“... En este día arrodillado en la
tierra, Nguenechén (Dios), dame buen
cielo; este día arrodillado en la tierra,
Nguenechén, dame buena cosecha;
dame buena cosecha, dame fuerza, dame
buena cosecha, buen pasto dame, bue-
na hacienda dame, buen pensamiento
dame, dame vida con toda mi familia,
dame un buen trabajo, muchos años y
larga vida dame...”
Los poetas e intérpretes populares son
quienes mejor representan el sentimiento del
pueblo con respecto a su relación con la tierra,
Un buen ejemplo de esto nos lo da alguien que
está considerado por muchos como el mayor
creador del canto nativo argentino. don
Atahualpa Yupanqui, solia decir que cuando
uno muere, luego de tanto andar por la tierra, no
puede buscar mejor refugio que debajo de ella,
Y le cantaba de esta forma:
¡Tierra mía!
¿Que tendrás, tierra mía
para que yo me sienta
un poco de tu drama
y un poco de tu fiesta...?
¡Eres la vida misma!
Claridad de tus cumbres
horizonte de pampas,
libertad de tus vientos,
Cantos de tus mañanas
\ Coraje de tu voz en los torrentes
y, Fuerza de tus silencios
cuando callas,
Para quienes vivimos en las ciudades es
dificil comprender el sentimiento que provoca
cl tomar contacto con la tierra: hemos olvidado
la sensación que se experimenta al retozar por
el suelo o dormir la siesta bajo la sombra de un
árbol.
Generalmente el pensar en “andar por el
suelo" se relaciona con una actividad "sucia" y
por esto prohibida, tanto para los chicos como
paralos adultos. ¡Qué diferencia cuando salimos
alcampol! Estenosdala posibilidad de empezar
a comprender el sentimiento de "la gente de la
tierra”, alí podemos desarrollarla búsqueda de
los tesoros del suelo, sentir el perfume del pasto
ylas flores, comprobar la suavidad de la tectura
de las hojas o descubrir las formas de las rocas.
Remover troncos con cuidado o piedras y ver
qué hay debajo de ellas, hurgar en busca de
cráneos de animales, huesos, piedras lindas o
todo lo que se nos ocurra. Cuando tomamos
contacto con el suelo, nos damos cuenta que por
más que nos aislemos en enormes rascacielos o
cubramos de cemento nuestras ciudades, siem-
pre estaremos con los pies sobre la tierra