Greta Erdtmann, secretaria administrativa, que me proporcionó aislamiento
cuando lo necesité.
Betty Milliner, cuyo, trabajo fue perfecto.
Detrás de este equipo hubo el grupo de los que se preocuparon y nos estimularon
en los días de oscuridad y de duda:
Helen Clarke, Herbert Thiel, Dora Kline Valentine, Gene Brong, Lloyd Wells,
Frank McCormick, Robert Magce, Hugo Clarke, Gilbert Clarke, Harry Valentine,
Edward y Dorothy Cassard, el general Arthur Kemp, Hannah Cooke, Frank Cliffe,
Chatham Wheat, Antony Flores, Timble Brown, el ayudante general de Pesilvania
Thomas R. White (Jr.), Edward y Pat O’Donnell, Theodore Donahue, Harols
McCuen, John y Mary Begley, Claude Cheek, Martin Palmer, Signe Brunnstromm,
Agnes Seymour, Betty Marsh, doctor Walter MacKinney, Judge Summerill, George
Leyrer, Raymondd Schwart, Rañph Rosenberg, Charlotte Kornbluh, Alan EMLEN,
David Taylor, Brooke Simeox, William Reimer, Emily Abell, Doris Magee, Joseph
Barnes, Norma Hoffman, Tom y Sydney Carroll, Bea Lipp, Miles y Stuart Valentine,
Morton Berman, John Gurt y muchos otros.
La Junta Medica Consultiva, como un solo hombre, ha apoyado este trabajo, y los
médicos mencionados a continuación han contribuido así mismo con todas sus
fuerzas a que se culminara:
Doctor Thaine Billingsley, doctor Charles DcLone, doctor Paul Dunn, doctor
David Lozow, doctor Willíam Ober, doctor Robert Tentler, doctor Myron Segal y
doctor Richard Darnell.
Agradezco también a mis hijos Bruce, Janet y Douglas su contribución a este
libro, tanto materialmente como por su inspiración.
Y a Robert Loomis, mi editor, que ha tratado conmigo con el mayor tacto y la
mayor, paciencia.
Por último, quiero expresar mi gratitud a los niños, magníficos profesores, que me
han enseñado muchas cosas; en particular, Tommy Lunski y Walter Rice.
www.lectulandia.com - Página 97