Los lásers en estado líquido pueden disparar un rayo continuo, sólo que necesitan sistemas de enfriamiento
de mayor tamaño que los sólidos, cuyos rayos son más intensos, aunque deben ser disparados con
intervalos para evitar su recalentamiento.
El láser, llamado por sus inventores como "el arma infernal", ya cuenta con un prototipo capaz de disparar
un rayo de un kilowatt (kW) y se planea construir una versión más poderosa, de 15 kW, a fines de año.
La tecnología ABL está llegando a su madurez. Ahora existen aeronaves que pueden servir de plataformas
para trasportar tripulaciones, combustibles y equipos que constituyen un sistema de armas láser, con una
potencial y elevada eficacia operativa. Esto significa que los ABLs pueden ser utilizados en una variedad de
misiones, incluyendo la destrucción de TBM a distancias de más de 400 Km., las amenazas aéreas y
misiles de crucero a más de 100 Km., y la defensa de elementos aerotransportados de alto valor contra
misiles aire y superficieaire (Surface-to-Air Missiles - SAM). También pueden realizar vigilancia, comando y
control (Command and Control - C), y dirección del combate, mientras conservan una capacidad efectiva de
autodefensa. Estas misiones pueden cubrir amplias zonas mediante la capitalización de la flexibilidad y
capacidad de rápida respuesta inherente al poder aéreo, mientras que la precisión del ABL es un potente
multiplicador de fuerza para actuar sobre la etapa inicial de empuje del misil que intercepta. Esta visión de
la eficacia futura del ABL es posible, debido a nuestras inversiones durante muchos años en el desarrollo
del sistema HEL, que incluye una importante cantidad de trabajo realizado a fines de los años 70 y
comienzos de los 80 con un HEL embarcado.
Tecnología militar
Los sistemas de guiado por láser para misiles, aviones y satélites son muy comunes. La capacidad de los
láseres de colorante sintonizables para excitar de forma selectiva un átomo o molécula puede llevar a
métodos más eficientes para la separación de isótopos en la fabricación de armas nucleares.
Luz en Agricultura
La primera etapa de la fotosíntesis es la absorción de luz por los pigmentos. La clorofila es el más
importante de éstos, y es esencial para el proceso. Captura la luz de las regiones violeta y roja del espectro
y la transforma en energía química mediante una serie de reacciones. Los distintos tipos de clorofila y otros
pigmentos, llamados carotenoides y ficobilinas, absorben longitudes de onda luminosas algo distintas y
transfieren la energía a la clorofila A, que termina el proceso de transformación. Estos pigmentos
accesorios amplían el espectro de energía luminosa que aprovecha la fotosíntesis.
La fotosíntesis tiene lugar dentro de las células, en orgánulos llamados cloroplastos que contienen las
clorofilas y otros compuestos, en especial enzimas, necesarios para realizar las distintas reacciones. Estos
compuestos están organizados en unidades de cloroplastos llamadas tilacoides; en el interior de éstos, los
pigmentos se disponen en subunidades llamadas fotosistemas. Cuando los pigmentos absorben luz, sus
electrones ocupan niveles energéticos más altos, y transfieren la energía a un tipo especial de clorofila
llamado centro de reacción.
En la actualidad se conocen dos fotosistemas, llamados I y II. La energía luminosa es atrapada primero en
el fotosistema II, y los electrones cargados de energía saltan a un receptor de electrones; el hueco que
dejan es reemplazado en el fotosistema II por electrones procedentes de moléculas de agua, reacción que
va acompañada de liberación de oxígeno. Los electrones energéticos recorren una cadena de transporte de
electrones que los conduce al fotosistema I, y en el curso de este fenómeno se genera un trifosfato de
adenosina o ATP, rico en energía. La luz absorbida por el fotosistema I pasa a continuación a su centro de
reacción, y los electrones energéticos saltan a su aceptor de electrones. Otra cadena de transporte los
conduce para que transfieran la energía a la coenzima dinucleotido fosfato de nicotinamida y adenina o
NADP que, como consecuencia, se reduce a NADPH2. Los electrones perdidos por el fotosistema I son
sustituidos por los enviados por la cadena de transporte de electrones del fotosistema II. La reacción en
presencia de luz termina con el almacenamiento de la energía producida en forma de ATP y NADPH2.