r útil establecer un parámetro de
hemoglobina sérica (habit ualmente 7-8 g/ dl) por deb a-
jo del cual se decida tran sfundir c on intención paliati -
va. Es posible que el paciente preci se transfus iones
mensu ales o incluso quincenale s para ma ntener unos
niveles de hemoglobina aceptables. Hay que ser mu y
cuidadoso a la ho ra de decidir ca da transfusión,
teniendo en cuenta en cada mome nto la situación fun-
cional, el pronóstico vita l y la respues ta sintomátic a, y
valora r la acum ulación de hierro que se produce ant e
transfus iones repetidas.
Efectos adversos agudos de las transf usiones
dehematí es en el anciano
Los pro blemas agudos relacio nados con la trans fu-
sión de h ematíes so n diferent es, de stacan do la s obre-
carga de volumen y las reacc iones tran sfusionales
agudas, siendo menos f recuentes la conta minación
bacteria na y el edema pulmo nar no cardiogénico .
Sobrecarga de volumen
El efecto adverso más importante en el anciano, por
su frecuencia y repe rcusió n sinto mática, es la sob re-
carga d e volumen co n la aparición de in suficiencia car-
diaca izq uierda. Por esa razón, siempre que sea pos i-
ble, de ben seguir se las siguien tes indicaciones:
1.Transfusión de p ocos c oncentrad os de hema -
tíes seguidos (habitua lmente dos o tres ). Hay
que tener en cuenta que la anemia n o aguda se
tolera mejor y se pue de permitir u na demo ra en
llegar a cifras de he moglobina acepta bles de
varios días.
2.Ajustar el volu men de líquido s aportad os al
paciente en el día (tanto oral como vía intrave -
nosa) teniend o en cuenta el volumen transfusio -
nal (400cc por bolsa).
3.Dismin uir la velocidad de infusión a l mínimo p er-
mitido (4 horas por concentrado).
4.Administrar, si no hay contraindicació n, un
diurético de asa (por ej emplo, furosemid a 20
mg iv) tras el primer concentrad o de hematí es.
Reacciones tra nsfusionales
Las reacciones alérgi cas postransfus ionales m ás
frecuen tes su elen consi stir en un cuadro s imple, con
eritema, prurito y malestar general. Debe interrumpirse
la transfusión y tra tarse con an tihistamínicos, pudi en-
do rep etirse la tran sfusión una vez desa parezcan los
síntomas. Sin em bargo, p ueden produc irse reaccio -
nes más graves, con hemolisis, edema pulmonar n o
cardiogénico o incluso shock anafil áctico o séptico. En
estos casos, j unto al tratami ento que la situación del
pacien te determi ne, debe conservarse el concentrado
de hematíes causante. E stá ind icado realizar una
nueva identificaci ón de la bolsa, así como cultivos si se
sospecha contam inación bacter iana.
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