Aspectos psicosociales del paciente terminal Lic. Ramirez Carlos C. Esp. En Salud Mental
Introducción Las actitudes hacia la muerte y hacia el moribundo varían según la cultura , las creencias religiosos y los valores éticos . En nuestra sociedad, la representación clásica del paciente moribundo, rodeado de sus familiares y seres más queridos, reconfortándole por ultima vez en su propio domicilio, ha pasado a ser una imagen anacrónica. Actualmente la mayoría de las muertes ocurren en ambientes institucionales (hospitales, sanitarios, residencias), añadiéndose al hecho de la muerte la realidad de la soledad.
Consideraciones acerca de la Muerte y del moribundo A pesar de la realidad e inevitabilidad de la muerte propia y ajena, éste es un hecho poco asumido por la mayoría de las personas. Hay una serie de factores que pueden ayudar en la comprensión del fenómeno: 1.- La muerte como ultimo acto vital: Si aceptamos la normalidad de todos los actos de la vida de la persona, tales como: nacer, crecer y desarrollarse, el hecho de morir debería ser entendido como un acto vital normal más, el último que la persona realiza.
2.- La muerte como acto individual. El acto de morir es individual e intransferible si se reconoce a cada individuo como único , distinto de los demás, se deberá reconocer su muerte de la misma forma. 3.- En la concepción de la muerte y del hecho de morir intervienen factores socioculturales Cada sociedad tiene sus propias valores creencias actitudes y rituales en torno a la muerte. Los valores que imperan en nuestra sociedad actual ( juventud, salud, imagen, belleza, rentabilidad ) determinan la falta de aceptación y preparación para la muerte. Así pues, la muerte se encuentra rodeada de un silencio significativo que impide el trabajo personal y la aceptación de uno mismo como ser mortal.
4.- Las creencias y valores pueden determinar la visión de la muerte propia o de los demás. La existencia de una filosofía de vida o de creencias personales-religiosas o de otro tipo-puede proporcionar un sentido diferente al hecho de vivir o de morir. Por ej , la muerte puede ser conceptualizada como un paso necesario para una vida mejor , y en este sentido la muerte de un ser querido o la perspectiva de la propia puede aceptarse más fácilmente ; por el contrario, el apego a lo material de este mundo puede ser resultado de tener por seguro con la muerte todo acaba para la persona.
5.- La muerte implica un proceso de duelo. La perdida de la salud y de la vida propia o ajena produce sentimientos de perdida que provocan una reacción de duelo, el cual evoluciona de acuerdo con una secuencia por etapas. Negación Ira Negociación Depresión Aceptación
La enfermera ante la muerte La concepción que la enfermera tenga de la muerte influirá en la forma en que afronte la de los pacientes . Si la autorreflexión de la propia muerte es esencial para todas las personas, es obvia la importancia que toma cuando estos conceptos son manejados por el equipo de enfermería, donde el dolor el sufrimiento y la muerte están presentes en muchas de las situaciones de cuidados que se desarrollan en forma habitual.
La enfermera puede tener dificultades En la relación enfermero- pcte y con su familia, a causa del rechazo inconsciente a la idea de la muerte. Otro conflicto puede presentarse cuando el paciente solicita información acerca de su pronostico , o bien pregunta abiertamente acerca de la muerte. La enfermera puede encontrarse frente a un dilema de mantener informado al paciente, y la actitud frente al equipo de salud con el que debe mantener objetivos en común de no comunicar.
Valoración de enfermería 1.-Respuestas del paciente a la situación : debe valorarse la fase en la cual se encuentra, necesidades de comunicación, dignidad y escucha. 2.-Nivel de apoyo disponible para el paciente : físico y emocional que proporciona el entorno más inmediato. 3.-Elementos de estrés añadidos: que se superpongan a la situación actual, para anticipar posibles efectos o crisis. 4.-Respuesta de la familia a la situación . Nivel de conocimientos sobre el diagnostico y pronostico y sentimientos asociados a la perdida del ser querido.
5.-Entorno hospitalario. Si permite intimidad, si facilita la comunicación, alivio del dolor y mejoría del bienestar. 6.-Autovaloración de la enfermera. De sentimientos, pensamientos y comportamientos acerca de la muerte y su proceso.
Diagnósticos de enfermería Afrontamiento defensivo, relacionado con comportamiento de negación, ira, racionalización, etc. Trastorno de la comunicación verbal, relacionado con la falta de intimidad o falta de sistemas de apoyo. Desesperanza relacionado con cambios en los valores y creencias. Duelo anticipado relacionado con perdida potencial de objeto.
Sufrimiento espiritual relacionado con enfermedad terminal. Alteración de los procesos familiares, relacionado con perdida de un miembro de la familia por muerte. Potencial de violencia: autolesiones, lesiones a otros, relacionado con respuesta a un suceso catastrófico o reacción de ira.
Objetivos de los cuidados Ayudar al paciente y familia en el proceso de duelo, facilitando la expresión de sentimientos y pensamientos asociados a la perdida prevista. Proporcionar un ambiente terapéutico que permita la intimidad y la sensación de control. Asegurar unas condiciones de vida y de muerte que proporcionen el máximo nivel de confort posible.
Intervenciones de enfermería Asesoramiento y apoyo. En la fase de negación , la enfermera debe recordar que este mecanismo desempeña un rol terapéutico, protegiendo al individuo. En la fase de ira, lo esencial es que la enfermera la identifique como parte normal del proceso, para implicarse negativamente en la reacción del paciente, sintiéndose agredida y comportándose reactivamente. En la fase de pacto, la culpabilidad es un elemento que puede estar presente en la mente del pcte . Debemos diferenciar de la acepatación .
En la fase de depresión el paciente puede llorar condoliéndose en silencio, lo adecuado es darle tiempo para llorar su perdida. Las técnicas de comunicación no verbal son de gran utilidad para proporcionar apoyo y demostrar respeto a su intimidad y a la propia decisión de guardar silencio. En la fase de aceptación es posible que la persona, aceptada su muerte, desee realizar ciertos rituales de matiz personal y social (despedirse de sus fliares , amigos o redactar testamento), debemos facilitar sus últimos actos voluntarios.