Barry Long + Hacer el amor. Tratado de Tantra

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About This Presentation

Un Tratado de Tantra. Para la evolución del Ser humano


Slide Content

HACEDELAMOR
Barry Long

Transcrito de la grabaci´on original
en ing´es y traducido al espa˜nol por
Emilio Faro con la colaboraci´on de
Jeffery Lessoff y Pilar Sampil.
Esta tirada de “Haced el Amor”
consta de 1 ejemplar que ha sido es-
pecialmente preparado para:
Inma Grande.
Maquetado con TEX. Vigo, 19 de Agosto de 2003
Haced el Amor
Barry Long
I
El hombre y la mujer han olvidado c´omo hacer el amor.´Esto es
la mayor tragedia de todos los tiempos, pues es la causa de la mayor
parte de la infelicidad sobre la Tierra. El olvido ha continuado du-
rante tantos miles de a˜nos que se ha convertido en un problema glo-
bal de la raza humana. Esto significa que s´olo el individuo, hombre
omujer, tiene una m´ınima probabilidad de corregirlo. No se pueden
encontrar soluciones en masa. El problema es demasiado personal
ydemasiado profundo. Cada uno tiene que hacerlo por s´ımismo o
por s´ımisma, o si no no se puede hacer.
La infelicidad b´asica de la mujer, su perenne descontento, se de-
be a que el hombre ya no puede alcanzarla f´ısicamente. Su exceso
emocional, depresi´on, frustraci´on, l´agrimas, incluso su tensi´on pre-
menstrual y,finalmente, las condiciones que conducen a la histerec-
tom´ıayotros problemas uterinos son debidos a la incapacidad se-
xual del hombre de recoger o liberar en el acto del amor las energ´ıas
femeninas fundamentales m´asfinas.
Estas energ´ıas extraordinariamente hermosas o divinas son hi-
per-intensas y cuando permanecen en la mujer sin utilizar, como
lo est´an ahora, degeneran en transtornos ps´ıquicos o emocionales
yeventualmente son´estos los que cristalizan en anormalidades f´ısi-
cas. La matriz da vida a todas las cosas.
La infelicidad b´asica del hombre, su perenne inquietud, es debi-
da a que, al haber olvidado c´omo hacerle el amor correctamente a la
mujer, ha perdido su divina autoridad original y con ella perdi´oel
control sexual de s´ımismo. Su degeneraci´on emocional o ps´ıquica
la manifiesta el hombre como obsesi´on sexual. Todos los hombres,
sin excepci´on, son obsesos sexuales.
La obsesi´on sexual causa en el hombre un fantaseo sexual com-
pulsivo, masturbaci´on cr´onica (incluso si vive con su pareja), repre-
si´on sexual que conduce a la ira y violencia, y el s´ıntoma universal
de perderse a s´ımismo en el trabajo y la b´usqueda de fortuna para
compensar su ineptitud como verdadero amante.
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Haced el Amor
La ocupaci´on y la b´usqueda de riqueza son, en ambos sexos, ta-
paderas de la inhabilidad o temor de realizar un amor hermoso a
trav´es del cuerpo. Por haber dejado de amar como la mujer el hom-
bre sufre de eyaculaci´on prematura, sentido de culpabilidad, ansie-
dad, inseguridad, impotencia, atrofiasexualfingiendo un desinter´es
sexual, abstinencia sexual debida a fracaso o miedo reprimido, bra-
vatas sexuales y falta de verdadera sabidur´ıa, todo lo cual afecta a la
mujer empeorando su descontento b´asico y su propia inquietud.
Todavirgen que se une a un hombre hoy d´ıaqueda inmediata-
mente contaminada. La falta de amor de´el hace germinar en ella la
semilla racial del descontento. Ella se desilusionar´a.
Para llegar a ser un ser humano completamente integrado es
necesario que el hombre asimile a trav´es de su cuerpo las divinas
energ´ıas femeninas que la mujer s´olo puede liberar para´el mediante
el correcto acto del amor. Pero el hombre tiene que ser lo bastante
hombre, esto es, tiene que ser capaz de amarla lo suficiente. Amarla
de forma divina o desinteresada durante el acto para poder extraer
estas energ´ıas de su centro m´as profundo. Esto no depende de la
t´ecnica. S´olo requiere amor, amor puro.
Ser capaz de amar de esta forma es la autoridad que el hombre
ha perdido, y su´unica verdadera autoridad sobre la mujer.
La mujer, sin embargo, no puede y no dar´asus divinas energ´ıas a
ning´un hombre que no sea todav´ıas´ımismo (esto es, no est´ecomple-
tamente integrado) independientemente de cu´anto le ame y quiera
d´arselas. Puesto que muy pocos hombres en la Tierra hoy son ellos
mismos, esto es, poseen la autoridad para expresar y absorber sufi-
ciente amor a trav´es de su cuerpo para llegar a la parte m´as elevada
de la mujer, la brecha que separa al hombre y la mujer contin´ua cre-
ciendo.
El hombre que ha desarrollado pericia sexual a´un no sabe c´omo
hacer este amor divino. Las sensaciones acentuadas y los orgasmos
son gratificantes y le dan una forma de autoridad, pero no son el
amor que la mujer busca. La mujer a la que hace el amor queda
satisfecha como con una buena comida, pero pronto vuelve a tener
hambre y eventualmente llega a despreciar su hambreoas´ımisma
porque sabe que no est´asiendo amada.
En una relaci´on, el precio que el hombre ha de pagar por su fra-
caso f´ısico de servir a la mujer como la personificaci´on del amor es
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sufrir su tiran´ıaemocional. Dondequiera que´el ama o intenta amar,
ella le asombrar´a, sacudir´a, desvastar´aund´ıarevelando de pronto
en s´ımisma al diablo, el demonio vivo de la emoci´on.
Un hombre que no haya experimentado todav´ıaelodiodeldia-
blo en la mujer, todav´ıanohaexperimentado amor. El diablo en ella
se muestra cuando´el est´aapegadoaellaynopuede simplemente
marcharse. Una mujer que no se haya visto a s´ımisma ser un diablo
todav´ıanohaconectadoconsuamor.
El diablo emocional en la mujer es un infierno para el hombre.
´Esta es la parte de ella que´el no es capaz de entender o manejar
porque es el demonio de su propia falta de amor venido a la vida
para despreciarle, abusar de´el y atormentarle. El hombre est´aate-
rrado de´el, perofinalmente, cuando la relaci´on envejece, el diablo
en la mujer inevitablemente le vencer´ayle forzar´aarendir el´ulti-
mo vestigio de hombr´ıayautoridad a cambio de un poco de paz.
Entonces envejecer´an juntos, sinti´endose a salvo, pero medio muer-
tos mientras se apoyan el uno en el otro en un mundo horrible de
compromiso.
Mientras el mundo contin´ue como es, el diablo emocional en la
mujer no permitir´aalhombrejam´as olvidar su fundamental fracaso
en amarla correctamente.
La mujer debe ser amada. El futuro de la raza humana depende
de que la mujer sea amada. Porque s´olo cuando la mujer es verdade-
ramente amada puede el hombre ser´el mismo y ganar de nuevo su
autoridad perdida. S´olo entonces puede regresar la paz a la Tierra.
Sin embargo tal como es la mujer ahora no puede ser amada du-
rante mucho tiempo o para siempre por el hombre tal como´el es
ahora. Ambos est´an atrapados juntos en c´ırculo vicioso y si con-
tin´uan abandonados a sus propias ideas de amor no hay escapatoria
para ellos.
El amor se encuentra en un l´ıoterrible en este planeta. Es necesa-
rio hacer algo urgentemente. Un comienzo debe hacerse hoy mismo.
Yt´udebes hacerlo.
En lo que sigue voy a decirte c´omo hacer el amor f´ısico de nuevo,
pero antes voy a decirte todo acerca del amor y darte una idea del
prop´osito del amor y de tu lugar en el amor o la vida sobre la Tierra.

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Haced el Amor
El amor sin prop´osito, como puedes apreciar en el mundo alre-
dedor es un caso perdido. Comprender el amor tal como es y no
como tu crees conocerlo o te gusta imaginarlo es la primera lecci´on
en hacer el amor.
Voy a ser directo y abierto. Describir´eendetalle el acto f´ısico
de hacer el amor usando palabras como “vagina” y “pene” y otros
t´erminos usados por los amantes. Voy a hablarte de forma muy´ınti-
ma. Sugiero que oigas [leas] esto una y otra vez. Cada vez tendr´as
nuevas revelaciones acerca del amor.
No es posible que llegues a hacer el amor divino simplemente
aprendiendo lo que digo aqu´ı.Esnecesario que lo absorbas de forma
tal que se haga parte de t´ı,parte de tu comprensi´on. Comprueba
cada afirmaci´on en tu propia experiencia y si una afirmaci´on parece
estar fuera de tu experiencia trata de ver si parece verdad, si parece
el eco de la verdad que conociste una vez; la parte de ti que es m´as
profunda y verdadera lo sabe todo.
En lo que a mi me concierne no hay raz´on alguna por la que un
ni˜no no deba oir esto. De hecho me gustar´ıaquecada adolescente lo
oyese una y otra vez a medida que crece, especialmente las chicas. El
´unico problema es que cuando el ni˜no o adolescente haga preguntas
inteligentes despu´es de oirlo, ¿habr´aasulado un adulto inteligente
que responda honesta y verdaderamente a sus preguntas desde una
posici´on de amor y comprensi´on fuera del c´ırculo vicioso? Confio
en ello.
———
El principal problema f´ısico al hacer el amor es la prematura eya-
culaci´on del hombre; y la mujer, como explicar´em´as adelante, con-
tribuye a ello sin saberlo. La eyaculaci´on prematura es debida a la
emoci´on causada por la excitaci´on y anticipaci´on en ambas partes.
Esta emoci´on, particularmente en el hombre, est´aah´ımucho antes
de que empiece ning´un juego amoroso o el acto f´ısico. En el hom-
bre hay una cont´ınua excitaci´on pre-sexual o elevado nivel agresivo
de emoci´on debido a su normal fantasear sexual u obsesi´on sexual.
Hablando y haciendo chistes sobre sexo con otros hombres, leyendo
sobre ello, aludiendo a ello solapadamente en compa˜n´ıadeambos
sexos, pensando en el sexo, mirando a las mujeres en p´ublico hacien-
do conexiones lujuriosas conscientes y habitualmente inconscientes
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´el mantiene su b´asico nivel agresivo o emoci´on sexual relativamente
alto.
Si nos imaginamos al hombre como un term´ometro sexual, est´are-
gistrando normalmente unos veinticinco grados de emoci´on sexual
debido a su obsesi´on sexual, mientras que la mujer normalmente
est´as´olo a unos cinco grados.
La mujer es b´asicamente menos agresiva que el hombre porque
no est´ab´asicamente obsesionada por el sexo. En consecuencia el
hombre est´alisto para el sexo en cualquier momento, aparte de sus
numerosas inhibiciones, mientras que la mujer no lo est´a. Para que
ella quiera hacer el amor es necesario elevar su temperatura sexual
b´asica.
En el juego amoroso previo a la uni´on, elflirteo, abrazos, besos
ycaricias en los pechos y genitales eleva la temperatura sexual, o
emoci´on, de ambas partes. Esto, a˜nadido al nivel normalmente ele-
vado de estimulaci´on en el hombre debido a su obsesi´on sexual le
hace fantasear mucho m´as intensamente que ella. As´ısu temperatu-
ra sexual se eleva a una velocidad mucho mayor que en ella.
Para cuando´el est´aapunto de entrar, est´aquem´andose a noven-
ta y nueve grados y elev´andose r´apidamente con la expectaci´on e
impaciencia, mientras que ella est´aconfortablemente a unos setenta
grados y elev´andose tambi´en. A veces s´olo con que ellaseleabra
de piernas —la´ultima fant´astica imagen realizada—´el eyacula o “se
corre”. O su pene la toca o meramente penetra los labios de la vagina
y“se corre”. O apenas acaba de entrar en la vagina y en segundos
su temperatura sexual cae de un febril cien grados a cero al eyacular
ego´ıstamente y entrar en un estado fr´ıoausente de deseo.
La mujer, gracias a Dios, es amor. Bajo todas sus nociones, emo-
ciones y complejos su verdadera naturaleza es amor. Si ella le ama, o
si ella simplemente ama, ella puede sobrellevar la decepci´on sexual.
La mujer en todos los niveles representa la madre, la verdadera
hembra arquet´ıpica: Madre Tierra, en la que todos nos deleitamos y
encontramos nuestro gozo incluso si s´olo es en una botella de whis-
ky hecho del grano de la Tierra y de su agua. El hombre tal como es
ahora es como un ni˜no para el amor ilimitado en Ella, la verdadera
mujer que toda mujer, bajo sus neurosis, sabe que es.
En su amor ella puede perdonarle por “correrse”, anulando su
propio mecanismo de deseo. Puede tomar el mundo inquieto de´el

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Haced el Amor
expresado en su orgasmo y tenerle all´ıdentro de s´ı,juvenil y reno-
vado en su breve momento de paz. Para la mujer, la realizaci´on de
su amor es tomar dentro de s´ıtodo lo que´el pueda dar, mientras, a
cambio, ofrece cada gota de s´ımisma en una dulce y completa ren-
dici´on al amor.
Pero el hombre, al eyacular prematuramente no fu´etodo´el sufi-
ciente amor para dar todo de s´ımismo. No tuvo tiempo. As´ı,ella a
su vez no pudo darle todo el amor que ten´ıapara darle. Al “correr-
se” se march´o, la dej´o. Debido a ello es un poco menos hombre y
ella es un poco menos su verdadero ser y frente a la lucha racial del
hombre y la mujer por reunirse, est´an un poco m´as lejos.
Cuando una mujer ama es capaz de disolver en s´ımisma la ma-
yor parte de la frustraci´on causada por la eyaculaci´on prematura del
hombre. A pesar de ello, cualquier emoci´on residual que quede va a
formar parte del diablo en ella que le crucificar´ama˜nana.
Pero su amor no puede compensarlo todo de su necesidad in-
satisfecha de ser liberada de sus m´asfinas energ´ıas, de expresar o
descargar en el hombre en el acto del amor su intr´ınseca belleza fe-
menina, la fragancia divina que se acumula continuamente en toda
mujer y que se encuentra tras la necesidad que el hombre tiene de
ella. El dolor de tener que llevar esta carga innecesaria debido a la
falta del hombre es la profunda queja que subraya los estados de
´animo punitivos y la furia emocional del diablo en ella.
Un hombre que “se corre” prematuramente ha perdido tempo-
ralmente la voluntad de amar, se ha perdido a s´ımismo y por lo
tanto no puede tomar la completa entrega de la mujer y se queda sin
autoridad real. Lo sabe y se averg¨uenza de ello.
La´unica v´alida autoridad que el hombre puede tener sobre la
mujer es a trav´es del amor. Y esa autoridad ella se la conceder´ain-
condicionalmente cuando´el demuestre suficiente amor para aceptar
ytomarsutotalentrega. Ella s´olo puede darle lo que´el sea capaz de
aceptar. La falsa autoridad f´ısica y econ´omica que´el ha tenido en el
mundo sobre ella durante los´ultimos miles de a˜nos ha sido un pe-
que˜no trabajo maligno de intentar tomar la revancha por su propia
debilidad: la abdicaci´on de su verdadera autoridad.
Apesar de lo generosa y magn´ıfica que puede ser una mujer
que ame de verdad, la tr´agica divisi´on entre ella y su amante con-
tin´ua generaci´on tras generaci´on porque el hombre se ha olvidado a
Barry Long
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s´ımismo. Ha olvidado c´omo amar y la mujer no puede entregarse y
no puede alcanzar su realizaci´on natural sin´el.
La raz´on de que la mujer no fantasee sobre el sexo tanto como el
hombre es que el sexo no le da a ella tanta gratificaci´on como a´el.
Para la mujer el sexo es m´as amor y sobre el amor, a diferencia del
sexo, no se puede fantasear.
Amar es mantener la imagenfija del amado en la conciencia. En
cuanto comienza la fantas´ıacomoim´agenes er´oticas, la sexualidad
yel“sex-shop”sustituyenalamor.
Tambi´en para el hombre el sexo puede ser amor, pero debido
aque invariablemente lo usa para eyacular como medio de liberar
su reprimida agresividad ps´ıquica, su emoci´on sexual, contiene una
gran cantidad de gratificaci´on y ego´ısmo.´Elusaalamujer. Si fuera
capaz de unirse a ella sin “correrse”, empezar´ıaaamarlacorrecta-
mente o por lo que ella es.
La eyaculaci´on, por lo que le concierne al hombre, marca normal-
mente elfinal del acto, pero para la mujer, incluso si´el la ha llevado
al orgasmo,´el no ha recogido todav´ıalas energ´ıasfinas m´as all´adel
orgasmo. En ella el orgasmo liberar´aodispersar´asuemoci´on sexual
inmediata, pero las divinas energ´ıas superiores que permanecen sin
recoger degenerar´anfinalmente en una exigencia emocional y des-
contento.
Toda emoci´on en la mujer es la exigencia o imploraci´on de ser
verdaderamente amada y no ser usada como un escupidero sexual.
———
Al principio del tiempo, cuando el mundo acababa de empezar,
el estado del hombre y la mujer era muy diferente de lo que es hoy.
Cuando digo esto no debes confundir el principio del tiempo y del
mundo con el principio del Universo o la Tierra. Me explico:
La Tierra no es el mundo, el mundo fu´econstruido por el hom-
bre. El mundo y el tiempo comenzaron relativamente recientemente:
s´olo hace unos doce mil a˜nos, cuando el hombre se identific´oporvez
primera con la muerte f´ısica. Antes de eso hab´ıas´olo pasado que se
extend´ıahacia atr´as hasta las primeras formas vivientes sobre la Tie-
rra. El pasado no es tiempo. El tiempo proporciona el sentido del
ma˜nana o continuidad sobre lo que se construye el mundo.

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Haced el Amor
Antes de que existiera vida sobre la tierra no s´olo nohab´ıatiem-
po sino que tampoco hab´ıapasado. S´olo hab´ıaelpresente, la pre-
sencia o lo intemporal.
El tiempo no es un proceso de mejora de las cosas. Eso es pro-
greso. El tiempo es un proceso de empeoramiento gradual de las
cosas.
Las cosas han empeorado mucho para el hombre y la mujer, o
para su amor, desde que empezaron a deslizarse imperceptiblemete
en el tiempo o auto-olvido hacia el a˜no 10.000 AC.
Quiz´as pienses que esto se parece a un mito. Es un mito. Pero
no un mito en el sentido de f´abula oficci´on. Lo que voy a describir
ahora es la verdad. El mito, el verdadero mito es el´unico medio que
nos queda de comunicar la verdad, el estado original del hombre y la
mujer sobre la Tierra. As´ıpues permanece quieta y lo m´as receptiva
posible. Suspende tu mente cr´ıtica y escucha mientras te describo
el mito o verdad del hombre y la mujer; tu propio estado original al
que est´as luchando por regresar, viviendo y amando en el tiempo de
hoy.
Originalmente, hace unos doce mil a˜nos, los cuerpos individu-
ales del hombre y la mujer estaban permanentemente rodeados de
un magn´ıfico halo dorado u orbe.´Este, irradiando desde el plexo so-
lar, se extend´ıavisiblemente hasta bastante por encima de la cabeza,
por debajo del suelo y m´as all´adelalcance de los brazos extendidos.
El halo de la mujer era de un dorado ligeramente m´as pronunciado
que el del hombre, pero ambos ten´ıan la misma cualidad sublime de
belleza deslumbrante.
La mujer era amor puro; el sereno polo pasivo del amor espi-
ritual humano sobre la Tierra. El hombre, el polo activo positivo,
tambi´en era amor pero no amor puro en el mismo sentido. El suyo
era el amor de la autoridad pura, el principio masculino que era el
guardi´an del amor —o mujer— sobre la Tierra.´El o su amor era
el responsable de mantener la divina cualidad dorada de amor entre
ellos. El brillo de sus halos en cualquier momento reflejaba la pureza
eintensidad de aqu´el amor.
El amor f´ısico que hac´ıan era ext´atico. Generaba una energ´ıadi-
vina tan poderosa que despu´es de hacer el amor sus cuerpos o halos
brillaban con esplendor. Este resplandor auto-luminoso del esp´ıri-
tuoamorcreadoenambosporsuuni ´on f´ısica era la manifestaci´on
Barry Long
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de su divinidad sobre la Tierra. El hombre y la mujer al comienzo
del tiempo eran dioses. Y sosten´ıan la consciencia y presencia de su
divinidad, su intemporalidad, haciendo un amor f´ısico divino.
El halo o energ´ıadorada era su medio de comunicarse ya sea
que estuvieran juntos o separados. Su alcance llegaba mucho m´as
all´adesusl´ımites visibles y cada uno estaba en constante e imper-
turbado contacto con el otro en silencio y quietud, esto es, en mutua
consciencia de puro amor.
Asutiempo, cuando cualquiera de los halos necesitaba re-ener-
gizarse, el hombre y la mujer se juntaban, hac´ıan el amor como los
´unicos dos polos conscientes de amor en la tierra y se iluminaban
oregeneraban a s´ımismos de nuevo.´El regeneraba el amor de ella
mientra que ella regeneraba el amor y la autoridad de´el.
La comunicaci´on entre ellos era tan completa que no hab´ıanece-
sidad de hablar. El hablar se desarroll´oconeltiempo. Se desarro-
ll´oenhombresymujeres que, perdi´endose a s´ımismos en el tiempo
al entregarse a otras cosas —para construir el mundo— empezaron
aolvidarse de amar, esto es, a olvidarse de ser ellos mismos todo el
tiempo. El resultado fu´equeno lograron hacer el amor f´ısico divino.
Sus halos o conciencia perdieron la conexi´on dorada y tuvieron que
empezar a hablarse a trav´es del creciente espacio entre ellos. Enton-
ces, con el habla, surgieron los malentendidos y la emocionalidad.
Amedida que el tiempo o la falta de amor continu´oinvadiendo
los cuerpos del hombre y la mujer, el habla reemplaz´olainmedia-
tez y plenitud del amor y el vocabulario creci´oycreci´o. En lugar
de ser amor dijeron: “te amo” y muchos otros sustitutos palabreros
de amor. Algunos individuos mantuvieron la intensidad de su ha-
lo m´as que otros, pero con tiempo (o pasado) aumentando en cada
uno las cosas empeoraron inexorablemente. Unos cuantos miles de
a˜nos m´as tarde lamayor´ıadeloshombresymujereshab´ıan olvida-
do c´omo ser amor y c´omo hacer el amor.
Aunque aparentemente realizaban el mismo acto f´ısico eran inca-
paces de liberar o generar la energ´ıadivina, y s´olo se personificaban
as´ımismos como el esp´ıritu vivo de amor, el eterno. Los cuerpos
del hombre y la mujer ya no estaban alineados en el amor sino en
tiempo y emoci´on. En lugar de hacer puro amor hicieron un amor
emocional exigente y en lugar de producir ni˜nos espiritualmente ilu-
minados produjeron ni˜nos emocionalmente dependientes.

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Haced el Amor
La mujer, que hab´ıasidouna vez puro amor estaba ahora con-
fusa y perennemente descontenta. El hombre, habiendo perdido su
autoridad, era ahora impaciente con ella y al intentar encontrar un
sustituto para su autoridad se hizo perennemente ocupado e inquie-
to. Adem´as, a falta de autoridad para controlarla utiliz´osumayor
fuerza f´ısica y econ´omica para forzarla a una posici´on social infe-
rior, particularmente explotando su amor por sus hijos. Esto la en-
fureci´odetal manera que gener´oenella el diablo, el cual, mientras
continuara el tiempo, no olvidar´ıaoperdonar´ıasuinjusticia y co-
rrupci´on del amor.
La raza humana, la carrera
1
en el tiempo, hab´ıacomenzado.
Algunos hombres y mujeres, deliberadamente evitando hacer el
amor f´ısico consiguieron mantener una capacidad parcial de amar
de forma divina en s´ımismos.´Estos eran los m´ısticos, santos y asce-
tas de todas las naciones. Ellos giraron su atenci´on hacia el interior
yamaron las energ´ıas divinas en sus propios cuerpos. Al negarse a
unirse a otros cuerpos —ahora llenos de tiempo y emotividad en for-
ma de descontento e inquietud— los m´ısticos se mantuvieron relati-
vamente puros; sin embargo, comparados con la plenitud y riqueza
del resplandor original, la suya era una pureza p´alida y unilateral.
Al negar la terrena necesidad de uni´on con el polo o sexo opues-
to, la alternativa m´ıstica, a pesar de su elevada devoci´on e idealismo
era fundamentalmente exclusiva, innatural y ego´ısta. En consecuen-
cia produjo seres humanos semi-integrados y s´olo parcialmente di-
vinos.
Las cosas se estaban poniendo inconfundiblemente peor. El re-
sultado se reflej´oenlos halos de estos hombres y mujeres m´ısticos.
Sus halos se habian encogido gradualmente en tama˜no e ilumina-
ci´onaunc´ırculo de luz alrrededor de la cabeza. Ver´as esto hoy d´ıa
representado en cuadros e iconos antiguos particularmente de san-
tos cristianos. Estos halos en miniatura, encogidos, muestran cu´an
restringida y formal se hab´ıaconvertido la idea que ten´ıaelhombre
del amor sobre la Tierra o amor terrenal.
Al excluir todo su cuerpo de la divina uni´on con elsexo opuesto
en la Tierra y basando el amor solamente en la abstracci´on de la
1
Hay aqu´ıen el original un juego de palabras que equipara “raza humana” con
“carrera en el tiempo”. En ingl´es “raza” y “carrera” se escriben y pronuncian igual:
race.
Barry Long
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mente, el halo se redujo a contener solamente la cabeza o, a lo sumo,
la parte superior del cuerpo.
Se podr´ıadefender que los m´ısticos y santos, debido a la invasi´on
del tiempo no tuvieron otra elecci´on m´as que seguir el camino del
celibato. Al menos de esa forma fueron capaces de mantener algo
del puro amor divino sobre la tierra hasta que la propia santidad
desapareci´obajo el peso del tiempo. Pero realmente la opci´on que
eligieron —no hacer el amor— o su interpretaci´on de ese impulso
fu´euna gran tragedia para la raza humana. Los m´ısticos y los santos
podr´ıan haber salvado la situaci´on o al mundo si hubieran actuado
de otra forma menos ego´ıstamente.
Apesar de su amor divino, los santos c´elibes, al igual que el res-
to de la humanidad que estaba siendo tragada por el tiempo, hab´ıan
olvidado c´omo hacer el amor f´ısico sin darse cuenta de ello; y eran
muy r´ıgidos al respecto. Incluso crearon una virtud de su olvido.
Perplejos y llenos de sentido de culpabilidad por el poder de su pa-
si´on rampante, la mayor´ıadelos santos cristianos denunciaron fe-
rozmente el acto f´ısico del amor y ello por todas las razones err´oneas.
La verdad es que eran ellos los que no ten´ıan suficiente amor.
Ellos no amaban a los seres humanos con suficiente intensidad do-
rada para sumergirse en la mente divina con sus propios cuerpos
mediante el acto sexual y recordar c´omo hacer el amor sobre la Tierra
de forma que pudieran servir de gu´ıaode ejemplo inspirador. Eso
era demasiado auto-sacrificio, as´ı,aligual que era crucificado por la
turba que gritaba, ellos tambi´en condenaron el amor que tem´ıan y
que no entend´ıan.
II
Los santos permanecieron distantes de la humanidad. Los sufri-
mientos perif´ericos del g´enero humano, la pobreza, la enfermedad y
la violencia les preocupaba y por ello se compadec´ıan, pero siempre
eludieron la cuesti´on central del amor f´ısico, la causadelamayor
parte de la infelicidad en la Tierra, incluida la de los propios santos.
Incluso Jesucristo, si hemos de creer a sus int´erpretes, evit´ola
cuesti´on completamente y no dej´oniuna palabra de verdadera gu´ıa
para la humanidad, cuya preocupaci´on constante ahora, como antes,

14
Haced el Amor
es tratar de hacer el amor f´ısico. El mes´ıas, por haber eliminado la
sexualidad de sus ense˜nanzas tiene mucho de que dar cuenta, ¿no
es cierto? —si creemos a sus int´erpretes.
Los santos se mantuvieron limpios de manos, fuera del lodo del
verdadero amor en que los hombres y mujeres corrientes tienen que
vivir. Dios es suficiente, dijeron. ¿Es eso verdad si no eres un santo?
¿Es eso verdad para t´ı?¿Ot´udeseas hacer el amor y tal vez sentir
algo divino y puro en ello, lo cual sabes que debe existir y debe ser
encontrado? Los santos abandonaro esto. Abandonaron el bendito
planeta Tierra. Optaron por salirse de la realidad del amor en la
Tierra e hicieron el amor en otro sitio donde no hay necesidad de
amor. El amor se necesita aqu´ı,enlaTierra, y empieza entre t´uy
yo, hombre y mujer. El amor no lo necesita Dios, que, en aqu´el otro
sitio, es la fuente del amor.
Si t´uquieres escapar hacia Dios en tu amor, y dejar atr´as al hom-
bre y a la mujer, Dios te ayude. Tendr´as que volver para pagarlo;
para ver el error de tu amor, como todos los santos deber´an hacer
asutiempo.El hombre y la mujer necesitan este amor, este amor
divino, en medio del ahora en la Tierra, no en otro sitio donde ya lo
hay y ellos no est´an. Y s´olo t´uyyojuntos podemos hacer ese amor,
ese Dios, aqu´ı.
Es esta falta de amor o falta de Dios entre nosotros lo que ha
llevado al mundo de hoy al borde de la aniquilaci´on por su propia
mano. Adem´as, estos hombres y mujeres santos “vueltos hacia otro
mundo” descargaron sobre la humanidad su propio horrible sentido
de culpabilidad de que hacer el amor f´ısico era pecado. Un pecado
por el que se ard´ıaenelinfierno. ¿Cu´antos billones de muchachos y
muchachas inocentes, y hombres y mujeres, han sufrido el infierno
de un sentido de culpabilidad sexual y a´un sufren debido a la falta
de coraje para amar que tuvieron los santos?
“Dios me hizo c´elibe, pero no hoy” —rezaba San Agust´ın. ¿Por
qu´enolepidi´oaDios que le ense˜nase por qu´eamabaalasmujeres
tanto que no se pod´ıamantener alejado de ellas, en lugar de rezar
por un ideal intelectual que simplemente no era verdad? En cual-
quier caso, ¿de d´onde sac´olaideadequedeber´ıaserc´elibe? De otro
auto-torturado santo o sacerdote, sin duda.
As´ı,los santos, m´ısticos y ascetas de todas las naciones abando-
naron la pobre masa de seres humanos que luchaban, y a´un luchan,
Barry Long
15
contra el Tiempo para hacer el amor opazentre s´ı.¿Tedijo alg´un
santo alguna vez c´omo debes hacer el amor; eso que es el origen de
todo amor sobre la Tierra, incluso del amor de Dios puesto que todos
nosotros, santos inclu´ıdos, hemos nacido de tal acto? ¿Es inteligen-
te ignorar que el m´as dulce de los sentidos naturales que dos seres
humanos pueden producir aqu´ıen la Tierra puede significar una re-
alidad posible? ¿No es ese el lugar obvio para empezar a buscar el
amor divino que todos, incluso los santos, podemos compartir?
Los santos nos dicen que amemos a Dios, lo cual ning´un ser hu-
mano puede hacer por un acto de su voluntad. ¿C´omo puedes amar
si no amas? ¿Qu´etipodeexhortaci´on es esa? ¿Qu´edir´ıas si te dijera
“ten hambre” cuando no tuvieras hambre?
Otalvez se te ha dicho que amases a todo el mundo. ¿C´omo
puedes amar a todo el mundo? ¿Amas t´uatodoelmundo? ¿Pue-
des hacerlo? ¿Es todo el mundo tan adorable? ¿Realmente amas a
tus enemigos? ¿Le dijiste a tu ni˜no hoy mismo —no en las´ultimas
Navidades— que ame al que le pega? Hoy, cuando alguien se te
cruze mira a ver si le amas.
Seamos claros, seamos honestos con nosotros mismos. A todos
nos gustar´ıaamaratodoelmundo,pero ,porfavor, ¿podemos em-
pezar con nuestra pareja? Quiz´as dir´ıas que´esta es la tarea: amar
atodo el mundo a pesar de nuestras tendencias al desamor. No,
no hay tarea, no hay dificultad, no hay deberes en el amor. Intentar
amar como deber es seguir la forma auto avergonzante, llena de sen-
tido de culpabilidad, virada hacia otro mundo.´Esa no es la forma
de empezar a amar.
Se empieza a amar haciendo el amor, que es lo que t´uylama-
yor´ıadenosotros en la Tierra ya queremos hacer. Pero hay que
aprender a hacer el amor correctamente, sin auto-indulgencia, sin
buscar satisfacci´on emocional y auto gratificaci´on. Despu´es de que
hayas aprendido a hacer el amor f´ısico y hayas empezado a recom-
poner tu halo dorado descubrir´as que has aprendido a amar a tus
semejantes, a amar a tus enemigos, a amar a Dios y a t´ımisma.
En muy pocas mujeres est´alamitad superior del cuerpo, por
encima de la cintura, integrada con la mitad por debajo de la cintura.
La parte superior, el torso donde est´an situados los pechos y el
plexo solar, vibra con una energ´ıamuyfina de amor. Este es el amor
m´asfino que hay en el cuerpo. Le da leche al ni˜no y contiene lo que

16
Haced el Amor
es un amor puro sin tinte de sexualidad. Este amor se siente con
frecuencia como un deseo de lo inalcanzable, un ansia de pureza y
de belleza ideal. Es el impulso tras la idea del amor plat´onico. Esta
parte superior del cuerpo es el polo superior del amor.
El polo inferior del amor, por debajo de la cintura, est´aenfocado
en los genitales, pero la energ´ıadeesteamorest´acontinuamente
presente tambi´en en la parte inferior trasera, en la base de la espina
dorsal, nalgas y piernas.
Si est´as muy quieta llegar´as a aislar la clara sensaci´on de esta
energ´ıa. Cuando se la percibe as´ı,sinasociaciones sexuales emocio-
nales, este amor inferior se percibe tan puro como el amor superior
excepto que un poco m´as granuloso o tangible en cuanto a sensa-
ci´on, pero eso no detrime de su esencial belleza y pureza, pues esta
energ´ıa, elev´andose por las piernas desde la propia Tierra es pura
vitalidad o fuerza vital antes de que la emoci´on, sexualidad o senti-
miento entren en ella.
La funci´on del hombre, como principio masculino, es la de unifi-
car estas dos polaridades en la mujer de forma que su sistema entero
fluya libremente y con un sentido de realizaci´on de amor divino.
Esta uni´on de la divisi´on superior e inferior del cuerpo humano, esto
es, lo ideal en lo terreno, lo inalcanzable en lo alcanzable, produce
una´unica corriente de amor divino o de dorada energ´ıaradiante.
Cuando esto se consigue, la mujer se re´une con su verdadero ser
original f´ısicamente, psicol´ogicamente y espiritualmente. Su des-
contento desaparece y ya no depende de su trabajo, arte, maternidad
ocualquier otra actividad externa para tener un sentido de autorrea-
lizaci´on o prop´osito. Puede continuar con esos objetivos pero ya no
estar´aapegada a ellos como una necesidad. Toda realizaci´on posible
estar´aenesteyogaouni´on de verdadero ser o divinidad.
En el mundo que nos rodea puede verse cu´an raro es que la mu-
jer se encuentre en este estado, este estado natural original. La ver-
dadera motivaci´on sexual de la mujer es hacer la divina conexi´on
mediante el hombre. El deseo de tener ni˜nos es secundario y es un
sustituto del otro.
Como la conexi´on divina se hace tan raramente, ninguna mujer
de hoy es ella misma. Ella permanece la mayor parte del tiempo en
la rom´antica mitad superior de su cuerpo anhelando lo inalcanzable
yperi´odicamente o promiscuamente tomando parte en sexo en un
Barry Long
17
intento futil de hacer la conexi´on. Pero seleescapa.As´ı,permanece
virtualmente dividida en dos personas hasta quefinalmente, aban-
donando el sexo en la desilusi´on de la vejez, vive una especie de
media vida de amor idealizado en su mitad superior.
La frigidez en la mujer es causada por la falta de uni´on del amor
en su propio cuerpo. Tambi´en ayuda a causar impotencia en el hom-
bre o su inhabilidad de tener una erecci´on. La forma de resolver
estos problemas se ir´aaclarando a medida que continuemos.
Para que el hombre y la mujer de hoy d´ıapuedanhacerelamor
de forma hermosa y divina es necesario que ambos induzcan un
cambio fundamental en su pene o vagina. Ambos, pene y vagina,
o, m´as espec´ıficamente, aquella parte del cerebro que los controla,
tienen que ser conscientemente liberados del inconsciente del pasa-
do, esto es, de todos los h´abitos, prejuicios, e ignorancia sobre el acto
del amor ganados por la experiencia del pasado.
La experiencia es el pasado. Podemos aprender cualquier cosa
por experiencia excepto c´omo hacer el amor. El amor no viene de la
pr´actica o la experiencia. El amor es. El cuerpo no tiene que apren-
der c´omo hacer el amor; hace el amor de forma natural.
Lo que se aprende de la experiencia de hacer el amor no es c´omo
hacer el amor sino c´omo cuidarse uno mismo; c´omo proyectarse a
salvo y astutamente y protegerse al mismo tiempo. Esto, por su-
puesto, es un acuerdo o compromiso. Simplemente no te puedes
proteger, no puedes tener ninguna reserva de ning´un tipo y hacer el
amor. Pero as´ıes como todo el mundo hace el amor hoy d´ıa.
La experiencia, el pasado, nos ha ense˜nado a tener cuidado. No
entregarnos completamente o quiz´apodamos perder algo, podamos
ser heridos. As´ı,todos jugamos a cubierto; el miedo es abundante. Y
de todas formas, ya no sabr´ıamos c´omo darlo todo al hacer el amor;
tambi´en hemos olvidado eso.
¿Con cu´anta frecuencia los enamorados sienten el impulso im-
perioso de darlo todo, querer rasgarse a s´ımismos y abrirse y sin
embargo no poder? T´udebes haber tenido ese sentimiento en algu-
na ocasi´on. ¿Ser´ıas capaz de darle todo a tu amante ahora en este
momento si tuvieras la ocasi´on? La respuesta es “no”. Tienes la oca-
si´on cada vez que hac´eis el amor y todav´ıanolohasconseguido
¿verdad?
Hacer elamorhoyd´ıaesuncompromiso, la aceptaci´on de lo

18
Haced el Amor
mejor que se puede hacer bajo las circunstancias. Y produce lo me-
jor para los amantes. La mejor sensaci´on que cabe esperar de un
compromiso: satisfacci´on; un pobre sustituto del glorioso, continuo
sentimiento del amor f´ısico hecho y dado sin consideraci´on de uno
mismo, sin compromiso, sin reservas, sin protejerse mientras uno se
expresa.
Esa sensaci´on de satisfacci´on arrolladora que les hace a todos
quedarse dormidos despu´es de hacer el amor est´apersonificada en
el mundo por el dios del amor creado por el hombre (no la mujer):
orgasmo. El hombre est´alocoporelorgasmoy,la mujer, la propia
diosa del amor, infectada e inflamada por la locura del hombre, em-
pez´oaadorar ese falso dios. Como si “correrse” fuera un signo de
amor. A cualquier animal puede hac´ersele eyacular sin que eso sea
un signo de amor.
Pero no es posible amar sin amor. As´ıpues, no nos enga˜nemos o
nos dejemos enga˜nar m´as; si quieres un orgasmo ve y mast´urbate; si
quieres amor, sigue escuchando.
En el hombre, eyacular antes de haber hecho el amor lo suficiente
para recoger las energ´ıas m´asfinas de la mujer es glotoner´ıadespro-
vista de amor. “Correrse”, en la mujer, es f´acil y natural, dulce y
transformador, s´olo con que el hombre y sus experiencias protecto-
ras le diesen la oportunidad de ser natural y “correrse” de forma
natural. Pero el hombre, mediante su egoismo a trav´es de la historia
unido a la actitud titeretesca de la mujer, la ha ense˜nado enga˜n´ando-
la para que persiga el orgasmo, para desviar su atenci´on de la forma
de hacer el amor que´el no puede darle.
Si persigues un orgasmo no puedes ser consciente del sentimien-
to de amor. Si eres un hombre que trata de mantener un orgasmo,
tampoco puedes ser consciente del amor. Si eres una mujer que cree
que el orgasmo es importante al hacer el amor y no puedes tener
uno, te sientes privada de algo o culpable y no puedes conocer la
sensaci´on del amor. O, como mujer, quiz´as renuncies a tratar de en-
contrar amor u orgasmo, dejando de hacer el amor como ha ocurrido
con tantas mujeres. Y de nuevo te pierdes la maravilla y gloria del
amor y a t´ımisma.
La mujer, cuando ha aprendido a no intentar m´as hacer el amor,
cuando ya no es deslumbrada o enga˜nada por el orgasmo y se rehu-
sa a copular con un pene emocional, cuando es lo suficientemente
Barry Long
19
pura como para estar presente como ella misma en el acto del amor
sin un s´olo pensamiento en su cabeza, tendr´aunorgasmo de forma
natural y sin esfuerzo. Entonces no tiene queintentarlo,ocurrir´ade
forma hermosa, deliciosamente a trav´es del poder del amor, el poder
del pene amante profundo en su interior.
Hoy d´ıaella puede tener un orgasmo y apenas notarlo. La ha-
bilidad de sentirlo, la conciencia de amor, viene de su vagina, pero
est´atancargada de pasado, tensi´on y emociones que ya no es capaz
de llevar su atenci´on all´ıabajo, especialmente en la mitad superior
cerca de la cerviz. Ella est´avirtualmente des-sensibilizada all´ıyeso
empeora con cada generaci´on. En consecuencia la mujer tiene m´as
sensaci´on placentera en la mitad inferior de la vagina que en la su-
perior.
Debido a que el hombre ya no puede llegar en el amor a las par-
tes m´as profundas de la vagina, cerca del jardin espiritual donde
reside la verdadera diosa del amor, y permanecer all´ılo suficiente
yconsuficiente autoridad como para hacer lo que debe hacer,´el ha
virtualmente traido la sensaci´on —y orgasmo— de ella a la parte
anterior de la vagina.´El la ha hecho concentrar su atenci´on en el
cl´ıtorix, que est´acercade la entrada.
Ha hecho esto de dos formas: mediante la persistente eyacu-
laci´on prematura, inmediatamente despu´es de entrar, y mediante la
estimulaci´on persistente del cl´ıtorix con sus dedos para compensar
por el orgasmo que ella no tiene.
Poco a poco´el ha convertido la satisfacci´on clitorial —el com-
promiso clitorial— en el precio de hacer el amor. Ella sabe que
no es amor, pero ¿qu´eotra cosa puede ella hacer? ¿qu´eotracosa
hay? Adem´as, debido al fracaso del hombre en amarla correcta-
mente, ella a veces se masturba en el cl´ıtorix como el hombre le ha
ense˜nado. Ella no lo har´ıasifuese amada; no tiene la misma com-
pulsi´on de masturbarse que´el tiene para eliminar su agresividad
sexual. Aprendi´oelh´abito de´el.
S´olo el pene, no los dedos ni ning´un otro instrumento, puede
amar a la mujer. S´olo el pene vivo en el cuerpo de un hombre est´adi-
se˜nado para servirle a ella. S´olo el pene, un pene generoso, apasio-
nado, paciente, amante puede poner el orgasmo de nuevo donde le
corresponde, donde de forma natural ocurre o deja de ocurrir sin

20
Haced el Amor
emociones disturbadoras, pues la mujer sabe por su sensaci´on —la
conciencia en su vagina— que est´asiendo amada.
El Orgasmo es unfinal, unfinal emotivo; hacer el amor no tiene
fin. Los verdaderos amante siguen y siguen haciendo el amor hasta
quefinalmente, quiz´as horas despu´es, el cuerpo del hombre eyacula
de forma natural y consciente o la pareja se separa y hacen el amor
horas despu´es o al d´ıasiguiente y al siguiente y al siguiente sin que
necesariamente el hombre tenga que “correrse”. El orgasmo es una
parte del hacer el amor, pero est´abien por debajo de su belleza y
prop´osito; y ocurrir´acorrectamente para ambos y sin producir trau-
mas emocionales posteriores si ambos tienen la suficiente presencia
como para preocuparse solamente de hacer el amor.
La experiencia de la mayor´ıadelasmujeresalhacer el amor con-
tiene decepci´on. La experiencia de la mayor´ıadeloshombrescon-
tiene excitaci´on ante la perspectiva de eyacular. Entre los miedos
subyacentes, reservas y esperanzas de ella, basados en experiencia
pasada, y la excitaci´on bailarina subyacente de´el, tambi´en basada
en el pasado, hay muy poca probabilidad de que se haga verdadero
amor entre ellos en el ahora o presente. Se producir´am´as emoci´on
que amor.
Al tratar de repetir una buena experiencia sexual como el “co-
rrerse”, nos hacemos expectantes —o emocionales—, y al tratar de
evitar la repetici´on de una mala experiencia, nos hacemos emocio-
nalmente cansados y cautelosos. En ninguno de los dos casos pode-
mos hacer el amor. Y la asombrosa verdad de la que no nos damos
cuenta es que la emoci´on producida en lo que ten´ıaqueserhacer el
amor saldr´aalasuperficie en nosotros en unos minutos, horas o dias
ycausar´aunaespecie de depresi´on y descontento, especialmente en
la mujer. En el hombre la emoci´on aparecer´acomo irritabilidad, ira
ocomportamiento agresivo, y probablemente lo har´asalirm´as a´un
masturb´andose.
———
El cambio fundamental en el pene y la vagina necesario hoy para
hacer el amor de forma hermosa y divina tiene que producirse por
el aprendizaje del hombre o la mujer a hacerse conscientes, esto es,
permanecer psicol´ogica, y luego espiritualmente presentes durante
el acto del amor y los preliminares.
Barry Long
21
Hoy d´ıa, debido a la masiva acumulaci´on de pasado o incons-
ciencia en sus cuerpos, el hombre y la mujer hacen el amor en su
mayor parteenunestadodesue˜no subconsciente.
Lo que ocurre es que los sentimientos de amor sexual que sur-
gen excitan las emociones. Estas emociones, las acumuladas ex-
periencias del pasado de anhelo o deseo sexual de la persona, lle-
van su atenci´on o consciencia al pasado como un estado de´animo
oim´agenes de fantas´ıa. Entonces, estando inmersos en aquel pa-
sado se apartan, como seres conscientes, del amor que sus cuerpos
est´an haciendo en el presente. Psicol´ogicamente est´an ausentes del
acontecimiento. Ya no est´an presentes, ya no est´an realmente con su
pareja, han derivado a un mundo privado.
T´udebes haber observado esto en tu experiencia de hacer el amor,
posiblemente en ti pero especialmente en tu pareja. En esos momen-
tos en que has estado conscientemente presente al hacer el amor —y
todo el mundo lo est´adevez en cuando— puedes haber notado que
tu pareja se ha introducido en una especie de euforia personal; no
est´acontigo haciendo el amor aqu´ıahora, est´aclaramente ausente
del presente en el que tu est´as. Se ha hecho auto-contenida.
Esto no es muy diferente de hablar a alguien y de pronto percibir
que no est´aescuchando, que ya no est´acontigo. Est´aakil´ometros de
distancia pensando en otra cosa. En suma, tu amante te ha dejado
fuera, al fr´ıo, como si dij´eramos.
Entonces t´u, mejor que quedarte all´ısola haciendo el amor, te las
arreglas para entrar lo m´as r´apidamente posible en tu propio sue˜no,
para perderte a ti misma tambi´en en tu pasado emocional.
Haces esto, notar´as, por medio de la imaginaci´on, usando imagi-
ner´ıaer´otica o sexual que de nuevo excita las emociones y ah´ıte vas
atupa´ısdelossue˜nos.
En lugar de estar los dos juntos en una uni´on f´ısica consciente,
que es el prop´osito de hacer el amor, est´ais ahora en mundos de
sue˜no aparte, el acto del amor est´aorientado hacia uno mismo, auto-
indulgente, y auto-gratificante.
De hecho cada uno de vosotros habeis tomado prestado el pene
olavagina del otro para hacerle el amor a vuestras propias emo-
ciones, vuestro propio pasado. En tal encuentro en aislamiento pe-
rocorriente, no hay uni´on consciente y atemporal de los principios
masculino y femenino, ni despertar o consciencia del mismo amor,

22
Haced el Amor
ni uni´on de los´unicos dos polos de divinidad sobre la Tierra en la
´unica e inefable presencia materializada como tu propia realidad, el
sublime esp´ıritu de amor y de vida.
Debido a que m´as ser emocional se crea en el amor, y puesto que
el ser emocional invariablemente aisla, tal forma de hacer el amor
separa a la pareja gradualmente; se cansan sexualmente el uno del
otro y la magia desaparece. Hacer el amor se convierte en h´abito,
deber, o un escape emocional, no muy distinto de una explosi´on de
ira. E incomprensi´on, descontento, e inquietud crecen.
La interacci´on del pene y la vagina genera amor. Este amor es
la sensaci´on m´as intensamente gozosa del cuerpo humano; sin em-
bargo, la intensidad del placer en el amor es severamente reducida
por la existencia de un pasado emocional en los genitales. A mayor
pasado all´ı,mayores el adormecimiento y distancia del sentimiento
oamordelapersonaysupercepci´on del significado del amado.
Puesto que todo pene y vagina de hoy d´ıaest´am´as o menos in-
festado de pasado emocional, nadie sospecha que la deliciosa sen-
saci´on corporal que se siente normalmente al hacer el amor est´aya
moribunda y distorsionada. En consecuencia no se le ocurre a nadie
el buscar unfinalcanzable de forma natural, como es el sentimien-
to y percepci´on directos de gozo y amor disponibles al hombre y la
mujer que son capaces de liberar al pene y a la vagina de su pasado
yas´ıser conscientes del presente o divina presencia al hacer el amor.
Es hacia ese extraordinario estado original humano de ser y com-
prensi´on que estoy tratando de guiarte a ti y quiz´as tambi´enatu
pareja. Por tanto dir´eunas palabras m´as sobre la sensaci´on y per-
cepci´on de ese estado.
Un pene y una vagina que se liberan de su pasado emocional em-
piezan a hacer juntos un amor ext´atico. La sensaci´on y percepci´on
son tan elevados que al principio uno puede temer la posibilidad
de perder la consciencia porque el placer parece casi insoportable.
Amedida que contin´ua el proceso, uno se hace consciente de estar
completamente presente como la consciencia del divino amor que se
est´ahaciendo. No existen l´ımites a la vastedad del goce y de la in-
mediatez del esp´ıritu que sabemos es la uni´on tanto de ambos como
de cada uno en la presencia divina.
Yporqueess´olo amor y no emoci´on o imaginaci´on lo que se
Barry Long
23
est´ahaciendo y como el amor, a diferencia del orgasmo emocional,
no tienefin, el mismo ext´atico goce f´ısico y espiritual estar´apresente
todas las subsecuentes veces en que hacen juntos el amor. En otras
palabras, el hacer el amor no var´ıa, s´olo tiene subidas, no bajadas, no
estados de´animo, no confusi´on, no desastres personales de uno o de
ambos. S´olo se hace mejor y mejor, m´as y m´asfino m´as divino y m´as
real, m´as consciente, m´as presente, m´as asombroso y maravilloso en
su sublime percepci´on de amor, divinidad y prop´osito eterno.
Pero, como os dar´eis cuenta, esto no ocurre f´acilmente. Antes
tiene que ocurrir una gran cantidad de muerte emocional e intelec-
tual. Cuesta mucho y duro trabajo por tu parte y juntos, pero lo
importante es: puede lograrse.
III
Mientras continuamos acerc´andonos al aspecto pr´actico de hacer
el amor quiero que recuerdes que el pasado es emoci´on; que cuan-
do tus palabras o sentimientos vienen del pasado, de cualquier mo-
mento antes de ahora, est´as siendo emocional, no eres sincera, no
eres t´umisma y no puedes ser amada ni hacer el amor.
De hecho, la emocionalidad es la sustancia viviente del pasado;
el pasado que contin´ua viviendo en ti. Y cuando te sientes emocio-
nal, como cuando est´as resentida o deprimida, est´as sintiendo esa
substancia y eres esa substancia; aqu´el pasado que no es el t´uque
est´aaqu´ıahora escuch´andome en el presente. El pasado, la emoci´on
excitable tratando de regresar a vivir, toma posesi´on de ti, teusa.
Adem´as, por favor recuerda que la sustancia de cualquier deseo
sexual pasado que has tenido desde tu adolescencia se ha alojado y
acumulado en tus genitales o aquella parte del cerebro que los con-
trola; se re´une all´ıcomo tensi´on insospechada. En la mujer esta ten-
si´on se manifiesta como una sutil tensi´on en la vagina; en el hombre
como el endurecimiento del pene que se expresa como erecciones
involuntarias durante el d´ıaolanoche. En ambos sexos esta tensi´on
en los genitales causa casi toda la pesadez, inquietud y descontento.
Una vagina emocional, lo cual es decir toda vagina hasta que
se convierte en carente de emoci´on o pasado al ser amada de for-
ma hermosa y sin deseo, es imperceptiblemente r´ıgida, musculosa,
expectante, auto-protectora, estrechamente receptiva y tensa. Una

24
Haced el Amor
vagina usada por numerosos penes emocionales comienza a reaccio-
nar como los propios penes, haci´endose dura, ego´ısta y predadora;
se concentra en orgasmo, no amor.
Mientras que estando libre de emociones, debido a un pene desa-
rroll´andose en amor y consciencia, la vagina pierde su resistencia y
se hace blanda, generosa, sencilla, f´acil, sin exigencias y tranquila. El
´organo femenino de amor es esencialmente pasivo e inocente; apren-
de todos sus malos h´abitos del var´on. El pene es el guru o maestro
de la vagina para bien o para mal.
Durante el acto, una vagina que ha sido hecha hambrienta por
los penes err´oneos, genera muy poca consciencia de amor para la
propia mujer porque la consciencia o placer engendrado est´abasado
en una satisfacci´on emocional temporal. Esto le causa una profunda
infelicidad interior. El que sea o no promiscua (lo cual es solamente
una b´usqueda desesperada de amor) es irrelevante. La vagina res-
ponde seg´un sea la energ´ıadeaquello que ha previamente entrado
en ella o la ha informado.
El contacto con un pene purificado de emoci´on o incluso con uno
que est´aempezando a purificarse, comienza el proceso purificador
en la vagina.
Incluso una vagina virgen hoy d´ıaest´arelativamente tensa con
pasado personal o emoci´on. Esto proviene de las imaginaciones
sexuales o emocionales de la chica y de experiencias relacionadas,
las cuales pueden incluir masturbaci´on y manipulaci´on masculina.
Tambi´en aqu´ı,tanprontocomo la virgen es penetrada placentera-
mente por un pene, esto es, cuando cesa el dolor de penetraci´on que
la mantiene moment´aneamente en el presente, ella usar´aestasensa-
ci´on placentera para empezar a so˜nar en esas viejas imaginaciones
yemociones y no conseguir´apermanecer con la maravilla del amor
que su vagina est´ahaciendo en el presente.
Sin embargo,latensi´on b´asica de la vagina virgen se debe a igno-
rancia del amor. En el pasado, cuando el tiempo y la raza humana
eran muy j´ovenes, toda mujer virgen comprendi´oelamorporque
eraamor. No hab´ıaignorancia del amor en su conciencia porque
no hab´ıaemoci´on en su vagina. Su falta de experiencia f´ısica no le
causaba tensi´on porque ella comprend´ıaelamor antes de tener que
hacerlo, algo que no podemos concebir hoy. Ella estaba libre de la
ignorancia emocional, las imaginaciones irrealistas de amor en las
Barry Long
25
que indulgen todas las v´ırgenes de hoy.
Las v´ırgenes hoy d´ıaautom´aticamente especulan o fantasean so-
bre el amor porque ya no entienden el amor o a s´ımismas. Adem´as,
no ha habido verdaderos maestros o gurus en la Tierra para instruir-
les antes de que recibieran las impresiones err´oneas a trav´es de la
experiencia f´ısica. Sin la comprensi´on del amor las v´ırgenes empe-
zaron a imaginarse lo que es el amor f´ısico y eso gener´oemoci´on
vaginal, tensi´on o histeria.
Hoy, con tanto tiempo o pasado de la raza en el cuerpo huma-
no, la vaginadelani˜na es ya potencialmente emocional al nacer.
Despu´es de la pubertad, cuando la vagina virgen es penetrada, in-
formada o energizada por un pene emocional, se actualiza el poten-
cial emocional de la chica y entonces siguen los problemas de amor
usuales y predecibles entre ella y el hombre.
En el amor sin emocionalidad no hay problemas de amor entre
el hombre y la mujer.
———
Debemos comprender el pene y la vagina espiritualmente. Am-
bos son´organos espirituales y juntos son los medios de todo el amor
sobre la Tierra. Si el amor es Dios, si el amor es nuestra propia divi-
nidad o la excelencia de la vida, entonces el pene y la vagina son el
medio de esa excelencia. Todo hombre y mujer, toda percepci´on de
amor y belleza sobre la Tierra surge de la uni´on del pene y la vagina.
El amor homosexual, como todo amor, es un intento de regre-
sar al estado original en el que los principios masculino y femenino
est´an unidos, el estado de uni´on que transciende personas y amor
personal.
El pene es el m´asfino de los´organos de percepci´on en el cuerpo
del hombre. Tiene una consciencia propia. Es el´organo positivo del
amor activo sobre la Tierra. Sabe perfectamente c´omo hacer el amor
yloque tiene que hacer dentro de la vagina. Para hacer el amor co-
rrectamente el hombre tiene que aprender asersu pene durante el
acto, rendirse a su mayor inteligencia. Hoy d´ıaelhombre fuerza so-
bre el pene su inferior y sexualmente obsesa inteligencia emocional
con el resultado de que el pene no puede hacer el trabajo que debe.

26
Haced el Amor
En ocasiones, sin embargo, durante el coito normal la conciencia
del pene es capaz de dominar y el acto del amor es sorprendente-
mente bueno y correcto, pero eso es la excepci´on. La mayor´ıade
las veces, como el pene es usado como un instrumento de gratifica-
ci´on de la obsesi´on sexual del hombre o de agresi´on emocional y del
auto-olvido de la mujer, el acto del amor var´ıaentre satisfactorio,
mediocre y desastre.
La cavidad vaginal representa el vac´ıoenlamujer; su aspiraci´on
eterna de ser llenada con amor. El pene representa el´unico amor
que la puede llenar. Y hasta que el pene est´aall´ıdentro, elhombrey
la mujer no pueden estar contentos.
El pene dentro de la vagina simboliza el rellenado del enorme
abismo que se desarroll´oeneltiempoentrelosdossexos,elabismo
que cre´oelmundoyp or el que el mundo contin´ua naciendo. El
canal vaginal hacia la existencia es entonces te´oricamente sellado;
la cavidad y la masa que le faltaba se han encontrado uno al otro y
est´an completos. La existencia como b´usqueda delauni´on por los
vagabundos masculino y femenino ya no es necesaria.
Pero la vida, al igual que el nacimiento y la muerte, contin´ua.
Incluso en uni´on, el pene y la vagina est´an condenados a separar-
se, pues sobre el lugar de uni´on est´alamatriz, la matriz y voluntad
de creaci´on. La matriz o voluntad es la fuente de la existencia y no
permitir´aalhombreolamujerdescansar mucho juntos en la faz de
la Tierra. La matriz o voluntad no puede ser llenada en paz como
la vagina, pues la matriz requiere nacimiento y existencia, no des-
canso. As´ı,incluso mientras que el hombre y la mujer —el pene y la
vagina— encuentran descanso y completitud uno en el otro, la ma-
triz, por encima, absorbe en s´ılas semillas de la vida y otra parte
incompleta —otro pene o vagina— nace.
El pene es feliz solamente cuando est´aerectodentro del vac´ıo
vaginal de la mujer. Cuando est´aerectoenelvac´ıodelespacio fuera
de la vagina, el pene es impaciente, excitable, y emocional. En este
estado innatural es naturalmente considerado por la sociedad como
obsceno y con frecuencia por ambos sexos como amenazador. Esto
es debido a que el pene erecto fuera de su hogar natural es una pro-
yecci´on de emoci´on agresiva o imaginaci´on y para todo hombre tal
erecci´on es exigente y molesta. Con frecuencia´el tendr´aquemastur-
barse para dejar escapar la presi´on de su existencia solitaria y fuera
Barry Long
27
de lugar.
Si la naturaleza b´asica de la mujer es amor, ¿qu´elehapasado?
¿por qu´eest´aella tan frecuentemente confusa y carente de amor?
¿c´omo contribuye exactamente a la eyaculaci´on prematura de su a-
mante y a su impotencia, su inabilidad de tener una erecci´on (pues
ella hace eso tambi´en)?
Alolargo de los milenios el hombre con su pene ha hecho po-
co a poco a la mujer sexualmente como´el. Ha inducido en ella una
emocionalidad sexual masculina, una personalidad sexual ajena que
ella ya no puede distinguir de ella misma. En lugar de permanecer
siendo ella el puro, sereno, pasivo, negativo principio femenino del
amor, bajo su tutela sexual ella ha adoptado una actitud masculi-
na, parcial, positiva, activa, completamente opuesta a su verdadera
naturaleza. Por debajo ella permanece mujer pura, amor puro (si
ella es capaz de llegar tan hondo dentro de su propio ser) pero en
sus proyecciones sexuales en la superficie ella es ahora parcialmente
masculina.
Una consecuencia de esto es que en el camino hacia el acto del
amor su emocionalidad masculina se excita como la de´el. El efec-
to inmediato en ella es peque˜no, pero en´el es el´ectrico. Tan pronto
como su pene hace contacto con ella estas corrientes masculinas al-
tamente cargadas se precipitan del cuerpo de ella hacia el de´el como
una onda de excitaci´on y´el eyacula prematuramente.
El otro problema del hombre, impotencia, no ser capaz de tener
una erecci´on, est´acausado por una falta de amor o consciencia por
parte de la mujer tanto como por la de´el. Ambos tienen la culpa.
Detr´as de esto hay un hecho crucial a recordar: la erecci´on del pe-
ne se produce o por emoci´on o por amor. Sin emoci´onoamorno
tendr´alugar una erecci´on. Esto ocurre frecuentemente cuando en
la pareja ambos se aburrieron f´ısicamente el uno del otro y tienen
relaci´on sexual por un sentido de obligaci´on. Si no hay energ´ıaemo-
cional y tampoco amor ni consciencia entre ellos en aquel momento,
el hombre no podr´atener una erecci´on, pero si tiene energ´ıaemocio-
nal y no amor no tendr´aproblema en tener una erecci´on.
Un pene emocional no necesita amor para tener sexo, como toda
mujer sabe. Pero probablemente ser´aunasunto unilateral. El pene
tiene una erecci´on emocionalmente para gratificarse a s´ımismo, pa-
ra dejar salir el deseo sexual o agresi´on acumulados que surgen de

28
Haced el Amor
la imaginativa obsesi´on del hombre por el sexo. Si la mujer puede
ponerse a s´ımisma en la misma condici´on mental (y puede debido
asulado masculino artificial) ellos ser´an capaces de gratificarse el
uno al otro, pero eso no ser´aamor.
La impotencia no existe en el sentido de ser un signo de deterio-
rizaci´on o deficiencia masculina; muchos hombres j´ovenes y saluda-
bles sufren de impotencia. Tampoco es psicol´ogico en laformaen
que los m´edicos lo explican. La impotencia es causada solamente
por la falta de emoci´on o de amor. As´ı,cuando un hombre se hace
m´as viejo y el vivir le ha quitado algunas de las excitaciones emocio-
nales y debido a que a esas alturas ya no queda amor en su cuerpo
oeneldelamujer, tiene m´as probabilidades de ser incapaz de tener
una erecci´on.
La impotencia o falta de erecci´on es el estado natural del pene
fuera de la vagina. Es la agresi´on sexual emocional, no el amor, lo
que fuerza una erecci´on fuera de la vagina. Un pene que responde
solamente al amor s´olo alcanza la erecci´on completa dentro de la
vagina o justo antes de entrar en ella. Esto es debido a que un pene
que ama de verdad tendr´auna erecci´on solamente para realizar la
funci´on para la que fu´ecreado: hacer el amor. Y eso se hace dentro
de la vagina, no fuera en una mujer imaginada o en una condici´on
de excitaci´on inducida por la mente.
Una vagina amorosa no tiene dificultad en admitir un pene amo-
rosoincompletamente erecto, el cual pasar´aluego a estarfirmemente
yautoritativamente erecto para el prop´osito del amor. Sin embargo,
—y esto puede ser importante para el hombre que est´atratando de
purificarse a s´ımismo— un pene puro y amante no es capaz de tener
una erecci´on si no hay amor o hay insuficiente amor en la vagina de
la mujer en aqu´el momento. Esto es, si ella est´aenso˜nando, distra´ıda
emocionalmente o sexualmente exigente.
Talhombre no utiliza la imaginaci´on como hacen otros hombres.
Para el hombre puro que ama de verdad el momento, el presente, la
mujer con la que est´a, es suficiente est´ımulo. La pureza de amor es
estar m´as all´adelanecesidad de las fantas´ıas imaginarias e instru-
mentos que el sexo emocional requiere.
La mujer ha aprendido a hacer el amor por medio del hombre,
que no sabe c´omo hacer el amor. El resultado es caos y confusi´on.
Barry Long
29
Desde el comienzo del tiempo ella ha sido manipulada y ani-
mada a sentir que la expresi´on m´asfina de su amor es complacerle
sexualmente. La verdad es justo al rev´es. La expresi´on m´asfina de
amor es que el hombre la satisfaga a ella sexualmente. Esto´el s´olo
lo puede hacer cuando olvide su preocupaci´on por el orgasmo y sea
suficientemente presente en amor o desinter´es para recoger y reci-
bir las divinas energ´ıas de ella, que son la m´asfina expresi´on de su
amor.
Al ense˜narle a ella a complacerle y satisfacerle a lo largo de la
historia´el le ha ense˜nado a desearle, a proyectarse a s´ımisma sexu-
almente. Esto le lleva a elegir el hombre que ella quiere. El deseo y la
elecci´on surgen de la emocionalidad masculina, el principio activo
de salir hacia afuera que hizo del mundo lo que es.
As´ı,ella elige su hombre con sus inducidas vibraciones masculi-
nas y casi invariablemente elige la persona err´onea. La mujer, en su
verdadero ser, no desea al hombre. No lo necesita. Ella es el prin-
cipio pasivo atractivo. En su verdadero ser ella es como un im´an
viviente irresistible que sin necesidad de elegir y sin error atrae ha-
cia ella al hombre adecuado que la amar´averdadera y divinamente.
Al contrario del hombre, la mujer en su verdadero ser puede existir
sin relaciones sexuales ni masturbaci´on. Ella espera amor, no sexo.
Los beb´es han sido desde hace mucho su sustituto racial del amor y
del sexo.
La´unica raz´on por la que ella empez´oairse en enso˜naciones al
hacer elamorfu´epara escapar de la falta de amor de´el, que iba
en aumento. La mujer s´olo tiene lujuria por el hombre cuando se
identifica con la emocionalidad masculina que ha sido forzada sobre
ella. La ninfoman´ıaesuna vieja invenci´on y proyecci´on masculina,
al igual que las “sex shops”, la pornograf´ıa, y la prostituci´on. La
falta de amor y la emocionalidad masculina compartida por todos
los concernidos es lo que hace que esas cosas contin´uen.
La mujer ha sido enormemente enga˜nada sexualmente por el
hombre;´este le ha “lavado el cerebro” patol´ogicamente. Y hoy ella
se congratula a s´ımisma por el progreso en romper la dominaci´on
masculina en el mundo. Pero no se da cuenta de que´el la tiene
enganchada tan bien como siempre en su org´asmico y clitoral subs-
tituto de hacer el amor.
Amor, no igualdad, es de lo que se trata en sus protestas externas.

30
Haced el Amor
La dominaci´on masculina comenz´oenelsexoyenel sexo contin´ua
sin disminuci´on. Es el mundo del hombre y´el lo construy´oconla
fuerza de la agresi´on sexual. Pero la mujer no puede cambiar su po-
sici´on simplemente abandonando el sexo o usando otros m´etodos.
Ella los ha probado todos a lo largo de la historia y ninguno ha fun-
cionado y ninguno funcionar´a. El problema es ahora colectivo, m´as
all´adel alcance personal de aquellos involucrados para que puedan
resolverlo. S´olo la conciencia o acci´on divina pueden ayudar.
Dejadme preguntar a la mujer que est´aescuchando: ¿Tienes al-
guna idea de c´omo liberarte de la dominaci´on sexual masculina?
¿C´omo traer de nuevo el amor a tu vida? ¿C´omo hacer que tu hom-
bre y t´umisma empec´eis a amar, a hacer el amor verdaderamente
como algo tangible que pod´ais crear juntos y seguir construyendo
mientras est´eis juntos? ¿Tienes idea? Si tienes, por favor dilo. Dilo
ahora en alto o a alguien antes de que yo te lo diga. Dilo ahora antes
de que tengas la tentaci´on de, despu´es de que yo hable, decir que ya
lo sab´ıas. Porque si dices eso m´as tarde puedes olvidarlo, no vas a
cambiar, no vas a hacer el amor.
Para traer amor en tu vida sexual vas a necesitar un mont´on de
nueva energ´ıa. Esa energ´ıaempieza con honestidad. Honestidad
hacia ti misma y hacia la vida, que est´atratando de ayudarte. Pri-
mero debes oirte a ti misma admitir que tu vida amorosa no es sufi-
cientemente buena. Debes verbalizarlo. Dilo de forma que no haya
escondite, ni escape psicol´ogico.
No es suficiente saberlo por dentro. Esa es la forma en que se
muere el amor entre amantes. Piensan que es suficiente saber por
dentro que aman y que ya no tienen que decirlo. Entonces, cuando
ya es demasiado tarde sollozan y gritan su amor, pero la puerta ya
di´oelgolpazoylacasaest´avac´ıa. Debes decirlo ahora de forma que
todo tu ser lo oiga.
Segundo, si ves la verdad de lo que he dicho acerca del amor,
debes declararte a ti misma que es verdad. Tercero, debes admitir
ante t´ımisma que no sabes qu´ehacer personalmente para resolver
el problema, que eres impotente, a no ser tomando todas las viejas
medidas que los seres humanos, en su desesperaci´on, han tomado
con bastante poco´exito desde que por primera vez el hombre y la
mujer se enamoraron y el tiempo o la emoci´on empezaron a meterse
entre ellos. S´ehonesta. Si ya conoces la soluci´on, ¿por qu´enolahas
Barry Long
31
llevado a cabo? Y si tienes la respuesta ¿por qu´eestas escuchando
esto?
Es verdad que una vez ambos, hombre y mujer, supieron c´omo
hacer elamor.Si est´ais escuchando la verdad de lo que estoy di-
ciendo, es que no s´olo est´ais listos para recordar de nuevo, sino que
ya hab´eis comenzado a recordar. Y si a medida que contin´uo segu´ıs
reconociendo verbalmente la verdad de ello de forma que vuestro
cuerpo u otro cuerpo escuche con total humildad, habr´asuficiente
energ´ıaenvosotros para intentar un comienzo pr´actico.
Talhonestidad y auto-conocimiento genera pasi´on. La pasi´on es
el poder del amor y del verdadero compromiso. Es la´unica energ´ıa
suficientemente poderosa como para hacer el trabajo. No va a ser
f´acil. Vais a necesitar cada gota de fuerza y auto-conocimiento que
hay en vuestro ser.
Recordar y reconocer la verdad a medida que se escucha es una
cosa. Vivirla o ponerla en pr´actica es la siguiente. El vivirla, por
supuesto, es lo que realmente cuenta, y eso es dif´ıcil. A pesar de todo
si ten´eis el coraje, la honradez y quer´eis vuestra libertad, vuestro
amor, os guiar´eavivirlo.
Por favor, preguntaros a vosotros mismos de nuevo esas cuestio-
nes: ¿Es vuestra vida amorosa suficientemente buena? ¿Es verdad
lo que he os dicho hasta ahora o tiene al menos visos de verdad?
¿Pod´eis vosotros mismos resolver el problema mediante vuestro co-
nocimiento o esfuerzo? ¿Necesit´ais ayuda?
Examinad la´ultima cuesti´on muy de cerca. Si la respuesta es s´ı,
decid: “s´ı,necesito ayuda”. Admitid que no pod´eis hacerlo solos,
pues as´ı,cuando lo dej´eis, cuando verdaderamente os rind´ais con
humildad, la ayuda estr´asiempre all´ıdentro de vosotros. Y entonces
aparecer´afuera.
Continuad haci´endoos esas preguntas cada vez que escuch´eis es-
to; reafirmad la energ´ıadeverdadera honradez y necesidad, y a me-
dida que pon´eis en pr´actica lo que os digo y ve´ais que funciona, re-
conoced la verdad en ello, mantened la pasi´onfluyendo con gratitud
para con el amor y la vida. De otra forma olvidar´eis gradualmente lo
que hab´eis escuchado y practicado, abandonar´eis la lucha, y os su-
mergir´eis de nuevo en el c´ırculo vicioso en el que no se puede hacer
nada.

32
Haced el Amor
Para que puedas empezar a hacer amor divino de nuevo debes
aprender primero c´omo librarte del pasado. Debes des-aprender o
descartar todo lo que se ha acumulado emocionalmente en ti.
Si has tenido una relaci´on amorosa rota en el pasado o una mala
relaci´on sexual, esa emoci´on todav´ıaestar´aenti, especialmente si
eres una mujer.
Si eres un hombre y lees revistas pornogr´aficas o ves fotogra-
f´ıas sexualmente sugerentes, esa emoci´on est´aah´ıdentro de ti ahora,
esperando salir y hacer presa en ti como excitaci´on y eyaculaci´on
prematura en la primera oportunidad sexual.
Estamos todos “cargados” sexualmente, listos para despegar emo-
cionalmente tan pronto como una relaci´on sexual es una posibilidad.
Pero por supuesto no podemos nombrar o saber todas nuestras ex-
periencias pasadas asociadas con la emoci´on sexual y que van hasta
la infancia. Todas ellas se han unido en un oscuro y profundo com-
plejo que es demasiado complicado y oscuro para que lo podamos
definir.
As´ıpues, ¿c´omo empezamos? ¿qu´ehacemos?
Eliminamos de nosotros todas nuestras emociones en nuestra
forma de hacer el amor. Tenemos que hacer el amor sin ninguna ex-
citaci´on, sin ninguna expectativa, sin ninguna imaginaci´on. Hemos
de ser de verdad nosotros mismos, estar muy presentes, muy alerta
yser conscientes de todo lo que hacemos cuando nos acercamos.
En lo que sigue voy a suponer que tienes una pareja inteligen-
te que ha escuchado contigo todo lo que he dicho y que los dos
est´ais esforz´andoos en hacer el amor de esta nueva forma. Tambi´en,
que hab´eis decidido seguir las instrucciones adapt´andolas razona-
blemente a vuestra situaci´on particular sin abandonar no importa
cu´an dif´ıciles se pongan las cosas ni cu´antas veces os parezca que
fracas´ais. Mantened el sentido de un gran prop´osito.
Recordad: deb´eis hacer el amor con frecuencia, con la mayor fre-
cuencia posible, pues s´olo haciendo el amor o esforz´andose en ha-
cerlo puede llegarse a hacer el amor. Cuanto menos hag´ais el amor
m´as os alej´ais el uno del otro.
Adem´as v´ais a hacer el amor sin emocionalidad ni imaginacio-
nes. El prop´osito de esto es quitarle la acci´on a vuestras personali-
dades habituales para d´arsela a vuestros dos cuerpos.
Barry Long
33
Al principio la forma de hacer el amor puede parecer extra˜na, in-
cluso fr´ıa. Puede que no coj´ais la idea en el primer intento, o quiz´as
s´ıla coj´ais. Si la cog´eis, tendr´eis una reca´ıda antes o despu´es cuan-
do la emocionalidad aparezca. Pero no os desanim´eis; perseverad,
seguid amando, la conexi´on volver´aoaparecer´adeprontoantes de
desaparecer de nuevo mientras atraves´ais otra onda de emotividad
separadora.
No pod´eis deshaceros de todo el pasado de golpe, ni siquiera
en unas semanas. En realidad ten´eis que trabajar en ello durante el
resto de vuestras vidas. Pero cada vez estar´eis haciendo m´as amor,
yhaci´endoos seres humanos m´as conscientes y m´as llenos de amor.
Algunos de los per´ıodos emocionales pueden durar varios d´ıas.
Durante ellos puede que incluso tend´ais a aborreceros el uno al otro.
Hacer el amor puede parecer imposible. A pesar de todo, intentadlo
cuando pod´ais, no dej´eis que pase mucho tiempo. Sin embargo, si la
emocionalidad en uno o ambos es demasiado grande para permitir
sinceridad o amor, dejadlo e intentadlo de nuevo al d´ıasiguiente.
Pero, repito, haced el amor. No pong´ais excusas. Poned vuestros
cuerpos juntos y ver´eis.
Comprended que en el camino hacia el amor y en el mismo acto
del amor no deb´eis tener pensamientos o decisiones independientes
uno del otro. Todo deb´eis hacerlo juntos y deb´eis discutirlo juntos
amedida que lo hac´eis. Nada de largos silencios; deb´eis conversar
yverbalizar constantemente, expresando lo que sent´ıscomovues-
tras sensaciones corporales. Cuando sint´ais placer, decidlo. Decid:
“eso es estupendo”, si lo es. Decid lo que realmente sint´ais, no lo
que pens´ais. No ten´eis que estar pensando, ten´eis que estar siendo.
Eso significa mirar hacia vuestro cuerpo y a lo que est´asintiendo,
no a lo que est´ais pensando. Comunicad con palabras, s´olo eso os
mantendr´aconscientes y presentes uno frente a otro.
No esparciros sexualmente, limitaos a vuestra pareja una vez que
la encontr´eis. Una pareja emotiva que no est´acomprometidatede-
bilitar´aytehar´aperderfe. Conserva la energ´ıa, es preciosa.
Una pareja que se comprometa es algo dif´ıcil de encontrar. Si
no tienes pareja, mi consejo es que hagas el amor solamente cuan-
do haya suficiente amor para empezar y no s´olo por gratificaci´on
emocional o satisfacci´on de uno o ambos.Nosiendo as´ı,espera.
Si conoces a alguien y empez´ais a gustaros se sincera con´el desde

34
Haced el Amor
el principio. Di la verdad: que est´as esforz´andote en amar y elevar
tu consciencia por medio del amor. Toma responsabilidad, habla de
lo que implica, hazle escuchar esto.
Si eres seria y honesta acerca de amar,finalmente atraer´as hacia ti
una persona que compartir´acontigo el comienzo de esta gran aven-
tura. Si la pareja se rompe despu´es de alg´un tiempo, no se habr´aper-
dido realmente nada; ambos habr´eis ganado en amor y consciencia
ytanto m´as amorosos y sinceros ser´eis la pr´oxima vez.
Lo importante, especialmente para la mujer, es ser vulnerable al
amor pero permanecer libre de emotividad. Ahora conoces la dife-
rencia. No te alejes porque hayas sido herida, s´evaliente por el amor,
vu´elvete hacia afuera, el amor te ayudar´a; no dejes que el temor te
endurezca. Fu´eemocionalidad y falta de amor lo que os doli´oalos
dos. Ya pas´o. D´ejalo ir.
Ahora que est´ais empezando a entender de qu´esetrataelhacer
el amor, ten´eis una simple respuesta y la protecci´on m´as simple de
todas: Haced el amor s´olo cuando haya suficiente amor para estar
presente el uno con el otro desde el principio. Y no os enamor´eis(en
la forma inconsciente ordinaria).
Enamorarse (en el sentido ordinario) es cerrar los ojos, cerrar
vuestra preciosa consciencia y tropezar para caer en sue˜nos mien-
tras se est´adespierto. Necesariamente acabar´aendesastre porque
estar´as en la imaginaci´on y no ver´as lo que est´asucediendo. Pero
tened amor. Siempre tened amor cuando est´eis enamorados, pues
tener amor y mantener el amor siempre fresco y nuevo requiere una
tremenda consciencia; una tremenda presencia del tipo que he esta-
do describiendo aqu´ı.
Ama de esta forma y tu amor no terminar´a, pues el amor no tiene
fin. Enam´orate y tu amor terminar´a.
IV
Deb´eis decidir los dos de antemano cu´ando vais a hacer el amor.
Daos suficiente tiempo, sin prisa, sin distracciones evitables. Es im-
perativo que la mujer se atenga a su decisi´on de hacer el amor.
Si tiene que haber un retraso debido al trabajo o los ni˜nos, ella
debe dejar claro que cuando llegue la hora no va a tener un dolor
Barry Long
35
de cabeza, no va a decir que no le apetece o que est´amuycansada.
Debe tomar responsabilidad por s´ımisma as´ıcomo´el la debe tomar
por s´ımismo. Su actitud debe ser: “Voy a hacer el amor contigo. No
hay raz´on para estar impaciente o dudarlo, no cambiar´edeidea”.
De otra forma, a medida que se acerca la hora,´el comenzar´aa
ponerse ansiosamente excitable e impaciente.´El no puede evitarlo
cuando hay alguna posibilidad de hacer el amor. Su miedo subcons-
ciente m´as profundo es que ella cambiar´adeidea, que por alguna
raz´on no llegar´an a hacerlo.
La excitaci´on viene de la anticipaci´on de unfin, en este caso un
orgasmo. Y sin embargo´el tiene a´un que aprender que hacer el amor
no es unfin, no es un orgasmo. Que cuando pueda hacer el amor y
seguir y seguir, t´u, su mujer, estar´as disponible siempre y en cual-
quier momento. ¿Qui´en no est´adisponible para el amor? S´olo aque-
llos que no lo conocen.
As´ıpues, entre tanto, la mujer tiene que disipar conscientemente
la creciente excitaci´on de´el reafirmando su disponibilidad. Es la
presupuesta no-disponibilidad de la mujer lo que excita al hombre y
le hace no tener remedio como amante. Entonces´el la desea en lugar
de amarla, y el deseo pronto desaparece o se cansa, como descubre
toda mujer que alguna vez haya exicitado a un hombre.
Por supuesto, si vuestra relaci´on f´ısica es vieja y gastada, el pro-
blema no ser´aexcitaci´on sino ser capaz de ser nuevo; de estar de
nuevo presente en cada momento cuando vuestros cuerpos se en-
frentan el uno al otro.
Hacer el amor como os lo estoy describiendo os dar´aalosdos
un nuevo enfoque; un nuevo inter´es energ´etico de averiguar si fun-
ciona, y eso ayudar´aamantener vuestro yo habitual fuera y permi-
tir´alaentrada al presente.
No ten´eis que preocuparos de tener ganas de hacer el amor, eso
no es m´as que una disculpa emocional. A los cuerpos les encanta
hacer el amor, el problema est´aconlapartedetiala que “le apetece”
oque“no le apetece”. Es el pensador emocional el que se entromete.
Dej´adselo a los cuerpos y ellos har´an el amor. Manteneos apartados
lo m´as posible.
Al comienzo, especialmente si el hombre sufre de eyaculaci´on
prematura, la mujer ser´aprobablemente la m´as fuerte o sincera de-
bido a su innata falta de excitabilidad sexual. Ella probablemente

36
Haced el Amor
captar´amuypronto el esp´ıritu de lo que estoy tratando de trans-
mitir. Ella debe mantener al hombre recto cuid´andose de que no se
pierda en imaginaciones pues, sin que´el se de cuenta, su mente em-
pezar´aaemitir im´agenes sexuales y er´oticas, o pensamientos, que
no tienen nada que ver con la mujer con la que est´a. Ella debe esfor-
zarse constantemente en mantenerle la temperatura sexual baja.
Pero tambi´en ella, debido a su adquirida emocionalidad masculi-
na, puede perder el equilibrio de repente, especialmente si est´acerca
de su per´ıodo menstrual. Su regla, por sus asociaciones raciales con
su explotaci´on por el hombre por medio de sus hijos, la hace ultra-
defensiva y la hace sospechar del hombre as´ıcomo de s´ımisma. Su
percepci´on femenina est´aacrecentada y como esto entra en conflicto
con su emocionalidad masculina, que est´atratando de proyectarse
hacia afuera en el mundo del hombre, con frecuncia se vuelve con-
fusa e insegura de su papel en estos momentos.
Por su parte´el debe mantenerla recta tambi´en. Debe estar aler-
ta para asegurarse de que ella permanece presente, pero ninguno
debe acusar al otro de ser emotivo, pues esto generar´am´as emotivi-
dad. Si uno sospecha que el otro es emotivo y que no es sincero,´el
oella debe hacerle preguntas al otro, como: ¿qu´esientes ahora? o
¿es esto verdad ahora? Siempre refiri´endose a ahora, no al ayer. Si
ambos responden honestamente y se mantienen presentes, como, se
han comprometido a hacer, el que sea emotivo se ver´aas´ımismo
ser emotivo y al admitirlo sin discusi´on ni justificaci´on, la emoci´on
tender´aadisiparse y el amor quedar´a.
Deb´eis continuar hablando siempre; siempre sobre lo que est´ais
haciendo y sintiendo ahora. No deb´eis enso˜nar, deb´eis mantened
al otro presente, pronto aprender´eis a hacerlo. Confiad el uno en el
otro, o´ıroseluno al otro, no os enfad´eis al o´ıralotrodecir que no
est´ais presentes, resistid el impulso de discutirlo. Escuchad, descu-
brid juntos. No hay nada que defender si sois sinceros.
———
Digamos que ha llegado el momento en el que hab´eis acordado
hacer el amor. Desvest´ıos en la misma habitaci´on con la luz encen-
dida, no hay nada que esconder. No os concentr´eis, el amor es una
cosa seria, pero no es tan serio. Miraos el uno al otro, a los ojos y al
Barry Long
37
cuerpo, sonreid, no pens´eis en lo que vaya a ocurrir o lo que vay´ais a
hacer, Estad all´ıen la habitaci´on juntos ahora. Estad de pie desnudos
yaparte, ved cada uno el cuerpo del otro sin juicios ni pensamien-
tos, presentes en el ahora. Por favor no est´eis cohibidos, aferraos al
amor. Comenzad por am´aos a vosotros mismos y ser vosotros mis-
mos incluidos vuestros defectos.
Si ves que tu pareja est´acohibida, ay´udale, sonr´ıe, ve algo bueno
yverdadero y dilo. Busca la belleza del ser interior que se manifiesta
atrav´es del cuerpo. Est´aah´ı,velo. S´einocente, s´enuevo, no mires
atr´as, s´etumismotalcomo eres ahora.
Estad desnudos tanto psicol´ogicamente como lo est´ais f´ısicamen-
te. Sed vulnerables, no ten´eis nada que perder que no haya sido
perdido hace mucho mucho tiempo.
Mientras est´ais mir´andoos el uno al otro vi´endoos de verdad sin
usar la imaginaci´on ni tratando de saltar desde este momento al
siguiente movimiento, no pod´eis pensar, no pod´eis usar la imagi-
naci´on, la cual, si puede, os proyectar´aahacerle el amor a alguien
diferente o a una vagina o pene imaginarios que no est´arealmente
ah´ı.Entodocaso,¿para qu´elaimaginaci´on? ¿para crear el estado
de´animo? ¿para tener una erecci´on? Rid´ıculo. Eso es un h´abito
emocional en el que todo el mundo se ha metido por falta de amor y
comprensi´on. Es un h´abito dif´ıcil de romper, pero ten´eis que hacer-
lo. Podemos hacerlo juntos si os qued´ais conmigo en el presente.
No necesitas tu imaginaci´on para hacer el amor porque ya est´as
con la cosa real, el hombre o mujer real que va a darte la sensaci´on
de placer m´as deliciosa que puedes tener. En carne y hueso, no s´olo
en la mente.
¿Puedes darte cuenta de c´omo hemos sido todos enga˜nados por
la imaginaci´on, c´omo a trav´es de la historia ni˜nos y adultos han es-
tado haciendo el amor y masturb´andose en la imaginaci´on sin darse
cuenta de que la imaginer´ıa, no la propia acci´on, es un completo
auto-enga˜no y cruel adicci´on? Y debido a que todo el mundo in-
dulge en la misma droga imaginativa, este escapismo falto de amor
se considera normal e incluso necesario sin considerarlo en forma
alguna.
Dejadme anticipar una cuesti´on que surgir´aenmuchosdevoso-
tros, especialmente en los hombres: ¿C´omo se puede uno masturbar
sin imaginaci´on?

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Haced el Amor
T´u, el adulto, no puedes. Cuando cesas de imaginar la mastur-
baci´on se detiene. El h´abito es la imaginaci´on, no la masturbaci´on.
La imaginaci´on excita las emociones y te lleva a masturbarte.
Si tienes que masturbarte (y debido a la emocionalidad masculi-
na la presi´on para hacerlo es intensa, especialmente en el var´on) usa
el menor n´umero de im´agenes posible. No uses caras; nadie le ha
hecho jam´as el amor a una cara excepto en su imaginaci´on. Si eres
un hombre usa solamente la imagen de la parte femenina, reduce
las im´agenes a eso solamente, eso es lo m´as cercano a la realidad.
V´encete a ti mismo en la cabeza no pensando o deseando en horas
normales el sexo opuesto, y el impulso de masturbarse desapare-
cer´agradualmente.
Comienza ahora por abandonar la droga universal de la imagi-
naci´on sexual. S´et´umismo, est´adondeest´as, s´eresponsable. Sin
embargo, no te sientas culpable por masturbarte ni permitas que tus
ni˜nos se sientan culpables. El sentido de culpabilidad distorsiona la
personalidad de ambos, joven y adulto. El error no est´aenelactode
masturbarse sino en la utilizaci´on equivocada de la imaginaci´on, no
s´olo durante el acto, sino —m´as importante— durante el resto del
d´ıadetrabajo, de pensamiento y de relaci´on social.
La compulsi´on de masturbarse es racial, es parte del pasado evo-
lutivo. Es el impulso masculino inconsciente de la especie animal de
la que venimos y que copula mec´anicamente o instintivamente sola-
mente para la reproducci´on. El mono se masturba con un tremendo
desapego y falta de sentido de culpa. A diferencia del hombre, no
puede importarle menos. Eso es porque no puede hacer el amor. Si
el mono tuviera el poder creativo de hacer el amor, se ver´ıaas´ımis-
mo masturb´andose y se sentir´ıadestrozado tambi´en, pero su´unica
opci´on es masturbarse o reproducirse.
El poder de hacer el amor que s´olo el ser humano posee es la
auto-consciencia que le distingue del resto de las especies animales.
Sin embargo, cuando por medio de imaginer´ıasexual usa err´onea-
mente ese poder´unico de imaginaci´on, regresa a su pasado animal,
asuimpulso animal mec´anico, y se masturba y copula sin amor. En-
tonces no es feliz. Hasta que el hombre haya hecho suficiente amor
como para re-situarse sobre la Tierra no podr´aser feliz.
¿Hab´eis perdido las ganas de hacer el amor mientras hablaba?
No realmente, el cuerpo nunca pierde las ganas de hacer el amor.
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Siempre disfrutar´ahaciendo el amor si el monitor, t´u, no interfieres.
Sonre´ıroseluno al otro y abrazaos estando todav´ıadepie.´Este es
el momento en que la imaginaci´on puede empezar: cuando mir´ais
cada uno sobre el hombro del otro o cuando cerr´ais los ojos. Por
tanto nada de cerrar los ojos. Sent´ıos la carne el uno al otro, espalda
ybrazos. No pens´eis, sentid. El hombre puede tocar y acariciar
alamujer; ella puede abrazarle amorosamente y acariciarle, pero
no en los genitales. Ella permanecer´apasiva, responsablemente no
demostrativa. Es el trabajo de´el agradarle y deleitarle a ella. Dar
sin excitarse a s´ımismo, debe concentrarse solamente en agradarle
aella y eso le dar´aplacer sin emotividad.
Est´abien besarse suavemente en los labios y torso, pero no en la
boca toc´andose con la lengua. La lengua puede ser como un pene
emocional. Los amantes se esconden y se pierden a s´ımismos en
tales besos. El amor se hace consciente en la vagina. A´un no est´ais
ah´ıynodebe haber sustitutos. Cuando est´eis all´ıyhay´ais aprendi-
do a estar totalmente presentes all´ı,pod´eis hacer cualquier cosa que
vuestra mutua pasi´on requiera.
De momento manten´eos el uno al otro presentes dici´endoos en
alto lo que sent´ıs. Si sent´ısque se eleva la pasi´on o excitaci´on, de-
cidlo. Poned vuestra atenci´on en el plexo solar, pues ah´ıes donde
empieza la pasi´on antes de rebosar y llegar a los genitales. La mu-
jer probablemente ser´acapaz de sentir el plexo solar antes que el
hombre a quien, en su excitaci´on, es probable que se le escape y que
conecte con la emoci´on en su pene.
Sonreid, haced un chiste si quer´eis. Tal vez sint´ais que hacer el
amor as´ıes tan cl´ınico como hacer una visita al m´edico. Es verdad.
As´ıes como debe ser hasta que os abr´ais paso. Continuad conmigo,
por favor.
Es posible que el hombre no tenga una erecci´on o la haya perdi-
do. Si la ha perdido por la falta de est´ımulo imaginativo es bueno.
Continuando as´ıes menos probable que tenga una eyaculaci´on pre-
matura cuando tenga una erecci´on dentro de ella. O puede haberse
hecho tan dependiente de la imaginaci´on que sin ella no puede te-
ner una erecci´on. Esto es m´as probable si en el pasado hac´ıaelamor
de forma habitual. Recordad que la erecci´on s´olo es necesaria en la
vagina, donde se hace el amor. Por tanto´el no necesita una erecci´on
aestas alturas.

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Haced el Amor
Si tiene una erecci´on total ahora est´asiendo emocional y va ca-
mino de un cl´ımax prematuro, pero no tiene que sentirse descorazo-
nado si la tiene. S´olo tiene que mantener fuera todo est´ımulo imagi-
nativo de forma que su excitaci´on no sea incontrolable cuando entre
en la mujer. Ella debe recordarle continuamente de forma que´el
pueda continuar rompiendo, interrumpiendo la fuerza de su deseo
ymantenga su temperatura sexual bajo control.
Si el hombre pierde o medio pierde su erecci´on, puede permitirse
besarle a ella los pechos y acariciarle los genitales, pero sin penetra-
ci´on de los dedos, en otras palabras, mostrarle el amor en sus manos.
No necesita una erecci´on para sentirse apasionado y amoroso y para
aspirar la fragancia espiritual de la presencia femenina. Mientras´el
la ama de esta forma su pasi´on aumentar´a.
Mientras ella trabaja en mantener la imaginaci´on de´el bajo con-
trol,´el debe mantenerse alerta para ver que ella est´arealmente pre-
sente, especialmente si ella est´agozando de ser acariciada. Deben
continuar hablando siempre sobre lo que cada uno est´asintiendo
ahora. Nada de largos silencios, nada de euforia dichosa que no sea
verbalizada y compartida con el otro. Si la sensaci´on es dulce, be-
lla, agradable, encantadora, cualquiera que sea la palabra adecuada,
ella debe decirlo. El trabajo de´el es amarla d´andole placer y ella
debe responder reconociendo su amor. Sin embargo, ella debe tener
cuidado en no s´olo observar la sensaci´on que est´asintiendo, debe
tratar deserla sensaci´on, llevar su consciencia a aquella parte de su
cuerpo donde est´aelplacer.
Al llegar a este punto, sin nada de juego amoroso o reducido al
m´ınimo o s´olo ocasional, los dos deb´eis echaros juntos y el hombre
debe entrar en ella gentilmente y amorosamente. La idea de m´ınimo
onadadejuego amoroso antes de entrar es haceros daros cuenta,
como una nueva experiencia consciente de que el pene y la vagina
juntos, nada m´as, es lo que hacen el amor. Cualquier cosa que no sea
eso es imaginaci´on y es evitar la responsabilidad de amor ahora.
´Esta es la extraordinaria simple verdad que el hombre y la mu-
jer han olvidado. Y muestran que la han olvidado dej´andose llevar
continuamente por sustitutos imaginativos del amor que nunca fun-
cionan. No importa cu´antas deliciosas historias de amor leas o escu-
ches, o cu´antas pel´ıculas er´oticas veas o cu´anto juego amoroso hagas
cada vez previamente a hacer el amor, la magia y romance entre t´uy
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tu amante inevitablemente se desvanece porque todos esos substitu-
tos del amor embotan la percepci´on y te impiden estar con y encarar
la simple verdad, la realidad del amor ahora.
Permitidme deciros muy brevemente c´omo se origin´oeljuego
amoroso f´ısico y ver´eis que est´arelacionado con el comienzo de la
imaginaci´on sobre la Tierra y no tiene nada que ver con el amor o
con hacer el amor.
Los juegos amorosos se desarrollaron en la especie —como pue-
de verse en los juegos de apareamiento de las criaturas de la natura-
leza— mucho antes de que el hombre creativo apareciera sobre la
Tierra. Eran el medio que us´olanaturaleza para introducir el primer
vestigio de imaginaci´on en el cerebro animal, que se estaba desarro-
llando y que eventualmente iba a evolucionar para llegar al cerebro
humano: vuestro cerebro.
Los juegos de apareamiento de las criaturas de la naturaleza, que
a´un pod´eis experimentar en vuestro cuerpo hoy d´ıa, causaron senti-
mientos placenteros extensivos en las criaturas inconscientes primi-
tivas sin que hicieran realmente nada de amor, y la constante presi´on
de aumentar la consciencia de aquella sensaci´on lleg´oaproducir a
su debido tiempo los primeros signos de actividad mental o imagi-
naci´on en el cerebro.
Pero el hombre, que entr´oenelcuerpo f´ısico o cerebro prepara-
do para´el por la evoluci´on hace aproximadamente doce mil a˜nos, es
un ser espiritual o creativo por propio derecho. No tiene necesidad
de la imaginaci´on animal basada en su ser m´as bajo o en los juegos
sexuales que es parte del pasado hist´orico del cerebro. Todo lo que´el
necesitaba era el soberbio instrumentofinal —el cerebro humano—
para permitirle existir y estar presente.
Al principio no ten´ıaninguna dificultad en resistir los juegos ins-
tintivos del cerebro jugando a la imaginaci´on ni en traer a la tierra el
nuevo orden de amor espiritual y presencia divina entre el hombre
ylamujer. Pero, gradualmente, con la acumulaci´on del tiempo co-
mo he descrito,´el y ella revirtieron m´as y m´as a los juegos sexuales
primitivos y olvidaron c´omo amar.
La verdad es —y si puedes verla ser´aunmomentopoderosoen
tu vida— que para un hombre o mujer que son ellos mismos, todo el
flirteo social normal y el apasionado besuqueo privado previo a ha-
cer el amor son una forma de evitar el tomar responsabilidad directa

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Haced el Amor
del amor ahora.
Para nosotros, pero no para los animales que no pueden tener
mayor comprensi´on, tales juegos amorosos son como tener que to-
mar un fuerte whisky, una dosis del licor inapropiado, para intentar
elevar nuestro coraje o una droga para ayudarnos a olvidar lo que
estamos haciendo. Porque no estamos preparados para ser nosotros
mismos, para encarar la realiadad de que el amor se hace ahora, no
en alg´un momento futuro.
As´ı,como suele ocurrir en el mundo creado por el hombre, lo
contrario de lo que es aceptado en la pr´actica es la verdad. El mun-
do juega y no hace el amor. La verdad es: haz el amor y no juegues.
Mientras os acerc´ais el uno al otro ahora quiero que est´eis emo-
cionalmente desapegados, esto es, desapegados del viejo cerebro, el
pasado, pero presentes en el amor. Conscientes, pacientes, conside-
rados, generosos y capaces de ver el lado gracioso en caso de que
eso se os ocurra.
Si el hombre no tiene una erecci´on completa, quiz´as haya que
ayudarle a entrar en la vagina, pero, si es posible, la mujer debe evi-
tar estimularle con caricias. Si hay suficiente amor entre vosotros
dos,´el tendr´asuficiente erecci´on como para entrar. Puede ser que
´el tenga que yacer all´ıcontra ella hasta que venga el amor. No se le
puede dar prisa ni forzarlo. Lo mismo es verdad cuando el hombre
es aparentemente impotente; simplemente no hay suficiente amor
presente y ambos deb´eis esperar con paciencia o levantaos e inten-
tarlo m´as tarde o al d´ıasiguiente. Est´ais cambiando al amor como el
poder gu´ıaydeb´eis tener fe en´el.
Tan prontocomoelamor fluye entre vosotros mientras yac´eis
cara a cara, el pene se mover´adeprontocomo algo vivo y se exten-
der´ahacia la vagina. Esto os asombrar´a, particularmente al propio
hombre, y empezar´eis a entender el maravilloso poder e inteligencia
con la que est´ais a punto de conectar.
Una vez dentro el pene llegar´aalaerecci´on total y el hombre
ver´apors´ımismo que el pene, supuesta la presencia y amor en am-
bas partes, siempre se pondr´aerectoenlavaginasin la necesidad
de est´ımulo previo. Entonces, en futuras ocasiones, a medida que
los dos persever´ais en esta forma, deber´eis ser capaces de hacer el
amor durante per´ıodos m´as y m´as largos para vuestro mutuo amor
ydelicia.
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Pero al entrar ahora —y en el futuro—´el debe estar prepara-
do para la aparici´on de la emocionalidad masculina de ella. Esto
le har´aeyacular, a veces para su asombro y confusi´on, con el pe-
ne s´olo parcialmente erecto. Cuanto m´as aprenda ella a permanecer
presente y a estar unida con lo conciencia o placer en su vagina, tan-
to menos la liberaci´on de esta energ´ıaser´aunobst´aculo para´el.
Durante la penetraci´on no se debe forzar nada. Suavefirmeza
es el camino del amor. Despu´es de hacer el amor consistentemente
en esta forma, la vagina devendr´am´as sensitivamente receptiva sin
necesidad de necesitar est´ımulo externo. S´olo la tensi´on emocional
hace a la vagina resistente o no lista para el amor. A medida que la
tensi´on emocional se reduce —lo que significa que la consciencia o
sensitividad de la vagina ir´aenaumento—, aumentar´aelgocedela
mujer al hacer el amor. Al mismo tiempo el hombre, a medida que
deja atr´as la dependencia emocional, crecer´aenpresencia y empe-
zar´aasentir que una nueva sensaci´on de mando y autoridad entran
en su vida.
Si el hombre tiene una erecci´on completa antes de entrar est´asien-
do emocional. esto es normal hoy d´ıa, pero significa que tiene que
estar muy alerta y quieto mientras entra, de otra forma eyacular´a.
Un pene erecto fuera de la vagina tiene una voluntad emocional pro-
pia. Dentro de la vagina esa voluntad, que es realmente deseo, pue-
de capacitar al hombre para suprimir el cl´ımax por varios minutos.
Pero como la supresi´on no es amor, el acto del amor no ser´asatisfac-
torio a ninguno de los dos a menos que sea una de esas veces en que
todo encaja bien.
´El debe entrar en ella despacio. Mientras lo hace debe ser uno
con lasensaci´on en su pene, esto es, debe sentir lo que su pene sien-
te en cada momento y no s´olo la presi´on de su propio deseo. Tiene
que aprender a conocer la diferencia, tiene que llevar su consciencia
all´aabajoensupene, donde se est´ahaciendo el amor, y fuera de su
cabeza. No debe permitirle a su mente moverse, debe permanecer
presente sin imaginarse d´onde est´asupene. Su pene no tiene ima-
ginaci´on, s´olo la sensaci´on de lo que es donde est´a.´El debe ser esa
sensaci´on, esa consciencia ultra sensitiva que responde en perfecta
armon´ıaalas necesidades energ´eticas de la consciencia vaginal. Un
s´olo pensamiento sobre d´onde est´asupene y es probable que eya-
cule.

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Haced el Amor
En el momento en que´el sienta que no puede evitar la eyacu-
laci´on es el momento en que s´ıpuede. No debe creer ese primer
sentimiento de la inevitabilidad del orgasmo y abandonarse a´el. Es
un truco de la emoci´on reprimida queriendo ser liberada, que es par-
te del viejo impulso animal a masturbarse o reproducirse. Cuando
llega esa sensaci´on´el debe detener todo movimiento, quedarse com-
pletamente quieto o salir inmediatamente.´El descubrir´aloquees
mejor para s´ı.Nodebedejarse vencer por la sensaci´on. Esta frac-
ci´on de segundo es crucial pues marca el punto donde puede usar
su autoridad creativa espiritual o presencia como hombre y resistir
odisipar la emoci´on instintiva animal.
Repito:´el no debe ir con la inevitabilidad, no debe creer que
no debe parar. Porque puede. S´olo en el instante siguiente es el
orgasmo inevitable.
Al penetrar a la mujer con una erecci´on, debe penetrar tanto co-
mo le sea posible y yacer quieto. Debe permitirle a su pene sentirla,
absorber la energ´ıadelavagina.´Esta informar´aalpenedelo que
tiene que hacer, de lo que es necesario.´El debe responder solamente
asupene, no a lo que ha aprendido, o´ıdo o recuerda. Debe dejar
fuera el pasado y toda la experiencia pasada como pensamiento; de-
be ser tan nuevo como el propio momento. Entonces el pene har´asu
divino trabajo.
Ella no debe hacer ning´un movimiento con su cuerpo que haya
aprendido de otros amantes o que haya adquirido a trav´es de la lec-
tura o de ver pel´ıculas. Todo movimiento debe dej´arselo a su cuerpo
incluso si eso significa ausencia total de movimiento.
Al principio puede no ser f´acil para ella separar los dos. Las con-
torsiones corporales contrahechas haciendo falsos signos de placer
yparticipaci´on o los puros e imperceptibles movimientos naturales
de su cuerpo bajo el control de la consciencia vaginal. M´as tarde
el cuerpo se mover´aapasionadamente, pero no necesariamente de-
mostrativamente, por s´ımismo. Pero para empezar, todos los extre-
mos de movimiento y en particular cualquier asertividad o agresi´on
de tinte varonil son sospechosos y tiene que ser abandonados.
Ella debe recordar que el amor en la mujer no es una proyecci´on,
es un movimiento quefluye reposado, dulce, natural. Contraer los
m´usculos vaginales es un buen truco que seguramente entretendr´aa
un pene emocional, pero no es amor.
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La pareja debe continuar manteniendo un di´alogo sobre lo que
est´an sintiendo, cada uno diciendo lo hermoso que es y cu´anto les
gusta hacer el amor, si eso es la verdad. Hacer el amor es hermoso
yatodoelmundo les gusta cuando la vagina y el pene se hacen
sinceros y libres.
En lugar de tener prisa de moverse hacia adelante y hacia atr´as,
el hombre debe tratar de permanecer cerca de la parte m´as alta de
la vagina. La vagina es una cavidad el´astica llena de tensi´on ocul-
ta y, cada vez, la cabeza del pene debe abrirla tomando la tensi´on
yemoci´on residual de toda la zona superior e inferior mediante un
movimiento lateral tan amplio como le sea posible. A medida que el
hombre se hace m´as presente y sexualmente tranquilo, la cabeza del
pene act´ua como un im´an altamente sensitivizado. Primero recoge
las tensiones vaginales, supuesto que ella ha aprendido a ser ella
misma y a no proyectarlas m´as como actividad innecesaria, emo-
cionalismo y personalidad. Entonces el pene empieza a recoger sus
energ´ıas divinas. Cuando las energ´ıas divinas han sido recogidas,
el prop´osito de hacer el amor ha sido servido y el hombre puede
perder su erecci´on dentro de la vagina sin tener un orgasmo.
La necesidad de controlar la tasa de nacimientos en el plane-
ta surgi´osolamente porque el hombre perdi´oelcontrolsexualde
s´ımismo liberando esperma incluso cuando ten´ıauna erecci´on fue-
ra de la vagina y eyaculando dentro como costumbre.
Cuando el tiempo y el mundo eran muy j´ovenes y el hombre y
la mujer hac´ıan el amor conscientemente como los dioses que son,
estar presente en un cuerpo sobre la Tierra era un gran privilegio
ylapoblaci´on, debido a la responsabilidad del hombre para con el
amor o mujer, se manten´ıamuypeque˜na. El hombre eyaculaba al
hacer el amor, pero lo hac´ıamuy raramente y s´olo en elmomento
determinado por la divina inteligencia, el propio amor, con la que
estaba unido.
Hoy d´ıa, mediante un amor correcto y convirti´endose enelsen-
timiento que hay en la vagina o el pene y no tratando de aferrarse
auna identidad distinta reservada que es uno mismo, el hombre o
mujer entrar´aasu debido tiempo en la consciencia del amor que
yace tras la parte del cerebro que controla los genitales. Aqu´ılos
dos polos del amor sobre la Tierra, el masculino y el femenino, se
unen en la magia de la consciencia, la divina presencia de su mutua

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Haced el Amor
divinidad.
El Amor o Dios nunca puede ser el tema de un ejerciciofilos´ofico.
El Amor o Dios es demasiado real. El Amor o Dios vive y est´aac-
tuando ahora, no especulando sobre ello, no pensando sobre ello.
Conf´ıonohaber sidofilos´ofico sino real y haber ido al grano de for-
ma que Dios y el amor sean verdaderamente servidos en vuestra
comprensi´on, no s´olo cuando est´ais haciendo el amor sino ahora,
cuando ten´eis la oportunidad de ser todo el amor que jam´as hay´ais
hecho, pues ahora es cada momento.
Permitidme terminar refiri´endome al romance. El romance no es
algo que pasa, no es una caja de chocolates, ni celebraciones de ani-
versarios, dulces palabras recordadas, cosas bonitas, cartas de amor
otardes hermosas juntos.´Esos son parte del romance de vivir, as´ıco-
mo es la muerte, que lo estropea todo. No puedes tener lo bueno sin
el shok horrible en el romance de vivir.
El verdadero romance es el mito de la vida, la estupenda aven-
tura del hombre y la mujer juntos descubriendo mediante el amor
—cada uno mediante el otro— que no hay muerte, no hayfinala
vida o al amor que no aguante o tema.
Gracias por vuestra presencia. En el amor os dejo.
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