Como los ingleses eran los más activos en los primeros años de esta disciplina, predominan en el léxico
geológico los nombres ingleses. Devónico procede, claro, del condado inglés de Devon. Cámbrico, del
nombre romano de Gales, mientras que Ordovícico y Silúrico recuerdan antiguas tribus galesas, los ordovíces
y los silures. Pero, con el aumento de las prospecciones geológicas en otros lugares, empezaron a aparecer
nombres de todas partes. El Jurásico alude a las montañas del Jura, en la frontera entre Francia y Suiza. El
Pérmico procede de la antigua provincia rusa de Perm en los montes Urales. Debemos el Cretácico (de la
palabra latina que significa greda) a un geólogo belga que tenía el elegante y brioso nombre de J. J.
D'Omalius d'Halloy.24
La historia geológica se dividió en principio en cuatro periodos de tiempo: primario, secundario, terciario
y cuaternario. El sistema era demasiado simple para durar, y los geólogos no tardaron en aportar divisiones
adicionales, eliminando al mismo tiempo otras. Primario y secundario cayeron en desuso, mientras que
algunos desecharon el cuaternario y otros, sin embargo, lo conservaron. Hoy sólo se mantiene el terciario
como denominación común en todas partes, aunque ya no representa un tercer periodo de nada.
Lyell introdujo en sus Principios de geología unidades adicionales, conocidas como épocas o series, para
cubrir el periodo transcurrido desde la época de los dinosaurios, entre ellos el Pleistoceno («lo más reciente»),
Plioceno («algo menos reciente»), Mioceno («moderadamente reciente») y Oligoceno («sólo un poco
reciente»> de una vaguedad muy atractiva. Se propuso en un primer momento utilizar para sus terminación
«síncrono», 25 componiendo designaciones tan crujientes con Meiosincrono y Pleiosincrono. El reverendo
William Whewell, un hombre influyente, se opuso a esas denominaciones por razones etimológicas y propuso
en su lugar una terminación «-eo», que producía Meione, Pleioneo, y así sucesivamente. El sufijo «-ceno»
fue, por tanto, una especie de solución de compromiso.
En la actualidad, y hablando en términos muy generales, el tiempo geológico se divide primero en cuatro
grandes periodos o eras: Precánbrico, Paleozoico (del griego, «vida antigua»), Mesozoico («vida media» y
Zenozoico («vida reciente»). Estas cuatro eras se dividen a su vez, según quién lo haga, en un número de
subgrupos que van de 12 a 20, que suelen llamarse periodos, aunque a veces se llaman también sistema. Casi
todos ellos son además razonablemente bien conocidos: Cretácico, Jurásico, Triásico, Silúrico, etcétera.
Luego vienen las épocas de Lyell (Pleistoceno, Mioceno...), que 5 aplican sólo a los 65 millones de años
más recientes, aunque paleontológicamente muy activos. Y, por último, tenemos una masa de subdivisiones
pormenorizadas llamadas etapas o eras. La mayoría de ellas está bautizada -casi siempre torpemente- con
nombres de lugares: Illinoiense, Desmoinesiense, Croixeiense, Kimmerridgiense, etcétera, etcétera. Según
John McPhee, su número es de «decenas y decenas».26 Por suerte, a menos que elijas la geología como
carrera, es improbable que vuelvas a oírlos mencionar.
El hecho de que las etapas o eras reciban distinto nombre en Norteamérica que en Europa y que sólo
suelan coincidir vagamente en el tiempo, viene a complicar todavía más las cosas. Así, por ejemplo, el peno
do norteamericano Cincinnateiense, coincide en general con el periodo Ashgiliense europeo, pero tiene
además una minúscula parte del periodo Daradociano, que es anterior.
• Nosotros no haremos ningún examen, pero, sí alguna vez necesitas memorizarlos te iría bien recordar el consejo de John
Wilford de concebir las eras (Precámbrico, Paleozoico, Mesozoico y Zenozoico) como las estaciones del año y los períodos
(Pérmico, Triásito, Jurásico, etcétera) como los meses. (N. del A.)
Por otra parte, todo esto cambia de un libro de texto a otro y de una persona a otra, de modo que algunas
autoridades hablan de siete épocas recientes, mientras que otras se conforman con cuatro. En algunos libros
encontrarás también el Terciario y el Cuaternario eliminados y sustituidos por periodos de diversa duración
denominados Paleogeno y Neogeno. Otros dividen el Precámbrico en dos eras: la muy antigua, o Arqueana, y
la más reciente, o Proterozoica. A veces verás también el término Fanerozoico, empleado para describir el
periodo que abarca las eras Zenozoica, Mesozoica y Paleozoica.
Además, todo esto se aplica únicamente a unidades de tiempo. Las rocas se dividen en unidades
completamente independientes 27 llamadas sistemas, series y etapas. También se establece una distinción
entre temprano y tardío (refiriéndose al tiempo) y superior e inferior (refiriéndose a las capas de roca). Todo
esto puede resultar muy confuso para el no especialista, pero para un geólogo pueden ser cuestiones
apasionantes. «He visto a algunos hombres mayores ponerse rojos de cólera 28 por ese milisegundo
metafórico de la historia de la vida»9 ha escrito el paleontólogo británico Richard Fortey, refiriéndose a una
prolongada disputa del siglo XX sobre dónde se sitúa el límite entre el Cámbrico y el Ordovícico.
Hoy podemos al menos introducir en el asunto algunas técnicas de datación más precisas. Durante la
mayor parte del siglo XIX, los geólogos sólo podían basarse en las conjeturas más probables. Lo más irritante