14 DE JULIO 2025
DADOR DE VIDA
Texto Bíblico: romanos 8: 11.
BOSQUEJO
N° 24
Presentarnos ante
Dios
3 min.
Adoración y Alabanza
7 min.
5 min.
20 min.
PROVERBIOS 11:25 5
min.
Introducción: En la vida cotidiana hay fuerzas que agotan: el cansancio, el pecado, las decepciones,
entre otras. A veces sentimos que el alma se nos marchita y que el cuerpo no da más. Pero hay una
verdad que lo cambia todo: el Espíritu Santo no solo está con nosotros, sino que vive en nosotros para
darnos vida. No cualquier vida, sino la misma vida con la que resucitó a Jesús de entre los muertos. Hoy
descubriremos que no caminamos en derrota, porque el Espíritu es nuestro dador de vida.
Contexto del Texto: Romanos 8 es uno de los capítulos más poderosos de toda la Escritura. Pablo
contrasta la vida según la carne con la vida según el Espíritu. Habla de una nueva condición en Cristo,
donde ya no hay condenación, porque hemos sido hechos hijos de Dios. En este contexto, el versículo
11 nos presenta la esperanza central del Evangelio: la resurrección de Cristo no fue un evento aislado,
fue el anticipo de la vida nueva que el Espíritu Santo trae a todos los creyentes.
Exposición del Texto: ¿Qué significa que el Espíritu Santo es nuestro Dador de Vida?
1. EL ESPÍRITU SANTO DIO VIDA A JESÚS LEVANTANDOLO DE LA TUMBA (v11a).
“El Espíritu de Aquel que levantó a Jesús de entre los muertos…” La resurrección de Jesús fue una obra
trinitaria, pero aquí Pablo enfoca en el rol del Espíritu: Él fue quien venció la muerte y levantó al Hijo.
No fue una reanimación, fue una transformación gloriosa. Ese mismo Espíritu que sopló vida en el
sepulcro de Jesús, hoy habita en ti. Es una afirmación rotunda: el Espíritu tiene poder sobre la muerte.
2. EL ESPÍRITU SANTO DA VIDA ESPIRITUAL EN NUESTRO CUERPO MORTAL
(v.11b). “...también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes.”.
Aquí Pablo no se refiere solo a la resurrección futura, sino a una vivificación presente. El cuerpo mortal
representa nuestra debilidad, nuestras tentaciones, nuestras limitaciones humanas. El Espíritu no nos
abandona en esta lucha: nos fortalece, nos vivifica, nos transforma desde dentro. Es como si cada día, el
Espíritu nos diera una dosis de resurrección para vencer lo que antes nos dominaba.
3. EL ESPÍRITU SANTO DA VIDA ETERNA PORQUE VIVE EN NOSOTROS (v.11c).
“...por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.” El verbo clave es “vive”, el Espíritu no visita, habita.
No está de paso, permanece; Y donde el Espíritu vive, la vida de Dios fluye. Esto no es poesía espiritual,
es realidad: si el Espíritu vive en ti, no estás destinado a la derrota, sino a la vida abundante y poderosa
en Cristo.
Aplicación: ¿Estás viviendo como alguien lleno de vida o solo sobrevives? ¿Te sientes sin fuerza,
apagado, como si la fe se marchitara? El Espíritu que levantó a Jesús está en ti. Él no solo te acompaña,
te vivifica. Hoy puedes levantarte con poder, renunciar al pecado, vencer el cansancio espiritual, y vivir
con esperanza. No vivas como si el sepulcro te hablara más fuerte que el Espíritu. Vive como alguien
resucitado en Cristo.
Conclusión: El Espíritu Santo no es solo una promesa futura. Es una presencia viva que nos llena hoy,
nos levanta hoy y nos transforma hoy. Él venció la tumba y ahora habita en ti. No hay excusa para vivir
apagados, porque el Dador de Vida está dentro de ti. Levántate, Respira gracia y Vive en plenitud.
Preguntas de reflexión. ¿Estás permitiendo que el Espíritu vivifique tu vida diaria o solo crees en
Él para el futuro? ¿Qué áreas de tu vida necesitan hoy una resurrección?
“Donde vive el Espíritu de Dios, no hay espacio para la muerte.