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Mounier, «no basta con comprender, hay que actuar. Nuestra finali-
dad, nuestro fin último, no es desarrollar en nosotros o alrededor de
nosotros el máximo de conciencia, el máximo de sinceridad, sino
asumir el máximo de realidad a la luz de las verdades que hayamos
reconocido»
81
.
La acción es, en fin, la escuela de la realización personal, no en
la perspectiva de sentirse uno bien consigo mismo, sino—justo lo
contrario— en la perspectiva de la constante insatisfacción personal
que no deriva en la desesperación, sino en la tensión esperanzada
que camina en la dirección de hacerse verdadero a sí mismo. Así, el
hacer humano es un verdadero hacerse o tal vez deshacerse en el
tiempo, en función de las posibilidades que hayamos elegido en cada
momento. Porque lo que está en juego no es una dimensión de lo
humano sino la persona toda, su horizonte de sentido y su felicidad.
Por eso, y siguiendo el pensamiento de Jean Lacroix, «no
podemos descargarnos de nosotros mismos sin encargarnos de
nosotros mismos. El hombre no se libra de su vocación ni siquiera
cuando la malogra. Mientras se vive, nada está definitivamente
perdido, puesto que la acción presente puede siempre reconducir el
pasado y darle un sentido nuevo. Ac tuando nos recreamos
continuamente. En el menor de nuestros actos está contenida la
posibilidad de transfiguración de toda una vida»
82
.
3.3. La apertura como posibilidad
Por vivir instalado en la realidad, el hombre permanece abierto al
múltiple campo de posibilidades con que ésta le abastece. Si la
realidad en la que vive el hombre le insta a responder de múltiples
formas, tantas como posibilidades existan, cabe afirmar que el campo
de la posibilidad es abierto e incluso es indeterminado
83
. Zubiri
afirma que «el hombre, animal de realidades, es por lo mismo animal
de posibilidades»
84
. Posibilidad y realidad se articulan como
elementos nucleares de una antropología de la solidaridad en tanto
que ésta se presenta a la persona como una posibilidad que define y
moldea de una determinada manera la vida humana de quien opta por
ella. Esto es lo que trataremos de ver en el presente epígrafe.
75 Guardini, R., LIBERTAD, GRACIA Y DESTINO, LUMEN, BUENOS AIRES, 1986.
76 CFR. Blondel, M., VACTION (1893), PUF, PARÍS, 1973, 28.
77 Lacroix, J., MAURICE BLONDEL, TAURUS, MADRID, 1966, 32.
78 Arendt, H., LA CONDICIÓN HUMANA, O. C, 202.
79 González, A., ESTRUCTURAS DE LA PRAXIS. TROTTA, MADRID, 1997, 96.'
80 IBÍDEM.
81 Mounier, E., OBRAS COMPLETAS (I), SÍGUEME, SALAMANCA, 1992, 743.
82 Lacroix, J., PERSONA Y AMOR. CAPARROS, MADRID, 1997, 119.