c1.hu1.p2.p7.La vida buena y el mal.pptx

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Humanidades 1


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Humanidades 1 Progresión 7 1er. Cuatrimestre Profr. Martín Ramírez Ortiz LA VIDA BUENA Y EL MAL

Teorías tradicionales sobre el mal La reflexión sobre qué es el mal y la forma en que nace es tan antigua como la filosofía misma. Durante la Edad Media cobraron especial fuerza a las teorías que aún intentan reconciliar a la existencia del mal en el mundo con la existencia de un ser divino omnipotente, omnisciente y completamente bueno . Se afirmaba que el mal es la ausencia del bien.

Teorías tradicionales sobre el mal De acuerdo con Kant , tenemos una voluntad moralmente buena si escogemos acciones rectas sólo porque son buenas. En cualquier otro caso nuestra voluntad es mala. Sostiene que existen grados de maldad o corrupción: La fragilidad . Alguien de voluntad frágil quiere hacer acciones buenas por el hecho de que son correctas, pero su debilidad se lo impide . La impureza . Personas con voluntad impura se proponen hacer acciones moralmente correctas no sólo porque son buenas, sino también por otros motivos; por ejemplo, para beneficio propio , como el obtener ganancias. La perversidad o malicia . El individuo, en vez de darle a la ley moral la mayor importancia, se la otorga a su interés personal . Una crítica que se le ha hecho a Kant es que no reconoce el hecho de que una persona sea mala y hasta qué grado .

Crítica a la noción de maldad El concepto de maldad ha sido criticado porque no explica lo que pretende, es decir, no nos sirve para caracterizar cierto tipo de acciones. O bien, el usarlo tiene consecuencias peligrosas. Nietzsche argumentó que hay que abandonar este término porque no describe la realidad moral, sino que es empleado para demonizar a los enemigos: darles una nota negativa. Afirma que el concepto malo nace de las emociones negativas, como el odio o resentimiento y la pasión malsana de la envidia. Recomendaba evitar los juicios desde lo bueno y lo malo. Sin embargo, quienes defienden el concepto del mal, argumentan que nos permite capturar, como ningún otro término lo hace, el significado moral de actos y caracteres como la tortura, los asesinatos seriales o la figura de Hitler.

La maldad extrema Hannah Arendt (1906-1975) dio el nombre de mal radical al exterminio de personas en los campos de concentración del nazismo, denotando una nueva forma de maldad que no puede capturarse mediante otros conceptos morales. Una característica más del mal radical es que detrás de estos actos no hay motivos que logremos entender, sino que se llevan a cabo, entre otros propósitos, para reforzar el control totalitario y la idea de que todo es posible. Un ejemplo son las purgas que realizó Joseph Stalin en la Unión Soviética para asegurar el control del país.

Maldad moral y actos simplemente indebidos Todd Calder señala que algunas teorías contemporáneas han buscado diferenciar los actos en extremo inmorales, o malvados , de los meramente indebidos . Se ha dicho, por ejemplo, que en los primeros el perpetrador disfruta al hacerlos y busca conscientemente provocar un daño. Respecto a los motivos de las acciones, afirma Calder, se ha sostenido, por una parte, que esto no importa al definir una acción malévola. Quienes así se comportan quieren infligir daño, sea por placer o por el deseo de hacer lo que está mal. Otra idea es que quienes realizan estos actos no tienen las barreras psicológicas que a todos los humanos refrenan.

Maldad moral y actos simplemente indebidos Stanley Milgram (1933-1984) hizo algunos estudios para mostrar que la mayoría de las personas estaría dispuesta a llevar a cabo acciones intolerables (específicamente: administrar descargas eléctricas potencialmente letales a personas inocentes) bajo condiciones experimentales. De acuerdo con el autor, sus investigaciones sugieren que la mayoría de los seres humanos estaríamos dispuestos a realizar acciones crueles bajo la influencia, manipulación o presión de alguna figura de autoridad . Séneca pensaba que la maldad es producto de la falta de libertad , que una persona libre es capaz de distinguir entre lo moralmente correcto e incorrecto. Esta ausencia de libertad que nos hace siervos quizá puede deberse al hecho de que tengamos un carácter débil.

El mal situacional Phillip Zimbardo (1933) propone que la maldad no es atribuible a la persona en sí misma, sino que todos tenemos la posibilidad de actuar haciendo daño a otros . Podemos abusar de nuestra posición de poder o de ventaja cuando se dan determinadas condiciones en una situación y en el sistema social, tales como la falta de supervisión, el anonimato, la despersonalización (“no soy yo, es el puesto, sólo sigo órdenes”) y la impunidad. La propuesta de Zimbardo es que las actuaciones que llamamos malas pueden ser facilitadas por el sistema social, pero también ser inhibidas por este . Cuando las reglas de funcionamiento de la sociedad otorgan el poder o las ventajas económicas o políticas a un grupo de personas, excluyendo al mismo tiempo a otras, se crean las condiciones para que surjan situaciones de abuso.

El mal situacional ¿Cómo evitar los abusos? Una forma es esperando que quienes están en la posición de poder sean personas buenas , esto es, honradas, justas, incorruptibles. Otra forma es desmantelando las reglas sistemáticas que permiten el abuso : dando a conocer quiénes son los encargados, y estableciendo una instancia ante la cual se puedan presentar quejas por las decisiones insatisfactorias y ante la cual estén obligadas a responder, y relacionando la calidad de sus acciones a premios o castigos, o sea, que si actúan incorrectamente puedan ser castigados.

Lo que conozco de mí La filosofía estoica consideraba que la conducta correcta resulta del conocimiento de uno mismo , más que del esfuerzo por cambiar las circunstancias externas. Marco Aurelio hablaba de las virtudes tales como: sencillez, justicia, piedad, benevolencia, afabilidad, cumplimiento del deber . Con ellas se recupera en la conciencia un universo de significados precisos que orientan la conducta, a modo de reforzadores, manteniendo viva la vigilancia reflexiva.

La experiencia de las situaciones Gastón Bachelard (1884-1962) utiliza como herramienta principal de estudio el método fenomenológico. La fenomenología es una metodología y actitud filosófica que busca captar toda la riqueza contenida en una experiencia en sí misma, no en relación con otras experiencias, teorías o hipótesis. Fue utilizado para captar el modo en que las cualidades de los objetos nos afectan inmediatamente sin pasar por un análisis racional ni reflexivo. Para explicarlo, pone el ejemplo de la casa , de la cual podemos decir de qué materiales está hecha, cuánto mide, qué mobiliario hay, que son todas condiciones materiales; pero eso no nos transmite lo que se siente estar allí, la seguridad o inseguridad, las emociones proyectadas en ese lugar por las personas, lo que ahí se vive o se puede vivir.

La vida buena y la mala vida Los filósofos de la antigüedad griega y romana asociaban la vida buena con el desarrollo del carácter personal a través de las virtudes, lo que implica trabajar sobre uno mismo para convertirse en una persona persistente, moderada, justa y prudente . Si nos atenemos a esta idea, podríamos pensar que podemos convertirnos en buenas personas, independientemente de las circunstancias que nos rodean. Sin embargo, cabe plantearse la pregunta que ya se hacía Teodoro W. Adorno respecto a las posibilidades que tiene la persona de llevar una vida buena para sí misma, en lo individual, en un mundo marcado por la desigualdad, la pobreza y la explotación.

La vida buena y la mala vida De acuerdo con la ONU, aproximadamente 10% de la población mundial vive en extrema pobreza . Y esta existe cuando el ingreso de una familia es menor a 2.15 USD estadounidenses por día. En México 13.9% de la población rural y 12.8% de la urbana no logran cubrir el costo de la canasta básica , que incluye los productos y servicios que se consideran esenciales para la subsistencia de una familia. Según Oxfam (Organización humanitaria que combate la pobreza) el 1% de la población más rica en el mundo ha acaparado en los últimos años poco menos de dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde 2020 .

La vida buena y la mala vida Para quienes se encuentran entre los más pobres, parece que la buena vida es una frase sin sentido a la que no tienen posibilidades de aspirar, pues la violencia sistemática que padecen los mantiene en un permanente estado de exclusión y sin posibilidades de superar su condición. Para ellos, lo único que queda es llevar una mala vida. Tendríamos que preguntarnos si es verdad que podemos construirnos como buenas personas con independencia de lo que pasa a nuestro alrededor y de las condiciones en las que se encuentran quienes comparten el mundo con nosotros. Al cavilar en lo que es una buena vida no reflexionamos sólo acerca de sobrevivir, sino en lograr dirigir nuestra vida, y en tener opciones, planes y proyectos que llevar a cabo e insertarnos con dignidad en el entorno social .

La vida buena y la mala vida La filósofa Judith Butler (1956), en su ensayo Puede uno llevar una vida buena en una vida mala , se pregunta cuáles son las vidas que importan en un mundo en el que la gran mayoría depende de las decisiones de unos cuantos que controlan la riqueza, los empleos, la vivienda, la comida y la salud. En el sistema capitalista las personas parecen tener solo un valor instrumental , valen solo en tanto sirven para la producción de bienes y servicios. ¿Cómo puedo llevar una vida buena sin tener seguridad sobre mi futuro e incluso mi presente?, ¿si no hay dispositivos económicos y políticos adecuadamente diseñados para garantizar que en el futuro tendré lo necesario en términos de salud vivienda o trabajo?

La vida buena y la mala vida ¿Cómo puedo llevar una vida buena? Una opción es afirmarme como un ser humano con dignidad, no sólo en el ámbito individual o familiar, sino también en la esfera política y económica ; luchar por ser reconocido como un sujeto que importa, a través de la crítica, de la participación y la propuesta en las esferas de decisión; velar por medidas que procuren el bienestar de todos y no sólo de los grandes actores económicos y políticos, como los partidos o las transnacionales. Hacer cosas junto con los demás para construir una nueva forma de vida , para paliar la precariedad en que la mayoría vivimos.

La vida buena y la mala vida Dentro de las vidas que no importan encontramos con más frecuencia aquellas en situación de opresión, es decir, personas racializadas, con discapacidades, adultos mayores, mujeres y con poca preparación académica. Según bell hooks * (1952-2021), la educación en el pensamiento crítico y el acercamiento de quienes han avanzado en su preparación académica a aquellos que han quedado rezagados son imprescindibles para librar las luchas que nos corresponden en busca de un mundo más igualitario en el que todos podamos vivir en el reconocimiento de nuestra dignidad como seres humanos. *Gloria Jean Watkins, escritora y activista social feminista estadounidense.