Cantos de las comunidades cristianas.pdf

JoseLuisGonzalezPere2 1,904 views 259 slides May 23, 2024
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About This Presentation

Cantos cristianos para cantar con alegria


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LIBRO DE CANTOS
CATÓLICO

Desde el corazón de América,
desde nuestras pequeñeces,
y desde nuestra pobreza,
vamos a brindar amor,
por los caminos del mundo,
a predicar a Jesús,
con Gerardo y con Romero,
cargaremos nuestra cruz.
(que es el triunfo de la cruz.)

Iglesia en América, tu vida es misión,
viviendo el bautismo y el envió de Jesús,
testigos en un mundo sediento de paz,
caminemos juntos sembrando el amor.

Iglesia en América, tu vida es misión,
tienes tu importancia en el plan de Dios
y aunque ignorada por la globalización,
emprendes valiente y con fe tu misión.

Iglesia en América, tu vida es misión,
desde la tierra de fuego a la del esquimal,
del Copán y el Lempa, el Managua y el Quetzal,
del Irazú y el Canal, al mundo predicad.

Iglesia en América, tu vida es misión,
rema mar adentro y lanza tu red.
Junto con María, la evangelización,
llevemos al mundo de Cristo el amor.

C A N T O S
D E L A S
C O M U N I D A D E S
C R I S T I A N A S


Con el permiso de
MONS. PABLO SCHMITZ
Obispo de Zelaya


29 de Junio de 2008
Fiesta de San Pedro y San Pablo
Año Paulino, 2008 – 2009

1

Buenos días, Señor Jesús
Muchas gracias por darnos luz.
En este día lo que hagamos
Sea todo para ti.
Buenos días, Señor Jesús. (2)

Hermandad. (4)
A donde habita el Espíritu de Dios
Hay hermandad, hay hermandad,
A donde habita el Espíritu de Dios
Allí hay unidad.

Felicidad. (4)…

Humildad. (4)…


C. Gabarain

Alabado seas, mi Señor.
Alabado seas, mi Señor.
El Sol y las estrellas
proclaman tu grandeza,
las flores y la luna
nos cantan tu poder (2)

Alabado seas, mi Señor
Alabado seas, mi Señor
Cantando el universo
Te ofrece su hermosura
Pues toda criatura
Es cantico de amor.
Pues toda criatura
Es cantico de amor.

Alabado seas, mi Señor.
Alabado seas, mi Señor.
Los pájaros y el bosque,
los árboles y el viento,
los ríos y los mares
nos cantan tu poder (2)

Alabado seas, mi Señor.
Alabado seas, mi Señor.
Por todos los hermanos
que acogen y perdonan,
por todos los que rezan
en su tribulación (2)


Alabaré, Alabaré, Alabaré, Alabaré.
Alabaré a mi Señor… (bis)

Juan vio el número de los redimidos,
y todos alababan al Señor.
Unos oraban, otros cantaban,
y todos alababan al Señor.
Todos unidos, alegres cantemos,
gloria y alabanzas al Señor.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
Y gloria al Espíritu de Amor.

Somos tus hijos, Dios Padre Eterno,
tú nos has creado por amor.
Te adoramos, te bendecimos,
y todos cantamos en tu honor.


Alabemos al Santísimo
Sacramento del Altar,
En los cielos y en la tierra
aquí y en todo lugar.

Alabada sea la Reina
De la corte celestial,
Que es María concebida
Sin pecado original.

Vuestro Cuerpo Sacrosanto,
Benignísimo Señor
Prensa sea que nos una
Hasta la eterna Sion.

Vuestro Cuerpo Sacrosanto,
Es del cielo rico don,
Es de fuertes alimento,
Es de débiles vigor.

Vuestro Cuerpo Sacrosanto
Mas fragancia siempre dió
Que los nardos del Carmelo,
Que los lirios del Tabor.

Vuestro Cuerpo Sacrosanto
Dueño de mi corazón,
Sea manjar en mi agonía
Con que muera en vuestro amor.


A la orilla de dos ríos
allá a Cristo encontré;
Y como yo era un perdido,
hasta mi culpa lloré.

El Señor está tocando
a la puerta de su amor,
si le niegas tú la entrada,
le dará mucho dolor.

Yo les pido a mis hermanos
que cambiemos de opinión
que le pidamos a Cristo
unidos en la oración.
Gracias a María Virgen
que nos trajo a un Salvador,
y a nuestro Padre eterno
que nos demostró su amor.

Le agradezco a mis hermanos
que me dieron esta luz,
de aprender este mensaje
de mi maestro Jesús.

A la orillita de un pueblo cristiano
voy predicando.
Son los mandamientos de mi Jesucristo
los que ando enseñando.

Si yo los enseño y no los agarran
más yo no puedo.
No hay cosas más lindas,
más bellas y preciosas
que hay en el cielo.

Cristo nos dice:
que el que crea se salvará,
y el que no crea
en su bendita palabra
se condenará.

En el evangelio, 3 Juan 16,
nos dice: hermanos,
que Dios padre eterno
envió a su hijo
para salvarnos.

A la orillita de un pueblo cristiano
voy predicando.
Son los mandamientos de mi Jesucristo
los que ando enseñando.
J. A. Espinosa
Alegre la Mañana
Que nos habla de ti,
Alegre la Mañana.

En el nombre de Dios Padre,
del Hijo y del Espíritu,
salimos de la noche
y estrenamos la aurora;
saludamos el gozo de la luz
que nos llega
resucitada y resucitadora.

Tu mano acerca el fuego
a la sombría tierra,
y el rostro de las cosas
se alegra en tu presencia.
Silabeas el alba igual
que una palabra;
tu pronuncias el mar
como sentencia.

Regresa, desde el sueño,
la gente a su memoria,
acude a su trabajo,
madruga a sus labores,
le confías la tierra y
a la tarde, la encuentras
rica de pan y amarga de sudores.

Y tú te regocijas, ¡Oh Dios!,
y tú prolongas
en sus pequeñas manos,
tus manos poderosas.
Y están de cuerpo entero
los dos así creando,
los dos así velando
por las cosas.

¡Bendita la mañana que trae
la gran noticia
de tu presencia joven,
en gloria y poderío
la serena certeza
con el día proclama
que el sepulcro de Cristo
esta vacío!


A nosotros amó Dios
Como nadie amó jamás.
De la mano él nos conduce
Y es luz en la oscuridad.
Cuando partimos el pan

Nos une la caridad.
Es el pan de la amistad.
El pan de Dios.

Es mi cuerpo: Tomad y Comed
es mi sangre: Tomad y Bebed.
Pues yo soy la vida, yo soy el amor
Oh Señor, haz que vivamos en tu amor.

A nosotros amó Dios
Como nadie amó jamás.
Para la gente del pueblo
Es el hijo de José.
Con sus manos trabajo,
Como hacían los demás.
Conoció los sufrimientos y el dolor.

A nosotros amó Dios
Como nadie amó jamás.
Y su amor tan grande fue
Que lo condujo hasta la cruz,
Pero más pudo el amor
Que la muerte y que el dolor,
Vencedor tres días después resucito.

A nosotros amó Dios
Como nadie amó jamás.
En la cruz el Salvador
Su propia vida nos dejó.
Y toda la humanidad
Es el cuerpo del Señor.
Nada puede separarnos de su amor.


Yo vengo del Sur y del Norte
del Este y Oeste de todo lugar.
Caminos y vida recorro
llevando socorro, queriendo ayudar.

Mensaje de paz es mi canto
y cruzo montañas y voy hasta el fin.
El mundo no me satisface, lo que busco
es la paz, lo que quiero es vivir.

Al pecho llevo una Cruz
Y en mi corazón lo que dice Jesús. (2)

Yo sé que no tengo la edad
ni la madurez de quien ya vivió,
más sé que es de mi propiedad
buscar la verdad y gritar con mi voz.
El mundo va herido y cansado
de un feo pasado de guerras sin fin,
pues teme a la bomba que hizo y a la fe
que deshizo y espera dormir.
Yo quiero dejar mi recado
no tengo pasado, pero tengo amor.
El mismo del crucificado
que quiso dejarnos un mundo mejor.
Y digo a los indiferentes que soy
de la gente que cree en la cruz.
Y cree en la fuerza del hombre
que sigue el camino de Cristo Jesús.


Altísimo Señor, que supiste juntar
a un tiempo en el Altar, ser Cordero y Pastor,
Quisiera con fervor amar y recibir
a quien, por mí, quiso morir.

Altísimo Señor, las gracias quiero dar,
por ese gran amor que tienes para nos;
pensando siempre en Vos, todos queremos ir
cumplir tu voluntad.

Altísimo Señor, que supiste juntar
a un tiempo en el Altar, ser Cordero y Pastor,
Quisiera con fervor amar y recibir
a quien, por mí, quiso morir.

Carmelo Erdozaín.
Todos unidos en la vida,
vamos buscando un horizonte,
arriésgate, arriésgate!
arriésgate, hay algo más!
arriésgate, arriésgate!
arriésgate sin vacilar!
Ningún camino es largo para el que cree,
ningún esfuerzo es grande para el que ama,
ninguna cruz, vacía para el que lucha.

Cambiemos las promesas en realidades,
luchemos como hermanos por la justicia,
sembremos hoy la aurora de un nuevo día.

El pan que trabajamos con nuestras manos,
el cáliz que llevamos con alegría,
traerán la primavera a nuestras vidas.



A edificar la Iglesia, (2)
a edificar la Iglesia del Señor.

Hermano, ven, ayúdame,
hermana, ven, ayúdame,
A edificar la Iglesia del Señor.

Yo soy la Iglesia, tu eres la
Iglesia, somos la Iglesia del Señor.

Los blancos son… los negros.
Los ricos son… los pobres…
Los viejos… los niños…
Los curas…los laicos…

Amar es entregarse,
Olvidándose de sí,
Buscando lo que a otro
Pueda hacer feliz.

Qué lindo es vivir para amar,
Qué grande es tener para dar,
Dar alegría, felicidad,
Darse uno mismo, eso es amar.

Amar como a sí mismo,
Entregarse a los demás;
Así no habrá egoísmos
Que no pueda superar.

Halffter
Anunciaremos tu Reino, Señor,
Tu reino, Señor, Tu reino.

Reino de paz y justicia,
Reino de vida y verdad.
Tu reino, Señor, Tu reino.

Reino de amor y de gracia,
Reino que habita en nosotros.
Tu reino, Señor, Tu reino.

Anunciaremos…

Reino que sufre violencia,
Reino que no es de este mundo.
Tu reino, Señor, Tu reino.

Reino que ya ha comenzado,
Reino que no tendrá fin.
Tu reino, Señor, Tu reino.

Anunciaremos...

Un día una niñita se acercó
mirándome a los ojos sonrió
Traía en la mano el lápiz y el papel
tarea escolar para cumplir
y pregunto sonriendo muy graciosa
qué es precioso para ser feliz.

Amar como Jesús amó,
soñar como Jesús soñó,
pensar como Jesús pensó,
vivir como vivió Jesús,
sentir lo que Jesús sentía,
sonreír como Jesús sonreía,
y al llegar el fin del día, sé que
dormiría mucho más feliz. (2)

Oyendo lo que hablé ella me miró
y dijo que era lindo lo que hablé
pidió que repitiera por favor
que no dijera todo de una vez,
Y pregunto con la misma sonrisa:
“que es preciso para ser feliz.”

Después que termine de repetir sus
ojos salían del papel; mirándola
feliz le sonreí, pedí que por favor
fuera fiel. Y ella con angelical sonrisa
se marchó tarareando así


Arriba los corazones.
Vayamos todos al pan de vida,
Que es fuente de gloria eterna
De fortaleza y alegría.

A ti acudimos sedientos, ven Señor
Tenemos fe en tu misterio…
Queremos darte la vida...
Con sus dolores y dichas…

Tú borras nuestros pecados...
Por eso en Ti confiamos…
En Ti hallaremos la fuerza…
Para olvidar las ofensas...

Queremos ser más hermanos…
Que nunca nos dividamos…
Aparta el odio del mundo...
Que exista un orden más justo...

Que no haya pleitos fraternos…
Esclavitud y miseria...
Que venga a todos tu reino...
Y que al morir te encontremos...

(A)

Bendito, Bendito, Bendito es el Señor,
los ángeles cantan y alaban a Dios. (2)

Yo creo, Jesús mío, que estás en el altar,
oculto en la hostia que vengo a adorar (2)

Espero, Jesús mío, de tu suma bondad
poder recibirte con fe y caridad. (2)

Te amo, Jesús mío, con todo el corazón,
detesto mis culpas y te pido perdón. (2)

De todo corazón te quiero siempre amor.
Tú eres mi Padre y eres mi Dios. (2)

J. A. Espinoza
Felices son los pobres,
los que todo lo han dejado
porque es de ellos el Reino de los cielos.
Felices los que lloran al ver a sus hermanos,
porque encontrarán consuelo a su tristeza.

Felices seremos si vamos por tus sendas,
siguiendo tu sombra al caminar.
Felices seremos, Señor.

Felices los que firmes superan las desdichas,
porque encontrarán el premio a su firmeza.
Felices los que buscan y luchan por la paz.
porque están forjando la tierra para todos.

Felices los que miran con limpio corazón
porque encontrarán el rostro del Dios Vivo.
Felices los que tienen sed y hambre de justicia
porque se verán satisfechos para siempre.

Felices los que viven con amplio corazón
porque alcanzarán la gran misericordia. Felices
si los persiguen al luchar por la justicia porque
van creando un mundo limpio y nuevo.

Felices si les odian y los llevan a la cárcel,
porque así trataron a todos los profetas.
Felices si los maldicen y calumnian por mi causa
porque alcanzarán muy grande recompensa.

Bienvenidos, hermanos en Cristo,
a escuchar la palabra de Dios,
es el mensaje que da fortaleza,
que alimenta el alma,
y da gran valor. (2 veces)

Ya no seas oyente olvidadizo
al escuchar la Palabra de Dios,
porque reo serás responsable
en el día del juicio, en la hora final.

La Palabra de Dios es la semilla
que una parte en camino cayó,
porque la otra parte la ahogaron los espinos,
la que cayó entre piedras el sol la secó.

La otra parte cayó en buena tierra
y abundante cosecha dará;
es la palabra sembrada en el hombre,
que tiene nueva vida por la redención.

Los cabritos irán a la izquierda
en el día del juicio final;
las ovejas irán a la derecha,
a vivir eternamente con Cristo Jesús.


Buenas Nuevas, Buenas Nuevas pa' mi pueblo.
el que quiera oír que oiga,
y el que quiera ver que vea.
Lo que está pasando en medio de un pueblo que
empieza a despertar; lo que está pasando
en medio de un pueblo que empieza a caminar.

Podemos cambiar la historia, caminar en la
esperanza, podemos crear el futuro y romper
todos los muros, si unimos nuestras manos y
nos vemos como hermanos,
se alzará mi pueblo nuevo
como el sol sobre el sembrado.

Un nuevo día amanece y los campos reverdecen,
gente nueva aparece, a una nueva tierra crece
en tu seno, pueblo mío, hay un Dios
que se ha escondido y con fuerza
ha levantado tu rostro adormecido.

J. A. Espinoza
Caminamos hacia el sol,
esperando la verdad:
la mentira, la opresión
cuando vengas, cesarán.

Llegará con la luz
La esperada libertad. (2)

Construimos hoy la paz,
en la lucha y el dolor;
nuestro mundo surge ya
en la espera del Señor.

Te esperamos, tú vendrás,
a librarnos del temor;
la alegría, la amistad,
son ya signos de tu amor.

P. Eduardo
Caminando juntos, vamos a salir;
y el ADIOS decimos antes de partir.

Adiós quiere decir: Vaya Ud. con Dios.
Mi corazón se alegra; contigo voy, Señor.

Vamos siempre a oscuras, si nos falta el sol;
Vamos siempre solos, si nos falta Dios.

Dios es buen amigo para caminar;
Si El viene conmigo, qué seguro andar.

No camino solo, porque voy con Dios;
Y saludo a todos con un grato adiós.

Salmo 114 - J. A. Espinoza

Caminaré
en presencia del Señor. (2)

Amo al Señor porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su
oído hacia mí
el día en que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
Señor, salva mi vida.

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo.
El Señor guarda a los sencillos,
estando yo sin fuerzas me salvó.

Caminante,
Hijo de la libertad,
canta conmigo a la paz:

Quiero
que les hagas comprender
que existe un mundo mejor,
que se logra con amor y fe.

Paz,
Paz para la humanidad,
la paz es felicidad;
hermano, yo te ofrezco mi amistad. (2)

Caminante,
Guía de la multitud,
dale al hombre nueva luz:

Quiero
que les hagas comprender…

Caminante,
Libre canción de color,
dale fe al mundo, Señor.

Quiero
que les hagas comprender…

Saturdino Florez

Caminemos todos a la santidad
A adorar a Cristo al Rey Celestial.
Todos reunidos en nuestra oración
Para que alcancemos
De Cristo el perdón.

Hermanitos somos si vivimos en paz.
Cristo está llamando a la comunidad.
Hermanos, logremos esta decisión
Para que alcancemos nuestra salvación.

Mira qué bonita es la comunidad
Cuando participamos con Cristo la paz.
Cristo es el camino, Cristo es la verdad,
Y Cristo nos llama a vivir en paz.

Así cumpliremos nuestros mandamientos.
Así viviremos con Cristo presente.
Luchemos, hermanos, luchemos con fe.
Luchemos con Cristo para nuestro bien.

G. Torres
Antes que te formaras dentro
del vientre de tu madre,
antes que tú nacieras,
te conocía y te consagré.

Para ser mi profeta,
de las naciones Yo te escogí,
irás donde te envíe,
lo que te mandé proclamarás.

Tengo que gritar, tengo que arriesgar,
¡ay de mí si no lo hago!
Cómo escapar de ti, cómo no hablar, si
tu voz me quema dentro.

Tengo que hablar, tengo que luchar,
¡ay de mí si no lo hago!
Cómo escapar de ti, cómo no hablar, si
tu voz me quema dentro.

No temas arriesgarte,
porque contigo yo estaré.
No temas anunciarme,
porque en tu boca Yo hablaré.

Te encargo hoy mi pueblo,
para arrancar y derribar,
para edificar,
destruirás y plantarás.

Sor Sonrisa
A lo largo de todo mi camino,
voy cantando, cantando sin cesar;
es tan alto y tan bello mi destino
que en la ruta sólo puedo cantar.

Cantando, cantando, cantando,
en la vida se alegra el corazón;
cantando, cantando, cantando,
la vida se convierte en canción.

No me importa que se pasen los días,
que la vida sea un soplo fugaz:
mi camino sube hasta las estrellas,
y hasta ellas cantando he de llegar.

No hay tristezas, ni llantos, ni pesares,
ni desgracias, ni penas, ni dolor;
sólo existe el cantar de la alegría,
que cantando se camina mejor.

Ignacio Busca Sagastizabal

Cantemos al amor de los amores,
Cantemos al Señor.
Dios está aquí, venid adoradores,
Adoremos a Cristo Redentor.

Gloria a Cristo Jesús.
Cielos y tierra,
bendecid al Señor.
Honor y gloria a Ti,
Rey de la gloria.
Amor por siempre a Ti,
Dios del Amor.

Por nuestro amor
Oculta en el Sagrario
Su gloria y esplendor;
Para nuestro bien
Se queda en el santuario
Esperando a justo y pecador.

¡Oh gran prodigio del amor divino!
Milagro sin igual.
Prenda de amistad,
banquete peregrino
Do' se come al Cordero Celestial.


Cantemos, hermanos, un himno de amor
Cantemos alegres a nuestro Señor.
Unidos comimos el pan del altar,
Unidos cantemos al Rey Celestial.

Trajimos al templo trabajo y dolor
De días pasados en ruda labor.
Salgamos llevando la fuerza y la paz
Que alienten los días que van a empezar.

Cantemos hermanos la gloria de Dios
Cantemos el día que hizo el Señor
Jesús nos recuerda el misterio Pascual.
Perenne aleluya resuene triunfal.


Cantemos libres como el viento,
Cantemos libres bajo el sol,
Unidos, firmes y adelante,
Hagamos un mundo mejor.

Si son todos los pueblos de Dios hijos,
¿por qué se hace la guerra y no la paz?
Si son todos los pueblos como hermanos
¿por qué unos tienen menos y otros más?

Los odios, el rencor y la venganza
desunen la gran familia de Dios.
Si seguimos de Cristo el mandamiento,
viviremos unidos por amor.

El hambre, la miseria y la ignorancia
se deben de este mundo desterrar.
Dios quiere que vivamos como hermanos
y que todos tengamos por igual.

A tu paso alegras el cielo
Y nos traes luz y calor.
Por tu sol de alegre vuelo,
Loado mi Señor.

Hermano sol, tú nos traes la alegría
y del Señor el amor.
Por tu bello día, loado mi Señor.

Te deslizas por las laderas
Y los prados pintan verdor.
Por tus luces placenteras,
Loado mi Señor.

Tú maduras frutos y mieses
Y a las flores das el color.
Por los pasos de los meses,
Loado mi Señor.

No distingues malos ni buenos
Para todos es tu calor.
Quieres tú que nos amemos.
Loado mi Señor.

Con tu manto todos los días
Pobres y ricos cubren dolor.
Aprendamos tu alegría.
Loado mi Señor.

Recorriendo la hermana tierra
A los hombres ve sin amor.
Por los que no quieren guerra,
Loado mi Señor.

Los miembros de esta gran ciudad,
La Iglesia del Señor;
Los miembros de esta gran ciudad,
unámonos con Dios.

Unidos siempre hay que estar.
Vive en nosotros Dios.
Unidos siempre hay que obrar
por su gloria y honor.

Oh Santo Espíritu de Dios,
Sé nuestra caridad.
Oh Santo Espíritu de Dios,
Sé nuestra unidad.

Si varias nuestras rutas son,
Su meta sea común.
Si varias nuestras rutas son,
Su meta sea Jesús.

Que Dios nos guarde en su amor,
Unidos en verdad.
Que Dios nos guarde en su amor,
En la paz y hermandad.

– Masson –

Cerca de Ti, Señor,
Quiero vivir.
Tu grande y tierno amor
Quiero gozar.

Llena mi pobre ser
Limpia mi corazón,
Hazme tu rostro ver
En la aflicción.

Pasos inciertos doy,
El sol se va.
Más si contigo estoy
No temo ya.

Himno de gratitud
Ferviente cantaré.
Y fiel a Ti, Jesús
Siempre seré.

Día feliz veré
Creyendo en Ti
En que yo hablaré
Cerca de Ti.

Mi voz alabará
Tu dulce nombre allí,
Y mi alma gozará
Cerca de Ti.

Espero en Ti, Señor,
Espero en Ti.
Siempre cuidándome
Tu mano está.

Cuando mi corazón
Triste y cayendo va.
Espero en Ti, Señor,
Espero en Ti.
Virgilio Mendoza, V. Barrera,
Porfirio Hernández - 1974

Celebremos con gusto, hermanos,
este día de placer tan dichoso,
que los niños se encuentran gozosos
y tranquilo su fiel corazón.

Vivan, vivan, felices en el mundo
sin que nadie perturbe su mente.
Les pondremos una cruz en su frente
como signo de la eternidad.

Hoy los ángeles cantan en coro,
y la Virgen se llena de encanto
Porque baja el Espíritu Santo.
Dios bendiga este día de placer.

Las estrellas se visten de gala,
y la Virgen con fúlgido manto;
Y los niños con nombre de santo
Hoy reciben la gracia de Dios.

Solamente una luz ha quedado
Para todos los hijos de Dios.
Celebremos este día tan dichoso
Tus amigos, tus padres y yo.

Carmelo Erdozaín

Cerca está el Señor,
cerca está el Señor,
cerca de mi pueblo,
cerca del que lucha por amor.
Cerca está el Señor,
cerca está el Señor,
es el peregrino
que comparte mi dolor.

También está el Señor, le conocerán,
en él que lucha por la igualdad;
también está el Señor, le conocerán,
en él que canta la libertad;
también está el Señor, no olviden su voz,
sufre el gran dolor del oprimido.

También está el Señor, le conocerán,
en el obrero en su taller;
también está el Señor, le conocerán,
en el anciano en su vejez;
también está el Señor, no olviden su voz,
en el hospital, junto al enfermo.

Jesús es el Señor, le conocerán.
Él es la Vida, es la Verdad.
Jesús es el Señor, le conocerán,
en el camino de libertad.
Jesús es el Señor, no olviden su voz,
es el Redentor de nuestro pueblo.


Como un árbol que crece
seguiré mi camino. (2)

Como grano enterrado
hoy me siento oprimido,
pero sé que mañana
seguiré mi camino.

No hay ninguna frontera
hacia el cielo infinito,
al azul que me llama.
Seguiré mi camino.
Mis hermanos me llaman
muchas veces a gritos,
con los brazos abiertos.
Seguiré mi camino.

Siento dentro la vida
del amor que ha nacido,
puesto que Dios me llama.
Seguiré mi camino.


Compañeros miremos al cielo
Donde está nuestra Patria querida,
Donde nunca se acaba la vida,
Donde siempre veremos a Dios.

Todos, todos cantemos alegres
Aunque muestre el infierno su ira.
Viva, viva el Dios que es Amor.
viva siempre nuestra Religión.

Trabajemos alegres, gozosos,
Por cumplir lo que Dios nos ordena; Y
entonces aquí y ahora
Estaremos cantando feliz.

Despreciemos las cosas malsanas.
Que nos hacen perder nuestro cielo.
El trabajo es el único modo
De estar siempre mirando hacia allá.


Con alegría sirve al Señor;
dale que dale todos los días.
Con alegría sirve al Señor,
Con alegría, con alegría.

En días que luce el sol,
Con alegría, con alegría.
En días de nubarrón,
Con alegría, con alegría.

Siempre trabajando,
Sirviendo a Dios con alegría;
Y siempre cantando:
Qué hermosa es nuestra vida.

En los días de calor,
Con alegría, con alegría.
Cuando hace un frío atroz,
Con alegría, con alegría.
M. Manzano
Con nosotros está
y no le conocemos.
Con nosotros está,
su nombre es El Señor.

Su nombre es El Señor y pasa hambre,
y clama por la boca del hambriento
y muchos que lo ven pasan de largo
acaso por llegar temprano al templo.

Su nombre es El Señor y sed soporta
y está en quien de justicia va sediento
y muchos que lo ven pasan de largo
a veces ocupados en sus rezos.

Su nombre es El Señor y está desnudo.
La ausencia del amor hiela sus huesos
y muchos que lo ven pasan de largo,
seguros y al calor de su dinero.

Su nombre es El Señor y enfermo vive.
y su agonía es la del enfermo
y muchos que lo ven pasan de largo.
Tal vez no frecuentaban mucho al templo.

Su nombre es El Señor y está en la cárcel,
está en la soledad de cada preso
y nadie lo visita y hasta dicen:
Tal vez ese no era de los nuestros".

Su nombre es El Señor, él que sed tiene.
El pide por la boca del hambriento,
está preso, está enfermo, está desnudo,
pero él nos va a juzgar por todo eso.


Cristianos fieles que van proclamando
la Buena Noticia de la salvación,
siendo llamados a ser mensajeros
y son testigos fieles de Cristo Jesús.

Felices las horas que pasa el cristiano
postrado en tierra en ferviente oración,
pidiendo ser lleno del Espíritu Santo
y ser su mensajero con todo valor.

Cristianos felices que van proclamando
la Buena Noticia de paz y hermandad,
siendo renacidos del Espíritu Santo
para esperanza viva en Cristo Jesús.

Cristo es camino, verdad y vida,
Unámonos, unámonos, unámonos a El.
Cristo es la fuente donde se templa
Tu ser ardiente juventud.

Cantemos juntos, mientras marchamos,
Unámonos, unámonos, unámonos a El.
Cantemos juntos mientras marchamos,
Cantemos juntos nuestra fe.

Mi vida es Cristo, a nadie temo,
Unámonos, unámonos, unámonos a El.
Mi vida es Cristo, a nadie temo,
Y solo pido serle fiel.

Será mi lema, siempre más alto
Unámonos, unámonos, unámonos a El. Será
mi lema, siempre más alto
Para algo grande yo nací.

La luz no envidio de las estrellas,
Unámonos, unámonos, unámonos a El.
La luz no envidio de las estrellas,
De Dios la chispa llevo en mí.

Al que encontramos en el camino
Unámonos, unámonos, unámonos a El.
Le gritaremos con entusiasmo
Vivir en gracia sí es vivir.

Vengan los años, ya no los temo,
Unámonos, unámonos, unámonos a El.
Vengan los años, yo no los temo
Cristo es mi eterna juventud.


Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida.
El que lo sigue, al Padre llegará. (2)

Cristo es la Fuente, donde se templa. (2)
Adelante, adelante, adelante sin cesar. (2)

Cantemos juntos, mientras marchamos. (2)
Adelante, adelante, adelante sin cesar. (2)
Oremos juntos, mientras marchamos. (2)
Adelante, adelante, adelante sin cesar. (2)

J. A. Espinosa.

Cristo está conmigo
Junto a mí va el Señor.
Me acompaña siempre
En mi vida hasta el fin.

Ya no temo, Señor, la tristeza.
Ya no temo, Señor, la soledad,
Porque eres, Señor, mi alegría.
Tengo siempre tu amistad.

Ya no temo, Señor, a la noche.
Ya no temo, Señor, la oscuridad,
Porque brilla tu luz en las sombras.
Ya no hay noche, Tú eres luz.

Ya no temo, Señor, los fracasos.
Ya no temo, Señor, la ingratitud,
Porque el triunfo, Señor, en la vida
Tú lo tienes, Tú lo das.

Ya no temo, Señor, los abismos.
Ya no temo, Señor, la inmensidad,
Porque eres, Señor, el camino,
Y la vida, la verdad.

Ya no temo, Señor, a la muerte.
Ya no temo, Señor, la eternidad,
Porque Tú estás allá esperando
Que lleguemos hasta Ti.

Ha venido el Señor a traernos la paz.
Ha venido el Señor y en nosotros está.

Nuestras vidas, Señor, sólo en Ti se unirán,
por un mundo mejor, junto a Ti lucharán.

Ayudar y servir fue tu ejemplo, Señor;
como hermanos, vivir tu postrera lección.

El amor fraternal nuestro lema será,
que nos haga vivir en sincera amistad.

(Cuando hay celebración de Comunión):
Este pan celestial nos da fuerza y valor,
nos prepara a luchar por el reino de Dios.

Te alabamos, Señor, por tu inmensa bondad.
Te alabamos, Señor, por tu cuerpo hecho pan.

Cesáreo Gabarain.

Cristo es horizonte del joven,
Cristo es Luz en mi caminar.
Cristo da un sentido a mi vida,
Cristo es Luz en mi caminar.

Cristo es la Verdad y la Vida,
es camino de mi juventud.
Cristo es una Luz que nos guía,
es camino de mi juventud.

Un amor que se da sin medida,
Una Voz que me llama hacia él;
Una Antorcha que llevo encendida,
Una Voz que me llama hacia él.

C. Erdozaín.

Cristo nos dá la libertad,
Cristo nos dá la salvación,
Cristo nos dá la esperanza,
Cristo nos dá el amor.

Cuando luche por la paz
y la verdad, la encontraré.
Cuando cargue con la cruz
de los demás me salvaré.

Dame, Señor, tu Palabra.
Oye, Señor, mi oración.

Cuando sepa perdonar
de corazón, tendré perdón.
Cuando siga los caminos.
del amor, veré al Señor.

Dame, Señor...

Cuando siembre la alegría
y la amistad, vendrá el amor.
Cuando siga en comunión
con los demás, seré de Dios.

Dame, Señor...
Cesáreo Gabarain.

Cristo te necesita para amar,
para amar.
Cristo te necesita para amar.

El color y la raza
y el nombre no importa.
Lo oyes bien, lo oyes bien.

Al triste y oprimido dale amor,
dale amor.
Al triste y oprimido dale amor.

Al que sufre miseria dale amor,
dale amor.
Al que sufre miseria dale amor.

Al hambriento y mendigo dale amor,
dale amor.
Al hambriento y mendigo dale amor.

Somos pueblo que lucha con valor,
con valor,
Somos pueblo que lucha con valor.


Cuando Dios a la gente creó
en sus manos el mundo dejó
y le dijo de hacerlo mejor
con su noble trabajo
pero sobre todo con su gran amor.

Lindas son las montañas
pero más extenso es el mar.
Precioso el pajarillo
que alegra mi despertar.
Vea la mariposa que vuela
de flor en flor,
pero mucho más bello
y mucho más grande es el amor.

Hay muchas flores bellas
y de distintos colores.
Hay muchas maravillas
en los abismos del mar.

Una luna de plata
que alumbra la oscuridad,
más un niño inocente
que alegra la humanidad.

El amor verdadero
que el mundo transformará
es un amor de entrega,
un amor de libertad.

Olvido las pasiones
y no consiento el rencor.
Quiero vivir amando
y vivir cantando el amor.


Cuán gloriosa será la mañana
cuando venga Jesús mi salvador.
Las naciones unidas como hermanas,
Bienvenidas daremos al Señor.

No habrá necesidad de la luz su resplandor
Ni el sol dará su luz, ni tampoco su calor.
Allí llantos no habrá, ni tristeza ni dolor.
Porque entonces Jesús el rey del cielo
Para siempre será consolador.

Esperamos la mañana gloriosa
para dar la bienvenida al Dios de amor
donde todo será color de rosa
en la santa fragancia del Señor.

El cristiano fiel y verdadero,
Y también el obrero de valor,
Y la iglesia esposa del Cordero
Estarán en los brazos del Señor.


Señor mi Dios al contemplar los cielos,
el firmamento y las estrellas mil;
al oír tu voz en los potentes truenos
y ver brillar al sol poniéndose.

Mi corazón entona la canción:
Cuán grande es él, cuán grande es él.
Mi corazón entona la canción:
Cuán grande es él, cuán grande es él.

Al recorrer los montes y los valles
y ver las bellas flores al pasar;
al escuchar el canto de las aves
y el murmurar del claro manantial…

Cuando recuerdo del amor divino
que desde el cielo al Salvador envió;
aquél Jesús que por salvarme vino
y en una cruz sufrió y por mí murió…

Cuando el Señor me llame a su presencia, al
dulce hogar, al cielo de esplendor;
le adoraré cantando su grandeza,
de su poder y su infinito amor.


Qué pronto nos olvidamos
de la angustia de la gente,
qué fácil correr detrás
de la falsa luz que va y viene.

Cuesta seguir hasta el fin
y en la vida combatir.
Cuesta luchar y luchar
Junto al pueblo pelear.
Hay voces que nos persiguen
y atormentan los oídos,
invitan a descansar
a la vera del camino.

Algunos bajan los ojos
traicionando a los amigos,
hay que quedarse de pie
sin venderse al enemigo.

Hay una antorcha que arde
en la noche del tormento,
un sol teñido de rojo
con la sangre de los muertos.

Es fácil hablar y hablar
como el viento en las quebradas,
difícil es caminar
hacia el nuevo sol del mañana.

J. A. Espinosa.

Danos un corazón, grande para amar,
Danos un corazón fuerte para luchar.

Pueblos nuevos creadores de la historia,
constructores de nueva humanidad.
Pueblos nuevos que viven la existencia
como riesgo de un largo caminar.

Pueblos nuevos, luchando en esperanza,
Caminantes sedientos de verdad.
Pueblos nuevos, sin frenos ni cadenas,
Pueblos libres que exigen libertad.

Pueblos nuevos, amando sin fronteras,
por encima de razas y lugar.
Pueblos nuevos, al lado de los pobres,
compartiendo con ellos techo y pan.
Esteban Rodríguez J.

Dame poder, Señor, en la oración,
Dame poder, para poder vencer,
Dame poder, como el Profeta Elías
que apartó las aguas y así pudo pasar.

Cuando él oró que no cayese lluvia,
no llovió por tres años y medio.
Después oró pa' que cayese lluvia
y luego sí, la lluvia, oh Dios con su poder.

Elías fue un Profeta de valor,
Cuando él oró, resplandeció con fuego
y descendió del cielo aquel fuego.
Consumió el sacrificio, oh Dios con su poder.

Luego Elías recibe su recompensa,
después de haber cumplido su misión,
y él se fue en un carro de fuego;
dejó de sucesor al Profeta Eliseo.

Demos gracias al Señor, demos gracias,
Demos gracias al Señor. (2)

En la mañana las aves cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.
y por las tardes las flores cantan.
las alabanzas a Cristo Salvador.

Y por las noches la luna canta
las alabanzas a Cristo Salvador.
Y por las noches tus hijos cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.

En la montaña los hombres cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.
Y en la cocina mujeres cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.

En las escuelas los niños cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.
Y en sus hamacas enfermos cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.

En sus hogares familias cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.
Y en las ermitas hermanos cantan
las alabanzas a Cristo Salvador.

En Nicaragua el pueblo canta
las alabanzas a Cristo Salvador.
Y en el mundo entero la gente canta
las alabanzas a Cristo Salvador.


Te damos las gracias, Señor por las manos. (2)

Hacemos caricias y damos abrazos.
Cogemos las cosas y damos regalos.

Podemos escribir porque tenemos manos.
Podemos escribir y estamos encantados.

Podemos aplaudir porque tenemos manos.
Podemos aplaudir y estamos encantados.


Dios es amor, la Biblia lo dice.
Dios es amor, San Pablo lo repite.
Dios es amor, búscalo y verás:
en el capítulo 4, versículo 8,
primera de Juan. (2)
Quiero, Señor, cantar de alegría;
quiero, Señor, amarte noche y día.
Quiero, Señor, apoyarme en Ti, porque me
amas primero,
tu amor me ha creado y vigilas por mí. (2)

Canto al saber que eres mi amigo,
canto al saber que siempre estás conmigo
canto al saber que me ayudarás
y aunque de Ti yo me olvide
jamás a tus hijos los olvidarás. (2)

Dios es la Luz, la Biblia lo dice.
Dios es la Luz, San Pablo lo repite.
Dios es la Luz, búscalo y verás:
en el capítulo 1, versículo 5,
primera de Juan. (2)


Dios lo quiere, sublime llamado.
Fieles hijos, oigamos su voz;
Y juremos con fe y valentía
Defender a la Patria de Dios.

Caigan todos los pueblos del mundo
Ya' rendidos al pie de la Cruz;
Y triunfando su Reino en la tierra,
Proclamemos por Rey a Jesús.

Surja, surja, la Estrella que es Cristo, Flote
siempre su luz ideal;
Que ilumine las densas tinieblas,
Y nos cubra con sus alas de paz.

Nicaragua despierta gloriosa,
Al conjuro argentino de fe;
Y es un grito los brazos en alto:
Sólo a Cristo queremos por Rey.

Dios nos aumenta la fe
como la fe que tuvo Noé.
Sin ver señales allá en el cielo
Noé su arca la preparó.

Ciento veinte años le predicó
que se apartara de todo mal,
porque muy pronto viene el diluvio
y arroyos de agua, por el Señor.

"He sido siervo de mi Señor"
dondequiera se oye su voz,
"arrepentíos y convertíos,
al sacrificio de nuestro Dios".

Como el arca que preparó
el mismo Dios se la dirigió.
Por ser un hombre muy obediente.
pero la gente no le creyó.

Hoy ven, hermanos, a preparar
una corona para entrar
al paraíso donde estaremos
dándole honra y gloria al Señor.


Dios nos habla en el Antiguo
y en el Nuevo Testamento.
El Antiguo es la promesa
y el Nuevo es el cumplimiento.

Dios nos habla a los hombres
de ayer y de nuestro tiempo,
para hacernos pueblo libre
de opresión y sufrimiento.
Nos habló por los profetas
por su ley y mandamientos,
y en Jesús nos dio el mensaje
que sirve en todo momento.

Nos habla por las montañas,
por los ríos y los vientos,
en los prados y las flores
en todo buen pensamiento.

Nos habla cuando corrige
para darnos escarmiento.
Y nos habla al bendecirnos
con la vida y el sustento.


Dónde, dónde, dónde
Dónde, encontraré al Señor.

Lo busco entre las estrellas
y me canso de mirar.
Lo busco en el cielo inmenso
y no lo puedo encontrar.
Lo busco como es costumbre
en la ermita del lugar,
pero por más que lo llamo
no me viene a contestar.

Lo busco en el mar profundo;
las olas vienen y van
como lágrimas que gritan
"búscalo en otro lugar,"
Búscalo en tu propia vida:
está en tus ansias de amar.
Búscalo entre tus hermanos:
seguro que lo hallarás.

Búscalo en el niño pobre
que no tiene qué comer.
Búscalo en la madre enferma
que se muere sin querer,
Búscalo en el campesino
que entre lágrimas contempla
una milpa fracasada
que no le dará cosecha.

Búscalo en los pies desnudos
que en el lodo del camino
no saben a ciencia cierta
dónde los lleva el destino.
Búscalo en la mano ruda
que se apoya en el arado
para cultivar la tierra
que le sobra al potentado.

Búscalo en las amarguras
que padecen tus hermanos.
Cada hombre que está sufriendo
es Cristo crucificado.
Búscalo en una trinchera
donde el ruido del cañón
apaga con ronco acento
la voz clara del amor.


Yo era un ciego que mendigaba
cuando Jesús pasó por ahí,
cuando gritaba junto al camino:
Jesús tened misericordia de mí.

La gente crujía y renegaba
en ver al ciego sentado ahí.
Con más fuerza siempre gritaba:
Jesús tened misericordia de mí.

Jesús me dijo: Qué quieres que haga;
mi vida entera consagro a ti.
Haciendo lodo tocó mis ojos;
mi vista pronto la recibí.

Las maravillas y los milagros
que mi Jesús allá manifestó.
Los cojos andan, los ciegos ven,
y a los mudos él hace hablar.


El gozo del Señor
mi fortaleza es, (3)

Y su gozo sin medida él me da.

Si tenés este gozo puedes tú cantar, (3)
Si tenés este gozo puedes tú gritar, (3)
Si tenés este gozo puedes tú saltar, (3)
El me da agua viva, sed no tengo más, (3)

Salmo 92

Bueno es alabar al Señor
y a tu nombre folklores cantar,
de mañana tu gracia anunciar
y de noche tu fidelidad.
Con las seis cuerdas del guitarrón
y marimbas de rítmico son,
pues tus hechos me alegran, Señor,
son tus obras mi felicidad.

El justo florecerá como la palma
y se multiplicará
como cedro del Líbano.

Son tus obras excelsas, Señor,
y es profundo tu eterno pensar;
el que es necio no ve tu poder
y el que peca ignora tu amor.

Aunque abunden las obras del mal,
y cual hierba nazca el pecador,
a la ruina sus obras irán
porque Tú eres el Santo, Señor.

Exaltaste del justo el poder
y lo ungiste con óleo de amor
pues sus ojos del mal apartó
y su oído lo bueno escuchó.
En tu casa plantado, Señor,
en tus atrios naciendo cual flor,
con sus frutos perennes de amor,
tu justicia proclama sin fin.

C. Gabarain.

Una mañana el sembrador
salió a los campos para sembrar.
Una mañana el sembrador
sembró en mi vida su bondad.

Cada mañana el sembrador
sembrando está en mi corazón.
Cada mañana el sembrador
espera el trigo de mi amor.

Una mañana el sembrador
sembró el camino y el pedregal,
Una mañana el sembrador
no pudo entrar en mi heredad.

Una mañana el sembrador
en tierra buena quiso sembrar.
Una mañana el sembrador
tan sólo espinas pudo hallar.

Una mañana el sembrador
en cada grano bien quiere hallar.
Una mañana el sembrador
sembró en mi vida con afán.

J. A. Espinosa.

El Señor es mi fuerza,
mi roca y salvación. (2)

Tú me guías por sendas de justicia,
me enseñas la verdad.
Tú me das el valor para la lucha,
sin miedo avanzaré.

Iluminas las sombras de mi vida,
al mundo das la luz.
Aunque pase por valles de
tinieblas, Yo nunca temeré.

Yo confío el destino de mi vida
al Dios de mi salud.
A los pobres enseñas el camino,
su escudo eres Tú.


En Egipto esclavo, fui, sí, sí, oh sí.
En Egipto esclavo fui del vil Faraón.
Triste, muy triste estaba, mi corazón lloraba.
Hazme libre, Señor. (2)

Libre, Tú me hiciste libre;
Tú me hiciste libre, libre, Señor. (2)

Faraón se endureció, sí, sí, oh sí.
Fue Moisés a Faraón y le dijo así:
Deja ir a mi pueblo para rendirme culto,
ha dicho el Señor. (2)

Faraón se endureció, sí, sí, oh sí.
Faraón se endureció, no los dejó ir.
Dios envió diez plagas, desenvainó su espada,
nos dio la libertad. (2)

Ahora que libre estoy, sí, sí, oh sí.
Ahora que libre estoy, libre para ti,
Quiero rendirte culto, quiero cantarte gloria.
Gloria a Ti, Señor. (2)

Gloria, gloria, aleluya.
Gloria, aleluya a Ti, Señor. (2)

Pedro Pablo Soza

Qué compromiso tienen los casados
San Pablo lo declara en Efesios;
En el capítulo 5,31, lo puedes estudiar
con gran cuidado.

En la vida actual, qué felices son,
los que respetan la grandeza
del matrimonio.
Qué feliz vivir, en el plan de Dios,
obedeciendo la palabra del Señor.

San Pablo da consejos a las esposas,
que deben sujetarse a sus esposos
así como la Iglesia está sujeta
deben obedecer a sus esposos.

También encontremos el compromiso
que tienen los esposos con sus esposas,
que deben respetarlas con ternura,
ya que pertenecen a un sólo cuerpo.

San Pablo nos declara este misterio,
que Cristo con su Iglesia nos compara.
Por eso el compromiso del matrimonio
debemos aceptar y obedecerlo.

ENTRE TUS MANOS está mi vida Señor
Entre tus manos pongo mi existir.
Hay que morir para vivir,
Entre tus manos pongo yo mi ser.

Si el grano de maíz no muere,
Si no muere, solo quedará.
Pero si muere, en abundancia dará,
Un fruto eterno que no morirá.

Hay que morir para vivir.
Entre tus manos pongo yo mi ser.

Si al palo le podan sus ramos
Savia joven correrá otra vez,
Y nuevo fruto lleno de vida dará,
Un vino nuevo lleno de amistad.

Hay que morir para vivir.
Entre tus manos pongo yo mi ser.

Si la candela al arder se gasta,
Las tinieblas iluminará;
Será camino entre las sombras del mal
Será sendero en mi caminar.

Hay que morir para vivir.
Entre tus manos pongo yo mi ser.


Escogido fui de Dios,
en el Amado.
En lugares celestiales
su protección me dio.
Antes de la creación
el plan fue hecho
Por su santa voluntad.
Escondido en Cristo estoy,
nadie me apartará.

Y las fuerzas de este mundo
no me podrán dañar.
Vivo y ando en esta vida
con seguridad
porque me escogió mi Dios.

Me escogió para alabanzas de su gloria
Y sentome en las alturas
con Cristo mi Señor.
Grande fue la admiración
al ver su gracia
porque me escogió mi Dios.

Tengo un sello que el Espíritu
me ha dado,
cuando mi confianza puse
sólo en mi Salvador,
Sello que el Señor me dio de vida eterna.
Escogido fui de Dios.


Esta es la luz de Cristo,
yo la haré brillar: (2)
brillará, brillará sin cesar.

Soy cristiano y esta luz
yo la haré brillar: (2)
brillará, brillará sin cesar.

Llevo mi luz por el campo,
(mi barrio)
yo la haré brillar: (2)
brillará, brillará sin cesar.


Estamos de fiesta con Jesús,
al cielo qeremos ir,
estamos reunidos en la mesa
es Cristo quien va a servir.

PODEROSO ES NUESTRO DIOS (4)

El nace, el muere;
poderoso es nuestro Dios.
El vive, El reina,
poderoso es nuestro Dios.

El sana, perdona;
poderoso es nuestro Dios.
El salva, redime;
poderoso es nuestro Dios.

El llama, invita,
poderoso es nuestro Dios.
Consuela, conforta;
poderoso es nuestro Dios.

(A)
P. Zezinho.

Estoy pensando en Dios,
estoy pensando en su amor. (2)

Olvida el hombre a su Señor
y poco a poco se desvía
y entre angustia y cobardía
va perdiéndose el amor.
Dios le habla como amigo;
huye el hombre de su voz.

Yo siento angustia cuando veo
que después de dos mil años
y entre tantos desengaños
pocos viven por amor.
Muchos hablan de esperanzas,
más se alejan del Señor.

Todo podría ser mejor
si mi pueblo procurase
caminar sin alejarse
del camino del Señor.

Pero el hombre no hace suyos
los senderos del amor.

Todo podría ir mejor
si, en fervor y en alegría
fuesen las madres María
y los padres San José,
y sus hijos imitasen
a Jesús de Nazareth.

(B)
P. Zezinho.- Letra: Hna. María Drzewieek

Estoy pensando en Dios,
estoy pensando en su amor. (2)

El amor entre esposos,
comprensivo y honesto,
con cariño y respeto
nos refleja su amor.
La pareja que lo cumpla
es imagen del Señor.

Se confían y platican
entre padres y los hijos,
luchando siempre unidos
a pesar de los problemas.
La familia que así viva
se trae gran bendición.
Todo podría ir mejor
si en fervor y en alegría
fueran las madres María
y los padres San José,
y sus hijos imitaran a
Jesús de Nazaret.

P. Zezinho

Este pueblo que es pueblo
y es sal de la tierra y del mundo luz.
Recibió la más linda misión,
de anunciar al Señor Jesús.
De este pueblo también hago parte
y también quiero proclamar esta fe,
que es mi fe, proclamar. (2)

Anunciar y anunciar donde pueda llegar,
anunciar la palabra de Dios.
Proclamar sin cesar y cantar y cantar
que Jesús es el hijo de Dios. (2)

Anunciar y anunciar donde pueda llegar,
anunciar la palabra de Dios.
Caminar con Jesús y hablar de su luz
y seguirlo llevando mi cruz


Necesitamos celebrar una fiesta
con sabor de eternidad.
Necesitamos festejar una lucha,
arriesgar nuestra seguridad.

Aquel que resucitó vendrá a animar la fiesta.
El mismo buscó un lugar en el que todos
(quepan. (2)


Prender la esperanza allí donde se había
(apagado,
pensar lo iimpensable sí, vivir lo inesperado.(2)

La fiesta será arriesgar el todo por el todo,
tendrá que recomenzar de diferente modo. (2)

Gloria, gloria, aleluya.
Gloria, gloria, aleluya.
Gloria, gloria, aleluya.
En nombre del Señor.

Cuando sientas que tu hermano
necesita de tu amor,
no le cierres tus entrañas
ni el calor del corazón;
busca pronto en tu recuerdo
la palabra del Señor:
Mi ley es el Amor.

Cristo dijo que quien llora
su consuelo encontrará;
quien es pobre, quien es limpio
será libre y tendrá paz.
Rompe pronto tus cadenas;
eres libre de verdad:
empieza a caminar.

Si el camino se hace largo,
si te cansas bajo el sol,
si en tus campos no ha nacido
ni la más pequeña flor –
coge mi mano y cantemos
unidos por el amor,
en nombre del Señor.


Tú me encontraste a mi,
Señor, no te buscaba,
y me diste consuelo
cuando en pruebas me hallé.
Sentí la paz del cielo
que en mi alma deseaba.
Sentí que la llenaba;
sentí que la llenaba,
de su santo poder.

Gracias, Cristo bendito,
gracias porque me amas;
gracias te da mi alma
por la paz que me das.
Gracias por este cántico
con que puedo alabarte,
y gracias por la fuerza
que me dabas para amarte
cada día más y más.

Hacia un profundo abismo
de lodo cenagoso
solo me conducía
mi diario caminar.
Más el Cristo triunfante
se cruzó por mi camino
y cambió mi destino,
y cambió mi destino
por sendas de paz.


Habla, Señor, por la Biblia;
es tu Palabra que salva.
En mí es todo silencio;
yo quiero oir tu voz.

Habla, Señor por la Iglesia;
es tu presencia en el mundo.
En mí es todo silencio;
yo quiero oír tu voz.

Habla, Señor, por la vida;
es tu vida en el pueblo.
En mí es todo silencio;
yo quiero oír tu voz.

Habla, Señor, por las cosas;
son tus señales de bondad.
En mí es todo silencio;
yo quiero oír tu voz.

C. Gabaraín.
Hazme tu, Señor,
instrumento de tu paz. (2)
De esa paz, Señor,
que tú sólo puedes dar. (2)
Quiero dar amor,
quiero dar fraternidad. (2)

No quiero buscar ser amado, sino
amar. (2)
Quiero iluminar,
sonreir y consolar. (2)
Quiero confiar,
comprender y perdonar. (2)
Sebastián Temple

Hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, lleve yo tu amor,
donde haya injuria, tu perdón, Señor,
donde haya duda, fe en Ti.

Hazme un instrumento de tu paz. Que
lleve tu esperanza por doquier. Donde
haya oscuridad lleve tu luz, donde
haya pena tu gozo, Señor.

Maestro, ayúdame a nunca buscar
querer ser consolado como consolar,
ser entendido, como entender; ser
amado, como yo amar.

Hazme un instrumento de tu paz,
es perdonando que nos das perdón;
es dando a todos que Tú nos das;
y muriendo es que volvemos a nacer.

Hemos de ser sinceros,
Que no hay en el mundo entero;
Amor que nos llene el alma,
Pasión que colme el deseo.
Hemos de ser sinceros,
Que no hay en el mundo entero;
Amor que nos llene el alma
y el corazón.

Con sed de eternidad,
hemos nacido;
Con sed de eternidad,
hemos crecido;
Con sed de eternidad,
que nada puede saciar.
Vivir la inmensidad,
tan sólo aspiro;
Vivir la inmensidad,
sólo suspiro.
Vivir la inmensidad,
llena de felicidad.

Hemos de ser sinceros
Que no hay en el mundo entero;
Amor que nos llene el alma,
Pasión que colme el deseo.
Somos como viajeros
Que corren por los senderos
Y van buscando la calma
Del corazón. (Coro...)
C. Gabaraín.

Hoy, Señor, te damos gracias
por la vida, la tierra y el sol.
Hoy, Señor, queremos cantar
Las grandezas de tu amor.

Gracias, Padre, mi vida es tu vida.
Tus manos amasan mi barro.
Mi alma es aliento divino.
Tu sonrisa en mis ojos está.

Gracias, Padre, tú guías mis pasos.
Tú eres la luz y el camino.
Conduces a ti mi destino,
Como llevan los ríos al mar.

Gracias, Padre, me hiciste a tu imagen
Y quieres que siga tu ejemplo
brindando mi amor al hermano,
construyendo un mundo de paz.
C. Gabaraín.

Son la semilla que ha de crecer,
son estrella que ha de brillar,
son levadura, son grano de sal,
antorcha que debe alumbrar.

Vayan, amigos, por el mundo
anunciando el amor,
mensajeros de la vida,
de la paz y el perdón.
Sean amigos los testigos
de mi resurrección,
vayan llevando mi presencia.
Con ustedes estoy.

Son la mañana que vuelve a nacer,
son espiga que empieza a granar,
son aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.

Son una llama que ha de encender
resplandores de fe y caridad;
son los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.

Son los amigos que quise escoger,
son palabra que intento gritar,
son reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.

La Iglesia se está cayendo,
ya ves, sus muros rotos están,
así le habló a Francisco el Señor,
en la ermita de San Damián.
"Yo puedo cerrar sus grietas Señor,
mis manos te ayudarán,
verás que limpia y hermosa estará,
nuestra ermita de San Damián".

Iglesia Humana y Divina a la vez
Que en luz y sombra la ves,
viviendo el Evangelio,
Más pobre y libre ha de ser. (2)

La Iglesia que nos preocupa no es,
de piedra ni es material,
la Iglesia somos los hombres y Dios,
no la ermita de San Damián.
Queriendo ser hoy mejores que ayer,
la vamos a reparar,
cumpliendo lo que el Señor nos pidió,
en la ermita de San Damián.


C. Gabaraín.

Todos unidos formando un solo cuerpo
un pueblo que en la Pascua nació;
miembros de Cristo, en sangre redimidos,
Iglesia Peregrina de Dios.

Somos en la tierra semilla de otro reino,
somos testimonio de amor,
paz para las guerras y luz entre las sombras,
Iglesia Peregrina de Dios.

Todos unidos en un sólo bautismo,
ligados a la misma salvación.
Somos un cuerpo, Cristo es la Cabeza,
Iglesia Peregrina de Dios.

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu
que el Hijo desde el Padre envió.
El nos empuja, nos guía y nos alimenta,
Iglesia Peregrina de Dios.

Rugen tormentas y a veces nuestra barca
parece que ha perdido el timón.
Miras con miedo, no tienes confianza;
Iglesia Peregrina de Dios.

Una esperanza nos llena de alegría,
presencia que el Señor prometió.
Vamos cantando; El vive con nosotros,
Iglesia Peregrina. de Dios.


Jesucristo es el Señor, el Señor, el Señor.
Jesucristo es el Señor, Gloria, pues, a El.

Ya de mi vida es el Señor
De la Iglesia es el Señor.
Del universo es el Señor,
Gloria, pues, a El.


En el mundo reina el odio, la mentira
(y la ambición,

el hombre egoísta busca tener más y ser patrón,
pero Jesús vino al mundo y nos dijo la verdad:
que todos somos hermanos y nos debemos amar.

Jesús está con nosotros para luchar y formar
una ciudad donde reinen justicia, hermandad
(y paz. (2)

Cuando al fin tomes conciencia de toda esta
(realidad
te unas y te organices comenzará la hermandad.
No esperes que los de arriba arreglen
(tu situación
empieza hoy en tu grupo a organizarte mejor.

Jesús está con nosotros...

Paso a paso llegaremos a la nueva sociedad
si plantamos árbol nuevo de justicia y de
(verdad.
Este árbol que plantaremos crece y se
(alimentará
con la fuerza de los pobres unidos en hermandad
Jesús está con nosotros…

C. Garabain.

Juntos como hermanos,
miembros de una Iglesia
vamos caminando
al encuentro del Señor.

Un largo caminar,
por el desierto bajo el sol,
no podemos avanzar
sin la ayuda del Señor.

Unidos al rezar,
unidos en una canción,
viviremos nuestra fe
con la ayuda del Señor.

La Iglesia en marcha está,
a un mundo nuevo vamos ya, donde
reinará el amor,
donde reinará la paz.
J. A. Espinosa.

Junto a Ti al caer de la tarde
Y cansados de nuestra labor,
Te ofrecemos con todo el pueblo
El trabajo, el descanso, el amor.

Con la noche las sombras nos cercan,
Y regresa la alondra a su hogar:
Nuestro hogar son tus manos, Oh Padre,
Y tu amor nuestro nido será.

Cuando al fin nos recoja tu mano
Para hacernos gozar de tu paz,
Reunidos en torno a tu mesa,
Nos darás la perfecta hermandad.


Juntos cantando la alegría
de vernos unidos en la fe y el amor,
juntos sintiendo en nuestra vida,
la alegre presencia del Señor.

Somos la Iglesia peregrina que El fundó,
somos un pueblo que camina sin cesar,
entre cansancios y esperanzas hacia Dios.
Nuestro amigo Jesús nos llevará.

Hay una fe que nos alumbra con su luz,
una esperanza que empapó nuestro esperar,
aunque la noche nos envuelva en su inquietud,
nuestro amigo Jesús nos guiará.

Es el Señor nos acompaña al caminar
con su ternura a nuestro lado siempre va.
Si los peligros nos acechan por doquier
nuestro amigo Jesús nos salvará.
Beethoven - Miguel Ríos.

Escucha, hermano, la canción
de la alegría,
el canto alegre del
que espera un nuevo día.

Ven, canta, sueña cantando;
Vive soñando el nuevo sol.
En que toditos volverán
A ser hermanos. (2 veces)

Si en tu camino solo existe
la tristeza,
y el llanto amargo de la
soledad completa.

Si es que no encuentra la
alegría en esta tierra,
búscala, amigo, en servir
a tu hermano.


La celebración ha terminado, demos gracias
(a Dios,
y el Espíritu Santo nos guie con fervor.
Despídenos en paz para salir con bien,
bendice nuestro camino antes de salir.

Bendícenos más y más,
bendícenos más y más,
que aquí pueda cantar
la gloria celestial.

Gracias te doy, Señor, por tu bondad, ¡oh Dios!
Hemos estado alegres gozando de tu amor,
Despídenos en paz para salir con bien;
bendícenos a todos antes de salir.

Tengamos la esperanza, tengamos el amor
de volver otro día a la celebración.
El odio y el rencor aquí terminarán.
Bendícenos a todos antes de salir.

Esta es la historia de un hombre
que odiaba la Iglesia
de Cristo Jesús.
En el capítulo nueve
del libro de los Hechos
su nombre allí está.

Yendo por el camino,
la gloria de Cristo reprendió
diciendo: "Saulo, Saulo,
por qué me persigues a mí". (2)

Como soldado valiente,
salía triunfante de Jerusalén.
Se dirigía a Damasco
para darles muerte
a los hijos de Dios.

Los compañeros que andaban
le vieron tendido
cuando él cayó;
tomándolo de la mano,
así lo llevaron
hasta la ciudad.

En la ciudad se encontraba Ananías
que era un hijo de Dios,
el cual temblando de miedo
y haciendo oraciones,
allí conoció.

Cantando la alegría de vivir – de vivir
Lleguemos a la casa del Señor, del Señor.
Marchando todos juntos como hermanos
Andemos los caminos hacia Dios.

Venid, entremos todos dando gracias,
Venid, cantemos todos al Señor.
Gritemos a la roca que nos salva,
Cantemos la alabanza a nuestro Dios.

La paz del Señor sea con nosotros,
La paz que llena todo el corazón,
La paz de estar unidos como hermanos,
La paz que nos promete nuestro Dios.

Entremos por las puertas dando gracias
Pidamos al Señor, también, perdón;
Perdón por nuestras faltas a los hermanos
Perdón por nuestro pobre corazón.

Sabed que Dios nos hizo y somos suyos.
Sabed que el Señor es nuestro Dios.
Nosotros somos su pueblo y las ovejas,
Ovejas del Rebaño del Señor.


Jesús cada mañana despertaba presuroso
y a todo el que veía su noticia le anunciaba
y cuando anochecía y regresaba sudoroso
junto con sus amigos su noticia comentaba:

Qué noticia es Señor Jesús? (4)

Jesús con su noticia los caminos recorría
tres años eran pocos para el fuego que llevaba
los cerros y los valles a pié los recorría
y con su gran noticia los lagos navegaba.

Qué noticia es Señor Jesús? (4)

Que Dios ama a los pobres, qué noticia es!
Que Dios ama al que lucha, qué noticia es!
Que Dios ama esta tierra, qué noticia es!
Que sólo al pobre escucha qué noticia es!

Qué noticia es Señor Jesús? (4)


La Puerta es Cristo para entrar
al Reino Celestial;
y si tú quieres participar
apártate del mal.

¿Por cuál camino vas?
Si así dispuesto estás, bien sabes
que a Jesús tus cuentas le vas a dar.
¿Por cuál camino vas?

Hay dos caminos nada más,
que te conducen al más allá:
el más angosto es de Dios,
y el más ancho es de Satán.
¿Por cual…

Si por el ancho solo vas,
practicas sólo el mal:
también su pago lo tendrás
en el fuego eternal.
¿Por cuál...


Has hallado en Cristo tu buen Salvador
Eres salvo por la sangre de Jesús.
Por la fe descansa en el redentor.
Eres salvo por la sangre de Jesús.

Lávame, lávame, lávame, lávame,
En Tu sangre, cordero de Dios.
Y con alma limpia me presentaré
Ante tu tribunal de luz.

Vives siempre al lado de tu salvador,
Eres salvo por la sangre de Jesús.
Del pecado siempre eres vencedor,
Eres salvo por la sangre de Jesús.

Si perdón y paz deseas pecador,
Tu refugio es la sangre de Jesús.
Si librarte quieres de eternal dolor,
O acude a la sangre de Jesús.


Anhelo trabajar por el Señor,
Confiando en su palabra y en su amor.
Quiero yo cantar y orar
Y ocupado siempre estar
En la viña del Señor.

Trabajar, y orar, en la viña,
En la viña del Señor.
Si mi anhelo es orar
Y ocupado siempre estar
En la viña del Señor.

Anhelo cada día trabajar
Y esclavos del pecado libertar
Conducirlos a Jesús,
Nuestro guía, nuestra luz,
En la viña del Señor.

Somos comprometidos a estudiar
En nuestra vida y en la comunidad
La palabra del Señor,
Nuestro guía para el amor,
En la viña del Señor.

Viviendo la Palabra del Señor
Nos lleva a una vida más mejor.
Nos alumbra más acá
En llegar más allá,
En la viña del Señor.

Letra: W. Lanser.

Hay un hombre que nos guía
hacia el Padre Celestial.
Sus consejos iluminan
el camino de verdad.

Le llaman Jesús. Le llaman Jesús. (2)

Hay un hombre que nos llama
a vivir en la hermandad.
Su ejemplo nos inspira
al servicio a los demás.

Hay un hombre que nos ama.
Con piedad a nos salvó.
Su sangre tan preciosa
en la cruz derramó.

Sor Sonrisa.

Los caminos de este mundo
Te conducen con amor
Hasta el cielo prometido
Donde siempre brilla el sol.

Y cantan los prados, cantan las flores
Con armoniosa voz.
Y mientras que cantan prados y flores,
Yo soy feliz pensando en Dios.

Los caminos de esta vida
Son caminos de amistad;
Siempre hay alguien que te quiere
Con cariño de verdad.

Los caminos recorridos
Y los que hay que recorrer,
En un gran camino unidos,
A la Patria van también.

Los caminos de esta vida
Te conducen de verdad.
A Dios que te convida
A entrar en la eternidad.


Qué suerte es tener
un corazón sin puertas.
Qué suerte es tener
las manos siempre abiertas.

Manos abiertas, para estrechar las de un amigo,
manos abiertas, para ayudar en el camino.

Manos abiertas, para buscar un mundo nuevo,
manos abiertas, para hacer, no para un sueño.

Manos abiertas, las de Jesús, las del Maestro,
manos abiertas, las del que supo amar primero.

Manos abiertas, llenas de amor, las de María,
manos abiertas... ellas son nuestra luz y guía.


Vayan, amigas, por el mundo
anunciando el amor,
mensajeras de la vida,
de la paz y el perdón.

Sean amigas, las testigos
de mi resurrección.
Vayan llevando mi presencia.
Con ustedes estoy.

Son como Débora, la madre de Israel,
animando a su pueblo a luchar.
Son aguijón y caricia a la vez,
jincando con todo valor.

Son las amigas que quise escoger,
como Fúa y Sifra en Israel,
que defendieron la vida de los demás,
valientes y con decisión.

Como Judit enfrentando al invasor,
siendo débil y fuerte a la vez,
uniendo siempre la fe y la acción,
jugando la vida también.

Como María, la Madre de Jesus,
sean nuevas en tiempos de hoy,
sirviendo en cargos de gran necesidad,
al pueblo y la comunidad.

Son como Ana, la madre de Samuel,
que oro con fe y devoción.
Al cabo del tiempo un hijo le dio para
consolar su aflicción.

Son como Dorcas que hacía el bien;
pa' los pobres y viudas cosió.
Son las hermanas unidas con Dios,
haciendo las obras de amor.


Espera al pecador, mi Señor,
Que venga hasta sus pies con amor.
Quiere darle hoy de su gran bondad
Quiere darle entrada a su mansión.

¡Galardón, tengo en gloria!
Donde está mi Jesús, mi Rey.
¡Galardón, tengo en gloria!
Donde está mi Jesús, mi Rey.

Si sigo a mi Señor con lealtad
Me espera un galardón más allá.
Si en la tumba estoy
Y si yo fui fiel,
¡El Señor desde allí me levantará!

Tan cruenta fue la muerte de Jesús en
una cruz allí expiró.
Fue por ti, por mí, lo que Dios sufrió,
Nunca más le podremos a El pagar.

Espera al pecador, mi Señor,
Le quiere perdonar su maldad
Si en la cruz pagó, tus pecados ya
no desprecies jamás esta verdad.


Cansado iba Jesús por el camino,
cuando a la fuente de Jacob llegó.
Es de Samaria la mujer que vino,
de la fuente eterna agua le pidió.

Dame del agua, agua de vida.
Cristo es la peña que hirió Moisés,
que, si bebieras de la peña viva, jamás
en la vida sufrirás de sed.

Mujer Samaritana, que por tus pecados
las aguas amargas habías de beber,
que si por gracia para vida eterna
hay en Cristo ríos, agua y manantial.

J. A. Espinosa.
No podemos caminar
con hambre bajo el sol.
Danos siempre el mismo pan:
tu Cuerpo y Sangre, Señor.

Comamos todos de este pan,
el pan de la unidad.
En un cuerpo nos unió el Señor,
por medio de su amor.

Señor, yo tengo sed de Ti,
sediento estoy de Dios;
pero pronto llegaré a ver
el rostro del Señor.

Por el desierto el pueblo va
cantando su dolor;
en la noche brillará tu luz,
nos guía la verdad.

Nos envías por el mundo anunciar
(la buena nueva, (2)
Mil antorchas encendidas y una
(nueva primavera (2)

Si la sal se vuelve sosa, ¿Quién podrá salar
(al mundo? (2)
Nuestra vida es levadura, nuestro amor será
(fecundo. (2)

Siendo siempre tus testigos, cumpliremos
(el destino; (2)
Sembraremos de esperanza y alegría
(los caminos (2)

Cuánto soy y cuánto tengo, la ilusión
(y el desaliento (2)

Yo te ofrezco mi semilla y tú pones
(el fermento. (2


Oh buen Jesús, yo creo firmemente
que por mi bien estás en el altar,
que das tu cuerpo y sangre juntamente
al alma fiel en celestial manjar. (2)

Indigno soy, confieso avergonzado,
de recibir la Santa Comunión;
Jesús, que ves mi nada y mi pecado,
prepara Tú mi pobre corazón. (2)

Pequé, Señor, ingrato te he ofendido,
infiel te fui, confieso mi maldad;
contrito ya, perdón, Señor, te pido;
eres mi Dios, apelo a tu bondad. (2)

Espero en ti, piadoso Jesús mío,
oigo tu voz que dice: Ven a mi.
Porque eres fiel, por eso en Ti confío.
Todo, Señor, espérolo de Ti. (2)


Oh, oh, oh, qué bueno es el Señor.
Oh, oh, oh, qué bueno es el Señor.
Oh, oh, oh, qué bueno es el Señor.
Yo nunca olvidaré lo que el Señor me da.

Me da su amor eterno; qué bueno
es el Señor (3). Yo nunca
olvidaré lo que el Señor me da.

Perdona mi pecado; 'qué bueno
es el Señor (3). Yo nunca...

Conforta él mi alma; qué bueno
es el Señor (3). Yo nunca...

Me llena de riquezas; qué bueno
es el Señor (3). Yo nunca...

Mi copa se desborda; qué bueno
es el Señor (3). Yo nunca...

Nos da su santo Espíritu; qué bueno
es el Señor (3). Yo nunca...


Oh San José glorioso,
digno de todo honor,
esposo de María,
guardián del Salvador.

Por tus ruegos, oh San José,
mil favores alcanzaré.

El Dios del universo
su padre te llamó,
y siempre en este suelo
te amó con sumisión.

Qué dicha fue la tuya,
guardián del Salvador.
Tú estrechar pudiste
a Cristo nuestro Dios.

Tu protección pedimos,
custodio del Señor.
Ampara la inocencia,
danos tu bendición.

Y en la hora de la muerte
sé nuestro intercesor,
y lleva nuestras almas
al trono del Señor.

P. Zezinho

Perdonad nuestros pecados, (3) Oh Señor,

Vuestro pueblo es santo, vuestro pueblo es santo,
pero aún pecador. (2)

Ten piedad, Oh Señor, piedad, Oh Señor,
Piedad, Oh Señor, ten piedad. (2)

Pedro, discípulo amado
de la gran revelación,
era fiel con su maestro;
le servía con amor.
Nunca pensó que llegara
a negar a su Señor. (2)

Pedro le dijo a Jesús:
"Señor, yo te seguiré
aunque todos te negaran,
yo jamás te negaré.
Por tu vida doy la mía,
a tu lado estaré". (2)

Cristo Jesús le contesta:
"la vida tú no darás;
como oveja asustada,
el sentido perderás.
A los tres cantos del gallo,
tres veces me negarás". (2)

Cristo llegó hasta el concilio,
ya cumpliendo su misión,
mientras Pedro lo negaba,
afirmando con valor:
"Yo no sé de quien me habla,
ni conozco a ese Señor". (2)

A los tres cantos del gallo,
de su sueño despertó;
mirando Pedro a Jesús,
culpable él se sintió.
Sale Pedro llorando,
pidiendo perdón al Señor. (2)

Cuando el pobre nada tiene y aún reparte,
cuando un hombre pasa sed y agua nos da,
cuando el débil a su hermano fortalece
va Dios mismo
en nuestro mismo caminar. (2)

Cuando un hombre
sufre y logra su consuelo,
cuando espera y no se cansa de esperar,
cuando amamos aunque el odio nos rodee
va Dios mismo
en nuestro mismo caminar. (2)

Cuando crece la alegría y nos inunda,
cuando dicen nuestros labios la verdad,
cuando amamos el sentir de los sencillos
va Dios mismo
en nuestro mismo caminar. (2)

Cuando abunda el bien y llena los hogares,
cuando un hombre
donde hay guerra pone paz,
cuando hermano le llamamos al extraño
va Dios mismo
en nuestro mismo caminar. (2)


Peregrino ¿Adónde vas,
si no sabes a dónde ir?
Peregrino por un camino
que va a morir.

Si el desierto es un arenal,
el desierto de tu vivir,
¿quién te guía y te acompaña en
tu soledad?

Sólo El es mi Dios,
que me dio la libertad;
sólo El, mi Dios,
me guiará.

Peregrino que a veces vas
sin un rumbo en tu caminar.
Peregrino que vas cansado
de tanto andar.

Busca fuente para tu sed
y un rincón para descansar;
vuelve, amigo, que aquí en
Egipto lo encontrarás.

Peregrino sin un por qué.
Peregrino sin una luz.
Peregrino por el camino
que va a la Cruz.

Dios camina en tu soledad,
ilumina tu corazón,
compañero de tu sendero,
buscando amor.

C. Gabaraín.

Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan sólo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos.
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca,
junto a Ti buscaré otro mar.

Tú sabes bien lo que tengo;
en mi barca no hay oro ni espadas,
tan sólo redes y mi trabajo.

Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descansa,
amor que quiera seguir amando.

Tú pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan,
amigo bueno, que así me llamas.


Por la mañana yo dirijo mi alabanza
a Dios que ha sido y es
mi única esperanza.
Por la mañana yo le invoco con el alma
y le suplico que me dé su dulce calma
El me escucha pues me ama tanto
y me alivia de cualquier quebranto.
Me da su mano poderosa y fuerte
para librarme de la misma muerte.

Cuando la noche se aproxima tenebrosa,
con elevarle mi oración, mi alma se goza.
Siento su paz inagotable, dulce y grata.
Porque temores y ansiedad
Cristo los mata.
También elevo mi canto al cielo
cuando a la tierra baja el negro velo.
El sol se oculta pero queda Cristo
a quien mis ojos en mi sueño han visto.

Brilla su luz bienhechora
mientras duermo.
Pone la mano sobre mí si estoy enfermo.
Me fortalece y me alimenta con el sueño,
pues El es mi Dios, mi Redentor
y es mi dueño
Al despertar por la mañana siento

que Dios invade mi alma
y mi pensamiento.
Veo a Jesús mi Redentor amado,
por mi pecado en una cruz clavado.

Veo la sangre de sus manos quebrantados;
veo la sangre borboteando de su costado,
una corona de espinas en su frente,
la multitud escarneciéndole insolente,
pero que dicha cuando al cielo sube,
lleno de gloria y en majestuosa nube.
Está en el cielo y me prepara un lugar
viene muy pronto a su Iglesia a llevar.

Por tantas cosas
como me has dado en la vida
quiero decirte: gracias, Señor.

Me diste una casa en donde habitar
y una familia, calor del hogar.

Me diste el trabajo con que gano el pan,
me diste el descanso para meditar.

Tú mismo a la tierra veniste, Señor,
y diste tu vida por mi salvación.
J. A. Espinosa.

Por ti, mi Dios, cantando voy:
La alegría de ser Tu testigo, Señor.

Es fuego Tu palabra,
que mi boca quemó;
Mis labios ya son llamas
y cenizas mi voz.

Da miedo proclamarla,
pero Tú me dices:
No temas, contigo estoy.

Tu palabra es una carga
que mi espalda dobló;
Es brasa Tu mensaje
que mi lengua secó.
Déjate quemar,
si quieres alumbrar:
No temas, contigo estoy.

Me mandas que cante con toda mi voz.
No sé cómo cantar Tu mensaje de amor.
Los hombres me preguntan:
¿Cuál es mi misión?
Les digo: Tu testigo soy.


Prepárense, hermanos, para celebrar
la santa palabra que Cristo nos da.
Pidamos perdón, pidamos piedad
que Cristo nos saque de la falsedad.

Venimos, hermanos, venimos aquí
para estar alegres y que estemos felices.
Venimos con Cristo. El es
nuestro hermano
porque recibimos
la gloria de su mano.

El hombre sin Cristo no tiene piedad
ni piensa en la ruina que está
más allá. Pronto viene Cristo y así
lo hallarás y el afligido se pondrá a llorar.

Recuerden, hermanos, que Cristo vendrá
preparen sus vidas para eternidad.
Dejando vicios, toda la maldad,
y así tendremos más seguridad.

Pueblo libre que vas caminando
por las aguas de la vida.
Pueblo libre que vas caminando
con gran fe y decisión.

Hay que ser muy conscientes (2)
de la Palabra que nos da vida
Y no tenerle miedo (2)
al mundo entero (2)

Hay que ser sensitivos (2)
de lo profundo del gran misterio
y ser agradecidos (2)
por tu gran vida (2)

Hay que ser atrevidos (2)
y decididos a dar la vida;
toma tus decisiones (2)
y consecuencias (2)

Hay que ser entregados (2)
como el Cristo crucificado
y dar señal de vida (2)
al mundo entero (2).

Salmo 122
M. Manzano

Qué alegría cuando me dijeron:
¡Vamos a la casa del Señor!
Ya están pisando nuestros pies
Tus umbrales. Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor,
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén;
vivan seguros los que te aman.
Haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios seguridad.

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: la paz contigo!
Por la casa del Señor nuestro Dios
Yo te deseo todo bien.


Qué Bello es el ver a Dios
en cada cosa del universo.
La creación siempre dirá
obra de amor tú verás en mí.

En tu camino yo veo flores bellas;
te sonríen felices al pasar. En su
sonrisa puedo ver la obra de Dios.
Amigo mío, para ver basta querer.

En tu camino yo veo ese buen Dios
que de mil modos me habla de su amor.
Si eres sincero podrás llegar a El.
Amigo mío, para ver basta querer.

En tu camino yo veo un bello amor.
Sólo espero que le hagas despertar.
En el amor tú te pareces al buen Dios.
Amigo mío, para ver basta querer.

En tu camino yo veo la salud
que me da esa gran seguridad.
Vida y salud siempre sería obra de Dios.
Amigo mío, para ver basta querer.

En tu camino yo veo ese final.
Es la muerte del cuerpo y nada más.
Y si tu Espíritu lo sabes inmortal,
Amigo mío, para ver basta querer.

Cuando a mi puerta la muerte se detenga
y me diga que es hora de partir,
hermana muerte, le diré, llévame a Dios
para vivir junto con El la eternidad.




pio, pio los pajarillos se oyen cantar.
Alaban a Dios con sus cantos
sencillos al madrugar.
Las flores bonitas reflejan
el amor de Dios.
Qué lindo es el mundo,
qué grande el amor de Dios.
Luceros brillantes, parece un diamante,
partiendo su luz.
El cielo aclarece, el mundo amanece,
qué grande es Jesús.
Cada criatura refleja el amor de Dios.
Qué lindo es el mundo,
qué grande el amor de Dios.

Nace un niño, con tanto cariño
lo vienen a ver.
Su cara inocente, que toda la gente
puede comprender.
Pues este regalo refleja
el amor de Dios.
Qué lindo es el mundo,
qué grande el amor de Dios.

Fui trovador, me llamaban Francisco,
cantaba alegre en las noches de Asís;
más ya no quiero cantar a Rolando
ni las proezas del gran amadis.

Descubriendo un camino distinto,
sentí en mi alma un vacío total,
no quiero amores que pasan y mueren.
hoy solo canto a mi Rey inmortal...

Yo quiero ser evangelio viviente,
abandonarme en tus brazos Señor:
ser como un niño que juega o se
duerme mientras su padre le envuelve en amor. (2)

Vestía trajes lujosos de seda,
lucia al cinto un precioso puñal; hoy
mis señores son esos leprosos y mi
vestido este pobre sayal.
Cambié tesoros por Dama pobreza placer
y honores por la santidad, y soy feliz
como nunca lo he sido, Dios es
mi gozo, mi felicidad.


¿Quién eres tú? ¿Quién eres tú?
Quiero saber,
Jesús, ¿Quién eres tú?
¿Eres un Dios? ¿Eres un hombre?
Quiero saber, Jesús, ¿Quién eres tú?

Eres el Verbo y un Niño que no habla;
vives oculto y eres tú la Luz.
Eres eterno y naces de una madre,
eres la vida y mueres en la cruz.

Eres el cielo y vienes a la tierra, eres la
fuerza y te vistes de humildad. Tú eres
grande y has hecho cuanto existe,
vienes buscando mi vida y mi amistad.

Eres inmenso y cabes en la cuna, eres
presencia de un Dios que se acercó.
Eres misterio y quieres que te toque,
eres la gloria y sufres como yo.


Yo siento tu voz muy dentro de mí
diciéndome: "Ven, sígueme".
Con gozo te doy las gracias, Jesús
y quiero decirte que sí.

Sabiendo que tú me llamas, Señor,
quiero decirte que sí,
con mis hermanos y en libertad
quiero decirte que sí.

Seguirte será una fiesta feliz,
la fiesta de la amistad.
Viviendo más en la Iglesia,
Jesús, yo quiero decirte que sí.

Acepto mi compromiso de amor,
estoy seguro de ti.
Abriéndome a todo el mundo, Jesús,
yo quiero decirte que sí.

Yo siento tu voz muy cerca de mi,
diciéndome: "Ven, sígueme".
Con gozo te doy las gracias, Jesús,
y quiero decirte que sí.

J. A. Espinosa - Bob Dylan.
En este mundo que Cristo nos da
hacemos la ofrenda del pan;
el pan de nuestro trabajo sin fin
y el vino de nuestro cantar.
Traigo hasta Ti nuestra justa inquietud:
Amar la justicia y la paz.

Saber que vendrás. Saber que estarás,
partiendo a los pobres tu pan. (2)

La sed de todos los hombres sin luz,
La pena y el triste llorar.
El odio de los que mueren sin fe,
cansados de tanto luchar.
En la patena de nuestra oblación
acepta la vida, Señor.

Saber que vendrás.
Era Saulo un hombre entendido
enseñado a los pies de Gamaliel;
y se fue a perseguir hasta Damasco,
a la Santa Iglesia del Señor. (2)

El ya iba llegando hasta Damasco,
respirando amenazas contra Dios;
no sabía a quién acercaba,
cuando de pronto una luz le cegó. (2)

"Saulo, Saulo, por qué me persigues,"
la gran voz del Dios de Israel.
Mientras Saulo al instante caía,
"Dime tú, quién eres, Señor." (2)

"Soy el mismo Jesús de Nazareth,
a quien buscan para destruir;
dura cosa es dar golpe el aguijón."
y él le dijo, "Señor, qué debo hacer?" (2)

"Ve a Damasco a la calle a la derecha
y te dirán lo que tú has de hacer."
Aquel Saulo se convirtió en Pablo,
y recibió el espíritu de Dios. (2)


Se busca:
Su nombre: Jesús de Nazareth.
Edad: 33 años.
Origen: Judío.
Profesión: Carpintero.

Se le acusa:
De predicar la verdad.
De llamarse HIJO DE DIOS,
De enseñar a amar al prójimo
como a sí mismo.
Recompensa: Salvación y VIDA ETERNA
Si lo encuentras: Sigue sus pasos.

Cristo te ama
en espíritu y verdad:
búscalo, búscalo
y verás que al fin
la paz encontrarás
y todo cambiará. (2)

La gente no sabe,
no sabe a donde va.
Guíalos, mi Señor,
muéstrales el camino.
la verdad y el amor;
escucha a aquel que clama tu perdón.

Sólo Tú nos puedes ayudar
cambiando nuestro pobre corazón
para poder sentir
la necesidad
de creer en Ti, Señor.

Tu Rostro escondido nos dejas mirar
y un rostro de hermano nos haces buscar,
oculto en nuestra carne de sudor y de tierra
y escondido tu cariño nos entregas.

Cuando Tú has venido la vida empezó
cuando Tú te fuiste la vida surgió,
ahora quieren matarla y esa vida no muere
porque corre por las venas de tu pueblo.

Señor de la vida, del principio y del final,
nuestro corazón está cansado de esperar.
Señor de la vida de la tierra y del mar
nuestras voces juntas se entrelazan para cantar.
Nuestro es este suelo y no lo dejaremos,
nuestro es el aire y no lo perderemos,
nuestro es el sol y no lo apagaremos,
y esta vida que es nuestra cuidaremos.

Por eso hoy te entregamos toda nuestra vida
con manos encallecidas y el corazón herido.
El pan que te traemos es el fruto del trabajo
que tu pueblo ha sembrado y lo ha ganado.

Señor de la vida...


A las fuentes de agua viva
Nos conduce el Señor, (2)
El Señor es mi pastor
Nada me falta:
El Señor es mi pastor.

El Señor es mi pastor, nada me falta; (2)
En verdes praderas me hace recostar. (2)

Ante mí, prepara su mesa. Renueva
mis fuerzas. (2)
Camino en sus sendas
Y su casa es mi hogar. (2)

Aunque camine por cañadas oscuras
Ya nada temo. (2)
Su vara y su cayado
Me dan su protección. (2)


Servir, servir es nuestro lema;
y si tú cumples eso,
eso es amor.
Poner los pies sobre la tierra
y despreciar la guerra,
eso es amor.

Y tú que eres hijo de Dios,
que a su imagen te creó
igual que a mí; y tú que eres sólo Amor,
puedas dar amor a los demás.

Mirar jugar a los pequeños
y realizar sus sueños,
eso es amor.
Mirar pasar a los ancianos
y acariciar sus manos,
eso es amor.

Ayudar a todo aquél que sufre
y darle una mano,
eso es amor.
Perdonar a todo aquél que ofende
y darle una sonrisa,
eso es amor.

Si me das la mano te llevo con Cristo.
Con El lograremos la felicidad.

La vida en gracia es una ventura
pero el riesgo en ella es felicidad,
con una sonrisa de amor en el alma
marchar por el mundo borrando el dolor.

Unidos en grupo marchar por la vida
porque Cristo en medio está y estará.
Con El de la mano, luchemos, hermanos,
y conseguiremos un mundo mejor.

Todo joven quiere luchar por un algo
pero nunca encuentra el sublime ideal.
Hoy he visto a Cristo, me miró de frente
por fin me decido: LUCHARE POR EL.
Hermanas del Brasil.
Si una buena amistad tienes tú,
Alaba a Dios, pues la amistad es un bien.
Ser amigo es hacer al amigo todo el bien.
Qué bueno es saber amar.

La amistad viene de Dios y a Dios debe volver.
Qué bueno es saber amar.

Una buena amistad
Es más fuerte que la muerte.
Y cuando uno está lejos,
la amistad se va volviendo más fuerte.
La amistad es en la vida una canción,
La amistad hace vivir el corazón.

Ser amigo es hacer al amigo todo el bien.
Qué bueno es saber amar.
La amistad viene de Dios y a Dios debe volver.
Qué bueno es saber amar.

Si vienes conmigo y alientas mi fe,
si estás a mi lado: ¿a quién temeré?

A nada tengo miedo,
a nadie he de temer,
Señor, si me protege
tu amor y tu poder.
Me llevas de la mano,
me ofreces todo bien,
Señor, Tú me levantas
si vuelvo a caer.

Qué largo mi camino,
qué hondo mi dolor,
ni un árbol me da sombra,
ni escucho una canción.
¿Será que a nadie
puedo mirar ni sonreir?
Señor, sólo Tú quedas,
Tú sólo junto a mí.

En cosas que se mueren
yo puse el corazón,
fue tierra mi tesoro,
fue vana mi ilusión.
En cosas que se mueren
me voy muriendo yo,
Tu sólo vives siempre,
Tú sólo, mi Señor.

1 Corintios 13, 4-8.
Si yo no tengo amor
yo nada soy, Señor
si yo no tengo amor
yo nada soy, Señor

El amor es comprensivo,
el amor es servicial,
el amor no tiene envidia,
el amor no busca el mal.

El amor nunca se irrita,
el amor no es descortés,
el amor no es egoísta,
el amor nunca es doblez.

El amor soporta todo,
el amor todo lo cree;
el amor todo lo espera,
el amor es siempre fiel.
El amor disculpa todo,
el amor es caridad,
no se alegra de lo injusto,
sólo goza en la verdad.

Nuestra fe, nuestra esperanza,
frente a Dios terminará,
el amor es algo eterno,
nunca, nunca pasará.

Solamente en Cristo, solamente en El,
la salvación, podrás tener.
No hay otro nombre, dado a los hombres
Solamente en Cristo, solamente en El.

En San Juan 14, y en verso seis,
Cristo nos dice: Soy la verdad.
Soy el camino, la verdad y la vida
nadie viene al Padre, sino es por mí.

Somos pueblo de Dios, haciendo historia
y semilla de un mundo que vendrá,
pueblo de fe y esperanza,
peregrinos que marchan hacia Dios.

Pueblo nuevo nacido a la vida,
que Jesús con su muerte nos ganó
cuando alzado en la cruz nos enseñaba
la verdad más profunda del amor.

Una Madre esperaba el nuevo día
y en la Pascua su luz se derramó
vencedor del pecado y de la muerte
tu esperanza María se cumplió.
Una estrella acompaña nuestra marcha
una Madre comparte nuestro afán
es María Señora de la vida
que acompaña nuestro caminar.


Somos un pueblo que camina
y juntos caminando podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba,
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.

Somos un pueblo que camina
que marcha por el mundo
buscando otra ciudad.
Somos errantes peregrinos
en busca de un destino,
destino de unidad.

Siempre seremos caminantes,
pues sólo caminando
podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba,
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.

Somos un pueblo que camina
y juntos caminando podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba,
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.

Sufre el pueblo mis hermanos,
buscando entre las piedras
la parte de su pan.
Sufre el pueblo oprimido,
el pueblo que no tiene
ni paz ni libertad.
Sufre el pueblo, mis hermanos,
más Tú vienes con ellos
y en Ti alcanzarán
otra ciudad que no se acaba,
sin penas ni tristezas,
ciudad de eternidad.


Soy Bautizado como es la ley de Dios
desde muy niño yo tengo mi fe;
tengo testigos de que soy bautizado,
y más por eso yo tengo que creer.

A Dios le pido nos guarde en el amor,
y que nos dé más hermanos para
cantarle al Señor.
Y le suplico de todo corazón,
Que nos reunamos en hermandad
de nuestra fe.

Jesús ha dicho que sólo hay una fe,
sólo un bautismo, sólo un Señor,
Padre de todos tiene que ser.


Su amor, su amor,
su amor está corriendo ya. (3)
por todo el mundo está corriendo ya.

Y tú, y tú,
y tú eres quien lo hará correr. (3)
Por todo el mundo
tú lo harás correr.

Y Yo, y Yo,
y Yo soy quien lo haré correr. (3)
Por todo el mundo
yo lo haré correr.

A todo aquel que encuentres
dale de ese amor. (3)
A todo el mundo
dale de ese amor.


Tan cerca de mí (2)
que hasta lo puedo tocar,
Jesús está aquí.

Míralo a tu lado caminando,
por la calle entre la multitud;
muchos ciegos van sin quererlo ver,
llenos de ceguera espiritual.

Le hablaré muy claro al oído,
le contaré las cosas que hay en mí;
y que sólo a El le interesarán,
El es más que un mito para mí.

No busques a Cristo en lo alto
ni lo busques en la oscuridad;
muy dentro de ti, en tu corazón
puedes adorar a tu Señor.

Tengan todos buenos días (noches),
quiero saludarles con un gran cariño.
Tengan felicitaciones
de parte de Cristo en sus corazones.
Vámonos amando ahora,
no esperemos a mañana,
porque, si se pasa el tiempo,
Cristo siempre viene,
hoy o sea mañana.

No creas lo que te dicen,
ni lo que te dice todita la gente,
que no sigas el mensaje
para si seguir a los inconvenientes.

Despiértate, tú que duermes,
del sueño profundo que arruina tu vida.
Cantemos alegres cantos
con el alma alegre y en Cristo unidos.


Te vengo a decir, te vengo a decir,
Oh mi Salvador.
Que yo te amo a Ti, que yo te amo a Ti,
con el corazón.

Te vengo a decir, te vengo a decir
toda la verdad.
Te amo Señor, te quiero Señor,
con el corazón.

Yo quiero cantar, yo quiero cantar
de gozo y de paz.
Yo quiero llorar, yo quiero llorar,
de felicidad.

Te vengo a decir, te vengo a decir
toda la verdad.
Te amo Señor, te quiero Señor
con el corazón.

Te vengo a pedir, te vengo a pedir,
Oh Madre de Dios.
Que ruegues por mí, que ruegues por mí,
a nuestro Señor.

Te vengo a pedir, te vengo a pedir,
por Tu intercesión.
amar como Tú, llevar a Jesús
en mi corazón.

Yo quiero crecer, yo quiero crecer
en fe y oración.
Yo quiero vivir, yo quiero vivir
la vida de Dios.

Te vengo a pedir, te vengo a pedir,
por Tu intercesión,
Amar como Tú, llevar a Jesús
en mi corazón.


Todo lo que tengo
te lo vengo a entregar,
este corazón que en mí
pusiste para amar. (2)

Todo es tuyo, Señor, sueña en ti
mi corazón y por eso alegremente
en ti yo pongo todo mi amor.

Las estrellas del cielo, también
los peces del mar, Tú eres quien los ha hecho
con tanto amor para nos dar.

Estas flores tan bellas
y esos pájaros del cielo.
Tú los vistes y alimentas.
Tú, Oh mi Padre, con mil cariños!
P. Eduardo.
Todo lo que veo, Tú lo has creado,
Todo lo que existe lo has hecho Señor;
Para que consiga vivir a tu lado,
y darte las gracias por tu gran amor.

Qué me importa ganar todo el mundo
Y aunque todo lo tenga, Señor,
Si al final del camino me encuentro,
Que soy separado de tu gran amor.

Qué me importa ganar todo el mundo
Y aunque todo lo tenga, Señor,
Si al final del camino me encuentro,
Que lo tengo todo menos tu amor.

Siempre que te hablo, Tú me respondes.
Siempre que te busco te encuentro, Señor.
Y así me doy cuenta que estás a mi lado
Y nada me importa ni tengo temor. (Coro)

Salmo 118- J. A. Espinoza.
Tu palabra me da vida;
Confío en Ti, Señor.
Tu palabra es eterna;
en ella esperaré.

Dichoso el que con vida intachable
camina en la ley del Señor.
Dichoso el que guardando sus preceptos
lo busca de todo corazón.

Postrada en el polvo está mi alma;
devuélvame la vida tu palabra
Mi alma está llena de tristeza;
consuélame, Señor, con tus promesas.
Escogí el camino verdadero
y he tenido presente tus decretos.
Correré por el camino del Señor
cuando me hayas ensanchado el corazón.

Este es mi consuelo en la tristeza,
sentir que tu palabra me da vida.
Por las noches me acuerdo de tu nombre;
recorriendo tu camino dame vida.

Repleta está la tierra de tu gracia;
enséñame, Señor, tus decretos.
Mi herencia son tus mandatos,
alegría de nuestro corazón.

Tú reinarás, este es el grito.
Que ardiente exhala nuestra fe.
Tú reinarás, oh Rey bendito,
Pues Tú dijiste, "Reinaré."

Reine Jesús por siempre,
Reine su corazón,
En nuestra patria;
En nuestro suelo,
Que es de María la nación,
En nuestra patria,
En nuestro suelo,
Que es de María la nación,

Tú reinarás, dulce esperanza.
Que al alma llena de placer;
Habrá por fin paz y bonanza,
Felicidad habrá doquier.

Tú reinarás, dichosa era. Dichoso
pueblo con tal Rey.
Será tu Cruz nuestra bandera;
Tu amor será la nuestra ley.
Yo no soy nada y del polvo nací,
pero Tú me amas y moriste por mí.
Ante la cruz sólo puedo exclamar:
"¡Tuyo soy! ¡Tuyo soy!"

Toma mis manos, te pido,
toma mis labios, te amo,
toma mi vida, ¡oh padre!
Tuyo soy, tuyo soy!

Cuando de rodillas, te miro, Jesús,
veo tu grandeza y mi pequeñez.
¿Qué puedo darte yo?, sólo mi ser.
¡Tuyo soy! ¡Tuyo soy!

Nos llegará un nuevo día, un nuevo cielo,
nueva tierra, nuevo mar.
Y en este día los oprimidos
en una voz la libertad proclamarán.

En esta tierra el negro no tendrá cadenas,
y nuestro indio no padecerá condenas.

En esta tierra el negro, el indio, el mulato,
todos unidos comerán del mismo plato.

En esta tierra la mujer tendrá derechos,
no sufrirá humillación ni preconceptos,
y su trabajo todos van a valorar;
en decisiones ellas participarán.
Un joven fué, casi un niño, Samuel.
Un joven fué, quien atento a tu palabra,
cuando todos dormían en la noche te escuchó,
y al instante puesto en pie te obedeció.
Cuando todos dormían en la noche te escuchó,
y al instante puesto en pie te obedeció.

Un joven soy! Señor, un joven soy.
Yo quiero oir tu voz y acompañarte,
llevarte en mí, Señor, para encarnarte,
poner en ti, mi fe y caminar,
poner en ti, mi fe y caminar.

Un joven fue, casi un niño, David,
el que venció al gigante confiando,
no en la fuerza, ni en el oro
que podamos poseer,
sino en ti, que nos ofreces tu querer.

En Nazaret, una joven creyó,
y al acoger temblorosa tu palabra,
en su casa, María, con amor te recibió,
en su cuerpo y en su vida te encarnó.

Un mandamiento nuevo nos da el Señor:
Que nos amemos todos,
como nos ama Dios.

La señal de los Cristianos
Es amarnos como hermanos.

Quien a sus hermanos no ama,
Miente si a Dios dice que ama.

Cristo, luz, verdad y vida;
Al perdón y amor invita
Perdonemos al hermano,
Como Cristo ha ordenado.

Hermanos somos de Cristo,
si de veras perdonamos.

En la vida y en la muerte
Dios nos ama para siempre.

En trabajos y en fatigas
Cristo a todos nos anima.

Comulguemos con frecuencia
Para amarnos a conciencia.

Gloria al Padre y al Hijo
Y al Espíritu Divino.
J. Espinosa.
Un pueblo que camina por el mundo
gritando: Ven, Señor.
Un pueblo que busca en esta vida
la gran Liberación.

Los pobres siempre esperan el amanecer
de un día más justo y sin opresión.

Los pobres hemos puesto la esperanza
en Ti Libertador.
Un Pueblo…

Salvaste nuestra vida de la esclavitud,
esclavos de la ley, sirviendo en el temor,
nosotros hemos puesto la esperanza
en Ti, Dios del amor.
Un Pueblo...

El mundo por la guerra sangra sin
razón, familias destrozadas buscan un
hogar, el mundo tiene puesta su
esperanza en Ti, Dios de la paz. Un
Pueblo...


Vamos a bendecir al Señor,
nosotros los hijos de Dios (2)

Alzad nuestras manos
batidlas a El
y decidle que sólo El es fiel. (2)

Cerrad vuestros ojos
pensad sólo en El
y decidle que sólo El es fiel. (2)

Abrid vuestra boca
cantad para El
y decidle que sólo El es fiel. (2)

Creed sólo en Cristo
creed sólo en El
y decidle que sólo El es fiel. (2)

Vamos a escuchar con amor, con amor;
Vamos a escuchar la Palabra del Señor.
Vamos, hermanos, toditos con valor,
a escuchar la Palabra del Señor.

Cuando acepté el mensaje del Señor,
y me decidí a seguirlo con valor;
El con su luz mi camino iluminó
y con su palabra mi vida transformó.

Cuando en mi nombre se juntan más de dos,
para ir unidos en organización;
yo voy con ellos; con ellos ahí estoy,
para ser el guía y darles el valor.
J. A. Espinoza
Vamos cantando al Señor.
El es nuestra alegría.

La luz de un nuevo día
venció a la oscuridad.
Que brille en nuestras almas
la luz de la verdad.

La roca que nos salva
es Cristo nuestro Dios.
Lleguemos dando gracias
a nuestro Redentor.

Los cielos y la tierra
aclaman al Señor.
Ha hecho maravillas,
inmenso es su amor.

Unidos como hermanos
venimos a tu altar.
Que llenes nuestras vidas
de amor y de amistad.

Venceré, porque El está conmigo.
Venceré, porque conmigo está.
Venceré, venceré, vencerás.
Venceremos en el nombre de Jesús.

Amaré... Oraré… Lucharé…
Gozaré... Serviré... Triunfaré…
Reiré... Saltaré… Bailaré...

C. Gabaraín.

Vienen con alegría, Señor,
cantando vienen con alegría, Señor.
Los que caminan por la vida, Señor,
sembrando tu paz y amor. (2)

Vienen trayendo la esperanza
a un mundo cargado de ansiedad,
a un mundo que busca y que no alcanza
caminos de amor y de amistad.

Vienen trayendo entre sus manos
esfuerzos de hermanos por la paz,
deseos de un mundo más humano
que nace del bien y la verdad.


Viva que viva, que viva el amor,
viva que viva, que viva el amor,
viva el amor, viva el amor,
viva la hermandad.

Contentos y alegres hoy vamos a estar
Viva la hermandad.

Pasemos gozosos un rato social.
Viva la hermandad.

Sonrisas de amigos podemos brindar.
Viva la hermandad.

Salúdense todos en buena amistad.
Viva la hermandad.

Unidos con Cristo podemos triunfar.
Viva la hermandad.
(Magnificat)
Yo canto al Señor porque es grande.
Me alegro en el Dios que me salva.
Feliz me dirán las naciones.
En mí descansó su mirada.

Unidos a todos los pueblos
Cantamos al Dios que nos salva.

El hizo en mí obras grandes.
Su amor es más fuerte que el tiempo.
Triunfó sobre el mal de este mundo.
Derriba a gente soberbia.

No quiere el poder de unos pocos.
Del polvo a los pobres levanta.
Dio pan a gente hambrienta
dejando a los ricos sin nada.

Libera a toda la gente
cumpliendo la eterna promesa
que hizo en favor de su Pueblo:
los pueblos de toda la tierra.


Yo no camino solo,
conmigo va Jesús,
en sanas alegrías,
en pruebas y dolor,
Cuando la noche venga,
nos guiará su luz,

pues, nunca me abandona,
mi dulce Salvador.

Jesús conmigo viaja,
a quién yo temeré;
en mi barquilla frágil
siempre navegaré.
Si vienen tempestades,
en El me esconderé
y busco en mi barquilla
el rostro del Señor.

Al verlo que allí viaja
se calma la tempestad;
se perderá mi rumbo
hacia la oscuridad;
pero si tú te quedas,
mi viaje seguirá,
hasta las bellas playas
de la eternidad.

Por golfos peligrosos
mi barca va a pasar,
pues Cristo es mi piloto
y sabe manejar.
Conoce palmo a palmo
la senda por seguir,
y al puerto de las luces,
seguro voy a llegar.



Gracias, yo quiero agradecerte, Señor.
Gracias, yo quiero agradecerte tu amor.
Gracias, Señor, por tu amor, por tu perdón.
Gracias, Señor, por tu amor. (2)

tu cruz... tu luz... tu pan...

Yo quiero ser feliz,
yo quiero ser feliz,
Llenar mi vida de una nueva luz.
Cristo esa luz será,
Que en mi alma brillará
Y alumbrará toda mi juventud.

Cristo está en la puerta de mi vida,
Presto a concederme su amistad.
Y a dejar sembrada la alegría
Dentro de mi pobre corazón.

En el mundo todos tus hermanos
Quieren ser felices como tú.
Quieren que les tiendas una mano,
Y que les conduzcas a la luz.

En el alma de todos nosotros
Hay una ansia de felicidad;
Anhelo de amar y ser amados,
Y eso por toda la eternidad.
Palito Ortega.
Yo tengo fe, que todo cambiará,
que triunfará por siempre el amor,
yo tengo fe, que siempre brillará
la luz de la esperanza
no se apagará jamás.

Yo tengo fe, el pueblo cantará
una canción de amor universal.
Yo tengo fe, será una realidad
el mundo de justicia
que ya empieza a despertar.

Yo tengo fe, porque yo creo en Dios.
Yo tengo fe, será todo mejor,
se callará el odio y el dolor
la gente nuevamente
hablará de su ilusión.

Yo tengo fe, yo creo en el amor.
Yo tengo fe, también mucha ilusión,
porque yo sé será una realidad
el mundo de justicia
que ya empieza a despertar.
C. Gabarain

Yo tengo gozo en mi alma,
gozo en mi alma,
gozo en mi alma y en mi ser!
Aleluya, Gloria a Dios!
Son como ríos de agua viva,
ríos de agua viva,
ríos de agua viva en mi ser.

Vamos cantando con todo su poder. (2)
Da gloria a Dios! Gloria a Dios!
Da gloria a El.
Vamos cantando con todo su poder.

No te avergüences y alaba a tu Señor. (2)
Da gloria a Dios! Gloria a Dios!
Da gloria a El.
No te avergüences y alaba a tu Señor.

Alza tus brazos y alaba a tu Señor. (2)
Da gloria a Dios! Gloria a Dios!
Da gloria a El.
Alza tus brazos y alaba a tu Señor.

Yo tengo un amigo que me ama,
(me ama, me ama.
Yo tengo un amigo que me ama.
Su nombre es Jesús.

Y estaremos en su viña,
Trabajando en la viña del Señor. (2)

Tu tienes un amigo que te ama,
(te ama, te ama.
Tu tienes un amigo que te ama.
Su nombre es Jesús.

Tenemos un amigo que nos ama,
(nos ama, nos ama.
Tenemos un amigo que nos ama.
Su nombre es Jesús.

Tenemos una madre que nos ama,
(nos ama, nos ama.
Tenemos una madre que nos ama.
La madre de Jesús.
☆ ☆ ☆

El agua del Señor
Sanó mi enfermedad,
El agua del Señor, Jesús. (2v)

El que quiera y tenga sed,
Que venga y beba gratis,
El que quiera y tenga sed
Beba del agua de la vida.

El que beba de esta agua,
Jamás tendrá sed. (2)

Sobre ti derramaré,
El agua que es vida.
Y tu corazón de piedra,
En amor transformaré.

El que crea en mi palabra
Y se abra a mi fuerza.
De su seno brotarán
Torrentes de agua viva.

CANTOS
A
MARIA

Adiós, Reina del cielo,
Madre del Salvador;
Adiós, Oh Madre mía,
adiós, adiós, adiós.

De tu Divino rostro
Me alejo con pesar; Permíteme
que vuelva
Tus plantas a besar.

Adiós, Oh Virgen Madre,
Más bella que la luz.
Jamás, jamás me olvides
Delante de Jesús.

Me ofrezco a Ti, Señora,
Tu amor será mi amor
Y al fenecer mi vida
Condúceme al Señor.

Adiós, hija del Padre;
Madre del Hijo, adiós;
Del Espíritu Santo,
Oh Casta Esposa, adiós.


El trece de mayo, en Cova de Iría,
Bajó de los cielos la Virgen María,

Ave, Ave. Ave María (2).

Vestida de blanco, más bella que el sol;
Con dulces palabras la Virgen habló.

Hablo contra el lujo, contra el falso amor,
Pidió la pureza que agrada al Señor.

Con dulces palabras nos manda rezar.
La Virgen María nos quiere salvar.

Dijo que quería por su Corazón.
Del mundo arruinado ser la salvación.

La Virgen María, cercada de luz,
Con todo cariño nos lleva a Jesús.

Señora del Cielo, oh reina de amor!
Acógenos, Madre, en tu corazón.


Con torrentes de luz que te inundan,
los arcángeles besan tus pies,
Las estrellas tu frente circundan
y hasta Dios complacido te ve.

Pues llamándote pura y sin mancha,
de rodillas los mundos están.
Y tu espíritu arroba y ensancha
tanta fe, tanto amor y tanto afán.

Salve, salve cantando a María,
quién más pura que tú, Sólo Dios.
Y en el cielo una voz repetía:
más que Tú Sólo Dios, sólo Dios.

Ah, bendito el Señor que en la tierra,
pura y limpia te pudo formar.
Como forma el diamante la sierra,
como cuaja, las perlas el mar.

Y al mirarte entre el ser y la nada,
modelando tu cuerpo, exclamó:
Desde el seno será inmaculada,
si del suyo nacer debo yo.


Dulces himnos cantando a María,
Vencedora del fiero dragón;
Saludemos al plácido día
De su hermosa y feliz Concepción.

Concebida María sin mancha,
Fuente pura de eterna belleza;
Del dragón infernal la cabeza
Quebrantó con su pie virginal.

De su madre en el seno aparece,
Como lirio de púdico aroma;
Como blanca e inocente paloma;
Como rayo de luz matinal.

Fue tan puro su instante primero,
Cual de mayo aromática brisa;
Como de Eva la dulce sonrisa,
Al pisar del Edén el jardín.


En el trabajo de cada día
como vivías y amabas tú, queremos,
Madre, servir amando, viviendo
siempre junto a Jesús. (2)

En el silencio de aquella aldea,
la casa humilde de Nazaret
se va empapando de tu ternura,
de tu trabajo, de amor y fe.
Tú te afanabas como mi madre
en mil trabajos que da el hogar.
Mujer humilde de hermosas manos.
encallecidas de trabajar.

Dios quiso honrarte como a ninguna,
con mil encantos enriquecer.
Te hizo humilde de gracia llena,
trabajadora te quiso hacer.

Es María blanca paloma
Que ha venido a América:
A traer la paz.

En el centro de una blanca nube:
Se vino volando desde Portugal.

Llena eres de gracia, oh María:
Virgencita blanca: Reina Celestial.

Y por eso los Nicaragüenses:
Te llamamos Madre: Madre de bondad.

Pastorcitos humildes de Fátima:
La vieron llorando, por nuestra maldad.

Les mandaste rezar el Rosario:
Por los pecadores: para que haya paz.

Te queremos, oh Virgen de Fátima:
Porque tú eres Madre: Madre Celestial.

Tuyos son nuestros montes y valles:
Bienvenida eres: a nuestra ciudad.

C. Gabarain.
Madre de los pobres, los humildes
y sencillos, de los tristes y los niños,
que confían siempre en Dios.

Tú, la más pobre,
porque nada ambicionaste.
Tú, perseguida,
vas huyendo de Belén.
Tú, que un pesebre ofreciste
al Rey del Cielo,
toda tu riqueza fue tenerle
sólo a El.

Tú, que en sus manos sin temor
te abandonaste.
Tú, que aceptaste
ser esclava del Señor,
Vas entonando un poema
de alegría:
"canta, alma mía,
porque Dios me engrandeció".

Tú, que has vivido el dolor
y la pobreza.
Tú, que has sufrido
en la noche sin hogar.
Tú, que eres madre de los pobres
y olvidados,
eres el consuelo del que reza
en su llorar.

María Tú que velas junto a mí
y ves el fuego de mi inquietud,
María, madre, enséñame a vivir
con ritmo alegre de juventud. (2v)
Ven, Señora, a nuestra soledad,
ven a nuestro corazón,
a tantas esperanzas que se han muerto,
a nuestro caminar sin ilusión.
Ven, y danos la alegría
que nace de la fe y del amor,
el gozo de las gentes que confían
en medio del esfuerzo y del dolor.

Ven, y danos tu esperanza
para sonreir en la aflicción,
la mano que del suelo nos levanta,
la gracia de la paz en el perdón.
Ven, y danos confianza,
sonrisa que en tu pena floreció,
sabiendo que en la duda y las tormentas
jamás nos abandona nuestro Dios.

C. Gabaraín.

Madre, óyeme, mi plegaria
es un grito en la noche,
Madre, mírame
en la noche de mi juventud.
Madre, sálvame,
mil peligros acechan mi vida.
Madre, lléname
de esperanza, de amor, y de fe.
Madre, guíame, en las sombras
no encuentro el camino,
Madre, llévame,
que a tu lado feliz cantaré.

La, la, la...

Madre, una flor,
una flor con espinas es bella;
Madre, un amor.
un amor que ha empezado a nacer.
Madre, sonreir,
sonreir aunque llore el alma Madre,
construir;
caminar aunque vuelva a caer.
Madre, solo soy,
el anhelo y la carne que luchan.
Madre, tuyo soy.
en tus manos me vengo a poner.


Aleluya (6)

Porque Cristo nuestro hermano ha
resucitado, María, alégrate. (2)

Porque Cristo nuestro hermano nos ha
redimido, María, alégrate. (2)

Porque en Cristo nuestro hermano
hemos renacido, María, alégrate. (2)

Porque en Cristo nuestro hermano
Todos somos hijos, María, alégrate. (2)


A. Mejía.

Mi alma Glorifica al Señor, mi Dios
Gócese mi espíritu en mi Salvador
El es mi alegría, es mi plenitud
El es todo para mí.
Ha mirado la bajeza de su sierva.
Muy dichosa me dirán todos los pueblos
Porque en mí ha hecho grandes maravillas,
él que todo puede, cuyo nombre es santo.

Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos que le temen y le aman.
Desplegó el gran poder de su derecha.
Dispersó a los que piensan que son algo.

Derribó a los potentados de su trono
y ensalzó a los humildes y los pobres.
Los hambrientos se saciaron de sus bienes
y alejó de sí vacíos a los ricos.


Oh Madre dolorosa,
Madre del pecador.
Cúbrenos con tu manto;
Oh Madre, sálvanos.

No olvides, Madre mía,
Que bajo de la cruz
por Madre te dejaba
Al morir tu Jesús.

Siento dentro del pecho,
La voz de mi Jesús:
"Allí tienes a tu Madre."
La Madre eres tú.

Cuando en mi agonía
Bese por fin la cruz.
Ven a mí, Madre mía,
Ven, Madre, con Jesús.

Cuando llegue mi alma,
A la visión de luz;
Jesús, será mi Hermano,
Mi Madre, siempre Tú.

¡Oh María Madre mía!
Oh consuelo del mortal;
Amparadme y guiadme
A la patria celestial.

Con el Ángel de María,
Las grandezas celebrad;
Transportados de alegría,
Sus finezas publicad.

¡Salve!, júbilo del cielo,
Del Excelso dulce imán;
¡Salve!, hechizo de este suelo,
Triunfadora de Satán.

Del Eterno las riquezas,
Por ti logre disfrutar;
Y contigo sus finezas
Para siempre publicar.


Oh Virgen de Concepción,
Madre querida de Dios,

Entre las bellas criaturas
la escogida fuiste vos.

Eres más linda que el sol,
más blanca que la Azucena,
Más brillante que la luna
y de gracia toda llena.

Tu primer nombre es María,
Santísima es el segundo;
De Concepción es el tercero
y abogada de todo el mundo.
Vos tenéis, dulce Señora,
remedio muy adecuado,
para librar al hombre
del peligro y del pecado.

A vos venimos, Señora,
humildemente rendidos,
y también arrepentidos
nos curéis de tan gran mal.

Ya se acercan los momentos
de retirarnos de Vos;
Oh Virgen de Concepción,
¡Adiós, pues adiós, adiós!

Oh Virgen del Rosario Inmaculada,
Que nos das con amor triple lección.
Hoy tus hijos aceptan tu mensaje:
Sacrificio, Oración, Reparación.

Tu precursor nimbado de blancura,
Presentó a los pastores él su faz;
Y le dijo con voces de ternura:
No temáis, soy el ángel de la paz.

Un cáliz y una Hostia les ofrece,
Anunciándoles la bella aparición,
Y después de unos días aparece
La que es Virgen de nuestra salvación.

De gloria fue el día trece de Mayo
Realizó tu primera aparición,
Procediendo la luz de intenso rayo,
Que a los niños sacude el corazón.
En tus manos blanquísimas y puras
Aquel rosario les despedía luz,
Convidando con eso a las criaturas
A vencer con los rayos de la Cruz.

Por eso el cristianismo
con grata melodía,
Repite de María,
su nombre sin cesar.
Cual un botón de rosa
que bello se presenta,
así también se ostenta,
María Virginal.

Ella es la más gallarda,
Ella es la más hermosa;
Es Reina poderosa,
del coro celestial.

Sus galas juveniles
son todos los querubes,
y mil doradas nubes
ornan su pedestal.

De todas las virtudes
su aureola centellea,
y a sus pies serpentea,
el Dragón infernal.

Sus ojos brilladores,
su labio purpurino,
su talle peregrino,
su aspecto virginal.

Todo ello, todo indica
que es Madre y que es doncella,
que no hay vestigio en Ella,
de mancha Original.

Su traje es la pureza,
su cetro la hermosura,
su imperio es de ternura,
su trono celestial.
Corónanla los cielos;
es el mundo su siervo,
porque es Madre del Verbo,
sin culpa original.

Pues concebida fuiste sin mancha
ave, María, llena de gracia.

Tú eres el iris de la esperanza,
que al mundo anuncias paz y bonanza.

Tú eres la fuente tan limpia y clara,
que el cieno inmundo jamás te mancha.

Tú eres de Cades la airosa palma,
que en el desierto su copa engalla.

Tú eres la sola, Tú la agraciada,
que al Dios eterno tu gracia encanta.


Sagrada Reina del cielo,
luciente estrella del día,
dadme gracia con que os pueda
cantar el Ave María.

Por la gracia singular
que del ángel vino en pos,
sednos propicia María,
pues que sois Madre de Dios.

Cuando el ángel San Gabriel
bajó lleno de alegría,
la salutación que os dio fue:
Dios te Salve, María.
Los ángeles en el cielo,
los hombres con eficacia,
jubilosos te aclamamos,
Señora, llena de gracia.

Yo, postrado y reverente,
tu sacro nombre bendigo,
implorando tus mercedes
porque el Señor es contigo.

Más hermosa que la luna,
y más linda que el sol eres
y por todos los creyentes,
Señora, bendita tú eres.

Pues eres Madre de Dios,
la más firme luz y guía,
digamos todos devotos:
Amén, Jesús y María.


Sale al mundo con grata sonrisa,
Desplegando candor y hermosura:
La doncella más grata y más pura,
La escogida por Madre de Dios.

Cual la mística y blanca azucena,
Nos presenta su copa nevada;
Ella muestra su faz nacarada,
Más radiante y más bella que el sol.

El mortal extasiado miraba,
La pureza sin par de María;
Y aterrado el infierno gemía
a tus plantas de rabia y furor.

Los angélicos coros pregonan,
De su Reina los dulces encantos;
Por la esfera resuenan los cantos,
Difundiendo consuelo y amor.
Madre de todos los pueblos,
enséñanos a decir Amén.

Cuando la noche se acerca
y se oscurece la fe.

Cuando el dolor nos oprime
y la ilusión ya no brilla.

Cuando aparece la luz
y nos sentimos felices.

Cuando nos llegue la muerte
y Tú nos lleves al cielo.
J. A. Espinoza.
Mientras recorres la vida
Tú nunca solo estás.
Contigo por el camino
Santa María va.

Ven con nosotros al caminar,
Santa María, ven.
Ven con nosotros al caminar,
Santa María, ven.

Aunque te digan algunos
que nada puedes cambiar,
Lucha por un mundo nuevo,
Lucha por la verdad.

Si por el mundo la gente,
sin conocerse van,
No niegues nunca tu mano
al que contigo está.
Aunque parezcan tus pasos
inútil caminar,
Tú vas haciendo caminos
otros lo seguirán.

Toda hermosa eres, María,
desde tu instante primero,
Pues la mancha original,
no tuvo en tu ser derecho.

Para dar luz inmortal,
siendo Aurora Vos del día.
Concebida sois María,
sin pecado original.

Toda hermosa eres María,
toda hermosa, Virgen bella.
Toda hermosa clara estrella,
toda hermosa más que el día.

Vuestros hijos, oh María,
llenos de cariño santo.
Os dirigen tierno canto,
demostrando su alegría.

Nicaragua que es tu pueblo,
te canta con alegría:
Viva en los cielos y tierra,
LA CONCEPCION DE MARIA.

ALABADO FINAL:

Alabado sea el Santísimo
Sacramento del Altar;
Y María concebida,
Sin pecado original (3 veces).

Alabemos a la Reina
de la corte celestial;
Que es María concebida,
sin pecado original.

Y los ángeles del cielo
cantan hoy con alegría;
Y nosotros en la tierra,
alabemos a María.

Démosle al CONTRARIO guerra,
cantando con alegría;
Viva en los cielos y tierra,
la Concepción de María.

Amén, Jesús y María;
San José es mi compañía:
Y María es mi abogada,
hasta en la última agonía.


Tu gloria, tu gloria,
gozoso este día;
oh dulce María,
publica mi voz.

Oh Virgen, oh Madre,
oh cándida estrella;
cuán pura, cuán bella,
la aurora te vio.

Tu faz ante el orbe
en noche sumido;
del sol prometido
la luz anunció.

Tu oriente dichoso,
oh hermosa María;
de paz y alegría
al hombre llenó.

De tierna doncella
vencido, se humilla
Luzbel, que a la silla
suprema aspiró.

Tú salvas al mundo,
tú aplacas al cielo,
tú das a este suelo
un Rey salvador.


Yo te saludo, amada mía,
cantando con el Angel el Ave María.

Mi alma recibe gran alegría,
Cuando pronuncia el Ave María.

El adversario recibe penas,
Cuando responde de gracia plena.

Tú misma guardas siempre conmigo
Pues el Señor siempre contigo.

Bendito el vientre de santa luz,
Porque en él estaba mi buen Jesús.

Fuiste escogida entre mujeres
Y así digamos: bendita tú eres.

Ruega Señora, por los del Padre;
Esa es su esposa, Virgen y Madre.

Merezca mi alma verte presente,
Ahora y en la hora de nuestra muerte

Sagrada aurora, dános tu guía,
Para seguirte, Virgen María.

Amén, amén, amén, Jesús
Corona y clavos a mi buen Jesús.

Eres tan sencilla como luz de amanecer
eres tú María fortaleza de mi ser
tú eres flor, eres del Señor
que dejas acariciar por su amor.

Eres tan humilde
como el vuelo de un gorrión
eres tú María el regazo del amor
tú eres flor, eres del Señor
que dejas acariciar por su amor.

Yo quiero estar,
en las manos del Señor como tú,
para amar, en las manos del Señor
como tú, como tú, como tú.

Eres tan hermosa
como el cielo, como el mar,
eres tú María como el gozo de enseñar,
tú eres flor, eres del Señor
que dejas acariciar por su amor.

Eres tan humilde,
como el vuelo de un gorrión,
eres tú María el regazo del amor,
tú eres flor, eres del Señor
que dejas acariciar por su amor.
Quién será la mujer
que a tantos inspiró
poemas bellos de amor.
Le rinden honor, la música y la flor,
el mármol, la palabra y el color.
Quién será la mujer
que el rey y el labrador
invocan en su dolor.
El sabio, el ignorante,
el pobre y el Señor,
el santo al igual que el pecador.

María es, María es
esa mujer… esa mujer,
que desde siempre el Señor se preparó,
para nacer… para nacer
como una flor… como una flor,
en el jardín que a Dios enamoró.

Quién será la mujer, radiante como el sol
vestida de resplandor
la luna a sus pies,
el cielo en derredor
y ángeles cantándole su amor…

Quién será la mujer humilde que vivió,
en un pequeño taller,
amando sin milagros, viviendo de su fe,
la esposa siempre alegre de José.

(Lunes y Jueves)
Música: del "Ave Maria".
Letra: Hna. Chepina Méndez.

Humilde y sencilla María respondió
y su vida entera al Señor consagró.

Ave, Ave, Ave María. (2)

La buena noticia le lleva a Isabel
y juntos celebran al Dios de Israel.
Que hoy nuestra vida sea otro Belén,
sembrando esperanzas y haciendo el bien

La ofrenda del pobre María presentó,
y la luz del mundo se manifestó.

Jesús fue creciendo allá en Nazaret
y fue descubriendo su misión también

(Martes y Viernes )
Música: La Blanca Paloma.
Letra: Hna. Chepita Méndez.

Siempre fiel al proyecto del Padre (2)
Jesús nos enseña (3)
a hacer su voluntad.

Es María la Blanca Paloma (2)
que ha venido a América (3)
a traer la paz.

El dolor purifica y enseña (2)
que sólo en la entrega (3)
se encuentra el amor.

Te pedimos paciencia y valor (2)
una fe profunda (3)
que le dé sentido a nuestro dolor.

Que sepamos llevar nuestra cruz (2)
en paz y esperanza (3)
siguiendo a Jesús.

Te entregaste en las manos del Padre (2)
todo lo has cumplido (3)
fiel hasta el final.
(Miércoles, Sábado y Domingo)

Música: Tú Reinarás.
Letra: Hna. Chepina Méndez.

Resucitó Jesús triunfante
y a la muerte derrotó.
Resucitó nuestra esperanza
de vida nueva nos llenó.

Reine Jesús por siempre,
reine su corazón.
en nuestra Patria, en nuestro suelo,
que es de María la nación,
en nuestra Patria, en nuestro suelo,
que es de María la nación.

Sube Jesús hasta su Padre
y nos encarga su misión
de construir en esta tierra
el mundo nuevo que inició.

Para vencer nuestros temores
su misma fuerza nos dejó
para luchar por ser mejores
su mismo espíritu nos dió.

María es mujer que a Dios agrada
por su servicio y su bondad
en su asunción es elevada
por su silencio y humildad.

Madre de Dios danos la gracia
de perdonarnos y de amar
y la alegría de ser hermanos
como una gran comunidad.

CANTOS

PARA
ADVIENTO Y
NAVIDAD

Ven, dulce amado mío,
no tardes en venir
Y nazca ya el Mesías,
para con El vivir:

Envían su rocío,
los cielos de turquí,
que está la tierra seca,
de culpas mil y mil,
de culpas mil y mil.

Entrega ya, Señora,
a quien cantó David,
al Rey de cielo y tierra,
de duración sin fin,
de duración sin fin.

Acaba, aurora bella,
de dar el día feliz,
comienzo de la gracia
y del pecado fin,
y del pecado fin.

Ya viene para el hombre
quien le ha de redimir,
vayámosle a su encuentro,
vayámosle a servir,
vayámosle a servir.

Y muéstralo, Señora,
y así podremos decir,
amores tiernos, dulces,
a nuestro Benjamín,
a nuestro Benjamín.

C. Gabaraín.

Ven, ven, Señor, no tardes,
ven, ven, que te esperamos.
Ven, ven, Señor, no tardes.
ven pronto, Señor.

El mundo muere de frío
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.

Envuelto en sombría noche
el mundo sin paz no ve;
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz;
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas Tú.

J. A. Espinosa - N. Espiritual.

El pueblo gime de dolor;
ven y sálvanos.
A Dios levanta su clamor;
ven y sálvanos.

Oye, Padre, el grito de tu pueblo.
Oye, Cristo, ven y sálvanos.

El pueblo está en la esclavitud;
ven y sálvanos.
El pueblo clama libertad;
ven y sálvanos.

Moisés será el libertador;
ven y sálvanos.
Su brazo es fuerza del Señor;
ven y sálvanos.

El pueblo empieza a caminar;
ven y sálvanos.
Vencida queda la opresión; ven y
sálvanos.

La marcha es dura, ciega el sol;
ven y sálvanos.
Se acerca ya la redención;
ven y sálvanos.
Levántate, que está llegando. (2)
El Señor viene ya.

Nos traerá su resplandor.
Nos traerá la luz, la paz. (2)

En el Señor confiaré.
El nos dará la salvación. (2)

Lo prometió, lo cumplirá.
El Dios de amor nos salvará (2)

Es tiempo de Adviento.
Nuestro pueblo quiere unirse.
Va quedando más atento.
Van a rezar y compartir.

Ven, Señor Jesús.
Ven a guiarnos con vuestra luz. (2)

En otro tiempo de crisis
la esperanza no falló.
Hoy el pueblo está luchando
porque en El la encontró.

Adiós, dulce Niño adiós,
tierno infante!
Adiós, dulce amante,
mi sumo Bien, Adiós!

Esa tu hermosura, ese tu candor,
el alma me roba (tres) el amor.

Con tus dulces ojos, Niño mírame,
y sólo con eso (tres) me consolaré.

La vida, Bien mío, y el alma también,
te ofrezco gustoso,
(tres) rendido a tus pies.

De mí no te ausentes,
pues sin Ti qué haré,
cuando Tú te vayas
(tres) a mí llévame.


Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan.
¿Qué nuevas me traéis?

Campana sobre campana
y sobre campana una;
asómate a la ventana,
verás a un niño en la cuna.

Campana sobre campana
y sobre campana dos;
asómate a la ventana
porque está naciendo Dios.

Campana sobre campana
y sobre campana tres;
en una cruz a estas horas
el Niño va a padecer.

(Melodía: Jingle Bells)

Campanas navideñas de dulce
y claro son, tu canto
Jubilosa alegra el corazón.
Anuncias con tus voces,
heraldos de cristal,
alégrense las almas,
llegó la navidad.

Din Don Dan Din Don Dan,
vamos a Belén, ha nacido el
niño que es lucero de Belén.
Din Don Dan Din Don Dan,
vamos a Belén, ha nacido el
niño que nos ofrece todo bien.

Oh navidad hermosa,
oh noche sin igual, tus
luces iluminan con lumbres
celestial. Mensaje dulce y
claro anunciando la paz.
Oh navidad hermosa,
oh noche sin igual.

Hoy a la tierra el cielo envía,
una capilla angelical.
Trayéndonos paz y alegría,
cantando el himno triunfal.

Gloria In Excelsis Deo. (2)
(o Gloria a Dios en las alturas. 2)

Viene a anunciar el nacimiento
de nuestro amable Redentor;
Colmados de agradecimiento,
digamos todos con fervor. Gloria, etc.

Unos pastores que velaban
en las praderas de Belén,
Vieron querubes que entonaban
cantares para nuestro bien. Gloria, etc.

¡Gloria! decían con voz suave,
gloria a Jesús el Rey de amor!
Paz en la tierra a aquel que sabe servir
a Dios con santo ardor. Gloria, etc.

Venid a verlo presuroso,
Venid a darle el parabién;
y con acentos amorosos,
cantad en su honor también. Gloria, etc.


El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón.
rom pom pom pom, rom pom pom pom.

Ha nacido en un portal de Belén
el Niño Dios.

Yo quisiera poner a tus pies
algún presente que te agrade, Señor.
Más Tú ya sabes que soy pobre también
y no poseo más que un viejo tambor.
rom pom pom pom, rom pom pom pom.

En tu honor frente al portal tocaré con
mi tambor.

El camino que lleva a Belén
yo voy marcando con mi viejo tambor.
Nada mejor hay que te pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor.
rom pom pom pom, rom pom pom pom.

Cuando Dios me vio tocar así me sonrió.

Carlos Mejía Godoy

Cuando desempaques tus regalos,
niño de lujosa vecindad,
piensa en tantos niños que no saben
para qué es la Navidad.

Piensa en el chavalo limpiabotas
que su noche buena pasará
en una banqueta dura y fría
del atrio de Catedral.

Feliz Navidad, Feliz Navidad
en justicia y libertad Feliz
Navidad, un mundo mejor
sin miseria ni opresión. (2)

Esa metralleta de juguete
que trajo este año Santa Claus
es el aguinaldo cariñoso
que te manda el tío Sam.

Hoy necesitamos más escuelas
más cultura, más educación
son más importantes cien maestros
que un blindado batallón.

Tiene que llegar pronto ese día
cuando no sea la Navidad
solo el privilegio de los ricos
sino de la humanidad.

Que venga Venancia, Pedro y Mincho,
la Maruca, Lencho y Pantaleón.
Vamos a cantar el villancico
de nuestra liberación.

Los ángeles anuncian
que ha nacido en Belén
Un niño pequeñito
que se llama Emmanuel.

Gloria a Dios en el cielo
y paz en la tierra
a la gente de buena voluntad.
Vamos todos, vamos al portal de Belén,
a ver al nacido, Dios de Israel.

Es Dios y nace humilde
en un pobre portal;
Envuelto entre pañales,
sobre pajas está.

Esteban y Ciriaco,
Ismael y Raquel
Dejando su rebaño
han bajado a Belén.

Bajemos presurosos
a adorar a Jesús;
En un establo humilde
ha brillado la luz.

F. Grüber.

Noche de paz, noche de amor;
claro sol brilla ya,
y los ángeles cantando están:
Gloria a Dios, gloria al Rey Eternal.
Duerme el Niño Jesús. (2)

Noche de paz, noche de amor;
todo duerme en derredor.
Sólo se escucha en un pobre portal,
de una doncella la voz celestial.
Duerme mi dulce Jesús. (2)

Noche de paz, noche de amor;
en los campos al pastor coros celestes.
proclaman salud, gracias
y glorias en su plenitud.
Por nuestro buen Redentor. (2)

Noche de paz, noche de amor,
contemplad cual resplandor.
Luce en el rostro del Niño Jesús.
desde el pesebre derrama su luz
Astro de eterno fulgor. (2)

Noche de paz, noche de amor;
noche plena de dulzor,
huyen las sombras del pueblo Belén,
bajan mil luces en vaivén…
del que nació por mi bien. (2)


Viva, viva, Jesús mi amor!
Viva, viva, mi Salvador:

¡Oh Jesús tiernecito,
ejemplo de candor!
¡Oh precioso hermanito,
eres Tú mi Señor!

Al mirar extasiado
tu infantil sonreir,
¡Oh Jesús adorado!
Ya me es dulce morir!

Eres en el pesebre,
más hermoso que el sol,
Y más lindo y alegre
que el más bello arrebol.

Eres joh Niño amado!,
mi tesoro y mi bien,
Mi Señor humano,
mi modelo también.

A tus niños queridos
da cordura y virtud,
Y serán parecidos
a su hermano Jesús.

De tu santa doctrina,
lléname el corazón
Y con mano benigna
dame tu bendición.

Y después de adorarte
tan amable en Belén
Llévanos a gozarte
a los cielos. Amén.



Una bella pastorcita,
caminando va con frío.
Y como bella rosita,
va cubierta de rocío.

Caminando va José,
caminando va María,
Y los dos con grande fe,
van sonriendo de alegría.

Escabroso es el camino,
pero con muy grande fe
Ellos siguen el camino
que obedece fiel José.

Justo esposo de María
que caminas con gran celo;
Pídote con alegría
que me des siempre consuelo.

Caminando va María
como bella florecita,
Que ni el sol de medio día,
ni el invierno la marchita.

Todos los astros del cielo
reconocen a María.
Las estrellas en su vuelo
iluminan a Porfía.

Llega por fin a la tierra
que por Dios es designada
En donde ha de dar a luz
la Virgen Inmaculada.

También ángeles del cielo,
circundados de alegría,
Bajan del eterno Empíreo
saludando a María.


Vamos los pastores, vamos a Belén:
a ver al Mesías Rey de Israel.

Venid pastorcillos, venid a adorar,
al Rey de los cielos que está en un portal.

Gloria en las alturas y en la tierra paz.
Miles de querubes cantan por Judá.

Sobre duras pajas dormidito está,
los pañales blancos su calor le dan.
Es María Virgen, Madre de Manuel,
dióle a luz sin mancha, madre y virgen es.

Cristo es Rey de reyes,
Cristo es hombre y Dios,
viva Jesucristo,
viva el Niño Dios.


Vayamos cristianos, presto triunfantes,
alegres corramos hacia Belén,
A ver nacido al Dios hecho Niño.

Venid y adoremos (3)
al Niño Dios.

Del valle al establo suben los pastores,
ofrecen sus dones al Dios de Israel.
Demos por dones nuestros corazones.

Sus dulces ojitos son dos estrellitas,
sus tiernas manitas son rosas y marfil.
Tiende sus brazos ofreciendo abrazos.

De frío tirita sobre duras pajas,
envuelto entre fajas el Niño que es Dios.
Niño, por techo yo te doy mi pecho.

El Rey de los reyes, Príncipe celeste,
humilde escogió el seno virginal.
Gloria en excelso, paz en la tierra.

Ya nació nuestro Redentor;
himnos cantad, cielos y tierra.
Ya nació nuestro Redentor;
démosle gloria y honor.
Más de cuatro mil años ha,
los profetas ya lo anunciaban;
Más de cuatro mil años ha,
en El el pueblo esperaba.
Ah, cuan bello y gracioso está,
ese Niño recién nacido!

Ah, cuan bello y gracioso está,
el Mesías por nos venido!

Un establo es su habitación,
para un Dios, oh qué gran bajeza!
Un establo es su habitación,
que despreció por la riqueza!

Oh, venid todos con ardor
como los Reyes del Oriente
Oh, venid todos con ardor
y os dará caridad ferviente.


Del cielo cayó una estrella,
muy bella y resplandeciente,
anunciando que ha nacido
el deseado de la gente.

Y tú, Belén de Judea,
nunca pequeña será.
Bajo del cielo ha nacido
de todos el más querido,
el Rey bendito de paz.

Año tras año deslumbran
las luces con sus colores,
anunciando que ha nacido
el más hermoso que las flores.

El niño Dios ha nacido en Belén, aleluya, aleluya.
Quiere nacer en nosotros también, aleluya, aleluya.

ALELUYA (4 veces)

Solos los pobres y humildes lo ven, aleluya, aleluya.
Sólo el amor nos conduce hasta él, aleluya, aleluya.

Hay en los cielos mensajes de paz, aleluya, aleluya.
Para los hombres de fe y voluntad, aleluya, aleluya.

CANTOS
PENITENCIALES










Y DE SEMANA SANTA

Amémonos de corazón
No de labios ni de oídos, (2)
para que cuando Cristo venga
nos encuentre preparados. (2)

Cómo puedes tú orar
enojado con tu hermano. (2)
Dios no escucha la oración
si no estás reconciliado. (2)

Qué recompensa esperáis,
Cristo nos ha preguntado. (2)
Si te dispones amar,
si te dispones amar
sólo para ser amado. (2)

Quien nos ama de verdad
es el Espíritu Santo, (2)
que bajó en Pentecostés,
que bajó en Pentecostés
y nos dio sus dones santos. (2)



Cristo rompe las cadenas (3)
y nos da seguridad.

Cómo es posible yo vivir sin mi Jesús,
Si el fundamento de mi vida eres Tú!
Tú me libraste del infierno y de la muerte.
Cómo es posible yo vivir sin mi Jesús!

Escucha, hermano, esta linda parábola
que en "San LUCAS" la puedes encontrar
del Evangelio capítulo QUINCE
en verso ONCE y siguientes lo hallarás.

Cuando un día le dije yo a mi padre:
"dame los bienes que me tocan a mí."
"Allí los tienes, hijo mío", me contesta.
"Allí está todita tu heredad."

Con el dinero que mi padre me entregó
iba paseando en este mundo engañador.
Entre placeres y amigos terminaron
todos los bienes que mi padre me entregó.

Cuando ya los había terminado
no hubo dinero ni amigos para mí
y el tiempo vino de aquella triste hambre
y yo desnudo a cuidar cerdos me fui.

Iré a mi padre a pedirle perdón:
"padre, perdóname por lo ingrato que fui.
Ya no merezco ser llamado hijo tuyo.
Padre, perdóname por lo ingrato que fui."

Pero mi padre le dijo a sus criados:
"presto ponedle el vestido más precioso.
Era mi hijo que se me había perdido.
Había muerto y ahora resucitó."

Venid conmigo a celebrar el banquete
que en este día a todos quiero dar
porque así nos llama Jesucristo.
Venid, toditos, conmigo a gozar.
Señor, reconozco que yo soy culpable,
y que mi pecado no tiene perdón.
Haz que sea bueno, yo te pertenezco;
Yo soy hijo tuyo y pido perdón.

Y si seguiré siendo igual que antes,
Señor, te prometo recurrir a Vos.
Yo no sé la causa de tanto olvido
de los que pecamos contra Vos, Señor.

Pero a mí, Señor, dame fortaleza, para
revivir y propagar
la buena noticia del Reino futuro,
que a cada momento se llega a nos.

De todo lo malo de ayer y de hoy,
Yo me arrepiento con toda verdad.
Haz que sea bueno pues yo soy tuyo,
y yo sé que debo convertirme a Vos!


Estaba Jesús clavado en la cruz,
y dijo "sed tengo," mostrando su amor;
y luego una esponja a sus labios llegó;
tomando el vinagre, mirando a María,
su espíritu dio. (2)

José de Arimatea su cuerpo pidió,
entonces Pilato no se lo negó;
bajando su cuerpo del árbol de la cruz,
descendió a la tumba, bajo una piedra
su cuerpo quedó. (2)

Y al tercer día al sepulcro llegó,
María Magdalena muy triste lloró;
"Mujer, ¿por qué lloras?", le dijo el Señor;
"Anda y da la Nueva que el Maestro amado
ya resucitó." (2)

Entonces Jesús allí predicó
el gran misterio que su Padre le dio;
bajó una nube y se lo llevó;
mirando a sus siervos se fue muy glorioso
y a su reino llegó. (2)

Por Juan Ortiz

Gloria sea al Padre,
Gloria sea al Hijo,
Gloria al Espíritu de Dios.

Yo con toda el alma,
yo quiero cantarte,
yo quiero alabarte
con mi corazón.

Oh, Rey de los cielos,
Padre poderoso,
que diste a tu hijo
por el pecador.

Yo que reconozco
de que soy culpable.
Padre, me arrepiento
de ser pecador.

De hoy en adelante
A ti te prometo
entregarte el alma
con mi corazón.


La alegría más hermosa es la alegría
en el perdón; en el cielo hay mucha
fiesta cuando vuelve un pecador.

Si una oveja se ha perdido
a buscarla el pastor,
en el cielo hay mucha fiesta
cuando vuelve un pecador.
La alegría...

Cuando el hijo se fue lejos
triste el padre se quedó,
y qué inmensa su alegría
cuando el hijo regresó.

Cada día, cada instante
por su ausencia se apenó,
y qué inmensa su alegría
cuando el hijo regresó.
La alegría...

La mujer estaba triste,
las monedas que perdió;
y saltaba de alegría
cuando al fin las encontró;

Se afanó ya de buscarlas,
toda su casa barrió,
y saltaba de alegría
cuando al fin las encontró.
La alegría...

Una tarde hubo fiesta,
fiesta grande en Jericó,
y Jesús está contento
pues Zaqueo se encontró;

Qué alegría más hermosa
la que allá se celebró,
y Jesús está contento
pues Zaqueo se encontró.

La alegría...

La historia de salvación
es una historia de amor (2)

Mirándose en un espejo
Dios al hombre fabricó;
le dio como casa el mundo
y como ley el amor.

Mira que a mí te pareces
le dijo al hombre el Señor.
Y porque te hice y te quiero
un mandamiento te doy.

Vive feliz en el mundo,
trabaja por ser mejor;
cultiva las amistades
guarda la paz y el amor.

La tierra te la regalo
riégala con tu sudor,
compártela con tu hermano
para que vivan mejor.

Pero el hombre se olvidó
del mandato del Señor
Se rebeló contra el Padre
Y pecó contra el amor.

Así comenzó la envidia,
así comenzó el dolor,
así nacieron las guerras,
así se olvidó el amor.

El hombre se hizo egoísta
y no quiso trabajar
sino explotar a su hermano
y vivir de los demás.

La tierra se hizo pequeña
y apenas puede albergar
al ambicioso que tiene
y al que está en necesidad.

Pero Dios es siempre Padre
nunca es infiel a su amor;
nunca se olvida del hombre
y promete un Salvador.

Y por eso vino Cristo,
el hijo del Creador,
repitiendo en su Evangelio
el mensaje de amor.

En esa buena noticia
está nuestra salvación;
el plan de Dios está escrito
en una historia de amor.

Cumplamos el mandamiento
que al principio nos dio;
trabajemos como hermanos
haciendo un mundo mejor.


Me he decidido seguir a Cristo (3)
Sin retornar, sin retornar.

La cruz delante, el mundo atrás (3)
Sin retornar, sin retornar.

Mi Dios es grande, mi Dios es real (3)
Sin retornar, sin retornar.

Y gloria, gloria, aleluya (3)
Sin retornar, sin retornar.
(Música del zanatillo)

Militante, militante;
préstame tu atención:
quiero sacarte una espina
que apena tu corazón.

Esa espina no se saca,
es más grande que un tablón. (2)
Sólo tú mi Cristo puedes
sacármela con primor. (2)

Cuando uno se confiesa,
siente alegría y paz, (2)
Y esa paz siempre provoca
ganas de alegrarse bien. (2)

Si sufres penas de amores,
busca a Cristo con afán. (2)
Lo encontrarás en Misa
cuando partamos el pan. (2)

Alma querida, ¿en dónde vagas?
En las tinieblas te vas a perder.

No tienes excusa, no tienes perdón
Hoy tienes franca la puerta de Sión.

Si Jesucristo viniera este día,
¿cuál es tu excusa, qué vas a decir?

Por no obedecer, por no querer creer,
Por su capricho, te vas a perder.

Y hoy te invitamos, querido hermano,
Que en Jesucristo hallarás el perdón.

Es un deleite en meditar
En la preciosa y hermosa ciudad.

En esa preciosa y hermosa ciudad
Los redimidos irán a morar.
Pequé, pequé, Dios mío.

Piedad, Señor, piedad.
Si grandes son mis culpas:
mayor es tu bondad.
(dos veces).

Por tu preciosa sangre.
Por tu larga agonía.
Por tu costado abierto.
Por tu Madre afligida.
Por la cruz en que mueres.
Perdona a tu pueblo, Señor.
Perdona a tu pueblo, perdónale, Señor.

No estés eternamente enojado,
no estés eternamente enojado;
perdónale, Señor.

Por tus profundas llagas crueles,
por tus afrentas y por tus hieles;
perdónale, Señor.

Por las heridas de pies y manos,
por los azotes tan inhumanos;
perdónale. Señor.

Por los tres clavos que te clavaron,
por las espinas que te punzaron;
perdónale, Señor.

Por las tres horas de tu agonía
en que por Madre diste a María;
perdónale, Señor.

Por la abertura de tu costado,
no estés eternamente enojado;
perdónale, Señor.
Perdón, ¡oh Dios mío!
Perdón indulgencia!
Perdón y clemencia,
Perdón y piedad!

Pequé, ya mi alma
su culpa confiesa;
Mil veces me pesa
de tanta maldad.

Mil veces me pesa
de haberme pecado.
Tu pecho rasgado.
¡Oh suma bondad!

Por mi en el tormento
tu sangre vertiste,
Y prendas me diste
de amor y humildad.

Hoy vengo contrito,
¡oh padre amoroso!
Y pido lloroso,
me tengas piedad.

Mi humilde plegaria,
traspase las nubes;
Ardientes querubes,
mis votos llevad.

Jesús en mi pecho
domine imperioso;
¡Dominio dichoso!,
feliz caridad.


Reconozco, Señor, que soy culpable.
Sé que fuí un pecador imperdonable.
Hazme bueno, Señor, te pertenezco.
Soy tu hijo también y lo merezco.

Y si voy a seguir siendo igual que antes fuí,
te prometo, Señor, recurrir siempre a tí.
Soy un pecador, porque soy un pecador
pero a mí, pero a mí,
hazme apóstol, Señor.

De lo malo de ayer, hoy me arrepiento.
Y es por eso que vengo hasta tu templo.
Hazme bueno, Señor, te pertenezco
soy tu hijo también y lo merezco.

Y si voy a seguir...


Si el pecado llega a tu corazón
y te dice: déjame entrar. (2)
dile: no, no, no.
Cristo vive en mi
y no hay lugar para ti.

pena... envidia... ira…
orgullo...odio… angustia…
droga... rencor… gula…
demonio…


Una mirada de fe, una mirada de fe
Es la que puede salvar al pecador.
Y si tú vienes a Cristo Jesús
El te perdonará.

Porque una mirada de fe
Es la que puede salvar al pecador. (2)



Venid, oh cristianos, la cruz adoremos,
La cruz ensalcemos, que al mundo salvó.

Dichosa aquella alma, que tiene presente,
A quien con ardiente afecto la amó.

Oh cruz adorable, te amo y te adoro:
Cual rico tesoro, de gracia y amor.

Recibe, cruz santa, mis brazos cansados,
Y en ti reclinados, alcancen a Dios.

Venid, almas fieles, besad con anhelo
La llave del cielo, la cruz del Señor.

Amemos cristianos, la cruz del amado
Jesús que enclavado, en ella murió.

Permite que llegue a ti y que muera
Cuán dulce me fuera, lograr tal favor.

D. Julien.

Victoria, tú reinarás,
oh Cruz, tú nos salvarás.

El Verbo en ti clavado
muriendo nos rescató,
de ti, madero santo,
nos viene la redención.

Extiende por el mundo
tu reino de salvación,
oh cruz, fecunda fuente
de vida y bendición.

Aumenta en nuestras almas
tu reino de santidad,
el río de la gracia
apague la iniquidad.

Impere sobre el odio
tu reino de caridad;
alcancen las naciones
el gozo de la unidad.

La gloria por los siglos
a Cristo libertador,
su cruz nos lleva al cielo
la tierra de promisión.

CANTOS
DE RESURRECCION

Alegre quiero cantar
Que nunca voy a morir;
Cantando paso la vida,
Sin llorar, sin llorar.

Yo quiero cantar,
Yo quiero cantar,
Cantaré la vida,
Yo quiero cantar.

La muerte se marchitó,
La vida resucitó;
Nunca ya dejaremos
De vivir, de vivir.

Un día me dormiré,
La tierra me cubrirá;
Un día yo saltaré
para gritar, para gritar.

Alegre quiero cantar
Que nunca voy a morir;
Cantando paso la vida,
Sin llorar, sin llorar.


El Señor resucitó, aleluia,
Alegría, paz y amor, aleluia.

El Señor, resucitó, aleluia.
No hay tristeza ni temor, aleluia.

El Señor, resucitó, aleluia.
Como eterno vencedor, aleluia.

Al pecado y al dolor, aleluia.
Y a la muerte El venció, aleluia.

A una gran resurrección, aleluia,
Nos invitan el Señor, aleluia.

El camino que trazó, aleluia,
Lleva el corazón a Dios, aleluia.

Su palabra sobre el mal, aleluia, Es
la calma y es paz, aleluia.

Nueva vida, nuevo amor, aleluia,
que harán un mundo mejor, aleluia.

¡Aleluya! (6) El Señor resucitó. (2)

El Señor resucitó,
cantemos con alegría,
demos gracias al Señor.
¡Aleluya! (2)

Jesucristo que sube al cielo
nos manda que le queramos
en todos nuestros hermanos.
¡Aleluya! (2)

Ahora tengo la esperanza
de que Dios siempre perdona,
que Cristo no me abandona.
¡Aleluya! (2)

Mi pecado redimió
Cristo Dios subiendo al cielo,
ya la vida ahora tengo,
¡Aleluya! (2)


Aleluya, aleluya,
El Señor resucitó. (2)

El domingo de mañana
El Señor resucitó.
La tumba estaba vacía,
El Señor resucitó.

Unas mujeres lo vieron,
El Señor resucitó.
Un ángel dió la noticia,
El Señor resucitó.

Cuando estaban escondidos,
El Señor resucitó.
Vino a darles la noticia
El Señor resucitó.
La paz esté con ustedes,
El Señor resucitó.
Vino a darles la noticia,
El Señor resucitó.

Toma mi mano y cantemos,
El Señor resucitó.
Y alégrate porque es cierto,
El Señor resucitó.
El domingo de mañana
El Señor resucitó.
La tumba estaba vacía,
El Señor resucitó.


Jesús es el Señor, alábalo que vive. (2)
Alábalo, alábalo, alábalo que vive. (2)

Jesús es el Mesías, alábalo que vive. (2)
Alábalo, alábalo, alábalo que vive. (2)

Jesús resucitó, alábalo que vive. (2)
Alábalo, alábalo, alábalo que vive. (2)

Jesús es el Camino…
Jesús es la Verdad…
Jesús es la Vida...

Ya el Señor resucitó;
Y de la muerte nos libró.
Alegría y paz, hermanos,
Que el Señor resucitó.

El pueblo en
El Vida encontró;
La esclavitud ya terminó.

La luz de Dios
En El brilló;
La nueva vida nos llenó.

Con gozo alzad
El rostro a Dios
Que de El nos llega salvación.

Todos cantad
Aleluya
Todos gritad ¡Aleluya!

CANTOS AL
ESPIRITU SANTO















Ven, espíritu de Dios; ven sobre mi (2)

Instrúyeme; aliéntame.

Dame tu luz; y lléname.

Condúceme; transfórmame.

Conviérteme; renuévame.

Consuélame; libérame.

Inspírame; confírmame.

Dios está aquí, qué hermoso es.
El lo prometió donde hay dos o tres.
Quédate, Señor, quédate, Señor,
quédate, Señor, en cada corazón.
Quédate, Señor, quédate Señor,
quédate, Señor, aquí, aquí, aquí.

El Espíritu de Dios se mueve,
se mueve, se mueve.
El Espíritu de Dios se mueve
dentro de mi corazón.

Ay, hermano, deja que se mueva
se mueva, se mueva.
Ay, hermano, deja que se mueva
dentro de tu corazón.


Esta obra no va a pasar, no va a pasar.
Esta obra no va pasar, no va pasar.
Esta obra no va pasar, no va pasar,
Porque está dentro de mi corazón.

El fuego cae, cae, los males salen, salen,
y el creyente alaba al Señor. (2)

Tu Palabra no va pasar...
Esta alegría no va pasar...
Este gozo no va pasar…


Espíritu Santo, ven, ven.
Espíritu Santo, ven, ven.
Espíritu Santo, ven, ven.
En el nombre de Jesús.

Acompáñame, condúceme,
toda mi vida.
Santifícame, transfórmame.
Espíritu Santo, ven.

Resucítame, conviérteme
todos los días.
Glorifícame, renuévame.
Espíritu Santo, ven.

Fortaléceme, consuélame
en mis pesares.
Resplandéceme, libérame.
Espíritu Santo, ven.

Ilumíname, inspírame,
toda mi vida.
Lléname, confírmame,
Espíritu Santo, ven.


Ilumíname, Señor, con tu Espíritu,
transfórmame, Señor, con tu Espíritu.
Ilumíname, Señor, con tu Espíritu.
Ilumíname y transfórmame, Señor.

Y déjame sentir
El fuego de tu amor
Aquí en mi corazón, Señor. (2)
Resucítame, Señor, con tu Espíritu,
conviérteme, Señor, con tu Espíritu.
Resucítame, Señor, con tu Espíritu.
Resucítame y conviérteme, Señor.

Fortaléceme, Señor, con tu Espíritu,
consuélame, Señor, con tu Espíritu.
Fortaléceme, Señor con tu Espíritu.
Fortaléceme y consuélame, Señor.

No hay Dios tan grande como tú
no lo hay, no lo hay. (2)

No hay Dios que pueda hacer las cosas
como las que haces tú. (2)

No con espadas, ni con ejércitos
más con tu Santo Espíritu. (2)

Y esos montes se moverán (3)
más con tu Santo Espíritu.

Y Nicaragua se salvará (3)
más con tu Santo Espíritu.

Y el mundo entero se salvará (3)
más con tu Santo Espíritu.


Pasa por aquí, Señor,
pasa por aquí. (2)

Oh Señor, pasa por aquí.
oh, oh, oh, oh, Señor, pasa por aquí.

Espíritu Santo,
lléname de amor. (2)

Espíritu Santo,
lléname de ti. (2)

Si el espíritu de Dios se mueve en mi,
Yo canto como David. (2)
yo canto, yo canto, yo canto como David. (2)

yo alabo... yo adoro... yo danzo...
yo oro... yo salto… yo amo... yo río…

Cuando rezamos, cuando cantamos,
cuando la fiesta es
un celebrar gozoso es el día grande
Pentecostés!

Cuando llevamos en nuestras manos
un resplandor de luz
en nuestro pecho vive y palpita
el que murió en la Cruz (2)

Cuando el Señor habita en nosotros,
siempre es Pentecostés.
Cuando el amor nos canta la vida,
Siempre es Pentecostés!

Cuando queremos comprometernos
en una misma fe, una tarea, un compromiso,
siempre es Pentecostés.
Cuando decimos sí a la iglesia
con plena lucidez
soplan de nuevo vientos del cielo
porque es Pentecostés (2)

Cuando los hijos ya van creciendo
y dicen que quieren ser
miembros de Cristo y de su iglesia,
siempre es Pentecostés.
No nos separan lenguas ni razas,
nuestra consigna es:
Ser en el mundo un testimonio
porque es Pentecostés. (2)

Cuando la fuerza que estaba oculta
vence con su poder
nuestros temores, nuestro egoísmo
siempre es Pentecostés.
Cuando aceptamos ser levadura
y llama que quiere arder.
Nos vinculamos más a la iglesia
porque es Pentecostés. (2)

Tengo el Espíritu de Cristo
Dentro de mí. (3)
Tengo el Espíritu de Cristo
Dentro de mí, dentro de mí.

Tengo el amor de Cristo
En mi corazón. (3)
Tengo el amor de Cristo
En mi corazón, en mi corazón.

Tengo alegría de Cristo
Para llevar. (3)
Tengo alegría de Cristo,
Para llevar a los demás.

Tengo la paz de Cristo
Dentro de mí. (3)
Tengo la paz de Cristo
Dentro de mí, para ser feliz.

Tengo el perdón de Cristo
En mi corazón. (3)
Tengo el perdón de Cristo
En mi corazón, en mi corazón.

J. J. López.

Ven, Espíritu Santo
Ven a iluminar nuestra inteligencia
y preservarnos del mal.

Tu promesa del Padre,
don de Cristo Jesús
ven y danos su fuerza
para llevar nuestra cruz.

Tu llamado Paráclito,
nuestro Consolador,
ven y habite en nosotros
danos, Señor, el amor.
Haz que cada Cristiano,
cumpliendo su misión,
sea testigo de Cristo,
por la palabra y la acción.

Guiados por el Espíritu,
hacia Cristo Jesús,
caminemos con júbilo
a la patria de la luz.

☆ ☆ ☆

MISAS

MISA NICARAGÜENSE


Somos pueblo que camina
por las sendas del dolor.

Acudamos jubilosos
a la cena del Señor.

Los humildes y los pobres
invitados son de Dios.

este pan que Dios nos brinda
alimenta nuestra unión.

Cristo aquí se hace presente
Al reunirnos en su amor.

Los sedientos de justicia
Hallan en Jesús perdón.


Señor, señor, ten piedad
ten piedad de nosotros. (2)

Cristo, Cristo, ten piedad
ten piedad de nosotros. (2)

Señor, señor, ten piedad
ten piedad de nosotros. (2)


Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra al hombre paz;
tu bondad está en el hombre
a quien amas de verdad.

Por tu inmensa gloria damos
muchas gracias sin cesar;
te adoramos, te alabamos,
Padre nuestro Celestial.

Tú que quitas el pecado,
siendo víctima pascual,
no te olvides de tu pueblo:
de nosotros ten piedad.

Porque sólo Tú eres santo,
Jesucristo, ten piedad.
Tú que estas a la derecha
de Dios Padre Inmortal.

A Ti, Espíritu Divino,
te invocamos con afán:
que en tu amor siempre vivamos
en perfecta unidad.

En tu palabra Señor medito
de día y noche con gran fervor;
que tu mensaje llegue a nosotros
en el silencio de esta oración.

Con tu palabra Señor marchamos
siempre seguros de no caer,
porque Tú eres luz y camino
de los que a oscuras queremos ver.

ALELUYA
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.

Creemos en un sólo Dios,
Padre nuestro omnipotente,
y en Jesucristo, su Hijo,
que nació de nuestra gente.

En Ti creemos, Señor
ilumina nuestras mentes,
ilumina, ilumina nuestras mentes.

Cristo vivió entre los hombres,
compartiendo nuestra suerte;
y por nosotros murió
padeciendo amargamente.

Resucitó al tercer día
dominando así la muerte.
Está sentado a la diestra
de Dios Padre para siempre.

Y en el Espíritu Santo,
de la caridad la fuente,
que está en la Iglesia de Cristo
invitando a toda la gente.

Creemos que Cristo vendrá
repartiéndonos sus bienes;
en Ti creemos, Señor la nación
Nicaragüense.
Te ofrecemos Padre Nuestro,
con el vino y con el pan
nuestras penas y alegrías
el trabajo, es nuestro afán.
Como el trigo de los campos,
bajo el signo de la cruz,
se transformen nuestras vidas
en el cuerpo de Jesús.

A los pobres de la tierra,
a los que sufriendo están,
cambia su dolor en vino,
como la uva en el lagar.

Estos dones son el signo
del esfuerzo de unidad
que nosotros realizamos
en el campo y la ciudad.

Es tu pueblo quien te ofrece
con los dones del altar
la naturaleza entera,
anhelando libertad.

Gloria sea dada al Padre,
y a su Hijo, Redentor,

y al Espíritu Divino,
que nos llena de su amor.


Santo, Santo es el Señor,
y del universo es Dios.
Cante, cante sin cesar:
santo, santo, la creación.

La tierra, el cielo y el mar
llenos de tu gloria están.
Cantad hosana, cantad,
al Dios rey, que es inmortal.

Bendito sea Jesús,
Hosana al Dios Salvador;
bendito sea el que viene
en el nombre del Señor.

Cordero de Dios, que quitas,
Tú que quitas el pecado del mundo,
Señor, ten piedad, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas,
Tú que quitas el pecado del mundo,
Señor, ten piedad, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas,
Tú que quitas el pecado del mundo,
danos, Señor, la paz, danos la paz.

Señor, Tú eres el Pan
que nos da la vida eterna.
(2 veces)

Dijo Jesús cierto día,
Predicando en Galilea:
Yo soy el pan que da vida,
anunciando a los Profetas.

Es voluntad de mi Padre
que quien como de esta cena
ha de vivir para siempre
para que ya nunca muera.

No dominará la muerte
a los que coman y beban
este pan y este vino,
que es comida verdadera.

Aquí está el vino y el pan,
que mi cuerpo y sangre encierra;
a todo aquél que me coma
le dará una vida nueva.

Fatigados del camino,
por las cálidas arenas;
peregrina hoy Tu pueblo
demandando fortaleza.


Por el trabajo que hace papá
¡gracias, Señor!
Por la comida que hace mamá,
¡gracias, Señor!
Al comer el frijol recordamos
Tu amor, ¡gracias, Señor!

Por las manos con que puedo ayudar,
¡gracias, Señor!
Por los ojos con que puedo mirar,
¡gracias, Señor!
Por las piernas, Señor, con que yo
Meto un gol, ¡Gracias, a ti, Señor!

Porque puedo hablar y escuchar,
¡gracias, Señor!
Otros pueden hablar y escuchar,
¡gracias, Señor!
Somos todos, hermanos, familia
De Dios, ¡gracias, a ti, Señor!

Yo respiro y siento bienestar,
Sin parar late mi corazón,
¡gracias, Señor!
Es la vida que me quieres regalar,
¡gracias, Señor!

Por la alegría de tener a Jesús,
¡gracias, Señor!
Por la fuerza que Espíritu nos da,
¡gracias, Señor!
Siempre te quiero escuchar para hacer
Tu voluntad, ¡gracias, a ti, Señor!

MISA TIPICA
P. LUCIO LOPEZ


Monitor: ¡Amigos, la misa de hoy!

Hemos venido a ofrecerla,
llenos de fe al Eterno Padre. (2)
La ofrecemos al Dios de amor,
el pueblo suyo en esta zona. (2)

Monitor: ¿Cómo vamos a ofrecerla?

Con gusto todos hemos venido,
necesitamos de esta ocasión, (2)
para expresar y manifestar.
la Iglesia viva de nuestro Dios. (2)

Monitor: Bienvenidos les decimos.

Gracias decimos por la ocasión
de acercarnos a ese altar. (2)
en donde todos en unidad
nos entregamos a nuestro Dios. (2)


Oh, Señor, tené piedad,
tené piedad, de nosotros;
tené piedad, tené piedad.
tené piedad de nosotros.

Cristo nuestro, tené piedad,
tené piedad, mucha de nosotros,
tené piedad, tené piedad,
tené piedad de nosotros.

Se repite: Oh, Señor, tené piedad.

Gloria sea a nuestro grande Dios del cielo:

Que da paz y ama a la humanidad;
al que adoramos y le damos gracias.

Gloria inmensa al que es digno de alabanza:
Es Señor del cielo y Padre poderoso:
Gloria al Hijo Redentor de nuestras almas:
Santa Víctima sentado junto al Padre:
Al Espíritu Divino lo aclamamos:

Y unido junto al Padre y al Hijo:
Te adoramos todos,
Te alabamos todos,
Te glorificamos por siempre. Amén.


Aleluya, aleluya, aleluya, oh Señor!
Aleluya, aleluya, aleluya, oh Señor!

Porque nos querés bastante,
aclamamos hoy tu nombre,
con canciones te alabamos,
hoy en esta santa misa.
Y ese Cristo que es la vida,
nos amó hasta morir;
y hoy se hace pinolero,
para que los amemos más.

Aleluya, aleluya, aleluya, oh Señor!
Aleluya, aleluya, aleluya, oh Señor!

Monitor: Profesemos nuestra Fe
en la Palabra de Dios
que nos ha comunicado.

Creemos, Señor, creemos;
creemos de corazón.

En el Poderoso Padre de nosotros
Que hizo cielo y tierra, nosotros creemos.

En Cristo Jesús su Unico Hijo,
que padece y muere y que resucita.
En el Santo Espíritu Consolador,
Que ha resultado del Padre y del Hijo.

Creemos en Dios y en lo que ha hecho
En la Iglesia santa de Cristo Dios.

En los Santos todos y en el Perdón,
La Resurrección y el mundo futuro.


Te ofrecemos, Padre de nosotros,
en pan y en vino
toda nuestra vida. (2)

Ahora somos un solo cuerpo,
y parte somos del buen Jesús.
Oh Padre Eterno, recíbenos
como una parte de su cruz.

Amable Padre, el pan y el vino
que lo bendigas es que pedimos;
y que se hagan el Cuerpo y Sangre
de nuestro Cristo el Redentor.
No mires solo el pan y el vino
sino el afán de trabajo y lucha,
que todos juntos te ofrecemos
como una ofrenda de humildad.

Todo lo indica nuestros esfuerzos
que cada día realizamos,
porque queremos estar seguros
que nuestras vidas son para Vos.


Santo, santo es el Señor,
Dios de la creación.
Cielo y tierra proclaman
de tu gloria, gran Señor.

Bendito es el que viene
en el nombre del Señor.

Y con voz fuerte decimos:
El Hosana en las alturas.

Jesús en el Pan y Cordero de nuestro Dios.
del mundo el pecado quitaste con gran piedad.
Piedad te pedimos nosotros, Señor.
Piedad te pedimos nosotros, Señor.
Se repite por tercera vez con:
La paz te pedimos.


Por fin, hermanitos todos,
la Comida está preparada,
y presurosos vámonos
y comamos al Señor.

Vení a nosotros, vení, vení:
porque sos Comida de eternidad.
Sabemos que nada somos,
y la vergüenza nos molesta;
pero tu corazón de amor
nos da la dignidad.

Vamos todos sin tardanza
para que esta ocasión linda,
sea para este pueblo
ocasión de Navidad.

Nunca, nunca faltaremos
a comer esa Carne cierta,
que él mismo ha prometido
como prenda celestial.

Vámonos todos contentos:
ya está aquí el Redentor nuestro.
Hoy lo vemos, Pinolero,
para que lo amemos más.

Ya lo estamos recibiendo,
escondido en la Hostia pura;
y es verdad que se entregó
para salvarnos a nosotros.

Cristo venció a la muerte;
gloria, gloria al Señor;
gloria, gloria al Señor.
Cristo venció al dolor,
grita toda la creación:
¡Aleluya! ¡aleluya!

Ya creemos, Señor, creemos;
y lo decidimos de corazón.
Te hemos visto vivo en la misa,
que es verdadera común-Unión.

Esta liturgia aquí en la tierra
nos ha enseñado lo que será
Allá en el Cielo cuando muramos,
llenos de gracia y amor a Dios.
MISA CAMPESINA
Carlos Mejía Godoy


Vos sos el Dios de los pobres,
el Dios humano y sencillo,
el Dios que suda en la calle,
el Dios de rostro curtido.
Por eso es que te hablo yo,
así como habla mi pueblo,
porque sos el Dios obrero,
el Cristo trabajador.

Vos vas de la mano con mi gente,
luchas en el campo y en la ciudad,
haces fila allá en campamento
para que te paguen tu jornal.

Vos comés raspado allá en el parque,
con Eusebio, Pancho y Juan José
y hasta protestás por el cirope
cuando no te le echan mucha miel.

Yo te he visto en una pulpería,
instalado en un caramenchel.
Te he visto vendiendo lotería,
sin que te avergüence ese papel.
Yo te he visto en las gasolineras,
chequeando las llantas de un camión
y hasta patroleando carreteras
con guantes de cuero y overol.


Cristo, Cristo Jesús,
Identifícate con nosotros.
Señor, Señor mi Dios,
Identifícate con nosotros.
Cristo, Cristo Jesús,
Solidarízate,
no con la clase opresora
que exprime y devora
a la comunidad
sino con el oprimido
con el pueblo mío
sediento de paz.


Con el más alegre
son de mi pueblo vengo a cantar
este Gloria a Cristo
que en son de toros me gusta más.
Yo quiero cantar a Jesús
que es líder de la verdad
con el gozo desbordante
y explosivo de los cohetes
que iluminan nuestro cielo
en la fiesta popular.

Gloria a Dios en Siuna,
Jalapa y Cosigüina
en Solentiname,
Diriomo y Ticuantepe

Gloria a Dios en Tisma,
Waslala y Yalagüina
en Totogalpa,
Moyogalpa y Santa Cruz.











Gloria al que sigue la luz del Evangelio
al que denuncia sin miedo la injusticia.
Gloria al que sufre la cárcel y el destierro
y da su vida combatiendo al opresor.

Hoy te glorificamos, Señor, con las marimbas
con violines de ñámbar,
sonajas y atabales,
con chirimillas,
quijongos y sambumbias
con las danzas nativas
de Subtiava y Monimbó

Con el más alegre
son de mi pueblo…
Antes que nazca el día
los pájaros del monte
nos dan sus melodías,
los güises y zenzontles

El picotear sonoro
de un carpintero se oye
que en la punta de un árbol
su casa construye
ALTERNATIVA PARA LA COSTA ATLANTICA

Gloria a Dios en Rama,
en Bluefields y La Cruz;
en Nueva Guinea
en Paiwas y en Muelle.
Gloria a Dios en Siuna,
Waslala y Puerto Cabezas,
en Waspán, Rosita,
Santa Marta y Bonanza.

donde va a vivir;
y un gorrioncillo salta
de una rama a otra
muy cerca de allí.

Como estos pajarillos
hoy te canto Señor,
pidiéndote nos unas
en fuerza y en amor.
Te alabo por mil veces
porque fuistes rebelde
luchando noche y día
contra la injusticia de la humanidad.
Mil campesinos,
unidos te cantamos,
bajamos de los cerros
con nuestras alforjas repletas de amor.
Por ser el pencón (2) el guía y justiciero.
por ser el tayacán (2)
de mi pueblo entero.

Canten pijules, zanates y pocoyos,
vengan los chichiltotes los saltapiñuelas
y el alcaraván; que cante el colibrí,
canarios y chocoyos,
juntos con el macuá
canten felices todos.

☆ ☆ ☆
Creo, Señor firmemente
que de tu pródiga mente
todo este mundo nació
que de tu mano de artista
de pintor primitivista
la belleza floreció.
Las estrellas y la luna,
las casitas, las lagunas,
los barquitos navegando
sobre el río rumbo al mar,
los inmensos cafetales

los blancos algodonales
y los bosques mutilados
por el hacha criminal.

Creo en vos, arquitecto, ingeniero,
artesano, carpintero, albañil y armador.
Creo en vos constructor del pensamiento,
de la música y el viento,
de la paz y del amor.

Yo creo en vos, Cristo Obrero,
luz de luz y verdadero,
unigénito de Dios,
que para salvar al mundo
en el vientre humilde y puro
de María se encarnó.
Creo que fuiste golpeado,
con escarnio torturado,
en la cruz martirizado,
siendo Pilatos pretor,
el romano imperialista,
puñetero y desalmado,
que lavándose las manos
quiso borrar el error.

Creo en vos…

Yo creo en vos compañero,
Cristo humano, Cristo Obrero
de la muerte vencedor.
Con tu sacrificio, inmenso
engendraste al hombre nuevo
para la liberación.
Vos estás resucitando
en cada brazo que se alza
para defender al pueblo
del dominio explotador
porque estás vivo en el rancho
en la fábrica, en la escuela.
Creo en tu lucha sin tregua,
creo en tu resurrección.
Creo en vos…

Yo te ofrezco, Señor, en esta misa
el trajín de cada día,
toda la energía que da mi sudor.
Yo te ofrezco, Señor, mi trabajo entero,
los bejucos de mis brazos
el vivo entusiasmo de mi corazón.
Obreros y campesinos con el pan
y el vino te ofrecemos hoy
los chilincocos y almendros
que montaña adentro nuestra tierra
dió, los caimitos bien morados,
los mangos pintados de luna y de sol
los pipianes, los ayotes, la miel
de jicote, la chicha coyol. (2)

La clase trabajadora, que desde la
aurora busca su labor.
Desde el arado te canta, desde cada
andamio y hasta del tractor

Albañiles, carpinteros, sastres,
jornaleros, todos por igual,
herreros y estibadores y los
lustradores del parque central. (2)


Por todos los caminos, veredas y cañadas
diviso, Jesucristo, la luz de tu verdad.
Vos sos tres veces SANTO.
Vos sos tres veces JUSTO.
Libéranos del yugo, danos la libertad.
Vos sos el Dios parejo,
no andás con carambadas.
Vos sos hombre de ñeques,
el mero tayacán.
Vos sos tres veces SANTO.
Vos sos tres veces JUSTO.
libéranos del yugo, danos la libertad.

Vamos a la milpa, a la milpa del Señor.
Jesucristo invita a su cosecha de amor.
Brillan los maizales a la luz del sol.
Vamos a la milpa de la Comunión.
El pueblo se desmorona alrededor del
altar; arrimadita a la hoguera se
reúne entera la comunidad: Yo vengo
de tierra adentro más allá de Sacalí;
traigo bellas mazurquitas y una
tonadita que la canto así:

Los pescaditos del lago nos quieren
acompañar, y brincan alborozados como
encalichahdos de fraternidad; laguneros
y robalos, el guapote y el gaspar,
las mojarras, las guabinas y hasta las
sardinas parecen cantar.

La comunión no es un mito
intrascendente y banal. Es compromiso
y vivencia, toma de conciencia de la
cristiandad. Es comulgar con la lucha
de la colectividad, Es decir: YO SOY
CRISTIANO Y CONMIGO, HERMANO,
VOS PODES CONTAR:

No hay cosa más bonita que mirar
a un pueblo reunido, que lucha cuando
quiere mejorar porque está decidido.
No hay cosa más bonita que escuchar
en el canto de todos, un sólo grito
inmenso de fraternidad.

No es chiche decir "adiós" cuando la
alegría es tanta. Aquí siento un
torozón en mitad de la garganta, pero
toda esta cabanga va a ser pronto
una sonrisa – cuando todos regresemos
a la Misa campesina.

Qué cosa más bonita contemplar a la Chenta
Calero con sus cuatro chigüines y Gaspar
su alegre compañero. De aquí puedo mirar
al pescador Presentación Ortiz con toda
su familia cantando feliz, NO ES CHICHE.
Hoy siento nuevecito el corazón,
lo siento macanudo, igual que la semilla
marañón cuando ya está de punto. Ahora
que regrese a mi lugar, repleto de alegría,
voy a limpiar mi huerta con más devoción.

A golpe de las palmas la canción
va agarrando más fuerza para que en todos
vibre la emoción y se haga más
intensa. Al golpe de las palmas se sabrá
que somos mucha gente y si estamos
unidos nadie nos moverá.

Juntemos nuestras manos para estar
fundidos nuevamente en este enorme
lazo de hermandad de amor nicaragüense.
Juntemos nuestras manos para hacer una
muralla fuerte que defienda por
siempre la comunidad.

MISA PANAMERICANA
Los Perales,


Solo: Señor, ten piedad,
Ten piedad de nosotros.

Todos: Señor, ten piedad,
Ten piedad de nosotros.

Solo: Cristo ten piedad,
Ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad,

Todos: Ten piedad de nosotros.

Todos: Señor, ten piedad,
Ten piedad de nosotros.

Solo: Gloria a nuestro Dios
en lo alto de los cielos
y en la tierra paz
a los por El amados.

Gloria a nuestro Dios
en lo alto de los cielos,
y en la tierra paz
a los por El amados.

Solo: Señor, te alabamos;
Señor, te bendecimos;
todos te adoramos,
gracias por tu inmensa gloria.

Solo: Tú eres el Cordero
que quitas el pecado;
ten piedad de nosotros,
y escucha nuestra oración.

Solo: Tú sólo eres Santo.
Tú sólo el Altísimo;
con el Espíritu Santo,
en la gloria de Dios Padre.


Todos: Santo, Santo, Santo
Señor, Dios de los ejércitos. (3)

Solo: Llenos están los cielos
y la tierra de tu gloria.

Todos: Llenos están los cielos
y la tierra de tu gloria.

Todos: Hosanna! Hosanna!
Hosanna en las alturas!
Hosanna! Hosanna!
Hosanna en las alturas!

Solo Bendito el que viene,
en nombre, en nombre del Señor.

Todos: Hosanna! Hosanna!
Hosanna en las alturas!
Hosanna! Hosanna!
Hosanna en las alturas!


Solo: Cordero de Dios

Todos: Cordero de Dios.

Solo: Que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.

Todos: Ten piedad de nosotros.
(Se repite todo).

Se repite todo por tercera vez con:
Dános la paz.


Por la calzada de Emaús
Un peregrino iba conmigo.
No le conocía al caminar;
ahora sí, en la fracción del pan.

Qué llevabas conversando?
me dijiste, buen amigo,
y me detuve asombrado
a la vera del camino.

No sabes lo que ha pasado
allá en Jerusalén,
de Jesús de Nazareth
a quien clavaron en Cruz?
Por eso me vuelvo triste
a mi aldea de Emaús.

Van tres días que se ha muerto
y se acaba mi esperanza.
Dicen que algunas mujeres
al sepulcro fueron de alba.
Me dijeron que algunos otros
hoy también allá buscaron.
Más se acaba mi confianza
No encontraron a Jesús.
Por eso me vuelvo triste
a mi aldea de Emaús.

Qué tardíos corazones.
Qué ignorancia a los profetas.
En la ley ya se anunció
que el Mesías padeciera,
y por llegar a su gloria
escogiera la aflicción.
En la tarde de aquél día
yo sentí que con Jesús
nuestro corazón ardía
a la vista de Emaús.

Hizo seña de seguir
más allá de nuestra aldea;
y la luz del sol poniente
pareció que se muriera.
Quédate, forastero,
ponte a la mesa y bendice.
Y al destello de tu luz.
en la bendición del pan,
mis ojos conocerán
al amigo de Emaús.

MISA SALVADOREÑA

Vamos todos al banquete
a la mesa de la creación
cada cual con su taburete
tiene un puesto y una misión.

Hoy me levanto muy temprano,
ya me espera la Comunidad,
voy subiendo alegre la cuesta,
voy en busca de tu amistad.

Dios invita a todos los pobres
a esta mesa común por la fe,
donde no hay acaparadores
y a nadie le falta el conqué.

Dios nos manda a hacer de este mundo
una mesa donde haya igualdad,
trabajando y luchando juntos,
compartiendo la propiedad.


Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
de tu pueblo, Señor.
Señor, ten piedad.

La sangre de Abel escucha el SEÑOR.
El llanto del pueblo despierta en Moisés.
El grito que nace de nuestras entrañas
con mil artimañas lo quieren callar.

Señor, la injusticia nos duele y oprime,
ponte a nuestro lado, somos los humildes.
Las botas y tanques aplastan con saña
a quien da su cara por todo, Señor.

Nosotros pensamos
que era la verdad,
vino su Palabra
y nos hizo cambiar. (2)

Me dijo mi abuelita:
si te querés salvar
las cruces de la vida
tenés que soportar.
Pero resignaciones
no es lo que quiere Dios,
El quiere tus acciones
como obras del amor.

Qué feliz va don Pancho,
como nuevo Epulón,
creyendo que del mundo
tiene la salvación.
Pero Dios dice al pobre:
Te doy bendición,
que el mundo nuevo nace
de manos del peón.

Confórmense y trabajen,
nos ha dicho el patrón,
que sólo en la otra vida
tendrán la salvación.
Pero Dios hoy no aguanta
a un nuevo Faraón,
y manda a todo el pueblo
hacer su liberación.

Piensan que el poderoso
lo es por trabajador,
que todo lo ha ganado
con su propio sudor.
Pero Dios hizo al mundo
para la comunión,
no quiere al orgulloso
ni al acaparador.

Santo, Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo es nuestro Dios.
Señor de toda la tierra.
Santo, Santo es nuestro Dios.

Santo, Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo es nuestro Dios.
Señor de toda la historia.
Santo, Santo es nuestro Dios.

Que acompaña a nuestro pueblo,
que vive en nuestras luchas,
del universo entero el único Señor.
Benditos los que en su nombre
el Evangelio anuncian:
La buena y gran noticia
de la liberación.


El banquete ya está listo,
acerquémonos con fe.
Nos invita el mismo Cristo
a comer de su conqué.
Qué chula se ve la mesa
con su blanco y gran mantel
y sobre ella pan sabroso
que nos ha de sustentar,
con el vino delicioso
todos vamos a brindar.

Hoy, Señor, tenemos hambre
de trabajo, techo y pan.
Danos ya tu cuerpo y sangre,
danos combatividad. (2)

Quien acepta el pan y el vino
acepta la comunión
con la lucha y el camino
de Jesús en su pasión,
ofrendar también su vida
en generosa oblación,
darse entero y sin medida
en cada paso y acción
con el pueblo que se alza
por su reivindicación.

Este gesto generoso
te agradecemos, Señor.
Es misterio tan hermoso
tu sacrificio de amor.
Al darte como comida
en el duro caminar
de tu pueblo tan hambriento
que lucha por mejorar
sus condiciones de vida
y poderse organizar.

Al comer tu cuerpo y sangre
vive la comunidad
para seguir adelante
cumpliendo tu voluntad
de repartir entre todos
los bienes de la creación,
siendo signo entre los lobos
de la gran liberación,
siendo signo entre los lobos
de la gran liberación,


Cuando el pobre crea en el pobre
ya podremos cantar libertad.
Cuando el pobre crea en el pobre
construiremos la fraternidad.

Hasta luego, mis hermanos,
que la Misa terminó,
ya escuchamos lo que Dios nos habló.
Ahora sí, ya estamos claros,
ya podemos caminar,
la tarea tenemos que empezar.

Todos nos comprometimos
en la mesa del Señor
a construir en este mundo el Amor,
Que al luchar por los hermanos
se hace la comunidad.
Cristo vive en la solidaridad.

Cuando el pobre busca al pobre
y nace la organización
es que empieza nuestra liberación.
Cuando el pobre anuncia al pobre la
esperanza que El nos dio
ya su reino entre nosotros nació.

MISA DE LOS 500 AÑOS
Nestor Jaén, S. J.


Hoy venimos llenos de ilusión,
Señor, ante tu altar
con un largo camino recorrido.
Son quinientos los años de un andar
que no pueden con su luz y sombra
estar en olvido.
Tú sembraste, fruto del amor,
tu gracia en nuestra tierra
y nosotros pusimos la maldad.
Hoy queremos buscar con esperanza
el futuro de una tierra nueva en solidaridad.

Que esta misa (este culto) Señor, nos

[tu impulso
para hacer solidario un Continente
que comparta sus bienes y sus cantos
y que rompa los yugos de la muerte. (2)

Son iguales las razas y pueblos ante
ti, Señor.
indios, blancos, morenos y mestizos.
Las culturas tú quieres abrazar
como lo hace un padre justo y bueno
con todos sus hijos.
Tú no quieres las venganzas feas
que vienen de los rencores (*)
relaciones injustas de opresión,
sino días brillantes de justicia
cuando llegue a nuestra patria grande
la liberación.



* La letra del original del autor es:
Tú no quieres las oscuras nubes
que vienen del Norte.

En las alturas gloria al Señor
y en todas las naciones al pueblo paz. (2)

Te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, Padre y Señor.
Por tu gloria te damos gracias,
oh Cordero de nuestro Dios. (2)

Tú, Jesús, el pecado quitas
y al mundo le ofreces perdón.
Ten piedad, hoy te suplicamos
y recibe nuestra oración. (2)

Porque sólo Tú eres el Justo,
a la derecha del Creador
y con el Espíritu Santo
en la gloria eterna de Dios. (2)

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya. (2)

Habla, Señor, que tu pueblo
te escucha con atención,
porque Tú tienes palabras
de vida y liberación. (2)


Creo en Dios creador del Universo
y de esta tierra americana
que es vida, lucha, patria y fe.
Creo en los trabajos de sus gentes
y en la alegría de sus fiestas
cuando son signos de amor. (2)

Creo y espero en ti.
amor te doy, Señor. (2)

Creo en Jesucristo carne nuestra
que es Dios nacido de María
y que murió y resucitó.
Creo en el Espíritu de vida
que nos impulsa en el camino
con la verdad y el amor. (2)

Creo en la Iglesia que nos perdona
que es tierra santa y pecadora
y se hace pueblo al caminar.
Creo en la venida de tu Reino
y en una vida que no acaba.
Son tus promesas, Señor. (2)


Nos presentamos ante el altar
para ofrecer y compartir
lo que tenemos, lo que esperamos,
pedazos del vivir.
Aquí venimos, pueblos hermanos,
que el egoísmo desunió
para encontrarnos en el esfuerzo
hacia la comunión.

A los granos del pan
y a las uvas del vino queremos asociarnos
al andar el camino
para que nos transformes
en ti, Señor Jesús,
y seamos para el mundo
reflejos de tu luz.

Te presentamos nuestras familias,
las que rompieron el amor
y las que viven para ser signos
de vida y comunión.
Te presentamos nuestras culturas,
notas de un diverso cantar
que desde el fondo de sus riquezas
lucha por la unidad

Santo, santo, es el Señor. (2)

Señor Dios del universo
te proclaman sin cesar
con hosannas jubilosos,
la tierra, el cielo y el mar. (2)

Santo, santo, es el Señor...

Bendito es Aquél que viene
a traernos la unidad,
en el nombre de Dios Padre
como solidaridad. (2)

Santo, santo, es el Señor...

Anunciamos tu muerte
y tu santa resurrección.
Ven, Señor, ven Señor Jesús.
Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu Nombre

Padre nuestro, Señor del mundo,
gloria por siempre a ti Señor.

Venga a nosotros, venga Tu reino,
hágase siempre tu voluntad.

Padre nuestro, Señor del mundo,
hágase siempre tu voluntad.
Así en la tierra como en el cielo
y dános hoy cada día el pan.

Padre nuestro, Señor del mundo,
gracias te damos por nuestro pan.

Perdona, Padre, nuestras ofensas,
como perdonamos al que nos ofende.

Padre nuestro, Señor del mundo,
bendito seas por tu perdón.

Y no nos dejes caer en tentación.
Líbranos siempre de todo mal.

Padre nuestro, Señor del mundo,
líbranos siempre de todo mal.
☆ ☆ ☆
Porque tuyo es, Señor, el poder y la gloria
ahora y por todos los siglos de los siglos.

Padre nuestro, Señor del mundo,
gloria por siempre a ti, Señor.
☆ ☆ ☆


La paz, la paz, es fruto de la justicia,
un don de Dios que queremos aceptar. (2)

Unidos mano con mano queremos hacer la paz,
la paz con nuestra conciencia,
con Dios y con los demás. (2)

Paz con la naturaleza, que debemos respetar
cuando en ella trabajamos
por bien de la humanidad. (2)

Cordero de Dios te pedimos,
que quites por tu bondad
los pecados de este mundo
y nos concedas la paz. (2)

Quita el pecado del corazón
y la estructura de la opresión. (2)

Con guitarras y tambores
con maracas y marimbas
estamos hoy celebrando
el banquete de la vida
donde Tú eres nuestro pan
y el vino que nos alegra
para transformar el mundo como el mejor fruto
de esta bella fiesta. (2)

Eres, Señor, rico manjar
de donde brota
como de una fuente la fraternidad.
Eres, Señor, rico manjar
de donde brota
como de una fuente nuestra libertad.

Aquí todos somos uno,
los de la costa y la sierra,
los indios, negros y blancos,
de la ciudad y la selva.
Aquí las armas se funden para construir arados.
Aquí los odios se olvidan y el amor se aviva
al estrechar las manos. (2)

El banquete de esta Misa
en el que todos comemos
despierta nuestra esperanza
de forjar un mundo nuevo
donde alcancen para todos
los bienes de la creación
y donde muera el pecado
porque ya ha triunfado
la ley del amor. (2)


Los hombres y mujeres que aquí hemos
[recibido

de Tu Cuerpo y Tu Sangre la fuerza para amar
que al salir de este templo no quedemos
[frustrados
porque nuestras palabras y nuestros
[sentimientos

murieron sin actuar. (2)

Ya gustamos tu pan y tu vino, Señor,
ya saciamos el hambre,
que lo que hemos comido
se convierta en vida
después en la calle.
Ya gustamos tu pan y tu vino, Señor,
ya saciamos el hambre,
que lo que hemos comido
se convierta en vida
después en la calle. (2)

Los pobres de la tierra aquí hallan esperanza
los tristes y exiliados consuelo en su dolor
que al salir de este templo no se sientan
[frustrados
porque los que decimos creer en Jesucristo
negamos el amor.

La vida de justicia destruye la violencia
que en nuestro continente produce tanto mal
que al salir de este templo
sembremos la semilla
que luego se convierta
por obra de tu gracia
en árbol de la paz.


La Virgen de Guadalupe
como Madre de esta tierra
hoy se une a nuestro canto
para brindarte las gracias
por la luz del Evangelio
que llegó en vasos de barro
aun en medio de pecado
fue el regalo de tu amor.

La semilla dio sus frutos:
Santa Rosa, Fray Escoba,
Marianita y San Felipe,
Toribio de Mogrovejo,
Luis Beltrán, Pedro Claver,
y los otros que te dieron,
con su vida y con su sangre,
testimonio de su amor.

Gracias te damos por el ayer,
porque entre sombras,
porque entre sombras brilló la fe. (2)

Te damos gracias,
por los mártires y santos del presente,
muchos llegaron
desde el Norte y el Antiguo Continente
para fundirse
con la vida y con la sangre americanas
que florecen por la fe y por la justicia
en un mundo sin entrañas.

Desde esta Misa (este culto)
sale un grito de los pueblos amerindios
que surja nueva
la doctrina que nos trajo Jesucristo
que nos amemos
los del Norte, los del Sur, Este y Oeste
que borremos los errores del pasado
y en la unión podamos verte.
Por el presente gracias también,
porque entre sombras,
porque entre sombras brilla le fe. (2)

☆ ☆ ☆

OTROS CANTOS
PARA LA MISA

(Melodía de Jesucristo Super-Estrella)

Señor, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, ten piedad. (2)

Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, ten piedad. (2)

Señor, ten piedad de nosotros.
Señor Jesucristo, ten piedad. (2)


Ten piedad, Señor, ten piedad.
Soy pecador, ten piedad. (2)

Y de mí, Cristo, apiádate.
Contra tí, yo pequé. (2)

Ten piedad, Señor, ten piedad.
Soy pecador, ten piedad. (2)

302 (B)

Tú que siempre nos perdonas,
porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos perdonas,
Señor, ten piedad.

Tú que siempre nos escuchas,
porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos escuchas,
Cristo, ten piedad.

Tú que siempre nos ayudas,
porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos ayudas,
Señor, ten piedad.
Tú que eres el camino que conduce al
Padre; Señor, ten piedad,...

Tú que eres la verdad que ilumina a
Los pueblos; Cristo, ten piedad,..

Tú que eres la vida que renueva el
Mundo; Señor, ten piedad,...
Gloria, gloria, aleluya (3)
en nombre del Señor.

Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra al pueblo paz
a ti, Padre poderoso,
tributamos todo honor.
Por tu gloria y tu poder
por tu gracia y tu lealtad
oh. Dios Rey Celestial.
Señor nuestro, Jesucristo,
Señor, Cordero de Dios,
el pecado de este mundo
con tu Sangre se borró.
Nuestras súplicas atiende,
Hijo único de Dios,
Altísimo Señor.

Porque sólo tú eres Santo,
Sólo Tú Rey y Señor,
Jesucristo poderoso,
que compartes todo honor
con el Padre sempiterno
y el Espíritu de Amor,
un Unico Señor.

Gloria a Dios en los cielos y tierra
a los hombres que ama el Señor.
Seres, montes, y mares te alaban
en el nombre de todo lo creado.

Por tu triunfo, Señor, te alabamos
por tus bondades te bendecimos.
Por tu amor te glorificamos.
Por tus dones, mil gracias, Señor.

Nunca a otro señor seguiremos,
porque tú solamente eres santo.
Los dioses de la tierra son falsos.
Tus acciones nos llenan de encanto.

Tú que quitas el pecado del mundo,
líbranos a tus hijos del mal.
Tú que estás a la diestra del Padre,
de nosotros, Señor, ten piedad.

Gloria al Padre, también gloria al Hijo,
y al Espíritu Santo divino.
Gloria y paz a los hombres que aman
al obrero y al campesino.


Gloria a Dios en las alturas,
y paz, paz en la tierra,
a la gente de buena voluntad.

(Versos leídos por uno solo o en coro)

Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra, paz a los hombres
que ama el Señor.
GLORIA A DIOS...

por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos
te glorificamos.

Te damos gracias, Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso.
GLORIA A DIOS…

Señor, Hijo único, Jesucristo:
Señor, Dios, cordero de Dios, Hijo del Padre.
GLORIA A DIOS...

Tú, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.

Tú, que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestras súplicas.
Tú, que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
GLORIA A DIOS…

Porque sólo tú eres santo, sólo tú, Señor,
sólo tú, Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo,
en la gloria de Dios Padre. Amén.
GLORIA A DIOS…

Gloria, Gloria, Gloria al Señor.
Gloria en el cielo, Gloria en la tierra.

Te alabamos, Señor, Te bendecimos,
Te adoramos, oh Padre Dios y Rey Celestial.

Eres Cordero de Dios, Hijo del Padre,
Tú nos perdonas y salvas, nos ofreces tu amor

Tú sólo santo y Señor, Tú Jesucristo,
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios.

GLORIA...... (8v)

Gloria a Dios en el cielo
Y gloria en la tierra
A los hombres de paz. (Gloria, 3v)

Gloria en ríos y mares,
En tiempo y espacio
A Cristo universal. (Gloria, 3v)

GLORIA. (8v)

Gloria a Cristo que es Alfa
Y Omega del cosmos
Y amado de Dios. (3v)

Gloria repite el universo
Los ángeles del cielo,
La entera creación. (Gloria, 3v)

Responsorio para el Salmo (1)

Busca primero el reino de Dios,
y su justicia,
y lo demás vendrá en añadidura.
Aleluya, aleluya.

Responsorio para el Salmo (2)

Señor, Tú eres mi Dios

Señor Tú eres mi Dios
Alabaré y ensalzaré tu Nombre (3v.)

Porque has hecho maravillas
Alabaré y ensalzaré tu nombre.

Responsorios para los Salmos

A. Gusten y vean qué bueno es el Señor.

B. ¡Ojalá escuchen hoy su voz!
No endurezcan el corazón.
No endurezcan el corazón.

C. Como busca la cierva corrientes de agua,
asi mi alma te busca a Ti, Dios mío.

D. El Señor es mi luz y mi salvación.

E. Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.

F. A Ti, Señor, levanto mi alma.

G. Ven, Señor a salvarnos.
H. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios,
la victoria de nuestro Dios.

I. Misericordia, Señor, hemos pecado.

J. Este es el día en que actuó el Señor.
Sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Aleluya, aleluya, aleluya.

K. Envia tu Espíritu, Señor,
y renueva la faz de la tierra.

L. Cuenten a todos los pueblos
las maravillas del Señor.
M. Señor, Tú tienes palabras de vida eterna.
Credo

Fórmula A:
Creo, Señor, pero aumenta mi fe. (2)

Fórmula B:
Creemos, Señor, creemos.
creemos de corazón.

(Versos leídos por uno solo o por todos.)

Creo en Dios
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.

creo en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de
Poncio Pilato,
fué crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos,
y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir
a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.

Credo

Fórmula A:
Creo, Señor, pero aumenta mi fe. (2)

Fórmula B:
Creemos, Señor, creemos.
creemos de corazón.

(Versos leídos por uno solo, o primero por un
lado y después por el otro.)

Creo en un sólo Dios,
Padre todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos,
Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres,
y por nuestra salvación
bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día,
según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los
muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Credo

Creo en ti,
Dios Padre todo poderoso,
Creo en ti.
Creador del cielo y la tierra,
Creo en ti.

Creemos en un solo Señor,
Hijo único de Dios,
Nacido del Padre, antes de todos
los Siglos;
Dios de Dios; Luz de Luz.

Creemos en el Espíritu Santo,
Señor dador de vida,
Procede del Padre y del Hijo, Jesucristo;
Dios de Dios, Luz de Luz.

Creo, Señor

Creo, Señor, pero aumenta mi fe. (2)

Creo en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo,
que se hizo hombre y murió por salvarnos.

Creo en el Espíritu Santo,
y en la Iglesia Católica, nuestra madre.

Creo en Ti, Señor

Aleluya, alelu, aleluya; Creo en ti
Señor, creo en ti, mi Dios Amor (2)

1) Creo en Dios mi Padre,
es mi luz y es mi vivir;
que habla en el silencio,

en el hermano y en la flor.
Creo que me llama
y compromete a construir
una tierra nueva
en la justicia y en el amor. (2)

2) Creo en Jesucristo,
Dios y hombre redentor,
que a nadie rechaza
y va buscando al pecador.
Creo que es mi hermano,
es mi amigo y salvador.
Que nos comprometa
en la tarea del amor. (2)

3) Creo en el Espíritu
que alienta nuestro ser
que transforma al mundo
con su fuerza y su calor.
Creo que nacemos
en un nuevo amanecer
llenos, de alegría,
caminando en el amor. (2)

4) Creo en nosotros,
somos el pueblo de Dios,
en los sacramentos
celebramos al Señor;
Pueblo que camina
en la alegría y el dolor
una fe nos guía,
nos empuja el mismo amor. (2)

Ofrenda de amor

Por los niños que empiezan la vida.
Por la gente sin techo ni hogar.
Por los pueblos que sufren la guerra.
Te ofrecemos el vino y el pan.

Pan y vino sobre el Altar
son ofrendas de amor.
Pan y vino serán después
tu Cuerpo y Sangre, Señor. (2)

Por todos que viven unidos.
Por la gente que busca la paz.
Por los pueblos que no te conocen.
Te ofrecemos el vino y el pan.

Por aquellos a quienes queremos.
Por nosotros y nuestra amistad.
Por los vivos y por los difuntos.
Te ofrecemos el vino y el pan.

Recibe, Oh Padre Eterno

Recibe Oh Padre Eterno, esta hostia,

Que todos te ofrecemos con amor.
Con ella representamos nuestra vida,

Recibe Padre Eterno este vino,

En él mezclamos lo que somos,

Las penas y alegrías de esta vida,

Acepta Señor, nuestras ofrendas.
J. Espinoza.
Te presentamos el vino y el pan.
Bendito seas por siempre, Señor.

Bendito seas, Señor
por este pan que nos diste;
fruto de la tierra y del trabajo
de los hombres.

Bendito seas, Señor.
El vino tú nos lo diste.
Fruto de la vida
y del trabajo de su gente.

Te ofrecemos, Padre nuestro,
De la tierra nuestro don;
Para que lo conviertas
En tu hijo el salvador, (2)

Vino y pan danos hoy,
Se transformarán en Dios. (2)

Toda el alma de este pueblo
Te traemos con amor,
Junto al cáliz y las hostias
En señal de adoración. (2)

J. A. Espinoza

Te ofrecemos Señor, nuestra juventud

Este día que amanece,
entre cantos y alegrías,
este día en que sentimos
tu presencia en nuestras vidas.

Ilusiones y esperanzas,
la alegría de vivir,
todos juntos como hermanos
caminando hacia ti.

Rebosantes de alegría
a tu altar nos dirigimos,
a ofrecerte nuestros dones
de tu mano recibidos.

Vino y pan te ofrecemos;
pronto se convertirán
en tu cuerpo y en tu sangre,
fuente de alegría y paz.

Sacerdote: Oren, hermanos, para que este
sacrificio mío y suyo, sea agradable
a Dios Padre todopoderoso.

Todos: El Señor reciba de sus manos este
sacrificio, para alabanza y gloria
de su nombre, para nuestro bien
y el de toda su santa Iglesia.

Después del Padre nuestro:
Tuyo es el Reino, tuyo el poder
y la gloria por siempre, Señor.

Hosanna eh, hosanna ah, hosanna eh,
Hosanna eh, hosanna ah. (2)

El es el santo, el hijo de María.
Es el Dios de Israel, es el hijo de David,
Vamos a él con espigas de mil trigos
y con mil ramos de olivos,
siempre alegres, siempre en paz.








El es el Cristo, es el unificador,
es hosanna en las alturas,
es hosanna en el amor.
Es la alegría, la razón de mi existir,
es la vida de mis días,
es consuelo de mi sufrir.

UN VERSO ALTERNATIVO:

El es el santo, el hijo de María.
El es el Dios de Israel, es el hijo de David.
Vamos a él con mazorcas de maíz,
y con bananos y palmeras
con canciones por la paz.

Santo, Santo, Santo,
dicen los querubines.
Santo, Santo, Santo
es nuestro rey Yahvé.

Santo, Santo, Santo
es el que nos redime;
porque mi Dios es Santo
la tierra llena de su gloria es. (2)
Cielo y tierra pasarán,
mas sus palabras no pasarán. (2)
No, no, pasarán,
Bendito el que viene
en nombre del Señor;
la gloria da Jesucristo,
el Hijo de David.
Hosanna en las alturas
del mundo al Salvador.
Bendito el que viene
en nombre del Señor.


Líder: Santo, santo, santo.
Todos: Santo, santo, santo.
Líder: Santo es el Señor.
Todos: Santo es el Señor.
Líder: El cielo y la tierra
Todos: El cielo y la tierra
Líder: están llenos de tu gloria.
Todos: están llenos de tu gloria.

Líder: Canta hosana.
Todos: Canta, hosana. (3)
Líder: Hosana, aleluya.
Todos: Hosana, aleluya.

Líder: Bendito el que viene
Todos: Bendito el que viene
Líder: en el nombre del Señor.
Todos: en el nombre del Señor.


Santo es el Señor (4v).

Hosanna en el cielo,
Hosanna en las alturas (2v).

Bendito es el que viene
En nombre del Señor (2v).

Un himno de alabanzas
Cantemos al Señor, (2)
Hosanna. (2)

Los ángeles te alaban (2)
El cielo proclama:
SANTO, SANTO. (2)


En la cruz murió el Señor,
y a nosotros nos levantará.
Y su amor tan grande fue,
que lo condujo hasta la cruz.
El Señor Jesús que vino,
de nuevo vendrá.

Padre Nuestro (A)
S. Schlaefer

Padre Nuestro, que estás en los cielos.
Santo eres Tú;

venga nosotros tu reino eterno,
Santo eres Tú:

Hágase siempre tu voluntad santa,
Santo eres Tú:

Así en la tierra, como en el cielo,
Santo eres Tú;

Danos diario el pan necesario,
Santo eres Tú;

y perdónanos ya de las ofensas nuestras,
Santo eres Tú;

Y así perdonaremos a los que nos ofenden,
Santo eres Tú;
Y no nos dejes caer tentados,
Santo eres Tú;

Pero líbranos siempre de todo lo malo,
Santo eres Tú;

y llévanos todos a la vida eterna,
Santo eres Tú:

Tuyo es el Reino, Tuyo el Poder
Santo eres Tú;

Tuya la gloria, por siempre Señor
Santo eres Tú.

Padre Nuestro (B)

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros, venga tu reino.
Hágase tu voluntad
así en la tierra, como en el cielo.

El pan dános hoy,
nuestro pan de cada día.
Perdónanos nuestras deudas,
así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores.

Y no nos dejes caer en tentación,
más líbranos del mal.
Amén. Amén.

Padre Nuestro (C)

Padre nuestro tú que estás
en los que aman la verdad.
Haz que el reino que por ti se dio
llegue pronto a nuestro corazón.
Que el amor que tu hijo nos dejó
el amor reine ya, en nosotros.
(Boca cerrada - melodía)

En el pan de la unidad
Cristo dános tú la paz
y olvídate de nuestro mal
si olvidamos el de los demás.
No permitas que caigamos en tentación
Oh Señor, y ten piedad del mundo.


Oh Cordero que del mundo,
limpias toda iniquidad,
ten piedad de nuestras almas,
y concédenos la paz. (3)


Cordero de Dios, que quitas el pecado,
Ten piedad de nosotros,
De nosotros ten piedad.

Ten piedad de nosotros,
De nosotros ten piedad. (2)

Sanación divina, que quitas el pecado
Ten piedad de nosotros,
De nosotros ten piedad.

Cordero de Dios, que quitas el pecado,
Danos la paz, danos la paz.
Danos, danos, danos la paz. (2)


Quiero que tengas la paz del Señor,
la paz del Señor, la paz del Señor. (2)

Y por eso te doy un abrazo de paz,
deseando que vivas en amor. (2)

Aleluya (9)

El cordero de Dios viene ya.
Tú que quitas el pecado del mundo, (3)
el Cordero de Dios viene ya.

(Gregoriano) – L. Deiss.


Bendigamos al Señor,
Que nos une en caridad
Y nos nutre con su amor
en el pan de la unidad.
Oh Padre Nuestro.

Conservemos la unidad
que el Maestro nos mandó.
Donde hay guerra que haya paz.
Donde hay odio que haya amor.
Oh Padre Nuestro.

El Señor nos ordenó
devolver el bien por el mal,
Ser testigos de su amor,
perdonando de verdad.
Oh Padre Nuestro.

Al que vive en el dolor,
Y al que sufre soledad
Entregamos nuestro amor
Y consuelo fraternal.
Oh Padre Nuestro.

Bendito, Bendito (B)

Bendito, bendito, bendito sea Dios,
Los ángeles cantan y alaban a Dios,
Los ángeles cantan y alaban a Dios.

Cantemos, hermanos, un himno de amor;
cantemos alegres a Nuestro Señor.
Unidos comamos el Pan del altar;
unidos cantemos al Rey Celestial.

Trajimos al templo trabajo y dolor;
salgamos llevando la fuerza y la paz.


Por un pedazo de pan
y por un poco de vino
yo he visto a más de un hermano
abandonar su camino.

Por un pedazo de pan
y por un poco de vino
yo también vi a mucha gente
encontrar nuevamente
un camino de amor,
yo también vi a mucha gente
volver nuevamente
al encuentro con Dios.

Por un pedazo de pan,
por un poco de vino,
Dios se nos hizo un manjar,
se nos hizo camino.
Por un pedazo de pan,

por un pedazo de pan,
por un pedazo de pan.

Al no tener vino y pan
y por faltarle comida
yo vi a más de un hermano
amargado de la vida;
y por no dar de su pan
y por no dar de su vino,
he visto a más de un creyente
perder de repente
el sentido moral,

vi que el camino
se hará si se siembra
justicia, amor e igualdad.
Por un pedazo de pan
y por un poco de vino
yo he visto a más de un hermano
volverse bastante mezquino.
Por un pedazo de pan
y por un poco de vino
vive la gente en conflicto
en un mundo maldito
por no compartir
y la mitad del pueblo
se muere de hambre
y le toco sufrir.


Del cielo ha bajado este pan
anunciado en las profecías.

Señor, tú eres el pan de eternidad. (2)

El que come de este pan, me come a mí,
porque soy alimento de verdad.

Comida y bebida yo les doy,
porque quiero que regresen hacia mí.

Aceptemos esta ofrenda del Señor,
no esperemos caer en la maldad.

No lo hagamos teniendo poca fe,
si la hacemos que sea de verdad.

Qué comida nos da vitalidad.
La comemos porque El la preparó.

C. Gabarain.
Una espiga dorada por el sol.
el racimo que corta el viñador
se convierten ahora
en pan y vino de amor,
en el cuerpo y la Sangre del Señor.

Compartimos la misma comunión.
Somos trigo del mismo sembrador.
Un molino la vida nos tritura con dolor.
Dios nos hace eucaristía
en el amor. (2)

Como granos que han hecho
el mismo pan,
como notas que tejen un cantar,
como gotas de agua
que se funden en el mar,
los cristianos un cuerpo formarán. (2)

En la mesa de Dios se sentarán;
como hijos, su pan comulgarán.
Una misma esperanza
caminando cantarán
en la vida como hermanos
se amarán. (2)

(Por Vicente Mendoza, San Roque - N.G.)

Cristo es el pan, Cristo es el vino,
que nos da fuerza al caminar.

Vamos hermanos, vamos al banquete
que Jesucristo nos preparó.

Marchemos todos, con alegría,
llenos de paz y armonía.

Toma mi mano y caminemos;
Cristo espera, no demoremos.

Por este mundo, vamos marchando.
la luz de Cristo nos va guiando.

☆☆☆

CANTOS PARA
REUNIONES
Y
CANTOS NUEVOS

331
Adelante

No tengamos miedo a nadie.
adelante a vivir, a dar y trabajar.
La verdad que defendemos es de todos
y queremos hacerla triunfar.

Y si quieres triunfar
nunca se debe olvidar
que lo primero es amar. (2)

El Señor nos quiere fuertes y valientes,
para dar la cara sin temor,
pues el mundo necesita que lo ayuden
y nosotros daremos el empujón.

Lucharemos todos juntos y podremos
de la nada un mundo renovar.
No olvidemos que somos la nueva vida,
nueva luz que debe iluminar.

332
El amor de Dios es maravilloso

El amor de Dios es maravilloso. (3)
Grande es el amor de Dios.

Tan alto que no puedo estar arriba de él,
Tan bajo que no puedo estar debajo de él,
Tan ancho que no puedo estar afuera de él.
Grande es el amor de Dios.

El poder de Dios es maravilloso. (3)
Grande es el poder de Dios
Tan alto... Grande es el poder de Dios.

El perdón de Dios es maravilloso, (3)
Grande es el perdón de Dios.
Tan alto... Grande es el perdón de Dios.

333
Alma Misionera

Señor, toma mi vida nueva antes de que la espera
desgaste años en mí.
Estoy dispuesto a lo que quieras.
No importa lo que sea. Tú, llámame a servir.
Llévame donde los pueblos necesitan tus palabras,
necesitan mis ganas de vivir.
Donde falta la esperanza, donde falta la alegría,
simplemente por no saber de Ti.

Te doy mi corazón sincero para gritar
sin miedo tu grandeza, Señor,
tendré mis manos sin cansancio, tu historia
entre mis labios y fuerza en la oración.

Y así en marcha iré cantando,
por las calles predicando lo bello que es tu amor.
Señor, tengo alma misionera.
Condúceme a la tierra que tengo sed de Dios.

334
En la misa encuéntranos Tu

En la misa recordamos a Jesús. (plas, plas)
Sus palabras y sus gestos y su amor. (plas, plas)
Nos queremos como hermanos del Señor. (plas, plas)
Nos queremos como nos quisiste Tú. (plas, plas)

En la misa, Jesús te queremos recordar.
En la misa, recuérdanos tú.
En la misa, Jesús, te queremos encontrar.
En la misa encuéntranos tú.

En la misa recibimos tu perdón. (plas, plas)
En la misa recitamos tu oración. (plas, plas) En
la misa nos entregas tú la paz. (plas, plas)
En la misa tú te entregas con el pan. (plas, plas)

335
Apocalipsis

El libro del Apocalipsis ha sido mal entendido
por las sectas Protestantes, que tanto odio han tenido
contra la Iglesia Católica que Cristo ha constituido.

El nombre de prostituta le atribuyen a la Iglesia
pues dicen que es ramera y que el Papa es la bestia
sólo porque vive en Roma. Juzgan por las apariencias.

La Iglesia no es la ramera; es fuente de la verdad.
La ramera y prostituta ha sido Roma Imperial,
la bestia fue Nerón César y no el Papa actual.

Hay una gran diferencia entre el Imperio y la Iglesia.
Esta la gobierna el Papa y el Imperio Nerón César
y cuando se habla de Roma no se refiere a la Iglesia.

Seiscientos sesenta y seis no tiene nada que ver
con el jefe de la Iglesia, sino de la Roma Imperial
que persiguió a nuestra Iglesia en la época de S. Juan

La falsedad de las sectas nunca jamás triunfará,
pues con eso se comprueba que andan en la oscuridad
porque al estudiar la Biblia toda la interpretan mal


Señor, enséñanos a orar,
A hablar con Nuestro Padre Dios.
Señor, enséñanos a oraг,
A abrir las manos ante Ti.

Orar con limpio corazón
Que solo canta en Ti.
Con la mirada puesta en Ti.
Dejando que hables, Señor.
Orar buscando la verdad,
Cerrar los ojos para ver.
Dejarnos seducir, Señor,
Andar por tus huellas de paz.

Orar hablándote de Ti,
De tu silencio y de tu voz,
De tu presencia que es calor.
Dejarnos descubrir por Ti.

Orar también en sequedad.
Las manos en tu hombro, Señor.
Mirarte con sinceridad.
Aquí nos tienes, háblanos.


Tú nos regalas las cosas bonitas
Y bellas de la creación.
Tú nos regalas las cosas
Hermosas de la creación.

Por las flores que alegran
El campo, ¡gracias, Padre Dios!
Por la fruta sabrosa del árbol
¡gracias, Padre Dios!

Por la lluvia que cae de lo alto,
¡gracias, Padre Dios!
Por el sol que caliente en verano,
¡Gracias, Padre Dios!
Por la rana, la ardilla y el pato,
¡gracias, Padre Dios!
Por el pájaro, el perro y el gato,
¡gracias, Padre Dios!

Reyes García S.

Católico defiende tu fe, no dejes que la arrebaten
con tu ayuda y con la mía, haremos un buen combate

Las armas son el amor, la verdad y la justicia,
ponte la armadura de Dios.
Vamos a dar la noticia.

Católico, defiende tu fe
de aquellos que la están matando.
No basta orar y rezar, vámonos ya preparando.

La fe es un don especial que Dios nos ha concedido.
No dejes que te la quiten,
los que ya están confundidos.

Esta es la situación de lo que está sucediendo:
Los hermanos separados
tu fe te están destruyendo.

Católico, defiende tu fe.
No es hora de estar durmiendo.
Mira que el lobo feroz el rebaño está esparciendo.

Celebremos con gusto, señores

Celebremos con gusto, Señores,
este día de placer tan dichoso,
que tu santo se encuentre dichoso,
y tranquilo tu fiel corazón.

Vive, vive feliz en el mundo
sin que nadie perturbe tu mente;
te pondremos un laurel en la frente,
unas perlas y conchas del mar.

Hoy los ángeles cantan en coro,
y la luna se llena de encanto,
al saber que hoy es día de tu santo
Dios bendiga ese día de placer.

Las estrellas se visten de gala,
y la luna se llena de encanto,
al saber que hoy es día de tu santo,
Dios te de muchos años a ti.

Solamente un recuerdo ha quedado
de tu infancia que al fin ya pasó,
Celebremos este día tan dichoso,
tus amigos, tus padres y yo.

Con la palabra de Dios
sabremos por donde andar.
Ella es luz y verdad.
Caminamos con seguridad.

Cristo me llama. El es mi Pastor.
Sabe mi nombre. ¡Habla, Señor!

Sé la respuesta; viene de tu ser.
Quiero seguirte para vencer.

Cuando tengas muchas ganas

Cuando tengas muchas ganas de aplaudir
"aplaude"
Cuando tengas muchas ganas de aplaudir
"aplaude"
Y si tienes la ocasión y si no hay oposición
No te quedes con las ganas de aplaudir
"aplaude"
Cuando tengas muchas ganas de gritar
"Ah"...
Cuando tengas muchas ganas de reír
"Ja, ja".
Cuando tengas muchas ganas de silbar
"silba"
Cuando tengas muchas ganas de patear
"patea"...
Cuando tengas muchas ganas de rezar
(Amén)...
Cuando tengas muchas ganas de callar
"shhh"...

El mar se abrió y el pueblo pasó (2)
y los israelitas alaban al Señor. (2)

Para la gente con fe
Dios abre el camino. (2)

El mar se cerró y el egipcio se ahogó (2)
y los israelitas alaban al Señor. (2)

Para la gente sin fe
Dios cierra el camino. (2)
En el nombre del Padre
en el nombre del Hijo
en el nombre del Espíritu Santo
estamos aquí.

Para alabarte, agradecerte,
bendecirte, adorarte, estamos aquí,
Señor, para servirte.
Para alabarte, agradecerte,
y aclamarte, Dios trino de amor.
Envíanos tu palabra,
palabra de salvación,
que viene a traer esperanza,
al pobre, liberación.

Tu palabra da vida,
es como lluvia que cae,
que riega la tierra fecunda
y hace nacer la semilla.

Es agua viva en la fuente
que hace florear el desierto.
Es luz en el horizonte.
Un nuevo camino abierto.

Habla, Señor, que tu hijo escucha
Habla, Señor, te quiere escuchar
Habla, Señor, danos tu mensaje
Habla, Señor, danos tu verdad.


Gracias, Señor, por nuestra vida.
Gracias, Señor, por la ilusión,
Gracias, Señor, por la esperanza,
Gracias de todo corazón.

Gracias, Señor, por cada hora,
Gracias, Señor, por cada flor,
Gracias, Señor, porque esperamos,
A que mañana brille el sol. (bis)

Gracias, Señor, por la sonrisa,
Gracias, Señor, por el calor.
Gracias, Señor, por cada hombre,
Que aún confía en el amor. (2v)

Gracias, Señor, por los amigos,
Gracias, Señor, por el amor,
Gracias, Señor, porque creemos
En tu callada redención. (2v)


Hermanitas, hermanitas
Vayamos a estudiar. (2v)
El mensaje de salvación,
El mensaje del amor,
El mensaje de la unión,
En esta gran asamblea.

Ahora si que sabemos
Vivir en comunidad, (2v)
Aprendiendo los deberes (3v)
De una ama de casa.

Este encuentro nos brinda
Mil medios de amistad, (2v)
Donde hay muchas mujeres (3v)
Con ganas de trabajar.

Ahora si que sabemos,
Hermanos como hermanas:
que valemos lo mismo,
que no hay diferencia.
Que tenemos dignidad (3v)
tanto hombres como mujeres.

Demos gracias al Señor
que nos vino a liberar (2v)
De aquella esclavitud (3v)
que sufrían las mujeres.


Iglesia soy y tú también,
En el bautismo renacimos
a una vida singular,
Y al confirmar hoy nuestra fe,
nos proclamamos compartiendo
el mismo pan.
No vayas triste en soledad
ven con nosotros
y verás a los hermanos
caminando en el amor,
ven con nosotros
y serás en la familia
un hijo más, iremos juntos
caminando en el amor.

Yo la veré envejecer, pero
a mi madre con arrugas

y defectos la querré.
La querré más, pues sé muy bien
que ha envejecido
sin dejarme de querer.

La Iglesia es tan maternal
que me ha engendrado y alimenta
y me acompaña sin cesar.
La Iglesia es tan maternal
que nunca duda en abrazarme y perdonar.



Yo tengo la imagen de la virgen María
La Virgen es mi madre. La imagen, no.

Imágenes, sí, sí, sí, ídolos, no, no, no.
adoramos solamente a Dios.
Veneramos las imágenes de los santos.
Imágenes, sí, sí, sí, ídolos, no, no, no.
Adoramos solamente a Dios
Veneramos las imágenes de los santos.

Yo tengo la imagen de San Francisco.
San Francisco es un ejemplo. La imagen, no.

Yo tengo la imagen de San Martín de Porres.
San Martín intercede por mí. La imagen, no.

Yo tengo la imagen de Santa Teresa.
Santa Teresa escucha mis ruegos. La imagen no.
Viendo las imágenes de los santos,
me acuerdo de ellos y lucho por seguir al Señor.

Hermanos queridos, no confundo las imágenes
de los santos con los ídolos de los paganos.

Nosotros Católicos veneramos las imágenes
de los santos, no los ídolos de los paganos.

(Tradicional Mexicano)

ESTAS SON LAS MAÑANITAS
que cantaba el rey David
a las muchachas bonitas
se las cantamos aquí.

Despierta, mi bien, despierta,
mira que ya amaneció.
Ya los pajaritos cantan,
la luna ya se metió.

Abre ya tus lindos ojos
y sal pronto al corredor,
pa' que escuches mis cantares
que ellos son trinos de amor.

Si el gendarme de la esquina
me quisiera hacer favor
de apagar su linternita
para que salga mi amor.

QUE LINDA ESTA LA MAÑANA
en que vengo a saludarte;
venimos todos con gusto
y placer a felicitarte.

El día que tu naciste
nacieron todas las flores
y en la pila del bautismo
cantaron los ruiseñores.
Ya viene amaneciendo
ya la luz del día nos dio,
levántate de mañana
mira que ya amaneció.

Quisiera ser un San Juan;
quisiera ser un San Pedro
pa' venirte a saludar
con la música del cielo.

Pajarito mañanero
que cantas en tu balcón
cántale como le canta
mi rendido corazón.

De las estrellas del cielo
quisiera bajarte dos:
una para saludarte
y otra pa' decirte adiós.

Los Domingos

Hoy, Señor, queremos cantar
la alegría de reunirnos
para rezar, agradecerte y alabarte.
Es por eso que estamos aquí.

Los domingos, hermanos,
nos reunimos a estudiar
la Biblia en comunidad.
La palabra de Dios está viva
hoy y siempre, por toda la eternidad.

Tu nos hablas en el libro sagrado,
nos orientas por donde caminar,
los profetas son tus mensajeros,
nos transmiten noticias de paz.

Jesucristo ayer, hoy y siempre
es el verbo eterno del Padre;
nos invita a seguirlo, ser valientes,
ser hermanos en comunidad.

Si al cielo quieres ir,
a recibir la palma,
a Dios con cuerpo y alma
procura bien servir.

¡Al cielo, al cielo, al cielo quiero ir;
al cielo, al cielo quiero ir!

Si al cielo quieres ir,
blasfemias no profieras;
tampoco en falso quieras
jurar, más bien morir.

Si al cielo quieres ir,
hay que guardar las fiestas,
no trabajando es éstas;
y a misa has de asistir.

Si al cielo quieres ir,
respeta a tus mayores,
a hijos e inferiores
los debes instruir.

Si al cielo quieres ir,
no dañes ni aborrezcas,
ni mal ejemplo ofrezcas;
ni debes maldecir.

Si al cielo quieres ir,
desecha la impureza;
del vicio con presteza,
procura siempre huir.

Si al cielo quieres ir,
el robo tú detesta,
por ser acción funesta,
que ayuda a mal morir.

Si al cielo quieres ir,
ten odio a la mentira;
si no con justa ira,
Dios te ha de maldecir.

Si al cielo quieres ir,
conserva el alma pura,
que es toda hermosura,
el mal no consentir.

Si al cielo quieres ir,
no ansíes bien ajeno.
pues todo lo terreno,
se deja aquí al morir.

Valerio Chávez Hernández

La Virgen de Guadalupe, no te pide sacrificios.
lo que tu madre te pide
es que obedezcas a su Hijo.

Será un sacrificio vano que vengas hoy de rodillas,
si delante de tu hermano con sencillez no te humillas

A la Santa Misa asisto con alegría y devoción,
y a Jesucristo recibe en la santa Comunión.

Si no quieres tú sentir temores y desconfianza,
que sea tu diario vivir una continua alabanza.

Procura que tus acciones en la vida cotidiana,
en todo sean agradables a la gran Guadalupana.


(El quelite)

Que lindos son los cursillos,
Cursillos de Cristiandad,
que tienen por todos lados
colores de santidad.
Mañana me voy, mañana;
mañana me voy de aquí.
Me voy con la paz del alma;
me voy con la gracia en mí.

Camino a la vida vamos,
camino a luchar por Dios;
no dejes almas pendientes
que necesiten de amor.

Ven conmigo, Cristo Hermano
donde yo esté Tú estarás;
ven conmigo, iremos juntos
llevando al pueblo PAZ.

Que el mundo esté de colores
es mi sueño y mi ideal.
Ya Cristo cuenta contigo
y yo con su gracia más.


El Señor eligió a sus discípulos
y los mandó de dos en dos.

Es hermoso ver bajar de la montaña,
los pies del mensajero de la paz.

Los mandó a las ciudades
y lugares donde iba a ir Él.

La cosecha es abundante,
les dijo el Señor al partir.

Dígale al dueño del campo,
que envíe obreros a su mies.

Al entrar en una casa
saluden anunciando la paz.

El Reino de Dios está cerca.
A todos lo anuncien.

Los que a ustedes lo reciban,
me habrán recibido a mi.



Mi pensamiento eres tú, Señor, (3v)
Mi pensamiento eres tú.

Porque tú me has dado la vida,
porque tú me has dado mi existir,
Porque tú me has dado cariño,
Me has dado amor. (2)

Mi esperanza eres tú, Señor...

Mi fortaleza eres tú, Señor...

Mi alegría eres tú, Señor...

Mi alimento eres tú, Señor...



Hoy es fiesta, fiesta grande.
Es el día del Señor.
Los cristianos nos reunimos
En la mesa de Jesús.

Dios no quiere caras tristes, (no, no)
Dios no quiere desunión.

Dios si quieres más sonrisas, (si, si)
Dios si quiere más amor. (2)

Todo aquel que viene a misa, (si, si)
Que es la cena del Señor,
Debe estar en paz con todos, (si, si)
Debe estar en paz con Dios. (2)

A comer su cuerpo y sangre, (si, si)
Nos invita hoy Jesús.
Sólo así seremos fuertes (si, si)
Para ser siempre mejor. (2)



Con un pedazo de cielo
mi Nicaragua se formó
por eso es lindo este suelo,
el suelo donde nací yo.
Sus lagos son serenatas;
maravilloso talismán;
son dos leyendas de plata
el Cocibolca y Xolotlán.

Que linda, linda Nicaragua,
bendita de mi corazón!
Si hay una tierra
en todo el continente
hermosa y valiente,
esa es mi nación.
Soy puro pinolero,
Nicaragüense por gracia de Dios.
Soy puro pinolero,
Nicaragüense por gracia de Dios.

Sólo en Darío se explica
la inmensidad de su creación;
tenía que ser un nica,
del mundo entero admiración.
La raza nicaragüense
sabe de luchas y de honor;
y luce altiva en su frente
los esplendores de su sol.

Paz en la tierra,
paz en las alturas,
Que el nombre de Dios reine
En nuestro corazón. (2)
Da la paz hermano, da la paz,
Constrúyela en tu corazón
Y con tu gesto afirmarás,
Que quieres la paz;
Que tu paz hermano, sea don.

Es el mejor signo de amor
Que tú puedes ofrecer. Abrazos de paz.



Yo estoy muy de acuerdo en que todos tenemos
al menos un poco de sal y pimienta
y si en este mundo hay gente amargada,
es que todavía no se ha dado cuenta...

No se ha dado cuenta que existen las flores
que es maravillosa la puesta del sol,
y si este mundo está lleno de dones,
para nuestro bien el Señor los creó.

No se han dado cuenta que existen los niños
y que su mirada es reflejo de Dios
y que su sonrisa es tan tierna y serena
que cuando lo acogen reciben a Dios.

No se han dado cuenta que cuando sufre
en el interior es la voz del Señor,
y que los invita a morir al pecado,
para que logremos un mundo mejor.

No se han dado cuenta que cuando se ama,
no existe tristeza en el corazón,
Y que el egoísmo da muerte a los hombres
Porque no se vive la paz del Señor.



Me llamaste para caminar en la vida contigo.
Decidí para siempre seguirte sin volver atrás.
Me pusiste una brasa en mi pecho
y una flecha en el alma,
Y es difícil ahora vivir sin pensar en ti.

Te amaré, Señor, te amaré, Señor.
Yo sólo encuentro la paz y alegría
Bien cerca de ti. (2)

Yo pensé muchas veces callar y no dar respuesta.
Yo pensé en la fuga, esconderme, ir lejos de ti.
Más tu fuerza venció y al final yo quedé seducido
y es difícil vivir ahora sin pensar en ti.

Oh Jesús, no me dejes jamás caminar solo,
pues conoces las flaquezas mías y mi corazón.
Ven, enséñame a vivir la vida en tu presencia,
con amor, alegría y paz entre los hermanos.

Creyendo tu evangelio, en él pude aprender:
es grande el que se humilla,
es fiel quien tiene fe.
Señora, mientras siembras,
Con gozo cogerás,
dichosos son los pobres,
con ellos Dios está.

Tú me llamas, oigo tu voz.
Tu mensaje es vida y es señal de amor. Tú
me llamas, oigo tu voz.
Seguiré tus pasos.
Quiero amar, Señor.
Y sigo por la vida, guiado por mi fe,
seguro en tus palabras,
Jesús de Nazaret.
No importa el sufrimiento,
si a ti quiero llegar,
pues sólo por la cruz,
poder resucitar.


C. Gabaraín

Tú que caminas sobre la mar,
calma el viento y la tempestad.
Cubres la tierra con tu poder,
cantan los cielos tu majestad.

Rugen las tormentas, braman vendavales,
más tú, Señor, nos salvarás.
Firme está la roca que en ti se apoya
a nuestro lado siempre estarás.

Tú multiplicas peces y panes,
y el agua en vino puedes cambiar.
Almas y cuerpos curas del mal,
vences la muerte al resucitar.

Tuya es la fuerza, tuyo el poder,
nuestro el deseo y el caminar,
tu gran amor nos va a socorrer
en nuestra frágil debilidad.



Tu palabra y tu mesa
nos han reunido, Señor.
que vayamos por el mundo
anunciando el nuevo amor
que vayamos por el mundo
anunciando el nuevo amor.
Cumpliremos tu palabra, Señor
seguiremos tus pisadas, Señor.

Buscaremos nuevas céldas, Señor
y seremos luz del mundo, Señor.

Abriremos nuestras manos, Señor
repartiendo amor con gozo, Señor.


Una nueva vida, tu misma vida
una nueva familia, tu misma familia:
Hijos tuyos para siempre.

Por medio del bautismo renacemos,
en agua que nos salva nos bañamos,
pasamos de la carne y de lo humano,
al mundo de la gracia y de lo eterno.

Surgimos del sepulcro que es el agua,
teñidos en tu sangre redentora,
contigo incorporados a la Pascua,
vivimos en cristiano hora a hora.

Guiados por la luz que recibimos,
ungidos como reyes en la frente,
tu marca salvadora en nuestras almas,
grabada en nuestra entraña para siempre.

Hoy es un día de fiesta
Es la fiesta de Jesús,
Fiesta de la primavera,
Fiesta del agua y la luz.

Golondrinas en el aire,
Pajaritos en el sol,
Todos cantan la noticia
Que Jesús resucitó.
Nuestras penas y tristezas
El viento las llevó.
Sólo queda la alegría,
Que Jesús resucitó.

Los caminos son de flores,
Los caminos del amor.
Nuestra vida de colores
Pues Jesús resucitó.



Yo te digo que si tú crees,
verás la gloria de Dios... (2v)
verás la gloria de Dios... (2v)
Yo te digo que si tú crees,
verás la gloria de Dios

Yo te digo que si tú oras…

Yo te digo que si tú ayunas...

Yo te digo que si tú amas…

Yo te digo que si tú te humillas...

Yo te digo que si tú perdonas.

Roberto Carlos

Yo sólo quiero mirar los campos
Yo sólo quiero cantar un canto
Pero no quiero cantar solito
Yo quiero un coro de pajaritos.

Quiero llevar este canto amigo
A quien lo pudiera necesitar
Yo quiero tener un millón de amigos
Y así más fuerte poder cantar.
Yo sólo quiero un viento fuerte
Lleve mi barca con rumbo norte
Y en el trayecto voy a pescar
Para dividir luego al arribar.

Quiero creer en la paz del futuro
Quiero tener un hogar sin muros
Quiero a mi hijo pisando firme
Cantando alto, sonriendo libre.

Yo quiero amor siempre en esta vida
tener calor de una mano amiga
Quiero a mi hermano sonrisa al viento
Verlo llorar pero de contento.

Venga conmigo a ver los campos
Venga conmigo a cantar un canto
Pero no quiero cantar solito
Yo quiero un coro de pajaritos.

(Música de "Yo tengo fe")

Yo soy mujer en busca de igualdad
No aguantaré ni abuso ni maldad.
Yo soy mujer y tengo dignidad
Y pronto la justicia será una realidad.

Por eso vengo hasta aquí
Buscando en mi la fe que tengo en ti.
Con esta fe podemos caminar
En lucha de justicia llegará la libertad.

Toda mujer que quiere compartir
Alza los brazos y grita ahora sí.
Somos la vida, la fuerza, la mujer
En marcha de justicia llegará la libertad.



Anda, dime, tú, mi hermano.
Dime, tú, mi hermano,
Quien es el Rey de reyes.

El rey de reyes, es el Señor.

Que me digan las mujeres,
Quien es el rey de reyes.
...los varones, los niños, los
Jóvenes, la comunidad…

INDICE

-A-

Aclamación Eucarística 318
Adelante 331
Adiós, Reina del cielo 171
Adiós dulce infante 198
A edificar la Iglesia 13
Alabado seas mi Señor 2
Alabaré 3
Alabemos al Santísimo 4
A la orilla de dos ríos 5
A la orilla de un pueblo 6
Alegre la mañana 7
Alegre quiero cantar 230
Alegría, paz y amor 231
Aleluya, el Señor resucitó 232
Alma Misionera 333
A nosotros amó Dios 8
Al pecho llevo una cruz 9
Altísimo Señor 10
Amar como Jesús amó 16
Amar es entregarse 14
Amémonos de Corazón 210
Anunciaremos tu reino, Señor 15
Apocalipsis 335
Arriésgate 11
Arriba los corazones 17
Ave, ave, ave, María 172


-B-

Bendigamos al Señor 325
Bendito, bendito (A) 18
Bendito, bendito (B) 326
Bienaventuranzas 19
Bienvenidos hermanos en Cristo 20
Buenas nuevas 21
Buenos días Señor 1

-C-

Caminamos hacia el sol 22
Caminando juntos 23
Caminaré 24
Caminante hijo de la libertad 25
Caminemos todos 26
Campana sobre campana 199
Campanas Navideñas 199-A
Canción de Jeremías 27
Cantando a María 173
Cantando, cantando 28
Cantemos al amor de los amores 29
Cantemos, hermanos 30
Cantemos libres como el viento 31
Cántico al hermano sol 32
Canto de la unidad 33
Canto después de la Comunión 300-A
Católico defiende tu Fe 338
Cerca de ti, Señor 34
Celebremos con gusto hermanos 35
Celebremos con gusto, señores 339
Cerca está el Señor 36
Como un árbol que crece 37
Compañeros 38
Con alegría 39
Con la palabra de Dios 340
Con nosotros está 40
Cordero de Dios 323
Cordero 323-A
Credo 307-A-B
Credo 307-C
Creo, Señor 308
Creo en Ti, Señor 309
Cristianos fieles 41
Cristo es camino 42
Cristo es el camino 43
Cristo está conmigo 44
Cristo ha venido 45
Cristo, horizonte del joven 46

Cristo nos da la libertad 47
Cristo rompe cadenas 211
Cristo te necesita 48
Cuando Dios a la gente creó 49
Cuando tengas muchas ganas 341
Cuán gloriosa 50
Cuán grande es El 51
Cuesta seguir hasta el fin 52

-D-

Danos un corazón 53
Dame poder 54
Demos gracias 55
Dios es amor 57
Dios está aquí 236-B
Dios lo quiere 58
Dios nos aumenta la fe 60
Dios nos habla 61
Dónde, dónde, dónde 62
Dulces himnos 174

-E-

El agua del Señor 170
El amor de Dios es maravilloso 332
El ciego 63
El fuego cae 237
El gloria de los ángeles 200
El gozo del Señor 64
El hijo pródigo 212
El justo florecerá 65
El mar se abrió 342
El niño y el tambor 201
El niño Dios ha nacido 209-B
El pecador 213
El sembrador 66
El Señor es mi fuerza 67
El Señor es mi Pastor 133
El Señor resucitó 233

En la misa encuéntranos tú 334
En el nombre del Padre 343
En el trabajo 175
En Egipto esclavo fui 68
En la vida actual 69
Enséñanos a orar 336
Entre tus manos 70
Envíanos tu palabra 344
Eres Tú María 194-B
Escogido fui 71
Espíritu Santo, ven 238
Estaba Jesús 214
Esta es la luz de Cristo 72
Estamos de fiesta 73
Este pueblo 76
Estoy pensando en Dios (A) 74
Estoy pensando en Dios (B) 75
Evangelio viviente 126

-F-

Feliz Navidad 202
Fiesta de liberación 77

-G-

Gloria 303
Gloria 304-A-B
Gloria 304-C-D
Gloria, gloria, aleluya 78
Gloria sea al Padre 215
Gracias, Cristo bendito 79
Gracias, Señor 255
Gracias, Padre Dios 337
Gracias, Señor por nuestra vida 346
Gracias por las manos 56
Gracias te damos 300-B

-H-

Habla, Señor 80
Habla, Señor, que tu siervo escucha 345
Hazme tú Señor, instrumento de tu paz 82
Hazme un instrumento de tu paz 83
Hemos de ser sinceros 84
Hermanitas, hermanitas 347
Hosanna eh 315
Hoy es fiesta 357
Hoy es un día de fiesta 366
Hoy Señor, te damos gracias 85

-I-

Id y enseñad 86
Iglesia de San Damián 87
Iglesia Peregrina 88
Iglesia soy 348
Ilumíname, Señor 239
Imágenes, si 349

-J-

Jesucristo es el Señor 89
Jesús es el Señor 234
Jesús está con nosotros 90
Juntos como hermanos 91
Junto a ti al caer la tarde 92
Juntos cantando 93

-L-

La alegría del perdón 216
La blanca paloma 176
La canción de la alegría 94
La celebración ha terminado 95
La historia de salvación 217
La historia de un hombre 96
La noticia 98
La paz y el Cordero 324

La puerta es Cristo 99
Las mañanitas 350
Lávame 100
La viña del Señor 101
Le llaman Jesús 102
Levántate 107-B
Los ángeles anuncian 203
Los caminos 103
Los Domingos 351
Los mandamientos 352
Los sacrificios 353

-M-

Madre de los pobres 177
Madre de nuestra alegría 178
Madre, óyeme 179
Manos abiertas 104
Mañana me voy 354
María, alégrate 180
Me he decidido 218
Mensajeras del amor 105
Mensajero de la paz 355
Mi alma glorifica al Señor 181
Mi galardón está en gloria 106
Mi pensamiento 356
Militante 219
Misa campesina 266-274
Misa de los 500 años 288-300
Misa Nicaragüense 246-255
Misa Panamericana 275-279
Misa Salvadoreña 280-287
Misa típica 256-265
Mujer Samaritana 107

-N-

Nicaragua mía 358
Noche de paz 204
No hay Dios tan grande 240
No podemos caminar 108
Nos envías por el mundo 109
No tienes excusas 220

-0-

Oh buen Jesús 110
Ofrenda de amor 310
Oh Jesús tiernecito 205
Oh Madre dolorosa 182
Oh María, madre mía 183
Oh, oh, oh, que bueno es el Señor 111
Oh San José glorioso 112
Oh Virgen de Concepción 184
Oh Virgen del Rosario Inmaculada 185
Oración sobre las ofrendas 314

-P-

Padre Nuestro (A) 319
Padre Nuestro (B) 321
Padre Nuestro (C) 322
Pasa por aquí 241
Paz en la tierra 359
Pedro discípulo amado 114
Pequé, pequé Dios mío 222
Pequeñas aclaraciones 115
Perdona a tu pueblo, Señor 223
Perdonad nuestros pecados 113
Perdón, oh Dios mío 224
Peregrino 116
Pescador de hombres 117
Por la mañana 118
Por eso el cristianismo 186
Por tantas cosas 119
Por ti, mi Dios 120
Por un pedazo de pan 327
Prepárense, hermanos 121
Pueblo libre 122
Pues concebida 187

-Q-

Que alegría 123
Que bello es 124
Que grande el amor de Dios 125
¿Quién eres tú? 127
Quién será la mujer 194-C
Quiero decirte que si 128

-R-

Recibe, Oh Padre eterno 311
Reconozco, Señor 225
Responsorio para los salmos 305-306
Rey de reyes 370
Rosario cantado 194-D-E-F

-S-

Saber que vendrás 129
Sagrada Reina del cielo 188
Sale al mundo 189
Salmo 95 97
Sal y pimienta 360
Santa María del Amén 190
Santa María del camino 191
Santo, santo 316
Santo 317
Santo 317-A
Santo 317-B
Saúl un hombre entendido 130
Se busca 131
Señor de la vida 132
Señor, ten piedad 301-302-B
Señor ten piedad 302-C
Señor, tú eres el pan de eternidad 328
Servir, servir 134
Si el espíritu de Dios se mueve 242
Si el pecado llega a tu corazón 226
Siempre es Pentecostés 243

Si me das la mano 135
Si una buena amistad tienes tú 136
Si vienes conmigo 137
Si yo no tengo amor 138
Solamente en Cristo 139
Somos pueblo de Dios 140
Somos un pueblo que camina 141
Soy bautizado 142
Su amor está corriendo 143

-T-

Tan cerca de mi 144
Te ofrecemos 312-A
Te amaré, Señor 361
Te ofrecemos, Señor, nuestra juventud 313
Tengan todos buenos días 145
Tengo el Espíritu de Cristo 244
Te presentamos el vino y el pan 312
Te vengo a decir 146
Ten piedad, Señor 302
Tiempo de Adviento 197-C
Toda hermosa 192
Todo lo que tengo 147
Todo lo que veo 148
Tu gloria 193
Tú me llamas 362
Tu palabra me da vida 149
Tu palabra y tu mesa 364
Tú reinarás 150
Tuyo soy 151
Tú que caminas 363

-U-

Una bella pastorcita 206
Una espiga 329
Una nueva vida 365
Una mirada de fe 227
Un joven soy 153

Un mandamiento nuevo 154
Un pueblo que camina 155
Un nuevo día 152

-V-

Vamos a bendecir 156
Vamos al banquete 330
Vamos a escuchar con amor 157
Vamos cantando al Señor 158
Vámonos los pastores 207
Vayamos cristianos 208
Venceré 159
Ven, dulce Amado 195
Ven Espíritu de Dios 236-A
Ven, Espíritu Santo 245
Venid, oh cristianos 228
Ven, ven, Señor, no tardes 196
Ven y sálvanos 197
Verás la gloria de Dios 367
Vienen con alegría 161
Victoria 229
Viva, viva el amor 162

-Y-

Ya el Señor resucitó 235
Ya nació nuestro redentor 209
Yo canto al Señor 163
Yo no camino solo 164
Yo quiero agradecerte 165
Yo quiero amigos 368
Yo quiero ser feliz 166
Yo soy mujer 369
Yo tengo fe 167
Yo tengo gozo 168
Yo tengo un amigo 169
Yo te saludo 194
Y tú Belén 209-A

ORACION POR LA FAMILIA
P. ZAZINHO

Que ninguna familia comience en cualquier de repente
Que ninguna familia se acabe por falta de amor
La pareja sea el uno en el otro de cuerpo y de mente
Y que nada en el mundo separe un hogar soñador.

Que ninguna familia se albergue debajo del puente
Y que nadie interfiera en la vida y la paz de los dos
Y que nadie los haga vivir sin ningún horizonte
Y que puedan vivir sin temer lo que venga después.

La familia comience sabiendo porqué y dónde va
Y que el hombre retrate la gracia de ser un papá
La mujer sea cielo y ternura y afecto y calor
Y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.

Bendecid oh Señor las familias, amén
Bendecid oh Señor la mía también.

Que marido y mujer tengan fuerza de amar sin medida
Y que nadie se vaya a dormir sin buscar el perdón
Que en la cuna los niños aprendan el don de la vida
La familia celebre el milagro del beso y del pan.

Que marido y mujer de rodillas contemplen sus hijos
Que por ellos encuentren la fuerza de continuar
Y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo
Pueda ser la esperanza de paz y certeza de amar.

Imprenta La Salle
León, Nicaragua
29 de junio del 2008
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