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La insuficiencia de las venas profundas y las venas que comunican las primeras con las venas
superficiales, causan un reflujo hacia las venas superficiales durante la posición erecta y el ejercicio, lo
que conlleva a la hipertensión. El aumento de la presión venosa en las venas superficiales
inevitablemente aumenta la presión intracapilar, lo que causa la dilatación de los poros del endotelio
por lo que se presenta fuga capilar, el tejido intersticial se llena de fluidos, lípidos y proteínas. El
edema causa una serie de eventos que conducen al desarrollo de un tejido fibroso que se extiende hacia
el área subcutánea. La extravasación de los eritrocitos hacia la dermis causa una pigmentación
característica en la región de los tobillos, debido a la hemosiderina, entre rojo y café. El proceso de
lipodermatosclerosis puede continuar por días sin que se desarrollen las úlceras (23).
La ulceración puede aparecer espontáneamente gracias a una vena incompetente o luego de un
trauma menor. El proceso de curación demanda un aporte de oxígeno mayor, por lo que el área ulcerada puede aumentar de tamaño ya que la capacidad de reparación del tejido de encuentra comprometida (23).
Por lo general, la historia de la úlcera es de más de 6 meses e inclusive de algunos años. Las
úlceras ocurren típicamente en la parte baja de las piernas (región del tobillo), del lado interno. Usualmente solo está presente una sola úlcera, sin embargo ésta puede cubrir la pierna enteramente. Por lo general, estas úlceras tienen un perímetro regular (23,28).
La base de las úlceras que están cicatrizando muestra tejido de granulación rojo, con abundantes
capilares nuevos. Este recién formado epitelio se observa en la periferia de la lesión y como pequeñas islas dispersas por toda la úlcera. Las úlceras que no estén sanado están cubiertas por tejido necrótico de color amarillo, con dolor y limitación de movimientos. Muchas veces, una celulitis de los tejidos
circundantes complican la úlcera. La cicatrización dura aproximadamente un año en la mayoría de los
casos, sin embargo las úlceras venosas tienden a recurrir (23).
Una úlcera venosa primaria se define como la pérdida de tejido localizada en la parte baja de las
extremidades, a causa de insuficiencia venosa crónica. Comúnmente ocurre en mujeres alrededor de
los 40-50 años. La úlcera venosa secundaria es producto de una insuficiencia venosa debida a una
obstrucción, como la trombosis venosa profunda. La úlcera post trombótica ocurre, por lo general, 10
años después de la aparición de la trombosis venosa profunda. En el 60% de los casos los pacientes
son mayores de 50 años cuando ocurre la primera úlcera (23).
Antes de la aparición de la úlcera se presenta una sensación de pesadez en las piernas, calambres
nocturnos y prurito (23). El dolor no es una indicación definitiva de una úlcera venosa, aunque si se
presenta al comienzo de la úlcera o cuando hay infección. Durante el reposo, este tipo de úlceras,
generalmente no son dolorosos (23,28). Los pies se encuentran calientes (24).
Los signos externos más evidentes comienzan a nivel del maleolo, con la aparición de pequeñas
vénulas, seguidas por dermatitis. Son úlceras superficiales y húmedas, con tejido de granulación y
sangrantes (24). La localización más común de las úlceras venosas es la región media del maleolo. El
tamaño de las úlceras varía grandemente, dependiendo del grado de insuficiencia venosa, la etiología
del proceso venoso, tratamientos previos y traumas adicionales (23).