CAPITULO 18 KRAUSE. NUTRICIÓN EN LA INFANCIA

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RESUMEN DEL CAPITULO 18 DEL LIBRO KRAUSE DE NUTRICIÒN: NUTRICIÓN EN LA INFANCIA. DESCRIBIENDO LOS PRINCIPALES PUNTOS CLAVE DE SU CONTENIDO.


Slide Content

Capitulo 18 Krause:
Nutrición en la
Infancia.
LPN: Deodora Adriana García Castorena.
CSU. Rincón de Romos. TV

El período que comienza cuando el niño
cumple 2 años de edad y que dura hasta la
pubertad es considerado a menudo como
una fase de latencia del crecimiento, en
contraposición a los cambios que se
producen hasta ese momento y en la
adolescencia.

La velocidad de crecimiento disminuye
considerablemente después del primer año de vida.
ha de transcurrir 1 año más para que el peso de
nacimiento se cuadruplique. Del mismo modo, la
altura al nacer aumenta un 50% en el primer año,
pero no se duplica hasta aproximadamente los 4
años de edad. el peso aumenta una media de 2 a 3
kg al año hasta que el niño cumple los 9 o 10 años.
La media de incrementos de altura es de 6 a 8 cm
al año desde los 2 años hasta la pubertad.

Valoración del crecimiento.
La relación entre peso y longitud o altura es un
elemento esencial en la valoración del crecimiento.
Este parámetro se determina anotando el peso para
una determinada longitud en las gráficas de
crecimiento de la OMS desde el nacimiento hasta los
24 meses o calculando el IMC y anotando su valor en
las gráficas de crecimiento de los CDC de 2 a 20 años
de edad.

Necesidades nutricionales.
Dado que los niños se encuentran en una etapa de
desarrollo y crecimiento de huesos, dientes, músculos
y sangre, necesitan más alimentos nutritivos en
relación con su tamaño que los adultos.
Las necesidades energéticas de los niños sanos están
determinadas por el metabolismo basal, velocidad de
crecimiento y gasto energético debido a la actividad.

La necesidad de proteínas disminuye desde
aproximadamente 1,1 g/kg en la primera infancia
hasta 0,95 g/kg al final de la misma. La ingesta
proteica puede variar entre un 5 y un 30% de la
energía total, dependiendo de la edad.
Los niños que corren mayor riesgo de ingesta proteica
inadecuada son los sometidos a dietas vegetarianas
estrictas, los que presentan múltiples alergias
alimentarias o consumen una variedad limitada de
alimentos, problemas conductuales o acceso
inadecuado a los alimentos.

Hierro: Los niños de entre 1 y 3 años presentan mayor
riesgo de anemia por carencia de hierro. El período de
la infancia se caracteriza por un incremento de la
hemoglobina y del hierro total.
Calcio: En los niños, el calcio es necesario para la
mineralización y el mantenimiento adecuados de los
huesos en crecimiento. Dado que la leche y otros
derivados lácteos son fuentes fundamentales de
calcio, los niños que consumen cantidades reducidas
de estos alimentos corren riego de deficiente
mineralización ósea.

Vitamina D: La vitamina D es necesaria para la
absorción del calcio y su depósito en los huesos, así
como para la prevención del cáncer, los trastornos
autoinmunes, las enfermedades cardiovasculares y
las enfermedades infecciosas.
La leche enriquecida con vitamina D es la principal
fuente de este nutriente, y los cereales del desayuno y
las leches que no son de origen animal se
comercializan a menudo enriquecidos con vitamina D.

Para los niños mayores de 1 año y en edad
preescolar, la familia representa la principal influencia
en el desarrollo de los hábitos alimentarios. En el
entorno inmediato de los niños pequeños, los padres y
hermanos mayores constituyen importantes modelos.

Enfermedades.
Los niños enfermos suelen perder el apetito y su
ingesta alimentaria suele ser limitada. Las
enfermedades agudas bacterianas o víricas son, a
menudo, de corta duración, pero pueden requerir un
aumento de líquidos, proteínas y otros nutrientes.
Los trastornos crónicos, como el asma, la fibrosis
quística o la enfermedad renal crónica, pueden
dificultar la obtención de nutrientes suficientes para un
crecimiento óptimo.

Alimentación en edad
preescolar.
Una relación positiva en lo relativo a las comidas incluye la
división de responsabilidad entre padres y niños. Los niños
pequeños pueden elegir una dieta nutritiva equilibrada si se le
ofrecen alimentos nutritivos.
Los zumos de frutas y las bebidas a base de zumos son de
consumo frecuente en niños pequeños. tales bebidas
reemplazan el agua y la leche en su dieta. Además de alterar el
contenido nutricional de la dieta, la ingesta excesiva de zumos
de frutas puede dar lugar a hipoabsorción de hidratos de
carbono y a diarrea crónica inespecífica.

La ingesta elevada de fructosa, especialmente por el
consumo de refrescos y alimentos elaborados con
sacarosa y jarabe de maíz rico en fructosa, induce en
ocasiones aumento de los triglicéridos plasmáticos y
de la resistencia a la insulina.
En niños con presión arterial elevada puede estar
justificada la reducción del consumo de alimentos
elaborados.

Alimentación en edad escolar.
El crecimiento entre los 6 y los 12 años de edad es
lento pero constante, acompañado de un incremento
también continuado de la ingesta alimentaria.
Las comidas en la escuela se ven condicionadas
también por la agenda escolar diaria y por la cantidad
de tiempo que se concede a los niños para comer.
Los niños que no desayunan tienden a consumir
menos calorías y nutrientes que los que desayunan

Los primeros años son ideales para proporcionarles
información sobre nutrición y promover actitudes
positivas en relación con todos los alimentos. Esta
educación puede ser de carácter informal y tener lugar
en casa, con los padres como modelos y a través de
una dieta con una amplia variedad de alimentos.
Las actividades y la información centradas en
relaciones del mundo real con la comida suelen tener
resultados positivos.

Sobrepeso y Obesidad.
La incidencia creciente de niños con sobrepeso es un
problema de salud pública importante y alarmante. La
NHANES más reciente mostró una prevalencia de
obesidad del 16,9% en niños de edades
comprendidas entre los 2 y los 19 años, así como una
prevalencia de IMC elevado del 31,7%. Para niños de
2 a 5 años de edad, la prevalencia es del 10,4% para
obesidad y del 21,1% para IMC alto.

El IMC, una útil herramienta clínica para detectar el
sobrepeso, tiene limitaciones en la determinación de
la obesidad debido a la variabilidad relacionada con
sexo, raza, composición corporal y etapa de
maduración.
Entre los factores que contribuyen a una excesiva
ingesta energética en la población pediátrica se
incluyen el acceso fácil a los establecimientos de
alimentos, comidas asociadas a actividades
sedentarias, mayor capacidad de decisión de los
niños en materia de comidas, las raciones más
grandes y una menor actividad física.

Las consecuencias del sobrepeso en la infancia son
dificultades psicosociales, como discriminación,
autoimagen negativa, depresión y deficiente
socialización. Muchos niños con sobrepeso presentan
uno o más factores de riesgo cardiovascular, como
hiperlipidemia, hipertensión o hiperinsulinemia.

Bajo peso.
La pérdida de peso, o el retraso del desarrollo
pueden tener su causa en una enfermedad aguda o
crónica, una dieta restringida, falta de apetito ,
problemas de alimentación, negligencia o simple
ausencia de comida.
Dada la complejidad del retraso del crecimiento, lo
ideal es que un equipo interdisciplinar se encargue de
las valoraciones y las intervenciones.

La aportación de las calorías y de los nutrientes
adecuados, así como la educación nutricional, deben
formar parte del plan interdisciplinar global de
atención a los niño y a sus familias. Los esfuerzos han
de ir encaminados a aumentar el apetito del niño y a
modificar el entorno para garantizar una ingesta
óptima.

Deben ofrecerse con regularidad comidas no
abundantes y tentempiés frecuentes, haciendo uso de
alimentos ricos en nutrientes y adecuados para el
desarrollo del niño.

Carencia de Hierro.
La carencia de hierro es uno de los trastornos
nutritivos más frecuentes en la infancia.
Se han referido deficiente rendimiento cognitivo y
retraso en el desarrollo psicomotor en bebés y niños
de preescolar con carencia de hierro. La carencia
puede tener consecuencias a largo plazo, tal y como
lo demuestra el rendimiento más bajo en las pruebas
de desarrollo al final de la infancia y al inicio de la
adolescencia.

Bibliografía.
Mahan k, Escott-Stump S, Raymond J,
Krause Dietoterapia, 13ª edición, Elsevier,
2013.