de información, se desarrollen a través de nuevas herramientas y aplicaciones
desarrolladas para dispositivos móviles, lo que, sin duda, afectará a la inmediatez del
proceso y la posible frecuencia con la que éste pueda tener lugar.
Son nuevos entornos de trabajo con nuevos entornos organizativos con empleados
más libres e independientes, que provocan que empiecen a aparecer nuevos perfiles
profesionales, como los denominados Knowmad – de los que hablaremos en otro
capítulo – que están transformando valores como fidelidad, seguridad y estabilidad,
por responsabilidad individual, autonomía y proyecto profesional.
1. Trabaja dónde quieras y cuando quieras
Ya es inevitable, poco a poco muchos profesionales del conocimiento hemos
empezado a trabajar siguiendo la filosofía de flexibilidad laboral, trabajo en remoto, el
tele-trabajo…o como queráis llamarlo. Profesionales que frecuentamos poco las
oficinas, porque nuestro lugar de trabajo es allí dónde estemos, nos puedes encontrar
realizando un proyecto en una empresa cliente, reunidos con proveedores, trabajando
en un chiringuito de la playa, en el comedor de casa, y hasta en la oficina. No tenemos
horarios, no tenemos obligación de ir a la oficina (o muy puntualmente). Todos
tenemos claros los objetivos y cada uno se organiza para conseguirlos. Hay quien
trabaja mejor a las 3 de la madrugada o los fines de semana, y a media mañana del
martes se va de compras porque no encuentra colas, o a esquiar entre semana.
Podemos ser profesionales que trabajamos para una misma empresa pero estamos
por todas partes del mundo, a miles de kilómetros de distancia entre nosotros, pero
comunicándonos en tiempo real para ser más productivos.
Gracias a las herramientas sociales ya no hay distancias, somos ubicuos.
Pero cuidado, ello exige cambios en la forma como nos organizamos para que este
estilo de trabajo funcione, las organizaciones que la practican deben cuidar mucho la
comunicación entre los profesionales que estamos hiper-conectados.
Somos profesionales que además de los medios habituales, utilizamos redes sociales
internas, a través de las cuales, nos comunicamos, generamos ideas y gestionamos
proyectos. Muchas de nuestras reuniones son virtuales. Nos vamos encontrando
también por Twitter, Facebook, Instagram… y sabemos que estamos haciendo en
cada momento (bueno,cuando lo queremos compartir).
Para muchos profesionales las oficinas se van a convertir en un lugar de reuniones e
intercambios. Esta nueva forma de trabajar está teniendo muchos beneficios, no solo
en ahorro de costes sino también en aumento de productividad. Una forma de trabajar
que requiere mucha orientación a objetivos, autodisciplina, responsabilidad,
compromiso y generosidad en la comunicación, los demás necesitan saber de ti. No es
control, es información. Pero cuidado, no todos los perfiles profesionales son
adecuados para trabajar de esta manera.
Pero este nuevo estilo de trabajo no solo se trata de “trabajar desde casa”, va más
allá, es un sistema que se basa en que los directivos tienen que dejar de controlar a
sus colaboradores para focalizarse en clarificar objetivos, dar soporte para
conseguirlos y mejorar los métodos de medida de los mismos, métodos que evalúen a
los trabajadores por lo que hacen y no por dónde o cuando lo hacen.
No es una moda, es una nueva forma de trabajar y, aunque tengamos que buscar la
dosis adecuada de trabajo presencial, ya no hay vuelta atrás por las ventajas que
aporta. Sin embargo, puedes sentirte muy solo y con falta de implicación con tu