EL CUERVO Y EL ZORRO.
Estabanungrupodepastoresdescansandodespuésdehabercomido,cuandoelcuervoconsiguióacercarsey
robarunbuentrozodecarne,quehabíasobradoaloshombres.
Satisfechodehaberconseguidotansuculentomanjar,elcuervosesubióaloaltodeunárbolparadisfrutar
deél.
Porcasualidadesdelavida,pasabaporallíunzorroque,alversemejantetrozodecarne,tramóunplanpara
arrebatárseloalcuervo.
–Buenosdías,señorcuervo.Hayqueverqueplumajetanbrillantetieneusted.Mefascinasuelegantefigura,
quenosepuedecompararconladeningúnotrocuervoquehayavistojamás.Ylegarantizoquehevisto
muchos–dijoelzorro.
Elplanestabaenmarcha.Loshalagosdelzorroteníanunclaroobjetivoy,prosiguió–Estoysegurodequesu
bellezanoessuperadaporningúnotrocuervo.Lástimaquenopuedaescucharlocantar,peroahorametengo
queir.Hayotrosanimalesalosquemegustaríaadmirar–
Elcuervo,henchidodevanidad,noquisoqueelzorrosemarchasesinescucharyadmirarsucantoy,así,soltó
eltrozodecarneparacantar.
Justo en ese instante, el zorro abrió la boca y se comió el bocado que el cuervo había robado. Y, con la tripa
llena, le dijo –¡Pobre cuervo! Ser tan presumido y vanidoso no te va a traer más que problemas. La próxima
vez, no te fíes de aquellos que sólo te dicen cosas bonitas para conseguir algo a cambio. –
Y así, el astuto zorro se marchó, dejando al cuervo sin su carne y pensativo sobre lo que le había sucedido.
MORALEJA DE LA FÁBULA DE EL CUERVO Y EL ZORRO
No te fíes de los que sólo saben adularte, pues puede que lo que en realidad pretenden es
conseguir algo, a cambio de satisfacer nuestra vanidad.
FÁBULA DE LA LIEBRE Y LA TORTUGA.
La liebre era bien conocida entre el resto de los animales. Se pasaba el día entero corriendo de un lado a otro. Si no
estabas muy atento, puede que no llegaras a ver más que el polvo del camino a su paso.
La tortuga, sin embargo, caminaba siempre lenta. Todos le decían –cuidado tortuga, que a ese paso se va a hacer de
noche –
La liebre era la que más se burlaba de la tortuga –¡Vamos tortuga, no corras tanto que te vas a cansar! –repetía
entre risas.
Como cada mañana, la tortuga salió de su casa para hacer algunos recados.
En esto que se encontró a la liebre, corriendo de un lado a otro sin saber muy bien hacia dónde iba.
–Tortuga, quítate del camino que vas muy lenta. –gritó la liebre antes de adelantarla a la velocidad del rayo.
La tortuga ya estaba cansada de que la liebre fuese tan grosera y se burlase de ella, así que, ni corta ni perezosa, hizo
una propuesta sorprendente a la liebre.
–Si soy tan lenta, no te importará hacer una carrera conmigo, ¿verdad? –preguntó la tortuga.
–¿Quiénes?, ¿tú y yo? –Contestó la liebre entre burlas.
–Sí, estoy segura de que te ganaría –respondió la tortuga muy segura de sí misma.
–¿Tú vas a ganarme a mí? –se carcajeaba la liebre. –Sí, claro que acepto. Será la apuesta más fácil de ganar de toda
mi vida.
–Bien, dejemos nuestras apuestas bajo el árbol y decidamos cuál va a ser el recorrido y dónde estarán la
salida y la meta. -Dijo la liebre.
Y así lo hicieron. La expectación era tan grande que los demás animales se acercaron para ver la competición
y, de paso, apostar por la liebre, pues todos pensaban que la tortuga no tenía nada que hacer.
La golondrina se colocó junto a los contrincantes y dio la salida –¡Preparados, listos, ya! –
La tortuga arrancó con su paso lento, pero seguro.
Sin embargo, la liebre era tan engreída que no se movió de la línea de salida –te dejaré ventaja para no abusar
–se reía.
Pasado un buen rato, la liebre comenzó a correr y, pronto, había alcanzado a la tortuga. –¡Adiós señora! –
Cuando la liebre vio que había conseguido una gran ventaja sobre la tortuga, decidió sentarse bajo la sombra
de un árbol a descansar.
No podría decir cuanto tiempo durmió la liebre, pero cuando despertó y alzó la mirada pudo ver a la tortuga
que ya estaba llegando a la meta.
La liebre corrió todo lo que pudo, pero de nada le sirvió y fue la tortuga la que ganó la carrera.
Todos los animales aplaudieron el esfuerzo y la perseverancia de la tortuga y la liebre aprendió una gran
lección.
No está bien burlarse de los demás, pues el camino hasta la meta puede darte muchas sorpresas.
Moraleja
La liebre aprendió que no hay que burlarse de los demás y que no debemos confiarnos, pues la arrogancia
puede hacer que perdamos la carrera.
La tortuga nos enseñó que paso a paso, despacio, pero sin pausa, también se alcanza la meta. Por eso, nunca te
angusties por ir demasiado lento, porque lo importante es no detenerte y seguir con paso firme y constante.
El congreso de los ratones
Habíaunavezunafamiliaderatonesquevivíaenladespensadeunacasa.Eranfelices,perovivíanconmiedode
seratacadosporunenormegato,demaneraquenuncaseatrevíanasaliryaquesinimportarquefueradedíao
denocheeseterribleenemigosiemprelesvigilaba.Unbuendíadecidieronponerfinalproblema,porloque
celebraronunaasambleaapeticióndeljefedelosratones,queeraelmásviejodetodos.Eljefedelosratonesdijo
alospresentes:
–“Loshemandadoreunirparaqueentretodosencontremosunasolución.¡Nopodemosvivirasí!”.
–“¡Pidolapalabra!”,dijounratoncillomuyatento.
–“Atemosuncascabelalgato,yasísabremosentodomomentopordóndeanda”.
Taninteresantepropuestafueaceptadaportodoslosroedoresentregrandesaplausosyfelicidad.Conelcascabel
estaríansalvados,porquesucampanilleoavisaríadelallegadadelenemigoconeltiempoparaponerseasalvo.
–“¡Silencio!”,gritóelratónjefe,paraluegodecir:
–“Quedapendienteunacuestiónimportante:¿Quiéndetodosleponeelcascabelalgato?”.
Aloíresto,losratoncitossequedaronrepentinamentecallados,porquenopodíancontestaraaquellapregunta.Y
corrierondenuevoasuscuevas,hambrientosytristes.
Moraleja: Es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo.
El congreso de los ratones
LA ZORRA Y LAS UVAS.
En pleno otoño, cuando las uvas ya mostraban suculentos ramos, estaba una zorra tumbada bajo un árbol,
echando un sueñecito.
Justo cuando se despertó, se fijó en un ramo de uvas que ya se veía maduro y le pareció un maravilloso bocado,
que no debía dejar escapar.
Cuando se incorporó, pudo observar que no iba a ser tarea fácil alcanzar las uvas, pero no quiso rendirse tan
pronto.
Comenzó a saltar y a saltar, sin obtener ningún éxito. Decidió acercar algunas piedras para elevarse, pero tampoco
dio resultado.
Tanto esfuerzo tenía a la zorra exhausta y, finalmente, decidió abandonar el racimo de uvas, pues le parecía
imposible alcanzarlo.
Cuando ya se marchaba bastante frustrada por no haber conseguido sus uvas, vio a un pajarillo junto al árbol del
que colgaba el racimo. La pequeña ave había presenciado toda la escena. La zorra, al darse cuenta de que la habían
visto fracasar, se sintió avergonzada y quiso que el pájaro no pensase que ella no podía conseguir todo lo que
quisiera, así que dijo llena de orgullo:
El lobo y la grulla
Mientrasunlobosecomíaunhueso,seleatragantóenlagarganta,yempezóacorrerportodaspartesen
buscadeayuda.Ensucaminoseencontróaunagrullaylepidióquelesalvaradeaquellasituaciónyquele
pagaríaporello.Lagrullaaceptó,introdujosucabezaenlabocadelloboysacóelhuesoatravesadodela
garganta.Entonces,lepidiósucompensaciónallobo,aloqueestelerespondió:
–“Oyeamiga,¿nocreesqueessuficientepagaelhabersacadotucabezasanaysalvademiboca?”.
Moraleja:Nuncahagasfavoresamalvados,traficantesocorruptos,puesmuchapagatendríassitedejansanoy
salvo.
El lobo con piel de oveja
Unlobopensóundíacambiarsuaparienciaparaasíobtenercomidadeformamásfácil.Ni
cortoniperezoso,semetiódentrodeunapieldeovejaysefueapastarconelrebaño,
despistandototalmentealpastor.Alatardecer,fuellevadojuntocontodoelrebañoalgranjero,
dondelecerraronlapuertaparaqueningúnloboentraráacomersealasovejas.Sinembargo,
enlanoche,elpastorentróbuscandolacenaparaeldíasiguiente,tomóalloboycreyendoque
erauncordero,losacrificóalinstante.
Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.
El lobo con piel de oveja
Las ranas pidiendo rey
Cansadaslasranasdelpropiodesordenyanarquíaenquevivían,mandaronunadelegaciónaZeuspara
quelesenviaraunrey.Zeus,atendiendosupetición,lesenvióungruesoleñoasucharca.Espantadaslas
ranasporelruidoquehizoelleñoalcaer,seescondierondondemejorpudieron.Porfin,viendoqueel
leñonosemovíamás,fueronsaliendoalasuperficieydadalaquietudquepredominaba,empezarona
sentirtangrandedesprecioporelnuevorey,quebrincabansobreélyselesentabanencima,burlándose
sindescanso.Yasí,sintiéndosehumilladasportenerdemonarcaaunsimplemadero,volvierondonde
Zeus,pidiéndolequelescambiaraalrey,puesésteerademasiadotranquilo.IndignadoZeus,lesmandó
unaactivaserpientedeaguaque,unaauna,lasatrapóydevoróatodassincompasión.
Moraleja: A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno
muy emprendedor pero malvado o corrupto.
Las ranas pidiendo rey
El perro, el gallo y la zorra
Hacemuchísimosaños,unperroyungallosepusierondeacuerdoparaabandonareltristelugarenel
quevivíanyviajarportodoslosrinconesdelmundo.Cansadosdecaminarllegaronaungranárbol,en
elcualelgalloseencaramóalomásaltoparadormirmástranquiloyelperrosequedórecostadoalos
piesdetanmagníficotronco.Alotrodía,comohacentodoslosgallos,alverlasalidadelsol,nuestro
gallosepusoacantarenérgicamenteparaanunciarlallegadadeunnuevodía.Unazorraescuchósu
cantoyenunabrirycerrardeojosseplantóalosmismospiesdelárbol.
Cuandovioalgalloencima,legritódesdeabajoquedeseabapoderverlemásdecercaybesarlacabeza
delintérpretedetanencantadoramelodía.Peroenvezdebajar,elgallolepidióquelehicieraantesel
favordedespertaralporteroquehabíadebajodelárbol.Antesdequelazorrapudieradecirnada,el
perroselanzósobreellaynoledejónadamásqueelrabo.
Moraleja:Sinopuedesvenceraunenemigopoderoso,buscaaalguienmásfuertequequieraayudarte.
El perro, el gallo y la zorra
El lobo orgulloso y el león
Vagabaciertodíaunloboporlugaressolitariosalahoraenqueelsolseponíaenelhorizonte,y,
viendosusombrabellamentealargada,exclamó:
–“¿Cómomevaaasustarelleónconsemejantetallaquetengo?¡Contreintametrosdelargo,bien
fácilmeseráconvertirmeenreydelosanimales!”.
Ymientrassoñabaconsuorgullo,unpoderosoleónlecayóencimayempezóadevorarlo.Entonces
ellobo,cambiandodeopiniónsedijo:
–“Lapresunciónescausademidesgracia”.
Moraleja: Nunca valores tus virtudes por la apariencia con que las ven tus ojos,
El lobo orgulloso y el león
La envidia del Pavo real
Habíaunavezunpavorealquealsalirelsolcomenzabaapasearseporloscamposconvanidad,orgullosodesu
plumaje.Todoslosanimalesestabansiemprealaexpectativadelmomentoenelqueabrierasupreciosacolay
dejaravertodaesaatractivabellezaquemostraba.
Unodíallegounloboalbosqueycontóquealotroladodelbosqueespesohabíaungrupodepájarosllamados
faisanesdedoradoscoloresyqueeranconocidosporlasmajestuosidaddesuplumaje.Elloboaloídodetodos
siguióhablandoyexponiendoquejamáshabíavistounasavestanbellas.Losdemásanimalesalescucharloy
pensarsobreelasuntoestuvierondeacuerdoperonomostraronningúninterésporiraverlo.
Sinembargoelpavo,queestabaoyendolaconversaciónmuyinteresado,nopodíacreerlo.Nopodíahabernadie
tanbonitocomoél.Laenvidialocomíapordentroyseguroqueelfaisándebíatenervariosdefectosquelos
demásanimalesnohabíanvisto.
Alamañanasiguientepartióabuscaralfaisáncruzandoelbosquefrondoso,porquequeríacomprobarlabelleza
delfaisánconsuspropiosojos.Entroenelbosqueynuncamássesupodelpavorealnidellobo.
Moraleja de la fabula sobre la envidia del pavo real:
Quiensienteenvidia,suelepensarqueelméritodelosdemásloshaceserpeores,locualpuedellevarlosasufin.
La envidia del Pavo real
Acontinuacióntecompartootrosejemplosquepuedeshacercontus
amigosofamiliares
¡Espero los disfrutes!