Capítulo 1 indivisibilidad

indivisibles 1,521 views 4 slides Aug 20, 2017
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INDIVISIBLES
DANIEL OSUNA Y CYNTHIA ACEVEDO

CAPÍTULO 1
EL PRINCIPIO DE LA INDIVISIBILIDAD
Los religiosos del tiempo de Jesucristo, llamados fariseos, estaban empecinados en encontrar a Jesús en
alguna contradicción doctrinal para poder acusarlo de violar la Ley de Moisés y de esa forma poder
encarcelarlo o matarlo. Constantemente se acercaban a Él haciéndole preguntas que lo pudieran poner
en un predicamento y, de esta forma, desacreditarlo delante de la gente. Pero Jesús siempre salía con
una respuesta inesperada que los dejaba perplejos. En una ocasión le preguntaron su opinión sobre el
divorcio y Jesús respondió lo siguiente:
—¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, “Dios los hizo hombre y
mujer” —y agregó—: “Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su
esposa, y los dos se convierten en uno solo”. Mateo 19:4-5 NTV
Jesús estaba haciendo referencia al pasaje de Génesis 2:24 donde Dios desde el principio estableció el
fundamento para el matrimonio como una unidad entre un hombre y una mujer como lo vimos en el
capítulo pasado.
Algunas de las parejas que hemos tenido el privilegio de casar, utilizan para la boda el símbolo de la
arena para representar este principio. Se coloca un par de recipientes con arena de diferentes colores y
un tercer recipiente vacío más grande donde ambos esposos vierten simultáneamente el contenido de
sus vasos de arena. El resultado es una mezcla de dos arenas que parece formar una sola. Sin embargo
la frase “se convierten en uno solo” habla de algo más que una mezcla. La mezcla todavía puede ser
separada con cierta facilidad, Pero cuando este pasaje habla de unirse en un solo ser la palabra más
adecuada para entender este proceso es “fusión”, una aleación de dos elementos completamente
diferentes, pero que juntos forman un tercer elemento tan integrado que es prácticamente imposible
regresar a sus elementos originales sin destruirlos. Es por eso que las consecuencias de una separación o
un divorcio, en la mayoría de los casos, son tan devastadores para los individuos que componen el
matrimonio. Simplemente, nunca regresan a ser los mismos.
Después de hacer referencia al pasaje de Génesis donde fue establecido el matrimonio, Jesús selló esta
unidad agregando el principio de indivisibilidad:
…Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. Mateo 19:4-5 NTV
La frase, “que nadie separe lo que Dios ha unido” es una instrucción para los casados, pero también la
advertencia de que vendrá muchas cosas a tratar de dividir su matrimonio. Es por eso que el matrimonio
debe de estar atento a lo que nosotros llamamos “agentes de división” y no permitirles un espacio entre
la pareja. De hecho, mientras más cercano es un matrimonio, menos cabida hay para que algo o
alguien entre a traer división entre los esposos.

¿POR QUÉ TANTO ATAQUE A LA UNIDAD DEL MATRIMONIO?
La razón por la que existe este tremendo énfasis maligno (pudiéramos decir “demoníaco”) en la
destrucción del matrimonio es porque un matrimonio funcionando en unidad, es un reflejo de Dios para
las demás personas, empezando por nuestros hijos. El hombre y la mujer unidos completan la imagen
de Dios, como le dice Génesis 1. Además, la Biblia de principio a fin compara su relación con nosotros
como la relación entre un esposo y su esposa. Así que un matrimonio unido donde el esposo ama
sacrificialmente a su esposa, y la esposa honra a su esposo como a Cristo, es un magneto poderoso que
atrae a las personas a Dios. De igual forma, un matrimonio dividido y en constantes peleas degrada la
percepción del amor divino, y en muchos casos, daña la fe de las personas. No es de extrañarse
entonces que el aumento al rechazo de Dios por las nuevas generaciones vaya a la par con el aumento
de divorcios y separaciones. Jesús explicó la importancia de la unidad en una de sus últimas oraciones
antes de irse:
Juan 17:21 Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en
mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me
enviaste..
Y aunque está refiriéndose a su iglesia, el principio es que la unidad y el amor son un reflejo directo de
Dios, que es uno y es amor. Por eso la razón por la que tenemos que ser intencionales en proteger la
unidad de nuestro matrimonio va mucho más allá de nuestra felicidad personal. Está la imagen de Dios
de por medio.
AGENTES DE DIVISIÓN
Estos agentes divisores aprovechan cualquier espacio entre los esposos producido por la falta de unidad
en una o varias de las áreas vistas en el capítulo anterior. Estos agentes se infiltran sutilmente entre
ellos, poco a poco, muchas veces inadvertidos. Son como ladrillos que van formando un muro que
divide gradualmente al matrimonio hasta que los esposos terminan estando completamente
distanciados y siendo unos completos desconocidos. Muchas parejas no detectan estos agentes de
división hasta que ya es demasiado tarde. Quizás por eso el rey Salomón, una de las personas más sabias
que ha existido, nos instruye lo siguiente:
Cantares 2:14 Atrapen todas las zorras, esas zorras pequeñas, antes de que arruinen el viñedo
del amor, ¡porque las vides están en flor!
Los agentes divisores casi siempre empiezan como algo pequeño y sutil, como unas pequeñas zorras,
que no pueden ser detectadas a simple vista, pero que por debajo de la tierra están minando las raíces
de la viña hasta que esta muere. Rencores guardados, comentarios de amigos, conversaciones con
otras personas del sexo opuesto, actitudes, etc. Siempre se empieza con algo pequeño que al pasar el
tiempo se acumula con otras cosas pequeñas que terminan por construir algo grande que corroe el
matrimonio hasta que este colapsa.

Nuestro propósito es abrirte los ojos a estas “pequeñas zorras” que pudieran estar acosando tu
matrimonio, esperando la oportunidad de entrometerse en una zona descuidada y empezar a crear una
división que termine por separarlos.
Cuando nosotros (Cynthia y Daniel) cobramos conciencia de este afán externo por dividirnos,
comenzamos a identificar con claridad cuantas cosas atentan contra nuestro matrimonio diariamente.
Desde entonces ya no nos vemos como enemigos cada que ocurre algo que quiere separarnos. Sino que
tan pronto como identificamos al agresor, nos ponemos espalda con espalda y lo enfrentamos como
uno:
Alguien que está solo, puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con
espalda y vencen; Eclesiastés 4:12a
Ponerse espalda con espalda como matrimonio implica que juntos tienen una cobertura de 360 grados,
en otras palabras, juntos pueden ver venir los ataques desde cualquier ángulo. Ponerse espalda con
espalda también implica que no permites un espacio para el enemigo entre los dos. Y, por último,
implica que cada quien cubre las espaldas del otro cuando este no está atento a los ataques que llegan
por la retaguardia.
Puede que tu esposo(a) y tu tengan mucho tiempo combatiendo al enemigo equivocado, haciéndose
pedazos el uno al otro mientras el enemigo real sigue destruyendo a escondidas su matrimonio. Llegó la
hora de ponerse espalda con espalda, revelar a los verdaderos enemigos y vencer a aquellas cosas que
los han querido dividir.
Al darnos cuenta de la realidad, nos dimos a la tarea de identificar y clasificar cada uno de estos agentes
de división que aparecen con más frecuencia, con el fin de proteger nuestro matrimonio y alertar a otros
a través del proyecto #INDIVISIBLES. Logramos agrupamos estos agentes divisores en 5 grupos:
• PERSONAS
• ACTITUDES
• PALABRAS
• ACCIONES, ACTIVIDADES Y HÁBITOS
• PROBLEMAS
• ASPIRACIONES
En los próximos capítulos estaremos explorando cada uno de estos grupos, develando a posibles
agentes que han intentado o van a intentar dividir tu matrimonio. Será como si te pusieras unos lentes
especiales que te van a mostrar los ladrillos que están dividiéndoles y a los verdaderos enemigos detrás
de todos esos conflictos. De ninguna forma estamos buscando convertirles en una pareja paranoica o
temerosa, sino que deseamos que puedan ser una pareja inteligente, que sepa identificar a los
enemigos reales al momento del conflicto, que sepa pelear bien y salir más unidos que nunca después
de cada batalla, que sean una pareja indivisible.