podía exponerse como la geometría. El procedimiento —el método de
exposición y prueba— que funciona en matemáticas no es aplicable a
todos los campos del conocimiento. De todos modos, para el objetivo que
perseguimos bastará con señalar lo que es común a todo tipo de
exposición. Toda rama del conocimiento tiene su propio vocabulario
técnico. Euclides deja bien claro el suyo desde el principio, y lo mismo se
puede decir de cualquier autor, como Galileo o Newton, que escriben al
modo geométrico. En obras escritas de otra manera, o pertenecientes a
otros campos, el lector debe descubrir el vocabulario técnico.
Si el autor no destaca las palabras, el lector puede localizarlas si posee
ciertos conocimientos sobre el tema antes de iniciar la lectura. Si sabe algo
de biología o de economía antes de empezar a leer a Darwin o a Adam
Smith, sin duda contará con ciertas pistas para distinguir las palabras
técnicas. En esto pueden ayudarnos las normas para analizar la estructura
de un libro. Si el lector sabe a qué categoría pertenece, sobre qué trata en
conjunto y cuáles son sus partes principales, le servirá de gran ayuda
separar el vocabulario técnico de las palabras corrientes. El título del autor,
el encabezamiento de los capítulos y el prólogo pueden resultar útiles a
este respecto.
A partir de lo anterior sabemos, por ejemplo, que «riqueza» es un
vocablo técnico para Adam Smith, al igual que «especies» para Darwin.
Como una palabra técnica conduce a otra, sin darnos cuenta descubriremos
las demás de forma parecida. Al cabo de poco tiempo, podremos
confeccionar una lista con las palabras importantes que emplea Adam
Smith: trabajo, capital, tierra, salarios, beneficios, rentas, productos,
precios, intercambio, productivo, improductivo, dinero, etc. Y a
continuación consignamos algunas de las que encontraremos en Darwin:
variedad, género, selección, supervivencia, adaptación, híbrido, mejor
dotado, creación.
Cuando una rama del conocimiento tiene un vocabulario técnico bien
establecido, la tarea de localizar las palabras importantes de una obra que
trate sobre ese tema resulta relativamente fácil. Pueden descubrirse
positivamente si se sabe algo sobre el tema, o negativamente sabiendo qué
palabras deben ser técnicas, porque no son de uso corriente. Por desgracia,
hay muchos campos en los que no existe un vocabulario técnico bien
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